El método de Schoenfeld (1985) es un enfoque educativo ampliamente utilizado para

fomentar el desarrollo de habilidades de resolución de problemas en el ámbito de la

educación matemática desarrollado por el investigador estadounidense Alan Schoenfeld,
este método se basa en una serie de principios y estrategias que ayudan a los estudiantes a
comprender y abordar problemas matemáticos de manera efectiva.

El enfoque de Schoenfeld se centra en el desarrollo de la metacognición, es decir, la

capacidad de los estudiantes para reflexionar sobre su propio proceso de pensamiento y
regulación ya que el objetivo es que los estudiantes se conviertan en pensadores
matemáticos flexibles y autónomos, capaces de enfrentar desafíos y resolver problemas por
sí mismos.

El método de Schoenfeld se basa en los siguientes principios:

1. Identificación del problema: Los estudiantes aprenden a analizar y comprender los

problemas matemáticos antes de intentar resolverlos. Esto implica identificar los datos
relevantes, entender las restricciones y definir claramente el objetivo del problema.

2. Planificación: Los estudiantes desarrollan estrategias efectivas para abordar los

problemas matemáticos. Esto incluye la creación de un plan de acción, la selección de
herramientas y métodos apropiados, y la anticipación de los posibles obstáculos.

3. Ejecución: Los estudiantes implementan su plan de acción y llevan a cabo los pasos
necesarios para resolver el problema. Esto implica la aplicación de habilidades matemáticas
relevantes, la realización de cálculos y la realización de experimentos o pruebas si es
necesario.

4. Reflexión: Después de resolver el problema, los estudiantes reflexionan sobre su

enfoque, evalúan la eficacia de su estrategia y consideran posibles mejoras. Esto ayuda a
desarrollar la metacognición y a mejorar las habilidades de resolución de problemas en
futuras situaciones.

El método de Schoenfeld se ha utilizado con éxito en diversos entornos educativos y ha

demostrado ser efectivo para promover el pensamiento crítico, la autonomía y la resolución
de problemas matemáticos. Al fomentar la metacognición y proporcionar un marco
estructurado para abordar los problemas, este método ayuda a los estudiantes a desarrollar
habilidades matemáticas sólidas y a enfrentar desafíos de manera confiada y eficiente.
Utilizando el método de Schoenfeld, se definen las variables y la función objetivo.

Variables:

- L: Longitud del lado paralelo a la cerca (en yardas)

- W: Longitud del lado perpendicular a la cerca (en yardas)

Función objetivo:

- Área total protegida (A) = L * W

Restricciones:

1. La cerca utilizada debe ser paralela a uno de los lados del campo.

2. La cantidad total de cerca utilizada no debe exceder las 3000 yardas: 2L + W ≤ 3000 (la
cerca se coloca en los tres lados del campo, pero solo necesitamos contar la longitud de dos
lados paralelos, por eso se multiplica por 2).

Paso 1: Expresar la función objetivo en términos de una sola variable.

Podemos expresar el área total protegida en función de L de la siguiente manera:

A = L * (3000 - 2L)

Paso 2: Encontrar el valor crítico de L.

Para encontrar el valor crítico de L, derivamos la función objetivo con respecto a L y la

igualamos a cero:

dA/dL = 3000 - 4L = 0

Simplificando, obtenemos:

3000 = 4L

L = 750

Paso 3: Comprobar el valor crítico.

Para determinar si L = 750 es un máximo o mínimo, podemos utilizar la segunda derivada.

Sin embargo, dado que la función es lineal, podemos ver que el valor crítico es un máximo
(ya que el coeficiente de L es negativo).
Paso 4: Calcular el valor correspondiente de W.

Sustituimos el valor de L en la restricción y resolvemos para W:

2L + W = 3000

2(750) + W = 3000

1500 + W = 3000

W = 1500

Por lo tanto, las dimensiones óptimas del campo son L = 750 yardas y W = 1500 yardas, lo
que maximiza el área total protegida.