Está en la página 1de 5

Sentido del olfato

Te explicamos qué es el sentido del olfato, para qué sirve, cómo


funciona y cómo cuidarlo. Además, qué son los receptores olfativos.

Escuchar
2 min. de lectura

Se estima que podemos reconocer alrededor de 10.000 olores distintos.


¿Qué es el olfato?
Se llama olfato o sentido del olfato a uno de los cinco sentidos con los que
los seres humanos y muchos animales podemos percibir la realidad
circundante. En este caso, se trata de la capacidad de detectar partículas
y trazos de sustancias químicas en el aire, utilizando los receptores de
la cavidad nasal (o sea, la nariz).

El olfato es una capacidad muy común en la naturaleza, tanto así que es el


sentido primordial de muchas especies animales. Sin embargo, en el caso
de los invertebrados y anfibios es más difuso y menos reconocible, ya que
estos animales poseen la capacidad de percibir los químicos del ambiente a
través de la piel y de otros órganos muy distintos a la nariz de
los vertebrados superiores.
En todo caso, a través del olfato percibimos los olores: partículas que se
desprenden de la materia y que permanecen en el aire, de donde son
tomadas durante la respiración por los receptores nerviosos especializados
de la nariz.

En el caso de los seres humanos, se trata de un sentido poco cultivado, en


relación con la vista y el oído, pero no por ello menos importante, ya que se
conecta mucho más velozmente con nuestra memoria. Se estima que
podemos reconocer alrededor de 10.000 olores distintos en promedio a lo
largo de nuestras vidas, distinguiendo entre los agradables y los
desagradables, los placenteros y los estimulantes.

Puede servirte: Aparato respiratorio

¿Para qué sirve el olfato?


El sentido del olfato es de importancia crítica para los seres vivos, ya
que permite reconocer la materia sin entrar en contacto directo con
ella, e incluso sin tener idea de que está allí.

Al ser un sentido pasivo, que requiere poca concentración, es una fuente


de información continua respecto del entorno, revelando la presencia de
humo u olores extraños que puedan alertar sobre una amenaza. Además, el
olfato permite identificar entornos familiares (justo por eso los animales
“marcan” con su olor) y advertir el estado y la composición de la comida
antes de ingerirla.

¿Cómo funciona el olfato?


Puede llegar a haber hasta 1000 receptores diferentes.
El olfato es la interacción entre moléculas odoríferas (o sea, con olor)
presentes en la atmósfera y los receptores especializados presentes en la
mucosa nasal, neuronas capaces de transformar la información química en
impulsos eléctricos que se transmiten al cerebro.

Para que ello ocurra, el aire cargado de las partículas odoríferas debe ser
inspirado, y entrar en contacto con la mucosa olfativa que recubre la parte
interna de la nariz. Allí, las células olfativas sensoriales (alrededor de 20 o
30 millones en promedio) captan estas trazas químicas y las transportan
mediante sus cilios (filamentos) y proteínas fijadoras presentes en el moco,
para que puedan encontrarse con los neuroreceptores especializados.

La información nerviosa de estas neuronas penetra el cráneo mediante


microorificios en la lámina cribosa del hueso etmoides, y en la región
anterior del cerebro alcanzan el bulbo olfativo u olfatorio, una estructura
neural del prosencéfalo que reconoce la información y la transmite a las
áreas superiores del cerebro, en donde ingresa al pensamiento consciente.

El olfato es un sentido muy similar al gusto, ya que ambos consisten en la


quimiorecepción, pero mientras el primero es a distancia, el segundo es a
través del contacto directo con la materia. Ambos estímulos, de hecho, son
procesados en el centro del sabor y el gusto en la parte media del lóbulo
frontal, o sea, en la misma región del cerebro.

Receptores olfativos
Los receptores olfativos son los encargados de convertir la información
química del olor en información nerviosa. Se hallan en la mucosa de la
cavidad nasal, distribuidos en dos regiones claramente diferenciadas:

 La pituitaria roja, con gran presencia de vasos sanguíneos pero sin


funciones olfativas, que calienta el aire aspirado y lo filtra de impurezas y
partículas.
 La pituitaria amarilla, en donde se hallan las células olfatorias que
contienen los receptores del olfato.

Los receptores del olfato son muchos y muy especializados, sobre todo en
los mamíferos. Se piensa que puede llegar a haber hasta 1000 receptores
diferentes, por lo que las proteínas encargadas del procesamiento del olor
ocupan una buena porción del genoma.

Cada uno de los receptores especializados reconoce un tipo de olor


diferente, por lo que los llamados “olores primarios” (que componen otros
aromas más complejos) son muchísimos y difíciles de definir.

Aun así, se calcula que los olores disponibles para el ser humano pueden
clasificarse en 10 renglones distintos: fragantes o florales, leñosos o
resinosos, químicos, cítricos, frutales no cítricos, mentolados, dulces,
ahumados o quemados, podridos y acres o rancios.

Cuidados del olfato


El cuidado del sentido olfativo se reduce al cuidado de la propia nariz y de
sus componentes internos. Para ello, es aconsejable cumplir con las
siguientes recomendaciones:

 Mantener las fosas nasales regularmente limpias, mediante el


soplado pero sin presionar excesivamente la nariz.
 No introducir objetos en la cavidad nasal, mucho menos aquellos que
puedan herirla, cambiar su constitución química o que puedan alojarse
dentro.
 Evitar el consumo de cigarrillos y sustancias similares, así como de
aerosoles de olor muy intenso.
 No exponerse a grandes concentraciones de humedad, polvo o
sustancias de olor intenso durante mucho tiempo.

También podría gustarte