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LOS DOGMAS DEL EMPIRISMO

En el artículo “Dos dogmas del empirismo” Quine presenta una crítica a lo que considera son los
dogmas que contiene esta corriente filosófica. Posteriormente Davidson en el artículo “sobre la
idea misma de esquema conceptual” este introduciría un tercer y último dogma. Los dogmas
criticados por Quine que abordaremos primero son la distinción analítico-sintética y el
reduccionismo, mientras que Davidson hace critica del dualismo esquema-contenido. El objeto
de este trabajo es exponer estos dogmas y la critica que hacen los respectivos autores.

La distinción analítico-sintética en donde los juicios analíticos son aquellos cuyo valor de verdad
depende de la significación de sus términos y no de los hechos, mientras que un juicio sintético
es verdadero dependiendo de los hechos. Sin embargo, esta definición no es clara para Quine,
pues el término “significado” se torna oscuro y por lo tanto lo analítico no parece ser confiable.
cuando se pregunta ¿qué clase de cosas son las significaciones? Quine responde a esto aclarando
que estas dependen de la sinonimia y de la analiticidad. Hay por lo tanto dos tipos de enunciados
analíticos, pueden ser lógicamente verdaderos, es decir por su forma lógica siempre serán
verdaderos. Y están los que pueden volverse verdaderos mediante el uso de la sinonimia la cual
necesita tanto como la analiticidad una aclaración. Quine también intentaría aclarar la distinción
analítica mediante las descripciones de estado formuladas por Carnap sin embargo el criterio de
la analiticidad en términos de descripciones de estado solo funciona para lenguajes que no
reposan sobre una sinonimia. Por lo que para Quine será vital ahondar en la sinonimia.

La validez del segundo tipo de enunciados analíticos reposa en que se pueden cambiar los
términos por otros con una misma definición. Sin embargo, la definición reposa sobre una
sinonimia previa por lo que es meramente un informe acerca del uso de esta misma, es la
definición en este caso una mera creación del lexicógrafo. Esta sinonimia se da meramente para
hacer la definición por lo que la sinonimia no puede ayudarnos a explicar la definición. Por lo
que la definición basada en sinonimias anteriores no contiene la clave de la sinonimia y la
analiticidad.

Quine entonces entrara a analizar el concepto de intercambiabilidad. En el que la sinonimia


podría sostenerse, pues la intercambiabilidad de los términos mientras que estos no cambien su
valor veritativo. Esto último tiene el problema de apelar a una previa concepción de la “palabra”
la cual puede ser un término bastante problemático. Quine entonces introducirá el concepto de
sinonimia cognitiva en la cual los términos no se diferenciarán por asociaciones psicológicas o
cualidades poéticas. Por lo que será una sinonimia donde meramente se tiene en cuenta los
significados. La sinonimia cognitiva es explicable mediante la analiticidad, pues un enunciado
con dos términos cognitivamente sinónimos como “Todo y solo los solteros son no casados” es
analítico. Quine entonces dirá que se depende de la riqueza que posea el lenguaje para poder
formular juicios en los que se permitirá la intercambiabilidad donde no cambien los valores
veritativos.

Quine introduce la semántica al final en donde la noción de analiticidad es una relación entre
lenguaje y enunciados. Por las reglas semánticas se puede llegar a la analiticidad, sin embargo,
esta carecería de significado. La analiticidad ha presentado a lo largo de la crítica de Quine
muchas inconsistencias, por lo la línea que diferencie analítico de sintético no queda muy clara.
Pues la verdad de un enunciado depende de un componente lingüístico y uno factico. En un
enunciado analítico no se tiene este componente factico sin embargo como hemos visto la verdad
de un enunciado analítico es algo que no queda muy claro.

El segundo dogma es el reduccionismo, El reduccionismo es la suposición de que todo


enunciado, aislado de los demás, puede tener una confirmación o invalidación basada en la
experiencia empírica. Por lo que para que un término posea significado debe ser el nombre de un
dato sensible. A Quine le parece que esta doctrina es ambigua en tanto que no deja claro si los
datos sensibles son acaecimientos sensibles (cosas que suceden en el mundo) o si estos son
cualidades sensibles (propiedades del mundo). Además, le parece que esta es vaga en cuanto a la
forma de nombrar los datos sensibles. Por ultimo le parece restrictiva la terminología que impone
a los datos sensibles.

Para Quine nuestros enunciados acerca del mundo externo se someten como un todo al tribunal
de la experiencia sensible. Por lo que estos no son separables unos de otros. Por lo tanto, la
unidad de significación empírica es el todo de la ciencia (el conjunto de todas las teorías juntas).
Por lo tanto, hacer una separación de estos sería inadmisible, pues no se pueden separar datos
sensibles los unos de los otros, por ejemplo, para el anunciado “la nieve es blanca” no puede
entenderse si lo separo de las ideas (dadas por datos sensibles) de lo blanco, color, nieve, etc.
Para Quine el conocimiento del mundo es como una red donde los extremos más lejanos están
conectados a los centrales.

El ultimo dogma expuesto por Davidson es el dualismo esquema-contenido. El primer problema


de esta dualidad expuesto por Davidson es el del relativismo conceptual en el que la realidad es
relativa a un esquema conceptual, pues como podríamos decir que un esquema es más fiel al
mundo que otro. Así pues, el mundo sería relativo a quien lo observa dependiendo del esquema
que presente este individuo. Entramos pues en una dificultad pues si existen distintos puntos de
vista tiene que existir un sistema común en el cual representarlos, pero la existencia de este
sistema en común daría a entender que de todos los puntos de vista debe haber uno correcto, por
lo que ya no se daría la existencia de un relativismo conceptual. Por lo tanto, para davidson la
existencia de un esquema conceptual pierde su validez, pues es necesario que para la relación
esquema-contenido el esquema concuerde con el contenido que hay en el mundo.

Davidson también introduce una especie de relativismo lingüístico en el que asocia el lenguaje
con el esquema conceptual. El lenguaje sería una herramienta para comprender la realidad, pues
no se puede separar a un individuo del lenguaje. Esto trae consigo otra dificultad y esta es que si
tenemos en cuenta que hay lenguajes intraducibles serian distintos entre sí, por lo que habría
distintas versiones del mundo.

Ya vimos las consecuencias de un fallo total de traducción. Sin embargo, si buscamos llegar a
clarificar el esquema mediante el fallo parcial de traducción no tendremos más suerte pues en el
caso de un fallo parcial deberemos tener en cuenta lo que el hablante considera verdadero y no
podemos suponer que su lenguaje sea el nuestro. El problema radica en que no podremos avanzar
en cuanto la traducción pues para conocer las creencias debemos poder analizar las palabras que
es lo que estamos buscando.

Por lo tanto, abandonamos así la dualidad esquema-mundo (esquema-contenido) sin dejar de


lado al mundo. La verdad de nuestras oraciones es relativa al lenguaje mas no relativa al mundo.
Pues para que una oración sea verdadera debe corresponderse con lo que hay en el mundo. Por lo
que Davidson abandona la dualidad esquema-contenido recalcando la importancia del contenido
y descartando el relativismo conceptual.
Bibliografía
Quine, W. O. -1953 Desde un punto de vista lógico, Orbis, Barcelona

1984 Inquiries into truth and interpretation, Clarendon Press, Oxford.

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