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Este llamado que nos hace Frankl, así como la experiencia de la práctica clínica,
me movilizaron a buscar recursos para abordar las manifestaciones de la corporalidad
expresándose a veces silenciosamente y otras a gritos en el motivo de consulta del paciente.
¿Cómo trabajar desde una psicoterapia que parte de lo espiritual lo que está marcado en el
cuerpo, es desconocido por lo psíquico (en tanto inconciente) y por lo tanto inasequible a la
libertad de la voluntad?
La medicina moderna, llamada por Frankl (1990) “deshumanizada” plantea que
para “curar” es necesario objetivar la enfermedad como un problema que hay que solucionar.
Pero a pesar de esta feroz lucha que la Medicina ha emprendido contra ella, lo corporal se
presenta una y otra vez como un molesto desafío expresión de la falibilidad y la indigencia
humana.
Heidegger (1999) afirma que la enfermedad es una eventualidad que altera nuestro
ser-en-el-mundo, confronta al dasein con su cuerpo y le recuerda su ser temporal. Unida a esta
categoría que resaltase Heidegger es Merleau- Ponty (2000) quien poniendo el acento en la
“espacialidad” nos recuerda que el cuerpo es siempre “cuerpo vivido y viviente”, vehículo
activo y perceptivo de la existencia.
El enfermar humano se produce debido a ciertos principios biológicos, Frankl llama
a esto patogénesis física, sin embargo admite que a esta patogénesis física la acompaña un
efecto o “patognomonia”, es decir un estado emocional o existencial de tensión que socava el
cuerpo causando la enfermedad.
Voy a partir de un padecimiento físico en particular, llamado fibromialgia, para
luego plantear los desafíos ante los que se enfrenta la Logoterapia hoy, con el avance de la
ciencia. Estos postulados actuales, lejos de oponerse al pensamiento frankliano, considero lo
enriquecen y revalorizan la tridimensionalidad psicofísicoespiritual como realidad humana
desde la cuál abordar al paciente.
¿ Qué es la fibromialgia ?
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El término fibromialgia se compone de tres raíces: fibro- del latín fibra, filamento,
mi-mio- del griego myós que significa músculo y algia- del griego άλγος que significa dolor.
(Bauer, op.cit) “El síndrome de fibromialgia (SMF) es una combinación de molestias, un
conjunto de síntomas el principal de los cuáles es el dolor muscular generalizado, además de
numerosas alteraciones funcionales, vegetativas y psíquicas” (Bauer, op.cit, pág.18)
La Fibromialgia es una enfermedad reconocida por todas las organizaciones
médicas internacionales y por la OMS desde 1992. Está clasificada con el código M79.7 de
la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10 CM en su última revisión) como una
enfermedad reumatológica.
Toda la bibliografía médica consultada coincide en que, a pesar de que su etiología
es desconocida, cada vez se corrobora con mayor certeza la predisposición genética a
padecerla, ya que “aproximadamente el 40% de los pacientes que la padecen tienen parientes
directos con síntomas parecidos” (Bauer, op.cit, pág.29).
Las personas que la padecen sufren dolores en distintas partes del cuerpo que
pueden llegar ser muy intensos, entre otros síntomas que suelen aparecer de manera
fluctuante encontramos: la fatiga, trastornos del sueños, síndrome del intestino irritable,
anquilosamiento y rigidez del cuerpo, dolores de cabeza o en la cara, malestar
abdominal, vejiga irritable, parestesias, hormigueo, sensibilidad excesiva de la piel al
tacto y a los cambios de temperatura, dolor en el pecho, alteraciones menstruales, falta
de equilibrio y mareos.
Se la clasifica como leve, moderada o severa, según la implicancia que tenga en la
vida de quiénes la padecen, están aquellos pacientes que responden bien a los tratamientos y
pueden continuar con su vida normalmente, mientras que en el otro extremo de la escala,
encontramos a aquellos en los cuáles el padecimiento cercena totalmente su vida laboral y
social produciéndoles una severa descompensación .
Desde lo psicológico, las alteraciones en el sueño anteriormente mencionadas
producen en el paciente dificultades en la concentración y la memoria inmediata así como
vivencias de temor, dudas, confusión, tristeza, culpa, depresión y angustia ante la
incomprensión y el aislamiento social. El agravamiento de los cuadros origina que, con el
paso del tiempo, sea cada vez más difícil, separar el dolor físico del emocional.
EPIDEMIOLOGÍA
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Este síndrome se observa en todas partes del mundo, afectando sin diferencias de
nacionalidades o grupos étnicos. “Entre el 80 y el 90% de los afectados son mujeres de
edades comprendidas entre los 35 y los 60 años. Los niños y adolescentes de ambos sexos
también pueden verse afectados (…) En aproximadamente un 25% de los pacientes
afectados por fibromialgia, los primeros síntomas ya podía observarse entre los 9 y los 15
años.” (Bauer, op.cit, págs. 28-29)
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proveniente de al periferia del cuerpo, y por otro lado la serotonina y las endorfinas que
tienen un efecto analgésico frente al dolor. Por lo cuál tanto un exceso de sustancia P como
una falta de serotonina generarían una mayor sensibilidad al dolor no vinculada a la
intensidad del estímulo. (Bauer, op.cit. pg. 79). De hecho es frecuente la utilización de IRSS
(antidepresivos inhibidores de la recaptación de la serotonina) en estos pacientes.
FIBROMIALGIA Y LOGOTERAPIA
Antes que nada quiero aclarar el concepto de comprensión como modo específico
de conocimiento de lo psíquico utilizado por Karl Jaspers (1993). Jaspers rescata de Dilthey
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(1978) la necesidad de una especificidad metodológica en el estudio de los distintos planos
de la persona, cuando sostiene que lo somático se explica mientras que lo psíquico se
comprende. La comprensión supone un acto de afirmación del paciente como un ser que no
sólo ha sido condicionado por sus genes y por el medio sino que a pesar de ello es un ser
capaz de valorar la realidad y autoconformarse. Elegir quién desea ser y qué desea hacer
con ese que es.
Por ello detrás de todo acto de comprensión partimos de que el paciente posee una personal
imagen del mundo y de sí mismo, que aunque no sea conciente, va acompañando su relación
con el mundo, con los otros y consigo mismo, o sea sus vivencias. Nuestra tarea será ir
buscando los nexos entre sus vivencias para ir descubriendo patrones de reacción anómalos
que puedan estar influyendo en su padecer físico. En los pacientes que sufren de
fibromialgia, la literatura especializada ha encontrado que un número considerable de
pacientes afectados habían sufrido abusos sexuales (Bauer, op cit.) sin embargo el mismo
concepto de libertad, anteriormente mencionado, da por tierra la idea de un trauma psíquico
como génesis de la enfermedad, aunque sí pueden actuar como factores desencadenantes.
También se menciona el distrés (experiencias traumáticas infantiles o adolescentes,
circunstancias familiares de violencia o abandono emocional) como elemento presente en la
vida de estos pacientes, pero sustentándonos nuevamente en la idea de persona libre,
considero más importante investigar qué valores o ideas subyacentes influyen en la elección
del estilo de vida de esa persona, más que en el condicionamiento ambiental.
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material sino por el esfuerzo que les costó conseguirlo o la connotación emocional que les
otorgan.
2. Se caracterizan por tener sus miradas puestas en el otro buscando solucionar sus
dificultades, ante las que se angustian y padecen como propias, con un grado extremo de
afectación.
3. Por otro lado, sienten un gran enojo con aquellos que no son capaces de amarlos
y brindarles lo mismo que ellos brindan, dificultándoseles mucho el percibir que no todas las
personas somos iguales al expresar o entregar amor. Buscan establecer vínculos emocionales
dependientes.
4. Poseen un yo con una débil tolerancia a la frustración vinculada a las enormes
expectativas que ponen en las situaciones que son importantes para ellos. Les cuesta
preguntarse acerca de su propia responsabilidad en su bienestar y tienden a culpabilizar a los
otros de sus desdichas.
5. Son personalidades sociables, siempre y cuando se sientan cómodos o en
ambientes conocidos, pero difícilmente capaces de pedir apoyo a sus conocidos o sus
amistades, lo esperan de su esfera más íntima y cuando esto no sucede les produce una gran
angustia y enojo que vuelve al cuerpo como dolor.
6. En la esfera existencial manifiestan dudas e incertidumbre frente a los
proyectos, se muestran indecisos, temerosos y en su búsqueda de realizar “lo mejor”
quedan estancados en el mismo lugar. Muchas veces necesitan de otro que los guíe o
acompañe para realizarlos.
7. Desde lo espiritual la pregunta por el sentido de sus vidas es central.
Durante su vida han centrado su existencia en dar su amor y dedicación a su círculo
familiar íntimo, cuando esta función se limita o cambia sufren terriblemente y sienten
que ya nada tiene sentido.
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b) Acompañarlos en los momentos de crisis para que dejen de sentirse solos frente
al dolor y adquieran la fortaleza de enfrentarlo.
Como Logoterapeuta el abordaje que elaboré para trabajar con estos pacientes
apunta a abarcar todos los planos de la persona:
1. Plano físico: los pacientes con los que trabajé mejoraron su calidad de vida al
incorporar como hábitos la práctica del yoga y la meditación. Las sensaciones dolorosas
disminuyeron al tratarse con acupuntura. La depresión y la irritabilidad fueron cediendo al
aceptar el tratamiento con antidepresivos IRSS o tricíclicos.
2. Plano psíquico: suelo incorporar en mis sesiones sencillos ejercicios de
respiración, relajación y visualización antes de comenzar el trabajo puramente
psicoterapéutico. El mismo parte de buscar en la historia del paciente los recuerdos de
vivencias infantiles, para que ese niño que tuvo que crecer rápidamente, se manifieste y
exprese sus necesidades insatisfechas siendo conciente de ellas y no sólo actuándolas,
pudiendo así elaborar el “duelo por la infancia perdida o truncada”.
3. Plano familiar-social: además del sufrimiento psicofísico estos pacientes
experimentan, muchas veces, la incomprensión de sus familiares, amigos y en su ámbito
laboral. Por ello suelo citar a la familia y a aquellas personas significativas para él para
explicarles en qué consiste la enfermedad y de qué manera pueden colaborar en su
recuperación.
4. Plano existencial: el dolor crónico como situación límite confronta a la persona
con su finitud. La aceptación de que somos seres que irremediablemente vamos a morir, nos
lleva a replantearnos cómo queremos vivir la vida que nos resta y nos desafía a dar pasos
concretos en la concreción de nuestros proyectos. En aquellos pacientes en los cuáles el
registro de su propia muerte aparece negado, utilizo una terapia de confrontación que haga
aflorar la angustia reprimida. En estos pacientes no está presente el peligro de una
intervención iatrogénica al confrontarlos ya que la fibromialgia en sí no supone un peligro de
muerte para la persona. Mientras que la angustia sin objeto puede conducir a la desesperación
que se manifieste a través de conductas autoagresivas.
5. Plano espiritual: hasta aquí cualquier terapeuta podría desarrollar una estrategia
de intervención similar a la mía y no ser por ello logoterapeuta. Las técnicas que a
continuación integro suponen la consideración de una instancia superior y ordenadora de la
persona: el plano espiritual.
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a) Promover el autodistanciamiento a través de recuperar el sentido del
humor: que el paciente deje de autoobservarse y pueda desarrollar el sentido del humor
frente a sus limitaciones es un indicador de franca mejoría en el estado psicofísico de la
persona.
b) Ampliar la capacidad de autotrascendencia del paciente: como mencionaba
anteriormente estos pacientes tienen una gran dependencia emocional con su círculo de
afectos más íntimo. La tarea consistirá en que sean capaces de entregarse a algo o a alguien
distinto a sí mismos o a las personas que están acostumbrados a hacerlo. Transformar la mala
actividad y la mala pasividad por un sana actividad y una sana pasividad.
c) Ayudarlos a vencer la insuficiencia determinativa: el temor al error, al no
poder realizar el proyecto deseado, lleva a estos pacientes a una paralización en sus vidas que
profundiza su angustia y tedio vital, es por ello que el terapeuta es aconsejable que lo ayude
en la elaboración de metas y propósitos que se vayan cumpliendo a lo largo del tratamiento.
d) Apelar al poder de oposición del espíritu: Víktor Frankl ha demostrado con su
vida y obra el carácter mistérico del espíritu humano y la fuerza que genera en la persona
cuando sus dinamismos son puestos en marcha. El deseo de vivir una vida con sentido es
capaz de superar los condicionamientos psicofísicos más fuertes, siempre y cuando sea el
miso paciente el que descubra el valor de la actitud que quiere encarnar.
Conclusión final
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su destino. El que engaña a una persona en lo concerniente a estas posibilidades, la despoja
de su propia individualidad como ámbito donde respira el yo”
Frankl, V. El hombre doliente, pg.207
Referencias
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
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