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FACULTAD DE PSICOLOGIA
POR:
III
IV
REGLAMENTO DE TESIS
V
ÍNDICE
RESUMEN 1
CAPÍTULO I
MARCO CONCEPTAL 2
1.1 Introducción 2
1.2 Antecedentes 3
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO 10
2.1 Conducta 10
2.2 Conducta antisocial 10
2.2.1 Etiología de la conducta antisocial 10
2.2.2 Criterios diagnósticos de la conducta antisocial 11
2.2.3 Tratamiento 14
2.3 Adolescencia 16
2.3.1 Etapas de la adolescencia 16
2.3.2 Desarrollo biológico 18
2.3.3 Desarrollo cognitivo 19
2.3.4 Conducta antisocial en adolescentes. 20
2.4 Familias 20
2.4.1 Familias biparentales 21
2.4.2 Familias monoparentales 21
CAPÍTULO III
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 22
3.1 Justificación 22
3.2 Objetivos 22
3.2.1 General 22
VI
3.2.2 Específico 22
3.3 Hipótesis de Investigación 23
3.4 Variables 23
3.4.1 Definición conceptual de variables 23
3.4.2 Definición operacional de variables 24
3.5 Alcances y límites 24
3.6 Aportes 25
CAPÍTULO IV
MÉTODO 26
4.1 Sujetos 26
4.2 Instrumento 26
4.3 Procedimientos 26
4.4 Metodología de la Investigación 27
4.5 Metodología estadística 27
CAPÍTULO V
PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS 28
CAPÍTULO VI
DISCUSIÓN DE RESULTADOS 29
CAPÍTULO VII
CONCLUSIONES 31
CAPÍTULO VIII
RECOMENDACIONES 32
Referencias Bibliográficas 33
Anexo 36
VII
RESUMEN
1
CAPÍTULO I
MARCO CONCEPTUAL
1.1 Introducción
La conducta antisocial son actos que están fuera de las normas sociales. La
conducta antisocial en los adolescentes varones se expresa mediante acciones
agresivas, mentiras, holgazanería, huidas de casa, absentismo escolar y robos.
2
1.2 Antecedentes
3
conducta antisocial y delictiva. Recomendó continuar la aplicación del programa
de habilidades sociales en otros centros de detención para adolescentes en
conflicto con la ley penal, para validarlo mejor.
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comprender la influencia de la psicopatología parental sobre las conductas
antisociales de los niños. La muestra constaba de 338 niños y adolescentes
comprendidos en edades de 8 y 17 años que acudían a consulta psicológica
externa en centros de salud mental pertenecientes a la red pública de la provincia
de Barcelona. Los instrumentos que utilizó fueron Diagnostic Interview for Children
and Adolescents-IV, DICA-IV Reich, Child Behavior Checklist, CBCL Achenbach y
Rescorla, Youth Self-Report, YSR Achenbach y Rescorla, Children's Global
Assessment Scale, CGAS Shaffer y cols., Symptom Checklist 90 Revised, SCL-
90-R Derogatis y Egna Minnen Beträffande Uppfostran, My Memories of
Upbringing, EMBU-P Perris y cols. Su estudio fue de tipo descriptivo y el
procedimiento estadístico que utilizó fue correlación de Pearson. Concluyó que la
frecuencia de las conductas antisociales, en general, no presentan diferencias
significativas cuando se comparan los niños y niñas, y los preadolescentes con los
adolescentes. Sin embargo, los niños y los individuos de edades entre 13 y 17
años tienen a presentar un número mayor de conductas antisociales asociadas
con los niños son iniciar peleas físicas y crueldad física hacia personas, en
cambio, para las niñas son escaparse de casa y faltas a la escuela. Por otra parte,
las conductas antisociales asociadas con los preadolescentes son iniciar peleas
físicas, en cambio para los adolescentes son robo sin enfrentamiento a la víctima y
faltas a la escuela. Recomendó intervenciones que reduzcan los síntomas de
psicopatología en la madre podrían también tener beneficios importantes para sus
hijos, los programas de intervención podrían considerar el desarrollo de una
colaboración y coordinación estrecha entre las intervenciones destinadas a las
madres y las dirigidas a los hijos.
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delictiva en los jóvenes. La muestra se realizó con 100 jóvenes de la ciudad de
Hermosillo, Sonora comprendidos entre 14 y 18 años. El instrumento que se utilizó
fue la escala de anomia social, validada en Brasil por Aguiar. Esta fue desarrollada
con base en el instrumento de Inestabilidad social de Li, Atteslander, Tanura y
Wang. La versión original tiene como objetivo evaluar el malestar social. Su
estudio fue de tipo correlacional de campo y el procedimiento estadístico que
utilizó fue la correlación de Pearson. Concluyó que los resultados de la variable de
conducta antisocial y delictiva, revelan que, los jóvenes sin oportunidades que
conforman la población de estudio, no son ideaciones de cometer conducta
delictivas ni tampoco intentos de esta, los niveles de conducta antisocial señalan
más bien que las conductas de los jóvenes se ven más enfocadas a actos que
alteran el orden público más que a actos que ocasionan un castigo penal.
Recomendó garantizar el acceso de los jóvenes a una educación pertinente y de
calidad así como promover el acceso a los jóvenes a una vivienda digna.
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constaba de 100 adolescentes de ambos géneros, 50 adolescentes de área
urbana del colegio Constancio C. Vigil de La Antigua Guatemala y 50
adolescentes de área rural de la escuela Oficial Rural Mixta San Ignacio Ortiz
Vides de la Aldea el Hato, Sacatepéquez, con edades comprendidas entre los 12 y
15 años de edad. El instrumento que utilizó fue cuestionario A-D de conductas
antisociales y delictivas de Nicolás Seisdedos Cubero. Su estudió fue de tipo
descriptivo-comparativo y el procedimiento estadístico que utilizó fue la prueba Z.
Concluyó que existe presencia de conducta antisocial con índices patológicos en
el área urbana sin embargo es mínima la incidencia, de igual forma respecto a la
conducta delictiva, se determina presencia en el área rural dentro de parámetros
moderados, con tendencia a realizar conductas delictivas, siendo nuevamente
mínima la incidencia en la muestra. Recomendó a los centros educativos,
implementar un área de Psicología para brindar terapia y observar las conductas
antisociales y delictivas que manifiestan los adolescentes.
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manera favorable que expresen sentimientos y emociones por medio del deporte o
del arte, y sean considerados como una forma de prevención para que lo
adolescentes no presenten este tipo de conductas.
8
13 y 17 años hijos de padres divorciados y no divorciados. La muestra constaba
de 23 adolescentes, 10 hombres y 13 mujeres comprendidos entre las edades 13
y 17 años, hijos de padres divorciados y 23 adolescentes, 12 hombres y 11
mujeres, comprendidos entre las edades de 13 y 17 años, hijos de padres no
divorciados. El instrumento que utilizó fue BAS, batería de socialización de F. Silva
Moreno y Ma. Carmen Martorell Pallás. Su estudió fue de tipo comparativo y el
procedimiento estadístico que utilizó fue t de Student. Concluyó que los hijos de
padres divorciados presentan mayor agresividad que los hijos de padres no
divorciados. Recomendó organizar sesiones terapéuticas en ámbitos escolares,
dirigidas a padres divorciados, para minimizar el impacto negativo del divorcio en
los hijos.
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CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
2.1 Conducta
Para Freixa citado en Pérez (2005), definen conducta como la actividad que
realiza un organismo con su ambiente ya sea filo-genético, ontogenético y actual.
Respecto a Rutter et al. (2000), indica que la conducta antisocial son actos que
suponen un quebrantamiento de la ley, que no tienen como consecuencia un
procedimiento legal. Señala la conducta antisocial como un proceso plenamente
social, siendo la sociedad un factor importante en la configuración de dicha
conducta, cuya naturaleza incluye elementos tanto de tipo material, como de tipo
subjetivo e ideológico que lo determinan.
Maltrato físico.
10
Abuso sexual por parte de un familiar.
Conductas agresivas tempranas, dificulta en el control de impulsos.
Narcotráfico.
Pandillas.
Bandas.
Guerrilla.
Sicariato.
De acuerdo con Lykken citado por Herrero et al. (2000), explican que los rasgos
temperamentales que influyen en la conducta antisocial son la búsqueda de
sensaciones, impulsividad y ausencia de miedo. Consideran que el temperamento
y socialización son dos factores relacionados:
American Psychiatric Association (2000), define los criterios para el diagnóstico del
F91.8 Trastorno disocial (312.8).
11
Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los
derechos básicos de otras personas o normas sociales importantes propias
de la edad, manifestándose por la presencia de tres (o más) de los
siguientes criterios durante los últimos 12 meses y por lo menos de un
criterio durante los últimos 6 meses:
Destrucción de la propiedad:
Fraudulencia o robo:
12
Violaciones graves de normas:
Especificar la gravedad:
13
Grave: varios problemas de comportamiento exceden de los requeridos
para establecer el diagnóstico o los problemas de comportamiento causan
daños considerables a otros.
2.2.3 Tratamiento
Robins y Regier citado en Glen O. Gabbard (1991), indica que la atención integral
del paciente con trastorno antisocial de la personalidad implica:
15
Identificarse cualquier proceso tratable, como trastornos mentales del Eje I
o abuso de sustancias.
Es preciso delimitar factores de situación que pueden estar agravando o
empeorando los comportamientos antisociales.
Prestarse atención cuidadosa a todas las reacciones de
contratransferencia, ya que pueden proporcionar información importante
con respecto al mundo interno del paciente con trastorno antisocial de la
personalidad y a la gravedad de su psicopatía.
2.3 Adolescencia
Papalia (2010), describe la adolescencia como una transición del desarrollo que
implica cambios físicos, cognoscitivos, emocionales y sociales, que adopta
distintas formas en diferentes escenarios sociales, culturales y económicos.
16
Adolescencia temprana: Se manifiestan nuevas maneras de expresión
sexual y social; aparecen nuevas habilidades. La aparición de intereses es
notable debido a que las conexiones con personas fuera de la familia se
vuelven a veces apasionadas. Las relaciones con la familia ya no son
suficientes para gratificar las nuevas aspiraciones. Ocurren nuevas
sensaciones y cambios emocionantes en las proporciones físicas, de esta
forma la imagen corporal establecida durante los años escolares se
desestabiliza. Dado que sienten que gran parte de lo que les sucede no lo
pueden analizar con sus padres, los jóvenes de esta edad forman
relaciones personales intensas con uno o dos amigos de la misma edad y
género. Las identificaciones transitorias ya sean con grupos de
adolescentes, adultos o con estrellas del espectáculo proporcionan
oportunidades para que los jóvenes pongan en práctica diversos roles. Solo
una quinta parte de los adolescentes normales tienen una adolescencia
tormentosa; aproximadamente la misma proporción avanza de manera
tranquila a la adultez. Los restantes muestran agitación y ansiedad en
oleadas, con arranques de desarrollo y periodos de estrés y estancamiento.
Papalia (2010), explica que la pubertad indica el fin de la niñez, incluye cambios
físicos como:
18
facial, así mismo en un crecimiento corporal más rápido, mayor grasa en la piel y
en el desarrollo del olor corporal.
19
pueden no reflejar la realidad. Desarrollan esta capacidad a los 14 años, el cual
inicia con una idea o premisa y utiliza pasos lógicos para extraer conclusiones
específicas.
Melgosa (2000), existe una serie de factores que van asociados a la conducta
antisocial en los adolescentes, como lo son:
2.4 Familias
Schiffman y Lazar (2005), determinan que son dos o más personas que están
relacionadas por consanguinidad, matrimonio o adopción y que habitan la misma
vivienda. El grupo social fundamental es conformado por los miembros que
constituyen una familia, que viven juntos e interactúan con la finalidad de
satisfacer sus necesidades personales y reciprocas. La familia continua siendo el
eje predominante que vela por el bienestar de sus miembros.
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Moran (2004), explica a la familia como:
Mecho et al. (2010), indica que la familia tradicional o biparental, está compuesta
por progenitores de ambos sexos, con o sin hijos, y que actualmente presenta
menos hijos, menor duración y cambios en los roles de género adoptados por sus
miembros (padres e hijos).
Jiménez (2005), explica que la familia monoparental está conformada por una
madre o un padre que viven solos con sus hijos inmaduros, el progenitor cohabita
con los hijos sin la presencia fija de la pareja y en presencia de por lo menos un
hijo que aún no haya alcanzado la edad de 18 años.
Cortes y Cantón (2010), indican que una de las principales dificultades de estas
familias es que el adulto responsable compatibiliza el cuidado de los hijos, con el
desempeño de una actividad laboral, que permita la subsistencia económica de la
familia, y este sobreesfuerzo se une a la dificultad de tomar decisiones educativas
o resolver en solitario los problemas sobrevenidos.
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CAPÍTULO III
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
3.1 Justificación
3.2 Objetivos
3.2.1 General
3.2.2 Especifico
22
Aplicar el cuestionario A-D, conductas antisociales-delictivas de Nicolás
Seisdedos Cubero, para determinar la conducta antisocial en adolescentes
varones provenientes de familias biparentales y monoparentales.
Establecer cual es el grupo de adolescentes con más rasgos de conducta
antisocial.
Realizar una comparación entre los grupos muéstrales.
3.4 Variables
3.4.1 Independiente
3.4.2 Dependiente
Conducta antisocial.
24
3.6 Aportes
25
CAPÍTULO IV
MÉTODO
4.1 Sujetos
4.2 Instrumento
4.3 Procedimientos
26
Aplicación del cuestionario A-D, conductas antisociales-delictivas.
Evaluación de las pruebas para obtención de resultados.
Análisis de diferencias de medias por medio del procedimiento de t de
Student.
Interpretación y análisis de los resultados de cada grupo de estudio.
Realización de conclusiones y recomendaciones tomando como base los
resultados obtenidos.
Elaboración de informe final.
Presentación final.
27
CAPÍTULO V
PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS
Conducta antisocial.
Valor Aceptación
Sujetos Muestra Media Valor de t
crítico de t de Hipótesis
Adolescentes varones
provenientes de 25 15.44
familias biparentales.
Adolescentes varones -0.16 1.71 Ho
provenientes de
25 16.40
familias
monoparentales.
Fuente: Cuestionario A-D de conductas antisociales-delictivas.
28
CAPÍTULO VI
DISCUSIÓN DE RESULTADOS
29
misma realizándose a su vez una comparación entre la muestra estudiada y
finalmente se determinó la existencia estadísticamente significativa de la variable
descrita en esta investigación.
Los resultados son similares a los de García (2010), quien se interesó por la
conducta agresiva de los adolescentes entre 13 y 17 años hijos de padres
divorciados y no divorciados y concluyó que la incidencia de dicha variable fue
15.08 por ciento. La similitud radica en que ambos autores determinaron baja
incidencia en la muestra abordada.
30
CAPÍTULO VII
CONCLUSIONES
31
CAPÍTULO VIII
RECOMENDACIONES
32
Referencias Bibliográficas
Libros
33
Papalia, D., Wendkos Olds, S., Duskin Feldman, R., (2010). Desarrollo
humano (11ª ed). Distrito Federa, México: Mc Graw Hill.
Pérez Fernández, V. J., Gutiérrez Domínguez, M. T., García García, A.
Gómez Bujedo, J. (2005). Procesos psicológicos básicos: un análisis
funcional. Madrid, España: Pearson Educación, S. A.
Roca, M. (2010). Trastornos de personalidad. Barcelona, España: Lexus
Editores.
Rutter, M., Giller, H., Hagell, A. (2000). La Conducta Antisocial de los
Jóvenes. Madrid, España: ANORMI, S.L.
Salvador, M. (2002). Psicología y Familia. Madrid, España: Caritas
Españolas.
Schiffman, L. G., Lazar Kanuk, L. (2005). Comportamiento del consumidor
(8ª ed). Distrito Federal, México.
Silva, A. (2003). Conducta Antisocial: un enfoque psicológico. Pax México.
Silva, A. (2003). Criminología y Conducta Antisocial. Distrito Federal,
México: Pax México
Soutullo, C., Mardomingo, M. (2010). Manual de psiquiatría del niño y del
adolescente. Madrid, España: Panamericana.
Tabera, M. V., Rodriguez, M. (2010). Intervención con familias y atención a
menores. Madrid, España: Editex.
Wicks, R. (2000). Psicopatología del niño y del adolescente. Madrid,
España: Isabel Capella.
Tesis
34
Contreras Solyomvary, S. (2006). Factores asociados a la conducta
antisocial de los menores de edad. Universidad Nacional Autónoma. Distrito
Federal, México.
De León Arriola, S. (2011). Rasgos de la conducta disocial y su relación con
educación familiar (estudio realizado con alumnos y alumnas de las
escuelas públicas de la cabecera municipal de San Francisco Zapotitlán,
Suchitepéquez). Universidad Rafael Landívar. Quetzaltenango, Guatemala.
García Martini, L. (2010). Estudio comparativo de la conducta agresiva de
los adolescentes entre 13 y 17 años hijos de padres divorciados y no
divorciados. Universidad Mariano Gálvez. Guatemala, Guatemala.
Morales Romero, J. (2012). Conductas delictivas y antisociales que se
manifiestan en adolescentes del área rural y área urbana, un estudio
comparativo. Universidad Mariano Gálvez. Guatemala, Guatemala.
Pelico Vicente, E. (2008). Pérdida de valores morales y su influencia en la
conducta disocial del adolescente. Universidad Rafael Landívar.
Quetzaltenango, Guatemala.
Toscano Orozco, C. (2013). El clima familiar como detonante de la
conducta antisocial en adolescentes. Universidad Insurgentes. Distrito
Federal, México.
Vera Pavez, J. (2012). Conducta antisocial: asociación con psicopatología
en niños y adolescentes. Universidad Autónoma. Barcelona, España.
Zaragoza Manuel, R. (2012). Anomia, alienación y conducta antisocial y
delictiva en jóvenes sin oportunidades. Universidad de Sonora. Hermosillo,
México.
Otros documentos
35
Anexo
36
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