El ritmo

Escrito por Silverwings en Escuela de música | 11 comentarios

El ritmo es uno de los elementos más importantes de la música, junto con la melodía, la armonía y la forma. El ritmo puede
definirse como la combinación armoniosa de los elementos sonoros, puesto que ordena los sonidos en el tiempo y combina
las distintas duraciones. El ritmo es, además, un elemento «premusical» porque antes que la música existía el ritmo (como los
movimientos de la Tierra, las fases lunares, el vaivén del mar…). Es decir, el ritmo nació antes que la música. Puede haber
ritmo sin música, pero la música no puede existir sin ritmo. Podemos decir que el ritmo es esencial para aprender a cantar.

Los elementos del ritmo

Los elementos del ritmo son:
1. Pulso/tempo: el pulso es la forma más simple y elemental de ritmo. Es el latido interior de la música, el ritmo básico,
constante y continuo. Según su velocidad indicaremos el tempo, que es la velocidad a la que va ese pulso.
Términos italianos para definir el tempo
– presto: muy rápido
– allegro: rápido
– moderato: normal
– andante: tranquilo
– adagio: despacio
– largo: muy despacio
2. Acento: el ritmo se mide con los acentos. Cuando oímos una música, notamos que hay algunos pulsos que tienen un
énfasis; eso son los acentos. Es decir, son el contraste entre pulsos (porque hay uno que contrasta entre los demás).
Según su acentuación, los ritmos se dividen en tres tipos: binario, ternario y cuaternario.
Tipos de ritmo según su acentuación
● Ritmo binario: de cada dos pulsos, tiene más énfasis el primero.
Es típico de las marchas. Tiene carácter pendular, porque se parece al vaivén del péndulo.
● Ritmo ternario: de cada tres pulsos, se acentúa el primero.
Es típico de los valses, las salsa, etc. Tiene carácter rotatorio.
● Ritmo cuaternario: de cada cuatro pulsos, tiene más énfasis el primero.
Tiene carácter narrativo, y esto se debe a que entre cada acento podemos «contar» muchas cosas, o lo que es lo mismo,
«hacer mucha música».
3. División: es la partición del pulso en mitades o en tercios.
Con esto empezamos a trabajar la disociación, o lo que es lo mismo, ser capaces de marcar ritmos distintos con cada mano a
la par (cada mano a un tempo diferente).
4. Ritmo interno: es el conjunto de sonidos sobre el ritmo.
Ritmos regulares e irregulares
Hay ritmos que son regulares, porque siguen la misma fórmula o combinación rítmica todo el rato.
Estos son los llamados ritmos de amalgama, es decir, ritmos regulares mezclados:
‘| | ‘| | | ‘| | ‘| | | → ritmo binario con ternario
‘| | | | ‘| | ‘| | | | ‘| | ‘| | | | → ritmo cuaternario con binario
‘| | | ‘| | | ‘| | ‘| | ‘| | | ‘| | | ‘| | ‘| | → ritmo ternario con binario
Hay otros ritmos irregulares, que son aquellos en los que la acentuación no es regular, es decir, que es aleatoria.
| ‘| | ‘| ‘| | | | | ‘| ‘| | | ‘| ‘| → ritmo irregular
La escritura musical del ritmo
El ritmo se escribe con unos signos llamados figuras y silencios. Las figuras representan la duración de los sonidos; los
silencios no tienen sonido, pero sí duración. Cada figura tiene su correspondiente silencio.
Figuras

● Negra: 1 pulso. Se divide en cabeza y plica.

● Corchea: 1/2 pulso. Se divide en cabeza, plica y corchete. Las solemos encontrar juntas.
● Semicorchea: 1/4 pulso. Se compone de cabeza, plica y dos corchetes.La solemos encontrar escrita de 4 en 4,

para que dure un pulso.

● Blanca: 2 pulsos. Cabeza y plica.

● Redonda: 4 pulsos. Cabeza.

Entre las figuras, podemos marcar equivalencias:

FIGURA EQUIVALENCIA
REDONDA 2 BLANCAS
BLANCA 4 NEGRAS
NEGRA 8 CORCHEAS
CORCHEA 16 SEMICORCHEAS
Silencios
– Silencio de redonda 4 pulsos
– Silencio de blanca 2 pulsos

– Silencio de negra 1 pulso

– Silencio de corchea ½ pulso

– Silencio de semicorchea ¼ pulso

Existen dos tipos de silencio que podemos ver escritos en una partitura: el de complemento y el de preparación. El
silencio de complemento completa el tiempo o el compás, y aparece al final del mismo. El silencio de preparación
precede a la figura.

Ritmo musical y lenguaje

Para poner texto a un ritmo debemos de observar algunas reglas, que cuando trabajamos con niños pequeños, es necesario
tenerlas en cuenta, ya que les estamos enseñando a hablar, leer y escribir. Cuando sean más mayores, ya serán más
capaces de alterar el ritmo. Es decir, podremos saltarnos las normas adrede.
Una de las reglas que debemos siempre respetar es hacer coincidir la acentuación tónica del lenguaje con la acentuación
tónica del ritmo.
Ejemplo:

Cuando encontremos en un ritmo dos corcheas en parte átona (que no se debe acentuar), la primera siempre será más fuerte
que la segunda. En el ejemplo anterior podemos observar este fenómeno: en las sílabas «de» y «ma», se pronunciaría con
más fuerza «de» por ser la primera corchea en una parte átona de la letra de la canción.