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La 

poesía medieval era principalmente oral y anónima en la mayoria de los casos. En la


Edad Media los juglares y trovadores tenían especial relevancia pues eran artistas ambulantes
que viajaban y actuaban en todas las plazas de los pueblos. Dentro de la poesía medieval
encontramos dos importantes genéros: Mester de juglaría y el mester de clerecía. En cuanto
a la lírica encontramos dos tipos de lírica: lírica tradicional ( las jarchas) y lírica cortesana
( Cantigas de Alfonso X). Durante este período se distinguieron unos
factores, que afectaron a al poesía de la época, como el
analfabetismo, el concepto de "autor", el de obra colectiva, la
existencia de trovadores y juglares, etc.
La poesía lírica de carácter sentimental amoroso surge en la Europa
medieval más tardíamente que la épica (de carácter militar) porque
necesita un ambiente próspero de paz, de estabilidad social y cultural.
Por ello la lírica medieval no surge hasta el siglo xii en Provenza,
tierra próspera, tranquila y culta. 
Características
 Se transmitía el mensaje literario a través de Audiciones
colectivas
 Analfabetismo
 Independencia económica
 Originalidad artística y anónima
 Didactismo y moralidad

 La mayoría de la literatura medieval estaba escrita para ser


recitada o cantada 
 Dependencia a al oralidad y a la música 
 Abundancia de romances 
 Transmisión oral
 Variedad en las versiones de un relato

Trovadores

Los poetas provenzales se llamaban a sí mismos trovadores.


Trovar significa encontrar. Los trovadores eran, pues, poetas capaces
de hallar o inventar sus poemas, a diferencia de los juglares que
repetían las obras de los demás.
Sus temas eran los del amor platónico o espiritual a una Dama, de la
que se declaraban servidores acatándola como si se tratase de una
jerarquía feudal. La rivalidad entre los trovadores engendró también la
sátira.
ipos de Poesía Medieval
Poesía Lírica: 
Son composiciones breves de tipo amoroso.
Se presentaban como:
Lírica Mozátabe: Jarchas. Típicas de la España musulmana. Estrofas de cinco o seis versos con
una mezcla de árabe, hebreo y romance que aparecen al final de un poema escrito en árabe
llamado moaxaja. Existen jarchas en el siglo X. 
Composiciones Galico- Portuguesas: Cántigas . Desde mediados del siglo XII hasta el siglo
XIV floreció en la zona de Galicia y Portugal principalmente el género conocido como lírica
galaico-portuguesa. Estos versos eran cantados por trovadores, segreles y juglares en las cortes
de los reyes. La influencia más marcada proviene de Francia, de la región de Provenza.
Tradicional castellana: Villancicos. Poemas breves de arte menor con dos partes, el estribillo y
la glosa. Los más antiguos datan del siglo XV. Los primeros poemas en castellano. Se recitaban
en fiestas y los más numerosas son los que aparecen en relación con el amor: lamentaciones de la
amada por la separación del amigo, quejas amorosas por parte del enamorado
 
 

El deseo de manifestar los sentimientos y de relatar los sucesos más destacados en canciones es un impulso
universal que han experimentado todos los pueblos en todas las épocas. En las literaturas vernáculas el verso
nació antes que la prosa. Dado que poca gente sabía leer y escribir (y quien sabía lo hacía en latín), los textos
literarios se transmitían casi exclusivamente en forma oral. Dentro de esta tradición oral se prefería el verso,
que era más fácil de memorizar y podía ir acompañado de música.

Anonimia y tradicionalidad
Por su propia naturaleza, la poesía oral era y es anónima. Esto no significa que los poemas o canciones
carezcan de autor, ya que en el origen de toda composición hay un creador individual.
Pero cuando un poema es cantado o recitado por las gentes, éstas comienzan a considerarlo de su propiedad y
se transforma así en una pieza tradicional. Por otra parte, la transformación oral favorece que una
composición sea interpretada de distinta manera por individuos diferentes.
Esto hace que puedan existir múltiples versiones de una canción lírica (o también de un romance).
Juglares acompañándose con instrumentos musicales, según una miniatura de las Cantigas de Alfonso X el
Sabio (Biblioteca del Monasterio de El Escorial).

 Origen: es imposible saber cuándo se compusieron los primeros poemas. Aunque hay testimonios
escritos bastante antiguos, no se puede descartar que hayan existido otros anteriores. Además,
surge la duda de si la versión conservada es un poema que ya existía o si fue inventado
tardíamente por un escritor conocido que imitaba el estilo tradicional.
 Recopilación: no puede determinarse tampoco el conjunto de obras tradicionales, ya que muchas
de ellas no han pervivido y otras lo han hecho sólo después de ser filtradas por la sensibilidad de
un poeta culto.
 Tres son los géneros de la poesía de tradición oral cultivados durante la Edad Media:
 Poesía lírica.
 Poesía épica o epopeya (ver t4).
 Romances (ver t4).
 Pervivencia: la poesía épica desapareció pronto, cuando terminó el periodo más duro de la
Reconquista. En cambio, tanto la poesía lírica tradicional como los romances han superado el
paso del tiempo y se conservan vivos en la memoria hasta nuestros días.

Las faenas agrícolas solían acompañarse de cancioncillas que se transmitían de padres a hijos y que hacían más
llevadero el trabajo. En la imagen, escena de siembra según un Libro de horas  (BIBLIOTECA NACIONAL,
MADRID).

La poesía lírica

 Su tema principal es el amor, expresado casi siempre desde una perspectiva femenina y en forma
de queja. En algunas de estas composiciones se encuentran referencias a las faenas agrícolas, al
mar, a las romerías y a otras actividades de la vida cotidiana.
 Las quejas impregnan de patetismo y misterio los versos, especialmente gracias a las formas
sintácticas afectivas (exclamaciones, interrogaciones, apóstrofes) y a la escasez de detalles
concretos.
 Las referencias simbólicas a la naturaleza sirven con frecuencia para señalar el enlace entre la
vida y la muerte.
 El estilo es conciso y de gran sencillez sintáctica y léxica. Consigue la hondura lírica con la
repetición de ideas que comunican el gozo o el dolor que produce el amor.
Francia
Los trovadores (del idioma occitano trobador, pronunciado [tɾuβa'ðu]) fueron músicos y
poetas medievales, que componían sus obras y las interpretaban, o las hacían interpretar
por juglares o ministriles, en las cortes señoriales de ciertos lugares de Europa, especialmente del
sur de Francia, entre los siglos XII y XIV. La poesía trovadoresca se compuso principalmente
en idioma occitano.

os trovadores, personajes mayoritariamente de la nobleza, con sus canciones amorosas sobre todo,
pero también con sus composiciones de propaganda política, sus debates y, en definitiva, con su
visión del mundo, muestran el inicio de una historia cultural y política con una variedad que no se
encuentra en ningún otro documento de la época. Su literatura, además, será una de las fuentes
básicas de la poesía que durante siglos se cultivará en Europa occidental. Incluso en el siglo XX,
autores catalanes como Josep Vicenç Foix (1893-1987) no se pueden explicar del todo sin conocer
aquello que compusieron estos escritores de los siglos XII y XIII que cantaban por los pueblos.
El estudio de los trovadores se incluye habitualmente dentro de la historia de la literatura occitana.
Escribían en una variedad culta del idioma provenzal antiguo (lengua poética de los trovadores),
que surgió en Occitania a finales del siglo XI y se extendió por el occidente europeo, sobre todo
en Cataluña y el norte de Italia, conformando una literatura de una unidad importante en un
momento en que las diferencias entre el provenzal y el catalán eran poco notables. Así, en la
plenitud de su producción literaria ―siglo XIV y parte del siglo XV― en Cataluña, un mismo escritor
usaba el occitano en su obra poética, y el catalán en la prosa. Esta situación pervive hasta la obra
de Ausiàs Marc (1397-1459). La tradición literaria de los trovadores aún tuvo vigencia en parte de la
poesía catalana del siglo XX, tanto con respecto a los aspectos formales como de contenido,
representando una de las bases esenciales de la lírica catalana.
Conviene esclarecer la diferencia entre trovador y juglar. El trovador era un poeta lírico, por lo
general de condición social elevada, que se acompañaba de una melodía fija y cuyo texto se fijaba
por escrito y no se transmitía con variantes, además de que no necesitaba utilizar sus facultades
artísticas como medio de vida. El juglar, sin embargo, llevaba una vida ambulante, recitaba con una
entonación específica pero no melódica, memorizaba los textos e incluso improvisaba a partir de
determinados motivos temáticos, podía ayudarse de la mímica y la dramatización; características
que lo convierten en uno de los máximos representantes de la literatura de transmisión oral de
carácter folclórico o popular. No obstante, en ocasiones es posible confundirlos o reconocer
individuos que reunieron las dos tipologías. De modo muy esquemático, suele asociarse al trovador
con el autor (creador), y al juglar con el actor (intérprete). 1 Ambos se sintetizarían en la cultura
musical del siglo XX con la imagen del cantautor.
Entre 1110 y 1280 se registran unos 450 trovadores de idioma occitano.2
Pierre A. Riffard —citando a autores como Marrou, Roubaud y A. Moret—, menciona entre los más
notables trovadores cátaros a Pierre Rogier de Mirepoix, Bernard Mir y Guilhem de Dulfort, y
a Chrétien de Troyes (desde 1164) como máximo representante en lengua de oil. También incluye
el fenómeno de los «minnesänger» germanos (1170 a 1340) y a los poetas del «stil nuovo»
como Dante y Cavalcanti, insistiendo en el aspecto esoterista de la obra trovadoresca de Chrétien y
Dante.3
Asimismo, se han considerado trovadores personajes como: Guillermo de Poitiers,
el papa Clemente IV, no siendo papa, sino antes de ser arzobispo de Narbona y obispo del Pueg,
conocido como Gui Folqueis,4 o el rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León (que antes de presidir
la corte inglesa fue duque de Aquitania y conde de Poitiers), Pedro el Grande y Federico III de
Sicilia; a diversos personajes de la nobleza como el catalán Guerau de Cabrera, o a individuos de
origen humilde, como Marcabrú, que empezó como juglar. Entre las mujeres trovadoras
(«trobairitz»), casi siempre de la nobleza, destacó Beatriz de Día.
La poesía trovadoresca se manifestaba a través de estilos (o trovas) diferentes:

 Trova leve (o plana): expresión sencilla, palabras no complicadas ni de doble sentido,


ausencia de recursos estilísticos difíciles. Pensamientos claros que puede captar
fácilmente un auditorio variado. Este es el estilo más utilizado, sobre todo en los
sirventés.
 Trova hermética: hay varios tipos: caro, oscuro, sutil, delgado, cubierto..., según lo
expresen los propios trovadores en sus composiciones, sin especificar las
características. Los dos más habituales son los siguientes:
o Trova cerrada: trova hermética basada en la complicación de conceptos, el
abuso de la agudeza, un lenguaje a menudo de argot (que ofrece problemas
de interpretación en la actualidad, no tanto, seguramente, en el momento
que se escribió). Marcabrú lo usó con frecuencia.
o Trova rica: el hermetismo se basa en la complicación de la forma, que busca
la sonoridad de la palabra y por lo tanto usa un lenguaje difícil, con rimas
extrañas, etc. Arnaut Daniel fue el gran maestro de este estilo.

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