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Los pueblos originarios de América a la llegaba de los colonizadores rondaban entre los 40
y 60 millones de personas, con más de 1200 lenguas y culturas milenarias, según afirma la
BBC en un artículo titulado como ´´El 12 de octubre: como era América a la llegada de los
españoles´´. En dicho artículo se destacan las grandes civilizaciones mesoamericanas
presentes a la llegada de los colonizadores: los incas, aztecas y mayas. Era obvio que al llegar
a una tierra ya habitada y con propias características y estructura social, el impacto de la
llegada de estas nuevas culturas iba a resultar en un encuentro diplomático.
Este régimen no solo obligaba a los aborígenes a trabajar para los españoles, sino que los
obligaba a pagar impuestos y a ceder sus tierras a los colonizadores. Esta invasión política y
social, no solo marco el predominio jerárquico de estos pueblos, sino que transformo
directamente la cultura y el pensamiento de estas culturas, viendo a los españoles como un
enemigo más. Sin embargo, poco a poco estos pueblos no soportaron un régimen esclavista
tan férreo, por lo que se recurrió a la traída de esclavos africanos.
Más adelante en el primer capítulo del libro Horacio Mosquera ´´La esclavitud en América´´,
señala que la esclavitud es una práctica ancestral profundamente arraigada en la historia de
la humanidad, que ha evolucionado a lo largo del tiempo adoptando diversas formas y
persiste más allá de las declaraciones sobre su abolición realizadas por organismos
internacionales. En Europa, la aceptación de la esclavitud, en sus diferentes manifestaciones
como servidumbre, propiedad o sometimiento forzado por la guerra, ha sido parte integral
de la tradición cultural y ha influido en los discursos religiosos y sociales. Incluso la
terminología de esclavitud o servidumbre ha sido incorporada en el lenguaje escatológico
de las principales religiones monoteístas, refiriéndose a los creyentes como "esclavos o
siervos de Dios". Hasta finales del siglo XIX, incluida la Rusia zarista, Europa mantuvo
legalmente la esclavitud como medio de explotación laboral y ejercicio de dominio sobre las
personas.
Desde el momento en que los primeros esclavos africanos fueron forzados a cruzar el
Atlántico hasta las luchas y aboliciones que siguieron, la esclavitud dejó una cicatriz
indeleble en las vidas de millones de personas. Fue un ataque a la dignidad humana, una
negación de la igualdad y un ejemplo desgarrador de la capacidad de unos seres humanos
para someter y explotar a otros en pos de su propio beneficio. Las consecuencias de esta
atrocidad se extienden a través del tiempo hasta nuestro presente.
Hoy, es vital reconocer este legado y trabajar de manera activa para desmantelar las
desigualdades arraigadas que persisten. La educación, la empatía y el diálogo son
herramientas esenciales para abordar este problema de raíz y fomentar un cambio profundo
en nuestras actitudes y estructuras sociales. Debemos aprender de la historia y
comprometernos a construir un mundo en el que la igualdad, la inclusión y la dignidad de
cada persona sean los pilares de nuestra sociedad. Solo así podremos honrar
verdaderamente a aquellos que sufrieron bajo el yugo de la esclavitud y construir un futuro
más justo y humano para todos.
Bibliografía
BBC, E. p. (2021). El 12 de octubre: como era realmente América antes de la
llegada de Cristobal Colón . BBC.
Mosquera, H. (2022). La esclavitud en el continente americano .
Argentina.go.org.
Vilaboy, S. G. (1997). Etapas y procesos de la historia de América Latina .
CLASCO.