Capítulo 27.
Rinitis: concepto y clasificaciones
uso de vasoconstrictores por vía sistémica es de du-
doso y controvertido efecto, en uso tópico no deben
prescribirse. Los antibióticos se reservan para las so-
breinfecciones bacterianas.
El objetivo principal del tratamiento en los niños
consiste en mantener la permeabilidad nasal median-
te la fluidificación del moco con gotas de suero fisio-
lógico y su aspirado mediante sondas. También se
debe procurar la humidificación ambiental mediante
humidificadores. Los lavados a presión de las fosas
nasales pueden impactar el moco infectado desde la
rinofaringe y la trompa de Eustaquio al oído medio
generando otitis medias agudas, por lo que deberían
evitarse.
RINITIS BACTERIANAS AGUDAS
Concepto y etiopatogenia
Habitualmente, siguen a una rinitis vírica aguda
y se producen por sobreinfección de la mucosa nasal
con sus mecanismos de defensa mermados.
Los gérmenes implicados con mayor frecuencia
son el Streptococcus pneumoniae, Haemophylus influen-
zae y Moraxella catarralis.
Sintomatología y diagnóstico
Clínicamente se caracteriza porque tras una rini-
tis vírica aguda, el cuadro clínico no remite, la rino-
rrea toma coloración verdosa o amarillenta y espesa,
y mejoran los estornudos y la congestión nasal.
La rinoscopia pone de manifiesto esta abundante
secreción que, generalmente, remite espontáneamen-
te hacia los 8-10 días.
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Tratamiento
Se debe procurar una hidratación adecuada para fa-
vorecer la eliminación de las secreciones. Se prescriben
antibióticos por vía sistémica (amoxicilina-clavulánico,
trimetropin-sulfametoxazol) en caso de sobreinfección
sinusal u ótica o bronquial, o si el cuadro clínico se pro-
longa más allá del plazo de tiempo indicado.
Formas especiales
Existen formas especiales de rinitis bacterianas
agudas de bajísima frecuencia. Son las siguientes:
1. Rinitis estafilocócica del recién nacido. Se mani-
fiesta hacia los 3 días del nacimiento con una ri-
norrea amarillenta y abundante. Puede asociarse
con neumonía. El diagnóstico es clínico y micro-
biológico por cultivo del exudado nasal.
2. Rinitis gonocócica. Se adquiere por contamina-
ción nasal durante el parto desde el aparato geni-
tal materno. Se manifiesta en el período neonatal
con una rinorrea mucopurulenta verdosa, sangui-
nolenta, con costras. El diagnóstico es bacterioló-
gico, y el tratamiento, antibiótico tópico y sisté-
mico.
RINITIS INFECCIOSA CRÓNICA NO ESPECÍFICA
Concepto y etiopatogenia
Denominada también rinitis mucopurulenta crónica
inespecífica, es más frecuente en la infancia y consiste
en un estatus rinítico con síntomas y signos infeccio-
sos persistentes, con períodos de mejoría y empeora-
miento, pero sin remisión completa.
No existe una etiología clara, pero son varios los
factores que pueden estar implicados; los más fre-
cuentes son: la hipertrofia adenoidea, que actúa como
reservorio de bacterias, y el hacinamiento de los ni-
ños en colegios y guarderías.
Sintomatología y diagnóstico
El diagnóstico es clínico. Se trata en general de ni-
ños de entre 2 y 7 años con rinorrea crónica blancoa-
marillenta, mucoide o espesa, con obstrucción nasal,
que se manifiesta por un hábito respiratorio bucal y
ronquido nocturno. Tos, sobre todo nocturna por el
goteo de moco desde las coanas a la laringe.
El paciente adulto refiere hiposmia. La rinosco-
pia muestra una mucosa nasal congestiva, cuya co-
loración varía desde el rojo intenso en fase de so-
breinfección aguda al pálido-edematoso en la fase
de estado. Las secreciones son espesas, abundantes
y amarillento-verdosas.
Cuando este cuadro clínico se asocia con infec-
ciones de las vías aéreas inferiores será necesario rea-
lizar estudios complementarios para descartar una
alergia respiratoria, una fibrosis quística, una discine-
sia ciliar o un déficit inmunitario.
Evolución y tratamiento
En su forma típica, la enfermedad tiende a remitir
espontáneamente con el crecimiento del niño salvo en
el caso de que exista algún trastorno sistémico conco-
mitante que deberá tratarse convenientemente.
El tratamiento local se realiza con lavados nasales
ligeros de suero fisiológico. La hidratación adecuada
facilita la fluidez del moco. En momentos puntuales,
cuando la sintomatología sea muy florida o haya in-
fecciones de la vía aérea asociadas, se utilizan antibió-
ticos de amplio espectro.
341
 Parte 2. Rinología
RINITIS INFECCIOSAS CRÓNICAS ESPECÍFICAS
Concepto, generalidades y etiopatogenia
Bajo esta denominación se agrupan las formas clí-
nicas, de enfermedades sistémicas con manifestacio-
nes nasales y aquellas que son complicaciones infec-
ciosas específicas de procesos infecciosos generales.
En clínica, se manifiestan con una rinorrea muco-
purulenta y/o sanguinolenta, pero atípica, y obstruc-
ción nasal más o menos importante. En la exploración
se observa, además de la secreción, lesiones como cos-
tras, ulceraciones o lesiones granulomatosas.
El diagnóstico se basa en la identificación del ger-
men, estudios serológicos específicos o anatomopa-
tológicos. El diagnóstico diferencial se realiza con las
neoplasias, linfomas y la granulomatosis de Wegener
(v. cap. 28).
Diversas etiologías pueden ser la causa de estas
rinitis con las siguientes peculiaridades:
Difteria
Enfermedad muy rara actualmente por la vacu-
nación sistemática, aunque pueden aparecer casos
aislados. El agente patógeno es Corynebacterium diph-
teriae. Afecta con mayor frecuencia a la faringe, con
formación de las falsas membranas fibrinosas, que al
retirarlas dejan una superficie sangrante. Pueden
aparecer también en la nariz, de forma aislada o com-
binada con la faríngea, pero en la forma nasal pura no
se producen las complicaciones neurológicas ni toxé-
micas que son frecuentes en las faríngeas. La rinorrea
puede ser serohemorrágica o purulenta, y el diagnós-
tico de certeza se basa en la identificación del germen
(también llamado bacilo de Klebs-Loeffler).
El tratamiento se realiza con penicilina parenteral
y, en caso de afectación sistémica, se prescribe anti-
toxina diftérica.
Es una enfermedad de declaración obligatoria.
Rinoscleroma
Es una enfermedad infecciosa causada por Klebsie-
lla rhinoescleromatis, de evolución crónica, que afecta
a la nariz. Es más frecuente en Europa Central y del
Este, en América Central y del Sur, Oriente Medio
y la India. Clínicamente, se caracteriza por la forma-
ción de masas seudotumorales que distienden y de-
forman la cavidad nasal y que adquiere un aspecto
característico denominado «nariz de tapir».
Evoluciona en tres fases clínicas:
1. Una fase rinítica completamente inespecífica, con
obstrucción, rinorrea y formación de costras.
2. Una segunda fase infiltrante o nodular, con forma-
ción de masas seudotumorales, blandas, rojizas, con
afectación de la pirámide nasal y del labio superior.
342
En la anatomía patológica de esta fase es caracterís-
tica la presencia de células de Mikulicz, con citoplas-
ma claro, que contienen el microorganismo causal.
Hay cuerpos de Russell, que son células plasmáticas
de citoplasma eosinófilo y núcleos prominentes.
3. La última fase es cicatricial, y a ella se llega tras
varios años de evolución; produce adherencias,
atresia y estenosis de las fosas nasales.
El diagnóstico se establece mediante la clínica,
y se confirma con el estudio anatomopatológico y
bacteriológico.
El tratamiento consiste en dosis altas de estrepto-
micina y tetraciclinas durante 4-6 semanas. Ocasio-
nalmente, puede ser necesaria la reconstrucción qui-
rúrgica de los defectos estéticos residuales.
Lepra
Es una infección crónica originada por el Myco-
bacterium leprae. El bacilo llega típicamente a la nariz
por las uñas, con el rascado, y tiene un período de
incubación que puede llegar a los 10 años.
Clínicamente, se distinguen una forma tuberculoi-
de, caracterizada por pequeñas manchas hipoestési-
cas-anestésicas, y otra forma lepromatosa, que deter-
mina una infiltración difusa de la piel, mucosa nasal,
y nervios periféricos, cuya lesión produce la hi-
poestesia-anestesia. Muchos pacientes presentan una
forma intermedia entre las dos indicadas.
La enfermedad se inicia con el desarrollo de un
engrosamiento nodular en el tercio anterior del tabi-
que nasal o el cornete inferior. Progresivamente, se
perfora el tabique nasal y se destruye casi por comple-
to, así como los cornetes, produciendo una deformi-
dad nasal típica, con colapso de la pirámide y esteno-
sis de la fosa (facies leonina). El diagnóstico es clínico,
anatomopatológico (infiltrado celular perivascular) y
bacteriológico, por cultivo del germen tras inocula-
ción a animales previamente inmunodeprimidos.
La enfermedad debe ser tratada por un especialis-
ta dermatólogo, con la administración de dapsonas
durante largos períodos de tiempo.
Tuberculosis
La nariz se puede afectar por la tuberculosis de
dos formas diferentes: el lupus vulgar y la tubercu-
losis nasal.
Lupus vulgar
Afecta a la piel del vestíbulo nasal y a la mucosa,
de forma crónica e insidiosa. Se origina por inocula-
ción directa con el rascado.
Clínicamente se manifiesta como una vestibulitis
unilateral crónica. Es más frecuente en las mujeres
jóvenes. Se forman nódulos con aspecto de «jalea de
manzana», que se pueden ulcerar y, al cicatrizar, de-
 Capítulo 27. Rinitis: concepto y clasificaciones
jan una perforación del tabique o deformidades de
las alas nasales.
El diagnóstico es anatomopatológico: se objetivan
granulomas epitelioides caseificantes y presencia de
bacilos ácido-alcohol resistentes (Bacilo de Koch).
El tratamiento es el de la tuberculosis, por espe-
cialista infectólogo, al que se añaden cuidados tópi-
cos, si se requieren.
Tuberculosis nasal
En la fosa nasal es una enfermedad exudativa y
ulcerosa de la mucosa que se produce por propaga-
ción a través del torrente sanguíneo desde un foco
pulmonar. Inicialmente, aparece un tuberculoma en
la parte anterior del tabique nasal que se ulcera. Pos-
teriormente, se perfora el tabique, propagándose a
los cornetes. El diagnóstico y el tratamiento son los
mismos que para el lupus vulgar.
Sífilis
Se trata de una infección originada por Treponema
pallidum. La sífilis nasal es infrecuente, pero puede
acontecer a cualquier edad, incluso de forma congé-
nita, y en las tres fases de la enfermedad:
1. El chancro primario tiene la característica típica
de cualquier localización. En esta fase se puede
descubrir el germen por visión directa en micros-
copio de campo oscuro.
2. La sífilis secundaria se caracteriza por un cuadro
de rinitis catarral con costras y fisuras persistentes
en el vestíbulo.
3. El clásico goma sifilítico terciario también puede
observarse en la nariz. Puede producir una osteí-
tis por vasculitis, visible por radiología, y perfora-
ciones posteriores del tabique. El resultado final
es una rinitis atrófica con colapso nasal y la defor-
midad nasal típica de nariz «en silla de montar».
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.
La sífilis congénita puede manifestarse como for-
ma secundaria (rinítica) precozmente tras el naci-
miento (0-3 meses) o como forma terciaria o gomosa
desde los 3 meses a la pubertad. El diagnóstico de la
sífilis nasal se basa en la identificación del germen en
la fase primaria, y en la serología en las otras dos.
El tratamiento consiste en penicilina sistémica,
por especialista veneorólogo.
Muermo
Es una infección causada por Pseudomona mallei,
parasitaria de caballos y asnos. Afecta sobre todo a
sus cuidadores.
Se manifiesta con un cuadro clínico de rinitis cos-
trosa, acompañada de fiebre, erupción cutánea pare-
cida a la de la sífilis secundaria y pequeños nódulos
subcutáneos e intramusculares que se ulceran y cu-
ran. Puede resolverse espontáneamente o provocar un
cuadro tóxico fulminante, con complicaciones pul-
monares e intracraneales.
El diagnóstico es clínico y por cultivo microbio-
lógico en animales de laboratorio.
El tratamiento se realiza con tetraciclinas, estrep-
tomicina o sulfamidas, en colaboración con el espe-
cialista infectólogo.
Rinitis por protozoos
Rinosporidiosis
Común en India y África, se manifiesta como un
pólipo sangrante de la mucosa nasal, con aspecto de
frambuesa. Dicho pólipo está lleno de esporangios,
con esporas detectables en el estudio microbiológico.
El tratamiento es la exéresis radical del pólipo.
Leishmaniasis
Típica de América Central y del Sur, las formas clí-
nicas están producidas por tres leishmanias distintas.
Leishmania brazilensis es la que afecta a la nariz, destruye
el tabique nasal y, progresivamente, las partes blandas
de la cara, llevando a la muerte si no se trata.
El diagnóstico se establece mediante el examen
biópsico, que muestra los característicos cuerpos de
Leishman-Donovan.
Se trata con antimoniales sistémicos.
Rinitis micótica
Es poco frecuente en la población general, pero
más frecuente en pacientes diabéticos e inmunode-
primidos. Los microorganismos implicados con ma-
yor frecuencia son: Aspergillus, Actinomices, Blastomi-
cosis, Histoplasmosis, Esporotricosis, Candida y Mucor.
La existencia de formaciones negras o grisáceas
sobre la mucosa o pólipos tapizados por secreciones
oscuras debe hacer sospecharlas, así como el olor a
moho de la secreción nasal. El cuadro clínico puede
ser crónico y banal o, por el contrario, puede ser muy
grave, con extensión intracraneal y muerte, según el
estado inmunitario del paciente y la agresividad del
germen. Véase también, en el capítulo 28, el apartado
«Manifestaciones nasosinusales de las enfermedades
sistémicas».
El diagnóstico requiere el estudio micológico
mediante tinción y en fresco.
El tratamiento requiere, en primer lugar, una exé-
resis de las lesiones, incluso con cirugía, y un trata-
miento farmacológico con antimicóticos sistémicos,
si la gravedad del cuadro así lo requiere.
RINITIS ALÉRGICA
Concepto
La rinitis alérgica es la consecuencia de una
hiperreacción inmediata (tipo I de Gell y Coombs)
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