Pregunta: Juan Andrés es un excelente estudiante en la materia de tecnología, cada
vez que puede, colabora a los docentes en las actividades relacionadas con esta área. Usted, como director de grado, se dio cuenta de que la intención de Juan Andrés es robarse las contraseñas de la señal inalámbrica de uso exclusivo de docentes de la Institución para luego venderla a sus compañeros de colegio. ¿Cuál sería su proceder en esta situación con sus compañeros docentes y con el estudiante? Respuesta: Lo primero que haría, es dialogar con el estudiante para conocer las circunstancias, y los motivos que lo llevaron a actuar de esta manera: tratar de indagar en su vida familiar, su círculo de amigos y los posibles conflictos internos que tenga. Lograr establecer una relación cercana y de confianza, más que su maestro, ser su tutor, para acompañarlo, guiarlo, aconsejarlo. Generar empatía para establecer una conversación como pares, como amigos, entendiendo los roles de cada uno, con sus respectivos derechos y deberes. La comunicación es la clave para reflexionar sobre el problema y tomar decisiones. Antes que juzgar, sería adecuado hacer el ejercicio de ponerse en el lugar del otro, maestro y estudiante: el maestro tratar de entender por qué lo hizo, y el estudiante, qué haría si él fuera el maestro para solucionar el impase, entendiendo la posición de cada uno, para analizar con mucho tacto las causas y consecuencias del acto, porque ese acto está sancionado por la ley, pero si lo castigamos sin entender las circunstancias que lo llevaron a tomar esa decisión, el estudiante se puede resentir y seguir por un camino no deseado. Lo ideal sería, que él pueda evaluar su conducta y tratar de corregirla, porque si no recapacita, lo que haga de ahí en adelante, va a definir su vida personal y profesional. En casi todas las instituciones hay reglamentos o manuales de convivencia, que analizan el tipo de faltas, si es leve, moderada o grave. Según esos manuales, hay un debido proceso, donde primero se habla con el estudiante, se le expone la situación, esperando que él admita su falta y entienda las consecuencias que le podría traer sus acciones, tratando de no llegar a sanciones drásticas que repercutan en su futuro. Pero, si niega el hecho, se concertaría una reunión con alguno de sus padres, para que conozca la situación, se establece un dialogo respetuoso, para llegar a un acuerdo entre las partes, dando una amonestación o sanción menor. En instituciones privadas podrían darle una matrícula condicional o hasta la expulsión del estudiante, pero esos escarnios públicos, esas soluciones punitivas y hasta penales, en mi concepto, eso resuelve las causas de su accionar y pueden ocasionar consecuencias para el futuro de la persona y eso solo lo va a conflictuar más. Sobre la cuestión de cómo abordar la situación con los colegas docentes, hay que tratarlo de una manera muy analítica, en busca de las mejores alternativas, para que no haya señalamientos ni juicios a priori, en busca de prevenir esas faltas, y se si llega al caso extremo, analizar la situación con los superiores o directivas. Me gustaría añadir; vi un documental sobre un niño de 7 años que estuvo bajo la influencia del Estado Islámico en la guerra de Siria. El niño tenía graves comportamientos, violentos, irracionales y en cierto momento, uno llega a molestarse con su proceder, pero viendo como las orientadoras y trabajadoras sociales lo abordan, uno entiende que él no tiene la culpa y en el desarrollo de la historia, el niño va cambiando con el paso del tiempo y con el cuidado, el afecto, la paciencia y el tratamiento que le dan, para tratar de reparar los daños causados. Para finalizar, yo le propondría un trabajo didáctico, no como castigo, sino como algo que lo motive a cambiar, que le ayude a desarrollar sus destrezas y cualidades, Hacerle comprender que los puede enmendar, corregir sus errores, que entienda que tiene la oportunidad de cambiar y ser un gran ser humano. Todos cometemos errores, lo importante es reconocerlos, corregirlos y cambiarlos para ser mejores. Aconsejarle ver películas de casos parecidos donde el protagonista de un giro positivo para su vida, y de esta forma, que el estudiante sea un multiplicador de esos conceptos y valores para sus compañeros, convirtiéndolo, en un líder valioso, inspirador, crítico y activo en su grupo de compañeros y amigos. Es innegable que Juan Andrés tiene grandes talentos y habilidades, la solución está en cómo hacer que los utilice para buenas acciones. Estamos para apoyar y educar a seres humanos Me gustaría ser ese tipo de maestros que siempre recuerdas cuando eres mayor, que te marcan para toda tu vida y lo evocas con cariño y aprecio: esos son los imprescindibles. Verbos activos: orientar influenciar, colaborar, transformar, motivar, incentivar, solucionar, impulsar, reflexionar, comunicar, interacción, reconsiderar, reconocer, formar, sentar bases, favorecer.