Primer gobierno de Fernando Belaunde Terry (1963-1968)

Introducción

Fernando Belaunde Terry había estudiado en la Universidad de Austin, en el Estado

norteamericano de Texas y era un destacado profesor de la Escuela Nacional de Ingenieros.
Representaba a una nueva capa de profesionales, alejados de la oligarquía y que en buena cuenta
eran una manifestación de las nuevas clases medias urbanas que buscaban la modernización del
país, un cambio de la política autoritaria y la conquista de nuevos derechos políticos y sociales.
Para Belaunde, el problema básico del país residía en que ningún gobierno anterior había querido
y sabido organizar y dinamizar las desperdigadas energías del pueblo a fin de lograr la «conquista
del Perú por los peruanos» (frase de campaña). Esta conquista podía realizarse por medio de «la
acción popular» que implicaría aumentar el potencial nacional y conjugar intereses de todos los
peruanos en un objetivo común. Así, se realizaría la transformación que todos los peruanos
ansiaban, al expandir la frontera interna del país. Y, para ello, nada mejor que hacer uso de una
antigua tradición, el trabajo comunal, que abría carreteras, construía escuelas, iglesias, postas
sanitarias, realizaba pequeñas irrigaciones y cooperativamente resolvía los problemas locales. En
esta tarea de «valorizar el territorio» y ocuparlo efectivamente, con la consiguiente integración
física del país, el ejército debía cumplir una función clave por medio de la acción cívico-militar. Es
decir, que la tríada gobierno-Fuerza Armada- pueblo constituían los ejes de la conquista del Perú
por los peruanos.

Aspecto político

Belaunde triunfó en las elecciones del año 1963 con su partido AP (Acción Popular) en alianza con
la DC (Democracia Cristiana), los cuales se enfrentaron a la coalición APRA-UNO, que sería mayoría
en el Congreso, la que a partir del cual desarrolló una persistente acción de obstrucción a las
reformas del régimen belaundista. El APRA contaba con 76 representantes, la Alianza (APDC) con
71 y la UNO con 31; otros 6 congresistas representaban a las restantes agrupaciones. La disputa se
debía a la facultad del Parlamento de poder «censurar» a los ministros designados por el Ejecutivo
(presidente Belaunde), quien no tenía la facultad de disolver el Congreso. Es decir, en el Perú de
los años sesenta los ministros eran designados por el Ejecutivo, pero podían ser destituidos por el
Congreso, bajo la figura de la «censura». Esto generó un conflicto entre el Ejecutivo y el Legislativo
(APRA-UNO). Una de las primeras medidas trascendentales de Belaunde fue el llamado a
elecciones municipales, lo que rompió una larga costumbre, instaurada por Leguía, de designar
arbitrariamente a las autoridades locales. En las primeras elecciones de 1963 y 1967 la mayoría de
las principales alcaldías fueron para la alianza gobernante AP-DC. En Lima, en ambos años, el
triunfo fue de Luis Bedoya Reyes (AP-DC), su mayor obra fue la construcción de la Vía Expresa del
Paseo de la República. Esta vía contemplaba la construcción de una autopista a desnivel (una gran
«zanja», de ahí su nombre coloquial de «zanjón»).

Aspecto económico

Mediante la Ley de Reforma Agraria se iniciaron las expropiaciones de tierras, pero desde el
Congreso, se obstaculizó la ejecución de dicho proceso para no afectar a los grandes latifundios. Se
nacionalizó la Caja de Depósitos y Consignaciones, creándose en su reemplazo el Banco de la
Nación, para centralizar el cobro y recaudación de impuestos. Sobre el asunto de los yacimientos
petroleros de La Brea y Pariñas (julio de 1968), se anunció un acuerdo de ley conveniente para los
intereses del Estado. El 12 de agosto de 1968 se firmó el Acta de Talara, convenio entre el
Gobierno y la IPC (International Petroleum Company) que estipulaba: Los yacimientos e
instalaciones destinados a la extracción de petróleo crudo y gas se transferían al Estado peruano
para ser administrados por la Empresa Petrolera Fiscal. El Estado consideraba candelada cualquier
deuda que tuviera la IPC.

Aspecto social

El movimiento campesino fue apoyado por actividades guerrilleras como el MIR de Luis de la
Puente Uceda, en cuyas filas también militó Javier Heraud (Poeta Guerrillero), el ELN (Ejército de
Liberación Nacional) de Héctor Béjar y en el Cusco (Convención y Lares), bajo el lema «tierra o
muerte», Hugo Blanco motivaba el enfrentamiento entre campesinos y hacendados. Las Fuerzas
Armadas reprimieron el movimiento, arrestando a Hugo Blanco y acribillando integrantes del MIR.
Contando, en varios casos, con la ayuda norteamericana y bombardeos de napalm, el gobierno
envió al ejército, y hacia 1966 las guerrillas estaban aplastadas. Huelga de la Fetimp (Federación de
Trabajadores de la Industria Metalúrgica) y la FEB (Federación de Empleados Bancarios). Belaunde
con su frase: «la Conquista del Perú por los peruanos», se preocupó por la colonización de la selva,
iniciando la construcción de la Carretera Marginal de la Selva. Estableció la Cooperación Popular
para la construcción de obras públicas, como unidades escolares, caminos, hospitales, conjunto
residencial San Felipe y el aeropuerto Jorge Chávez.

Fin del gobierno

La crisis económica del año 1967 fue decisiva. La sequía en la costa y la disminución de la inversión
extranjera llevaron a la devaluación del sol, que, de 27 soles por dólar, pasó a 39. Esta crisis se
tradujo en elevación de impuestos y paralización de obras públicas, con el consiguiente
desempleo. Los partidos comenzaron a sacar provecho de la crisis, ya con la mirada puesta en las
elecciones de 1969. El Congreso era un reflejo de ello y se dedicó a censurar ministros y gabinetes
ministeriales por motivos infundados. Además, tras la firma del Acta de Talara, el presidente de la
Empresa Petrolera Fiscal, Carlos Loret de Mola, denunció la pérdida de la página once, «Escándalo
de la Página Once», del contrato donde supuestamente figuraba el precio que la IPC pagaría al
Perú por el crudo. Así, en octubre del año 1968 un golpe militar, dirigido por el general Juan
Velasco Alvarado, envió a Belaunde al exilio.