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INTRODUCCIÓN A LA LITERATURA ESPAÑOLA DE LA EDAD MEDIA

RESUMEN DE LA ASIGNATURA: VAMOS A MORIR

LA LÍRICA PRIMITIVA: LAS JARCHAS MOZÁRABES Y LA LÍRICA TRADICIONAL


El género más literario es la lírica. La lírica primitiva se caracteriza por la oralidad. Las primeras
manifestaciones de la lírica primitiva son las cantigas galaicoportuguesas, al margen del
idioma, y las jarchas. En su mayoría, son obras anónimas, es decir, su origen es desconocido.
Además, debemos destacar la presencia de textos populares, que quiere decir que son obras
hechas por y para el pueblo.
Hasta 1948, la historia de la literatura decía que, en la zona de la Provenza, hacia el año 1100
Guillermo de Aquitania inventa un tipo de obra llamado Canços, que se extendería a la
península a través del camino de Santiago.
Sin embargo, la oralidad, característica de estas obras, supondrá un gran problema debido a la
dificultad de conservación de una producción literaria que no esté escrita. Por ello, este tipo
de obras se suelen conservar a través de obras escritas, como parte de la trama.

LAS JARCHAS
En 1948, descubre que al final de las moaxajas encontramos unos versos escritos en un idioma
que no era árabe, sino mozárabe. Esto supuso un cambio radical, puesto que se desconocía la
razón por la cual estaban esas cancioncillas ahí. Se descubre que estos versos provienen de
canciones populares que los autores escuchaban en la calle y luego las utilizaban para inspirar
su poema. A estos últimos versos se les denomina jarchas.
Las jarchas eran pequeñas composiciones líricas que se añadían al final de un poema culto, en
lengua árabe y de mayor extensión: la moaxaja. Mientras que la moaxaja se crea de la mano
de los poetas cultos árabes y hebreos, la jarcha surgirá como fruto de la lírica tradicional, esta
es, de las canciones del campesinado. Pese a los múltiples intentos por parte de la Iglesia de
censurar estas composiciones de vertiente lúdica y obscena, las jarchas fueron recogidas por
los autores tanto árabes como hebreos, quienes, impresionados por su ritmo y musicalidad,
las incluyeron en sus escritos entre mediados del siglo XI y finales del XII.
En cuanto al aspecto formal, las jarchas eran composiciones muy breves, de unos 5 o 6 versos.
Aunque la lengua es la lengua española (concretamente escritos en aljamía, puesto que no es
ni árabe ni latín, sino protoespañol), el texto está escrito con alfabeto árabe y no con alfabeto
latino. Debemos tener en cuenta la escasa relación temática que unía a la moaxaja y a la
jarcha. De hecho, esta última era introducida de forma forzada, mediante construcciones
verbales declarativas. La unión entre ambos poemas se garantizaba a través de la rima,
asonante en los últimos versos de cada estrofa de la moaxaja y en la jarcha. De este modo se
creaba un doble juego de rimas: unas para mantener la unidad estrófica y otras para
mantener la coherencia de la composición, dando lugar a una estructura trenzada del que
derivaría el término moaxaja.
En cuanto a su contenido, la voz de la jarcha es una voz femenina, que se lamenta por la
pérdida o ausencia de su amado (que cita de “amigo”, en la mayoría de los casos). Puede
percibirse la temática amorosa, que será muy recurrente en la literatura posterior. También
tenemos otros motivos como el encuentro erótico, el insomnio, el desengaño amoroso o
incluso el desdén femenino, siempre tratados desde la perspectiva del amor. En algunas
jarchas, podemos observar como aparece, por primera vez, el concepto del buen amor.
En las jarchas, la joven, en muchas ocasiones, le cuenta sus problemas amorosos a un
apóstrofe, que es su confidente, y que suele ser su madre o sus hermanas. Cabe destacar que,
normalmente, todos los encuentros amorosos se producen en un momento del día, al alba,
cuando los amantes pueden encontrarse a escondidas del resto de personas.

LÍRICA GALAICOPORTUGUESA Y CANTIGAS


La lírica galaicoportuguesa se desarrolló entre los siglos XII y XIV en galaicoportugués, lengua
primitiva de la que derivarían el portugués y el gallego actuales. Aunque la mayor parte de los
poetas de los que se tiene referencia provenían de Galicia y del norte de Portugal, fue
cultivada también en el resto de la Península Ibérica. Entre ellos, el mismo Alfonso X compuso
las Cantigas de Santa María en esta lengua. Por tanto, podemos concluir que se trató de un
vehículo fundamental dentro de la lítica culta de Castilla entre los siglos XIII y XIV.
Dentro de las cantigas encontramos: las cantigas de amigo, las cantigas de amor y las cantigas
de escarnio y maldecir. Las más comunes eran las cantigas de amigo, cuyo origen se relaciona
directamente con las jarchas. Por esto, se pone en duda la influencia de las Canços.
Las cantigas de amigo son de origen popular y la temática en torno a la cual giran estas
composiciones es casi siempre amorosa. El yo poético se encarna en un papel femenino, el
cual expresa sus sentimientos en un tono íntimo, dirigidos a su madre, hermanas, amigas, o a
la propia naturaleza. El motivo más recurrente es la tardanza o ausencia del amado, o la
alegría por el encuentro con él. Aparece la naturaleza, muy relacionada con el contexto
amoroso, o incluso erótico. Su rasgo más característico es el uso de recursos estilísticos como
el paralelismo (normalmente enfático) y el leixaprén.
Las cantigas de amor son de origen cortesano, pues es en las cortes donde se va a tratar el
tema del amor con un doble enfoque: como realidad y como juego amoroso. En estas
cantigas, a pesar de que el amado canta a su “senhor”, se refiere a una mujer. Se
desenvuelven también en este ambiente nobiliario, que imita las canciones provenzales o
cançós de la literatura trovadoresca en occitano. De esta concepción amorosa surgirá
posteriormente el concepto del amor cortés. El yo poético manifiesta lo que siente por su
dama, y se muestra como su rendido servidor, estableciendo una relación de vasallaje
amoroso.
Por último, tenemos las cantigas de escarnio y maldecir, que son composiciones
pertenecientes al género satírico de la lírica medieval gallegoportugues. En ellas, el poeta
pretende satirizar a los personajes a los que se dedican. Muchas de ellas retratan las tensiones
que existían entre los trovadores, de origen cortesano, y los juglares, de baja condición social.
Existen tres tipos principales de sátira: literaria, política-moral, y personal.
Hasta 1340 se siguen escribiendo cantigas, poesía que podemos documentar. En esta época es
cuando fallece el último poeta de cantigas.

LA TRADICIÓN CASTELLANA: LA LÍRICA POPULAR


Hacia el siglo XIII, la lírica popular tuvo un claro cruce con los ideales corteses, que
modificaron el planteamiento inicial del género. Por un lado, la poesía culta lo adoptó y lo
reelaboró. Por otro, se convirtió en el género de la poesía erótica y de connotaciones soeces.
Mayoritariamente, la poesía popular ignoró a la lírica culta, desarrollándose al margen de los a
través de la oralidad. Las canciones populares pervivieron así hasta nuestros días,
manteniendo su esencia, pero sufriendo multitud de modificaciones, debido a la ausencia de
escritura.
La cantidad de textos originales conservados es muy limitada, ya que su recogida en
colecciones cultas u obras con autor conocido no se produjo hasta después de muchos años.
La poesía tradicional estaba conformada mayoritariamente por manifestaciones líricas
primitivas en verso, de transmisión oral y de autor desconocido (anónimas). La estrofa de este
tipo de poesía se denomina villancico y está formada por dos o tres versos, con un número de
sílabas muy variable. En cuanto a contenido, la lírica tradicional suele versar sobre una serie
de temas muy concretos:
1. La naturaleza: frecuente aparición de elementos naturales con valor simbólico. Por
ejemplo, la idea de la llegada de la primavera, que se relaciona con el nacimiento del amor.
2. La celebración de acontecimientos: canciones de baile, cantos de boda, cantos fúnebres o
endechas, canciones de victoria, de bienvenida, etc.
3. Los oficios: canciones sobre el trabajo en el campo, sobre los diferentes trabajos
desempeñados por mujeres (como la hilandería o el tejer), etc.
4. El amor: aparición como complemento indispensable de toda alegría y, a su vez, como
causa de la tristeza de la joven que se ha visto olvidada o separada de su amigo. En esta
categoría podemos encontrar composiciones que tienen por trama a una joven que rehúsa ser
monja, a la malmaridada o malcasada (una mujer que no está contenta con su marido, por lo
que recurre a una tercera persona), los celos, las despedidas de los amantes al amanecer, etc.
5. La sátira: dirigida contra diferentes sectores de la sociedad medieval. Está conformada por
cantos contra la Iglesia, contra algunos familiares, contra los pueblos colindantes o contra
algunos profesionales, entre otros. Por otro lado, también aparecen cantos en alabanzas de
los pueblos, las regiones y sus productos, sus hombres y mujeres o sus tradiciones.

POESÍA ÉPICA
Pertenece a la poesía tradicional, de donde surgen los cantares de gesta. El antecedente
español es Francia con “El cantar de Roncesvalles”, basado en la “Chanson de Roland” (finales
del siglo XII). Se convierte en un modelo de poesía épica.
Los cantares de gesta en España versan sobre un héroe que es un personaje movido por una
tragedia. Fueron hechos para ser recitados con acompañamiento musical, no para ser
manuscritos; el juglar (quien poseía grandes dotes mnemotécnicas) recitaba y gesticulaba en
plazas, palacios y otros lugares públicos a cambio de dinero o comida.
Los cantares de gesta eran reelaborados constantemente, ya que en numerosas ocasiones el
cantar podía ser muy largo y aburrir al público; para ello el juglar extraía o añadía fragmentos
de los cantares. Es por eso, que los textos que podemos encontrar hoy día son en su mayoría
versiones, que fueron adaptándose con el paso de los años.
Dentro de la poesía épica encontramos uno de los cantares de gesta más famosos, el Cantar
del Mío Cid, una obra compuesta por 3000 versos que se fecha en el siglo XIV (época muy
tardía para los cantares de gesta). La obra está basada en la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, y
cuenta la historia del Cid, un caballero, y héroe castellano. Sin embargo, la historia fue
manipulada, para que fuera más épica; de hecho, Rodrigo era un mercenario que luchó con
españoles y moros por igual.
La obra se divide en tres cantares:
• Cantar del destierro: El Cid es desterrado por su rey Alfonso VI, dejando atrás a su mujer e
hijas en Cerdeña (por su seguridad). En esta primera parte, se puede ver al héroe como un ser
humano, que sufre y que se preocupa por su familia. Tiene que recuperar su honor. Para ello
adopta el rol de vasallo frente a Alfonso VI, recuperando su afecto a través de ofrendas que
consigue cada vez que conquista un terreno.
• Cantar de las bodas: El rey al darse cuenta del vasallaje que le otorga El Cid, concierta una
boda a sus hijas con los infantes de Carrión. El Cid, si bien desconfía, siguiendo su rol de
vasallo permanece callado frente al rey. Las hijas finalmente se casan.
• Cantar de la afrenta de Corpes: El Cid se había conseguido asentar en Valencia, expulsando
de allí a los almorávides. En este cantar se cuenta como el león del Cid se escapa de su jaula, y
los infantes de Carrión huyen a esconderse; no obstante, el Cid consigue que su león vuelva a
su jaula sin usar la fuerza. El hecho de que los infantes huyeran no pasó desapercibido por la
gente, y estos, avergonzados, deciden vengarse atando a las hijas del Cid y dejándolas
abandonadas. El Cid se entera de lo sucedido y realiza un juicio de Dios, en el que los infantes
mueren.
La obra es políticamente correcta y propagandista, ya que es monárquica y pone de
manifiesto una aversión hacia León, a la vez que ensalza a Castilla.

EL MESTER DE CLERECÍA
Nos encontramos con una oposición al mester de juglaría, ya que posee libertad total por
parte del poeta, lo que supone un cambio radical en la elaboración de un poema. Gonzalo de
Berceo es el primer autor que desarrolla este nuevo género. El mester de clerecía fue una
escuela poética conformada por clérigos y personas cultas, que componían obras eruditas con
métrica fija, que normalmente será la cuaderna vía. En cuanto a contenido, la temática es
mayoritariamente religiosa.
La última obra del mester de clerecía fue “El libro del buen amor”, obra que se convierte al
mismo tiempo en una Oda y una asesina de su género, y que al mismo tiempo sirve para
entender la “Celestina”. Es la obra más significativa por tener cuaderna vía, de la que se
conservan tres manuscritos (de los cuales el más completo se conserva en Salamanca). Fue
escrita por el Arcipreste de Hita. Los elementos más importantes de esta obra son su carencia
de título (asignado por expertos posteriormente), la aglutinación de diversos espacios que
adquieren valores totalmente diferentes y su clasificación como ensayo histórico.
En esta obra el Arcipreste habla sobre el amor. El prólogo está escrito en prosa, configurado
como un sermón (literatura homilética), en el cual manipula a autoridades como Aristóteles,
para justificar el hecho de que el hombre por naturaleza ha de mantener relaciones de índole
sexual. A partir de aquí, la obra se convierte en una novela amorosa autobiográfica, en la que
se emplean ejemplos de situaciones sencillas cuya moraleja puede ayudar en la vida diaria.
Toda la obra es una sátira hacia cosas como el dinero (avaricia), con los clérigos amancebados
(lujuria), entre otras.
En la obra podemos ver relatos alegóricos, poesías líricas, como la de Don Carnal y Doña
Cuaresma. También podemos ver como hace una paráfrasis al “Pánfilo de amor”, el cuál sirve
de base para la “Celestina”. En la obra, un joven se enamora de Galatea y esta le rechaza; este
aparte de rezarle a Venus pide ayuda a una alcahueta. A diferencia de la “Celestina”, esta
acaba en matrimonio.
Juan Ruiz (Arcipreste de Hita) emplea la obra del Pánfilo, pero cambiando los nombres a los
protagonistas. Él la presenta como obra de carácter reprobatorio, sin embargo, en la misma,
invita al enamorado a usar los consejos para conseguir a su amor.

AMOR CORTÉS EN LA LITERATURA CULTA


Uno de los fenómenos más significativos que tiene lugar en la literatura del siglo XV castellano
es el acceso masivo de los nobles a la cultura escrita, lo que hace que surja toda una corriente
de literatura cortesana, hecha por y para los nobles, que se desarrollará de forma paralela a la
literatura oral, popular, anónima y colectiva en manos del pueblo.
Los Reyes, conscientes del poder que tenían los nobles en sus feudos, comienzan a atraerlos a
las cortes para así tenerlos controlados, y cambia el modelo de noble, hasta ahora
fundamentalmente guerrero, que poco a poco se irá abriendo a la cultura, la escritura y la
literatura. Vinculado a este fenómeno, tenemos la aparición, por fin, de poesía lírica culta (es
decir, escrita), en Castilla: toda la lírica que teníamos hasta ahora era popular, oral y
tradicional, y precisamente por ello, apenas tenemos textos. Este tipo de literatura será
recogido en unas obras colectivas denominadas “cancioneros”.
Aunque tratan también otros temas (satíricos, morales o políticos), la mayor parte de estos
poemas son de temática amorosa. Sin embargo, no tratan sobre un amor espontáneo o
sincero (como lo hacía la lírica popular) sino que narran sobre un sentimiento convencional,
artificioso y sujeto a unas normas muy rígidas conocido como amor cortés.
El amor cortés es el que siente un caballero hacia una dama superior a él (social y
moralmente), y cuya intensidad le convierte en un amor inevitable (la dama es tan bella y
perfecta que es imposible no amarla), pero contradictorio, ya que casi nunca va a ser
correspondido. El caballero se declara "servidor" de la dama como un vasallo de su señor (de
hecho, frecuentemente se empleará la palabra "servir" con el significado de amar). Como es
un amor no correspondido, provoca un intenso sufrimiento en el amante, pero al ser un amor
inevitable, al que no puede escapar, ese sufrimiento sólo podrá terminar con la muerte. Al
mismo tiempo, es un sentimiento ennoblecedor, ya que se trata de un amor espiritual (al ser
imposible, no aspira a la realización física), constante y fiel a pesar de ser imposible, y que
lleva al caballero a intentar ser mejor para hacerse digno de su dama.
Este sentimiento contradictorio servirá de base para que los poetas hagan poemas
rebuscados, retorcidos, abstractos, oscuros y artificiosos en los que de desplegarán todo un
repertorio de metáforas, juegos de palabras, paradojas y antítesis para demostrar su habilidad
como escritores cultos

LA LÍRICA EN EL SIGLO XV. LOS GRANDES POETAS: SANTILLANA, MENA Y MANRIQUE


En el siglo XV empieza a ser más habitual la figura del poeta profesional. Los poetas empiezan
a firmar sus obras. Sin embargo, la necesidad de firmar las obras fue algo tardía. Esto se debe
principalmente a que:
• Al circular de forma oral al principio, no importaba la autoría.
• Algunas órdenes religiosas no dejaban que se firmasen las obras, como acto de humildad.
• En algunos casos el anonimato tenía como finalidad salvaguardar al autor de represalias o
cuestiones de género, debido a posibles controversias o a la prohibición de sus libros.
A partir de la imprenta los Reyes católicos controlaban las leyes de publicación de libros, con
la política contrareformista era obligatorio firmar la obra, de ahí la aparición de seudónimos.
Juan Manuel fue el primer autor que quiso que sus obras circulasen con su nombre para dejar
constancia de que era él el que las escribía (Siglo XIV)

POESÍA LÍRICA
Para entender la poesía del siglo XV hay que hablar del tópico del conflicto entre armas y
letras, que supone que para algunas personas es más importante el hombre armado que el
escritor. Este conflicto se armoniza a partir del siglo XV, con hombres guerreros que también
son escritores, como Garcilaso de La Vega.
En el siglo XV comienzan a desarrollarse las ideas del humanismo: aparece el
antropocentrismo frente al teocentrismo de la Edad Media, las universidades ganan
importancia junto con el conocimiento universal, se produce un desplazamiento hacia las
ciudades y la vuelta a los orígenes grecolatinos (imitación de los clásicos), etc. Aparece
también el Erasmo de Rotterdam (El Lazarillo está configurado bajo valores erasmistas). El
Erasmo entra a través de la universidad de Alcalá de Henares y es importante por la
introducción de la lengua vernácula en los textos religiosos.
Dentro del Humanismo surgen muchos de los grandes poetas del siglo XV. Sus obras se han
conservado a través de cartapacios poéticos, cancioneros, compilación de poemas… Surgen
para compilar la poesía de varios poetas a nivel personal o por nobles que quieren tener una
buena biblioteca, espejo de su propia capacidad. También se empezaron a publicar
cancioneros a partir del siglo XVI.
En 1511, Hernando del Castillo, compila el primer cancionero misceláneo, cancionero general
que compila poesía de la época de Alfonso VI, Juan II, Reyes Católicos… Se convierte en el
modelo literario de los poetas que empiezan a escribir en el siglo XVI. Es una antología con
conflictos. El cancionero poético tiene variantes, cada vez que se reimprimía, se aumentaba o
recortaba, lo que es muy interesante desde el punto de vista de la evolución literaria.

POETAS DEL SIGLO XV:


• El Marqués de Santillana, Íñigo López de Mendoza: Uno de los primeros que introduce el
soneto. Escribe “Carta e proemio”, preceptiva poética que se preocupa de establecer los
mecanismos para realizar un poema. Habla de la poesía como arte.
• Juan de Mena, al servicio de Juan II de Castila: Nos interesa una obra: “El laberinto de la
fortuna” o “Las trescientas”, uno de los grandes y más complicados poemas del siglo XV.
Se publica en edición exenta con anotaciones de grandes críticos. Bebe de la cultura
clásica. La obra versa sobre el viaje del autor a través de la rueda de la fortuna hacia el
pasado, el presente y el futuro. Es una obra dedicada a Juan II, elogiando sus hazañas.
• Jorge Manrique: Juega un papel importante por su relación con la monarquía hispana,
partidario de Isabel. (Los escritores deben buscar mecenas para financiar sus obras).
“Coplas a la muerte de mi padre” (Jorge Manrique muere tres años después que su
padre), son coplas de pie quebrado, sixtina, arte menor abc abc, gracias a esta obra se
conocen como “coplas manriqueñas” aunque el no fuese su creador. Literatura
consolatoria por la muerte de un ser querido. Diversos niveles: recordatorio de que
somos mortales, argumento de hacer Historia (tales los grandes héroes han muerto),
tiene matices dependiendo del momento, vida eterna. Tópico Ubi Sunt? (¿qué pasa
después de la muerte?), recurrente dentro del Renacimineto. Danzas de la muerte o
Danzas Macabras: larga tradición desde el siglo XII, baile que hace la Muerte con las
personas que mueren, la Muerte iguala a todos los seres humanos. Una de las
herramientas principales del cristianismo católico: lo importante es el final. Lo volvemos
a encontrar en el Barroco con “El gran teatro del mundo” de Calderón de la Barca. Más
tópicos: preparatio mortis (preparación para la muerte, todos mis actos deben estar
encaminados para bien morir), Carpe Diem, Tiempus Fugit, memento mori...
Usa materiales conocidos de la tradición clásica para crear una obra compleja, que quiere
dejar un testamento vital a la obra de su padre. Estructura circula perfecta, primera palabra
“Recuerde”, última palabra “Memoria”, que cierra el círculo.

FERNANDO DE ROJAS Y LA CELESTINA


Fernando de Rojas es un autor procedente de una familia acomodada y licenciado en
Salamanca. Se cree que su única obra es “La Celestina”, que fue una obra problemática debido
a su autor, su género y su difusión, entre otras. Fue traducida a todas las lenguas romances de
la época y dio lugar al género celestinesco y a imitaciones. Tienen dos escrituras, para
aumentar algunos actos por petición de los lectores. Importancia de los paratextos, que nos
dan la clave para comprender el texto y a su vez tienen una gran carga retórica.

PROBLEMAS DE AUTORIA
Ninguna edición aparecía firmada por Fernando de Rojas. En el poema dice que encontró el
manuscrito ya empezado y decidió continuarlo, en ese caso tendríamos dos autores. También
puede ser que sea mentira, utilizando el tópico de falsa autoría, que utilizaban algunos autores
para excusarse de escribir textos alejados de sus intereses.

PROBLEMAS DE GÉNERO
La obra no está hecha para poder representarse. Tiene elementos teatrales, está dividida en
actos y escenas, tiene apartes, acotaciones… Cabría dentro del teatro dramático: teatro para
leer, no para representar. O novela dialogada.

PROBLEMAS DE FECHA
1499: Comedia de 16 actos.
1501: Tragicomedia de 21 actos con prólogo (se habla de la acogida de la obra, apuntes de la
imprenta, importancia de la figura del lector, cambio de nombre y aumento de extensión)
De la versión de 1499 solo se conserva un ejemplar, en la Spanish Society de Nueva York, no
tiene portada y con marca de impresor alemán. Hoy en día se sabe que es una falsificación.
No sabemos como llega a la imprenta, solo que fue escrita antes de 1499, y que circularía
como texto manuscrito entre un círculo de amigos.
Los impresores insertaron ilustraciones con grabados, incluso cada acto estaba ilustrado con
una xilografía, algo inaudito, hacían resúmenes, intentaban dar al lector una imagen de una
obra irrepresentable. La Celestina fue un bestseller.

TEMÁTICA
En la carta a su amigo le dice que como él es joven este libro le sirve como una especie de
obra preventiva que intenta que sus lectores se den cuenta de los peligros que atenaza el caer
en el loco amo (preservativo de locos amores, obra de carácter moral). Los Jesuitas prohíben
esta obra por lo lascivo que es su lenguaje.
Tópico: enseñar y deleitar. Que la gente disfrute con los amantes hace que le pidan más, pero
su final último es probar la locura del amor, prevenir de los peligros del amor.
Todo tiene que ver con el amor cortés, característico de la nobleza, que establecía una
relación de vasallaje y de amor al estilo divino, sin finalidad matrimonial de amor
consensuado. Amor no correspondido, melancolía. La mujer como objeto de deseo y el
hombre desdeñado, acabando a veces en suicidio.
Novela de amores o ficción sentimental. Es la base sobre la que se sustenta la novela pastoril.
A parte de prevenir del amor cortés, Fernando de Rojas intenta acabar con lo que considera
mala literatura.
En esta obra podemos encontrar una serie de motivos y temas destacados:
- El amor aparece, en sus inicios, desde una perspectiva platónica, que poco tarda en
convertirse mediante las artes de la vieja alcahueta en una clara muestra de lujuria
(“loco amor”), y con ella, en una auténtica parodia del amor cortés. Rojas caricaturiza el
comportamiento refinado de la literatura amorosa tradicional a través de un personaje
(Calisto) alocado, e impulsivo, que lleva hiperbólicamente a convertir a Melibea en su
Dios (¿Yo? Melibeo soy y a Melibea adoro, y en Melibea creo y a Melibea amo). El
amor, además, va a aparecer durante toda la obra como un mal que padecen los
protagonistas, como una auténtica enfermedad de amor. A todo ello se le suma la
sexualización de los amantes, y el goce físico que se procura especialmente en las
relaciones de Pármeno y Sempronio con Elicia y Areúsa. De un modo u otro, todos los
personajes de La Celestina caen en las redes del amor (goce físico), a excepción Alisa y
Pleberio, padres de Melibea.
- La avaricia se entre mezcla con el amor, y es determinante en la obra, pues lejos de la
buena voluntad, será esta codicia la que motive a los personajes de clase baja a ayudar
a Calisto a consumar su amor.
- La muerte aparece como un elemento sentencioso, que justifica la aparente lectura
moralizante de La Celestina. La muerte es el castigo, el final que espera a todos
aquellos que incurren en el loco amor, en la deificación de la dama, y en la avaricia. De
este modo, la avaricia acabará, como una fuerza inexorable, con Pármeno, Sempronio y
Celestina, del mismo modo que el amor lujurioso terminará con la vida de Calisto, y
finalmente con la de Melibea, generando en el lector (u oyente) una verdadera catarsis.
- La astucia es el instrumento principal del que van a hacer uso los papeles femeninos, y
especialmente Celestina pues es gracias a ella consigue convencer al resto de
personajes para que actúen de un modo u otro.
- El papel de la magia (autos III-IV) es aún un tema de actualidad entre los estudiosos de
La Celestina. Por un lado, hay quienes lo consideran simplemente una nota de la época
un tanto ingenua, mientras que para otros desempeña una función muy importante. La
diferencia reside en considerar o no el amor de Melibea hacia Calisto como un producto
de las artes mágicas de Celestina. Ambas perspectivas están justificadas, pues el
rechazo inicial de Melibea podría deberse a la condición vergonzosa que ya aparecía en
el Pamphilus, mientras que la entrega de su amor a Calisto sería consecuencia de la
philocaptio, es decir, de los procedimientos mágicos que pone en marcha Celestina
para provocar la atracción entre los dos amantes, una práctica muy común en la época.
Los conjuros de naturaleza demoníaca -recordemos que se dirige directamente a
Plutón- convierten a Celestina en un híbrido entre hechicera y bruja, rodeada de
ponzoñosos ungüentos, aceites y fórmulas mágicas de dudosa probidad.
- El naturalismo amoroso frente a la finalidad moralizante (autos X, XIX y XXI), que será la
razón que lleve a La Celestina a incluirse en el Índice de libros prohibidos (1559).
- La vida como contienda no se explicita en la obra como tal, sino que es una idea que el
autor desarrolla en el prólogo. Para Rojas, toda situación es motivo de discordia, pero
no solo para los seres humanos, sino también para los animales (“Ningún género carece
de guerra”). La guerra, y el conflicto en general, se retratan como elementos
omnipresentes e inevitables.

PERSONAJES
• Calisto. Noble aristócrata con poder.
• Melibea. Mujer extraña para la época, mayor para no estar casada y con gran capacidad
para razonar.
• Pármeno. Siervo fiel (servus fidelis). Intenta prevenir a su amo de las consecuencias
negativas de relacionarse con Celestina. Celestina lo pone de su parte ayudándole con su
relación con una prostituta.
• Sempronio. Siervo infiel (servus infidelis) Pone la honra de su amo en manos de una
mujer de dudosa reputación.
• Celestina. Aparece con un crucifjo. Vetula que aparece como medianera. Figura que
aparece en la tradición grecolatina. Brujería: gana el favor de Melibea con el aceite
serpentino.

ARGUMENTO
Calisto, noble, practicaba la cetrería (caza de amor). Huerta, lugar ameno, espacio idílico.
(Locus amoenus)
Comienza a construir la figura de la enamorada como una diosa (religió amore). Ocultar su
enamoramiento (secretum amoris). Utiliza las obras pías para conseguir el amor, no su
salvación, actitud recriminable.
Impedimento, el propio amor cortés no da lugar nunca a la posibilidad de matrimonio.

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