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APEGO: una de las teorías dominantes en la psicología de las relaciones es que la experiencia

de apego en la infancia de una persona, y en particular el apego hacia su cuidador, influye en


cómo se comportará con su pareja de adulto.
¿Cómo se crean Vínculos en la Infancia? La teorías proponen que cada persona nace con la
necesidad instintiva de formar apegos para sobrevivir, también se propone que todo el mundo
necesita tener un apego intimo y continuo durante los primeros dos años de vida y que, si eso
no es así, en la infancia y adultez pueden aparecer depresiones, agresión intensificada,
inteligencia reprimida y dificultad para mostrar afecto. En las investigaciones se mostraron
que los individuos desarrollan diferentes modos de apegarse a otras personas. Estos estilos
de apego emergen durante la primera infancia y sigue dando forma a las elecciones de
relaciones y de comportamiento en la edad adulta, hoy en día se han descrito cuatro apegos
ligados a la infancia y otros cuatro más ligados a la vida adulta.
Tipos de apego:
SEGURO: Cuando un niño siente que sus necesidades están cubiertas, desarrolla un apego
seguro. El cuidador es sensible a sus necesidades y responde a ellas de forma rápida y regular.
El niño está lo bastante feliz como para explorar su entorno y se siente seguro. CONDUCE
A: APEGO SEGURO EN LA EDAD ADULTA: de adulto se siente confiado en las relaciones
y está dispuesto tanto a pedir ayuda a su pareja como a ofrecer apoyo y consuelo a esta cuando
es necesario. Mantiene su independencia pero se muestra cariñoso con su pareja.
AMBIVALENTE: El niño no confía en que su cuidador vaya a cubrir sus necesidades. El
comportamiento del cuidador es inconsistente: a veces es sensible y otras veces negligente.
El niño se vuelve ansioso, inseguro e irritable. CONDUCE A: APEGO ANSIOSO-
PREOCUPADO: El miedo al rechazo hace que el adulto sea una persona dependiente,
exigente, obsesiva y que no soporta separarse ni un momento de su pareja. La relación está
marcada por el hambre emocional en lugar de por el amor y la confianza verdaderos.
EVASIVO: Si el cuidador es distante e indiferente a las necesidades del niño, este se vuelve
también distante, pues de forma inconsciente detecta que probablemente sus necesidades no
serán cubiertas. El niño no desarrollo un apego seguro. CONDUCE A: APEGO
DESDEÑOSO-EVASIVO: El adulto, distante, es independiente. Pero esa independencia es
una ilusión: es solo el resultado de negar la importancia de sus seres queridos. Si su pareja se
enfada y amenaza con terminar la relación, él aparenta que no le importa.
DESORGANIZADO: El cuidador impredecible asusta al niño, bien porque es agresivo o por
su pasividad y miedo propio. El angustiado niño se vuelve reservado, indiferente y aturdido,
pues carece de estrategias para cubrir sus necesidades. CONDUCE A: APEGO MIEDOSO-
EVASIVO: EL adulto pasa de un extremo a otro, es emocionalmente impredecible y puede
terminar en una relación abusiva. Se siente dividido entre el deseo de buscar consuelo en su
pareja y el miedo a acercase demasiado y que le hagan daño.

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