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2.

Introducción

La cibernética de segundo orden, una rama de la teoría de sistemas, y el


construccionismo, una corriente de pensamiento en psicología social, ofrecen una
perspectiva intrigante y poderosa para comprender fenómenos humanos complejos.
En conjunto, estos enfoques nos invitan a ver la realidad como una construcción
dinámica y colectiva, moldeada por la interacción entre individuos y su entorno
social.

Cuando aplicamos esta lente al trastorno de ansiedad social, lo vemos no como una
entidad aislada y estática, sino como una construcción social emergente. La
ansiedad social se desarrolla en el contexto de las creencias, expectativas y
percepciones que las personas tienen sobre sí mismas y sobre cómo las perciben
los demás. Desde esta perspectiva, el miedo intenso a la evaluación social se
convierte en una construcción que varía según la interpretación de cada individuo.

En este análisis, exploraremos cómo la cibernética de segundo orden y el


construccionismo arrojan luz sobre la naturaleza fluida de la ansiedad social.
Veremos cómo las personas co-construyen su experiencia de ansiedad social a
través de la interacción social y cómo pueden intervenir activamente en la
reconfiguración de sus patrones de pensamiento y comportamiento para superarla.

3. Desarrollo

3.1. Premisas de los Modelos

Cibernética de Segundo Orden:


La cibernética de segundo orden es una teoría desarrollada por Heinz von Foerster
y otros investigadores, que se enfoca en el estudio de los sistemas observadores y
sus interacciones con el entorno.

Según Palma, J. (2023) la cibernética de segundo orden es una reformulación de la


cibernética que incluye al observador como parte de sus explicaciones. Esta teoría
se propone a partir del mismo campo de la cibernética, donde surge el problema por
los procesos de retroalimentación de los que forma parte el observador. Es decir, la
retroalimentación de la información que soporta la viabilidad de los sistemas, por
deriva, incluiría al que está describiendo estos procesos. La cibernética de segundo
orden se enfoca en la autorreferencia y la recursividad, y se conoce también como
cibernética de los sistemas observadores. (p.5)

Sus premisas fundamentales son:

 El Observador es Parte del Sistema: En la cibernética de segundo orden, se


reconoce que el observador no es una entidad externa e imparcial, sino que
forma parte integral del sistema que está siendo observado. Esto significa
que nuestras observaciones están influenciadas por nuestra propia
perspectiva, experiencias y marcos de referencia. “El sistema observante,
organiza el curso de acciones acordes a los procesos de distinciones que
realiza y, en la medida que las interacciones se suceden, las descripciones
se complejizan organizando sistemas cognitivos referenciales para el sujeto.”
(Palma, J., 2023) El observador se define como parte integral del sistema
observado. Es decir, el observador no puede separarse de las pautas
relacionales en las que está incluido y, al mismo tiempo, realiza distinciones
acordes a su marco de referencia. El observador organiza acciones acordes
a los procesos de distinciones que realiza y, conforme las interacciones se
suceden, las descripciones se complejizan organizando sistemas cognitivos
referenciales para el sujeto.
 El Observador Co-evoluciona con el Sistema Observado: La relación entre el
observador y el sistema observado es dinámica. Los cambios en uno afectan
al otro, y viceversa. Esta idea implica que nuestras acciones como
observadores pueden influir en el sistema que estamos observando. Se
considera que el observador co-evoluciona con el sistema observado. Esto se
debe a que el observador es una parte integral del sistema que está siendo
observado y, por lo tanto, no puede separarse de las pautas relacionales en
las que está incluido. Además, el observador realiza distinciones acordes a
su marco de referencia, lo que influye en la forma en que se describen y
organizan los sistemas cognitivos referenciales para el sujeto. En resumen, el
observador y el sistema observado se influyen mutuamente y coevolucionan
en un proceso de retroalimentación constante.

Constructivismo:
El construccionismo es una corriente teórica que sostiene que la realidad no es algo
dado, sino que es construida socialmente a través de la comunicación y la
interacción entre los individuos. Desde esta perspectiva, los sujetos no solo se
adaptan al mundo, sino que también lo construyen y lo transforman a través de sus
acciones y discursos. Según Berger y Luckmann (2011, citado en Palma, 2023):

Son las interacciones habituales o de la “vida cotidiana” en donde los sujetos


edifican y comparten significados a través de la comunicación. Berger y
Luckmann proponen que lo que acontece en la vida cotidiana implica una
realidad intersubjetiva, es decir, que es compartida con otros (p.15).

El construccionismo se enfoca en el estudio de los procesos de construcción de la


realidad y en cómo estos procesos son influenciados por factores sociales,
culturales e históricos.

Con respecto a la relación terapéutica Feixas Viaplana, G. y Villegas Besora, M.


(2000) afirma que la relación terapéutica no sólo como una relación de persona a
persona, como haría Rogers (1967), sino como una relación de experto a experto
(Feixas, 1995). El cliente es experto en su mundo personal, más concretamente en
los contenidos de su mundo. De esta competencia propia del cliente el terapeuta
tiene mucho que aprender, puesto que es, en un principio totalmente ignorante a
este respecto. El terapeuta, en cambio, es un experto en relaciones humanas y el
funcionamiento de los sistemas de construcción. Ambos expertos trabajan en equipo
colaborando en llevar a cabo una “investigación” que les permita encontrar hipótesis
más viables acerca de la realidad que el cliente presenta como problema. (P.21)

Sus fundamentos son:

 La Construcción del Conocimiento: El constructivismo sostiene que el


conocimiento no es algo que se descubre de manera pasiva, sino que se
construye activamente por parte del individuo. Esto significa que las personas
crean su comprensión del mundo a través de la interacción con su entorno,
sus experiencias y sus interacciones sociales. Para von Glasersfeld cada
sujeto que conoce lo hace a través de las estructuras cognitivas que él mismo
ha ido desarrollando en la medida que ha ido interactuando con el medio.
(Palma, J.,2023, p 9 -10)
 La Subjetividad del Conocimiento: Desde la perspectiva constructivista, el
conocimiento es subjetivo y relativo. Cada persona tiene su propia
interpretación del mundo, y esta interpretación está influenciada por su
historia personal y cultural. No existe una realidad objetiva única. El propósito
del método científico, entre otros, es abstraer las propiedades subjetivas del
investigador del objeto que está conociendo, pero, finalmente, la
interpretación de los datos recolectados o las correlaciones entre variables,
serán inevitablemente conclusiones realizadas por un observador. (Palma,
2023, p 9) En este proceso, los individuos aportan sus propias perspectivas y
experiencias, lo que influye en la forma en que se construye y se interpreta el
conocimiento. Por lo tanto, la subjetividad del conocimiento se refiere a la
idea de que el conocimiento es siempre relativo y está influenciado por
factores subjetivos, lo que hace que sea imposible alcanzar una
representación "verdadera" o trascendente de la realidad.

Relación entre la Cibernética de Segundo Orden y el


Constructivismo:
La relación entre la cibernética de segundo orden y el constructivismo radica en su
enfoque en la subjetividad y la interacción entre el observador y lo observado:

 Ambos modelos reconocen que el observador es fundamental en la


construcción del conocimiento. En la cibernética de segundo orden, esto se
refleja en la idea de que el observador es parte del sistema observado y que
su perspectiva influye en lo que se observa. En el constructivismo, se enfatiza
que el conocimiento es construido activamente por el individuo, lo que implica
que cada persona tiene su propia interpretación del mundo.
 Ambos modelos destacan la dinámica y la interacción entre el observador y el
entorno. En la cibernética de segundo orden, se reconoce que esta
interacción es bidireccional y que el observador y el sistema co-evolucionan.
En el constructivismo, se enfatiza que el conocimiento se construye a través
de la interacción con el entorno y con otros individuos, lo que implica que
nuestras interpretaciones son moldeadas por nuestras interacciones sociales.
La Cibernética de Segundo Orden y el Constructivismo comparten algunos
fundamentos teóricos, como la autorreferencialidad de los observadores y el
carácter adaptativo del conocimiento. Ambas teorías sostienen que los
observadores no son entidades pasivas que simplemente registran la realidad, sino
que son activos en la construcción del conocimiento. Desde la perspectiva de la
Cibernética de Segundo Orden, los observadores son sistemas autopoiéticos que se
autorregulan y se adaptan al entorno a través de la retroalimentación. Desde la
perspectiva del Constructivismo, los observadores construyen el conocimiento a
través de la interacción social y la comunicación.

En resumen, la Cibernética de Segundo Orden y el Constructivismo comparten la


idea de que los observadores son activos en la construcción del conocimiento y que
este conocimiento es siempre relativo y contextual.

3.2. Análisis Crítico de Diagnóstico Psiquiátrico


Para ejemplificar estos conceptos, consideremos el diagnóstico de trastorno de
ansiedad social según el DSM V. Desde una perspectiva constructivista, este
diagnóstico se basa en la forma en que el individuo construye su experiencia de
ansiedad en situaciones sociales. No todos los pacientes experimentarán la
ansiedad de la misma manera, ya que sus construcciones personales varían.

Desde la óptica de la cibernética de segundo orden, el diagnóstico también se ve


influenciado por la perspectiva del profesional de la salud mental que lo evalúa. La
interacción entre el paciente y el terapeuta crea una dinámica observador-
observado, donde las creencias y suposiciones del terapeuta pueden influir en el
proceso diagnóstico.

Según la Asociación Americana de Psiquiatría (2013) el trastorno de ansiedad social


es el “Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el
individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas.” (p.132)

En otras palabras, el trastorno de ansiedad social se presenta como un miedo o


ansiedad intensa y persistente relacionado con situaciones sociales o actuaciones
en público, donde la persona teme que los demás la valoren negativamente. Esto
suele llevar a la evitación de estas situaciones o a la angustia intensa al
enfrentarlas.
Análisis Crítico desde el Constructivismo:

Construcción Social de la Realidad: Desde una perspectiva constructivista, se


reconoce que la realidad la construyen las personas mediante interacciones y
experiencias. En el caso del trastorno de ansiedad social, se podría argumentar que
la ansiedad social no es simplemente una entidad objetiva, sino una construcción
social influenciada por las normas y expectativas culturales.

Desde la óptica tradicional de psicoterapia el objetivo de esta sería adaptar el sujeto


a la realidad, sin embardo, “el constructivismo sugiere que las consecuencias
dolorosas de una determinada ficción «como si» actual (que naturalmente tuvo su
origen en algún momento en el pasado) deben ser sustituidas por las de otra ficción
«como si» que producen una realidad tolerable.” (Watzlawick, P.,2013, p.113)

Subjetividad de la Evaluación: El constructivismo enfatiza la subjetividad de la


evaluación. En lugar de ver la evaluación negativa de los demás como un hecho
objetivo que causa ansiedad, se podría considerar que esta evaluación es subjetiva
y depende de la percepción de la persona. Lo que una persona ve como una
evaluación negativa, otra persona podría no percibirlo de la misma manera.

Interacciones Sociales: El constructivismo también destaca la importancia de las


interacciones sociales en la construcción de la realidad. En lugar de ver las
situaciones sociales como inherentemente ansiosas, se podría argumentar que la
ansiedad social surge de la interacción entre el individuo y su entorno social. La
ansiedad puede ser influenciada por la interpretación subjetiva de las interacciones.

Nociones Cibernéticas:
Desde la perspectiva cibernética de segundo orden, se podría argumentar que el
trastorno de ansiedad social también se relaciona con la dinámica observador-
observado. Aquí, las nociones cibernéticas se centran en cómo la ansiedad del
individuo puede influir en la percepción de su entorno social y viceversa:

Co-evolución Observador-Entorno: La ansiedad social puede verse como el


resultado de una co-evolución entre el individuo y su entorno social. Sus creencias y
percepciones afectan cómo interpretan las interacciones sociales, lo que a su vez
puede influir en las respuestas de los demás.
Retroalimentación: La retroalimentación en las interacciones sociales es crucial. Si
una persona con ansiedad social interpreta constantemente las señales sociales de
manera negativa, esta interpretación negativa puede retroalimentar su ansiedad y
reforzar su creencia de ser evaluada negativamente.

En resumen, desde una perspectiva constructivista y cibernética, se podría


reinterpretar el trastorno de ansiedad social como una construcción social y
subjetiva, influenciada por las interacciones y percepciones del individuo. Esto
puede tener implicaciones en cómo se aborda y se trata este trastorno, centrándose
en la modificación de las creencias y la dinámica observador-observado en las
interacciones sociales.

4. Conclusión
En conclusión, tanto la cibernética de segundo orden como el constructivismo
desafían la objetividad del conocimiento y destacan la influencia del observador en
la construcción de significado. Aplicados al campo de la psicología y la psiquiatría,
estos modelos invitan a considerar la subjetividad en la evaluación y diagnóstico de
trastornos mentales, como el trastorno de ansiedad social. Esto subraya la
importancia de una comprensión contextual y relacional de las experiencias de los
individuos en el proceso de diagnóstico y tratamiento.

Desde esta óptica, podemos entender que la ansiedad social no es una entidad fija,
sino una construcción que emerge en la interacción entre individuos y su entorno
social. Las creencias y expectativas que las personas tienen sobre sí mismas y
sobre cómo son percibidas por los demás desempeñan un papel fundamental en la
manifestación de la ansiedad social.

La cibernética de segundo orden nos muestra que las personas no solo son
observadores pasivos de su entorno, sino que también participan activamente en la
creación de su realidad. En el contexto del trastorno de ansiedad social, esto
significa que las personas pueden aprender a reinterpretar sus interacciones
sociales de manera más positiva y constructiva, lo que puede ayudar a reducir la
ansiedad.

Desde el construccionismo y la cibernética de segundo orden, entendemos que la


ansiedad social es una construcción social y que las personas pueden cambiar sus
patrones de pensamiento y comportamiento para reducir la ansiedad y mejorar sus
experiencias sociales. Es una perspectiva esperanzadora que nos invita a
reflexionar sobre cómo podemos ayudar a quienes sufren de este trastorno a
construir una realidad social más saludable y satisfactoria.

Referencias:
Palma, J. (2023). Cibernética de segundo orden y constructivismo radical. Apunte de
clase Unidad 2, Teorías Sistémicas, Universidad UNIACC.

Feixas Viaplana, G. y Villegas Besora, M. (2000). Constructivismo y psicoterapia


(3a. ed.). Bilbao, Spain: Editorial Desclée de Brouwer. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/uniacc/47644?page=122.

Watzlawick, P. (2013). La coleta del barón de Münchhausen: psicoterapia y realidad.


Barcelona, Herder Editorial. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/uniacc/114402?page=113.

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