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El lugar de la sanación: trabajando con el sufrimiento en el vivir y en

el morir
(A place of Healing: working with suffering in living and dying)
Michael Kearney
Resumen y traducción del Grupo de estudio Equipo Pallium 2004

Introducción
En muchos sentidos la experiencia de haber visitado St Christopher´s Hospice, decripto
como “un lugar de sanación” en donde a pesar de encontrar personas gravemente
enfermos y murientes, me encontré los seres humanos más completos que jamás hubiera
conocido, me entusiasmó a continuar con mi carrera de médico: esta experiencia fue la
génesis de mi exploración, profesional y personal, en la naturaleza de la “sanación” y su
lugar en la salud.
Por “sanación” aquí quiero significar el proceso de volverse psicológicamente y
espiritualmente más íntegro y completo. Un fenómeno que permite a las personas ser
completamente ellos mismos y sentirse más plenamente vivos.

Sección 1
Más allá del modelo médico

En la introducción de esta sección se cuenta la historia del diálogo entre David Tasma y
Cicely Saunders (“solo quiero lo que está en tu mente y en tu corazón “.) Michael
Kearney decodifica ese deseo como un pedido que involucra al de todos los pacientes de
una atención médica verdaderamente integrada e integradora. Metafóricamente en la
frase “quiero ser una ventana en tu hospice”, se alude a que el paciente es parte esencial
del proceso de sanación.

El modelo médico y la experiencia (del paciente) de la enfermedad

Si bien el modelo biomédico es un paradigma exitoso y efectivo para prevenir tratar y


curar una amplia gama de enfermedades potencialmente mortales, no puede sin
embargo dar respuestas a todos los sufrimientos humanos, como ciertas formas de
sufrimiento psicológico o existencial.
Por ello habla de dos dominios separados de la experiencia de la enfermedad, uno
respondedor al modelo médico y el otro no; a partir de los conceptos de dolor y
sufrimiento.
La experiencia de la enfermedad por el paciente (el dolor y el sufrimiento):

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„ responde a intervenciones del modelo médico

„ no responde a intervenciones del modelo médico


El dolor afecta partes del individuo y usando los principios del modelo biomédico
podemos evaluarlo, tratarlo y, en general mantenerlo bajo control. La respuesta para
tratar el dolor está fuera del individuo y depende esencialmente del grado de
conocimiento y habilidad de otro para tratarlo (del médico por ejemplo).

El sufrimiento en cambio es definido como una experiencia que implica a la persona


como un todo
Muchas formas del sufrimiento permanecen más allá de los esfuerzos hechos por uno
mismo o por otros: por ejemplo el duelo. Podemos hablar de curar el dolor de otro pero
es más apropiado decir que son los individuos mismos que encuentran alivio dentro de
su sufrimiento. La sanación viene de lo más profundo e interior de la propia psique. Por
eso ayudar a alguien sufriente significa crear las condiciones que faciliten ese proceso
de “ intrasanación” En la práctica esto ocurre cuando puede lograrse una combinación
de atención médica efectiva y acompañamiento humano que le permita al otro lograr un
espacio interior en el que se sienta seguro.

A lo largo del libro cuando se habla de dolor, se refiere a los síntomas y /o aspectos de
la experiencia de la enfermedad que son respondedoras a las intervenciones del modelo
médico. Cuando se habla de sufrimiento en cambio, se refiere a aquellos aspectos de la
experiencia del paciente de la enfermedad que no son respondedoras.

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„ Dolor que responde a intervenciones del modelo
médico

„ Sufrimiento que no responde a intervenciones del


modelo médico
Este concepto se ilustra con el caso clínico de Tom.
TOM DOLORIDO

Paciente de 62 años, abogado, activo, deportista. Con cirugía por Cáncer de próstata. Un
año y medio después desarrolla dolor lumbar. Se comprueba compromiso óseo vertebral
y en costillas. Recibe radioterapia en columna e inicia hormonoterapia. El dolor se
controla. Retorna al trabajo pero algunos meses después reaparece el dolor. En ese
momento es derivado a CP. Inicia morfina y antiinflamatorios sin repuesta por lo que
es admitido en la unidad de CP. Durante esa internación el staff lo encuentra algo
ansioso y desconfiado. Muy centrado en su dolor y bastante impaciente e irritable por la
falta de éxito de distintos esquemas analgésicos. Finalmente el dolor se controló con
estroncio (isótopo radioactivo) aplicado por su radioterapeuta. Con el dolor bastante
aliviado vuelve a su casa y al trabajo.

Tres meses después es readmitido por dolor lumbar incapacitante con irradiación a
ambos miembros inferiores Tom y su esposa tenían grandes expectativas de recibir
nuevamente estroncio dado el éxito anterior, pero debido a una hipoplasia medular
posiblemente como consecuencia del tratamiento anterior, éste tratamiento es
desestimado. Se le da una pequeña dosis de RT en la zona y el radioterapeuta advierte
que no podrá realizarse nuevos tratamientos por el riesgo de daño medular.
Simultáneamente se le ajusta la medicación analgésica Con dosis de morfina efectivas,
Tom estaba somnoliento lo que le resultaba poco tolerable. Se le cambia de opioide y se
inicia bifosfonatos. Con todas estas intervenciones el dolor disminuyó y Tom comenzó
a movilizarse. Quince días después de esta internación es dado de alta débil pero más
confortable. El paciente tenía expectativas de poder retornar al trabajo.

Desgraciadamente 48 horas después del alta debe ser readmitido como emergencia, en
la unidad de CP por un dolor tan intenso que el moverse lo aterroriza. Se inserta catéter
epidural para infusión continua de morfina y un anestésico local con buena respuesta.
Tom refiere debilidad en sus piernas. Al examen no se encuentran alternaciones de la
fuerza muscular, además el paciente puede caminar hasta el baño con ayuda, por lo que

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se interpreta el cuadro como una sensación debida al anestésico local por lo que éste es
descontinuado. En la mañana siguiente Tom descubre que casi no mueve las piernas. Se
inicia corticoide y se pide RNM con la sospecha de compresión medular. El estudio
detectó crecimiento tumoral que comprimía la médula. Se le administra la primera de
cinco sesiones de RT a ese nivel.
Visito a Tom en su cuarto esa tarde. Recuerdo sus ojos en un lento movimiento, en
shock preguntándome: “¿ahora qué? “
Yo sospechaba que todo sería una catástrofe que continuaría empeorando, pero no era lo
que le podía decir y de hecho no hubiera sido adecuado decir eso. Le respondí en un
nivel práctico, decribiendo otra vez lo que estaba sucediendo y lo que todos
esperábamos conseguir con la combinación de esteroides y radioterapia, que la
compresión disminuiría y que sus piernas podrían recuperar alguna de sus funciones. En
la cara de Tom, mientras dirigía su mirada a Claire su mujer solo vi descreimiento,
horror, y anestesia afectiva.
Hacia el fin de la semana había completado sin éxito las sesiones de RT. Tenía
incontinencia fecal sin siquiera darse cuenta de ello, llevaba una sonda vesical.
Irónicamente el único beneficio era que en su nueva situación de anestesia completa de
la cintura para abajo, estaba libre de dolor. Tom estaba devastado. Mirando su cuerpo
debajo de las sábanas dijo: “Es como si estuviera muerto de la cintura para abajo. Estoy
mirando hacia mi mitad inferior muerta. Esto es peor que cualquier cosa que hubiera
podido imaginar. Yo estaba listo para morir pero no para esto. No puedo continuar así.
Quiero caminar otra vez o morir. No puedo seguir así.”
Yo también me sentí impotente. No pude decirle nada excepto coincidir con él que lo
que le estaba ocurriendo era lo más horrible que le podía haber pasado. Me quede un
rato sentado con él en silencio, luego lo dejé solo diciéndole que volvería la mañana
siguiente.

TOM SUFRIENTE

En los días subsiguientes visité a Tom a diario, iniciando siempre la conversación


refiriéndome a los aspectos prácticos de las novedades médicas. A esa altura era obvio
para todos que no habría ninguna mejoría de la paraplejía.
Cada día Tom se enfrentaba a mayores dependencias de los otros ( pasarse de la cama
al comodón, sentarse en la silla de ruedas, etc.). El temor de Tom era que cada día
perdía alguna capacidad y estaba muy asustado por que esto siguiera así al infinito.
Además intuía que yo no tenía ninguna respuesta a sus preguntas de modo que sus
preguntas eran más bien formales y retóricas.
Algunos días más tardes Tom me esperaba con “la” pregunta: “¿Y qué me va a pasar
después?”. Ese día decidí no responder en términos objetivos y prácticos y me
arriesgue…Le dije que podíamos mirar hacia delante de dos maneras: en términos de un
trabajo más superficial y externo, y en términos de un trabajo más profundo e interior.
El trabajo externo ( que él hacía con los fisioterapeutas y enfermeras) funciona bien para
maximizar las habilidades que él tiene y minimizar los déficit. El trabajo interior trata
de encontrar un camino a partir de los sentimientos de pérdida, angustia y
desesperanza. Aunque le pudiera parecer imposible traté de mostrarle que existe una
fortaleza interior que es especialmente hallable en épocas de gran crisis y sufrimiento.
También le dije que desde nosotros, además de ayudarlo con el trabajo exterior,
trataríamos de ayudarle a encontrar esos caminos interiores. Junto a esto le sugerí que
llevara un diario de sentimientos, pensamientos, recuerdos y especialmente de sueños.

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Tom cuenta dos sueños, y dice “no significan nada”. En el primer sueño estoy en la
casa en que me crié y viví hasta los 17 años. Era una casa vieja en la que siempre había
cosas para reparar. Yo era el mayor, tenía dos hermanas y un hermano menores. Lo que
me sorprendió cuando desperté es que podía recordar esa casa tan vívidamente pero no
podía visualizar en absoluto mi casa actual. Hay muchas cosas prácticas que debo tener
en cuenta, por ejemplo si la silla de ruedas va a pasar por las puertas pero cuanto más
intentaba visualizarla, más me frustraba, me sentía totalmente desvalido. Seguí toda la
noche así entrando y saliendo de esos pensamientos y sentimientos.”
El segundo sueño era más vago, sólo recuerdo impresiones. Estaba parado al lado de un
montículo de restos de asfalto en los que había tres agujeros de los que crecían tres
árboles muy finos y altos. Estaba también mi mujer con algunos amigos. Yo estaba con
alguno de mis amigos pero era como si estuviéramos empantanados, atascados, no
podíamos ir a ninguna parte. Me sentía frustrado, .inútil.”

Lo que Tom describía en ambos sueños era lo mismo que yo sentí cuando me senté con
él para hablar, inmediatamente después de instalada su paraplejía. Tom esperaba una
respuesta. Le expliqué que yo no interpretaría esos sueños, que de lo que se trataba era
de mantener esos sueños vivos. Que si los sueños son realmente mensajes de nuestro
interior más profundo, es entonces a través de las imágenes del sueño mismo que
podremos entender el mensaje.
Inmediatamente le pregunté a Tom con cuál imagen le gustaría trabajar. Tom eligió la
imagen de los tres agujeros en el asfalto que el presumía como muy importantes, sin
saber por qué. Recordó los tres árboles creciendo y además me contó que recientemente
habían tenido que podar tres árboles muy altos de su casa, porque la sombra que daban
oscurecía mucho el jardín. Le pregunté a Tom si él sentía alguna conexión entre las
imágenes y sentimientos del sueño y su situación en el momento en que había los había
soñado. Tom no veía conexión alguna. Me contó inmediatamente después su encuentro
con la terapista de arte que le molestó bastante….”¿.porqué necesitaba él revolver en
sus emociones cuando ya de hecho eran tan crudas?…” Entendí que Tom me estaba
diciendo también algo a mí, que lo había enfrentado con los sentimientos sobre su
situación actual asociados a partir de los sueños. Le aseguré a Tom que el trabajo
interior ocurriría igualmente independientemente de lo que él hiciera para tratar de
sentirse seguro. Tom decidió suspender sus encuentros con la terapista y trabajar por sí
mimo con los sueños.
Dos semanas más tarde Tom murió en paz. Su esposa me contó un diálogo que mantuvo
con él pocos días antes de morir:
“Tenés dolor”
-“No
-“¿Estás en paz”?
-Si
“¿Estas contento?
-No

A partir del momento en que se instauró la paraplejia, resultó evidente que no teníamos
respuesta a las preguntas de Tom. Lo único que podíamos hacer era tratar aquellos
problemas tratables y estar junto a Tom en su sufrimiento. Sin embargo fue ocurriendo
algo muy sorprendente en forma gradual. Tom se fue corriendo desde su lugar de
distress y sufrimiento hacia un lugar dentro de él, de tristeza y paz. ¿Qué pasó?

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En primer lugar Tom era una persona de mucho coraje que contaba con el apoyo
amoroso de su mujer y familia, lo que le daba, junto con el equipo de CP un ambiente
de contención y seguridad.
Teníamos además desde el equipo tratante, conciencia de las limitaciones del modelo
médico en el tratamiento del sufrimiento junto con la conciencia intuitiva de que existe
otro modo de cuidado.
Entendíamos que ese modo incluía la atención continua, el hacer todo lo posible para
disminuir el distress emocional, el valorar las relaciones personales y el contacto físico
en la atención de los pacientes y la habilidad de comprender como cuidadores, los
sentimientos de dolor e impotencia que se generan cuando asistimos al sufrimiento de
otro sin poder actuar para modificarlo. También confiamos en que algo dentro del
mismo Tom podría producir el cambio. Tom al igual que David Tasma deseaba que los
que lo tratábamos lo ayudáramos en la experiencia global de su enfermedad es decir
tanto en el dolor como en el sufrimiento.
Si queremos contribuir al alivio efectivo del sufrimiento tenemos que desarrollar la
capacidad de describir con precisión y entender en profundidad el “otro modelo”

Modos de ver
Las personas con dolor y sufrimiento necesitan todo cuanto el modelo médico
tradicional y ese otro modelo de sanación, tengan para ofrecer. Para comprender el
potencial de cada uno de ellos y su integración, necesitamos encontrar modos de
describir estos dos paradigmas opuestos de cuidado.

Una metáfora psicológica


Hay varios modos posibles de examinar estos dos paradigmas a través de conceptos
psicológicos. Se podría comparar el modelo médico con el normal funcionamiento del
ego en la mente consciente y el modelo de sanación con el más misterioso trabajo del
inconsciente. Alternativamente se podrían trazar comparaciones entre el modelo médico
y el cerebro izquierdo, con sus funciones lógicas y analíticas de pensamiento, y el
modelo de sanación con el pensamiento intuitivo, simbólico y lateral del cerebro
derecho. Otro modo de hablar de estos dos modelos es considerando la psiquis humana
en términos de una dimensión superficial y otra profunda.

Mente superficial

Mente profunda
Mente superficial: aspectos racionales y literales de la mente; la fortaleza de la mente
superficial está en su habilidad para analizar y entender; la comunicación entre y desde
la mente superficial es través de palabras que expresan conceptos lógicos. El ego es la

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parte despierta y discriminativa de la mente.
Mente profunda: aspectos intuitivos e inconscientes de la mente. Está íntimamente
conectada con las emociones y con el cuerpo. Su vocabulario son las imágenes, los
símbolos y los mitos. Su actividad se desarrolla durante los sueños, la imaginación y la
creatividad. Es lo que Jung llamó SELF.
Según Jane Holllister (analista Jungiano) el Self es:
Arquetipo de completud y orden, en el centro y contenedor de la totalidad de la psique.
El Self es una función, que une todos los opuestos, una fuente de energía, que es el
instigador y director del proceso de individuación. Se manifiesta por la vía de la
proyección, por medio de símbolos y por el conflicto de opuestos. Jung se ha referido al
Self como “el Dios dentro de nosotros”.
La comparación entre el Ego y la mente superficial con el modo0 de trabajar del modelo
médico es evidente. También, tal vez, podríamos comparar el modelo de sanación con el
modo de trabajar de la mente profunda y del Self. Tenemos dos sistemas de trabajo muy
diferentes: uno con habilidad para analizar, separar y curar y otro con habilidad para
entender, incluir, integrar y sanar.
Además de las consideraciones de esta metáfora psicológica, se revela una posible
explicación de por qué, en realidad, el modelo médico es el único reconocido en la
medicina occidental.
Pero no solo el ego está cómodo con el control de la mente superficial sino que además
está aterrorizado del pensamiento profundo. El ego ve a la mente profunda como
oscura, como un abismo profundo con pesadillas.
En una situación de enfermedad y especialmente en la crisis de enfermedades que
amenazan la vida, el ego puede proyectar sus miedos a lo desconocido en la
profundidad de la mente como un mecanismo psicológico de defensa conocido como
“manejo del terror”.

Teoría del manejo del terror


Tres sociólogos desarrollaron lo que ellos llamaron la teoría del manejo del terror. En
ella postulan que una característica que define a la especie humana es la capacidad de
ser consciente de su propia mortalidad. Esta conciencia genera terror el cual ellos
describen no como un intenso miedo a la muerte per se sino más bien como una
profunda y generalmente inconsciente pavor de muerte como absoluta aniquilación.
Sugieren que atenuamos ese terror desarrollando un amortiguador de ansiedad. Esto es
alcanzado negando o reprimiendo el terror a un nivel individual mientras que
simultáneamente mantenemos y participamos en una construcción simbólica de la
percepción cuyo propósito primario es minimizar la ansiedad asociada al conocimiento
de la propia muerte.
La autoestima en relación con la cultura y el mundo confiere al individuo rol de valor
en el mundo. Esto minimiza la ansiedad de muerte al darnos una sensación de seguridad
y la idea de pertenecer a algo mayor que no morirá es decir una sensación de
inmortalidad. O sea que una de las motivaciones más fuertes del comportamiento
humano es defender la ansiedad de muerte amortiguada mediante la autoestima.
En otras palabras en un intento frenético por disminuir su miedo de muerte el ego
proyecta su miedo de muerte hacia la profundidad y los aspectos inconscientes de la
mente, viendo en esto la propia muerte desconocida y no predecible.
En esta reacción se asegura su sobrevida. El ego asustado huye desde los planos
profundos de la psiquis alienándose a si mismo hacia una fuente potencial de profunda
sanación interior la cual contacta con este aspecto que la psiquis puede dar.

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La metáfora científica:
Otra manera útil de hablar de los dos modelos médicos es desde el punto de vista de la
ciencia. Acá vemos paralelismos entre el modelo médico y la física clásica y puede
enseñar más sobre el modelo de sanación la consideración de ciertos aspectos de la
nueva física.
Física clásica:
Según Newton (1687) hay tres leyes del movimiento:
Ley de inercia, Ley de aceleración y ley de acción y reacción
Con estas tres leyes y sobre los trabajos de Copérnico y Galileo, Newton visualizó el
pensamiento occidental de los últimos 300 años. Este es el pensamiento newtoniano que
sería lo siguiente:
Hay infinidad de átomos aislados e impenetrables que se mueven en el espacio y
coalicionan unos con otros como bolas de billar. Los únicos actores en el drama
espacio- tiempo newtoniano fueron las partículas y las fuerzas de atracción y repulsión
actuantes entre ellas.
La causa y efecto eran inevitablemente supremos y había siempre una relación directa y
lineal entre la fuerza que actuaba sobre el cuerpo, o sea la causa y las desviaciones del
cuerpo de su curso original, esto es el efecto.
Podemos reconocer en el paradigma mecanicista de la física newtoniana refiriéndose al
espacio y tiempo, materia sólida y causa efecto, como el mismo paradigma del modelo
medico. Esto en la actualidad sería la medicina basada en la evidencia.

La nueva física: data solamente de 100 años e introduce un nuevo paradigma diferente
de la física clásica. Aunque a primera vista los conceptos de la nueva física parecen
tener sentido y lógicos de comprender, pueden parecer ilógicos y confusos.
Esta nueva física se refiere a la mecánica cuántica y a la teoría de la relatividad de
Einstein.
El mundo de la mecánica cuántica describe la física del micromundo entre el átomo.
Esto es el trabajo interior de todo lo que vemos y al menos físicamente, son tales.
Mientras que la física newtoniana mostró los átomos como bolas de billar y construyo
bloques de realidad física las cuales operan en forma lineal y predecible, el
comportamiento del átomo en la física cuántica es muy diferente.
La mayoría de estas diferencias esenciales son vistas examinando un número de
conceptos claves (Zohar y Marshall).
Ondas y partículas: bolas de billar más ondulaciones del mar.
Dualidad onda-particula
En la física cuántica el observador es parte del objeto observado Todo depende de
“cómo tu lo veas” esto cobra un nuevo y poderoso significado. El observador cambia la
realidad física. Por qué y cómo esto ocurre es un problema de fondo de la física
cuántica.

La nueva física y el modelo de sanación

• el modo de pensar en la nueva física nos recuerda que si queremos comprender


el modelo de sanación debemos estar preparados mirar y abrir nuevos modos de
ver y entender el mundo que nos rodea
• comprendiendo la realidad como onda y partícula a la vez permite valorar al
modelo médico cuando subraya que esa es la única manera de ver el total.
• considerar el aspecto de la dualidad onda partícula permite profundizar en la
esencia del modelo de sanación. El modelo de sanación trabaja con y a través del

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modelo médico para que aquellos que sufren se vuelvan más hacia ellos mismos.
Y como con las ondas no hay linealidad y se trabaja en todas direcciones,
uniendo todo en una vibración, viviendo en una matriz, entonces la dinámica del
modelo de sanación es a través de la integración y la inclusión
• cuidar se transforma en un evento dinámico. Entre los roles de cuidador y
paciente hay una interconexión. El termino objetividad clínica está unido al de
subjetividad clínica reconociendo una dimensión compartida en el encuentro de
sanación.

Una metáfora histórico-mitológica


En un acercamiento al tipo de razonamiento hipocrático podemos ver el comienzo del
modelo médico y de la medicina basada en la evidencia. Cerca de los restos
arqueológicos de los antiguas templos griegos de sanación podemos encontrar los
lineamientos del otro modelo y el nombre de su divino mentor: Esculapio (Asklepio).

Hipócrates: nació en 460 antes de Cristo en Kos, que es una isla griega; fue
contemporáneo de Sócrates
El Corpus hipocrático y su método pueden ser vistos como un racional y efectivo
acercamiento para entender y tratar las enfermedades. En él se enfatiza en la necesidad
de basar la teoría médica y la práctica en la observación de la realidad concreta y hacer
un diagnóstico racional entre la teoría y la enfermedad. Se presume que los procesos
orgánicos, de salud y enfermedad, pueden ser explicados del mismo modo que los
procesos naturales y son independientes de cualquier arbitrariedad o interferencias
sobrenaturales. El hombre es un sujeto con las mismas contradicciones que el resto del
cosmos y un entendimiento del cuerpo, dentro de sí mismo y de su entorno provee un
modo de control cuando algo está mal. La enfermedad no podría ser tratada sin el
conocimiento "del todo", esta ambigua frase puede indicar al cuerpo en general o al
entorno del paciente.

Cuando Hipócrates comenzó sus prácticas existía en Grecia otra práctica muy popular
de medicina en los templos, basada en el culto de Esculapio el dios griego de la
sanación. Hipócrates y sus seguidores respetaban estas prácticas y trabajaban en
cooperación con el culto de Esculapio, aparentemente en numerosos aspectos.

El Culto de Esculapio:
Esculapio era inicialmente un héroe-médico mortal mencionado por Homero en la
Ilíada, que luego fue inmortalizado como dios. La práctica de sanación de los templos
de Esculapio estaba centrada en la visita para un proceso de "incubación de sueño". Las
prácticas estaban organizadas por los sacerdotes (terapeutas) y sus asistentes. Había un
período de preparación y purificación. Luego los inválidos pasaban la noche donde
conocían en sueños al Dios Esculapio de la sanación. Al despertar los enfermos tenían
alguna prescripción del dios o la sanacion. Luego de discutir el sueño con el sacerdote el
enfermo ofrecía sus gracias al dios, inscribía los detalles de la experiencia en una placa
de piedra y se retiraba del templo.
El método de Esculapio no es tan claro para describir como el hipocrático:
• quienes concurrían a los templos de Esculapio sufrían de enfermedades crónicas
o incurables, algunos sufrían de ceguera o parálisis. En la antigua Grecia estas
enfermedades eran causada por dioses y entonces requerían un tratamiento
divino
• algunos enfermos iban a los templos como última alternativa, habiendo

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intentado otros tratamientos incluidos los de Hipócrates y sus seguidores.
• había cooperación entre los hipocráticos y los esculápicos
• la sanación ocurría en la oscuridad de la noche mientras que el paciente estaba
durmiendo sobre el suelo. Oscuridad y sueño para la sanación nos refieren a
aspectos de la mente profunda más que en la conciencia luminosa de la mente
superficial. La proximidad del paciente con el suelo refuerza la idea de la
vinculación entre el proceso y los poderes de sanación de la naturaleza. El
momento de la sanación ocurre durante el sueño, el cual es visto como una visita
del dios diciéndonos que la sanación por el sufrimiento no se encuentra afuera,
sino profundamente dentro de la experiencia humana, y eso puede dar
esperanza pero no puede ser prescripto porque es nada menos que un evento
milagroso.
• el énfasis de este proceso está en los aspectos fenomenológicos de esta
experiencia . El soñar en sí mismo es la sanación. No es algo que ocurre luego
de la interpretación del sueño o el resultado de una prescripción divina.

Acercamiento integrado: Medicina Hipocrática y Sanación de Esculapio


• la medicina hipocrática se dibuja sobre una evidencia objetiva (actual Medicina
basada en la evidencia)
• la sanación de Esculapio se dibuja sobre una evidencia subjetiva (sentidos
interiores: intuición, instinto, emoción)
• la medicina hipocrática llama a la objetividad clínica (no involucrarse con le
paciente)
• la sanación de Esculapio llama a la subjetividad clínica ( el médico se conoce a
sí mismo, y lo aplica en el proceso)
• la medicina hipocrática interviene trata el dolor y disminuye el sufrimiento con
la intervención (restablecer el status quo ,
• la sanación de Esculapio trabaja con el sufrimiento
• la medicina hipocráitca trabaja como un "opus contra natura" (antibióticos,
analgésicos, insulina, QT) intervenciones entre el paciente y su problema
• la sanación de Esculapio trabaja con la naturaleza: el sufrimiento es un problema
a ser resuelto y además a ser vivido. La persona va con su experiencia y no
contra ella.
• el principal entrenamiento de la medicina hipocrática comprende conocimientos
y habilidades
• el principal entrenamiento de la medicina esculápica comprende auto-
conocimiento

Sección 3 Teoría
La Contención del cuidado

Los pacientes pelegrinos de la antigua Grecia que viajaban hacia un “Asklepian” en


busca de la sanación podrían haber descubierto que ésta venía como un sueño, epílogo
dentro del temenos del recinto del templo. Este espacio sagrado describía el estado
subjetivo de buena disposición creado por la relación entre los sacerdotes y sacerdotisas
y los rituales de preparación, tanto así como el referido al espacio real contenido entre
las paredes del mismo templo de sanación. Como psicoterapista Henri Reeds agrega:
El ritual de incubación es una externalizarían de un hecho psicológico, una proyección
que refleja un proceso natural interior. Es como si el incubante fuera capaz, por

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alinearse él mismo con la estructura simbólica del ritual, de permitir el surgimiento de
cierta condición interior que no puede producirse directamente.
Una vía posible de comprensión de cómo esto puede ser traducido en nuestra práctica
médica contemporánea, es considerar la metáfora del recipiente alquímico, el llamado
“vas bene clausum” o “vaso bien sellado”, donde milagrosamente la transformación
puede ocurrir.

El recipiente alquímico
Mientras que los orígenes de la alquimia son complejos y profundos, y se extienden
hacia la antigua China e India, el primer registro de este arte está en Egipto, y los
primeros alquimistas fueron egipcios y judíos. La alquimia proviene del oeste en la edad
media.
Habiendo atravesado la cultura islámica desde el siglo 8 debido a la presencia árabe en
Egipto, fue llevada por los árabes a España y sur de Italia. La primera traducción
conocida de un texto de alquimia árabe al inglés fue hecha en 1144.
Algunos reconocen la alquimia como el precursor de la química, pero la mayoría la
asocian aparentemente con la temeraria adquisición de transformar el metal en oro. En
esencia los alquimistas estuvieron comprometidos con procesos de transformación y
cambio. El psicólogo analista Nathan Schwartz-Salant explica:

Loa alquimistas trabajaban con materiales que intentaban modificar desde lo básico
hasta las más elevadas formas, o probaban teñir sustancias para cambiar su apariencia;
un esfuerzo que le debió mucho a la destreza egipcia de teñir tejidos. En general la
alquimia procuraba distribuir la complejidad del cambio, la transformación desde un
estado o forma en otra, desde una semilla en un embrión, o desde un mineral de poco
valor en plata u oro, transformados, ellos creían, en las entrañas de la tierra a causa de
la intensa presión y el calor. El arte de la alquimia intentaba imitar tales procesos en el
laboratorio. Pero este trabajo externo o mundano con los materiales estuvo íntimamente
relacionado con otro trabajo interno y misterioso de la personalidad humana. Por
ejemplo el fuego alquímico que es a menudo llamado el secreto del opus, es claramente
un fuego físico, controlado dentro de un real vaso o vasija, pero es también el calor
productor de la calidad de meditación e imaginación.

Jung vio en la alquimia una metáfora muy próxima al proceso interior de cambio y de
transformación psicológica:
En la alquimia, Jung descubrió una mina de simbolismos que reconoció en sentido
paralelo al ser humano, con un uso correcto de voluntad e imaginación, y el beneplácito
del destino, puede introducirse un proceso cuyo objetivo es la creación de una
estructura interna que él llamó Self. El Self creado a través de lo que Jung llamó
proceso de individuación, produce una estabilidad interior y un sentido de dirección
para el ego, aún en medio de tormentosos conflictos emocionales y ambientales. Pero el
Self es llenado con paradojas y puede también ocasionar estados caóticos de la mente
que pueden poner en riesgo el sentido de identidad de una persona. Usualmente esto
tiene la gran meta de enriquecer y ensanchar el ámbito y los valores de la personalidad.
Pero también tiene sus peligros. “Muchos han perecido en el intento” es un alquímico
dicho que Jung entrecomilla para ofrecer un balance ante algunas actitudes optimistas
dominantes. Jung descubrió que la alquimia refleja la complejidad del proceso de la
creación del Self en un sentido muy superior a cualquier otro cuerpo de pensamientos.

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De central importancia en este proceso, maximizando los alcances de su éxito y
minimizando el peligro asociado con el trabajo, fue el vaso o vasija de la alquimia,
dentro del cual tuvo lugar el proceso de transformación:
El vas bene clausun o vaso bien sellado es una medida de precaución muy
frecuentemente mencionada en la alquimia, y es el equivalente al círculo mágico. En
ambos casos la idea es de proteger lo que está por adentro de la intrusión y la mezcla de
lo que está por fuera, así como de prevenir las fugas.
El analista jungiano Christopher Perry puntualiza que hay paralelismo entre el vaso de
la alquimia y el encuentro analítico. El vas bene clausum es en una manera de describir:
El ambiente analítico y las intervenciones del analista requeridas para mantener el calor
a un nivel óptimo de ansiedad tanto para el descubrimiento del Self del paciente (ser
humano) y del desarrollo del analista (analista).
En el mismo sentido, el capellán y psicoterapista Meter Speck enfatiza que la habilidad
de “contener” fuertes reacciones y emociones cargadas es una parte esencial de todas las
relaciones de cuidado:
La palabra “contención” no es usada aquí en un sentido físico pero se refiere a la
capacidad emocional y psicológica de sostener sentimientos conflictivos y fuertes, los
cuales son despertados en uno mismo, inconscientemente por otros, sin tampoco
vengarse u ofrecer tontas certezas. Tal contención es el prerrequisito de cualquier
comunidad terapéutica.

Ahora vamos a examinar más estrechamente qué significa la idea de contención cuando
se trabaja con alguien en sufrimiento.

El sufrimiento como contención


El sufrimiento en sí mismo puede transformarse en una contención alquímica. El
psicoterapista Key Duff, escribiendo sobre su propia experiencia de vivir con
sufrimiento, explica cómo:
Los alquimistas insistían que dos cosas, debían pasar antes que la cura pudiera ser
extraída de la enfermedad: el problema debe ser encerrado en un recipiente y debe ser
reducido a su estado original a través de un proceso de desglose. Las limitaciones y la
inmovilidad de la enfermedad proveen el encierro (recipiente) que hace posible esta
transformación, precisamente porque no hay salida.
El aislamiento y la falta de simpatía o comprensión que la gente enferma a menudo
resiste, pueden incluso ser necesarias para asegurar las paredes del recipiente
(container), tal que nada se vierta o escape, y la materia interna pueda adquirir el punto
de transformación. El espacio cercado de la enfermedad, así como la terapia, intensifica
“la cría e incubación del huevo”.
Esta “intensificación” es la construcción del calor necesario para disolver el problema
en sus partes constitutivas, el primer paso esencial para la transformación alquímica:
En el recipiente cerrado del frasco del alquimista, el problema es reducido, desglosado,
y devuelto a su original estado de desorden, el cual el alquimista llama massa confusa,
que significa masa confundida. Lo que ha sido aprendido bajo la suposición de estado
de salud debe ser liberado bajo las exigencias de la enfermedad.

Y entonces lo que puede a un mismo tiempo parecer las paredes de la prisión del
sufrimiento, puede también ser visto como lo firme, estable, conteniendo los límites del
vaso alquímico, demarcando y sosteniendo el espacio para el potencial cambio.

El trabajo de equipo como contención

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El equipo o el trabajo de equipo, puede ser la familia del paciente junto con los
trabajadores de la salud de la comunidad, si el paciente está en su casa, o con los del
hospital si está internado. El factor más significativo para crear contención a la persona
que sufre es la red de relaciones de cuidado que establece seguridad y confianza a esa
persona. Sin embargo la contención que es creada por un equipo interprofesional no
resulta simple debido al diferente número de disciplinas involucradas en el cuidado y
tratamiento del paciente. El marco de contención (container) ha de ser construido, como
proceso que incluye un esfuerzo deliberado y consciente. Hay ciertas claves para esto:
• La familia del paciente y sus amigos más próximos deben ser vistos como el
centro del equipo de cuidado.
• Cada disciplina involucrada en el cuidado del paciente debe tener un sentido
claro de su propia identidad profesional. Estos vínculos identifican claramente
las fortalezas y limitaciones de las disciplinas en particular. Aunque esto es
especialmente pertinente para las diferentes especialidades de los profesionales
de la salud, es también aplicable a la familia y amigos del paciente y cuidadores
que están involucrados con una capacidad voluntaria.
• Entre las diferentes profesiones y grupos de voluntarios involucrados en el
cuidado de un paciente individual, debe existir un reconocimiento y un respeto
por las contribuciones y habilidades que los otros tienen para ofrecer. Debe
haber también conciencia de compartir áreas del cuidado en las cuales la buena
comunicación y la cooperación evitan duplicar esfuerzos, el territorialismo
interdisciplinario, y la confusión o “desborde” del paciente.
• El proceso de autoconocimiento del equipo proviene de disciplinas individuales
reunidas y de encuentros regulares interdisciplinarios. La intervención ocasional
de un facilitador externo que sea experimentado en manejo y psicodinámica de
grupos puede ser invalorable en este proceso. Esto es particularmente cierto en
estadios tempranos de la creación del equipo pero puede también ser de ayuda
para equipos bien establecidos cuando se trata de temas dificultosos del cuidado
de algún paciente en particular.

Aunque la buena comunicación intra e interdisciplinaria es la prioridad para el cuidado


del equipo interesado en construir una contención afianzada para el paciente sufriente,
el nivel de habilidades de las diferentes disciplinas que componen el equipo es también
importante. En otras palabras, cada disciplina necesita estar completamente instruida en
la aproximación hipocrática como la aplicación de sus dominios en la responsabilidad
clínica y ser efectiva en su labor terapéutica. Tal competencia ayuda a crear confianza
con los pacientes, disminuir sus miedos, e incrementar sus sentimientos de seguridad.

Relaciones como contenedores (containers)


Cicely Saunders habla de la contención que está relacionada de la siguiente manera:
La presencia real de otra persona es un espacio de seguridad. Yo recuerdo la
observación de dos psiquiatras que cuando los pacientes están en un clima de seguridad
ellos se darán cuenta qué está pasando por sus propios medios y no por miedo. Uno
dice: ¿cómo puede usted hablar de un clima de seguridad cuando la muerte es la cosa
más insegura que puede suceder?
A lo que el otro responde: Yo pienso que está usando la palabra equivocada. Pienso que
podría ser “garantía” (safety vs security). Un niño separado de su madre puede estar a
salvo pero se siente muy inseguro. Sin embargo un niño en los brazos de su madre
durante un ataque aéreo puede ser muy peligroso pero puede sentirse muy seguro.

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Tenemos que dar a todos los pacientes ese sentimiento de seguridad por el cual ellos
pueden comenzar, cuando ellos estén listos, para encarar el peligro.

La idea de la relación como contención ha sido extensivamente explorada en la


literatura psicoanalítica en términos de relación psicoterapéutica. Wilfred Bion es un
psicoanalista cuyos pensamientos parecen particularmente relevantes en esta visión. Su
modelo de “contención/contenedor“ha sido claramente resumido por el psicoanalista
Ricky Emmanuel:
En la teoría de Bion el desarrollo de la capacidad para pensar, o de ser curioso en cierto
sentido, o prestar atención, o aprender de la experiencia, depende de la experiencia del
niño de pensar en “ser”, o haber tenido la experiencia de alguien curioso en él o ella. En
el mismo sentido que el niño no aprenderá a hablar a menos que alguien le haya
hablado, esto mismo se aplica al pensamiento, a la curiosidad o a la atención.
La información disponible para el bebé desde dentro o fuera de él, lo enfrenta al
problema del cual es objeto, sentimiento, sensación o lo que sea. El bombardeo de
información sin sentido extiende los pensamientos del niño y pueden agobiarlo y todo lo
que él puede hacer es evacuar estas sensaciones y sentimientos displacenteros. La
psiquis del niño no está lo suficientemente desarrollada para contener sentimientos
poderosos de ningún tipo y en consecuencia es absolutamente dependiente de la
disponibilidad de algún objeto en el cual el niño puede deshacerse de estos
sentimientos.
Bion llama a este objeto “el contenedor” y el material puesto dentro del contenedor, en
esta instancia, “el contenido” a la información dolorosa incomprensible y agobiante. El
contenedor, la madre, luego tratará de dar sentido a la experiencia del niño pensando en
cuánto el niño le ha hecho sentir. Ella solo puede hacer esto si ha tenido la experiencia
de una madre que pudo hacer esto por ella, y lo ha internalizado y llevado dentro de si.
Este pensamiento sobre la comunicación del niño el cual la madre tiene ordenar para
Decir lo que el niño está comunicando, Bion lo llama ensueño (reverie). U a vez que la
madre ha ordenado lo que el niño está comunicando, ella puede responderle y el niño
puede sentirse comprendido. En otras palabras el contenedor actúa sobre el contenido a
través de la función de ensueño, y luego puede devolver el contenido al niño en una
forma digerida y modificada.
A medida que el niño tiene más y más experiencias como estas, esto hace posible que
incorpore en su mente un “pensamiento objeto”, si se quiere. Él puede luego utilizar este
pensamiento objeto, este contenedor, que ahora está internalizado, para comenzar a
pensar por sí mismo y por su propia experiencia. A partir de allí comienza a desarrollar
su propia capacidad de pensar y tener espacio en su propia mente. Él se vuelve más
fuerte, menos agobiado por la experiencia, más apto para esperar y para darle sentido a
la información que recibe; por ejemplo puede prestar atención a cosas a través de
identificarlas con el contenedor que se ocupa de él.
Bion dice que los sentimientos del niño son también poderosos para ser contenidos en
su propia personalidad. Para ser capaz de proyectarlos en el contenedor, el niño puede
investigar estos sentimientos en una personalidad lo suficientemente poderosa para
contenerlos. Él da el ejemplo del niño asustado que está muriendo (que exita) el miedo
de estar muriendo en la madre, y concluye:
Una madre bien equilibrada puede aceptar estos sentimientos y responder
terapéuticamente, por ejemplo, de tal manera que el niño reciba su propia personalidad
asustada de vuelta pero de una forma que él puede tolerar; los miedos son manejables
por la personalidad infantil.

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Para aquellos poco familiarizados con la literatura psicoanalítica, todo esto llamado
“madre” y “agobio infantil” puede parecer alejado de lo concreto, de la experiencia
cotidiana del cuidado de alguien que vive con una enfermedad avanzada e incurable. Sin
embargo, desde mi experiencia la teoría de Bion del “contenedor/contenido”, me parece
como una precisa descripción de lo que repetidamente encuentro en la práctica clínica.
Aquellos que sufren de enfermedades avanzadas e incurables están enfrentados con lo
desconocido. Como una paciente me expresó algunos días antes de morir: ”Necesito
ayuda para esto (morir). Nunca lo hice antes”. Parece muy plausible que los
sentimientos poderosos de semejante experiencia podrían resonar con un “largo olvidar”
y posibilidad de memorias de impotencia pre- verbal y una infancia desvalida para
disparar reacciones primitivas de supervivencia, según la línea que Bion sugiere.
Es un peligro real que el paciente esté agobiado o inmovilizado por estas emociones
primarias. De acuerdo con la teoría de Bion “estar ahí” con el otro en su sufrimiento
incluye una habilidad para contener este material emocional. Esta contención por el
cuidador permite al paciente sentirse escuchado, tanto como sentirse contenido y
seguro.
Considerando y procesando, ( “pensamientos o ensueño” de Bion) el material contenido
a nivel individual o de equipo y luego respondiendo en sentido apropiado, el cuidador
puede comenzar a conocer las necesidades del paciente y facultar al individuo para vivir
con sus sentimientos ambivalentes.
La relevancia obvia de las observaciones de Bion en relación al cuidado, subraya la
necesidad de tener más incorporada la teoría psicoanalítica traducida a los conceptos
clínicos cotidianos en la esperanza de crear una mayor conciencia y por consiguiente un
modo más holístico de cuidar.
Esto puede no solamente incrementar la efectividad de la práctica clínica sino ayuda a
prevenir el burn out del staff y los abusos en los obvios poderes diferenciados que
existen en ciertos ambientes.
Lo sólido, las paredes de piedra de los templos de sanación de Esculapio, son una
metáfora de la contención del cuidado. Hemos considerado cómo esto es creado por el
paciente en el ámbito clínico por la experiencia del sufrimiento mismo, y a través de la
relación con el equipo y sus miembros individuales. Ahora vamos a considerar en más
detalle que puede significar el cuidado individual.

Sección 4
Educando al curador (sanador) herido
Al aproximarse su propia muerte, François Mitterand, el expresidente de Francia,
escribió acerca de la curación en el sufrimiento en la siguiente manera:

En el momento de soledad total, cuando el cuerpo se rompe en el borde del infinito, un


tiempo separado comienza a correr y no puede medirse de ninguna manera normal. En
el curso de varios días, a veces con la ayuda de otra presencia que permite a la
desesperación y el dolor manifestarse, el morir agarra sus vidas, toma posesión de
ellos, desata su verdad. . . . Es como si, en la culminación, todo logra liberarse del
remolino de los dolores y las ilusiones interiores que nos impiden pertenecer a nosotros
mismos.

Perry nos dice que, hacia el final del encuentro terapéutico (analítico), la experiencia de
la integridad puede ser compartida tanto por el paciente como por el cuidador:

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Ambos paciente y analista han viajado aún más lejos a lo largo del camino de la
individuación; ambos han sido transformados por el trabajo. El paciente ha
incorporado con optimismo al analista como una figura útil, y ha interiorizado la
relación analítica, que continuará actuando como un recurso interior, poderoso y
positivo, especialmente durante tiempos difíciles. El analista ha ampliado igualmente y
ha profundizado su experiencia y pericia clínica, y ha cambiado principalmente como
resultado de sus errores y defectos.

Volviendo al modelo de Bion de “contenedor/contenido”, Emmanuel nos recuerda las


recompensas potenciales de la contención, al advertir que este proceso tiene también
peligros muy verdaderos:

En la contratransferencia, los sentimientos pueden ser despertados en el terapeuta para


los propósitos de comunicación (como lo describió Bion) requiriendo un período de
residencia en la mente del terapeuta, el contenedor, experimentando la transformación
al pensar en ellos y luego devolviéndolos en una forma más tolerable a la persona. Esto
ayuda a la persona a tolerar algo intolerable, dándole sentido al verdadero significado
de la contención. . . . La habilidad y la tarea terapéuticas se basan en escoger el
momento apropiado para devolver el sentimiento. Sin embargo, si el sentimiento no ha
sido desintoxicado lo suficiente al ser experimentado y pensado lo bastante tiempo por
el terapeuta y trata de devolverlo demasiado pronto, el paciente sentirá que el
terapeuta trata de empujar, de meter el sentimiento devuelta en él y lo experimentara
como un asalto. El terapeuta sería sentido entonces como la comunicación hostil
rechazando al contenedor y se instalará un círculo vicioso, dónde la persona puede
tratar de reproyectar el sentimiento con mayor fuerza. Si el terapeuta puede aceptar la
proyección del sentimiento, dejarlo entrar y sobrevivir a su estadía en su psique, sin
caer totalmente presa de él mismo, entonces la persona puede otra vez o por primera
vez desarrollar la creencia que existe un contenedor para la mayoría de sus
sentimientos primitivos.

Así como la curación puede ser experimentada el por paciente y el médico, cuándo las
cosas fallan en el proceso de la contención, ambas partes pueden sufrir. Para el paciente,
la experiencia de la falta de la contención y/o de un “contenedor defectuoso” puede
tener como resultado una amplificación de su sufrimiento, un sentido aumentado del
aislamiento y una “actuación” de su distress en comportamientos que pueden ser
autodestructivos. Para el cuidador los peligros potenciales son también verdaderos,
múltiples, y pueden dañar al cuidador y/o la relación terapéutica. Estos incluyen
situaciones dónde el cuidador reacciona inconscientemente ante sentimientos de
contratransferencia de antipatía, cólera, o temor en maneras que pueden ser dañinas para
ambos. También está el riesgo de lo que Jung llamó “infección inconsciente” y de la
“enfermedad siendo transferida al médico” dónde el cuidador enferma (física o
psíquicamente) por el contagio inconsciente a través del contenido de la psiquis del
paciente en la transferencia. Finalmente, hay el peligro de “inflación” donde el
cuidador, inconsciente de la separación del arquetipo de l curador herido, se
sobreidentifica con el polo “curador” del arquetipo y se siente y actúa como Dios en una
manera que transforma a su paciente en un objeto de su poder.
¿Dado el potencial curativo de la relación y dado que existe también el riesgo del
fracaso y el peligro aquí para ambos paciente y cuidador, cómo podemos prepararnos
mejor para la tarea desafiante del cuidado consciente?

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En el mundo de la psicología profunda y del psicoanálisis esto toma la forma
entrenamiento en análisis y supervisión clínica progresiva. ¿Pero qué puede significar
esto para otros trabajadores de la salud y para la familia y amigos de aquellos sufriendo
una enfermedad avanzada y terminal? ¿A qué puede parecerse una preparación y
educación en los elementos esenciales de la curativo y de la contención de Asklepios, el
uso terapéutico del ser, y la habilidad de trabajar con el poder curativo de la naturaleza,
en la práctica?

Conceptos centrales
Reconocimiento de la necesidad y del valor del trabajo interior/personal como parte
integral y central de la educación en la asistencia médica
La instrucción en la inmensa mayoría de disciplinas de asistencia sanitaria se basa
principalmente en el conocimiento y en las habilidades. Implícito en esto esta la
suposición que lo que realmente importa en el negocio de la salud es cuánto conocemos
y cuán hábiles somos al poner esto en práctica.. En esencia, esta es una formación que
es informada solo por los valores de la medicina Hipocrática. Al reconocer las fuerzas y
los valores de este tipo del enfoque, una educación en la curación de Asklepian empieza
con el reconocimiento que cuando tratando con el sufrimiento, un énfasis diferente y un
foco diferente se necesitan. La premisa básica a educar al curador herido es la
comprensión que que somos como asuntos de cuidadosos. El uso terapéutico de auto
calJs para un compromiso al trabajo interior correr en la paralela al trabajo exterior de la
instrucción Hipocrática. Reconociendo las fortalezas y valores de ese tipo de
acercamiento, la instrucción en la curación de Asklepios comienza con el
reconocimiento que un enfoque y un énfasis diferente son necesarios cuando se trata
con el sufrimiento. La premisa básica en la educación del curador herido es el
entendimiento de que es importante quienes somos como cuidadores. El uso terapéutico
del SELF llama a un compromiso para que el trabajo interior exista en paralelo al
trabajo exterior del entrenamiento Hipocrático.

Comprensión y habilidad de trabajar con la psicodinámica del encuentro curativo

Esto implica ganar un entendimiento en temas de transferencia y contratransferencia.


Ganar habilidad en reconocer cuando ocurre la contratransferencia y encontrar maneras
de trabajar y lidiar con su dinámica de modo que facilite el proceso curativo.

Una apreciación de la naturaleza arquetípica de la curación

Mientras que en la medicina Hipocrática el cuidador puede experimentar ser el agente


que produce la curación, en la curación por Asklepios el agente de curación es el
"divino". Aunque el trabajador de salud juegue un papel activo en crear un espacio
seguro que contiene el sufrimiento del paciente, la curación, cuándo, y si ésta llega, lo
hace desde un reino más allá de la voluntad o del esfuerzo. Necesitamos estar
advertidos que al cuidar de otro en el sufrimiento, lo máximo que podemos hacer,
(como afirma el psicoterapeuta David Findlay) es preparar y mantener ése espacio
donde lo milagroso pueda ocurrir.

Familiaridad con enfoques que le permiten al paciente abrirse hacia y para conseguir
acceso a los niveles más profundos de su propia psique

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Para una mayoría de pacientes en sufrimiento, la curación interior parece suceder
espontáneamente dentro de la contención del cuidado. Este grupo de pacientes y
aquellos cuyo sufrimiento parece insoluble pueden beneficiarse con enfoques tales
como trabajo con sueños, trabajo con imágenes, arte terapia, musicoterapia, masaje,
trabajo del cuerpo y la meditación, todos los cuales pueden verse como maneras de
cooperar y catalizar la potencial curación profunda y natural de la psique.

Metodología
La base esencial del conocimiento de la medicina Hipocrática puede enseñarse
didácticamente, pero la curación de Asklepios debe aprenderse de la experiencia. Hay
una base del conocimiento aquí también pero este debe enseñarse dentro del contexto de
la experiencia personal.

El trabajo interior/personal,

Este es el componente más importante de la educación en la curación de Asklepios,


construyendo la premisa que quiénes somos como cuidadores es la piedra angular del
proceso de curación. “Médico, conoce tu ser” es donde comienza. Como lo
consideramos anteriormente esto no significa tenerlo todo resuelto (psicológicamente
hablando) antes de ser capaces de asistir eficazmente a nuestros pacientes. Significa
sin embargo tener en cuenta que quienes somos como personas será el espacio
contenedor para aquel que sufre. Trabajar con la experiencia personal en el contexto
clínico puede suceder de variadas maneras. Por ejemplo, a los estudiantes se les podría
pedir llevar un diario dónde registrar sus sentimientos y reacciones durante los
encuentros clínicos. Luego podrían encontrarse con un supervisor clínico experimentado
en la psicodinámica del cuidado de manera periódica. Otra posibilidad sería para
estudiantes hacer psicoterapia personal o grupal, a lo largo de su formación y continuar
con una supervisión clínica y personal una vez graduados.

Aprendizaje

Esto significa pasar tiempo con otros más experimentados en los métodos del curador
herido. Los maestros más importantes son los mismos pacientes, y un modo imaginativo
sería permitir a los estudiantes compartir las experiencias de enfermedad y sufrimiento
de sus pacientes. Se podría utilizar un enfoque antropológico donde, por ejemplo, a un
estudiante se le asigna uno o más pacientes con enfermedad o incapacidad crónica para
seguir durante su entrenamiento. Otra posibilidad sería para el estudiante pasar un
tiempo en el hogar de tal paciente y su familia y tomar parte en el cuidado diario del
paciente, inclusive asistir pacientes externos al hospital y visitándolos cuando se
internen. El aprendizaje puede involucrar también a los estudiantes a que pasen tiempo
con psicoterapeutas, con terapeutas de arte y música, y con los otros que trabajan
principalmente con el modelo de Asklepios.

Enseñanza de taller empírica

La enseñanza de taller, usando técnicas como visualización, interrogatorio reflexivo, y


juego de roles, puede permitir que los estudiantes experimenten y reflexionen sobre
muchos de los aspectos psicodinámicos del encuentro curativo de un modo seguro y
controlado.

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El formato de taller empírico también puede usarse para iniciar a los estudiantes en
reconocer y responder a la comunicación inconsciente de los pacientes y a los métodos
de trabajar con la curación inherente y dinámica de la psique.

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