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EDICION

1. DEFINICIONES.

Procede de la palabra latina “editio”, que puede traducirse como la acción y el


efecto de producir ejemplares de un documento y proceso mediante el que se
remata una pieza artística, literaria, informativa o lúdica, incluyendo su plasmado
en un soporte material destinado a difusión.

Guillermo Cabanellas define la edición como “impresión y publicación de un


escrito o de un libro de carácter literario, científico o artístico. Conjunto de
ejemplares impresos con el mismo molde y de una sola vez, que se enumera
primera, segunda edición y sucesivas”.

José Núñez Núñez define la edición como: “El acto de reproducir y distribuir
una obra, o también el resultado de editar, es decir el conjunto que
ejemplares que resultan de la producción. En sentido estricto se refiere a
una forma de explotación de las obras que se rigen por el contrato de
Edición. En Sentido amplio la edición es una forma de divulgación, que
entendida así debe de llamarse mejor “publicación”.

1.1. CONTRATO DE EDICION


DEFINICIONES.

De acuerdo a la LEY FEDERAL DEL DERECHOS DE AUTOR MEXICANA,


publica en el diario oficial el 24 de diciembre de 1996, en su artículo 42 que se
establece que “hay contrato de edición de obra literaria cuando el autor o
titular de los derechos patrimoniales, se obliga a entregar una obra a un
editor y este a su vez, se obliga a reproducirla, distribuirla y venderla
cubriendo al titular del derecho patrimonial las prestaciones convenidas.

Manuel Castro Lobo afirma que “El contrato de Edición es el medio por el
cual el autor o sus derechohabientes conceden a otra persona, llamada
editor, el derecho de reproducir, difundir y vender la obra, a cambio de una
determinada remuneración para ambas partes.
Para Nery Roberto Muñoz, “Hay contrato de edición cuando el autor de
una obra intelectual o artística, o su causahabiente se obliga a entregarla a
un editor y éste se obliga a reproducirla, distribuirla y venderla, por su
propia cuenta cubriendo las prestaciones convenidas”.

Es el que celebra el titular de un derecho de autor sobre una obra literaria,


científica o artística o sus derecho habientes, con un editor, para que esta la
reproduzca y la venda por su cuenta y riesgo.

Es el acuerdo de voluntades entre el autor de una obra intelectual o artística y


el editor, por medio del cual el primero, o su causahabiente, se obliga a entregar
una obra al editor, quien se obliga por su propia cuenta y a sus expensas a
reproducirla, distribuirla y venderla, así como a pagar al primero una
contraprestación denominada regalía.

Por su parte en el ARTÍCULO 84. De la Ley de Derechos de Autor y Derechos


conexos establece que: por el contrato de edición, el titular del derecho de autor
de una obra literaria, científica o artística, o sus derechohabientes, concede, en
condiciones determinadas, a una persona llamada editor, el derecho de reproducir
su obra y vender los ejemplares, a cambio de una retribución.

1.1.1. DEFINICION JURIDICA:

El contrato de edición puede ser definido como la convención por la cual el


autor de una obra intelectual se obliga a entregar esta obra al editor, quien por su
parte se obliga a publicarla, es decir, a reproducirla y venderla entre el público por
su cuenta y riesgo, bajo las estipulaciones que establezcan los contratantes.

1.1.2. OTRAS DEFINICIONES.

Ley Francesa: Es aquel en el que sus derechohabientes ceden bajo


persona llamada editor, el derecho de número de ejemplares que le aseguran la
publicación y difusión.

Ley Alemana: Aquel en el que el autor se obliga a entregarle al editor


una obra literaria o musical, para que este la reproduzca y la ponga en el comercio
por su cuenta y riesgo. El editor está obligado a reproducirla y a ponerla en el
comercio y de que se venda”.

1.2. ANTECEDENTES HISTORICOS.

El contrato de edición ha sido, hasta fechas muy recientes, un contrato carente


de específica normativa, pese a su relevancia social y notoria aplicación práctica.
Venía rigiéndose, por tanto, por el principio de autonomía de la voluntad, y
también por los usos y costumbres de la industria editorial, con sujeción a los
límites que el Código Civil establece para todos los contratos en general (art. 1255
y 1258 CC).

ESPAÑA

El primer intento de tipificar esta figura contractual en España se encuentra en


el fallido Proyecto de reforma de la entonces vigente Ley de Propiedad Intelectual,
de 10 de enero de 1879, presentado en el año 1934. Bajo el epígrafe
«Derivaciones de la propiedad intelectual»,

Al persistir esa falta de regulación legal del contrato, el Instituto Nacional del
Libro Español (en adelante, INLE) publicó, en el año 1965, unas
«Recomendaciones para tener en cuenta en la redacción de los contratos de
edición», recomendaciones que luego pasaron a llamarse «Normas para la
redacción de los contratos de edición». Pese al cambio de denominación, la
naturaleza de tales normas siguió siendo la de simples recomendaciones
profesionales, faltas, por ello, de toda fuerza vinculante. No eran normas jurídicas,
sino disposiciones corporativas que solo podían obligar a los asociados del
Instituto, pero no a otras personas.

El tratamiento sistemático del contrato de edición y, por tanto, su tipicidad, no


llegó hasta la publicación de la Ley 9/1975, de 12 de marzo, del Libro, cuyo
objetivo era la promoción del libro como fin prioritario de la política cultural del
Estado.
Aun cuando la edición es prácticamente tan vieja como el primer texto
divulgado, la costumbre de calificar como editor a quien se en cargo de ella data
de apenas un siglo y medio.

ROMA

Es cierto que en Roma se conoció un personaje llamado editor, pero como este
nombre se designaba al magistrado o particular que daba un espectáculo a sus
propias expensas. Tanto en Roma como en Europa medieval los copistas tuvieron
auge. Los Librarli contemporáneos de Cicerón anotaban las obras que ellos
transcribían sobre volumina y libri, desempeñando de este modo la función de
editores, pero sin tener en cuenta mérito alguno de autor, aun cuando vendiesen
muy cara su producción. Más tarde los copistas organizados en corporaciones
aseguraron el monopolio de la reproducción de manuscritos, y con la aparición de
la imprenta alcanzaron su pleno desarrollo mediante la promulgación de un
“privilegio del rey” que confería al librero el derecho exclusivo de imprimir un libro.
Luego se estableció la distinción entre el librero que vende los libros sin
producirlos y el que imprime los libros a su costa ligado por un contrato con el
autor. Cerca del año 1850 aparece la palabra “editor” sobre la cubierta de los
libros (primero se llamó “librero-impresor”, después “librero-editor”.

MEXICO

Pero en el sistema jurídico mexicano la legislación no contiene normas


específicas sobre el contrato de edición en general, sino que reglamenta dos tipos
de contratos de edición: el de obra literaria y el de obra musical. Hay contrato de
edición de obra literaria cuando el autor- o su causahabiente – se obliga a entregar
una obra a un editor y éste, a su vez, se obliga a reproducirla, distribuirla y
venderla cubriendo al titular del derecho patrimonial las prestaciones convenidas
(a. 42). Se considera editor de libros a la persona física y moral que selecciona o
concibe una edición y realiza por sí o a través de terceros su elaboración (a. 124)

En cambio, el contrato de edición de obra musical es aquel por el cual el autor


cede al editor el derecho de reproducirla y éste se obliga a divulgarla por todos los
medios a su alcance recibiendo como contraprestación una participación en los
beneficios económicos que se obtengan por la explotación de la obra (a. 58).
Salvo las cláusulas de recisión expresamente previstas (a. 59), el contrato de
edición de obra musical se rige por las disposiciones del contrato de obra literaria
(a. 60).

EVOLUCION HISTORICA DEL CONTRATO DE EDICION.

Es muy difícil buscar los orígenes del contrato de edición en la antigüedad


puesto que la carencia de la técnica adecuada para reproducir la multiplicidad o
pluralidad de ejemplares de obras literarias, científicas o artísticas no hizo posible
que se regulara.

Uno de los ejemplos más antiguos de un contrato encaminado a regular las


relaciones entre el autor y editor, parece ser lo suscrito el quince septiembre de mil
quinientos sesenta y siete entre Benvenuto Cellini y los impresores Marco Peri y
Valente Panizzi.

A principios del siglo XVI, se inicia la concesión de privilegios reales con el


otorgado por el Senado de Venecia a Juan de Spira para que pudiera imprimir y
explotar.

GUATEMALA

El código civil de 1877, califica el contrato de edición como Contrato de


Arrendamiento de Servicios y por ello no fijo de manera sistemática sus
caracteres.

El decreto 1932 de la Asamblea Legislativa, que contiene el código civil


solamente traía una ligera referencia al contrato en su artículo 1775 así: “LAS
CONVENCIONES DE DOY PARA QUE HAGAS Y HAGO PARA QUE DES, SON
VERDADEROS ARRENDAMIENTOS DE OBRAS Y SOBRE ELLAS RIGEN LAS
MISMOS PRINCIPIOS ESTABLECIDOS EN ESTE PARRAFO”

El código de comercio derogado no hacia ninguna relación al contrato de


edición, por lo que únicamente lo regulaba el decreto ley 106 en el título XIII,
comprendido dentro de los artículos 2037 al 2065, bajo la denominación del arriba
indicado, estipulándose en el mismo que por el contrato editorial o de edición, el
autor de una obra científica, literaria, artística o industrial, se obliga a entregarla al
editor y este se compromete a publicarla o reproducirla y hacerla circular mediante
las condiciones económicas convenidas.

En al exposición de motivos del Código Civil se manifiesta que el contrato de


edición se figuraba con contrato autónomo, con caracteres propios y se
recomendaba la conveniencia de que se celebrara por medio de contrato escrito,
fijándose detalladamente las obligaciones reciprocas y derechos también
recíprocos, pero se agregaba que, si el convenio faltare, los contratantes
quedaban sujetos a las prescripciones de los artículos que lo contenían.

Se enfatizaban que dichos preceptos determinaran las facultades propias del


autor cuando no dependiendo del capital para costear la impresión de su obra
recurre al editor o empresa editorial y la entrega para que sea publicada, haciendo
referencia a que, si el autor pagara con dinero en efectivo la impresión, el contrato
quedaría fuera de ese título y se regiría por el contrato de obra o de empresa.

Con la Promulgación del Decreto número 2-70, del Congreso de la Republica,


que contiene el Código de Comercio vigente y que, a su vez, derogo, entre otros,
los artículos que trataban en contrato de Edición, puede decirse que es cuando
verdaderamente toma carácter mercantil que le corresponde a dicho contrato.

Actualmente se encuentra normado, en el Artículo 84 de la Ley de Derechos de


Autor y derechos Conexos, decreto número 33-98 del Congreso de la Republica.

1.3. NATURALEZA JURIDICA

Con respecto a la naturaleza jurídica de este contrato se ha discutido y


polemizado mucho puesto que cada tratadista le asigna caracteres diversos y asi
vemos que mientras algunos como Ripert, Planiol, etc., lo consideran como un
contrato de compraventa con peculiaridades especiales, otros no menos
conocidos lo reputan como el contrato de sociedad, especialmente Salvat, y otros
lo estiman como un contrato de arrendamiento de obra, arrendamiento de cosas,
De Gregorio, citado por Vicente y Gella ,sostiene que es un contrato Sui Generis,
Posición que adopta el Profesor Guatemalteco Don Edmundo Vásquez Martínez,
aunque alguno de los citados únicamente le reconocen caracteres y
personalidades propias.

Melvin Pineda Sandoval con relación a la naturaleza jurídica de este contrato


señala que “En nuestro derecho es un contrato Sui Generis, porque por una parte
está el editor, quien constituye la empresa mercantil y por la otra el derecho de
autor”.

Para algunos otros autores la naturaleza jurídica se dio a través de la evolución


histórica de este derecho lo cual dio como surgimientos en torno al mismo
extendiéndose entre alguna de ellas verdaderas contradicciones; pero vemos que
en la época actual parece que los autores casi han logrado ponerse de acuerdo; y
es así como a continuación describimos algunas corrientes más importantes que
vinieron a influir en las modernas tendencias de esta disciplina.

1.3.1. TEORIAS RELACIONADAS CON LA NATURALEZA JURIDICA


DEL CONTRATO DE EDICION.

TEORIA DERIVATIVO CONSTITUTIVO: esta corriente, aunque con sus


modificaciones, es seguida en Italia y Alemania. La teoría Italiana afirma que aun
cuando no se encasilla el contrato de edición dentro de derechos de autor, este
contrato genera una adquisición derivativa constitutiva, ya que obviamente
procede o deriva del derecho que el autor entrega su obra al editor con el fin de
reproducción, publicación y distribución, lo que hace que se constituya el derecho
de edición.

La teoría Alemana exagera esta posición y afirma que existen dos derechos
prácticamente: uno, el derecho de autor que es el que le autor tiene sobre su obra
y el otro; el derecho de edición, independientemente del primero, lo cual deviene
por el hecho de la entrega de la obra por parte del autor al editor. Este segundo
derecho según los alemanes es un derecho real, nuevo e independiente y distinto
de aquel del autor y de naturaleza diferente a favor del editor.
Estas teorías por supuesto han sido duramente criticadas por los tratadistas
ya que desvirtúan la esencia del derecho de autor, y así Piola Caselli dice que la
postura alemana debe de ser rechazada porque contradice la función histórica y
social del contrato de edición. Los editores y empresarios no son titulares de un
derecho nuevo que grave la obra a pesar de haber sido y continuar siendo
colaboradores del autor. Esta concepción contradice la actitud de voluntad de los
contratantes quienes no pretenden crear un derecho nuevo y transferirlo al editor-
empresario.

TEORIA SUI GENERIS: Según la mayoría de autores consideran el contrato de


edición es Sui Generis, ya que como se ha observado, no es posible encuadrarlo
dentro del contrato de Sociedad, ni de locación o arrendamiento de bienes
incorpóreos, ni cesion, compraventa, ni cualquier otra de las formas conocidas de
pactar; tampoco es posible considerarlo como un contrato constitutivo,
independiente del derecho de autor.

Por lo que se considera el contrato de Edición de una NATURALEZA SUI


GENERIS, ya que el mismo se compone del producto o creación de la obra del
talento o ingenio el autor, quien otorga su obra al editor para que este la produzca,
publique y distribuya, entrando en el juego del carácter mercantil de esta clase de
contrato.

Debemos de tener presente que esta clase de contrato, tampoco constituye


un derecho nuevo, distinto del derecho de autor, ya que uno es el todo y el otro la
parte que no se puede desligar de manera alguna, ya que por medio de este el
autor cede su derecho patrimonial en forma temporal a favor del editor empresario,
para que este utilice o explote la obra, sin que el autor haga renuncia alguna de su
derecho como creador de la misma. POR LO ANTES EXPUESTO SE
CONSIDERA QUE ESTA TEORIA ES LA QUE SE ADECUA A NUESTRO
ORDENAMIENTO JURIDICO.

1.4. CARACTERISTICAS
 Consensual: porque debe de existir el consentimiento de ambas partes
para que sea perfecto, esto quiere decir que el acuerdo de voluntades debe
ser autor y editor.
 Bilateral y Sinalagmático: ambas partes quedan obligadas y se
comprometen recíprocamente. Una entregar la obra y otra a reproducirla.
 Oneroso: busca la obtención de un lucro de ambas partes contractuales.
 Principal: porque no requiere de otro contrato para poder subsistir.
 De Tracto Sucesivo: la obligación no solo se cumple una vez, quiere decir
que el cumplimiento de las prestaciones se van realizando en partes o en
forma fraccionada, esto de determina por el plazo pactado dentro del
contrato.
 Típico Mercantil: principalmente porque sabemos que los contratos
mercantiles buscan la obtención de ganancia o lucro. Así mismo no está
demás mencionar que es mercantil porque el editor generalmente está
organizado en empresa y no solo asume la obligación de reproducir la obra
intelectual, sino también asume la obligación de propagarla
comercialmente.
 Nominada: ya que se encuentra individualizado en una ley específicamente
en la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos en su artículo 84 al 92
del referido cuerpo legal.
 De colaboración: cuando la obra no sea el producto del ingenio exclusivo
de una persona, sino el resultado del trabajo, cooperación o colaboración
de dos o más, ósea, elaborar la obra en común con tras personas. En este
contrato el editor colabora con la reproducción y divulgación de la obra del
autor.
1.5. ELEMENTOS DEL CONTRATO DE EDICION.
 Elementos Personales
 El autor de la obra: ya sea una obra literaria, científica o artística, ya
que el autor es quien concede el derecho de imprimir la obra literaria.
 El editor: es el propietario de la empresa que se encarga de editar la
obra y a propagarla comercialmente.
 Elementos Reales
 La obra intelectual que entrega el autor para ser editada.
 La retribución que recibe el autor de la obra.
 Elementos Formales: El artículo 85 de la Ley de Derechos de Autor y
Derechos Conexos, establece que debe de formalizarse POR ESCRITO,
esto nos da la libertad de faccionarlo en DOCUMENTO PRIVADO O EN
ESCRITURA PUBLICA, lo que queda a elección de las partes contratantes.
1.6. CLASES O MADALIDADES: En el presente contrato se trato de
investigar si el mismo contaba con clases o modalidades, pero del no
se encontró ninguna, únicamente características las cuales están
arriba ya indicadas.
1.7. ASPECTOS RELEVANTES QUE SE CONSIDERAN OPORTUNOS
INDICAR.
1.7.1. Objeto del Contrato de Edición.

De conformidad con la ley el Contrato de Edición recae siempre sobre una


obra literaria, científica o artística, pudiendo haber sido creada, antes, hoy o ser
futura y, se comprende dentro de estas, las determinadas obras intelectuales en el
artículo 84 del decreto 33-98 del Congreso de la Republica, Ley de Derechos de
Autor y Derechos Conexos.

El objeto del contrato está ligado a la razón de ser o el espíritu de la Ley de


Derechos de Autor, lo que conlleva tener como fin la protección de los derechos
de autor tale como Derechos Morales y Derechos Patrimoniales.

Por lo que el objeto es la protección del producto de la creación intelectual y


no las ideas.

1.7.2. IMPORTANCIA DEL CONTRATO DE EDICION.

Para Melvin Pineda Sandoval “La importancia de esta figura contractual en


cuanto a que constituye un contrato culturalmente de gran importancia porque
viabiliza la publicación de aquellas obras que de otra manera difícilmente se
podrían publicar debido a las limitaciones de los autores”.
Por su parte Guillermo Cabanellas afirma que “para el derecho tiene gran
importancia las distinción entre ediciones legítimas, las hechas por el autor o por el
cesionario de su derechos, y las ediciones furtiva, clandestinas o fraudulentas, las
impresas o las vendidas por quienes arrebatan a los autores o a sus
causahabientes sus legítimos derechos consistentes tanto en autorizar la
impresión y venta como percibir el importe legal o el que se conviene.

Por lo que podemos afirmar que el contrato de edición como aquel acuerdo
de voluntades en donde queda plasmado los derechos u deberes que nacen de
nuestro marco constitucional y que son afines con nuestra legislación específica
en materia de derechos de autor.

1.7.3. DERECHOS Y OBLIGACIONES QUE NACEN DEL CONTRATO


DE EDICION.

Como ya apuntamos anteriormente, los derechos de autor se pueden agrupar


en dos grandes grupos: Por una parte, los DERECHOS MORALES, que están
íntimamente ligados con la personalidad del autor, que es aquel que le permite
defender su obra y los DERECHOS PECUNIARIOS O PATRIMONIALES, que son
aquellos que otorgan a su titular el derecho exclusivo de obtener para el un
provecho pecuniario, mediante la explotación de la obra.

1.7.3.1. DERECHOS DEL AUTOR:


 Derecho a la Retribución o Remuneración.
 Derecho a solicitar rescisión del contrato cuando vendida una edición
no se reedita la obra dentro del plazo de 18 meses.
 Derecho de Corregir, enmendar o mejorar la obra, antes de que
entre en prensa.
 Derecho a comprar al costo, las obras sobrantes de una edición.
 Derecho a figure su nombre o su seudónimo en cada uno de los
ejemplares reproducidos.
1.7.3.2. OBLIGACIONES DEL AUTOR:
 Otorgar al editor el derecho de reproducir y difundir la obra.
 Entregar el manuscrito u obra en la forma y tiempo convenidos.
 Abstención de publicar por su cuenta el trabajo publicado.
 Abstención de celebrar contrato mientras no transcurra el plazo que
se fije para la venta de la obra o no se haya agotado la misma.
 Obligación de responder por las ideas o tesis que exponga en sus
obras.
1.7.4. DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL EDITOR.

Los derechos y obligaciones del editor han sido considerados la medula del
contrato de edición doctrinaria y legalmente, de tal forma que el legislador
no tenia, sino que ser riguroso con el tratamiento de estos, puesto que tiene
que evitarse los abusos que se cometen dadas las circunstancias de la
forma como generalmente se verifican los contratos, siendo básicamente
las siguientes:

 Entrega de la obra: el editor tiene el derecho que el autor le


entregue la obra para su edición.
 Recibo de la Obra: este derecho es correlativo al mercado en el
apartado anterior, si en el contrato no se estipulo el plazo en la
entrega de la obra, el editor puede solicitar judicialmente la fijación
del plazo y en caso de incumplimiento resolver el contrato.
 Fijación del precio de la venta de la obra: este derecho lo
conserva el editor, dado que es el quien aporta el capital para la
reproducción de la obra, por lo cual es él el mas indicado para
establecer el precio unitario de la obra editada.
 Saldo de los Ejemplares: en el contrato a plazo una vez expirado
este, el editor tiene derecho a seguir vendiendo los ejemplares que
hayan quedado, si el autor no ejercita el derecho de comprarlos a
precio costo, mas del diez por ciento de bonificación.

Otros hechos relevantes en este tipo de contrato pueden ser:

 TERMIANCION DEL CONTRATO, que se da por el cumplimiento de las


obligaciones y que es la causa natural de su extinción.
 El VENCIMIENTO DEL PLAZO CONTRCTUAL, que es el que está
fijado y requisito indispensable y exigido por el articulo 86 de la Ley de
Derechos de Autor y Derechos Conexos, que indica que dicho contrato
podrá pactarse por un plazo determinado.
 CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES CONTRACTUALES, que
dentro del contrato de edición el editor debe de vender o publicar la obra
objeto del contrato en las mejores condiciones y el mayor número de
ejemplares posibles.
 MUERTE DEL AUTOR, aquí se pueden dar dos situaciones, la primera
cuando la obra esta inconclusa y la segunda cuando no está indicada o
de ella exista un proyecto, en la primera el editor puede proceder a la
edición en la parte que ya esta concluida y en el segundo supuesto no
queda más que la rescisión del contrato.
1.8. FUNDAMENTO LEGAL.

Como todo en el ordenamiento jurídico guatemalteco y para que las leyes,


reglamentos o normas especializadas deben nacer o tener su asidero en nuestra
Constitución Política de la Republica de Guatemala, es por ello que en su articulo
42 el cual en su epígrafe establece “Derecho de Autor e Inventor”, así mismo
como esta establecido en su normativa especial el decreto 33-98 Ley de Derechos
de Autor y Derechos Conexos, en sus artículos del 84 al 92, puesto que es aquí
donde se encuentra como es que debe de llevarse a cabo la realización del
contrato de edición.

2. CONTRATO DE REPRESENTACIÓN O EJECUCIÓN PÚBLICA


2.1. Definición.

Este contrato consiste en que el autor de obra literaria, dramática, musical,


dramático-musical, pantomímica o coreográfica de la que su autor o sus
derechohabientes ceden autorizar a una persona individual o jurídica, el derecho
de representar o ejecutar públicamente su obra a cambio de una remuneración,
incluso puede pactarse quienes desempeñaran los papeles, vestuario y
descripción del escenario.
Una definición legal de este contrato la podemos señalar lo que para el
efecto señala el ARTÍCULO 93. De la Ley de Derechos de Autor y Derechos
Conexos Por el contrato de representación o de ejecución pública, el autor de una
obra literaria, dramática, musical, dramático-musical, pantomímica o coreográfica,
o su derecho habiente, cede o autoriza a una persona natural o jurídica, el
derecho de representar o ejecutar públicamente su obra, a cambio de una
remuneración.

2.2. ANTECEDENTES HISTORICOS.


2.3. NATURALEZA JURIDICA.

Al igual como se indico en el contrato de edición, siendo que estos


contratos tienen grandes similitudes, porque se refieren a obras, ideas o
invenciones creadas por un autor el que a su vez le otorga el derecho a otra
persona, pudiendo ser un editor o un representante para que la reproduzca y la
ponga dentro de la empresa mercantil para obtener ganancias.

Por lo anterior y dada las similitudes podemos indicar que este tipo de
contrato también su naturaleza Jurídica es SUI GENERIS.

2.4. CARACTERISTICAS
 Consensual
 Bilateral
 Oneroso
 De tracto sucesivo
 Principal
 Típico mercantil
 Nominado

2.5. ELEMENTOS
 Personales: el autor o derechohabiente de la obra y la persona
individual o jurídica que actúa empresarialmente en la representación
y ejecución publica de obras.
 Reales: la obra que se va a representar o ejecutar y la retribución
que percibe el autor o el derechohabiente.
 Formal: al igual que el contrato de edición debe constar por escrito.

2.6. CLASES O MODALIDADES: En este tipo de contrato al igual que el


de Edición se investigo y no se encontró clases o modalidades del
mismo.

2.7. OTROS ASPECTOS RELEVANTES QUE SE CONSIDERA


INDICAR EN EL CONTRATO DE REPRESENTACIÓN Y
EJECUCIÓN EN PUBLICO

El plazo puede determinarse de modo cierto o relacionarlo con un número


especificado de representaciones. Podría establecerse que las representaciones
se harán dentro de un plazo de dos años a partir de la firma del contrato; o bien
que se harán doce representaciones. Si no se indicó plazo son seis meses a partir
de la firma del contrato para la primera presentación, caso contrario se tendrá por
resuelto el contrato.

2.7.1. De la exclusividad:

El empresario adquiere un derecho exclusivo para representar la obra,


salvo en pacto contrario. En consecuencia, el autor o derechohabiente no puede
negociar con un tercero, mientras el empresario con quien negocio no haya
terminado sus representaciones.

2.7.2. De la retribución:

La retribución del autor o derechohabientes se supone que resulta de los


ingresos obtenidos en las representaciones o ejecuciones de la obra. Por eso el
articulo 97 lo protege, al establecer que el empresario tiene la calidad de
depositario de la suma que porcentualmente le corresponda sobre el ingreso en la
taquilla, la que no puede verse afectada por medidas precautorias a que se viera
sometido el empresario, como en el caso de embargo. Asimismo, si al empresario
se le reclama la retribución y no la hace efectiva, judicialmente puede ordenarse la
suspensión de las representaciones, la retención de lo recaudado, sin perjuicio de
dar por terminado el contrato.

2.7.3. Obligaciones específicas del empresario:

En el artículo 96 de la ley ya mencionada, establece como obligaciones


propias del empresario: representar la obra como lo dice en el contrato, sin
introducir modificaciones no consentidas por el autor y anunciarlas al público con
su título, nombre del autor y si fuere el caso, nombre del traductor o adaptador.

2.7.4. LAS OBRAS MUSICALES (artículos 98 y 99 de la ley de la


materia)

En estos casos la Ley de Derecho de Autor y derechos conexos prohíbe la


transmisión por radio, televisión, servicio parlante u otro medio electrónico
semejante, o ejecutarse en audiciones o espectáculos públicos, una composición
musical, con letra o sin ella, sin la autorización del titular del derecho de autor o del
conexo y el pago de la retribución que corresponda.

El reclamo también puede hacerlo el intérprete de una pieza musical


compuesta por otro, en este caso nos encontramos frente a un derecho conexo,
pues el derecho de autor lo tiene el compositor.

También se establece que las personas que tienen relación con un


espectáculo público, como propietario, socios, gerentes, directores o responsables
de los establecimientos (lugares de espectáculo) tienen responsabilidad solidaria
con el organizador por las violaciones a los derechos de autor que ocurran en los
mismos.

Por último, el artículo 100 establece que la autoridad encargada de


autorizar espectáculos públicos, en Guatemala la Dirección de Espectáculos
dependencia administrativa del Ministerio de Cultura y Deportes, no permitirá su
realización si no se acredita la autorización de los titulares de los derechos a
representar o ejecutar.

2.8. FUNDAMENTO LEGAL.


Al igual que el contrato de Edición este contrato su asidero constitucional
esta regulado en el artículo 42 de nuestra Constitución Política de la
Republica de Guatemala y en su normativa especial decreto 33-98 del
Congreso de la Republica de Guatemala, Ley de Derechos de Autor y
Derechos Conexos en los artículos 93 al 100.

3. CONTRATO DE FIJACION DE OBRA.


3.1. DEFINICION:

Este Contrato se da cuando a cambio de una remuneración, el autor autoriza a


una persona (Individual o jurídica), a incluirla en una obra audiovisual o
fonograma, para su reproducción y distribución.

Una definición legal de este contrato típico mercantil la encontramos en el


ARTÍCULO 101. De la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos. Por el
contrato de fijación de la obra, el autor autoriza a una persona natural o jurídica, a
incluirla en una obra audiovisual o fonograma para su reproducción y distribución,
a cambio de una remuneración previamente acordada.

3.2. ANTECEDENTES HISTORICOS


3.3. NATURALEZA JURIDICA

Al igual que los contratos de edición y de representación, este contrato pues


también no se aleja de las similitudes que dentro de ellos existen, por lo que
podemos indicar que también sigue la corriente que su Naturaleza Jurídica es SUI
GENERIS.

3.4. CARACTERISTICAS
 Consensual,
 Bilateral,
 Oneroso,
 De tracto sucesivo,
 Principal,
 Típico mercantil y
 Nominado.
3.5. ELEMENTOS
 Personales: el autor y el reproductor, que puede ser una persona
individual o jurídica.
 Reales: la obra y la retribución al autor.
 Formal: la ley no establece una forma; pero, se infiere del contexto
de la ley que debe constar por escrito, pues toda enajenación del
derecho de autor debe constar por escrito.

3.6. CLASES O MODALIDADES.

En este tipo de contratos no fue posible poder encontrar clases o


modalidades de contratos de Fijación de Obra.

3.7. OTROS ASPETOS RELEVANTES QUE SE CONSIERAN


OPORTUNOS MENCIONAR
3.8. FUNDAMENTO LEGAL.

Al igual que el contrato de Edición este contrato su asidero constitucional está


regulado en el artículo 42 de nuestra Constitución Política de la Republica de
Guatemala y en su normativa especial decreto 33-98 del Congreso de la
Republica de Guatemala, Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos en los
artículos 101 al 103.
Bibliografía

 htthttps://andrescusi.files.wordpress.com/2016/10/contrato-de
edicic3b2n.pdfps://es.wikipedia.org/wiki/Contrato_de_edici%C3%B3n
 https://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/179148/1/179148.pdf
 EL CONTRATO DE EDICIÓN Un modelo de Cesión de Derechos de
Propiedad Intelectual. Autor: Sergio Vidal Fernández Tutora: Prof.
Juana Marco Molina Catedrática de Derecho civil. Departament de
Dret Privat Universitat de Barcelona.
 http://es.escribd.com/document/481427702/CARACTERISTICAS-
DEL-CONTRATO-DE-EDICION
 https://glifos.umg.edu.gt/digital/13555.pdf
 Constitución Política de la Republica de Guatemala.
 Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos, decreto 33-83 del
Congreso de la Republica de Guatemala.
 https://derechomercantil.video.blog/2019/11/08/23-contrato-de-
representacion-o-ejecucion-publica/

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