Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FIONA DAVENPORT
Whoa.
Me había robado un Master Chief... pero sus intenciones eran
puras. O tal vez no exactamente puras, ya que esos ojos sexy suyos
estaban llenos de calor, pero definitivamente eran buenas.
—De acuerdo, adelante, convénceme.
Se apoyó en el respaldo del sofá con una sonrisa, cruzando los
brazos sobre su amplio pecho. —Como Comandante Master Chief,
estoy en una posición única para mantenerte a salvo.
— ¿Es realmente una posición única?— Incliné la cabeza hacia
un lado. —Después de todo, mi padre se retiró con el rango equivalente
al tuyo.
— ¿Querías llamarlo para que te recogiera y se hiciera cargo?
Su ceño se frunció al hacer la sugerencia, y me entraron ganas
de alisarle la frente. Apretando las manos sobre el regazo, sacudí la
cabeza con un suspiro. —No puedo hacerlo.
— ¿Por qué no? — preguntó, logrando parecer aliviado y enojado
al mismo tiempo.
—No me malinterpretes, mi padre es un gran tipo y un padre
increíble. — me apresuré a explicar. —Pero también es un esposo
fantástico, y ahora mismo está haciendo realidad uno de los sueños
de toda la vida de mi madre.
Arrow se inclinó hacia mí, apoyando los antebrazos en los
muslos. —Si tu padre se parece en algo a mí, la única excusa que
probablemente acepte para que no le leas esta situación es que se llevó
a tu madre al espacio exterior.
Había dado en el clavo sobre cómo iba a reaccionar mi padre, y
el hecho de que probablemente tuviera mucho en común con él solo
Decir que mis padres estaban atónitos por todo lo que había
ocurrido mientras disfrutaban de su crucero era quedarse corto. Algo
que había esperado a contarles cuando hicieran su llamada habitual
el domingo siguiente.
Mi padre estaba furioso porque no le había pedido ayuda, y se
quedó atónito cuando les conté todo lo que Arrow había hecho por mí.
Y estaba completamente fuera de sí cuando Arrow me cogió el teléfono
para presentarse... y pedirle mi mano. Enterarse de que me había
enamorado de un hombre que solo era unos años más joven que él le
había resultado casi tan chocante como el peligro al que me había
enfrentado.
Mi padre pensó que estaba siendo astuto cuando aceptó con una
condición: que la boda no se celebrara hasta que tuviera la
oportunidad de conocer al novio. Pero Arrow no había caído en esa
trampa y, diez días después, embarcamos en un avión rumbo a Chile
para reunirnos con ellos en su próximo puerto.
—No puedo creer que hayas organizado nuestra boda tan rápido.
— Me gire hacia mi novio con una gran sonrisa. —Esto es increíble.
Estábamos en una bodega con vistas al Valle del Cachapoal.
Acabábamos de intercambiar nuestros votos en la terraza, desde
donde teníamos unas impresionantes vistas de trescientos sesenta
grados del viñedo y las montañas circundantes. Nuestros padres
fueron los únicos testigos, ya que fue una boda improvisada.
—Vaya. — exclamó mi madre, con los ojos desorbitados al ver el
globo aerostático que Arrow nos había preparado para dar un paseo
antes de cenar con nuestros padres.
—Lo has hecho bien, muchacho. — Su madre le dio un codazo
en el costado a su padre. —Definitivamente saca su lado romántico de
mí.
Fin…