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Mary Richmond en la perspectiva del Trabajo Social

en España
Mary Richmond in the perspective of Social Work in Spain
Lourdes BARRIGA MUÑOZ
Centro de Investigación y Tratamiento Social Richmondiano
Universidad Pablo de Olavide

María Ángeles MARTÍNEZ ALONSO


Centro de Investigación y Tratamiento Social Richmondiano
cetsi.lumar@terra.es

Recibido: 30/04/2011
Revisado: 30/05/2011
Aceptado: 07/07/2011
Disponible on line: 29/09/2011

Resumen
Nuestra propia experiencia nos ha demostrado que aunque nadie duda de que a Mary Richmond le dieron un Doc-
torado Honoris Causa «por sentar las bases científicas de una nueva profesión» (la nuestra), tales bases científicas
nos son desconocidas, puesto que nunca se han enseñado como tales y menos se ha producido teóricamente para
refutarlas, desarrollarlas o, por lo menos, difundirlas sin tergiversación.
En este artículo pretendemos mostrar unas pinceladas de esas bases científicas porque somos conscientes de que
en nuestro país se está desvalorizando la profesión a marchas forzadas desde todos los ámbitos, identificándola so-
lo con la gestión de recursos y el control social y no parece que exista, en la situación de la teoría social actual, una
posibilidad de modificar esa tendencia.
Sería fácil decir que la solución solo está en recobrar la obra de Mary Richmond, pero no es tan simple, puesto que
la concepción, la ideología, la perspectiva, y en definitiva, la manera de concebir la realidad social actual es opues-
ta a la que subyace a esa obra, creemos que es necesaria una mirada libre, independiente a las ciencias sociales pa-
ra reencontrarnos con nuestros orígenes, en los que verdaderamente fuimos una profesión y disciplina con un sa-
ber y hacer propio capaz, no sólo de tener un despacho para atender a quien lo solicitaba, sino de influir en otras
ciencias, enriquecerlas y demostrar que es una profesión necesaria a la humanidad.
Palabras clave: gestión de recursos, dependencia, totalidad, fragmentación, desarrollo de la personalidad.

Abstract
Our personal experience has shown that, although nobody questions that Mary Richmond received a Ph.D. Hono-
ris Causa «for having set the scientific bases of a new profession», (ours) such scientific bases still remain unk-
nown, due to never having been taught as such and due to the lack of theoretical production aimed at refuting, de-
veloping or, at least, transmitting them without tergiversation.
In this article, we try to present just some quick brush strokes of those scientific bases, mainly because we are cons-
cious of the fact that, in our country, our profession is being rapidly devaluated from many standpoints, identifying
it only with resource management and social control and, in the current situation in which social theory finds it-
self, appearing to have no possibility of modifying that trend.
It would be easy to state that the solution would be simply to recover Mary Richmond’s works, but it is not as simple
as that since conceptions, ideology, perspectives and finally, the ways of conceiving the present social reality are op-
posed to those underlying those works. So, we believe that we need an unencumbered view, independent of social
sciences, to rediscover our origins, in which we really were a profession, a social discipline with its own know-how
and its own way of working, and not just an office to receive those who request an appointment. On the contrary, we
aim to influence other sciences, enrich them and demonstrate that social work is a profession necessary to humanity.
Keywords: resource management, dependence, totality, fragmentation, personality development.

Referencia normalizada: Barriga Muñoz, L. & Martínez Alonso, M.A. (2011). «Mary Richmond en la perspec-
tiva del Trabajo Social en España». Cuadernos de Trabajo Social, 24: 113-121.

Sumario: 1. Ragos de la situación del Trabajo Social en España. 2. La concepción sociológica vigente actual-
mente y su influencia en el Trabajo Social. 3. La profesión creada por Mary Richmond. 4. Referencias biblio-
gráficas.

Cuadernos de Trabajo Social 113 ISSN: 0214-0314


Vol. 24 (2011): 113-121 http://dx.doi.org/10.5209/rev_CUTS.2011.v24.36862
Lourdes Barriga Muñoz Mary Richmond en la perspectiva de Trabajo Social en España

1. Rasgos de la situación del Trabajo So- Por último, el objetivo final de la interven-
cial en España ción con el menor y la familia es la consecu-
Mary Richmond, al hablar de la personalidad ción de un cambio. Para conseguirlo
dice: «si no se expande y crece día a día me-
El profesional de referencia y el coordina-
diante el ejercicio integral de su función, se dor del Proyecto de Apoyo Familiar han de es-
contrae llegando incluso a atrofiarse.» (1995, tablecer con el menor y la familia una relación
p. 100) de apoyo, asesoramiento y orientación, es de-
Toda profesión, y la del Trabajo Social en cir, una relación «terapéutica». Sin embargo,
concreto, tiene su personalidad y, como tal, se recomienda que estos profesionales no asu-
una vida propia que si no crece, madura y se man funciones estables y específicas de trata-
expande, tenderá a atrofiarse, como apunta miento y que estas sean asignadas a otros pro-
Mary Richmond, salvo que aquel aspecto de fesionales (educadores sociales, psicólogos de
la realidad en función del que ha sido creada los CAI, otros recursos/programas municipa-
se transforme o desaparezca. Entonces la pro- les, servicios comunitarios, etc.) Esta recomen-
dación se fundamenta en varios motivos, entre
fesión seguirá el mismo destino. los que destacan (…) las posibles interferen-
Creemos que la perspectiva en la que de- cias e incompatibilidades que pueden produ-
bemos ubicarnos para analizar el Trabajo so- cirse entre las funciones de tratamiento y con-
cial en España mirando hacia el futuro, debe trol (p. 71).
ser reconocer los indicios que hoy están ger-
minando –en la práctica– de forma larvaria o Está suficientemente claro el cometido que
manifiesta, dentro y fuera de la profesión, pa- se les asigna a los trabajadores sociales: ges-
ra identificar su tendencia evolutiva o regre- tión de recursos, control y producción de cam-
siva. Para ello utilizaremos algunos datos sig- bio en los pobres, de modo que dejen de ser
nificativos del momento. un problema para la institución. Los proble-
Así, en un Programa de Atención Familiar mas de relaciones y otros de la vida familiar
en un pueblo de Sevilla, en referencia a las y en general de la vida cotidiana, son el co-
funciones de los distintos profesionales que metido de otros profesionales. ¡Qué visión tan
integran el equipo, se informa de que la fun- pobre de Trabajo Social!
ción de la trabajadora social es: la gestión de En el campo sanitario, la enfermera de en-
recursos y, a juicio del psicólogo, actuar de lace está consiguiendo no sólo que se le reco-
co-terapeuta. nozca la visita domiciliaria, que está contem-
Por otra parte, en el Manual de intervención plada ya dentro de la historia de la Medicina,
de los Servicios Sociales para la protección sino que haga orientación social, además de
de los menores del Ayuntamiento de Madrid, ejercitar sus cuidados; en algunos pueblos de
presentado en enero de 2008, refiriéndose a las Andalucía, realiza los informes de concesión
funciones de los profesionales dice: de las prestaciones de la Ley de Promoción
de la Autonomía Personal y Atención a las
Profesional de referencia (trabajador so- Personas en situación de Dependencia. Ade-
cial de zona), Coordinador del Proyecto de más, está reclamando para sí el derecho a di-
Apoyo Familiar (trabajador social de zona o rigir la intervención comunitaria.
profesional del CAI según el caso) (…) aun- Indicios no tan recientes nos muestran
que desarrollan intervenciones directas con que los trabajadores sociales que quieran ha-
los menores y sus familias, es aconsejable que cer «mediación», deben recibir una forma-
el profesional de referencia y el coordinador ción especial no ligada específicamente a su
del Proyecto Familiar no asuman funciones es- profesión. Por este ejercicio se habrá conver-
tables y específicas de tratamiento (…) en pri-
mer lugar, pueden ser los profesionales que
tido en «mediadora», dejando de ser traba-
ejecuten directamente Proyectos de Apoyo Fa- jadora social, porque la mediación, supues-
miliar con finalidad de «Toma de conciencia tamente, ya no es un componente de su
de problema y motivación de cambio en los profesión, sino que se realiza al margen de
padres» o «Acompañamiento, seguimiento o la «Asistencia, Gestión y Educación» 1, por-
control de la situación del menor y la familia» que el conflicto que la requiere no tiene un
(op. cit.). origen interno, sino externo, como es el pro-

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ducido por la ausencia de habilidades socia- desarrollo para Trabajo Social, sólo están y
les. La mediación se ha convertido en una han estado en la obra de Mary Richmond.
pseudoprofesión a la que se accede desde Esas novedades se aprenden como elemen-
procedencias muy diversas. Lo mismo ocu- tos aislados en sí mismos, que nacen de im-
rre con otros aspectos de «lo social», por proviso y mueren de la misma manera y ade-
ejemplo, con la educación social que ha pa- más como el aporte personal de alguien que
sado a dar contenido a otra profesión y, por se lo ofrece al mundo para quien se lo quiera
supuesto, privándole del mismo al Trabajo apropiar, es decir, que en ningún caso apare-
Social y así sucesivamente. Creemos que es- cen como elementos identificadores de Tra-
tos datos, están mostrando unos síntomas de bajo Social o como las especialidades que ya
desmembración de lo que fuera el Trabajo vislumbraba Mary Richmond.
Social porque no surgen como especialida- De esta manera, paulatinamente, sigue
des propias de la evolución de Trabajo So- ocurriendo un fenómeno de enajenación, que
cial, sino como profesiones diferentes. consiste en que lo que en sus orígenes inte-
Por otra parte, una corriente con numero- graba el Trabajo Social como su propia esen-
sos adeptos considera que, a pesar de estos in- cia, termina siendo algo ajeno al mismo, in-
dicios, el Trabajo Social goza hoy de condi- cluso contrapuesto, como ocurre con la teoría
ciones inmejorables para desarrollarse como de sistemas que, supuestamente, resuelve los
profesión y como disciplina, con novedades fallos del Social Case Work. Así, frente a la
tan valiosas como la resiliencia y el empode- caricatura que se hace de la obra de Mary
ramiento y tan sólidas como la teoría de sis- Richmond, ese capital enajenado se alza y su-
temas, que le están permitiendo superar la planta su obra, hasta dejar que el Trabajo So-
atención de caso individual que le legó Mary cial se vaya reduciendo y se empobrezca ca-
Richmond. da vez más hasta quedar reducido a la gestión
En realidad, estas tres novedades sí podrí- de recursos como su «contenido identifica-
an ofrecer la oportunidad de un reencuentro dor», limitado a esta gestión considerada en
del Trabajo Social con algunos de sus elemen- el sentido más simple, es decir: en lo pura-
tos genuinos, como son las relaciones socia- mente administrativo, lejos del significado
les y el desarrollo de la personalidad. Sin em- que tenía para el Trabajo Social de caso.
bargo han llegado a Trabajo Social como algo Este fenómeno tiene aún otra característi-
externo a su identidad y además se mantienen ca que demuestra la complejidad y es que ne-
en las condiciones actuales, como conceptos cesariamente existe en la realidad y cada una
sin conexión con la asistencia, gestión y edu- de esas novedades la aplican generalmente va-
cación, que es la célula viva de la acción de rias profesiones, incluida la de las trabajado-
un trabajador social; anulando al individuo, ras sociales que, al llevarlo a la práctica, in-
como hace la teoría de sistemas, sin confor- conscientemente, le imprimen su sello y con
mar con él una integralidad con las condicio- ello lo dotan de un contenido más rico que el
nes de la vida cotidiana y con la dinámica de que en realidad tiene, que es lo que va man-
la vida del cliente, que significa su historia teniendo su vigencia como novedad. Si se die-
social, y sin generar investigación científica, ra esa experiencia dentro de la filosofía, las
acción y reforma Social. Nos atrevemos a de- bases científicas y el método de Mary Rich-
cir que con estos condicionantes va a ocurrir mond, no sólo se enriquecería el Trabajo So-
como con todas las «novedades» que han ido cial sino que se abriría un nuevo y distinto
pasando por Trabajo Social: tendrán una vida cauce en la comprensión de determinados fe-
intensa pero efímera y desaparecerán sin de- nómenos que subyacen en las relaciones so-
jar rastro hasta que surja otra «novedad», por- ciales y en la vida cotidiana en su conjunto;
que las vinculaciones que echamos en falta, pero, como se ha indicado, si esto no ocurre
la integralidad, profundidad y trascendencia esas novedades se mantendrán aisladas del
que exigimos para creer que significaran un conjunto que fue capaz de vislumbrar Mary
1
Síntesis de las funciones del Trabajo Social que Nora Castro descubrió a lo largo de la historia de
la práctica de Trabajo Social.

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Richmond y se vaciarán de su contenido ori- No es así: es la ideología que imponemos los


ginal, no por una superación evolutiva sino propios trabajadores sociales que estamos en
por una sustitución arbitraria. los santuarios de la enseñanza y la producción
Esa forma de gestión de recursos es un re- teórica que nos imponemos y, como somos
torno a la forma de trabajo de la época de la quienes formamos a los trabajadores sociales
beneficencia. A pesar de ello, el Trabajo So- del futuro resulta necesario revisar, de vez en
cial no va a desaparecer, porque no le convie- cuando el contenido de nuestras enseñanzas;
ne a la acción social, aunque su problema sea en este caso concreto, debemos confrontarla
que quedará desprovisto de una vida propia además con la concepción de Mary Rich-
para brindar como profesión, carecerá de un mond.
aporte de conocimiento e intervención en la Cuando utilizamos el término «concep-
sociedad, como le pasa al Trabajo Social en ción» nos referimos al conocimiento que nos
Estados Unidos y en algunos países europe- ayuda a entender el mundo en que vivimos,
os en los que los trabajadores sociales de ba- nuestro entorno social, en el sentido que le
se sólo realizan funciones de certificación de otorgó Mary Richmond; nos referimos a la
pobreza y las que la sociedad identifica co- necesidad de contar con una explicación teó-
mo «quitaniños». rica de la naturaleza y el sentido de las rela-
ciones sociales, del significado que porta la
2. La concepción sociológica vigente ac- sociedad, de la relación del individuo con la
tualmente y su influencia en el Trabajo So- estructura, etc.; es decir, apropiarnos de un
cial instrumento que nos ayude a orientarnos en
Hace bastantes décadas que el Trabajo Social la vida social y en la vida cotidiana. Ese con-
se nutre, desde la perspectiva ideológica, de junto de explicaciones es lo que se espera de
las teorías que emergen de la Sociología, has- la Sociología, pero, he ahí que hay que para
ta el punto que es partícipe de sus crisis y di- ir al ritmo de los tiempos, la Sociología nos
vagaciones, como si fuera una parte integran- dice que hay que renunciar a cumplir ese co-
te, aunque en realidad su influencia no ha sido metido, porque ha nacido una nueva época pa-
tal sino más bien se ha convertido en una de- ra la ciencia: el posmodernismo.
pendencia. En nombre de dicho acontecimiento
Sabemos que esta situación no ha sido así anuncia que la dinámica de la sociedad ac-
siempre; por el contrario, en sus inicios en Es- tual no admite la existencia de una única y
tados Unidos, la Sociología tuvo una enorme gran teoría sintética que intente explicar la
vitalidad gracias al referente empírico propio esencia de esa dinámica, considerando inútil
que le dotó un grupo de sociólogas lideradas dicha tarea, dotándose en consecuencia de
por Jane Adams, mujeres que por su misma un variado arsenal de productos de menor al-
condición no fueron bien recibidas en el ce- cance. Inicia una cruzada en contra de la to-
náculo sociológico masculino y tuvieron que talidad y a favor de la diversidad con el ar-
desarrollar su valía como trabajadoras socia- gumento de reforzar la diferencia, y valorar
les. Sin embargo, fue la única vez que la So- el eclecticismo con el que todas las corrien-
ciología comprobó sus teorías en la práctica tes de pensamiento pueden convivir en una
y las extrajo de la misma, pasando a erigirse sin entorpecerse; tomar prestadas libremen-
posteriormente como «la fuente» de la teoría te las ideas de otros pasa a ser un enriqueci-
del Trabajo Social, que poco a poco fue per- miento, para crear las llamadas teorías de
diendo el espíritu crítico e independiente con medio alcance.
el que mantenía esa relación en sus inicios de De las sólidas construcciones teóricas que
la mano de Mary Richmond. sobreviven bajo la denominación de clásicas,
Por ese anómalo vínculo es necesario ver la Sociología ha pasado a producir teorías que,
cuál es el rumbo de la Sociología actual y có- curiosamente, pretenden explicar el funcio-
mo se ha traducido esa situación para el Tra- namiento de la sociedad en su conjunto, con
bajo Social. Sin embargo, conviene recono- unas cuantas pinceladas que describen un pe-
cer que no son los sociólogos y los políticos queño momento de la vida, sin importar su es-
quienes imponen al Trabajo Social sus ideas. tado evolutivo anterior, el modo como se ha

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llegado hasta aquí ni el devenir, y dan lugar a buscaran la síntesis entre ellas ¿no nos encon-
incoherencias entre unas y otras, a contradic- traríamos con una serie blanda de teorías
ciones internas, a vaguedades que revelan pre- débiles e inútiles? (...) la sociología carece de
tensiones incumplidas. Es como ir compo- un dominio comúnmente aceptado. El desarro-
niendo el conocimiento de la realidad a llo de esta base común constituirá el mejor
producto de las síntesis teóricas (Ritzer, 1993,
retazos, un elemento aislado del otro, cada p. 583).
uno parcial, pero que comporta una «explica-
ción general»; no se aspira ya a conocer un
fenómeno de la vida social en la profundidad A la ausencia de una práctica se suma la
de su verdadera naturaleza, porque es sufi- falta de un método de conocimiento que per-
ciente con la descripción de sus manifestacio- mita lograr el fin que se propone: ese méto-
nes. Al fin y al cabo la estadística por sí sola, do es la dialéctica, que también se abandonó
que suele ser el método del que se sirven, tam- con el posmodernismo. La síntesis que se
poco puede ayudarnos a descubrir los movi- busca es, en realidad, la esencia porque es ahí
mientos internos de la realidad. En el ámbito donde nace el movimiento que genera la exis-
académico conocemos sobradamente este fe- tencia de algo (entendido como la cosa aún
nómeno ya que «teorías» como la de juegos, sin determinar), pero a lo que no se llega por
la del cambio, la de la comunicación etc., se mucho pensar o teorizar. La explicación es
presentan muchas veces como «la» explica- que la esencia no constituye un fenómeno di-
ción de los fenómenos de la vida cotidiana y ferente de lo que queremos conocer ni se ubi-
social. ca en un lugar incognoscible. Gracias a la dia-
Entre ese cúmulo de teorías posmodernas léctica el ser humano ha podido descubrir que
está el holismo y la teoría ecológica que son la esencia es simplemente el despliegue de la
una llamada a concebir la realidad en su in- existencia, o lo que es lo mismo, que una co-
terconexión, en su totalidad y que, curiosa- sa es o manifiesta lo que es en el transcurso
mente, conviven con esa especie de oferta «a de su vida, en su historia. Por otra parte lo
la carta» cuya integralidad en la situación ac- que materializa la vida o la historia de la so-
tual solo es posible por sumatoria. Significa ciedad, de una familia o un individuo, lo que
que la interconexión que comporta la reali- interacciona todos los elementos de «lo so-
dad es interna, de ahí que aparentemente se cial» y nos conduce a la totalidad es la acti-
presente a simple vista como un caos incone- vidad práctica de los seres humanos en su vi-
xo. Este es el problema: si el conocimiento de da social y cotidiana. Por tanto, conseguir la
un fenómeno de la realidad social se basa en síntesis, no es un acto voluntarioso sino un
su apariencia, la conexión con el todo y la in- descubrimiento, es el momento en el que los
terconexión consistirá en una incorporación más ínfimos detalles, siguiendo el hilo de sus
en lugar de un movimiento revelado. La co- relaciones, van adquiriendo sentido hasta que
nexión será «otro» elemento adicional y no lo revelan la verdad de lo que se quiere cono-
que realmente es: el propio movimiento que cer, la evidencia de un hecho, de una teoría,
al desplazarse revela la conexión. Una perso- etc. La esencia finalmente se revelará cuan-
na extranjera que en sus actos revela no solo do descubramos su contradicción interna, que
su origen sino las características del lugar de es lo que permite encontrar el sentido de la
donde procede. totalidad.
No nos olvidamos de la tendencia hacia la En cambio en otras ciencias como, por
metateorización, una especie de teoría de sín- ejemplo, en la Biología la concepción no tie-
tesis de todas las teorías. Uno de los propul- ne más remedio que ser dialéctica, aunque no
sores de esta corriente apunta que, a pesar del lo manifieste, porque «la vida» no se puede
entusiasmo que produce esa idea: abordar de manera estadística, aunque hoy,
muchas veces los datos demográficos se uti-
Lo que logran realmente esas síntesis es
convertir perspectivas teóricas poderosas que
lizan como única fuente de conocimiento de
han demostrado su utilidad durante largos pe- una persona, familia o comunidad.
ríodos de tiempo en algo parecido a una empa- Esa corriente reflexiva de fragmentación,
nada teórica. Si todas las teorías sociológicas se percibe en el Trabajo Social con la amplia

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oferta de modelos de intervención que con- 3. La profesión creada por Mary Rich-
vierten el acto profesional en la pericia de mond
escoger el que se suponga más adecuado pa- Mary Richmond consideraba que lo que esta-
ra la situación que se trate. No sólo se admi- ba naciendo tenía un hacer concreto y un sa-
te, sino incluso se defiende, que no existe el ber científico, no concebía, por tanto, una pro-
método propio de la profesión, sino que se fesión que no fuera disciplina científ ica al
trata de formas de abordar la realidad social mismo tiempo. En realidad parece correcto,
por todos o por cualquiera de las profesio- porque si el ámbito en el que se realiza una
nes que tratan de lo social. Las terapias en acción es un espacio desconocido para la cien-
todas sus formas, los modelos, los abordajes cia y universal en su dimensión, ya han naci-
de la resiliencia y el empoderamiento sirven do los rasgos con los que se desarrollará su
perfectamente para ser utilizados por cual- necesaria respuesta científica a los cuestio-
quiera de esas profesiones, incluso por per- namientos planteados en la práctica, indepen-
sonas no profesionales con un cierto entre- dientemente de si esa ciencia está en germen
namiento 2. o ha madurado.
Este mismo fenómeno ocurre en el Traba- En un rico y complejo desarrollo evoluti-
jo Social que, al igual que la Sociología, no vo de más de dos décadas de trabajo, Mary
tiene un hilo conductor que vincule evoluti- Richmond descubrió que «los elementos que
vamente los estadios por los que pasa, porque debían ser subrayados en relación con el tra-
se nutre de su propia experiencia, creando y bajo de caso eran aquellos comunes a todas las
construyendo su propio arsenal. El Trabajo situaciones» (2005, p. XIX); y que el Trabajo
Social le arranca a la realidad lo mejor de sí Social de caso, «sus teorías, sus objetivos, su
con su práctica, pero esa riqueza le es enaje- mejor práctica intensiva parecen todos haber
nada de modo que se queda sin nada, tan va- convergido en los últimos años en una idea
cía o más que como estaba. ¿Quién se acuer- central: que es la búsqueda del desarrollo de
da de aquel sujeto consciente que se iba la personalidad» (1995, p. 99).
conformando en el trabajo del desarrollo co- Una frase tan sencilla, como el desarrollo
munitario? ¿Qué ha quedado de aquello y del de la personalidad, marca la diferencia entre
intelectual orgánico y el agente de cambio? el Trabajo Social de entonces y el actual. En-
Evidentemente nada, como si nunca hubiera señamos en las universidades lo que está en
existido, y tenemos ahora el sujeto «empode- los libros de Trabajo Social y en las declara-
rado». En los años 1980 la dinámica de gru- ciones de los congresos, dicho de diversas for-
po era la solución, pero cuando llegó la mas: que la finalidad de la intervención so-
teoría sistémica barrió con ella y así sucesi- cial de los trabajadores sociales es que el
vamente. Se trata de una idea novedosa que usuario aprenda a resolver sus problemas por
debe ser tratada con precaución. sí mismo y, en función de ese fin, desarrolle
En primer lugar, se ha de dilucidar su con- sus capacidades. Coherente con ese fin está
tenido para saber el sentido de sus plantea- el «proyecto de intervención» en el que se pla-
mientos y así definir si coincide o no con los nifica el cambio de la persona en función de
propios y, en segundo lugar, ver cómo se in- unos objetivos, unas actividades y un calen-
corpora al tronco de nuestros conocimientos. dario definidos y todo ello corroborado con
Eso significa, como todo lo que ocurre en la un «contrato».
vida, que profundiza o amplía nuestros cono- Sin embargo hay un abismo entre el des-
cimientos, los refuta y se tiene que abrir un arrollo de la personalidad y el valerse o resol-
debate, o, por el contrario, no nos sirve por- ver sus problemas por uno mismo, como fin
que es más pobre que lo que tenemos, o está de la intervención de los trabajadores socia-
errado, o su «aporte» es solo aparente y, en les. No sólo es una reducción mecánica de un
realidad, es un retroceso. fenómeno tan complejo de la vida como es el
2
Luis Garra Palud, psicólogo y profesor en la Diplomatura de Trabajo Social (CEU, Talavera de la
Reina) demuestra en una comunicación al III Congreso Nacional de Escuelas de Trabajo Social (2000),
que todos los modelos en realidad devienen de dos fuentes: el conductismo y el cognoscitismo.

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desarrollo de la personalidad, sino que el apli- que han de contribuir al desarrollo de la per-
cárselo a la población en situación de margi- sonalidad de sus clientes, si estos clientes es-
nación, de exclusión, etc., es una discrimina- tán comenzando a mostrar aspiraciones cada
ción que sólo puede dar como resultado la vez mas premeditadas mediante una acción
modificación de conducta, con su correspon- reflexiva crecientemente autodirigida, si no
se les está forzando a asumir un modelo sino
diente dosis de control social, que en el fon- que están adquiriendo la diversidad que se ge-
do significa evitar que esa persona necesita- nera de forma natural a consecuencia de la ac-
da deje de ser una carga para las instituciones tividad autodirigida, y si, sobretodo, cada vez
y la sociedad. se están integrando más estrechamente en los
Para Mary Richmond el desarrollo de la diversos colectivos de la comunidad a que
personalidad es lo que la trabajadora social ha pertenece cada uno de ellos por naturaleza no
de tener en mente, al igual que Ana Sullivan habrá que preocuparse sobre el tema de los
ayudó en la trasformación de una niña ciega, subsidios en nuestro programa o sobre cual-
sorda y muda en una ciudadana del mundo, y quier otra consideración meramente secunda-
aspirar a que esa persona sin hogar que vive de ria (1995, p.137).
rebuscar en la basura y es su cliente, alcance
las cotas de desarrollo de su personalidad con Esta forma de «gestión» de recursos que
que soñó un día; que sea el instrumento que nos describe es, obviamente, lo más opuesto
con su propio método de trabajo, el tratamien- a la aplicación rigurosa de los procedimien-
to social, aspire a facilitar ese camino a su tos determinados por la Política social, que
cliente con el uso inteligente de los recursos no es más que una acción puramente buro-
de la sociedad, con el perfeccionamiento de crática.
las relaciones sociales de su entorno, es decir, Sólo hay un elemento que los libros rela-
dentro del entramado de su vida cotidiana. tan de Mary Richmond con fidelidad y es que
Así se conforma una estructura de la con- se le dio el Doctorado Honoris Causa por
cepción de la realidad que le compete al Tra- «haber sentado las bases científicas de una
bajo Social en base a tres elementos: el de- nueva profesión», pero desgraciadamente
sarrollo de la personalidad, las relaciones so- ningún libro nos ofrece el contenido de esas
ciales y la vida cotidiana indisolublemente «bases científicas» que supuestamente exis-
unidas por la actividad práctica de la perso- ten y que en su momento así fueron recono-
na y el reflejo mental de la misma. En esta pe- cidas. Sin mayores y a veces ociosas disqui-
queña síntesis se concentran las diferencias siciones, lo real es que un concepto científico
de profesión y disciplina del Trabajo Social se convierte en paradigma cuando su expli-
de la Sociología, la Antropología y la Psico- cación de la realidad se transforma, a su vez,
logía. en una orientación cabal del conocimiento
¿Qué sucede con la «gestión» de recursos? y la práctica en esa realidad. Este hecho
Nos estamos nutriendo del contenido que ha construyó el Trabajo Social de caso, para es-
desarrollado la organización y planificación ta profesión, con lo que con toda propiedad
de empresas, cuando contamos con otra fuen- se pueden considerar los paradigmas de la
te que es la que ha nacido y nutrido al Traba- profesión. Los conceptos que le acompañan
jo Social de caso de las primeras generacio- son: la definición de la personalidad, las di-
nes de trabajadoras sociales, y que nos ofrece ferencias individuales, la interdependencia
Mary Richmond cuando apunta: humana y la acción reflexiva.
En el desarrollo de esos conceptos, Mary
Desde hace tiempo he sospechado que no Richmond nos demuestra varias cosas dignas
existe la especialidad de trabajo social con-
de tener en cuenta. En primer lugar, la relación
sistente en la donación de subsidios. Estos
pueden ser otorgados generosamente y sin te- que establece con las ciencias que no excluye
mores, siempre y cuando sus administradores ninguna fuente de referencia, es decir que, no
tengan una clara conciencia de los principios solamente toma en consideración el pensa-
que subyacen al tratamiento social de caso y miento de lo más avanzado de las ciencias so-
los apliquen en su trabajo cotidiano. Si este ciales, el Derecho, la Filosofía e incluso la re-
trabajo está liberando energías hacia canales ligión, sino de las ciencias naturales, para

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tomar el pulso al conocimiento vigente en ese concepción sociológica vigente en este mo-
momento con respecto a cada concepto. mento y cómo prácticamente determina el
Sobresale que toda esa referencia es sólo pensamiento del Trabajo Social porque, sin
el material con el que ella, junto a las traba- abandonar ese pensamiento, es imposible en-
jadoras sociales, construye el contenido del tender el método que Mary Richmond propo-
concepto adecuado a Trabajo Social, de mo- ne. Probablemente se esperaba que en el libro
do que lo que resulta es, en parte, su propia citado, Diagnostico Social, se iban a encon-
creación y no una simple copia de otras cien- trar las técnicas secuenciadas de las activida-
cias. Un elemento importante, similar a lo que des perfectamente estructuradas del profesio-
ocurre normalmente en el verdadero trabajo nal de Trabajo Social; es decir, un elemento
científico, es que en el desarrollo del conte- parecido al «proyecto», pero adecuado al Tra-
nido del concepto está expuesto su correlato bajo Social. La obra nos sorprende con una
con la realidad concreta, es decir, un trozo del estructura completamente diferente. La rea-
tratamiento social realizado, demostrando có- lidad es compleja, contradictoria y dinámica
mo esa práctica ha sido la fuente de la com- y, por tanto, para llegar a conocerla hace fal-
prensión teórica que se está exponiendo. ta un método diferente que se adapte a esa ma-
Después de la exposición de los paradig- nera de ser.
mas y a la luz de la filosofía que resulta, ana- Estamos habituados a pensar como si fa-
liza las principales instituciones con las que bricáramos ladrillos marcando: objetivos ge-
se relaciona el Trabajo Social de caso habi- nerales, específicos, actividades, tiempos y
tualmente y que es donde se configuran gran evaluación de los resultados; cuando la vida
parte de las relaciones sociales de la vida co- no actúa de esa manera y, en realidad, nada
tidiana: el hogar, la escuela, el centro de tra- funciona en su medio de ese modo. Por este
bajo, el hospital y los tribunales. Llega has- motivo el ser humano ha luchado y trabajado
ta el punto de poner en tela de juicio la propia denodadamente para entender la realidad y te-
democracia que «iguala» a los seres huma- ner un instrumento para conocerla a todo lo
nos y, en última instancia, impide el desarro- largo de su historia hasta que, finalmente, ha
llo de la personalidad. Por ejemplo nos de- descubierto la dialéctica. Antes de contar con
muestra que no es la «vivienda» lo que cuenta este método, ciencias como la Medicina, que
en el tratamiento social, sino el «hogar»; es tienen que ver con la vida directamente ya la
decir, el ámbito de las relaciones sociales más utilizaban sin definirla. No sabemos si Mary
inmediatas del individuo y así vamos viendo Richmond conoció la Dialéctica, es posible;
como las diferencias individuales deben mo- pero lo cierto es que el método que constru-
dificar el sentido mismo de todas esas insti- ye conjuntamente con las trabajadoras socia-
tuciones. les es en gran parte dialéctico. Y es que ya He-
Sorprende sobremanera con qué facilidad gel demostró en su día que el pensamiento
se han eliminado de la formación y la biblio- humano actúa dialécticamente de manera na-
grafía las ramas del Trabajo Social de caso, tural y Mary Richmond fue una persona tan
el Trabajo Social de grupo que parte del pro- libre, que simplemente tuvo que dejar fluir de
pio tratamiento de la familia, la investiga- esa manera su propio pensamiento, a sugeren-
ción científica en el mismo acto profesional cia de la realidad donde estaba inmerso su tra-
y la acción y reforma social, que es una ma- bajo.
nera profesional de lucha, denuncia y edu- El libro en cuestión nos dice que es el ca-
cación social de la población en función del mino hacia el diagnóstico porque es lo que de-
mejoramiento de las condiciones generales termina el tratamiento. Se puede decir que el
de vida. método que nos ofrece es un proceso de pro-
Finalmente es obligado exponer, al menos cesos, porque están permanentemente entre-
en sus líneas generales, el método del trata- mezclados unos procesos con otros. Por ejem-
miento social tan minuciosamente expuesto plo, el recorrido que realiza la trabajadora
en su libro, Diagnóstico Social, increíblemen- social debe conducirla a la evidencia, que a su
te desconocido por los profesionales de Tra- vez es el proceso hacia el diagnóstico, pero
bajo Social. Precisamente hemos expuesto la que al mismo tiempo se compone de cuatro

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Lourdes Barriga Muñoz Mary Richmond en la perspectiva de Trabajo Social en España

procesos: la primera entrevista completa con ber por dónde empezar y el estado de sus re-
el cliente, los primeros contactos con su fami- laciones sociales, puesto que al inicio del li-
lia más cercana, la búsqueda de nuevas fuen- bro ha aclarado que cuando utiliza la palabra
tes de información y de otras fuentes de coo- «social» se refiere a relaciones sociales. Fi-
peración fuera de dicho grupo familiar y una nalmente, hagamos algunas referencias al tra-
cuidadosa valoración de la relación existente tamiento social, a la vista de lo cual ahora re-
entre cada elemento de la evidencia obtenida sulta más claro el esquema que nos presenta
con el resto y su interpretación, que a su vez, en el que dice que es el resumen al que ha lle-
es un proceso de razonamiento de la trabaja- gado analizando los pasos del tratamiento que
dora social, en el que detiene su actividad y han realizado las trabajadoras sociales y que
obliga a que su mente trabaje con el material son los siguientes:
recogido con los procedimientos de la lógica. a) Comprensión de la individualidad y de
Como se comprenderá no se han descrito las características personales.
aquí, ni siquiera mencionado, los procesos b) Comprensión de los recursos, riesgos
más internos, por la limitación del propio ar- e influencias del entorno social.
tículo. Para ofrecer una mínima idea de lo que c) Acción directa de mente a mente.
significa esta complejidad daremos algunas d) Acción indirecta a través del entorno
definiciones: «La evidencia puede definirse social.
como todos y cada uno de los hechos, tanto (…) se percibe la existencia de una técni-
personales como familiares, que en conjunto ca especializada en la combinación de los ac-
permiten identificar la naturaleza de las difi- tos pormenorizados, que no podría haber si-
cultades sociales que atraviesa un cliente da- do llevada a cabo por personas sin preparación
do y los medios para su solución» (p. 33). «El por muy inteligentes que fueran (1995, p.
diagnóstico social trata de llegar a una defini- 104).
ción lo más exacta posible de la situación so- Se observará que la concepción actual con
cial y la personalidad de un cliente concreto» la que trabajamos y que enseñamos en nues-
(p. 49). tras universidades tendría que cambiar y acer-
La evidencia, otro elemento desconocido carse más a la práctica de las trabajadoras so-
en el Trabajo Social, es el medio por el que ciales para recobrar nuestra profesión
nos podemos acercar al conocimiento cientí- genuina, porque es ahí donde perviven aún los
fico de los fenómenos que conforman la vida pequeños rasgos que, en su día, le permitie-
cotidiana, puesto que recobra los detalles que ron a Mary Richmond crear una obra tan sor-
desde otra óptica no se les da importancia. El prendente y necesaria para la sociedad y, por
Diagnóstico Social permite conocer el «sí supuesto, todo lo que se ha dicho con respec-
mismo» de la persona, sus cualidades para sa- to a las ciencias sociales y el método.

4. Referencias bibliográficas
Garra, L. (2000, julio). La visión de la Psicología en los textos de Trabajo Social. En ADDEN-
DA, Conferencias. Comunicaciones. 3º Congreso Escuelas Universitarias de Trabajo So-
cial, Barcelona.
Richmond, M. (1995). El Caso Social Individual. Madrid: Talasa Ediciones.
Richmond, M. (2005). Diagnóstico Social. Madrid: Siglo XXI de España Editores y Consejo
General de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales.
Ritzer, G. (1993). Teoría Sociológica. (3ª ed.) Madrid: McGraw-Hill Inc.

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