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Guía de Meditación

Vivimos en un mundo de posibilidades casi infinitas de distracción. Un estudio reciente en


PLOS One muestra que el adulto joven promedio revisa su teléfono móvil cada 11 minutos y
pasa más de cinco horas (30 por ciento del día) interactuando con él (​estudio​).

Si anteriormente en momentos de pausa aprovechamos la oportunidad para reflexionar o


vaciar la mente, ahora, muchos de nosotros somos más propensos a levantar nuestro
teléfono y navegar por Internet, consultar nuestro correo electrónico o navegar por
Facebook o Twitter.

De hecho muchas veces hacemos todo esto a la vez. Es lo que llamamos el multitasking.

Por supuesto no hay nada de malo en ninguna de estas actividades. Pero cuando
colectivamente reemplazamos todos los momentos potenciales en los que podemos
encontrarnos solos, sin distracciones, puede llegar a ser un problema.

Muchos piensan que le multitasking es una habilidad del ser humano moderno. Pero en
realidad es todo lo contrario se trata más bien de una regresión.

El multitasking está ampliamente extendido en los animales salvajes. Es una técnica de


atención imprescindible para sobrevivir en la selva. Un animal ocupado en comer también
tiene que estar atento a que no aparezca un depredador, tiene que vigilar a su descendencia
y no perder de vista a sus competidores sexuales.

El multitasking por tanto nos sitúa en el estado corporal de supervivencia, tengo que estar
atento a todo porque mi vida depende de ello.

Bajo esta premisa, es normal que los estudios hayan demostrado que el uso creciente de un
teléfono inteligente se asocia con ansiedad, depresión y trastornos del sueño en
adolescentes y adultos (​estudio​ e
​ studio​). Estados de alarma en definitiva.

La acción contraria al multitasking es la actitud contemplativa o el mindfulness y puesto que


hemos hablado de la incompatibilidad entre estrés y ceto, creemos que el ejercicio de
meditación va a ser de gran ayuda para que consigas tus objetivos.
3 TIPS PARA ANTES DE EMPEZAR
1. Encuentra el lugar apropiado: T ​ rata de reservar un espacio donde sepas que no
entrará gente ni te interrumpirán.
2. Postura - Relajado pero con una mínima tensión: M ​ e da mucha risa ver fotos de
gente meditando porque toman posturas crípticas que ningún humano normal puede
hacer. Se trata de estar cómodo pero no totalmente dejado ir como si fueras a
dormirte. Sentado cómodamente en una silla con la espalda recta es una buena
manera de empezar.
3. Integra los ruidos:​ Intentar meditar en absoluto silencio en casa es a veces muy
complicado. Así que para meditar es mejor integrar los ruidos que aparezcan. Dedica
10 segundos a identificar los ruidos que oyes y luego vuelve a centrarte en la
espiración.

Paso 1:

● Siéntate en una postura cómoda y céntrate en el momento de la respiración en el que


sacas el aire, es decir la espiración.
○ Debe ser una espiración natural sin manipulación de ningún tipo.

Paso 2:

● Cuando sacas el aire debes dirigir la atención hacia la espiración de manera suave
en una especie de tocar y luego soltar.
○ Un error que ocurre en este momento es que las personas consideran que
deben olvidar o dejar de sentir su entorno y no es así.

Paso 3:

● Digamos que un 25% de tu atención está centrado en el aire que respiras y el resto
sigue consciente de lo que ocurre pero sin considerarlo una intrusión.

Paso 4:

● En el transcurso del ejercicio es probable que te vayas (planes, viajes, listas de la


compra…) en el momento en que te hagas consciente de que te has ido simplemente
dí pensamiento y devuelve la atención a la espiración.

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