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Santo Tomás de Aquino: siglo XIII.

Su filosofía se denomina “escolástica”, pues se desarrolla en las escuelas


(universidad/academia). Se basaba en hacer filosofía siguiendo el máximo rigor lógico
de las cosas.
Debido a la época en la que se encontraba, había varios temas filosóficos que no se
podían tratar, como, por ejemplo, la fe. El mayor problema surge con el enfrentamiento
entre fe y razón. Pues la razón te lleva a una solución que aparenta negar las ideas
religiosas.
Ante esto, encontramos la doctrina de la doble verdad, (Averroes, Siger de Bravante…).
Su idea es que, si la razón te lleva a una verdad que no coincide con la fe, las dos son
verdad, pero la fe es superior. Tomás de Aquino adopta esta doctrina y le da un sentido
más riguroso.
Según él, esta doctrina es falsa, para él, la razón tiene una serie de cuestiones en las
que la fe no interviene, y por otro lado, en la fe hay cuestiones en las que la razón no
puede intervenir. No obstante, hay un punto de encuentro en el que la filosofía y la fe
se encuentran, es decir, la filosofía puede hablar de temas que trata la fe. Se les conoce
como preámbulos de la fe. Algunos temas podrían ser, por ejemplo, la inmortalidad
del alma o la existencia de Dios, pues la fe y la filosofía los afirman.
Para Santo Tomás de Aquino la fe guía a la razón por el buen camino. La fe actúa como
inspiración, mientras que la razón pule ciertas ideas de la fe. Todo esto sin abandonar
la idea de que la fe es superior, claro está.
Si en ese encuentro tu razonamiento no coincide con ciertas ideas religiosas es porque
te has o estás equivocado.
Si nos remontamos a Aristóteles, para él, Dios, no es, obviamente, un Dios creador,
pero sí tiene claramente el carácter de un principio universal del que depende el ser
actual y el orden de las cosas. Sólo lo potencial, y particularmente la materia, no
dependen ni proceden de él.
Pues Santo Tomás corrige a Aristóteles mediante las 5 vías de la demostración de la
existencia de Dios.
En primer lugar, si definimos de entrada a Dios como un ser con todas las
perfecciones(omniperfecto), que este sea real debe ser cierto, pues, por definición,
Dios ya existe. La existencia de Dios es evidente. Entendiendo “evidente” como la
palabra en sí misma y para nosotros. Para Santo Tomás la existencia de Dios es
evidente en sí misma, pero para explicarlo debe ser evidente para nosotros, no
obstante, ¿qué es evidente para nosotros?
La demostración de la existencia de Dios debe ser evidente para los hombres,
mediante cosas en las que todos estén de acuerdo. Apareciendo así las 5 vías:
1) Movimiento: el movimiento existe. Santo Tomás toma la distinción que hace
Aristóteles de potencia y acto. Algo que está en potencia tiene la capacidad de
convertirse en otra cosa. Para Santo Tomás, lo que se mueve (es decir, lo que pasa de
estar en potencia a estar en acto) es porque algo o alguien lo mueve. Ese motor es,
además, inmóvil. Es decir, que ya está en acto en todos los sentidos posibles
2) Causa eficiente: hay unas causas que ocasionan otras. Para Santo Tomás debe existir
una primera causa eficiente. Esa primera causa es la causa de todo lo demás y no
tiene, a su vez, ninguna causa. Y para él, esa causa es Dios.
3) Perfecciones (grados de ser): hay unas cosas más perfectas que otras. Santo Tomás
parte de considerar que las cosas del mundo tienen atributos, en mayor o menor
medida. Eso implica que ha de existir un modelo respecto al cual establecer una
comparación entre las cosas por sus atributos. Ese ser supremo que reúne todas las
virtudes, y cuyos grados de perfección permiten establecer comparaciones de grado
entre los seres del mundo, es, para Santo Tomás, Dios.
4) La contingencia y la necesidad: explica que los seres nacen y mueren, porque
pueden o no existir, y el mundo sigue funcionando y siendo el mismo. Para Santo
Tomás, «contingencia» se refiere a esa condición de los seres y se opone a la
«necesidad». Entonces, ¿cómo se pasa del no-ser al ser? Si todas las cosas fueran
contingentes, entonces hubo un tiempo en que no existía ninguna cosa y, por tanto,
ahora tampoco existiría ninguna, pues unas son causas de otras. Es decir, si todos los
seres nacieran y murieran, habría habido algún tiempo en que nada existiera. Ha de
haber, entonces, algún ser que siempre haya existido, cuya necesidad dependa de sí
mismo y que sea causa de la necesidad de las otras cosas necesarias. A eso es a lo que
llamamos Dios.
5) Teleología: afirma que todos los seres tienen una finalidad. Según él, todos los
seres, vivos o inanimados, necesitan una inteligencia más elevada que las guíe y
conduzca hacia el cumplimiento de su finalidad. Esta inteligencia elevada, que dirige a
todas las demás hacia su finalidad, es a lo que llamamos Dios.
Descartes: S.XVII
La filosofía moderna, que Descartes inaugura, se caracteriza por estar en contra de la
filosofía de Santo Tomás y la escolástica. Descartes es el iniciador de la filosofía
moderna. Su filosofía refleja la cultura de su tiempo.
En el siglo XVII la Iglesia se divide debido al protestantismo. Además, aparece una
nueva rama, el humanismo.
Dentro de esta tendencia general, la ciencia moderna tiene dos características nuevas:
1) Combinan razonamiento o teoría con experimento.
2) Ese saber que empieza a surgir está cada vez más en contra del sentido común.
Estas características forman el nuevo espíritu en la ciencia moderna. Esto es lo que va
a inspirar la filosofía de Descartes.
Descartes afirma que ha faltado un método, no se ha utilizado bien la razón. Es con la
ciencia moderna que la razón se empieza a utilizar útilmente.
Para conseguir la verdad en la ciencia existe un método, pues sin un método
desarrollarás una ciencia desastrosa. ¿Cómo se puede conseguir un conocimiento
cierto? Descartes se preocupa por la certeza.
Descartes se inspira en lo siguiente para hacer su filosofía:
-Uso de las matemáticas, conocerlas.
-Esas matemáticas hay que ponerlas a prueba con experimentos.
-Como consecuencia de las anteriores, el saber va en contra del sentido común.
Este método por el que Descartes se cuestiona debe partir de unas reglas sencillas, que
son cuatro:
-Evidencia: a la hora de conocer algo nuevo debes asegurarte de que eso se te
presente con evidencia total, mediante la evidencia matemática. Lo que se te presenta
en la mente debe tener claridad (intensidad) y distinción (precisión).
-Análisis: Galileo (resolitio). Este paso consiste en buscar los elementos más simples
hasta que sean claros y distintos. En los cuales podamos aplicar las matemáticas.
-Síntesis: Galileo (compositio). Llegado este momento, esos conocimientos simples hay
que combinarlos tratando de mantener la claridad y la distinción.
-Enumeración: repasar la investigación hecha para comprobar los errores que pueda
haber.
El gran problema de la ciencia es que no ha seguido un método para llevarla a cabo. Se
necesita un método para pensar. Para Descartes un sistema con demasiadas reglas será
más fácil de tender al error.
Para él, el método debe ser una “mathesis universalis”, es decir, que esté orientado
para todos los campos.
Como podemos observar en su método, las matemáticas para Descartes son un canón
de la razón. Esto se debe a que las matemáticas establecen un orden, medida e
identidades.
Descartes, para poner a prueba su propio método plantea una serie de hipótesis, según
él extravagantes y absurdas.
Duda metódica:
-Primera hipótesis: fallo total de los sentidos, si esto ocurre Descartes se pregunta si
esta situación afectaría a su método, llegando a la conclusión de que no lo hace, por lo
que no se prescinde de los sentidos para llevar a cabo su método.
-Segunda hipótesis: hipótesis del sueño, ¿cómo sabes que no estás soñando?,
¿afectaría al método esta situación? No, la regla de la evidencia sigue siendo la misma.
Por ejemplo, duermas o no, 2+2=4, no cambian los conocimientos.
-Tercera hipótesis: Genio maligno, la situación que se introduce directamente es la
evidencia. ¿Podría un ser superior hacerme creer como evidencias cosas que no lo
son? Ante esta situación la regla de la evidencia ya no puede ser la regla esencial. Ante
esto, Descartes busca una verdad indudable, esa es que en esa situación es él mismo el
que se engaña, su propia conciencia. A través de esto, Descartes se encuentra el
fundamento de la certeza, inventando el terreno de la filosofía moderna, “yo pienso”
=>cogito, ergo sum=> pienso, luego existo. En sentido riguroso eres una mente.
Descartes buscaba una evidencia intuitiva, no deductiva. Esta evidencia es intuitiva,
pues no necesitas una demostración para demostrar que existes. No obstante, existe
un problema, y es que esta es la única verdad, lo que lleva al “solipsismo”. Este dice
que, si solo puedo estar seguro de mi consciencia, cómo puedo estar seguro de la
consciencia de los demás. ¿Cómo eliminamos el solipsismo?
Descartes con esta cuestión se introduce en la metafísica.
¿Qué significa pensar? Cuando pensamos tenemos un contenido mental, a lo que
Descartes llama ideas. Descartes clasifica esas ideas en:
-Adventicias: ideas que parecen venir de fuera, aquellas que nos enseñan los sentidos,
cuya finalidad es escasa.
-Facticias: se obtienen mediante la imaginación, ideas fabricadas por ti. Ideas que
surgen de mezclarlas con las ideas adventicias. Son ideas que dependen de nosotros.
-Ideas innatas: aquellas que surgen de la razón. Ejemplo de ideas innatas son la de
igualdad, proporción, figura, infinito, extensión, magnitud…, en general, las ideas que
utilizan las matemáticas. Además, encontramos la figura de Dios, entendido como un
ser omniperfecto. La característica esencial de las ideas innatas es que no dependen de
ti. Las ideas innatas te demuestran que hay un mundo más allá de tu mente. Dios te ha
puesto en la cabeza las herramientas que necesitas para que puedas conocer su mundo
de verdad.
De estas consideraciones Descartes llega a las siguientes consecuencias ontológicas:
Divide la realidad en dos partes: cuerpo y alma. De ahí se obtiene el dualismo
ontológico que es la distinción entre mente y cuerpo: la realidad está formada por dos
sustancias distintas: sustancia extensa y sustancia pensante.
La realidad material se caracteriza por ser una sustancia extensa y que es susceptible
de ser comprendida con sus matemáticas. Por tanto, el universo es una sustancia
extensa, ya que todo es calculable matemáticamente. Una característica fundamental
de esta sustancia es que es totalmente mecanicista y no tiene libertad alguna, puesto
que todo funciona de una manera determinada. Por ejemplo, un astro no puede
cambiar su órbita porque sí. Un dato curioso es que nuestro cuerpo obedece en estos
procesos mecánicos y podemos comprender el espacio con los sentidos o con las
matemáticas.
Por otro lado, la sustancia pensante es aquella cuya naturaleza consiste en pensar y no
es mecánica. Además, en esta sí hay libertad y no se puede medir ni darle un valor.
Si quitásemos la libertad, interferiríamos en el mecanismo de nuestro cuerpo. Es decir,
pondríamos límites a los deseos de nuestro cuerpo.
Respecto a las consecuencias antropológicas, el hombre es un ser dual. Es una mezcla
entre alma y cuerpo. Descartes sitúa el alma en la glándula pineal, órgano cerebral
cuya especial localización le permite dirigir adecuadamente el funcionamiento del
cuerpo humano.
¿Cómo dos sustancias totalmente distintas entre sí se unen? Uniendo la nueva
concepción del universo como universo mecánico pero sin dejar fuera a la religión. Por
un lado, tiene su parte mecánica que comparte con el resto del universo, pero tiene
una sustancia o parte que no está sujeta a ella(parte espiritual)
Todo esto lleva a dos tendencias opuestas:
Materialismo: la mente también es mecánica, es decir, todo es material y
mecánicamente explicable.
Idealismo: aquello que llamamos mundo mecánico es una ilusión de la mente. La
realidad es una producción de la mente. Es decir, los idealistas pondrán fin al
materialismo/reduccionismo y pondrán el foco en lo mental.
Matrimonio viciado al juntar dos cosas distintas: cuerpo …. Inmediata y mente
disciplinada. Le sirve para dar una imagen del hombre que explica sus características.
Deseo y mente racional que la controle.
Obrar bien es el privilegio de la razón que controla los deseos y ser dueño de ti
mismo, no dejarte llevar por el mecanismo físico de tu cuerpo.
Según la idea del ser humano, tiene un problema metafísico pero también en su base
moral.

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