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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA

FACULTAD DE PSICOLOGIA

CONDUCTA ANTISOCIAL: UN ESTUDIO EN


ADOLESCENTES VARONES PROVENIENTES DE
FAMILIAS BIPARENTALES Y MONOPARENTALES.
EL TEJAR, CHIMALTENANGO, 2015.

TRABAJO DE GRADUACIÓN PRESENTADO

POR:

PAOLA AURA ANDREA QUIROA ORDOÑEZ

PREVIO A OPTAR AL GRADO ACADÉMICO DE

LICENCIADA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA


Y EL TITULO PROFESIONAL DE
PSICÓLOGA CLÍNICA

GUATEMALA, SEPTIEMBRE 2015


AUTORIDADES DE LA FACULTAD Y DEL TRIBUNAL QUE PRACTICO

EL EXAMEN DEL TRABAJO DE GRADUACIÓN

DECANO DE LA FACULTAD: DR. CARLOS ENRIQUE RAMIREZ


MONTERROSA.

SECRETARIO DE LA FACULTAD: DR. EDGAR ROLANDO VASQUEZ


TRUJILLO.

PRESIDENTE DEL TRIBUNAL EXAMINADOR: LIC. ERICK ALEXANDER


BARRERA LIMA.

SECRETARIA: LICDA. JULIA AMANDA CIFUENTES HERRERA.

VOCAL: DR. EDGAR ROLANDO VASQUEZ TRUJILLO.

III
IV
REGLAMENTO DE TESIS

Artículo 8º: RESPONSABILIDAD

Solamente el autor es responsable de los conceptos expresados en el


trabajo de tesis. Su aprobación en manera alguna implica responsabilidad
para la Universidad.

V
ÍNDICE

RESUMEN 1

CAPÍTULO I
MARCO CONCEPTAL 2

1.1 Introducción 2
1.2 Antecedentes 3

CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO 10

2.1 Conducta 10
2.2 Conducta antisocial 10
2.2.1 Etiología de la conducta antisocial 10
2.2.2 Criterios diagnósticos de la conducta antisocial 11
2.2.3 Tratamiento 14
2.3 Adolescencia 16
2.3.1 Etapas de la adolescencia 16
2.3.2 Desarrollo biológico 18
2.3.3 Desarrollo cognitivo 19
2.3.4 Conducta antisocial en adolescentes. 20
2.4 Familias 20
2.4.1 Familias biparentales 21
2.4.2 Familias monoparentales 21

CAPÍTULO III
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 22

3.1 Justificación 22
3.2 Objetivos 22
3.2.1 General 22

VI
3.2.2 Específico 22
3.3 Hipótesis de Investigación 23
3.4 Variables 23
3.4.1 Definición conceptual de variables 23
3.4.2 Definición operacional de variables 24
3.5 Alcances y límites 24
3.6 Aportes 25

CAPÍTULO IV
MÉTODO 26

4.1 Sujetos 26
4.2 Instrumento 26
4.3 Procedimientos 26
4.4 Metodología de la Investigación 27
4.5 Metodología estadística 27

CAPÍTULO V
PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS 28

CAPÍTULO VI
DISCUSIÓN DE RESULTADOS 29

CAPÍTULO VII
CONCLUSIONES 31

CAPÍTULO VIII
RECOMENDACIONES 32

Referencias Bibliográficas 33

Anexo 36

VII
RESUMEN

El estudio sobre conducta antisocial en adolescentes varones provenientes de


familias biparentales y monoparentales, tuvo por objetivo determinar la existencia
de conducta antisocial para posteriormente compararla, utilizó una muestra por
conveniencia de 50 adolescentes varones, 25 adolescentes varones provenientes
de familias biparentales y 25 adolescentes varones provenientes de familias
monoparentales entre 13 y 15 años, el instrumento que se utilizó para mediar la
variable fue el cuestionario A-D de conductas antisociales-delictivas de Nicolás
Seisdedos Cubero, se utilizó únicamente la variable de conducta antisocial, el cual
determina la incidencia de la conducta antisocial en adolescentes así mismo se
aplicó una boleta de datos para determinar el tipo de familia del cual pertenecía
cada adolescentes.

El estudio fue de tipo descriptivo comparativo y se utilizó el procedimiento


estadístico de t de Student se concluyó que no existe una diferencia
estadísticamente significativa de conducta antisocial en adolescentes varones
provenientes de familias monoparentales en comparación con el grupo de
adolescentes varones provenientes de familias biparentales recomendó
proporcionar un abordaje terapéutico enfocado en la prevención, detección y
asesoramiento terapéutico familiar de la conducta antisocial.

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CAPÍTULO I

MARCO CONCEPTUAL

1.1 Introducción

La conducta antisocial son actos que están fuera de las normas sociales. La
conducta antisocial en los adolescentes varones se expresa mediante acciones
agresivas, mentiras, holgazanería, huidas de casa, absentismo escolar y robos.

La adolescencia es una etapa de desarrollo y crecimiento tanto biológico,


psicológico y social. La familia siendo el núcleo principal de la sociedad puede
clasificarse en familia biparental integrada por padre, madre, hijos y familia
monoparental integrada por un solo progenitor e hijos. La crianza y desarrollo
deficiente del adolescente en cada uno de estos tipos de familias crea conductas
que están fuera de las normas sociales que debilitan la forma de interrelacionarse
con otras personas lo cual genera impedimentos para la relación adecuada con el
entorno.

El objetivo del estudio será determinar si existe diferencia de conducta antisocial


en los adolescentes varones provenientes de familias biparentales y
monoparentales. Se utilizará una muestra de 50 adolescentes varones, 25
adolescentes varones provenientes de familias biparentales y 25 adolescentes
varones provenientes de familias monoparentales, comprendidos entre la edad de
13 a 15 años. El instrumento empleado será el cuestionario A-D conductas
antisociales-delictivas del autor Nicolás Seisdedos Cubero. Será un estudio
descriptivo comparativo y se utilizará el proceso estadístico t Student para
determinar si existe o no diferencia significativa entre las variables. Se adjuntaran
datos teóricos, estudios de tesis relacionados con la presente investigación y los
resultados en los capítulos correspondientes.

2
1.2 Antecedentes

A continuación se presentan estudios en relación con las variables tratadas.

De León (2011), investigó el tema rasgos de la conducta disocial y su relación con


educación familiar. Su objetivo fue establecer la relación de los rasgos de
conducta disocial con la educación familiar. La muestra constaba de 100 niños
estudiantes de primero a sexto grado de educación primaria de diferentes
establecimientos públicos de la cabecera municipal de San Francisco Zapotitlán,
departamento de Suchitepéquez. El instrumento que utilizó fue el cuestionario A-D
conductas antisociales-delictivas del autor Nicolás Seisdedos Cubero que mide
conductas antisociales y delictivas. Su estudio fue de tipo descriptivo y el
procedimiento estadístico que utilizó fue porcentual. Concluyó que se comprueba
que las conductas agresivas que presentan los niños en las escuelas son
originadas por familias en donde se presentan casos de maltrato familiar, divorcios
y madres solteras que salen a trabajar para mantener su hogar, ya que las familias
son el principio de la formación de conductas a través del ambiente, herencia y
tiempo. Recomendó qué el Ministerio de Educación implemente cursos específicos
de capacitación para los maestros de pre-primaria y primaria, sobre métodos de
aprendizaje y formas de modificar conductas.

Batz (2009), llevó a cabo un estudio sobre la aplicación del programa de


habilidades sociales para disminuir la conducta antisocial del Dr. Manuel Segura,
en el centro juvenil de privación de libertad para varones. Su objetivo fue
establecer sí la aplicación del programa de habilidades sociales del Dr. Manuel
Segura disminuye la conducta antisocial en los adolescentes en conflicto con la ley
penal del centro juvenil de privación de libertad para varones II. La muestra
constaba de 30 adolescentes, comprendidos entre las edades de 13 a 21 años. El
instrumento que utilizó fue el cuestionario de conductas antisociales-delictivas. Su
estudio fue de tipo experimental y el procedimiento estadístico que utilizó fue t de
Student. Concluyó de acuerdo a los resultados obtenidos en la presente
investigación se comprueba que si es efectivo un programa de habilidades
sociales, diseñado para educar como personas a jóvenes con problemas de

3
conducta antisocial y delictiva. Recomendó continuar la aplicación del programa
de habilidades sociales en otros centros de detención para adolescentes en
conflicto con la ley penal, para validarlo mejor.

Pelico (2008), abordó el tema pérdida de valores morales y su influencia en la


conducta disocial del adolescente. Su objetivo fue determinar la incidencia de la
pérdida de los valores morales en la conducta disocial del adolescente. La
muestra constaba de 52 estudiantes adolescentes de ambos sexos de 4
establecimientos educativos del nivel medio, del área urbana del municipio de
Momostenango departamento de Totonicapán. El instrumento que utilizó fue
psicograma por observación elaborado por el Lic. Alejandro Aguirrezabal Sagrario
y juicio moral-91 Alice Descoeudres. Su estudio fue de tipo descriptivo y el
procedimiento estadístico que utilizó fue distribución muestral de proporciones.
Concluyó que los factores determinantes en propiciar el incremento de las
acciones violentas en la juventud son: la pobreza, violencia y desintegración
familiar, carencia de educación escolar o deserción, sumado a un sistema
educativo deficiente, marginalidad en los procesos de socialización, exclusión de
jóvenes en lo laboral y educativo, la cultura de violencia reflejada a través de los
medios de comunicación y esencialmente pérdida de valores morales propiciada
por falta de orientación familiar y religiosa. Recomendó a los padres como
bastiones de la institución familiar y la familia como núcleo esencial de la sociedad
deben asumir y o retomar la responsabilidad de guiar y educar a los hijos en la
búsqueda del bien y de la felicidad, a través de una formación moral.

Vera (2012), en una investigación sobre conducta antisocial: asociación con


psicopatología en niños y adolescentes. Su objetivo fue contribuir y extender el
conocimiento científico actual sobre las conductas antisociales en niños y
adolescentes que acuden a consulta psicológica externa mediante el estudio en
dos áreas principales: primero la asociación de las conductas antisociales con
problemas clínicos más graves en niños y adolescentes; y segundo la definición
de modelos estructurales que incluyan variables de mediación que ayuden a

4
comprender la influencia de la psicopatología parental sobre las conductas
antisociales de los niños. La muestra constaba de 338 niños y adolescentes
comprendidos en edades de 8 y 17 años que acudían a consulta psicológica
externa en centros de salud mental pertenecientes a la red pública de la provincia
de Barcelona. Los instrumentos que utilizó fueron Diagnostic Interview for Children
and Adolescents-IV, DICA-IV Reich, Child Behavior Checklist, CBCL Achenbach y
Rescorla, Youth Self-Report, YSR Achenbach y Rescorla, Children's Global
Assessment Scale, CGAS Shaffer y cols., Symptom Checklist 90 Revised, SCL-
90-R Derogatis y Egna Minnen Beträffande Uppfostran, My Memories of
Upbringing, EMBU-P Perris y cols. Su estudio fue de tipo descriptivo y el
procedimiento estadístico que utilizó fue correlación de Pearson. Concluyó que la
frecuencia de las conductas antisociales, en general, no presentan diferencias
significativas cuando se comparan los niños y niñas, y los preadolescentes con los
adolescentes. Sin embargo, los niños y los individuos de edades entre 13 y 17
años tienen a presentar un número mayor de conductas antisociales asociadas
con los niños son iniciar peleas físicas y crueldad física hacia personas, en
cambio, para las niñas son escaparse de casa y faltas a la escuela. Por otra parte,
las conductas antisociales asociadas con los preadolescentes son iniciar peleas
físicas, en cambio para los adolescentes son robo sin enfrentamiento a la víctima y
faltas a la escuela. Recomendó intervenciones que reduzcan los síntomas de
psicopatología en la madre podrían también tener beneficios importantes para sus
hijos, los programas de intervención podrían considerar el desarrollo de una
colaboración y coordinación estrecha entre las intervenciones destinadas a las
madres y las dirigidas a los hijos.

Zaragoza (2012), en su estudio sobre Anomia, alienación y conducta antisocial y


delictiva en jóvenes sin oportunidades. Su objetivo fue describir la percepción de
anomia social, anomia psicológica, alienación, conducta antisocial y delictiva en
jóvenes que no estudian ni trabajan a la vez que, se busca conocer la relación que
guardan entre si las variables de anomia social, anomia psicológica, alienación,
conducta antisocial y delictiva en la población estudiada. Y como afecta las
variables de anomia social, psicológica y alienación a la conducta antisocial y

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delictiva en los jóvenes. La muestra se realizó con 100 jóvenes de la ciudad de
Hermosillo, Sonora comprendidos entre 14 y 18 años. El instrumento que se utilizó
fue la escala de anomia social, validada en Brasil por Aguiar. Esta fue desarrollada
con base en el instrumento de Inestabilidad social de Li, Atteslander, Tanura y
Wang. La versión original tiene como objetivo evaluar el malestar social. Su
estudio fue de tipo correlacional de campo y el procedimiento estadístico que
utilizó fue la correlación de Pearson. Concluyó que los resultados de la variable de
conducta antisocial y delictiva, revelan que, los jóvenes sin oportunidades que
conforman la población de estudio, no son ideaciones de cometer conducta
delictivas ni tampoco intentos de esta, los niveles de conducta antisocial señalan
más bien que las conductas de los jóvenes se ven más enfocadas a actos que
alteran el orden público más que a actos que ocasionan un castigo penal.
Recomendó garantizar el acceso de los jóvenes a una educación pertinente y de
calidad así como promover el acceso a los jóvenes a una vivienda digna.

Toscano (2013), en un estudio sobre el clima familiar como detonante de la


conducta antisocial en adolescentes. Su objetivo fue analizar la relación entre
conducta antisocial y la percepción del clima familiar en adolescentes. La muestra
constaba de 40 hombres y 40 mujeres en edades de 15 a 19 años de familias con
padres divorciados o familias completas. El instrumento que utilizó fue la Escala
del Clima Social Familiar adaptada por Ballesteros y el Cuestionario de Conductas
Antisociales-Delictivas Seisdedos. Su estudió fue de tipo correlacional y el
procedimiento estadístico que utilizó fue de Spearman. Concluyó que no existe
relación estadísticamente significativa entre el clima familiar y la conducta
antisocial del adolescente. Recomendó implementar programas familiares donde
los mismos miembros de la familia puedan identificar el tipo de clima familiar en el
que están viviendo.

Morales (2012), en una investigación sobre conductas delictivas y antisociales que


se manifiestan en adolescentes del área rural y área urbana, un estudio
comparativo. Su objetivo fue comparar las conductas antisociales y delictivas que
manifiestan los adolescentes del área rural y del área urbana. La muestra

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constaba de 100 adolescentes de ambos géneros, 50 adolescentes de área
urbana del colegio Constancio C. Vigil de La Antigua Guatemala y 50
adolescentes de área rural de la escuela Oficial Rural Mixta San Ignacio Ortiz
Vides de la Aldea el Hato, Sacatepéquez, con edades comprendidas entre los 12 y
15 años de edad. El instrumento que utilizó fue cuestionario A-D de conductas
antisociales y delictivas de Nicolás Seisdedos Cubero. Su estudió fue de tipo
descriptivo-comparativo y el procedimiento estadístico que utilizó fue la prueba Z.
Concluyó que existe presencia de conducta antisocial con índices patológicos en
el área urbana sin embargo es mínima la incidencia, de igual forma respecto a la
conducta delictiva, se determina presencia en el área rural dentro de parámetros
moderados, con tendencia a realizar conductas delictivas, siendo nuevamente
mínima la incidencia en la muestra. Recomendó a los centros educativos,
implementar un área de Psicología para brindar terapia y observar las conductas
antisociales y delictivas que manifiestan los adolescentes.

Carrillo (2006), realizó un estudio sobre la relación entre supervisión parental y la


conducta antisocial en menores infractores. Su objetivo fue determinar cuál es la
relación entre el ambiente familiar, la supervisión parental y la gravedad de la
conducta antisocial en menores infractores de un centro tutelar del estado de
Morelos. La muestra constaba de 86 adolescentes varones infractores de entre 12
y 21 años. El instrumento que utilizó fue el cuestionario de jóvenes 2004. Su
estudió fue de tipo correlacional de campo y el procedimiento estadístico que
utilizó fue la correlación de Pearson. Concluyó que la calidad del ambiente familiar
y de las relaciones familiares no dependen directamente de la estructura familiar,
ni de con quien viven los adolescentes, sino más bien de la facilidad de los padres
para relacionarse, comunicarse y apoyar a sus hijos en los momentos importantes,
creando de esta forma un ambiente familiar sano y propicio para que la
supervisión se realice. Recomendó realizar cursos o talleres para padres en los
que se les proporcionen las herramientas necesarias para mejorar la
comunicación y el apoyo al interior de las familias, de manera que la supervisión
se facilite y los menores incidan menos en conductas antisociales, crear espacios
deportivos y artísticos en donde los jóvenes participen y encaucen su energía de

7
manera favorable que expresen sentimientos y emociones por medio del deporte o
del arte, y sean considerados como una forma de prevención para que lo
adolescentes no presenten este tipo de conductas.

Contreras (2006), en una investigación sobre factores asociados a la conducta


antisocial de los menores de edad. Su objetivo fue determinar si las variables
familiares, individuales y sociales predicen la conducta antisocial de los menores
de edad. La muestra constaba de 455 menores de edad entre 13 y 17 años de
edad. Los instrumentos que utilizó fueron la escala de Andrade, Betancourt y
Camacho, escala de Díaz-Loving, Andrade y Nadelsticher, escala de Reidl, escala
de Zuckerman, escala de Palacios. Su estudió fue de tipo correlacional de campo
y el procedimiento estadístico que utilizó fue la correlación de Pearson. Concluyó
que se observaron coincidencias entre algunas de las características
sociodemográficas de la sub muestra de menores en tratamiento y diagnóstico, y
de los menores infractores registrados tanto en las estadísticas nacionales como
en las estadísticas del Distrito Federal, mencionadas también en el perfil del
menor infractor, características que vale la pena destacar ya que podrían
constituirse en un momento dado, como factores de riesgo para la conducta
antisocial de los menores de edad. Recomendó trabajar con la familia del menor
infractor, haciendo hincapié en la generación de pautas adecuadas de
comunicación, apoyo y apego en la relación paterno-filial, con la finalidad no solo
de generar un ambiente propicio para el crecimiento y desarrollo emocional del
menor, sino también para promoción de rasgos pro sociales, relacionados con la
empatía y la autoestima, remarcando la necesidad de que los padres conozcan
tanto las actividades que sus hijos tiene fuera del hogar, como de las amistades
con las que comparten su tiempo libre, para evitar que el menor se relacione con
pares antisociales.

García (2010), realizó una investigación sobre conducta agresiva de los


adolescentes entre 13 y 17 años hijos de padres divorciados y no divorciados. Su
objetivo fue determinar si existe una diferencia estadísticamente significativa en
cuanto a la conducta agresiva de los adolescentes comprendidos en edades entre

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13 y 17 años hijos de padres divorciados y no divorciados. La muestra constaba
de 23 adolescentes, 10 hombres y 13 mujeres comprendidos entre las edades 13
y 17 años, hijos de padres divorciados y 23 adolescentes, 12 hombres y 11
mujeres, comprendidos entre las edades de 13 y 17 años, hijos de padres no
divorciados. El instrumento que utilizó fue BAS, batería de socialización de F. Silva
Moreno y Ma. Carmen Martorell Pallás. Su estudió fue de tipo comparativo y el
procedimiento estadístico que utilizó fue t de Student. Concluyó que los hijos de
padres divorciados presentan mayor agresividad que los hijos de padres no
divorciados. Recomendó organizar sesiones terapéuticas en ámbitos escolares,
dirigidas a padres divorciados, para minimizar el impacto negativo del divorcio en
los hijos.

9
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO

2.1 Conducta

Para Lagache citado en Bleger (2007), explica que la conducta es el conjunto de


operaciones verbales, motrices, fisiológicas y mentales, que un organismo utiliza
en situaciones para reducir las tensiones, que lo motivan y realiza sus
posibilidades.

Según Salvador (2002), define conducta como la actividad que un organismo


realiza para adaptarse al medio vital, la principal característica es el resultado de
la interacción que se manifiesta mediante un estímulo y respuesta.

Para Freixa citado en Pérez (2005), definen conducta como la actividad que
realiza un organismo con su ambiente ya sea filo-genético, ontogenético y actual.

2.2 Conducta antisocial

Respecto a Rutter et al. (2000), indica que la conducta antisocial son actos que
suponen un quebrantamiento de la ley, que no tienen como consecuencia un
procedimiento legal. Señala la conducta antisocial como un proceso plenamente
social, siendo la sociedad un factor importante en la configuración de dicha
conducta, cuya naturaleza incluye elementos tanto de tipo material, como de tipo
subjetivo e ideológico que lo determinan.

2.2.1 Etiología de la conducta antisocial

Para Silva (2003), determina que la conducta antisocial no se analiza solamente a


nivel individual, si no que requiere un análisis que incluya elementos individuales,
familiares y comunitarios; entre los factores que pueden desencadenar una
conducta antisocial menciona:

 Maltrato físico.

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 Abuso sexual por parte de un familiar.
 Conductas agresivas tempranas, dificulta en el control de impulsos.
 Narcotráfico.
 Pandillas.
 Bandas.
 Guerrilla.
 Sicariato.

De acuerdo con Lykken citado por Herrero et al. (2000), explican que los rasgos
temperamentales que influyen en la conducta antisocial son la búsqueda de
sensaciones, impulsividad y ausencia de miedo. Consideran que el temperamento
y socialización son dos factores relacionados:

 Temperamento: una persona que expresa desde su nacimiento un nivel


elevado de rasgos temperamentales, podría ser insensible a un esfuerzo
socializador normal y crecer sin desarrollar una conciencia.
 Socialización: estar expuesto a una socialización deficiente como
consecuencia de una práctica familiar negligente.

2.2.2 Criterios diagnósticos de la conducta antisocial

Soutullo y Mardomingo (2010), exponen que el trastorno de conducta antisocial


conocido también como trastorno disocial presenta un patrón de conducta en el
que el individuo infringe los derechos básicos de los demás y tiene un
comportamiento anormal para su edad, que generalmente le lleva a violar los
derechos de los demás. El trastorno de conducta antisocial es un concepto
médico, diferente al de delincuencia juvenil término legal que se emplea para
describir a jóvenes que cometen delitos.

American Psychiatric Association (2000), define los criterios para el diagnóstico del
F91.8 Trastorno disocial (312.8).

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 Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los
derechos básicos de otras personas o normas sociales importantes propias
de la edad, manifestándose por la presencia de tres (o más) de los
siguientes criterios durante los últimos 12 meses y por lo menos de un
criterio durante los últimos 6 meses:

 Agresión a personas y animales


 A menudo fanfarronea, amenaza o intimida a otros.
 A menudo inicia peleas físicas.
 Ha utilizado un arma que puede causar daño físico grave a otras
personas (p. ej., bate, ladrillo, botella rota, navaja, pistola).
 Ha manifestado crueldad física con personas.
 Ha manifestado crueldad física con animales.
 Ha robado enfrentándose a la víctima (p. ej., ataque con violencia,
arrebatar bolsos, extorsión, robo a mano armada).
 Ha forzado a alguien a una actividad sexual.

Destrucción de la propiedad:

 Ha provocado deliberadamente incendios con la intención de causar


daños graves.
 Ha destruido deliberadamente propiedades de otras personas
(distinto de provocar incendios).

Fraudulencia o robo:

 Ha violentado el hogar, la casa o el automóvil de otra persona.


 A menudo miente para obtener bienes o favores o para evitar
obligaciones (esto es, tima a otros).
 Ha robado objetos de cierto valor sin enfrentamiento con la víctima p.
ej., robos en tiendas, pero sin allanamientos o destrozos;
falsificaciones.

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 Violaciones graves de normas:

 A menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las


prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento antes de los
13 años de edad.
 Se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces,
viviendo en la casa de sus padres o en un hogar sustitutivo (o sólo
una vez sin regresar durante un largo período de tiempo).
 Suele hacer novillos en la escuela, iniciando esta práctica antes de
los 13 años de edad.

 El trastorno disocial provoca deterioro clínicamente significativo de la


actividad social, académica o laboral.

 Si el individuo tiene 18 años o más, no cumple criterios de trastorno


antisocial de la personalidad.

Especificar el tipo en función de la edad de inicio:

 Tipo de inicio infantil: se inicia por lo menos una de las características


criterio de trastorno disocial antes de los 10 años de edad.
 Tipo de inicio adolescente: ausencia de cualquier característica criterio de
trastorno disocial antes de los 10 años de edad.

Especificar la gravedad:

 Leve: pocos o ningún problema de comportamiento exceden de los


requeridos para establecer el diagnóstico y los problemas de
comportamiento sólo causan daños mínimos a otros.
 Moderado: el número de problemas de comportamiento y su efecto sobre
otras personas son intermedios entre leves y graves.

13
 Grave: varios problemas de comportamiento exceden de los requeridos
para establecer el diagnóstico o los problemas de comportamiento causan
daños considerables a otros.

2.2.3 Tratamiento

Kazdin, Siegel y Bass citado en Wicks (2000), la condición de habilidades


cognitivas como la de formación para padres produjo mejoras significativas en el
funcionamiento en casa, en el colegio y en la comunidad inmediatamente después
del tratamiento y tras un año de seguimiento. La combinación de tratamientos dio
como resultado que una mayor proporción de niños y adolescentes entraran
dentro de los niveles normativos de funcionamiento.

Alexander, Morris y Waldron citados en Wicks (2000), han creado un programa


para delincuentes y sus familias denominado terapia familiar funcional. Este
programa combina las perspectivas conductuales del aprendizaje social,
conductual-cognitiva y de los sistemas familiares. Se asume que el problema de
comportamiento del niño tiene una función – es la única forma en que pueden
satisfacerse algunas de las funciones interpersonales dentro de la familia-. El
tratamiento se centra en los procesos interpersonales del sistema familiar. Los
objetivos de la terapia son la mejora de las habilidades de comunicación en la
familia, la modificación de esquemas cognitivos, expectativas, actitudes y
reacciones afectivas, y establecer nuevas interpretaciones y significados de las
conductas. Existe una gran cantidad de pruebas que apoyan este enfoque.
Además de mejorar las interacciones se observaron unas tasas de reincidencia
menores durante un tratamiento de seguimiento entre seis y dieciocho meses.

Henggeler y Borduin (1990), la terapia multisistémica emplea estrategias de


tratamiento derivadas de la terapia de sistemas familiares y de la terapia de
conducta para tratar a delincuentes graves juveniles y a sus familias. Este enfoque
pretende proteger a la familia y mantener al niño o adolescente en su casa. La
terapia multisistémica no sólo se ocupa del sistema familiar, sino también de las
habilidades del delincuente y de las influencias extrafamiliares como los iguales, el
14
colegio y el barrio. Las sesiones familiares se llevan a cabo en la propia casa o en
centros comunitarios, y son flexibles e individualizadas para cada familia. El
carácter multideterminado de la naturaleza del comportamiento antisocial y la
estabilidad potencial de los comportamientos disociales sugieren sin lugar a dudas
intervenciones tempranas, multifacéticas, flexibles y continuadas.

Roca (2010), el proceso terapéutico debe incluir la introducción paulatina del


pensamiento entre impulso y acción, a base de confrontar con la responsabilidad
de las consecuencias de las acciones y la posibilidad de anticiparse y evitar las
mismas (a modo de funcionamiento, por parte de los terapeutas como yos
auxiliares, de forma repetitiva). El médico debe estar ayudando constantemente al
paciente a conectar sus acciones con estados emocionales internos. El abordaje
se tiene que centrar en el aquí y ahora, con confrontaciones inmediatas en cuanto
el paciente trate de saltarse los limites.

Gacono citado en Glen O. Gabbard (2000), recomendó las técnicas cognitivo-


conductuales y de aprendizaje social constituyen los métodos más empleados
para tratar a individuos antisociales. Los siguientes aspectos son esenciales para
los programas de tratamiento de este tipo:

 Reglas y consecuencias claras y desprovistas de ambigüedades


establecidas y de obligado cumplimiento.
 Enseñar habilidades para la vida y cognitivas congruentes con los niveles
de desarrollo de los pacientes.
 Identificar y modificar las distorsiones cognitivas y de los patrones de estilo
de vida criminales.
 Centrarse en la tolerancia a los sentimientos y en el efecto de los
comportamientos de los pacientes sobre los demás, así como establecer la
continuidad del tratamiento, cuando el paciente es liberado a la comunidad.

Robins y Regier citado en Glen O. Gabbard (1991), indica que la atención integral
del paciente con trastorno antisocial de la personalidad implica:

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 Identificarse cualquier proceso tratable, como trastornos mentales del Eje I
o abuso de sustancias.
 Es preciso delimitar factores de situación que pueden estar agravando o
empeorando los comportamientos antisociales.
 Prestarse atención cuidadosa a todas las reacciones de
contratransferencia, ya que pueden proporcionar información importante
con respecto al mundo interno del paciente con trastorno antisocial de la
personalidad y a la gravedad de su psicopatía.

2.3 Adolescencia

Papalia (2010), describe la adolescencia como una transición del desarrollo que
implica cambios físicos, cognoscitivos, emocionales y sociales, que adopta
distintas formas en diferentes escenarios sociales, culturales y económicos.

Goldman (2000), explica que las principales tareas de la adolescencia son


establecer una firme individualidad (un sentido del sí mismo o identidad del yo) e
integrar la descarga de impulsos sexuales y asertivos de la pubertad.

2.3.1 Etapas de la adolescencia

Goldman (2000), la adolescencia es la etapa de cambios donde el sistema motor


se acerca a la maduración y fortaleza; los cambios y descargas hormonales
anuncian la capacidad para la fertilización; y el aumento en complejidad neuronal
en el cerebro posibilita el pensamiento y juicio adulto. Las principales tareas en la
adolescencia son:

 Establecer una firme individualidad.


 Integrar la descarga de impulsos sexuales y asertivos de la pubertad.

Se perciben tres etapas en la adolescencia que son:

16
 Adolescencia temprana: Se manifiestan nuevas maneras de expresión
sexual y social; aparecen nuevas habilidades. La aparición de intereses es
notable debido a que las conexiones con personas fuera de la familia se
vuelven a veces apasionadas. Las relaciones con la familia ya no son
suficientes para gratificar las nuevas aspiraciones. Ocurren nuevas
sensaciones y cambios emocionantes en las proporciones físicas, de esta
forma la imagen corporal establecida durante los años escolares se
desestabiliza. Dado que sienten que gran parte de lo que les sucede no lo
pueden analizar con sus padres, los jóvenes de esta edad forman
relaciones personales intensas con uno o dos amigos de la misma edad y
género. Las identificaciones transitorias ya sean con grupos de
adolescentes, adultos o con estrellas del espectáculo proporcionan
oportunidades para que los jóvenes pongan en práctica diversos roles. Solo
una quinta parte de los adolescentes normales tienen una adolescencia
tormentosa; aproximadamente la misma proporción avanza de manera
tranquila a la adultez. Los restantes muestran agitación y ansiedad en
oleadas, con arranques de desarrollo y periodos de estrés y estancamiento.

 Adolescencia media: Inicia cuando los niños y niñas se interesan de


manera abierta unos en los otros como objetos de conducta sexual. El
interés heterosexual enfocado y las identificaciones con grupos reemplazan
la preocupación con la amistad íntima, la masturbación y los juegos
sexuales con miembros del mismo sexo. La relación demandante,
argumentativa y dependiente con el padre o con la madre se resuelve de
manera repentina a medida que los jóvenes invierten más de sus energías
fuera de la familia. Algunos adolescentes aceleran su desarrollo durante
esta fase, pero otros, al sentirse desesperadamente fuera de lugar,
cohibidos o atemorizados, titubean y se detienen en algún estado fijo.
Incluso un tercer grupo, guiado de manera inconsistente o ignorado por sus
padres en etapas anteriores, abusa de la libertad y a través de conducta
extrema, intenta provocar a sus padres y a otras figuras de autoridad para
que le impongan los límites necesarios. Durante este lapso, el joven se
17
identifica por lo regular con el progenitor del mismo sexo, a menudo con
una imitación abierta de su vestuario y manierismos. Este suceso señala el
final del periodo de la adolescencia media.

 Adolescencia tardía: Ocurre una consolidación de la personalidad, con


una relativa estabilidad y consonancia entre sentimientos y conducta. Para
el final de este periodo, los estilos conductuales de los jóvenes muestran
notables semejanzas con aquellos que antes pudieron haber repudiado en
sus padres. Las luchas de género y libidinales de la adolescencia media
ceden a la escena central búsqueda de una elección vocacional y de una
posición satisfactoria en el grupo social. Los estudiantes con bajas
calificaciones en los primeros años de la educación media, súbitamente,
con el cierre de las principales presiones del desarrollo de las primeras dos
fases de la adolescencia, pueden emprender sus estudios con dedicación y
alcanzar la calificación para ingresar a la universidad.

2.3.2 Desarrollo biológico

Papalia (2010), explica que la pubertad indica el fin de la niñez, incluye cambios
físicos como:

 Rápido crecimiento de estatura y peso.


 Cambios en las proporciones y formas corporales.
 Adquisición de la madurez sexual.

En la pubertad se genera la mayor producción de hormonas relacionadas con el


sexo y tiene lugar en dos etapas que son: adrenarquia, que implica la maduración
de las glándulas suprarrenales, seguida unos años después por la gonadarquia, la
maduración de los órganos sexuales.

Entre la edad de 7 u 8 años, las glándulas suprarrenales, localizadas sobre los


riñones, secretan niveles gradualmente crecientes de andrógenos, principalmente
de dehidroepiandrosterona, encargada en el crecimiento del vello púbico, axilar y

18
facial, así mismo en un crecimiento corporal más rápido, mayor grasa en la piel y
en el desarrollo del olor corporal.

 Características sexuales primarias: Son los órganos necesarios para la


reproducción, en los varones están: testículos, pene, escroto, vesículas
seminales y próstata. Durante la pubertad estos órganos se agrandan y
maduran.
 Características sexuales secundarias: Son los signos fisiológicos de la
maduración sexual que no involucran de manera directa a los órganos
sexuales, en los varones se produce cambios en la voz y la textura de la
piel, desarrollo muscular y crecimiento del vello púbico, facial, axilar y
corporal.
 El estirón del crecimiento adolescente: Implica un aumento rápido de la
estatura, peso y crecimiento muscular; en los niños inicia entre las edades
de 10 y medio y 16 años.
 Signos de la madurez sexual: La maduración de los órganos
reproductivos genera el inicio de producción de esperma en los niños; la
primera eyaculación se le denomina espermarquia, ocurre en promedio a
los 13 años.

2.3.3 Desarrollo cognitivo

Piaget citado en Berger (2006), denomino pensamiento operacional formal,


cuando el pensamiento ya no está limitado a las experiencias personales, el
adolescente considera los conceptos lógicos y posibilidades que no se pueden
observar. Pensamiento hipotético-deductivo: los adolescentes desarrollan la
capacidad para pensar en términos de posibilidades y no solo en realidades. Los
adolescentes parten de posibles soluciones, hasta determinar cuál es la solución
real.

Galotti y Keathing citados en Bleger (2006), exponen que el pensamiento


hipotético son las proposiciones y posibilidades son incluidas en el pensamiento y

19
pueden no reflejar la realidad. Desarrollan esta capacidad a los 14 años, el cual
inicia con una idea o premisa y utiliza pasos lógicos para extraer conclusiones
específicas.

2.3.4 Conducta antisocial en adolescentes

Melgosa (2000), existe una serie de factores que van asociados a la conducta
antisocial en los adolescentes, como lo son:

 Conductas en la niñez como: hiperactividad, inquietud, falta de atención,


niños alborotadores y acusadores, parecen ser más proclives a caer en una
conducta antisocial posterior.
 Factores familiares que incrementan el riesgo de conductas antisociales
son los casos de padres alcohólicos, padres con conductas delictivas y
padres con sistemas de disciplina demasiado severa, demasiado laxa o
incoherente. Los hogares desintegrados o los que cuentan con relaciones
conyugales problemáticas también tienen a favorecer la conducta antisocial
en el adolescente.
 Factores escolares negativos como bajo rendimiento académico,
absentismo y dificultades en la relación con profesores y compañeros.

2.4 Familias

Schiffman y Lazar (2005), determinan que son dos o más personas que están
relacionadas por consanguinidad, matrimonio o adopción y que habitan la misma
vivienda. El grupo social fundamental es conformado por los miembros que
constituyen una familia, que viven juntos e interactúan con la finalidad de
satisfacer sus necesidades personales y reciprocas. La familia continua siendo el
eje predominante que vela por el bienestar de sus miembros.

Según Gabarino citado en Tabera y Rodriguez (2010), caracteriza a la familia


como la unidad básica de la experiencia humana.

20
Moran (2004), explica a la familia como:

 Institución social: sistema de normas que guía la interacción entre las


personas que están vinculadas por la sangre, el matrimonio y por lazos
amorosos.
 Grupo: parientes que viven bajo el mismo techo o lo bastante cerca para
tener un trato frecuente que los defina como una unidad familiar única.

2.4.1 Familias biparentales

Mecho et al. (2010), indica que la familia tradicional o biparental, está compuesta
por progenitores de ambos sexos, con o sin hijos, y que actualmente presenta
menos hijos, menor duración y cambios en los roles de género adoptados por sus
miembros (padres e hijos).

2.4.2 Familias monoparentales

Jiménez (2005), describe la familia monoparental, con un solo progenitor y uno o


varios hijos, anteriormente indica que se limitaba a la viudedad, ahora el divorcio,
la adopción en solitario o la reproducción asistida hacen más frecuente una familia
monoparental. El progenitor suele ser la madre, aunque empiezan a verse padres
que asumen la responsabilidad.

Jiménez (2005), explica que la familia monoparental está conformada por una
madre o un padre que viven solos con sus hijos inmaduros, el progenitor cohabita
con los hijos sin la presencia fija de la pareja y en presencia de por lo menos un
hijo que aún no haya alcanzado la edad de 18 años.

Cortes y Cantón (2010), indican que una de las principales dificultades de estas
familias es que el adulto responsable compatibiliza el cuidado de los hijos, con el
desempeño de una actividad laboral, que permita la subsistencia económica de la
familia, y este sobreesfuerzo se une a la dificultad de tomar decisiones educativas
o resolver en solitario los problemas sobrevenidos.

21
CAPÍTULO III
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

¿Existirá alguna diferencia de conducta antisocial en adolescentes varones


provenientes de familias biparentales y adolescentes varones provenientes de
familias monoparentales?

3.1 Justificación

El principal sistema de desarrollo del ser humano es la familia, la cual puede


clasificarse en familias biparentales y familias monoparentales quienes influyen en
el desarrollo del individuo, en especial en la adolescencia ya que es una etapa de
cambios tanto físicos, emocionales y sociales, siendo la crianza deficiente de los
progenitores un factor que influye en el desarrollo de conducta antisocial en
adolescentes.

Es importante para el Psicólogo interesarse en temas como la conducta antisocial


en adolescentes varones de familias biparentales y familias monoparentales ya
que en nuestra sociedad son los tipos de familias que más se presentan, siendo la
familia el principal núcleo de formación del individuo la cual crea patrones,
esquemas, ideas y conceptos de vida. Siendo estos los factores en los cuales el
Psicólogo Clínico debe identificar y trabajar para prevenir este tipo de conductas.

3.2 Objetivos
3.2.1 General

Determinar si existe una diferencia en la conducta antisocial cuando se comparan


adolescentes varones provenientes de familias biparentales con adolescentes
varones provenientes de familias monoparentales.

3.2.2 Especifico

22
 Aplicar el cuestionario A-D, conductas antisociales-delictivas de Nicolás
Seisdedos Cubero, para determinar la conducta antisocial en adolescentes
varones provenientes de familias biparentales y monoparentales.
 Establecer cual es el grupo de adolescentes con más rasgos de conducta
antisocial.
 Realizar una comparación entre los grupos muéstrales.

3.3 Hipótesis de Investigación

 Hi Existe una diferencia estadísticamente significativa al 0.05% en la


conducta antisocial cuando se comparan adolescentes varones
provenientes de familias biparentales con adolescentes varones
provenientes de familias monoparentales.

 Ho No existe una diferencia estadísticamente significativa al 0.05% en la


conducta antisocial cuando se comparan adolescentes varones
provenientes de familias biparentales con adolescentes varones
provenientes de familias monoparentales.

3.4 Variables
3.4.1 Independiente

 Adolescentes varones provenientes de familias biparentales.


 Adolescentes varones provenientes de familias monoparentales.

3.4.2 Dependiente

 Conducta antisocial.

3.4.3 Definición conceptual de variables

 Adolescentes varones provenientes de familias biparentales: Son


individuos en un periodo de desarrollo que atraviesan cambios físicos,
psicológicos y sociales que da inicio después de la niñez, que pertenece a
23
una familia conformada por una pareja adulta que desempeñan el rol de
padre y madre.

 Adolescentes varones provenientes de familias monoparentales: Son


individuos en un periodo de desarrollo que atraviesan cambios físicos,
psicológicos y sociales que da inicio después de la niñez, que pertenece a
una familia conformada por una sola persona adulta que desempeña el rol
de padre o madre.

 Conducta antisocial: Actos y actividades que infringen reglas establecidas


por la sociedad, reflejan acciones contra el entorno, personas y
propiedades.

3.4.4 Definición operacional de variables

 Independiente: Determinándose por medio de boleta de datos personales


realizada por la autora para determinar la variable.

 Dependiente: La variable conducta antisocial se midió por medio del


cuestionario A-D conductas antisociales-delictivas.

3.5 Alcances y límites

 Ámbito Geográfico: Municipio El Tejar, Chimaltenango.


 Ámbito institucional: Centro Educativo.
 Ámbito Personal: 25 adolescentes varones provenientes de familias
biparentales y 25 adolescentes varones provenientes de familias
monoparentales comprendidos en las edades de 13 a 15 años.
 Ámbito Temático: conducta antisocial en adolescentes varones
provenientes de familias biparentales y familias monoparentales del
municipio de El Tejar, Chimaltenango, 2015.
 Ámbito Temporal: Septiembre 2014 – Mayo 2015.

24
3.6 Aportes

 Contribuye a la Psicología Clínica como un estudio de la conducta antisocial


en adolescentes varones provenientes de familias biparentales y familias
monoparentales.

 Sirve como antecedentes para futuras investigaciones.

25
CAPÍTULO IV
MÉTODO

4.1 Sujetos

Para esta investigación la muestra estuvo formada por 25 adolescentes varones


provenientes de familias biparentales y 25 adolescentes varones provenientes de
familias monoparentales entre edades de 13 a 15 años del Instituto por
Cooperativa de Educación Media. Utilizando el muestreo por conveniencia.

4.2 Instrumento

Para medir las variables de investigación se utilizó el cuestionario A-D, conductas


antisociales-delictivas del autor Nicolás Seisdedos Cubero, el cual evalúa el
aspecto antisocial y delictivo, de la conducta desviada, se utilizó únicamente la
variable de conducta antisocial.

La prueba puede ser aplicada individual y colectiva, su duración es de 10-15


minutos aproximadamente, se aplica en niños y adolescentes, sus ámbitos puede
ser clínica y escolar.

4.3 Procedimientos

 Presentación a la decanatura de la facultad de Psicología para la


autorización del anteproyecto de tesis, el cual se otorgó.
 Selección del tema.
 Elaboración del pre diseño de investigación.
 Investigación de las diferentes bibliotecas nacionales e internacionales por
medio de internet sobre los antecedentes nacionales e internacionales
relacionados con el tema de investigación.
 Recopilación de la información para desarrollar el marco teórico.
 Determinar el problema.
 Establecer el marco metodológico.

26
 Aplicación del cuestionario A-D, conductas antisociales-delictivas.
 Evaluación de las pruebas para obtención de resultados.
 Análisis de diferencias de medias por medio del procedimiento de t de
Student.
 Interpretación y análisis de los resultados de cada grupo de estudio.
 Realización de conclusiones y recomendaciones tomando como base los
resultados obtenidos.
 Elaboración de informe final.
 Presentación final.

4.4 Metodología de la investigación

Martinez (2014), la investigación es de tipo descriptiva comparativa. Compara los


resultados de dos estudios descriptivos sobre un mismo sujeto o grupo en dos
momentos a lo largo del tiempo, o entre dos grupos diferentes, buscando conocer
sus semejanzas y sus diferencias, comparando los sujetos y las situaciones.

4.5 Metodología estadística

Para obtener los resultados estadísticos se utilizó el programa Microsoft Office


Excel versión 2010 por medio del procedimiento de la estimación del número
adecuado de elementos con la formula t de Student, se basa en una distribución
de probabilidades en donde se estima la media de una población pero que el
tamaño de la muestra es muy pequeño. Su función es la determinación y
comparación de dos medias muéstrales y para la elaboración del intervalo de
confianza para la diferencia entre las medias de dos poblaciones cuando no se
conoce la desviación típica de la población.

27
CAPÍTULO V
PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS

A continuación se detalla el análisis inferencial que explica los resultados de la


conducta antisocial en adolescentes varones provenientes de familias biparentales
comparados con adolescentes varones provenientes de familias monoparentales.

Conducta antisocial.

Valor Aceptación
Sujetos Muestra Media Valor de t
crítico de t de Hipótesis
Adolescentes varones
provenientes de 25 15.44
familias biparentales.
Adolescentes varones -0.16 1.71 Ho
provenientes de
25 16.40
familias
monoparentales.
Fuente: Cuestionario A-D de conductas antisociales-delictivas.

Interpretación: No existe una diferencia estadísticamente significativa al 0.05%


en la conducta antisocial cuando se comparan adolescentes varones provenientes
de familias biparentales con adolescentes varones provenientes de familias
monoparentales debido a que el valor de t (-0.16) es menor que el valor crítico
(1.71) por lo que se acepta la hipótesis nula Ho.

28
CAPÍTULO VI
DISCUSIÓN DE RESULTADOS

El objetivo de este estudio fue comprobar si existe conducta antisocial en


adolescentes varones provenientes de familias biparentales y familias
monoparentales para luego poder compararlo y determinar si existe alguna
diferencia estadísticamente significativa al nivel 0.05% para el mismo se utilizó el
cuestionario A-D, Conductas Antisociales-Delictivas del autor Nicolás Seisdedos
Cubero.

Luego de haber aplicado la prueba correspondiente a la muestra estudiada se


pudo concluir respecto a la conducta antisocial que no existe diferencia
estadísticamente significativa ya que la t tiene el valor de -0.16 siendo menor al
valor crítico de 1.71, por lo tanto se acepta la hipótesis nula de esta investigación.
Se determinó que la media correspondiente al grupo de adolescentes
provenientes de familias biparentales es de 15.44 mientras que la media de
adolescentes provenientes de familias monoparentales es de 16.40 siendo el
grupo de adolescentes varones provenientes de familias monoparentales quienes
muestran mayor incidencia en conducta antisocial.

Los resultados obtenidos en esta investigación mostraron que no existe una


diferencia estadísticamente significativa con respecto al grupo de adolescentes
varones provenientes de familias biparentales y familias monoparentales. Se
obtuvo que el grupo de 25 adolescentes varones provenientes de familias
biparentales el 4% de ellos presento conducta antisocial, así también del grupo de
25 adolescentes varones provenientes de familias monoparentales el 12% de ellos
presentaron conducta antisocial.

Es evidente que la presencia de conducta antisocial en el grupo completo de los


50 adolescentes varones es baja, ya que únicamente 4 adolescentes varones
presentan la conducta antisocial. Cumpliéndose los objetivos planteados, se aplicó
la prueba psicométrica así mismo se determinó la existencia de la conducta
antisocial seguidamente se analizó que grupo presentó mayor incidencia de la

29
misma realizándose a su vez una comparación entre la muestra estudiada y
finalmente se determinó la existencia estadísticamente significativa de la variable
descrita en esta investigación.

Respecto a los antecedentes citados se mencionan a:

Los resultados son similares a los de García (2010), quien se interesó por la
conducta agresiva de los adolescentes entre 13 y 17 años hijos de padres
divorciados y no divorciados y concluyó que la incidencia de dicha variable fue
15.08 por ciento. La similitud radica en que ambos autores determinaron baja
incidencia en la muestra abordada.

Sin embargo la autora de esta investigación dista en cuanto a los resultados de


Carrillo (2006), quien abordó la temática de relación entre supervisión parental y la
conducta antisocial en menores infractores, la diferencia de los hallazgos de
ambas investigaciones se centran en que Carrillo realizó un estudio causal y sus
resultados indican alta incidencia de conducta antisocial, siendo todo lo contrario
con los hallazgos de la autora de esta investigación.

30
CAPÍTULO VII
CONCLUSIONES

 No existe una diferencia estadísticamente significativa de conducta


antisocial en adolescentes varones provenientes de familias
monoparentales en comparación con el grupo de adolescentes varones
provenientes de familias biparentales.

 Del total de la muestra 8% de los adolescentes varones presentan conducta


antisocial y 92% no presentan conducta antisocial. Siendo la incidencia
baja.

 Los adolescentes varones provenientes de familias monoparentales


demostraron mayor incidencia de conducta antisocial siendo el 12% de los
adolescentes de este grupo quienes manifiestan conducta antisocial.

 En cuanto al grupo de adolescentes varones provenientes de familias


biparentales el 4% demostró conducta antisocial los cuales incorporan
conductas como: llamar a la puerta de alguna casa y salir corriendo,
ensuciar las calles o aceras rompiendo botellas o volcando cubos de la
basura y coger frutas que no es tuya de un jardín o huerto.

31
CAPÍTULO VIII
RECOMENDACIONES

 A los profesionales de la salud mental y estudiantes de psicología


implementar talleres informativos acerca de la conducta antisocial sus
signos, síntomas, etiología y asesoramiento terapéutico familiar.

 A los adolescentes varones que sean identificados con familia


monoparental, reciban un abordaje terapéutico enfocado hacia la
prevención, detección y asesoramiento terapéutico de la conducta
antisocial.

 Promover un programa de psicoeducación de las conductas antisociales a


las familias monoparentales con hijos adolescentes.

32
Referencias Bibliográficas

Libros

 Berger, K., (2006). Psicología del desarrollo: infancia y adolescencia (7ª


ed). Madrid, España: Medica Panamericana.
 Bleger, J., (2007). Psicología de la conducta. Argentina: Paidós.
 Braunstein, N. A., Pasternac, M., Gloria Benetido, Saal, F. (2003).
Psicología: ideología y ciencia (21ª ed.). Buenos Aires, Argentina: Siglo
Veintiuno Editores, S.A.
 First, M., Pincus, H., Frances, Allen. (2002). DSM-IV-TR manual diagnóstico
y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona, España: Masson.
 Gabbard, G, (2010). Tratamientos de los trastornos psiquiátricos (4ª ed).
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 Goldamn, H., (2000). Psiquiatría General (5ª ed). Distrito Federa, México:
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 Jimenez Godoy, A., (2005). Modelos y realidades de la familia actual.
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 Jiménez, A. (2005). Modelos y realidades de la familia actual. Madrid,
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 Martínez, V. (1997). Los adolescentes ante el estudio, causas y
consecuencias del rendimiento académico. Madrid, España: Fundamentos.
 Mecho, C., Fornos Barreras, A., Gine Gine, C., Mas Mestre, J., Pegenaute
Lebrero, F. (2010). La atención temprana, un compromiso con la infancia y
sus familias. Barcelona, España: UOC.
 Melgosa, J. (2000). Para adolescentes y padres. Madrid, España: Safeliz,
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 Silva, A. (2003). Criminología y Conducta Antisocial. Distrito Federal,
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Tesis

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Quetzaltenango, Guatemala.
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Autónoma. Distrito Federal, México.

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 De León Arriola, S. (2011). Rasgos de la conducta disocial y su relación con
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 Pelico Vicente, E. (2008). Pérdida de valores morales y su influencia en la
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Federal, México.
 Vera Pavez, J. (2012). Conducta antisocial: asociación con psicopatología
en niños y adolescentes. Universidad Autónoma. Barcelona, España.
 Zaragoza Manuel, R. (2012). Anomia, alienación y conducta antisocial y
delictiva en jóvenes sin oportunidades. Universidad de Sonora. Hermosillo,
México.

Otros documentos

 Capponi, R. (s.f.). Psicopatología y semiología, psiquiátrica. Santiago, Chile.

35
Anexo

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37

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