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La crisis social a causa del coronavirus y los embates de la naturaleza han provocado
"un aumento de la desigualdad, pero también del hambre" en la región, añadió.
Más de 1,3 millones de contagios, una contracción económica y crisis política y social
es el saldo de la "tormenta perfecta" que azota a Centroamérica desde hace más de un
año, cuando se confirmaron los primeros casos de covid-19, señaló.
"La región está viviendo una especie de tormenta perfecta, se tiene una crisis sanitaria,
económica y social, pero también una crisis ambiental y política", enfatizó el
economista, quien considera que las expectativas para 2021 "son mejores" que las de
2020, pero todavía "hay mucha incertidumbre".
"Las personas más pobres son las que pasan la peor situación y pagan la factura" del
impacto del calentamiento global y pierden "la garantía de derechos en términos de
alimentación, salud y vivienda", explicó.
La alta incidencia de la covid-19 y la falta de apoyo a las familias más pobres amenazan
con generar "inestabilidad social fuerte en nuestros países y oleadas migratorias",
indicó Galeano, quien reclamó a los Estados que concentren sus esfuerzos en atender
a los menos favorecidos.
APOYO INTERNACIONAL
Centroamérica sola no puede enfrentar la magnitud de esta crisis, por lo que los países
requieren ayuda internacional, señaló el director de Visión Mundial Honduras.
"La comunidad internacional debería apostar por acompañar a los países más
vulnerables", enfatizó, y destacó que la niñez y los adultos mayores son los más
endebles a la pandemia y los fenómenos naturales.
Galeano y Castaneda coincidieron, además, en que los niños también son los más
afectados por el cierre de centros educativos vinculados al coronavirus, una situación
que puede afectar el desarrollo de los países.
De acuerdo con el organismo de las Naciones Unidas, la pobreza habría sido mayor en
2020 si los países de la región no hubieran adoptado medidas como las transferencias
de ingresos de emergencia. La pobreza extrema habría sido alrededor de 1,8 puntos
porcentuales más alta, y la pobreza general habría sido 2,9 puntos porcentuales más
elevada en promedio en 7 países.
Pese a lo anterior, el Panorama Social 2021 consigna que en los últimos 10 meses de
2020 las transferencias de emergencia anunciadas por los países para mitigar el efecto
de la crisis representaron un gasto de 89.700 millones de dólares, mientras que en los
primeros diez meses de 2021 el gasto anunciado en estas medidas fue la mitad: 45.300
millones de dólares.
“La ‘recuperación’ económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos
efectos sociales y laborales de la pandemia, estrechamente vinculados a la desigualdad
de ingreso y género, a la pobreza, a la informalidad y a la vulnerabilidad en que vive la
población”, declaró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, quien llamó a
mantener las transferencias monetarias de emergencia en 2022 o hasta que la crisis
sanitaria esté controlada.
El documento sostiene que la desigualdad aumentó entre 2019 y 2020, con lo que se
quebró una tendencia decreciente que venía observándose desde 2002. El Coeficiente
de Gini -utilizado internacionalmente para medir la distribución del ingreso- aumentó
en 0,7 puntos porcentuales para el promedio regional entre 2019 y 2020. Este
deterioro tiene relación directa con las repercusiones de la pandemia.
América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo que lleva más tiempo de
interrupción de clases presenciales, en promedio cerca de 56 semanas de interrupción
total o parcial, lo que ha generado brechas en el desarrollo de habilidades cognitivas,
la pérdida de oportunidades de aprendizaje y el riesgo de aumento del abandono
escolar. Asimismo, el cierre escolar ha impactado sobre la sobrecarga de las tareas de
cuidado de las mujeres. Por ello, el retorno seguro a clases presenciales es urgente en
2022, subraya la comisión regional de las Naciones Unidas.
Para alcanzar dicho objetivo, apunta la Comisión, urge fortalecer los programas de
compra de vacunas y los mecanismos de cooperación y coordinación regional, en línea
con el Plan de autosuficiencia sanitaria para América Latina y el Caribe aprobado por la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y elaborado por la
CEPAL.
“La pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social que
brinde protección, certidumbre y confianza. Un nuevo contrato social debe avanzar y
fortalecer la institucionalidad de los sistemas de protección social y promover que
estos sean universales, integrales, sostenibles y resilientes. Vienen años de menor
crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos para proteger el bienestar
de la población, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad en la región”,
declaró Alicia Bárcena.
También urge reestructurar los sistemas de salud, avanzar hacia una cobertura
universal, con atención oportuna y de calidad para toda la población, y que el Estado
actúe como garante del derecho a la salud.
https://www.cepal.org/es/comunicados/pobreza-extrema-la-region-sube-86-millones-2021-
como-consecuencia-la-profundizacion-la
http://www.efe.com/efe/america/sociedad/centroamerica-tiene-casi-30-millones-de-pobres-
acechados-por-el-hambre/20000013-4524664
https://www.cepal.org/es/publicaciones/6077-pobreza-hambre-seguridad-alimentaria-
centroamerica-panama