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Rigoberta Menchú es una activista guatemalteca

nacida en 1959 conocida por su lucha en defensa de


los derechos de los pueblos indígenas y los derechos
humanos en su país. Menchú creció en una familia
de campesinos indígenas y desde su juventud,
experimentó la pobreza y la opresión a manos de
terratenientes y el ejército de Guatemala.
Su activismo social se desarrolló en plena guerra civil
guatemalteca (1962-1996), en la que fueron
asesinados decenas de miles de campesinos;
incluidos sus propios padres.
A pesar de los peligros en su país natal, Menchú
inició una lucha pacífica que se acabaría convirtiendo en una de las más importantes en la defensa
de los derechos humanos y los derechos indígenas en América Latina. En 1983, publicó su
autobiografía "Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia", relato con el que ganó
gran parte de su reconocimiento internacional.
Además de conseguir ser escuchada en las Naciones Unidas, en 1992 recibió el Premio Nobel de la
Paz por «su trabajo en pro de la justicia social y de la reconciliación etno-cultural basado en el
respeto de los derechos de las personas indígenas». Desde entonces, continúa su trabajo social,
fomentando la educación intercultural y la integración de la cultura indígena en la sociedad
guatemalteca.
En resumen, Rigoberta Menchú es un icono de la lucha por la justicia social y los derechos
humanos en América Latina. Su historia y su dedicación han inspirado a generaciones de activistas
y defensores de los derechos indígenas en todo el mundo.

Miguel Ángel Asturias nació el 19 de octubre de 1899 en Ciudad de


Guatemala. Era el primogénito de Ernesto Asturias Girón, un
abogado y juez, y María Rosales de Asturias. Sus padres eran de
ascendencia española.
En 1923, Asturias se trasladó a París para estudiar etnología y
antropología en la Sorbona. Allí conoció a otros escritores
latinoamericanos como Pablo Neruda y Vicente Huidobro.

En 1933, regresó a Guatemala donde ejerció la docencia


universitaria, fundó el Diario del Aire, primer radio periódico del
país, y vivió una agitada vida cultural y académica. En el período
revolucionario de 1944 a 1954 desempeñó varios cargos
diplomáticos.
En 1966 recibió el Premio Lenin de la Paz, y en 1967 el Premio Nobel de Literatura. Murió en
Madrid el 9 de junio de 1974, pero sus restos reposan en el cementerio de Pere Lachaise, en París.
Miguel Ángel Asturias, con su pluma magistral y su compromiso con la justicia social, dejó un
legado literario imborrable en la historia de la literatura latinoamericana.
Su capacidad para mezclar el realismo mágico con la crítica social y política lo convirtió en un autor
influyente y visionario.
A lo largo de su vida, exploró las profundidades de la cultura guatemalteca y, al mismo tiempo,
universalizó las luchas y sueños de las poblaciones marginadas de América Latina.
Su obra literaria, que abarca novelas, poemas y ensayos, es un testimonio perdurable de su pasión
por la justicia y su compromiso con la exploración de las complejidades de la condición humana.
Miguel Ángel Asturias, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1967, sigue siendo un
faro de inspiración para generaciones de escritores y lectores, uniendo el arte con la conciencia
social en una sinfonía literaria que perdurará para siempre.
Su legado literario y su contribución a la cultura guatemalteca y mundial perduran como un
monumento a su inmenso talento y su incansable búsqueda de la verdad.

Juan Jose Arevalo Bermejo


Educador, escritor y político guatemalteco, nació en Taxisco,
Santa Rosa, el 10 de septiembre de 1904. Sus padres fueron
Mariano Arévalo Bonilla y Elena Bermejo de Paz.
Efectuó estudios en su ciudad natal, luego continuó en
la Escuela Normal Central (1911-1912); colegio Domingo
Savio (1913); Escuela primaria anexa del Instituto Nacional
Central para Varones (1916-1917), donde debido al terremoto
tuvo que terminar sus estudios en Chiquimulilla.
Logró el título de maestro de Instrucción Primaria en 1922.
En 1927, el gobierno del presidente Lázaro Chacón le otorga
una beca para realizar estudios superiores en Buenos
Aires, Argentina, en la Facultad de Humanidades y Ciencias de
la Educación de la Universidad Nacional de La Plata. En 1931,
se gradúa de Profesor de Enseñanza Secundaria en Filosofía y
Ciencias de la Educación; y en 1934, obtiene el título superior
de Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, presentando
la tesis Pedagogía de la personalidad, la que calificada de sobresaliente, alcanzó el derecho a ser
publicada por aquella universidad.
Presidente de la República Constitucional de Guatemala durante el período 1945-1951. Luego de
su función presidencial, fungió por iniciativa del presidente Jacobo Arbenz y Guzmán, como
Embajador de Guatemala, sin sede, viajando por México, Francia, Bélgica, Suiza, Argentina y Chile.
A la caída de Arbenz, fijó su residencia en Chile. Posteriormente, fungió como catedrático invitado
en varias universidades latinoamericanas, así como laboró como experto en educación
en UNESCO y OEA.
Principales acciones de su Gobierno
En 1945, fundó la Facultad de Humanidades
En 2012 se descubrió que durante su gestión como ministro se practicaron entre 1946 y 1948
Experimentos sobre sífilis en Guatemala por miembros de universidades.

Conquista de México
La conquista de México fue un importante acontecimiento que se inició en 1519 y se consumó en
1521, cuando el pueblo mexica fue sometido por un reducido grupo de españoles que contó con el
apoyo de otros pueblos indígenas aliados.
Hernán Cortés fue el español que lideró la expedición, en representación de la corona de Castilla, y
quien persuadió a varias poblaciones indígenas enemistadas con los mexicas para conquistar a la
fuerza Tenochtitlán, la capital del Imperio azteca (también denominado Imperio mexica).
Se desconoce la verdadera magnitud de la invasión debido a que fue reconstruida con base en
crónicas escritas casi exclusivamente por españoles (conocidas como “crónicas de Indias”) y en
unos pocos vestigios que pudieron reunir los historiadores mucho tiempo después del
acontecimiento. Algunas fuentes ofrecen también la mirada de los indígenas vencidos, como la
obra del misionero franciscano Bernardo de Sahagún (1499-1590).
La conquista de México fue una de las consecuencias de los viajes de exploración que siguieron a
la expedición liderada por el navegante genovés Cristóbal Colón, quien gracias al patrocinio de
los Reyes Católicos llegó a América en 1492 cuando planeaba alcanzar el continente asiático por
una ruta alternativa.

Conquista del Caribe


A fines del siglo XV la Corona de Castilla aprueba el
proyecto colombino de navegación del Océano
Atlántico hacia el Occidente como parte de la
expansión en que se encontraba empeñada España
y que incluía la búsqueda de oro y especies y de
una ruta hacia las Indias Orientales.
Las primeras tierras descubiertas fueron las de las
Antillas y confundidas por Colón con tierras
asiáticas. A pesar de esta confusión geográfica que
se mantuvo hasta la primera década del siglo XVI,
las Antillas fueron integradas como parte de los
territorios que constituían el área de explotación
europea de fines del siglo XV.
La primera fundación en las Antillas fue la ciudad de Santo Domingo, que se convirtió en el núcleo
de la primitiva ocupación española de América organizándose como factoría comercial bajo la
administración colombina. Conflictos originados por la lucha de intereses privados y estatales
promovieron el reemplazo de Colón y la transformación de la factoría en colonia bajo la
administración posterior.
La experiencia de colonización en Santo Domingo, del mismo modo que la realizada anteriormente
por España a mediados del siglo XV en las Canarias, resultó el primer ensayo de conquista y
colonización española en América. Allí surgieron los puntos de partida de la administración
colonial (cabildos, audiencias) que más tarde serían trasladadas al continente.
La dócil población aborigen antillana que practicaba una economía de plantadores, fue sometida a
un duro régimen de trabajo, ya sea mediante la esclavitud generalizada o bien e través del sistema
de encomiendas. La incesante búsqueda de oro y la explotación de yacimientos auríferos
conseguidas mediante el abuso de la mano de obra aborigen, condujo a un rápido y abrupto
descenso demográfico en Santo Domingo.
Por consiguiente se impulsó la conquista de islas cercanas (Cuba, Puerto Rico, Jamaica) como
fuente potencial de mano de obra. Hacia 1530, el agotamiento de los yacimientos auríferos y la
despoblación indígena tuvo como consecuencia la introducción de esclavos provenientes del
África.
Desde mediados del siglo XVI las Antillas se especializaron en la producción de cultivos tropicales y
en la ganadería. La introducción de la caña de azúcar favoreció el desarrollo de las plantaciones,
que consistían en grandes explotaciones trabajadas por mano de obra esclava. Estas nuevas
unidades económicas, que encontrarán su mayor desarrollo en los siglos XVII y XVIII, orientaron su
producción al mercado europeo.

Conquista de Sudamerica
Ignacio de Loyola se había trasladado a Venecia,
donde el 8 de enero de 1537 se le unieron sus seis
compañeros de París, a los que se habían
añadido Claudio Le Jay, Paschase Broët, Jean
Codure y Diego de Hoces, aunque el último no tardó
en morir. Los que no eran aún sacerdotes se
ordenaron ese mismo año.
Tras una marcha muy penosa en la que
sobrevivieron apenas 166 hombres y 59 caballos,
Gonzalo Jiménez de Quesada llegó a las tierras de
los chibcha. El jefe Zipa salió a su encuentro con más
de 500 hombres, pero fue derrotado por la caballería española. Los españoles admiraron el palacio
de Zipa y sus templos, construidos de barro, caña y ramajes, revestidos por una cubierta de cañas
sujetas por cuerdas de colores y láminas de oro. Indudablemente habían descubierto El Dorado, y
pasaron los años siguientes luchando con diferentes tribus para apropiarse de su oro y sus
esmeraldas.
Juan de Ayolas, que seguía remontando el Paraguay, fundó en febrero la ciudad
de Candelaria, que dejó bajo el mando de Domingo Martínez de Irala con la orden de custodiar las
naves, mientras él siguó avanzando a pie hacia el noroeste. Mientras tanto, Pedro de Mendoza
había regresado a Buenos Aires, y desde allí envió una expedición al mando de Juan de
Salazar para que ayudara a Martínez de Irala. Después, sintiéndose enfermo, decidió regresar a
España. Dejó el gobierno a Juan de Ayalas y, en su ausencia, a Francisco Ruiz de Galán. Mendoza
no pudo llegar a España, ya que murió durante el viaje de regreso.
En Ginebra había surgido una fuerte oposición a la dictadura teocrática de Calvino y Farel, que
consiguió una sentencia de exilio para ambos el 23 de abril, aunque fue apelada y no se aplicó.
El Papa Paulo III había convocado un concilio en Mantua al que había invitado al propio Martín
Lutero. Sin embargo, los príncipes alemanes que formaban parte de la Liga de Smalkalda, reunidos
en Frankfurt, se opusieron a que se celebrara, e instaron a Lutero a que se ratificara en los
principios de la reforma. Como respuesta, Lutero redactó los llamados Artículos de
Smalkalda, que, junto con la confesión de Augsburgo, siguen siendo hoy en día la base doctrinal de
las iglesias luteranas. Los artículos tratan sobre cuestiones en torno a la naturaleza divina (en las
que los luteranos estaban de acuerdo con los católicos), exponen la teoría luterana de la salvación
por la fe y rechazan la misa, el purgatorio, las reliquias, las indulgencias, el monacato y el origen
divino del papado. Otros artículos tratan de cuestiones que podrían ser objeto de negociaciones
con "hombres sabios y prudentes", entre las que se encuentran el pecado original, la confesión y la
penitencia. Por su parte, la Iglesia Anglicana publicaba el Book of articles, que definía un
evangelismo con muchos elementos católicos.

Independencia de América
la mayor parte de los territorios españoles en Hispanoamérica ganaron su independencia en el
primer cuarto del siglo xix. Paraguay fue uno de los primeros países en independizarse en 1811 en
Sudamérica. En el año 1810 Miguel Hidalgo en México, Simón Bolívar y José de San
Martín en Sudamérica, entre muchos otros libertadores, condujeron las luchas por
la independencia.
En Argentina, José de San Martín formó un Ejército Libertador en Mendoza como parte de su plan
para liberar el territorio de las tropas Realistas. Cruzó la Cordillera de Los Andes, ayudó a la
independencia de Chile y, utilizando una flota organizada en dicho país, atacó el centro del poder
español en Sudamérica, la ciudad de Lima, declarando la independencia del Perú en 1821.
Poco después se encontró en Guayaquil con Simón Bolívar, y tras una breve entrevista le cedió su
ejército y la meta de finalizar la liberación del Perú. Argentina proclamó su Independencia el 9 de
julio de 1816.
Durante la Guerra de la Independencia Española, varias asambleas fueron establecidas por criollos
para gobernar las tierras en nombre de Fernando VII de España. Esta experiencia de la autonomía
y la influencia del liberalismo, la francmasonería y las ideas de las Revoluciones francesa y
estadounidense fueron generando un desapego contra la España europea, reconduciéndose hacia
la lucha por la independencia, conducida por los libertadores, también conocidos como
autonomistas. Los territorios hispanoamericanos se separaron de la Madre Patria, a menudo con
la ayuda del Imperio Británico, que pretendió comerciar con América sin el monopolio español.
Un proceso similar ocurrió en los territorios del norte y Centroamérica de España en los años 1820
tras la Independencia de México.

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