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10.4 Fases militares de la Guerra Civil.

La evolución política y económica de las dos


zonas. Consecuencias económicas y sociales de la guerra. Los costes humanos

FASES MILITARES
Ante el fracaso parcial del golpe en julio de 1936 y la imposibilidad de la República de contener
ese golpe en ciertos puntos, se inicia la guerra. Esta dividió a España en dos bandos
equilibrados, y se distinguieron varias fases.

1ª FASE. Toma de Madrid Julio 1936- marzo 1937


El objetivo de los sublevados era la conquista rápida de Madrid.
Esta primera fase estuvo marcada por el avance de columnas, fuerzas ligeras motorizadas que
tenían como objetivo prioritario la conquista de la mayor parte del territorio posible.
En el caso de las columnas franquistas, la ofensiva hacia Madrid se planteó en 2 zonas:
- Pamplona: El general Mola organizó columnas y emprendió dos ofensivas: una para
San Sebastián, con un éxito inmediato, y otra para Madrid, que fue frenada en el
Sistema Central por milicias republicanas.
- Sevilla: Una vez controlada la ciudad por Queipo de Llano, dominaron la Andalucía
occidental y Extremadura para encaminarse hacia Madrid por el valle del Tajo.
Franco, que se encontraba camino a Madrid, retrasó su llegada al recibir noticias de asedio del
Alcázar de Toledo por los republicanos, de este modo llegaría primero a Toledo liberando el
Alcázar.
El avance de las columnas franquistas les había permitido ocupar las zonas periféricas de
Madrid a finales de octubre. Ante el temor de la caída de la capital, el Gobierno republicano
abandonó Madrid y se trasladó a Valencia. Ante este vacío de poder le fue encomendada la
defensa de la ciudad a la Junta de Defensa de Madrid, dirigida por el general José Miaja y con
el apoyo del teniente coronel Vicente Rojo, al frente de las operaciones militares.
La llegada de las Brigadas Internacionales y los milicianos de Aragón y Cataluña, además del
cansancio de las tropas sublevadas y una mala planificación estratégica, hicieron que Madrid
resistiera.
Los combates más cruentos se libraron en el entorno de la Casa de Campo y Ciudad
Universitaria. Además, la resistencia de Madrid se manifestó mediante el eslogan “¡No
pasarán!”, un mito para el antifascismo mundial y símbolo de la resistencia.
En febrero y abril de 1937, Franco intentó conquistar de nuevo Madrid por el este teniendo
lugar las batallas de Jarama y Guadalajara, aunque volvieron a fracasar. A pesar de eso, en
febrero los nacionales consiguieron tomar Málaga.

2ª FASE. Frente Norte Abril- octubre 1937


Ante la imposibilidad de entrar en Madrid, Franco decidió cambiar de estrategia y conquistar la
cornisa Cantábrica, una de las principales zonas industriales del país.
El ejército franquista contaba con la superioridad aérea, gracias a la ayuda alemana cuya
Legión Cóndor realizó lis primeros bombardeos sobre la población civil en Durango y Guernica
(abril 1937).
En junio comenzó la ofensiva sobre Bilbao, que supuso la ruptura del Cinturón de Hierro, una
línea defensiva compuesta por búnkeres y trincheras que resultó insuficiente para frenar el
avance franquista.
Finalmente, los republicanos se retiraron a Santander y se rindieron mediante la firma del
Pacto de Santoña.
Las tropas franquistas avanzaron después sobre Asturias. En octubre de 1937 ocuparon Gijón y
avanzaron la región, pese a la lucha de los mineros, muchos se negaron a rendirse y
prosiguieron la lucha desde las montañas, convertidos en guerrilleros conocidos como maquis.
Ante el avance del ejército nacional hacia el norte, los republicanos llevarán a cabo unas
ofensivas sobre Brunete y Belchite para sopesar la presión de los nacionales, aunque ambos
fracasaron. Por otro lado, desde Barcelona partieron hacia Aragón milicias compuestas por los
anarquistas de la CNT, la FAI y los trotskistas del POUM. Además, cabe destacar la acción del
Quinto Regimiento, milicia formada por el PCE y bajo la dirección de Enrique Císter.

3ª FASE. Frente Este. Octubre 1937- abril 1939


Tras conquistar el norte, Franco volvió a centrar su objetivo sobre Madrid. Los republicanos
intentaron reducir la presión sobre la capital atacando Teruel. Las fuerzas mandadas por
Líster, llamado el Campesino, controlaron la ciudad en diciembre del 37, convirtiéndola en la
única capital de provincia conquistada por la República. El contraataque franquista le permitió
recuperar la ciudad en enero de 1938, tras la batalla de Alfambra.

Con los republicanos derrotados, Franco en lugar de tomar Cataluña fácilmente, decide
dirigirse al Mediterráneo. Así, en abril del 38 alcanzaron Vinaroz (Castellón), el Gobierno
republicano se traslada entonces a Cataluña pues la salida a Francia era fácil, y Cataluña queda
aislada del resto de la zona republicana.
Al llegar a las costas Mediterráneas, Franco inicia el ataque sobre Valencia y la República trató
de pararlo con una ofensiva que provocó la batalla más larga y dura de toda la guerra, la
batalla del Ebro, que se libró en 2 frentes:
- Diplomático: La situación de preguerra vivida en Europa en 1938, llevó a la postura de
Negrín de alargar la guerra hasta internacionalizar el conflicto como un aspecto más
de la guerra en Europa. Esto llevó a la división de la República en aquellos partidarios a
acabarla, como Azaña, y aquellos partidarios a resistir.
- Militar: La llegada del material bélico soviético permitió poner en marcha la ofensiva
republicana. Los objetivos del mando republicano eran frenar el avance franquista
hacia Valencia y Cataluña, reunificar la zona republicana y aislar a una parte del
ejército franquista. En julio de 1938 se inició el paso del Ebro de las tropas
republicanas, realizado por distintas zonas de las provincias de Lérida y Tarragona.
Pero la superioridad franquista paralizó la defensiva. En noviembre las tropas
republicanas retornaron a sus posiciones iniciales evidenciando su derrota. En la
ofensiva, el Gobierno había empleado sus últimos recursos humanos y militares, y con
ello se evidencia su derrota y la necesidad de una paz negociada.

En diciembre de 1938 Franco inició la ofensiva final contra Cataluña, los encargados de dirigir
las tropas fueron Yagüe, Moscardó y Muñoz Grandes.
La República, que ya no recibía material soviético, solo resistió una semana al ataque
franquista, hasta que se derrumbó en Seròs y muchos de los residentes se exiliaron, lo que
facilitó la ocupación franquista de toda Cataluña. En enero del 39 entraron en Tarragona, y
desde allí tomaron Barcelona.
La caída de Barcelona obligó al Gobierno a trasladarse a Gerona, donde tuvo lugar la última
sesión de Cortes republicanas en España. La caída de Cataluña trajo como consecuencia el
reconocimiento diplomático del Gobierno de Franco. Ante esta situación, Azaña, refugiado en
Francia, presentó su dimisión como presidente de la República.

Los días previos a la ocupación de Cataluña, el gobierno de la República y los de Cataluña y el


País Vasco habían cruzado la frontera. Negrín regresó poco después y mantuvo la presidencia
del Gobierno. Pero en el bando republicano se acentuó la rivalidad en torno a dos posturas
sobre qué hacer con la guerra:
- Resistencia: era la postura de Negrín y sus partidarios comunistas y parte de los
socialistas, quienes seguían confiando en que el estallido de la guerra europea
favorecería a la República.
- Rendición: era la posición defendida por los anarquistas de la CNT y por la rama
socialista de Julián Besteiro, además de la mayoría de los bandos militares, como el
coronel Segismundo Casado, quien intentará negociar una paz sin éxito. El propio
Franco animó estas iniciativas, prometiendo clemencia y ciertas concesiones si se
derrocaba al Gobierno de Negrín

Finalmente, el 5 de marzo de 1939 el coronel Casado llevó a cabo un golpe de Estado en


Madrid y creó el Consejo Nacional de Defensa, presidido por Miaja. También se ordenó la
detención y la ejecución de comunistas y militares ligados a Negrín.
El coronel Casado quiso llegar a un acuerdo con los franquistas, pero Franco solo aceptaría una
rendición sin condiciones.
El 26 de marzo las tropas franquistas iniciaron su ofensiva final, a la que llamaron de la
Victoria. El 28 de marzo se produjo la caída de Madrid. Más tarde, las tropas franquistas
entraron en el resto de las zonas republicanas: Jaén, Ciudad Real, Albacete, Valencia y Murcia.
La última ciudad en ser tomada fue Alicante, que cayó el 31 de marzo, y el 1 de abril de 1939
Franco firmaría el último parte de guerra.

EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA


En la zona de la República, el golpe produjo una situación de desgobierno que se vio agravada
por el estallido de una revolución social. Se establecieron dos posturas enfrentadas: la de
aquellos que vieron en la guerra la oportunidad de realizar una revolución, y la de aquellos que
priorizaban vencer la guerra.
Como consecuencia, el Estado tuvo que afrontar la existencia de iniciativas incontroladas,
fundamentalmente de tipo anarquista, que provocaron frecuentes enfrentamientos internos y
restaron eficiencia para ganar la guerra.

Gobierno de Largo Caballero


En septiembre de 1936 Azaña encomendó al socialista Francisco Largo Caballero la creación de
un Gobierno de concentración con ministros de todas las fuerzas políticas (Izquierda
Republicana, PSOE, Unión Republicana, Esquerra Republicana y PCE.)
Intentaron reconstruir el Estado a través de una serie de iniciativas:
Construcción de un Ejército: las milicias populares fueron sustituidas por el Ejército Popular de
la República, lo que provocó una tensión con los anarquistas y los trotskistas
El control del orden público, para ello se constituyó los tribunales populares, con los que se
pretendía acabar con la actuación independiente de las milicias
Implantación de una economía de guerra: se pusieron en marchas iniciativas para recuperar la
productividad:
- En el sector agrario se promulgó un decreto para expropiar las tierras de los
propietarios que habían apoyado la insurrección, las tierras se entregarían a
campesinos que las explotasen.
- En el plano industrial, las empresas fueron incautadas y pasaron a ser controladas por
comités de obreros
Confirmación del apoyo vasco: en octubre de 1936 las Cortes aprobaron el Estatuto de
Autonomía del País Vasco. José Antonio Aguirre fue elegido primer lendakari. Además, un
miembro del PNV se integró en el Gobierno, garantizando a la República del apoyo nacionalista
vasco.
Con todas estas medidas, Largo Caballero pudo recuperar los poderes de un Estrado en el que
el PCE fue ganando influencia debido a su disciplina y al apoyo de Stalin.

En 1937 se produjeron los Sucesos de Mayo, que enfrentaron a las fuerzas que defendían a la
República, aglutinadas en torno al PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña) y las fuerzas
de orden público, contra los anarcosindicalistas la CNT y la FAI y los trotskistas del POUM. Los
enfrentamientos se prolongaron durante una semana y saldaron con más de quinientos
muertos y con el relevo de Largo Caballero por Juan Negrín, por decisión de Azaña

Gobierno de Juan Negrín


Su prioridad fue erradicar el clima revolucionario con el propósito de ofrecer una imagen
moderada en el exterior. Para ello nacionalizó la industria de guerra y disolvió el POUM. En su
gobierno tuvo un peso especial el ministro de Guerra Indalecio Prieto.
La eficacia de sus medidas fue inmediata, lo que permitió que el Ejército Popular tuviese
capacidad para realizar las ofensivas de Belchite y Teruel.

Las alusiones de Prieto al control que los comunistas ejercían sobre el ejército y su mentalidad
derrotista llevaron a Negrín a sustituirle y a asumir él mismo la cartera de Guerra. Tras esta
decisión se escondía un bando republicano dividido entre quienes eran partidarios de una
rendición negociada, como prieto, o aquellos partidarios de resistir ante la perspectiva de que
el estallido de la guerra en Europa ofreciera nuevas opciones a la República. Entre estos
últimos se encontraba Negrín, que difundió sus trece puntos, una declaración que buscaba la
paz y el establecimiento de una república moderada

EVOLUCIÓN POLÍTICA ESPAÑA FRANQUISTA


Los rebeldes comenzaron la guerra sin un claro líder. Quien estaba llamado a serlo, el general
Sanjurjo, sufrió un accidente aéreo mortal. Desde los primeros pasos de la guerra, el bando
sublevado mostró una disciplina y unidad de mando que resultaron trascendentes en el
resultado de la guerra.

La muerte del general Sanjurjo significó la pérdida del principal referente de los sublevados.
Así, en el norte, el general Emilio Mola hizo valer su como instigador de la rebelión, aunque su
prestigio decayó ante su incapacidad para tomar Madrid. Por su parte, en Andalucía el general
Gonzalo Queipo de Llano, ejercía su crueldad absoluta marcada por la crueldad de su
represión. Por último, desde Marruecos sobresalía la figura del general Francisco Franco, cuyo
prestigio iba en aumento gracias a sus victorias y a sus buenas relaciones con Alemania

Para organizar la sublevación, en julio de 1936 se creó la Junta de Defensa Nacional, radicada
en Burgos y presidida por Cabanellas. De esta junta surgió la necesidad de crear una jefatura
política. De esta forma, debido a la popularidad y el éxito en Toledo del general Franco, se
nombro a este el 1 de octubre de 1936 jefe del Gobierno del Estado español, y Generalísimo
de los Ejércitos, optando a la jefatura política y militar de los sublevados.

En Burgos quedó constituida la Junta Técnica de Gobierno, dirigida por el general Dávila, pero
el mando real, bajo la Junta de Defensa Nacional, se encontraba en Salamanca, en el cuartel
general de Franco. Allí se fue gestando su clientela política y se diseñó una campaña
personalista que lo presentaba como caudillo.

Ideológicamente, los sublevados formaban un gran grupo de partidos políticos: la CEDA,


Renovación Española, tradicionalistas (carlistas), cuyas milicias denominadas requetés,
desempeñaron un importante papel en la campaña del norte. Frente a ellos, y cada vez con un
mayor número de afiliados, se encontraba la Falange, cuyo líder Primo de Rivera había sido
fusilado en Alicante.

En diciembre del 36 se produce una militarización de los voluntarios bajo el control y la


organización del ejército. Por otro lado, en abril de 1937 se promulgó el decreto de unificación,
por el que Franco con la ayuda de Ramón Serrano Suñer, integró a todas las fuerzas políticas
en un partido único, la Falange Española Tradicionalistas y de las Juntas de Ofensiva Nacional
Sindicalista (FET y JONS).

En enero del 38 comenzará el primer gobierno de Franco, que estará apoyado por las familias
políticas (Falange, Ejército e Iglesia). Además se iniciará la legislación de lo que será el
franquismo:
- Quedan abolidas las medidas laicistas
- Se lleva a cabo una censura de prensa
- Se suprime el pluralismo político y quedará un solo partido, la Falange
- Mayor presencia eclesiástica en la vida
- Se hará el primer fuego de trabajo
- Se crearán los sindicatos verticales (sindicatos corporativos con obreros, patronos y
ministros)

CONSECUENCIAS DE LA GUERRA

Consecuencias humanas
La guerra provocó un gran número de víctimas mortales, entre ellos muchos civiles que
fallecieron a causa de bombardeos o asesinados en la retaguardia.
La crueldad de ambos bandos provocó el odio entre la población, así como una fractura social.
Además, se produjo una represión contra el bando contrario. Muchos republicanos, tanto
combatientes como militantes de partidos de izquierda y sindicalista, se vieron obligados a
sufrir un exilio forzoso, además de intelectuales y artistas a favor de la república, que también
sufrieron encarcelamientos (Lorca, Miguel Hernández, Pedro Muñoz Seca).
Un gran número de exiliados fueron a campos de internamiento en el sur de Francia, algunos
lograron partir a México o Latinoamérica, y otros muchos fueron llevados a campos de
concentración nazis empezada la Segunda Guerra Mundial.
Cabe destacar el papel de los denominados niños de la guerra, que durante el conflicto fueron
evacuados a países extranjeros, como la Unión Soviética, y muchos de ellos no volvieron a
España.
Una vez finalizada la guerra, muchos de aquellos que no defendían el régimen franquista y no
marcharon al exilio acabaron en prisiones, campos de concentración o campos de trabajo
forzado

Consecuencias económicas
Se perdió parte de la maquinaria, aunque en los grandes centros productivos la mayoría de las
instalaciones industriales quedaron intactas.
En el sector de las comunicaciones gran parte de las infraestructuras de transporte se vieron
dañadas y se perdió un gran porcentaje de ferrocarriles o vehículos.
Los bombardeos acabaron con miles de viviendas, y el descenso de la producción derivó en la
escasez de productos alimenticios. Esta situación fue mayor en las zonas republicanas, pues se
concentraba una cantidad mayor de población civil, pero al finalizar el conflicto todo el país se
vio privado de la mayoría de bienes de consumo y se establecieron las cartillas de
racionamiento para acceder a los productos básicos.
En cuanto al pago de las necesidades bélicas, por parte de los sublevados con las deudas
contraídas con Alemania, Italia y compañías petroleras estadounidenses, y por la parte
republicana, que saldó su deuda con los soviéticos, franceses y mexicanos con el oro del Banco
de España

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