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Dos Libros de Benjamin Valdivia
Dos Libros de Benjamin Valdivia
Este libro reúne un conjunto de ensayos diversos entorno a la percepción del autor sobre
asuntos variados como la mismidad, el zen, la geografía imaginaria de Ibargüengoitia, el
habla en Guanajuato, Efraín Huerta, la lírica popular, la poética de la fugacidad, la
poesía de Sor Juana, el naturalismo de Zola, El diccionario del Diablo, José Martí y la
lectura de Sade hecha por Octavio Paz, por nombrar algunos de los temas en los que se
detiene el autor.
El titulo del libro alude a la muy conocida (“hasta como para no citarla”) frase
de Montaige al inicio de su obra Ensayos: “yo mismo soy la materia de mi libro”
“¿Acaso existe otra materia para un libro?” se pregunta Valdivia que alude a que un
escritor no cuenta si no con su propia percepción para volcarla en palabras, con la
esperanza “atroz” de que alguien extraiga de ese naufragio y abandono que supone la
escritura los signos que han sobrevivido; y más todavía: con la esperanza de que esos
signos le parezcan al lector familiares o incluso interesantes, que encuentre alguna
analogía entre ese otro que escribe con su yo mismo. La palabra es concebida entonces
como una fe terrible en la comunicación de dos seres separados, como un puente
tendido entre las almas de dos personas, como querría Huidobro. Por ello, nos dice
Valdivia, el ensayo es un género íntimo, incluso más, en su opinión, que la poesía.
Formado de cuatro secciones en “Miradas a lo particular” se detiene el autor en
el tema del uno mismo para dar paso a una visión del zen y sus preferencias en la poesía
de los dos últimos siglos; en “Suite guanajuatense” se tocan puntos sensibles en el
lenguaje y las letras del estado; “Vislumbres de la fugacidad” revisa la expresión
popular y la propia expresión poética de Valdivia; por último, en “Diálogos con
miradas” se persigue un dialogo con autores como Emerson, Crane, Conrad o Kafka,
por nombrar algunos.