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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN 4ºESO

Tema 1: Fundamentos de la investigación

La RAE define investigar en su primera acepción como: Indagar para descubrir algo. Existen varias
formas de llevar a la práctica una indagación, por eso también nos ofrece otra acepción más concreta:
Realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático con el propósito de aumentar los
conocimientos sobre una determinada materia.
La clave de esta acepción, más técnica, es probablemente la palabra sistemático. La clave de una
investigación es el denominado método científico. Un método es una forma de trabajar ordenada y
secuencial, para obtener el mayor rendimiento en ese trabajo. Así, el método científico es un procedimiento
de trabajo, ordenado en una serie de pasos, con el que se trata de explicar un hecho, establecer relaciones
entre hechos y enunciar leyes que expliquen los fenómenos del mundo a través de pruebas contrastadas
y reproducibles, que minimicen la subjetividad y permitan hacer predicciones razonadas. Los conocimiento
obtenidos son la base de la Ciencia es una herramienta utilizada para comprender el funcionamiento de
las cosas en la Naturaleza.

Breve historia del método científico.


Debido a que es complicado delimitar exactamente cuando comenzó a utilizarse el método científico,
es difícil contestar a la pregunta de quién creó el método científico. El método y sus pasos evolucionaron
con el tiempo y los científicos que fueron utilizándolo hicieron sus aportes, evolucionando y refinándose
poco a poco.
Aristóteles, uno de los filósofos más influyentes de la historia, fue el fundador de la ciencia empírica,
es decir, el proceso de probar hipótesis a partir de la experiencia, la experimentación y observación directa
e indirecta.
Los griegos fueron la primera civilización occidental que comenzaron a observar y a medir para
comprender y estudiar los fenómenos del mundo, sin embargo no existía una estructura como para llamarlo
método científico.
Realmente, el desarrollo del método científico moderno comenzó con los eruditos Musulmanes
durante la Edad de Oro del Islam, en los siglos X al XIV. Más tarde, los filósofos-científicos de la Ilustración
siguieron refinándolo.
Entre todos los eruditos que hicieron sus aportes, Alhacén (Abū ‘Alī al-Ḥasan ibn al-Ḥasan ibn al
Hayṯam), fue el principal contribuidor, considerado por algunos historiadores como “el método científico”.
Su método tenía las siguientes etapas, se puede observar su similitud con las explicadas en este tema:
-Observación del mundo natural.
-Establecer/definir el problema.
-Formular una hipótesis.
-Poner a prueba la hipótesis a través de la experimentación.
-Evaluar y analizar resultados.
-Interpretar los datos y establecer conclusiones.
-Publicar los resultados.
El filósofo Roger Bacon (1214 – 1284) es considerado como la primera persona en aplicar el
razonamiento inductivo como parte del método científico. Desarrolló el método inductivo a través de la
causa y el efecto, y Descartes propuso que la deducción era la única forma de aprender y comprender.
El gran impulsor fue Galileo Galilei, al que muchos consideran el padre de la experimentación
planificada y sistemática. Isaac Newton se puede considerar el científico que refinó finalmente el proceso
hasta como hoy es conocido. Propuso, y puso en práctica, el hecho de que el método científico necesitaba
tanto el método deductivo como el inductivo.
Tras Newton, hubo otras grandes científicos que contribuyeron al desarrollo del método, entre ellos
Albert Einstein.

Pasos del método científico.


El método científico tiene seis pasos que sirven para responder a una pregunta científica de una
forma organizada y objetiva. Implica observar el mundo y sus fenómenos, llegar a una explicación de lo
que se observa, probar si la explicación es válida, y finalmente aceptar o negar la explicación.
El método científico tiene por tanto una serie de características que lo definen: observación,
experimentación, y hacer y responder preguntas. Sin embargo, no todos los científicos siguen exactamente
este proceso. Algunas ramas de la ciencia pueden ser más fácilmente probadas que otras.
Cuando la experimentación directa no es posible, los científicos modifican el método científico. Pero
aunque se modifique casi con cada investigación científica, el objetivo es el mismo: descubrir relaciones
de causa y efecto haciendo preguntas, recopilando y examinando datos y viendo si toda la información
disponible puede combinarse en una respuesta lógica.
Por otra parte, a menudo las etapas del método científico son iterativas; nueva información,
observaciones o ideas pueden hacer que se vuelvan a repetir los pasos.

Los protocolos del método científico pueden dividirse en seis pasos/fases/etapas que se aplican en
todos los tipos de investigación:

Paso 1: Pregunta o planteamiento.


El método científico comienza cuando el científico/investigador hace una pregunta sobre algo que
ha observado o sobre lo que está investigando: ¿Qué, dónde, cuándo, cómo, quién y por qué? Por
ejemplo, Albert Einstein, cuando estaba desarrollando su teoría de la relatividad especial, se preguntó:
¿Qué vería si pudiera caminar junto a un rayo de luz mientras se propaga por el espacio?

Paso 2: Observación.
Esta paso consiste en hacer observaciones y reunir información que ayuden a responder a la
pregunta. Las observaciones no deben ser informales, sino intencionales con la idea de que la información
reunida sea objetiva.
La recolección sistemática y cuidadosa de mediciones y datos es la diferencia entre
pseudociencias, como la alquimia, y ciencias, como la química o la biología.
Las mediciones pueden realizarse en un entorno controlado, como un laboratorio, o sobre objetos
más o menos inaccesibles o no manipulables, como estrellas o poblaciones humanas. Las mediciones a
menudo requieren instrumentos científicos especializados como termómetros, microscopios,
espectroscopios, aceleradores de partículas, voltímetros…
Existen varios tipos de observación científica. Las más comunes son la directa e indirecta. Un
ejemplo de observación sería la que hizo Louis Pasteur antes de desarrollar su teoría germinal de las
enfermedades infecciosas. Con microscopio, observó que los gusanos de seda del sur de Francia tenían
enfermedades infectadas por parásitos.

Paso 3: Formulación de hipótesis.


La tercera etapa es la formulación de la hipótesis. Una hipótesis es una afirmación que puede
usarse para predecir el resultado de futuras observaciones.
Para este paso es fundamental el razonamiento lógico. Hay dos tipos: inductivo y deductivo.
Deductivo lleva desde lo universal hasta lo particular, es decir, que permite inferir necesariamente una
conclusión a partir de una serie de premisas. El inductivo es el estudio de las pruebas que permiten medir
la probabilidad de los argumentos

La hipótesis nula es un buen tipo de hipótesis para comenzar una investigación. Es una explicación
sugerida de un fenómeno o una propuesta razonada que sugiere una posible correlación entre un conjunto
de fenómenos.
Un ejemplo de una hipótesis nula es: “la velocidad a la que crece la hierba no depende de la
cantidad de luz que recibe”.
Una hipótesis útil debe permitir predicciones por razonamiento, incluyendo el razonamiento
deductivo. La hipótesis podría predecir el resultado de un experimento en un laboratorio o la observación
de un fenómeno en la naturaleza. La predicción también puede ser estadística y tratar sólo con las
probabilidades.
Si las predicciones no son accesibles por la observación o la experiencia, la hipótesis no es todavía
comprobable y permanecerá en esa medida no científica. Más adelante, una nueva tecnología o teoría
podría hacer posible los experimentos necesarios.
Paso 4: Experimentación.
El siguiente paso es la experimentación, cuando los científicos realizan los llamados experimentos
científicos en los que se ponen a prueba las hipótesis.
Las predicciones que intentan hacer las hipótesis pueden comprobarse con experimentos. Si los
resultados de la prueba contradicen las predicciones, las hipótesis son cuestionadas y se vuelven menos
sostenibles.
Si los resultados experimentales confirman las predicciones de las hipótesis, entonces se considera
que estas son más correctas, pero pueden estar equivocadas y seguir sujetas a nuevos experimentos.
Para evitar el error de observación en los experimentos, se utiliza la técnica del control experimental.
Esta técnica utiliza el contraste entre múltiples muestras (u observaciones) bajo diferentes condiciones
para ver qué varía o qué sigue siendo lo mismo.
Por ejemplo, para probar la hipótesis nula “la tasa de crecimiento de la hierba no depende de la
cantidad de luz”, habría que observar y tomar datos de hierba que no está expuesta a la luz. A esto se le
llama “grupo control”. Son idénticos a los otros grupos experimentales, excepto para la variable que se
está investigando.
Es importante recordar que el grupo control sólo puede diferir de cualquier grupo experimental en
una variable. De esa manera se puede saber que es esa variable la que produce cambios o no.

Por ejemplo, no se puede comparar la hierba que esta en el exterior a la sombra con la hierba al sol.
Tampoco la hierba de una ciudad con la de otra. Hay variables entre los dos grupos además de la luz,
como la humedad y el pH del suelo.
Los experimentos para conocer si un fármaco tiene eficacia para tratar lo que se desea son muy
comunes. Por ejemplo, si se desea conocer los efectos de una vacuna se podrían utilizar dos grupos en
un primer experimento:
Grupo 1 experimental, al que se proporciona la vacuna.
Grupo 2 control, con las mismas características del grupo 1, y al que no se proporciona la
vacuna.

Paso 5: Análisis de datos.


Tras el experimento, se toman los datos, que pueden ser en forma de números, sí / no, presente /
ausente, u otras observaciones. Es importante tener en cuenta los datos que no se esperaban o que no se
deseaban. Muchos experimentos han sido fallidos por investigadores que no tienen en cuenta los datos
que no concuerdan con lo que se espera.
Este paso implica determinar lo que muestran los resultados del experimento y decidir las próximas
acciones a tomar. Las predicciones de la hipótesis se comparan con las de la hipótesis nula para
determinar cuál es más capaz de explicar los datos.
En los casos en que un experimento se repite muchas veces, puede ser necesario un análisis
estadístico. Si la evidencia ha rechazado la hipótesis, se requiere una nueva hipótesis. Si los datos del
experimento apoyan la hipótesis, pero la evidencia no es lo suficientemente fuerte, deben probarse otras
predicciones de la hipótesis con otros experimentos.
Una vez que una hipótesis está fuertemente respaldada por la evidencia, se puede hacer una
nueva pregunta de investigación para proporcionar más información sobre el mismo tema

Paso 6. Conclusiones.
Para muchos experimentos, las conclusiones se forman sobre la base de un análisis informal de los
datos. Simplemente preguntar ¿los datos encajan en la hipótesis? es una manera de aceptar o rechazar
una hipótesis.
Sin embargo, es mejor aplicar un análisis estadístico a los datos, para establecer un grado de
“aceptación” o “rechazo”. Las matemáticas también son útiles para evaluar los efectos de los errores de
medición y otras incertidumbres en un experimento.

Si se acepta la hipótesis, no esta garantizado que sea la hipótesis correcta. Esto sólo significa que
los resultados del experimento apoyan la hipótesis. Es posible duplicar el experimento y obtener resultados
diferentes la próxima vez. También puede que la hipótesis explique las observaciones, pero es la
explicación incorrecta.
Si la hipótesis es rechazada, puede ser el final del experimento o se puede volver a realizarlo. Si
se vuelve a realizar el proceso, se tendrán más observaciones y más datos.
Una vez finalizado esto, debemos publicar resultados y comprobar los resultados replicando la
investigación (realizada por otros científicos)

Si un experimento no puede repetirse para producir los mismos resultados, esto implica que los
resultados originales podrían haber sido erróneos. Como resultado, es común que un solo experimento se
realice varias veces, especialmente cuando hay variables no controladas u otras indicaciones de error
experimental.
Para obtener resultados significativos o sorprendentes, otros científicos también pueden intentar
replicar los resultados por sí mismos, especialmente si esos resultados son importantes para su propio
trabajo.

La importancia del método científico.


El método científico es importante porque es una forma fiable de adquirir conocimiento. Se trata de
basar las afirmaciones, las teorías y el conocimiento en datos, en experimentos y en observaciones. Por
tanto, es esencial para el avance de la sociedad en tecnología, ciencias, salud y en general para generar
conocimiento teórico y aplicaciones prácticas.
Por ejemplo, este método de la Ciencia es contrario al basado en la fe. Con la fe se cree en algo por
tradiciones, escritos o creencias, sin basarse en pruebas que se puedan refutar, ni se pueden hacer
experimentos u observaciones que nieguen o acepten las creencias de esa fe.
Con la Ciencia, un investigador puede llevar a cabo los pasos de este método, llegar a conclusiones,
presentar los datos, y otros investigadores podrán replicar ese experimento u observaciones para validarlo
o no. Por tanto se actualiza con nuevas investigaciones que no solo pueden refutar las anteriores, sino
también matizarlas, corregirlas o mejorarlas, puesto que la Ciencia, a través del método científico, se
retroalimenta a sí misma para su constante desarrollo.

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