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CONTENIDO N.

4 LAS ALERGIAS
OBJETIVO: Conocer los diferentes tipos de alergias y aplicar las pautas de actuación de
primeros auxilios.

La alergia es una reacción inmunitaria del organismo frente a una sustancia generalmente inocua
para el anfitrión, que se manifiesta por unos signos y síntomas característicos cuando este se
expone a ella (por inhalación, ingestión o contacto cutáneo). Durante mucho tiempo la alergia se
ha considerado equivalente a la hipersensibilidad (un término más antiguo) y por ello se ha
considerado erróneamente como una reacción inmunitaria exagerada ante una sustancia. Pero la
«alergia» es la expresión clínica de los mecanismos de respuesta inmunitarios normales del
organismo, frente a los posibles invasores; y el error no está en el tipo de respuesta ni en su
intensidad, sino en el objetivo, que no constituye ninguna amenaza. La consecuencia final de este
error del sistema inmunitario es la enfermedad del anfitrión, provocada por los efectos
colaterales sufridos por los tejidos, allí donde el sistema inmunitario trata de defenderse de esa
sustancia inocua. Las manifestaciones clínicas de esta enfermedad son diversas, ya que dependen
de la sustancia causal y del órgano afectado. En la actualidad, más de un tercio de la población
mundial presenta alguna enfermedad de origen alérgico.

TIPOS DE ALERGIAS
Existen muchos tipos de alergias y lo más fácil es catalogarlas en función de los alérgenos que
las provocan.

Alergia al sol

Al hablar de alergia al sol nos estamos refiriendo a una reacción inmunológica que se produce
ante una exposición normal al sol. Es decir, muchas veces las reacciones que provoca el sol en la
piel se deben a la acción directa sobre ella y no a ninguna alergia.

Los síntomas que aparecen como consecuencia de la alergia al sol son cutáneos. Generalmente
nos referimos a erupciones, eccemas, inflamación, picor, ampollas o urticaria. Como hemos
dicho, en la mayoría de los casos no es una alergia, sino una acción directa del sol en la piel.
Estos síntomas desaparecen al cabo de unos días, siempre que no se exponga la piel al sol de
nuevo.

Así, el mejor tratamiento es evitar la exposición solar y, si no es posible, usar un protector


adecuado. Los corticoides pueden aliviar las molestias, así como las duchas de agua fría y la ropa
ligera, que no se ciña al cuerpo.

Alergias respiratorias

El asma y la rinitis son dos de las enfermedades más comunes tratadas por los alergólogos, que
son los médicos especializados en el tratamiento de alergias. Los diferentes tipos de alergias
respiratorias producen sofocación y dificultades habituales en la respiración.

El origen de estos trastornos reside en la contaminación y el polen. Si bien existen rinitis no


desarrolladas por el polen, éstas no se consideran alérgicas y reciben otros tratamientos.

Alergia estacional

Tal y como se explica en el Manual MSD, las alergias estacionales están producidas por la
exposición a sustancias suspendidas en el aire, como el polen, que aparecen solo durante ciertas
épocas del año. Se denomina también fiebre del heno o rinitis alérgica y es muy frecuente.
Generalmente está causada por gramíneas, árboles y maleza.

Este tipo de alergia provoca síntomas como:

 Picor en la piel.
 Goteo nasal.
 Estornudos.
 Picor en los ojos.
 Ojos llorosos y ensangrentados.
 Alergia al Polen

La alergia al polen está producida, principalmente, por gramíneas, olivo o plátano de sombra.
Las plantas que más alergia al polen causan en nuestro país y en toda Europa son las gramíneas.
Se sabe que actualmente la polinosis afecta al 15 % de la población.

Esta alergia provoca molestias en pulmones, nariz y garganta y asma. Tiene mayor incidencia en
las personas que viven en ciudades, debido a que la contaminación ambiental puede favorecer la
acción lesiva del polen y el aumento de los síntomas de la alergia.

Alergias alimentarias

La alergia alimentaria es una respuesta del sistema inmunológico ante la ingesta, el contacto o la
inhalación de determinados alimentos o trazas. Afecta más a niños que adultos (un 8% en edad
preescolar y un 2% de los niños más mayores).
La mayoría de las alergias a los alimentos aparecen en la infancia y cada vez son más los niños
que desarrollan alguna. La inmunoterapia oral permite conseguir la tolerancia a estos alimentos,
aunque es un procedimiento que conlleva cierto riesgo y debe ser realizado siempre bajo
supervisión médica.

Tipos de alergias alimentarias

Existen muchos tipos de alergias alimentarias, pero las más frecuentes son:

 Huevo
 Leche
 Pescado
 Marisco
 Frutos secos
 Cereales
 Frutas de pelo

Actualmente las pautas de introducción de los alimentos en los bebés buscan reducir estas
reacciones alérgicas. La intolerancia al gluten puede agravar una alergia existente.

Conjuntivitis alérgica

La conjuntivitis por alergia está asociada a la rinitis alérgica. Es común en cuadros de alergias
provocados por el polen. No obstante, existen otros tipos de conjuntivitis que no son alérgicos.

Alergias en la piel

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y por este motivo, es donde más se
manifiestan las reacciones alérgicas.

La alergia en la piel también recibe el nombre de dermatitis, es el término que engloba cualquier
inflamación de la piel debida a un agente externo. Las alergias cutáneas suelen causar habones y
eccemas, fundamentalmente, que conllevan ronchas en la piel inflamación, prurito y
enrojecimiento. Aparecen como una reacción anormal del sistema inmune ante un agente externo
que considera dañino, aunque no lo sea.

Tipos de alergias en la piel

Existen diferentes tipos de alergias en la piel. Los más frecuentes son:

 Eccemas. Se trata de una reacción inflamatoria que produce descamación y


engrosamiento en la piel y lesiones vesiculosas. Cuando los eccemas están producidos
por una causa alérgica se habla de dermatitis atópica o de contacto.
 Dermatitis atópica. Es una patología crónica que se manifiesta en forma de eccemas y se
asocia a varias complicaciones en la piel, como picores, dolor, sequedad… etc. Es posible
desarrollar dermatitis a casi cualquier sustancia cotidiana, como el algodón, plantas,
químicos… etc. Suele desencadenarse por contacto con la sustancia que provoca la
alergia.
 Urticaria. Cuando se desarrollan lesiones en la piel, como placas rojizas que producen
picazón, se habla de urticaria. Para alergias leves o moderadas, las ronchas suelen
desaparecer después de unos minutos tras la exposición.
 Alergia al sol.

Alergia al polvo

Cuando se habla de alergia al polvo estamos haciendo referencia a la alergia a los ácaros del
polvo. Uno de cada dos casos de rinitis alérgica está provocada por estos arácnidos. La alergia a
los ácaros es una enfermedad crónica, por lo que la persona puede padecer brotes más bruscos en
función de si está en contacto con estos insectos o no.

Se confunde fácilmente con un catarro, puesto que entre sus síntomas se encuentran los
estornudos, la congestión nasal o el picor de garganta. Ligado a los ácaros se encuentra el moho,
que se forma en lugares excesivamente húmedos y provoca reacciones alérgicas respiratorias y
en los ojos.

Alergia a Medicamentos

Un 5% de la población tiene alergia a los medicamentos. Sus efectos pueden ser muy graves, por
lo que es importante avisar siempre al médico para evitar tratamientos que las contengan. El
contacto con los mismos puede llegar a provocar una anafilaxia.

La alergia a los medicamentos principalmente se manifiesta con antibióticos como la penicilina o


sus derivados.

Alergia a animales

El pelo y la piel de los animales pueden producir alergias. Lo habitual es que provoquen
síntomas respiratorios y oculares (rinitis, conjuntivitis, asma, congestión nasal…). Las personas
con mascotas tienen más probabilidad de desarrollar una alergia a animales, por el contacto
diario y constante que tiene con ellos.

Alergia a picaduras de insectos

La alergia a picaduras de insectos se centra sobre todo en el veneno de abejas y avispas, ya que el
resto de los mosquitos provoca daños más leves. En personas con alergias a estas picaduras
pueden causar reacciones que se extienden por todo el cuerpo, causando un shock anafiláctico
grave.

Ante la duda, es recomendable realizar pruebas de alergia antes de viajar a zonas con abundancia
de insectos, como regiones tropicales.

DIAGNOSTICO DE LAS ALERGIAS


El diagnóstico de las alergias se realiza mediante un test cutáneo con el objetivo de reproducir en
la piel la reacción que presentamos en otras partes del organismo.

Consiste en la aplicación sobre la piel del brazo de gotas que contienen el alérgeno al que
podemos ser sensibles. Con una mínima lanceta se atraviesa la piel y se introducen las gotas con
el alérgeno. Se observa la reacción a los 15-20 minutos.

Además, es posible realizar análisis de sangre, con lo que de una forma más precisa podemos
cuantificar y demostrar la presencia de anticuerpos específicos.

En el caso de alimentos o medicamentos, a veces se realiza una prueba de provocación,


observando bajo control médico la reacción tras la ingesta.

Para diagnosticar un asma bronquial se realizan pruebas de función respiratoria.

PRIMEROS AUXILIOS: REACCIONES ALÉRGICAS


Reacción localizada

Una reacción localizada solo afecta el área de contacto. Es posible que algunas reacciones no
aparezcan sino hasta varios días después. Otras pueden presentarse de inmediato.

Paso 1. Detenga la causa

 Si a la persona la picó un insecto, aléjese con calma de la zona para evitar más picaduras.
Raspe el aguijón para quitarlo con el borde de una tarjeta de crédito. O con el borde sin
filo de un cuchillo. No use los dedos ni pinzas para quitar el aguijón. Si se lo aprieta, el
aguijón puede vaciar su veneno en la piel.
 Si la reacción se produce al comer un alimento específico o al tomar un medicamento, la
persona no debería comer ni tomar esa sustancia de nuevo.

Paso 2. Trate la irritación cutánea

 Lave las picaduras de insectos con agua y jabón.


 Quite y lave con agua caliente todas las prendas que puedan tener aceites vegetales. O
que tengan otras sustancias que hayan provocado la reacción. La persona debe ducharse
con mucho jabón para quitar todo el aceite vegetal u otro alérgeno de la piel.
 Consulte al proveedor de atención médica cómo controlar la piel irritada y con picazón.

Reacción grave

La anafilaxia es una reacción alérgica grave que puede poner en peligro la vida. Requiere
atención médica inmediata. En los casos extremos, las vías respiratorias desde la boca a los
pulmones pueden inflamarse y provocar dificultad para respirar. Esta reacción puede suceder de
inmediato o presentarse varias horas después. Administre epinefrina si tiene y llame al 911 de
inmediato para obtener ayuda médica. Llame incluso si parece que el medicamento está
funcionando.

Paso 1. Calme a la persona

 Ayude a la persona a recostarse con las piernas levantadas. No haga esto si la persona
está vomitando o tiene dificultad para respirar. Si vomita o tiene dificultad para respirar,
coloque a la persona en una posición cómoda con las piernas elevadas, de ser posible. Si
la persona está embarazada, acuéstela sobre el lado izquierdo.
 Dígale a la persona que permanezca quieta y que no hable mucho. Vuelva a decirle que la
ayuda está en camino.

Paso 2. Si tiene, administre epinefrina

 Si la persona lleva consigo un autoinyector de epinefrina para controlar la anafilaxia,


ayúdela a usarlo.
 Evite cualquier otro contacto o exposición al alérgeno.

Paso 3. Controle la respiración

 Preste atención a los signos de hinchazón de las vías respiratorias, como sibilancias o
labios inflamados. Cuando hay una reacción extrema, es posible que la persona tenga
problemas para respirar.
 Dé respiración boca a boca de ser necesario. En los casos extremos, es posible que no
pueda hacer que llegue aire a los pulmones.

Cuándo llamar al 911

Llame al 911 de inmediato si la persona tiene alguno de los siguientes síntomas. O si tiene una
combinación de los síntomas leves o graves mencionados a continuación:

 Dificultades para respirar, falta de aliento, silbidos al respirar o tos persistente


 Antecedentes de inflamación de vías respiratorias (anafilaxia)
 Vómitos persistentes
 Dolor abdominal
 Diarrea intensa
 Los labios, la piel o la zona debajo de las uñas se ven pálidos, azulados, morados o grises
 Sensación de desvanecimiento, mareos o confusión
 Pulso débil
 Siente presión en la garganta o ronquera
 Dificultades para tragar o hablar
 Hinchazón de la lengua o los labios
 Sensación de muerte o de que algo malo va a pasar
 Urticaria por todo el cuerpo o enrojecimiento
 Pérdida del conocimiento

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