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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE JUTIAPA


SOCIOLOGÍA SECCIÓN B, CÓDIGO 219
CUARTO CICLO, 2023
DOCENTE: OSCAR LEONEL MENDEZ GONZALEZ.

CATEDRA JUEVES 28 DE OCTUBRE DE 2,023

LAS TEORIAS SOCIOLÓGICAS EN MATERIA DE


CRIMINALIDAD Y DESVIACIÓN

Todas las teorías tratan de contestar las preguntas sobre la


génesis, desarrollo y aplicación (o inefectividad) de las normas
que castigan las desviaciones penales o las consideradas graves
(aunque no estén incluidas en el código represivo), tema que es
común a la sociología jurídica y a la criminal, ya que en la
primera se estudian los mismos problemas, pero extendidos a
todo el ordenamiento jurídico.

Las discrepancias en este ámbito son tan agudas como en la


sociología jurídica, pero se presentan con mayor claridad por el
objetivo circunscripto.

Es necesario entonces aclarar desde el inicio que incluir este


tema nos llevará a abordar posiciones como la de ALVIN
GOULDNER, para quien la criminología tiene por objeto la
comprensión crítica de la sociedad global y de la teoría social
más general, y no simplemente el estudio de algún grupo
marginal,

LA CRIMINOLOGÍA GENERAL Y LA SOCIOLOGÍA CRIMINAL

La criminología aparece a fines de siglo pasado como un intento


científico (positivista) de explicar al “criminal” y al “crimen”.

Pero sólo en un sentido muy general puede decirse que estudia


el hecho social que se llama “crimen”, en todos sus aspectos, de
una manera científica y desinteresada,

Ya que han existido y existen intentos para definir como,


prevalencia el enfoque sobre el “criminal” con un énfasis en lo
biológico, lo antropológico físico y lo psicológico, o el “crimen”,

En cuyo caso, a partir de la definición de DURKHEIM de hecho


social, se buscan referentes sociales para explicarlo y
relacionarlo con sus formas y medios de producción, campo de la
sociología.

En cuanto a la criminología misma, puede discutirse su carácter


de ciencia autónoma desde que en la obra de muchos de sus
autores cada uno de sus aspectos es tratado con la metodología
propia de las ciencias particulares

Las teorías críticas MARXISTAS que SUPONEN AL CRIMEN


como asociado con el CAPITALISMO y creen que en la
sociedad socialista no existiría delito, pasando por teorías
liberales y críticas no MARXISTAS, se desarrolla un amplio
espectro de posibilidades en cuanto a los abordajes teóricos.

En sus orígenes el objeto ES EL CRÍMEN, entendido como


una patología social que en todo tiempo y lugar debe ser
combatida, etiología y terapéutica para su extirpación.

La misma palabra crimen inspiraba horror o repulsión, y tal fue el


fundamento que los criminólogos positivistas del siglo pasado
utilizaban para proceder a la supresión o curación de
delincuentes.

Así, si sostenemos que la sociología criminal se ocupa de la,


CONDUCTA DESVIADA, o de la DESVIACIÓN SOCIAL,
estamos suponiendo, dentro de un esquema funcional, que existe
UN CONJUNTO DE MODELOS DE CONDUCTA, o actividades
DEBIDAS, PERMITIDAS O TOLERADAS, y otras que SON
DESVIADAS de este conjunto homogéneo y convencionalmente
aceptado.

Si nos referimos a su objeto como el de CONDUCTA


INFRACTORA, podemos estar incorporando datos de falta de
responsabilidad del AGENTE DELICTIVO, llevado a la conducta
divergente por inconsistencias o graves perturbaciones
sociales.

LOS CRIMINOLOGOS críticos por su parte, no aceptan estas


definiciones, sino que remiten a la COMPRENSIÓN CRÍTICA DE
LA SOCIEDAD, entendiendo que las DIFERENCIAS DE CLASE
Y LAS SITUACIONES DE EXPLOTACIÓN SOCIAL general las
desviaciones y sólo por la explicación básica de esas condiciones
puede entenderse lo que ellas significan.

Al crearse las NORMAS SE CREA AL DELINCUENTE, como


subproducto de una definición normativa, que no es sino
una DEFINICIÓN DE PODER.

Esto muestra desde luego un panorama complejo en el cual no


se puede ni siquiera aventurar el objeto de la materia sin tomar
partido sobre sus temas centrales.

HABLAR DE CRÍMEN, si de la conducta que genera horror se


trata, no es, por supuesto, el exclusivo objeto de la materia,
muchas conductas son DESVIADAS O INFRACTORAS, o como
se quiera llamarlas, sin inspirar “horror” alguno,

Desde el HURTO SIMPLE A LAS LESIONES CULPOSAS, la


evasión fiscal o adulterio, cualquiera sea la gravedad que se
atribuya a estos delitos.

El término más común en la sociología criminal liberal o


conservadora es “CONDUCTA DESVIADA” o “DESVIACIÓN”,
según veremos, pero llámese de una manera o de otra, debe
quedar precisado que existe acuerdo en que no coincide con el
concepto jurídico de delito.
UNA CONDUCTA puede considerarse comúnmente desviada es
decir, ser tal para grupos mayoritarios, nunca para la unanimidad
social, como la DROGADICCIÓN O LA HOMOSEXUALIDAD,
pero no delictiva, por no estar específicamente reprimida en el
CÓDIGO PENAL.
Como es en nuestro país el libramiento de CHEQUES SIN
PROVISIÓN DE FONDOS SUFICIENTES, puede no ser criminal
o desviada, en el sentido que su comisión no sólo no es
considerada una conducta descalificatoria por la comunidad, sino
que los mismos JUECES sólo en ocasiones aplican la sanción
penal correspondiente.

De todos modos, el hecho de considerar “desviada” a una


conducta y simultáneamente objeto de la sociología criminal
señala que se trata de infracciones graves, tanto para el derecho
como para un sistema normativo no jurídico prevaleciente.

EN NUESTRO CONTEXTO CULTURAL, UN HOMICIDIO es un


hecho grave, intervenga o no intervenga la Policía o los
tribunales; también lo es LA VIOLACIÓN.

Nada puede ser más difuso que considerar “GRAVE” UNA


CONDUCTA, y esto hace que los límites de la sociología criminal
en cuanto se ocupa de estas infracciones, y la sociología del
derecho en general en cuanto comprende muchas otras, sea de
imposible determinación.

LOS PRIMEROS ANTECEDENTES

La filosofía del ILUMINISMO parte del reconocimiento de ciertos


derechos naturales inherentes al hombre, principios morales
absolutos que deben ser reconocidos por el derecho.

La actividad REPRESORA en los últimos siglos de la EDAD


MEDIA era considerablemente peor que en la ROMA CLÁSICA
ya que PENAS BÁRBARAS Y TORTURAS se habían
reintroducido desde el fin del IMPERIO.

LAS CÁRCELES, sin ninguna idea de duración de internación o


de proceso, incluían una mezcla heterogénea de internados.

LA PRISIÓN no se consideraba un castigo sino, a veces también


un beneficio.

LAS PENAS eran, para los delitos graves, por ejemplo: LOS DE
LESA MAJESTAD HUMANA Y DIVINA, de un carácter terrorífico
difícilmente imaginable si no se han leído sus descripciones.

LAS MUTILACIONES, comunes por DELITOS LEVES, LA PENA


DE MUERTE POR HURTOS, que hoy merecerían pequeñas
penas y que tienden cada vez más a DESINCRIMINARSE,

LA COCCIÓN EN ACEITE, EL ENTIERRO DE PERSONAS CON


VIDA, competían con el horror de las galeras en el tratamiento
del delincuente.

VEASE LA TERRORIFICA EJECUCIÓN previa tortura no menor


del caballero DE LA BARRE, de 19 años de edad, por haber
pasado a treinta pasos de UNA PROCESIÓN SIN QUITARSE EL
SOMBRERO, a partir de un proceso fabulado como ENEMIGO
DE LA RELIGIÓN, del que informa VOLTAIRE A BECCARIA.

Esto ocurría en 1766, dos años después de la aparición de la


PRIMERA EDICIÓN DE LA OBRA DE BECCARIA.

Pero era evidente que este estado de cosas no eran compatible


con la cultura de la época.

EL MÉRITO DE BECCARIA EN DE LOS DELITOS Y DE LAS


PENAS publicado en 1764, fue la formulación coherente y
oportuna de la crítica y la propuesta ajustada a la nueva filosofía.

Beccaria, acusado de enemigo de la religión, blasfemo y


socialista, su obra es condenada por la Iglesia de roma y
colocada en el INDEX. Pero es tarde, había fundado no sólo EL
DERECHO PENAL MODERNO, sino propuesto una teoría penal
ajustada A LA SOCIEDAD BURGUESA EN PLENO ASCENSO.

Y la burguesía es francamente progresista frente a la sociedad


feudal. LA BASE FILOSÓFICA DE BECCARIA, es frente a la
BARBARIE DEL SISTEMA PENAL.

EL POSITIVISMO BIOLÓGICO
El positivismo parte de una situación social distinta de la que un
siglo antes había enfrentado la escuela clásica,

Hacia1880 el problema no eran LAS PENAS BÁRBARAS Y LAS


CONFESIONES BAJO TORTURA como condición de un
proceso, problema al que se enfrentaba BECCARIA.

LA ESCUELA CLÁSICA había adoptado EL LIBRE ALBEDRÍO,


que fundaba no sólo el pacto social sino el apartamiento de él.

EL POSITIVISMO lo hacía en la afirmación del determinismo


científico, tal como se entendía LA CIENCIA EN EL SIGLO
PASADO, y la ausencia de libertad en la conducta humana tanto
en la ajustada sociedad como en la desviada.

EL HOMBRE QUE DELINQUE es para Beccaria un ENFERMO


DE LA VOLUNTAD, un desequilibrado psológicamente, a
quién LA SOCIEDAD por la pena reintegrará a su normalidad.

PARA LOMBROSO, el positivista más significativo de la rama


biológica, “EL CRIMINAL NATO, en sus reminiscencias atávicas,
es un ORANGUTÁN LÚBRICO Y FEROZ DE CARA HUMANA, a
quien hay que eliminar por la relegación y aun por la muerte, si la
sociedad se beneficia con ello”.

LA ESCUELA DE LOMBROSO Y DE FERRI, no interesa en este


lugar sino por su marginación total de lo social, por lo que dejan
de lado. En todo caso, pueden formar parte de los estudios
sociológicos a través de su manifiesta ignorancia de la dimensión
de lo adquirido frente a lo hereditario, siendo ambos conceptos
positivistas.

EL ATAVISMO PARA LOMBROSO representaba una regresión


biológica reconocida en ciertos signos (estigmas) físicos,
dentición anormal, asimetría del rostro, tetillas y dedos de pies y
manos, supernumerarios, orejas grandes, defectos en los ojos,
características sexuales invertidas, tatuajes.

LOS ESTIGMAS SON CONSECUENCIA ABSOLUTA DEL


MEDIO SOCIAL, el tatuaje y el argot resultaron inmediatamente
evidentes, como lo señala FERRI.

Pero desde la teoría de la ROTULACIÓN SOCIAL en este siglo,


las consecuencias de la dimensión social de TODO
ETIQUETAMIENTO resultan en la teoría criminológica
irreversibles.

Lo que queda en claro para la DOCTRINA MODERNA es que


personas con estigmas físicos evidentes pueden ser (y de hecho
lo son) rotulados como delincuentes sin haber cometido
HECHOS ILÍCITOS y llegar a serlo como una profecía de
AUTOCUMPLIMIENTO.

LA CRÍTICA AL PROCEDIMIENTO JUDICIAL

El análisis del procedimiento judicial por parte de la sociología


crítica no se refiere a las CUESTIONES DE INEFICACIA
TÉCNICA como medio para llegar a un objetivo aceptado, es
decir el cumplimiento de las leyes.

Pretende cuestionar LA ESTRUCTURA MISMA DEL


PROCEDIMIENTO, que se observa como una desarticulación
de los conflictos con el fin de trivializarlos y hacerlos más
aceptables para los participantes y para la SOCIEDAD
CAPITALISTA.

En otras palabras, es un modo por el cual se ENCUBRE LA


LUCHA DE CLASES, colocándose así en las atípodas de la
concepción que considera al SISTEMA JUDICIAL como
integrador y solucionador pacífico de conflictos.

Se parte de la base que LOS CONFLICTOS DE CLASE no


pueden ser absorbidos por EL SISTEMA JURÍDICO POLÍTICO, y
por ello es necesario dispersarlos y atomizarlos.

Los críticos tratan de polarizar los conflictos para evitar el


tratamiento que llaman individual de los mismos.

UN JUICIO DE DESALOJO, no es una situación entre locador y


locatario, ES UNA EXPRESIÓN MÁS DE LA LUCHA ENTRE
SECTORES POSEEDORES Y DESPOSEÍDOS.

La ley capitalista no se limita como se dice frecuentemente a


ocultar y consagrar la diferencia individual y de clase en su
estructura misma, al tiempo que se erige en sistema de cohesión
y en organizador de la unidad homogeneización de esas
diferencias.

La ley interviene en ese proceso contribuyendo a instaurar y


consagrando la gran diferencia, la individualización.

EL RECURSO REVOLUCIONARIO será entonces rearmar EL


CONFLICTO, individualizado y desarticulado por el derecho
BURGUÉS-CAPITALISTA, sobre categorías no jurídicas, sino
políticas.

Los conflictos son polarizados como DIMENSIÓN SOCIAL, y a


partir de categorías separadas por el poder y la discriminación,
EXPLOTADORES Y EXPLOTADOS, GRANDES
PROPIETARIOS DE CADENAS DE SUPERMERCADOS
CONTRA CONSUMIDORES en conjunto y no como partícipes de
pequeños contratos de compraventa, empleadores contra
obreros y empleados, considerando todo conflicto laboral como
conflicto colectivo.

Dentro de la sociedad, las normas jurídicas se presuponen a


partir de un consenso de tipo liberal, que los críticos rechazaban,
sino se acepta que existe consenso entre los valores sustentados
por los miembros de un grupo social que convive en un territorio,
es decir, si se supone que la cooperación se encuentra
reemplazada totalmente por el conflicto y la lucha, no es muy
difícil derivar la existencia de DOS NIVELES DE JUSTICIA, y
sostener que la LEY REPRESENTA SÓLO A UN GRUPO DE
INTERESES EN LA SOCIEDAD.

La crisis y el fin de los sistemas jurídicos y políticos reales


muestran como todo dogmatismo político tiene su necesario fin,
aunque se suponga eterno.

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