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El género de los sustantivos

El género es una variación gramatical que permite agrupar a los sustantivos en masculinos o
femeninos.

¿De qué mecanismos dispone la lengua para realizar la oposición entre masculino y
femenino?

 Mediante la variación de morfemas flexivos: -o, -e, Ø para masculino y -a para el


femenino. Ej. gato/a, monje/a, director(a)... Algunos nombres femeninos se forman con
terminaciones especiales como -esa, -isa, -ina, y -triz. Ej. Abadesa, poetisa…

 Mediante la variación léxica: utilización de sustantivos diferentes para cada género. Ej.
toro/vaca. A esos sustantivos se les denomina heterónimos.

 Mediante la concordancia con determinantes y adjetivos , en aquellos casos en los que el


sustantivo no admite morfema flexivo de género. Ej. el/la pianista. A estos sustantivos se
les denomina nombres de género común.

 Ciertos sustantivos, en su mayor parte referidos a animales, no pueden marcar de


ninguna manera la distinción de sexo: no admiten morfemas flexivos y establecen
obligatoriamente la concordancia en uno de los géneros. Ej. buitre, pantera. Son los
llamados epicenos.

 Algunos sustantivos admiten la concordancia tanto en masculino como en femenino sin


que cambie su significado. Ej. el/la mar, el/la calor. Estos sustantivos son llamados
ambiguos.

 En otros sustantivos, la variación de género no remite al sexo del referente, sino que
señala una oposición semántica relativa al tamaño o a la forma: relación árbol/fruto
(manzano, manzana), relación de tamaño (barco, barca).

 En algunos sustantivos no hay relación semántica entre el masculino y femenino. Ej. el


velo/la vela, el coso/la cosa… Estos sustantivos se llaman homónimos.

El número de los sustantivos


El número es una variación gramatical que permite informar de si el referente del sustantivo es
uno, singular, o más de uno, plural.

Formación del plural

Los morfemas flexivos de número plural son -s y -es. El singular, en cambio, no está marcado
por ningún morfema flexivo.

Las normas generales para la formación del plural son las siguientes:

 Cuando el sustantivo en singular termina en consonante que no sea s, se utiliza la


variante -es para formar el plural: leon-es, árbol-es.
 Cuando el sustantivo termina en la consonante s o x, se presentan dos posibilidades:
a) Si la palabra no es aguda, no varía en el plural. Singular y plural han de
distinguirse por la concordancia con los determinativos y adjetivos que lo
acompañan: el lunes/los lunes, el tórax/los tórax...
b) Si la palabra es aguda ―incluidos los monosílabos―, el plural se forma con el
morfema -es: país/países; tos/toses.
 Cuando el sustantivo en singular termina en vocal átona o en -é tónica, el plural se
forma con la variante -s: mesa/mesas; libro/libros; café/cafés.
 Cuando el sustantivo termina en vocal tónica distinta de -é, el plural se forma en unas
ocasiones con la variante -es y en otras con la variante -s: jabalíes, tabúes, papás,
mamás, sofás, alhelíes, faralaes. No hay una regla fija, y el hecho de que en
determinadas palabras se haya impuesto una forma de plural y otra depende de las
preferencias de los hablantes: marroquís/marroquíes; tabús/tabúes.
 Singularia tantum: sustantivos que solo aparecen en singular (la sed, el caos, el zodiaco,
la salud...)
 Pluralia tantum: sustantivos que solo aparecen en plural (las nupcias, las exequias, las
afueras, los víveres...).

Plural de las palabras compuestas

 Las palabras compuestas propias se escriben juntas y varían la segunda palabra:


ferrocarriles, aguanieves, etc.
 Las palabras compuestas sintagmáticas (con guion) suelen variar el segundo término
(franco-belgas, castellano-leoneses); aunque hay alguna excepción (decretos-leyes).
 Las palabras compuestas terminadas en singular en -s, en plural no varian: los
sacapuntas.
 Las palabras compuestas por aposición varían el primer término (cafés teatro, buques
escuela), aunque a veces se dice jueces árbitros.
 No varían las palabras compuestas de verbo + verbo: los hazmerreír.

Significación del morfema de plural

La significación que aporta el morfema de plural depende del tipo de sustantivo al que se
aplica:

 Sustantivos contables: el plural significa 'varios individuos de la especie'. Ejemplo:


libro/libros.
 Sustantivos no contables: el plural designa 'clase, tipo'. Ejemplo: el vino/los vinos.
 Sustantivos abstractos: los sustantivos abstractos (belleza, amistad), pasan en plural a
ser concretos: las bellezas, las amistades.
 Plural con valor enfático o expresivo: los ciclos, los sudores, las aguas, las arenas...
 Variación de significado del plural al singular: celo/celos; seso/sesos. En otras
ocasiones, el plural de un sustantivo puede remitir a dos significados diferentes, uno
que mantiene relación con el singular y otro que designa un referente distinto: grillo
(insecto)/grillos (varios insectos)/grillos ('grilletes'); esposa (mujer casada)/esposas
(mujeres casadas)/esposas (pulseras de hierro unidas por una cadena).
 Sustantivos que designan objetos de estructura simétrica : pueden ser utilizados
indistintamente en singular o en plural, sin variación de significado: tijera/tijeras;
pinza/pinzas; nariz/narices; pantalón/pantalones...

La sustantivación
En ocasiones encontramos sustantivos que proceden de otras clases de palabras diferentes. Por
ejemplo, a partir de adjetivos como viejo, químico, etc., se han formado sustantivos como un
viejo, un químico, etc. Lo mismo ha sucedido con formas verbales como pagaré o pésame. A
estos cambios de categoría se les denomina transcategorización y, en concreto, cuando dan
lugar a la creación de un sustantivo, se habla de sustantivación.

La más productiva es la sustantivación de adjetivos. Es un proceso que muestra la tendencia de


los hablantes a "conceptualizar" como entidades o como objetos lo que en un principio no son
sino "propiedades" de estas entidades u objetos: cobarde designa una propiedad de
determinados seres humanos (persona cobarde), pasa a designar una clase de hombres (los
cobardes) y al individuo perteneciente a esta clase (un cobarde), con lo que el adjetivo pasa a
ser, pues, sustantivo.

En cualquier caso, se trata de un proceso histórico, por lo que podemos encontrarnos con
sustantivaciones ya arraigadas en la lengua, como las anteriores, y en otros casos con
sustantivaciones menos consolidadas: Veo los contras de este negocio. Puso muchos peros al
proyecto.

La frontera entre sustantivaciones permanentes y ocasionales es a veces muy difusa: puede


servir como prueba de su afianzamiento en la lengua el hecho de que el nuevo sustantivo
admita como determinante el indefinido un (un joven) y, en los infinitivos, el que pueda recibir
el morfema de plural (los poderes).

Algunos gramáticos consideran sustantivaciones, aunque ocasionales, expresiones como el


caro, lo bueno, el de la derecha, lo que tú quieras. No obstante, parece un proceso distinto del
anterior, puesto que no crea sustantivos nuevos.

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