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Declive de la democracia en Polonia, hungría y rumanía - Trabajo común

Marc Bernard
Maya Fischer
Anthony Lopez

Desde la accesión al poder en Hungría, Polonia y otros países de Europa Central de


partidos populista de derecha caracterizados por sus ideologías identitarias, había un declive
del nivel de democracia en estos países según los estándares y principios fijados por los
Tratados de la Unión Europea (UE). El sitio Freedom House repertoria un índice de
democracia para cada país del mundo1, se ha registrado una disminución significativa del
índice de democracia en ciertos países de la UE y miembros del pacto de Visegrad. Hungría
representa una caída de 7 puntos de su media desde 2017 (de 76/100 en 2017 hasta 69/100 en
2022) y Polonia una caída de 8 puntos de su media (de 89/100 en 2017 hasta 81/100 en
2022). Estas reducciones son consecuencias de acciones y tentativas antidemocráticas por
parte de los gobiernos elegidos en estos países, por ejemplo: las leyes de revocación de los
jueces en Polonia amenazando la independencia de la justicia y la separación de los poderes o
las acciones hostiles por parte del gobierno contra Népszabadság (periodico hungaro)
después de los revelaciones hecho por el periodico sobre el partido en poder, lo que
representa una amenaza de la prensa libre. Estas situaciones han inducido confrontaciones
importantes entre la Unión Europea (y un conjunto de sus miembros, en particular los países
de Europa del Oeste y del Norte) y los estados miembros siguiendo un vía cada vez más
iliberal (Polonia, Hungría, Rumanía). La reconsideración de objetivos y valores
fundamentales de la Unión Europea por parte de algunos de sus Estados miembros pone en
peligro/cuestión el proceso de integración de la Unión que se basa sobre el aspecto colectivo
a todos los Estados miembros de dichos valores y objetivos. ¿ De qué manera pueden
aplicarse las teorías de la integración neo funcionalista, post funcionalista e
intergubernamentalista a esta situación ?

Teoria intergubernamentalista
El 15 de agosto 2021, el periódico húngaro Magyar Nemzet, lo más próximo de la
línea política del gobierno de Orban, declaró en un artículo: “ Ha llegado el momento, ahora
en julio de 2021, de considerar seriamente la posibilidad de nuestra retirada de una unión de
1
Ver la metodología de evaluación y de determinación del índice aquí: Sitio web Freedom House consultado el
17 de febrero 2023, URL:
https://freedomhouse.org/reports/freedom-world/freedom-world-research-methodology
Estados con mil heridas sangrantes, que muestra síntomas imperiales y que trata a los países
del este y centro de Europa con increíble arrogancia. [...] Nosotros, húngaros, polacos y otros
pueblos de Europa Central y Oriental nos aferramos a nuestros fundamentos culturales y
religiosos [Por oposición a los otros miembros de la Unión Europea].” El artículo es el
resultado de una tensión entre las instituciones Europeas (y los otros estados miembros) y
Hungría después de la adopción de leyes con carácter homófoba. El PM de los Países Bajos,
Mark Rutte, ha declarado “ Hungría ya no tiene nada que hacer en la Unión Europea”
uniéndose así al discurso anti-europeo del partido Fidesz. Entonces, porque los gobiernos
Hungaro o Polaco, elegidos al sufragio universal y beneficiándose de un apoyo mayoritario
de la población y que critican duramente la UE no ponen en marcha el procedimiento de
salida de la UE (art. 50 TUE) como el Reino Unido ha hecho?
La teoría intergubernamentalista ofrece una perspectiva para entender el paradoxo de
la crisis iliberal. Según la teoría intergubernamentalista, integración debe ser entendida como
el resultado del arbitraje entre los intereses propios a cada estado que actúa siguiendo una
lógica racional económica: maximizar sus intereses personales. Los países iliberal no ponen
en marcha el procedimiento de salida porque permanecer en la UE es de sus intereses.
Primero, en consideración de la situación económica, el crecimiento de las economías de
estos países son dependientes de las oportunidades ofrecidas por el mercado único y del
apoyo financiero de la Unión (80% de las exportaciones polacas son a destinación de los
países del mercado único) . Luego, la mayoría de la población de los países iliberal, aunque
han elegido partidos euroescépticos, no son críticos de la Unión Europea, entonces una salida
de la Unión reunirá poco apoyo y representa un peligro político para los gobiernos de esos
países.
La permanencia en la Unión es necesaria para los países iliberales pero no
necesariamente deseada, cuando la Unión (y los otros Estados miembros) es preparada a
concesiones políticas y a la adopción de un enfoque permisiva para preservar un cierto
equilibrio institucional. El paradoxo es el resultado de una negociación/un acuerdo informal
en el sentido de la teoría intergubernamentalista, en que cada estado intenta maximizar sus
intereses siguiendo una relación de coste/oportunidad, siguiendo una lógica puramente
económica y realista2. A la luz de la teoría intergubernamentalista, que afirma su
escepticismo frente a una cooperación a largo plazo, esta situación parece efímera. En efecto,
un cambio en la balanza de coste oportunidad puede entrenar un cambio de situación, como

2
En el sentido de la teoría de relaciones internacionales.
ilustrado en las palabras de Donald Tusk sobre la crisis en cuestión: “Catástrofes como, por
ejemplo, el Brexit, o la posible salida de Polonia de la UE, ocurren muy a menudo no porque
alguien lo haya planeado, sino porque alguien no ha sabido planificar una sabia alternativa.”
Destacando la necesidad de ofrecer oportunidades y de cumplir con los intereses de los
estados miembros para tener éxito en el marco del proceso de integración, lo que corresponde
al enfoque de la teoría intergubernamentalista.

Neo funcionalismo
La teoría del neofuncionalismo es un enfoque de la integración europea que considera que
ésta se produce a través de la actuación de actores no estatales. En lugar de explicar la
política internacional como un juego entre Estados, este enfoque pretende promover la
integración europea reforzando la cooperación entre los distintos actores y creando lazos más
estrechos entre los Estados miembros de la UE.

Aunque la teoría del neofuncionalismo puede haber contribuido a la integración europea,


algunos críticos sostienen que también ha provocado un alejamiento de la toma de decisiones
democrática, lo que puede haber contribuido al declive de la democracia en Europa. Se dice
que la integración europea se ha vuelto demasiada tecnocrática, con un poder de decisión
transferido de los Estados soberanos a instituciones supranacionales, como la Comisión
Europea, el Parlamento Europeo y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, debilitando
así la participación ciudadana y la responsabilidad democrática.

Como lo vimos, en algunos países de Europa Central y Oriental, como Hungría, Rumanía y
Polonia, el ascenso al poder de partidos populistas ha puesto en tela de juicio los valores
democráticos y los principios fundamentales de la Unión Europea. Estos partidos han
adoptado a menudo una retórica nacionalista y antieuropea, al tiempo que aplican políticas
que desafían la independencia judicial, los derechos humanos y la libertad de prensa. Esta
tendencia ha generado una creciente preocupación entre los políticos de la UE, que han
pedido medidas para proteger el Estado de Derecho y los valores democráticos en toda la UE.
Postfuncionalismo

Más allá de las teorías clásicas del intergubernamentalismo y el neofuncionalismo,


existe otra teoría, más reciente desarrollada por los politólogos Liesbet Hooghe y Gary Marks
en “Grand Theories of European Integration in the twenty-first century” (2019), y que
permite de analizar el declive de la democracia en estos países del Este de Europa que hemos
tratado antes.
Esta teoría del postfuncionalismo difiere de las otras porque según ella, el proceso de
integración europea es un proceso conflictivo (y no un proceso cooperativo como las teorías
intergubernamentalistas y neofuncionalistas) debido a un choque entre dos sistemas de
creencia incompatibles y / o antagonistas. Este choque entre dos sistemas de identidad
colectiva3 en el seno de la Unión Europea impediría la formación de una identidad europea
colectiva y popular en toda la Unión.
Se concretiza esta teoría en la realidad en cuanto al declive de la democracia en Polonia,
Hungría y Rumania. Desde un lado, encontramos a estos tres Estados actualmente
gobernados por partidos afirmando la superioridad de su identidad histórica, religiosa y
cultural que serían amenazadas por la identidad impuesta por Bruselas. Por ejemplo, este
enfrentamiento entre estos dos sistemas de identidad se materializó, entre otros, en 2020 por
el bloqueo del Plan Europeo de Recuperación Económica4 por parte del gobierno polaco y
hungario. Exasperados por el mecanismo que pretende condicionar el acceso a cualquier
financiación europea al respeto del estado de derecho, los dos países bloquearon el lunes su
implementación. Los dos líderes europeos justificaban este estancamiento al afirmar que
defendían su derecho a gobernar su país según sus normas (entender : sus normas nacionales
frente a las normas europeas).

3
una identidad europea por un lado, supranacionalista y pro Unión Europea ; unas identidades nacionales por
otro lado, basándose sobre el principio de Estado-Nación, limitando este concepto a las fronteras de su Estado
de origen y afirmando la supremacía de la soberanía de su Estado frente a las Instituciones europeas
4
tras las recesiones debidas a las medidas tomadas en contra del COVID-19

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