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DOCTORADO EN EDUCACIÓN.

TOMAS ENRIQUE CORONADO SÁNCHEZ.

CONTROL DE LECTURA

TAREA 4 UNIDAD IV METODOS DE INVESTIGACIÓN.

Noviembre 2020
Métodos de investigación.
La ciencia es un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y
el razonamiento, y de los que se deducen principios y leyes generales. En su
sentido más amplio se emplea para referirse al conocimiento en cualquier campo,
pero que suele aplicarse sobre todo a la organización del proceso experimental
verificable (Bunge M 1975).
En palabras del famoso físico y filósofo de la ciencia, el argentino Mario Bunge, la
ciencia “es un estilo de pensamiento y acción: precisamente el más reciente,
universal y provechoso de todos los estilos”. El hecho de que Bunge se refiera al
“pensamiento” y a la “acción” nos da a entender que, para la correcta comprensión
de lo que la ciencia es, habremos de examinar tanto la clase de conocimiento que
la ciencia aspira a lograr −el conocimiento científico− como el propio método −el
método científico− que se emplea para su adquisición.
Al hablar del método científico es referirse a la ciencia (básica y aplicada) como un
conjunto de pensamientos universales y necesarios, y que en función de esto
surgen algunas cualidades importantes, como la de que está constituida por leyes
universales que conforman un conocimiento sistemático de la realidad.
El hombre es capaz de aprender mediante la observación y el razonamiento, y
esta potestad, única entre todos los seres vivos, es la que le ha permitido
embarcarse en la apasionante aventura de desentrañar los misterios del universo.
Es costumbre situar los orígenes del pensamiento racional en la antigua Grecia, a
la par que los primeros filósofos se interrogaban sobre el nacimiento y
organización del cosmos. Esta era una forma muy primitiva de ciencia a la que se
denominó ciencia especulativa, debido a que los helenos relegaron la práctica
experimental y se apoyaron en razonamientos abstractos a la hora de
fundamentar y desarrollar sus teorías.
La investigación científica arranca de la constatación de que el pensamiento
ordinario resulta insuficiente para dar fácil solución a ciertas cuestiones que la
curiosidad humana se plantea. Por ejemplo, porqué la sucesión del día y de la
noche, porqué la lluvia, porqué la salida del sol, porqué la aparición de la luna etc.
Estas y otras preguntas han surgido a lo largo de la humanidad y es donde la
investigación científica como tal tiene cabida. En los inicios de la vida humana
como tal, seguramente se planteaban las mismas o más preguntas, pero en el
escaso intelecto se le podría atribuir a algo desconocido o sobrenatural.
En este punto, la distinción entre conocimiento científico y conocimiento ordinario
se hace patente. El conocimiento ordinario tiene su única fuente en la información
que proporcionan los sentidos, es asistemático (carece de método propio) y no se
encuentra estructurado (no existe un marco teórico en el que se integren sus
avances).
El conocimiento científico busca ir más allá de los sentidos cotidianos para explicar
lo que no se puede ver, oír o tocar. Una admirable muestra de ello nos la ofrece la
física nuclear; nadie ha visto, olfateado o palpado un átomo, pero los efectos de
sus reacciones, para bien o para mal, son de todos conocidos. Asimismo, el
conocimiento científico comparte una serie de características con el conocimiento
ordinario. Dichas características, potenciadas a su más alto grado en el ámbito de
la ciencia, son su aspiración a la racionalidad, objetividad, crítica y coherencia.
De la inducción a la deducción.
Entre los siglos XVI y XVII tuvo lugar una agria polémica entre partidarios de dos
métodos rivales que pugnaban por ganar el calificativo de genuinamente
científicos. Los inductivistas estaban capitaneados por Francis Bacon (1561–
1626), ensayista, filósofo y Lord Canciller de Inglaterra. Los seguidores de Bacon
defendían la necesidad de recolectar primero todos los hechos experimentales
que fuese posible −cuantos más mejor−, colocarlos en tablas ordenadas y obtener
de ellas las correspondientes hipótesis explicativas.
Enteramente opuestos a este proceder se hallaban los deductivistas, encabezados
por el gran filósofo y matemático francés René Descartes (1596 – 1650). Al
sistema la sagacidad por la paciencia en la acumulación de inductivo, que
reemplazaba en gran medida datos, oponían éstos la conveniencia de tomar unos
cuantos hechos significativos como premisas y deducir luego de ellos, mediante
reglas lógicas incuestionables, el resto del conocimiento faltante. Descartes, al
igual que los antiguos griegos, juzgaba accesible la verdad por medio del
pensamiento puro, y por esa razón concedía una enorme preponderancia al
razonamiento deductivo mientras minimizaba la importancia de los datos de
partida.
En la práctica, el método científico es algo más complicado de aplicar. Por ello, y
sintéticamente, expondremos su ejecución ideal en una serie de etapas. En primer
término, vendría el descubrimiento de un problema o la constatación de una
carencia en el seno de algún cuerpo de conocimientos. Inmediatamente después,
habríamos de plantear con precisión el problema (a ser posible de manera
matemática), ensayar los medios teóricos y técnicos a nuestro alcance para
solventarlo y, si esto última falla, proceder a la invención de nuevas ideas o a la
obtención de nuevos datos empíricos.
Con posterioridad nos dedicaríamos a contrastar las consecuencias de la nueva
hipótesis, investigando su coherencia con el resto del conocimiento admitido y
comparando sus predicciones con las evidencias disponibles. Si el resultado de tal
contrastación es satisfactorio la investigación se da por concluida, y si no, se
emprende la corrección de la hipótesis ensayada, iniciándose así otro ciclo de
investigaciones.

En un nivel superior hallamos las teorías, leyes y modelos. Las leyes son
enunciados normativos que describen el comportamiento regular de la naturaleza
tal como es o como podría ser percibido por nosotros. Las teorías, por su parte,
unifican leyes enhebrándolas entre sí, dando lugar con ello a un armazón lógico en
el que el significado de cada ley cobra mayor fuerza y nitidez que cuando
permanecía aislada. Por último, el modelo es una configuración ideal que
representa de modo simplificado la idea fundamental de una teoría.
Existen tres condiciones que toda teoría debe cumplir si de veras aspira a ser
considerada científica:
La primera de ellas indica que la teoría ha de ser susceptible de refutación. Es
decir, debe de poder refutarse, confrontarse, impelerse.
La segunda condición se denomina comúnmente “principio de economía lógica” o
también “navaja de Ockham”, en honor al primer filósofo que lo expuso con
claridad, el clérigo y pensador inglés Guillermo de Ockham (1280 – 1349). Este
principio remarca la necesidad de declinar las explicaciones retorcidas y
complicadas, si es que pueden reemplazarse por otras más claras y sencillas que
conduzcan a los mismos resultados.
La tercera y última condición previa pone su acento en la conveniencia de que una
teoría carezca de hipótesis artificiosas, también llamadas ad hoc. Se consideran
artificiosas las hipótesis cuya única misión es apuntalar gratuitamente aquellas
teorías que se hunden por su propia inadecuación a la realidad.

Una de las circunstancias que hacen profundamente interesante a la ciencia es su


capacidad para progresar en una paulatina aproximación a la verdad Alcance y
limitaciones del método científico del universo. Y es precisamente ese modo de
avance otro de los temas en litigio entre quienes discurren sobre la ciencia misma.

El método científico. Las fases básicas seguidas por los científicos para obtener
conocimiento científico son:
1. Observar el entorno y plantear una forma precisa del problema que se va a
estudiar; es decir, formular con precisión el problema y plantear hipótesis.

2. Realizar medidas con recogida de datos. Dicho de otra forma, contrastar la


hipótesis planteada; es decir, intentar confirmar o rechazar dichas hipótesis de
trabajo mediante experiencias. Para la realización de dichas experiencias:
Se suelen elaborar modelos o formas simplificadas del problema real que ayuden
a su comprensión: controlando las variables que intervienen para tratar de
averiguar cuáles son importantes en dicho problema y cuáles no; controlando la
precisión de los aparatos de medida, etc. Si hay varias variables se controlan
todas menos la que queremos estudiar.
Los resultados: Se anotan y tabulan (se expresan en tablas diseñadas por el que
realiza la experiencia).
Se repiten las medidas
Se hace un tratamiento estadístico de las medidas realizadas.
Se realizan gráficas que ayudan a descubrir si los resultados se ajustan a alguna
función matemática y, por tanto, nos permitiría prever alguna ley en su
comportamiento.
3. Si los resultados confirman las hipótesis o sin confirmarlas obtenemos
resultados que se ajustan a algún patrón, podremos formular leyes generales,
capaces de explicar todos los problemas similares al estudiado. La obtención de
resultados análogos en experimentos idénticos anima al científico a emitir una
hipótesis o teoría de supuesta validez general.
El método científico se puede describir mediante las siguientes etapas:
1. Plantear un problema
2. Observar algo
3. Buscar una teoría que lo explique
4. Hacer predicciones en base a esa teoría
5. Comprobar esas predicciones haciendo experimentos u observaciones
6. Si los resultados están de acuerdo con la teoría, volver al cuarto paso, si no,
volver al tercero.
Ventajas que nos aporta el método científico.
1) Objetivo (no subjetivo)
2) Determinista (todo tiene una causa y ésta siempre es
cognoscible)
3) General (busca leyes generales del conocimiento)
4) Contrastable empíricamente y por tanto refutable y
relativo (abierto siempre a la revisión, es decir
replicable)
5) Parsimonioso.
Presupuestos básicos del método científico:
Orden: los fenómenos no ocurren de manera caótica dentro del universo, todo
tiene un orden.
Determinismo: Cada fenómeno viene antecedido por otro, y puede irse
concatenando para lograr el objetivo final.
Comprobabilidad: el científico sabe que este presupuesto debe estar siempre
disponible, se debe de comprobar o ser explicado en cada paso y momento.
Todo científico debe de procurar que los conocimientos adquiridos en sus
investigaciones reúnan una serie de requisitos tales como empirismo,
repetitibilidad, aceptabilidad y publicidad.
Empirismo: todo conocimiento debe ser real y objetivo.
Repetibilidad: todo conocimiento o fenómeno estudiado debe ser capaz de
repetirse en diversas condiciones, es decir que pueda ser confirmado en todo
momento.
Aceptabilidad: todos conocimientos aceptados investigados bajo los criterios
científicos deben de ser aceptados como tal.
Publicidad: Los nuevos conocimientos deben de ser publicados para que pasen a
formar parte del legajo de conocimientos.
Finalidad del método científico: es poder alcanzar un conocimiento cierto de los
fenómenos que tienen lugar en el mundo que nos rodea; y como consecuencia del
conocimiento de esos fenómenos, el poder predecir otros, facilitando así una vía
de acceso a futuros estudios científicos.
BIBLIOGRAFIA
Alemañ, R.A. (2010). Alcance y limitaciones del método científico. Recuperado el
26 de noviembre de 2020 de
https://www.academia.edu/34762832/Alcance_y_limitaciones_del_m
%C3%A9todo_cient%C3%ADfico
Bunge, M. (1981). La ciencia. Su método y su filosofía. (5a ed.). Buenos Aires,
Argentina: Siglo XX.
Bunge, M. A. (2000). La investigación científica. México, México: Siglo XXI de
España.

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