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La RAE define investigar en su primera acepción como: Indagar para descubrir algo. Existen varias
formas de llevar a la práctica una indagación, por eso también nos ofrece otra acepción más concreta:
Realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático con el propósito de aumentar los
conocimientos sobre una determinada materia.
La clave de esta acepción, más técnica, es probablemente la palabra sistemático. La clave de una
investigación es el denominado método científico. Un método es una forma de trabajar ordenada y
secuencial, para obtener el mayor rendimiento en ese trabajo. Así, el método científico es un procedimiento
de trabajo, ordenado en una serie de pasos, con el que se trata de explicar un hecho, establecer relaciones
entre hechos y enunciar leyes que expliquen los fenómenos del mundo a través de pruebas contrastadas
y reproducibles, que minimicen la subjetividad y permitan hacer predicciones razonadas. Los conocimiento
obtenidos son la base de la Ciencia es una herramienta utilizada para comprender el funcionamiento de
las cosas en la Naturaleza.
Los protocolos del método científico pueden dividirse en seis pasos/fases/etapas que se aplican en
todos los tipos de investigación:
Paso 2: Observación.
Esta paso consiste en hacer observaciones y reunir información que ayuden a responder a la
pregunta. Las observaciones no deben ser informales, sino intencionales con la idea de que la información
reunida sea objetiva.
La recolección sistemática y cuidadosa de mediciones y datos es la diferencia entre
pseudociencias, como la alquimia, y ciencias, como la química o la biología.
Las mediciones pueden realizarse en un entorno controlado, como un laboratorio, o sobre objetos
más o menos inaccesibles o no manipulables, como estrellas o poblaciones humanas. Las mediciones a
menudo requieren instrumentos científicos especializados como termómetros, microscopios,
espectroscopios, aceleradores de partículas, voltímetros…
Existen varios tipos de observación científica. Las más comunes son la directa e indirecta. Un
ejemplo de observación sería la que hizo Louis Pasteur antes de desarrollar su teoría germinal de las
enfermedades infecciosas. Con microscopio, observó que los gusanos de seda del sur de Francia tenían
enfermedades infectadas por parásitos.
La hipótesis nula es un buen tipo de hipótesis para comenzar una investigación. Es una explicación
sugerida de un fenómeno o una propuesta razonada que sugiere una posible correlación entre un conjunto
de fenómenos.
Un ejemplo de una hipótesis nula es: “la velocidad a la que crece la hierba no depende de la
cantidad de luz que recibe”.
Una hipótesis útil debe permitir predicciones por razonamiento, incluyendo el razonamiento
deductivo. La hipótesis podría predecir el resultado de un experimento en un laboratorio o la observación
de un fenómeno en la naturaleza. La predicción también puede ser estadística y tratar sólo con las
probabilidades.
Si las predicciones no son accesibles por la observación o la experiencia, la hipótesis no es todavía
comprobable y permanecerá en esa medida no científica. Más adelante, una nueva tecnología o teoría
podría hacer posible los experimentos necesarios.
Paso 4: Experimentación.
El siguiente paso es la experimentación, cuando los científicos realizan los llamados experimentos
científicos en los que se ponen a prueba las hipótesis.
Las predicciones que intentan hacer las hipótesis pueden comprobarse con experimentos. Si los
resultados de la prueba contradicen las predicciones, las hipótesis son cuestionadas y se vuelven menos
sostenibles.
Si los resultados experimentales confirman las predicciones de las hipótesis, entonces se considera
que estas son más correctas, pero pueden estar equivocadas y seguir sujetas a nuevos experimentos.
Para evitar el error de observación en los experimentos, se utiliza la técnica del control experimental.
Esta técnica utiliza el contraste entre múltiples muestras (u observaciones) bajo diferentes condiciones
para ver qué varía o qué sigue siendo lo mismo.
Por ejemplo, para probar la hipótesis nula “la tasa de crecimiento de la hierba no depende de la
cantidad de luz”, habría que observar y tomar datos de hierba que no está expuesta a la luz. A esto se le
llama “grupo control”. Son idénticos a los otros grupos experimentales, excepto para la variable que se
está investigando.
Es importante recordar que el grupo control sólo puede diferir de cualquier grupo experimental en
una variable. De esa manera se puede saber que es esa variable la que produce cambios o no.
Por ejemplo, no se puede comparar la hierba que esta en el exterior a la sombra con la hierba al sol.
Tampoco la hierba de una ciudad con la de otra. Hay variables entre los dos grupos además de la luz,
como la humedad y el pH del suelo.
Los experimentos para conocer si un fármaco tiene eficacia para tratar lo que se desea son muy
comunes. Por ejemplo, si se desea conocer los efectos de una vacuna se podrían utilizar dos grupos en
un primer experimento:
Grupo 1 experimental, al que se proporciona la vacuna.
Grupo 2 control, con las mismas características del grupo 1, y al que no se proporciona la
vacuna.
Paso 6. Conclusiones.
Para muchos experimentos, las conclusiones se forman sobre la base de un análisis informal de los
datos. Simplemente preguntar ¿los datos encajan en la hipótesis? es una manera de aceptar o rechazar
una hipótesis.
Sin embargo, es mejor aplicar un análisis estadístico a los datos, para establecer un grado de
“aceptación” o “rechazo”. Las matemáticas también son útiles para evaluar los efectos de los errores de
medición y otras incertidumbres en un experimento.
Si se acepta la hipótesis, no esta garantizado que sea la hipótesis correcta. Esto sólo significa que
los resultados del experimento apoyan la hipótesis. Es posible duplicar el experimento y obtener resultados
diferentes la próxima vez. También puede que la hipótesis explique las observaciones, pero es la
explicación incorrecta.
Si la hipótesis es rechazada, puede ser el final del experimento o se puede volver a realizarlo. Si
se vuelve a realizar el proceso, se tendrán más observaciones y más datos.
Una vez finalizado esto, debemos publicar resultados y comprobar los resultados replicando la
investigación (realizada por otros científicos)
Si un experimento no puede repetirse para producir los mismos resultados, esto implica que los
resultados originales podrían haber sido erróneos. Como resultado, es común que un solo experimento se
realice varias veces, especialmente cuando hay variables no controladas u otras indicaciones de error
experimental.
Para obtener resultados significativos o sorprendentes, otros científicos también pueden intentar
replicar los resultados por sí mismos, especialmente si esos resultados son importantes para su propio
trabajo.