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Seminario Diocesano de Matamoros

Instituto de Filosofía
Friedrich von Hügel
Resumen de exposición

Friedrich von Hügel, filósofo y teólogo católico, nace en Florencia el 5 de Mayo de


1852. El mayor de los hermanos de una familia noble de Renania. A los pocos años de edad
enferma de tifus, enfermedad que le lleva a una sordera progresiva. Como consecuencia de
dicha sordera, la idea de ir a la universidad le es imposible. En Hügel puede más la idea de
encontrar las repuestas a las preguntas que le aquejaban, esto le lleva a una formación auto-
didacta, siendo uno de los más grandes pensadores.
El pensamiento de Hügel gira en torno al método dialéctico de Hegel. El
personalismo en Hügel se presenta como: el individuo se hace persona insertándose en el
plano de los fenómenos. Estos son todos los hechos externos, muy diversos y considerados
aisladamente, y también las leyes que rigen los acontecimientos. La persona se hace
liberándose del individuo, subordinándose a una realidad a la que no puede dominar, sino a
la que está sometida. Esto, para poder responder a la pregunta ¿cómo el individuo se hace
persona?; de aquí se concluirá: la humanidad en su conjunto tiene la obligación estricta de
practicar estas dos actividades: la actitud más difícil, pero desde luego más perfecta y la
más fecunda, y por eso la ideal, sería sumergirse en lo concreto, después retirarse
enriquecido a lo abstracto, y luego, purificado y unificado por lo abstracto, volver a lo
concreto para transformarlo y elevarlo.
Sobre la exégesis y dogma. Una de las raíces históricas de modernismo está en la
aplicación de la crítica histórica a los escritos bíblicos. Hügel, a diferencia de Blondel,
sostiene que el plano de los hechos históricos en su significado propio es irrenunciable. Es
necesario que se admitan dos verdades y se practiquen siempre: la primera es que lo
contingente, el fenómeno no es lo último; la segunda es que esto último no puede ni debe
suprimir o sustituir o falsificar a lo contingente. En la lucha entre estos dos verdades ocurre
manifiestamente que consigamos y conservamos nuestro vigor y nuestra moderación,
nuestro ser cristiano pleno del alma y del espíritu.
En la experiencia religiosa y mística refleja su preocupación por una filosofía de la
religión, que partiendo de la experiencia religiosa, pueda satisfacer las exigencias
filosóficas de la Edad Moderna. La experiencia, para Hügel, es la forma fundamental del
conocimiento, en la que el sujeto y objeto y, por tanto, se opone tanto a un repliegue en una
vivencia puramente subjetiva como también a un objetivismo acrítico. Ahora bien, la
experiencia en sentido religioso la llama mística. La mística no es una forma espiritual
especial, sino a cualquier experiencia de lo infinito. Dicha experiencia es posible por medio
del hacerse persona, despojarse del individuo y al mismo tiempo reconocer su finitud.
Coexistentemente, la experiencia de la finitud conlleva la experiencia de la infinitud. La
mística, es pues, la compenetración no fácilmente delimitable, en la que en la experiencia
del mundo, la naturaleza, la finitud y la contingencia siempre se co-experimenta un más, un
más allá.

Aurelio Gutiérrez Arredondo

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