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BIOLOGÍA HUMANA
FISIOLOGÍA RENAL
ELABORADO POR:
A) Filtración glomerular:
Es el primer paso en el proceso de formación de la orina, consiste en separar los
componentes de la sangre en función de su tamaño molecular. Es un mecanismo
que no emplea energía, pero que depende de varios factores dentro de los que se
incluyen:
1. Tamaño del lecho capilar: Las células mesangiales del lecho capilar del
glomérulo influyen en la filtración, ya que al contraerse o relajarse aumentan o
disminuyen el espacio de filtrado, algunos agentes impactan en ellas, como por
ejemplo la angiotensina II que es un regulador importante de la contracción
mesangial.
Presión coloidosmótica: Es la presión ejercida por las proteínas del plasma, las
cuales se concentran hacia la cápsula de Bowman y generan una presión que se
calcula de 32 mmHg, que provoca el efecto de retener agua dentro del lecho
vascular y por tanto se opone a la filtración.
Presión de la cápsula de Bowman: La cápsula se opone a recibir el filtrado, por lo
que ejerce una fuerza en contra del plasma, su valor se calcula en 18 mmHg.
Con lo anterior se explica por tanto que el valor de la presión de filtrado equivale a
la presión sanguínea menos la presión coloidosmótica y de la cápsula (dado que
son presiones que se oponen al filtrado), dando como resultado un valor total de
10 mmHg (Tabla1).
B) Reabsorción tubular:
El volumen de líquido que ingresa en los túbulos contorneados proximales es
considerablemente alto, en tan sólo una hora la tasa de filtración es mayor a 7
litros, sin embargo, es evidente que parte de este líquido debe regresar a la
circulación sanguínea. La reabsorción implica el retorno de la mayor parte del
agua y de muchos de los solutos filtrados hacia la sangre y es la segunda función
básica de la nefrona. En condiciones normales, alrededor del 99% del agua filtrada
se reabsorbe. Los solutos reabsorbidos por procesos tanto activos como pasivos
son la glucosa, los aminoácidos, la urea y ciertos iones como el Na+ (sodio), el K+
(potasio), el Ca2+ (calcio), el Cl– (cloruro), el HCO3 – (bicarbonato) y el HPO4 2–
(fosfato) (Fig. 2).
En el asa de Henle se reabosrbe alrededor del 15% del agua filtrada, así como
también cantidades variables de electrolitos como el sodio, potasio, cloro,
bicarbonato, calcio y magnesio.
- Mecanismo de contracorriente
Es un mecanismo que se basa en el flujo del líquido tubular a lo largo de las ramas
del asa de Henle, en donde se concentra y diluye consecutivamente. En la rama
descendente del asa, la osmolaridad del líquido aumenta o se concentra
(hipertónica) porque ingresa sodio y cloruro del espacio intersticial hacia la luz
tubular y sale agua por ósmosis de la rama descendente con direccion al
intersticio (Fig. 5).
Las funciones del túbulo colector varían de acuerdo al trayecto que recorre desde
la corteza hasta las papilas en la médula renal, la porción del túbulo que se
localiza a nivel de la corteza renal es impermeable a la urea, mientras que la
porción ubicada en la médula es permeable a la urea.
Bicarbonato
Los iones de bicarbonato (HCO3 – ) ocupan el segundo lugar entre los
aniones extracelulares más abundantes. La concentración normal de bicarbonato
oscila entre 22 y 26 mEq/litro en sangre arterial sistémica y entre 23 y 27 mEq/litro
en sangre venosa sistémica. La concentración de HCO3 – aumenta a medida que
la sangre fluye a través de los capilares porque el dióxido de carbono liberado por
el metabolismo celular se combina con agua para formar ácido carbónico, que a
su vez se disocia en H+ y HCO3 –. No obstante, en su pasaje a través de los
capilares pulmonares, la concentración de bicarbonato vuelve a disminuir cuando
el dióxido de carbono es espirado. El líquido intracelular también contiene una
pequeña concentración de bicarbonato. Como ya se expuso, el intercambio de Cl–
por bicarbonato ayuda a mantener el balance aniónico adecuado entre el líquido
extracelular y el intracelular. Los riñones son los principales reguladores de la
concentración plasmática de bicarbonato. Las células intercaladas de los túbulos
renales pueden producir bicarbonato y liberarlo hacia la sangre.
Calcio
Como el hueso almacena gran cantidad de calcio, éste es el mineral más
abundante en el cuerpo. Casi el 98% del calcio en los adultos se localiza en el
esqueleto y los dientes, donde se combina con fosfatos para formar una red
cristalina de sales minerales. En los líquidos corporales, el Ca2+ es sobre todo un
catión extracelular. La concentración normal de Ca2+ libre oscila entre 4,5 y 5,5
mEq/litro, y una cantidad equivalente está unida a distintas proteínas plasmáticas.
Además de contribuir a la resistencia de los huesos y dientes, el Ca2+ cumple una
importante función en la coagulación de la sangre, la liberación de
neurotransmisores, el mantenimiento del tono muscular y la excitabilidad del tejido
muscular y nervioso. El principal regulador de la concentración de Ca2+ en el
plasma es la hormona paratiroidea (PTH). Un nivel plasmático bajo de Ca2+
estimula la liberación de PTH, la que a su vez estimula los osteoclastos del hueso
para liberar calcio (y fosfato) de la matriz ósea extracelular. Por ende, la PTH
aumenta la resorción ósea. Dicha hormona también incrementa la reabsorción del
Ca2+ filtrado por el glomérulo, a través de las células tubulares renales hacia la
sangre, y la producción de calcitriol (forma activa de la vitamina D que actúa como
hormona), que a su vez incrementa la absorción de Ca2+ de los alimentos en el
tubo digestivo. Se debe recordar que la calcitonina producida por la glándula
tiroides inhibe la actividad de los osteoclastos, acelera el depósito de Ca2+ en los
huesos y, así, reduce la calcemia (concentración sanguínea de Ca2+).
Fosfato
En los adultos, alrededor del 85% del fosfato está presente como sales de
fosfato cálcico, que son componentes estructurales del hueso y los dientes. El
15% restante está ionizado. Tres iones fosfato (H2PO4 –, HPO4 2– y PO4 3–) son
importantes aniones intracelulares. Cuando el pH de los líquidos corporales es
normal, el HPO4 2– es la forma más abundante. Los fosfatos contribuyen con
alrededor de 100 mEq/litro de aniones al líquido intracelular. El HPO4 2– es un
importante amortiguador de H+, tanto en los líquidos corporales como en la orina.
Aunque algunos están “libres”, la mayor parte de los iones fosfato están unidos
con enlaces covalentes a moléculas orgánicas como lípidos (fosfolípidos),
proteínas, hidratos de carbono, ácidos nucleicos (DNA y RNA) y adenosintrifosfato
(ATP). La concentración plasmática normal de fosfato ionizado oscila sólo entre
1,7 y 2,6 mEq/litro.
Magnesio
En los adultos, casi el 54% del magnesio corporal total forma parte de la
matriz ósea como sales de magnesio. El 46% restante está en forma de iones de
magnesio (Mg2+) en el líquido intracelular (45%) y el líquido extracelular (1%). El
Mg2+ es el segundo catión intracelular más abundante (35 mEq/litro). Desde el
punto de vista funcional, es cofactor de enzimas necesarias para el metabolismo
de los hidratos de carbono y las proteínas y para la bomba de sodio-potasio. El
Mg2+ es esencial para la actividad neuromuscular normal, la transmisión sináptica
y la función del miocardio. Asimismo, la secreción de hormona paratiroidea
depende del Mg2+. La concentración plasmática normal de Mg2+ es baja y oscila
sólo entre 1,3 y 2,1 mEq/litro. Varios factores regulan su concentración plasmática,
al variar su tasa de excreción urinaria. Los riñones aumentan la excreción urinaria
de Mg3+ en respuesta a la hipercalcemia, la hipermagnesemia, el aumento del
volumen del líquido extracelular, la disminución del nivel de hormona paratiroidea
y la acidosis.
EQUILIBRIO DE LA VOLEMIA
COMPOSICIÓN DE LA ORINA
El estudio de laboratorio de la orina recibe varios nombres con los que se puede
denominar: “examen general de orina (EGO)” o “uroanálisis” o “urianálisis”, o
“citoquímico de orina” describen un grupo de pruebas tamiz con capacidad para
detectar enfermedad renal, del tracto urinario o sistémica.
Introducción
El examen general de orina (EGO), ocupa el primer lugar en el conjunto de
solicitudes de pruebas que se realizan en el laboratorio clínico. Se le indica a los
pacientes ambulatorios e ingresados al hospital, y se repite con frecuencia para
evaluar el estado de salud o enfermedad.
Fig. 3 Obtenida de: Suardiaz J, Cruz C, Colina A. (2004) Laboratorio Clínico y pruebas diagnósticas. Lugar
La Habana, Cuba Editorial Ciencias Médicas pp. 379
EXAMEN FÍSICO
Aspecto
La apariencia de la orina y el color son parte de un EGO regular.
Una muestra de orina normal debe ser clara y transparente, cuando la orina está
turbia, se puede deber a la presencia de pus (Glóbulos Blancos necróticos),
Glóbulos Rojos o bacterias; la orina normal también puede ser turbia por la
ingestión de grandes cantidades de grasa, ácido úrico y fosfatos. La orina varía de
amarillo pálido a ámbar por el pigmento urocromo (producto del metabolismo de la
bilirrubina).
Color
El color puede variar desde el amarillo claro, (propio de la orina diluida), hasta el
amarillo intenso de la orina concentrada El color indica la concentración de la
orina. Cuando está diluida es de color paja y concentrada de color ámbar oscuro.
La coloración normal puede modificarse ante la presencia de determinados
componentes químicos como la bilirrubina, la sangre total, la hemoglobina,
las porfirinas, las melaninas y luego de la ingestión de algunos colorantes,
alimentos y medicamentos. Por ejemplo, el sangrado en el riñón produce una orina
color rojo oscuro, mientras que el de vías urinarias bajas la orina es rojo brillante.
La orina amarilla oscura puede indicar la presencia de urobilinógeno y bilirrubina.
Cuando hay infección por seudomonas puede ser una orina verdosa. El consumo
de betabeles da origen a una orina roja y el complejo B favorece un color naranaja
de la orina.
Olor
La orina tiene un olor “sui generis” amoniacal, característico debido a la presencia
normal de grandes cantidades de urea. También se puede modificar por la
presencia de glucosa y cuerpos cetónicos en los pacientes diabéticos mal
controlados y el tener un olor dulce y fuerte a acetona.
Volumen
El volumen de la orina es indispensable en los estudios de orina de 12 y 24 horas
(orina minutada). En el paciente adulto normalmente oscila entre 700 y 2,000
mL/día. Cuando el volumen urinario es superior a 2,500 mL/día se habla de
poliuria, cuando es inferior a 500 mL/día de oliguria y cuando es inferior a 100
mL/día de anuria.
Turbiedad (Turbidez)
La orina normal reciente es clara y transparente, puede mostrar un aspecto turbio,
debido a la presencia de sales (fosfatos y carbonatos), sin una significación
clínica. La turbiedad anormal se hará presente en los pacientes con infecciones
del tracto urinario, pero por lo general se debe más a la alcalinidad que al número
de bacterias o leucocitos contenidos en la muestra.
Densidad
La densidad de la orina oscila entre 1,005 y 1,030. El mayor valor se presenta al
levantarse con la primera micción de la mañana, alcanzando valores de 1,020.
Por medio de ella se determina el grado relativo de concentración o dilución de la
muestra o, lo que es igual, la relación entre las proporciones relativas de sólidos
disueltos y el volumen total de la muestra. Es una medida de la capacidad del
riñón para concentrar o diluir la orina.
pH
La regulación del equilibrio ácido-básico del organismo humano lo realizan los
riñones y los pulmones. La medida del pH urinario, muestra la capacidad de los
túbulos renales para mantener concentraciones normales del ion hidrógeno en el
plasma y en el líquido extracelular.
Para lograrlo, el riñón ayuda al equilibrio ácido-base al reabsorber el sodio y
eliminar el hidrógeno. La secreción de orina ácida o alcalina por el riñón es uno de
los mecanismos más importantes en la regulación del pH del medio interno.
Cuando la cantidad de sodio y compuestos ácidos se elevan en el interior del
cuerpo humano, la orina se vuelve ácida y se vuelve alcalina cuando elimina
bases para compensar el aumento de ellas en el medio interno.
Para determinar el pH de la orina, se utilizan las tiras reactivas.
EXAMEN QUÍMICO
El examen químico comprende las determinaciones de los siguientes
componentes
Glucosa
A la presencia de glucosa en orina se le conoce como glucosuria, indica que la
cantidad de glucosa filtrada es mayor a la capacidad de los túbulos para
reabsorberla totalmente. Por lo general es consecuencia de la hiperglucemia,
por lo que, cuando está presente, se debe considerar si es necesario hacer la
determinación de glucemia en ayunas, como estudio que descártela presencia de
la enfermedad diabetes mellitus. Es importante considerar que la glucosuria, no
siempre es debida a la diabetes, el umbral renal de la glucosa puede ser menor,
como ocurre, durante el embarazo, y la glucosa puede pasar al filtrado incluso
cuando la concentración plasmática es normal.
Sangre
A la presencia de sangre en orina se le conoce como hematuria, y puede ser
debida a múltiples causas, como como cáncer, infección urinaria o contaminación
por menstruación.
La presencia en el sedimento urinario de grandes cantidades de eritrocitos es
diagnóstica de hematuria.
Proteínas
La presencia de proteínas en la orina normal se limita a mínimas cantidades entre
40 y 150 mg. De esa cantidad, la albúmina representa 1/3 de estas proteínas.
La proteinuria constituye un indicador de gran importancia en el diagnóstico de las
enfermedades renales.
Las enfermedades renales que cursan con proteinuria, se acompañan de daño
glomerular; esta es la causa de la presencia de proteínas en la orina. Ante un
resultado positivo es preciso comprobar si también son positivas las pruebas para
sangre y leucocitos (glóbulos blancos).
Bilirrubina
La bilirrubina se encuentra en la sangre en dos formas diferentes, conjugada y no
conjugada. Solo la forma conjugada es hidrosoluble, la excreción de bilirrubina con
la orina (bilirrubinuria) se produce cuando los niveles en sangre de la bilirrubina
conjugada se elevan.
En condiciones normales, la bilirrubina conjugada es excretada a través
de las vías biliares al intestino, en donde se degrada; solo una pequeña cantidad
se
reabsorbe, incorporándose a la circulación portal, llega al hígado y se vuelve a
excretar en la bilis, a este ciclo se le conoce como enterohepática.
El análisis para su detección se conoce como de pigmentos biliares. Es una
prueba de uso habitual y la principal indicación es para el diagnóstico de las
enfermedades hepatocelulares agudas (hepatitis) y en la obstrucción biliar
intrahepática
y extrahepática. Puede aparecer en la orina cuando hay ictericia por disfunción
hepática.
Urobilinógeno
Las bacterias intestinales degradan la bilirrubina conjugada y dan lugar a
productos
denominados, urobilinógeno fecal o estercobilinógeno.
La determinación del urobilinógeno en la orina, se conoce como urobilinuria, es
una prueba para diagnosticar trastornos hepáticos, en los cuales que se eleva su
concentración. De igual forma ocurre cuando hay hemólisis (destrucción excesiva
de eritrocitos). En las obstrucciones parciales o completas de los conductos
biliares, los valores de urobilinógeno disminuyen de manera importante y la
ausencia total de urobilinógeno, ocasiona acolia (la eliminación de heces fecales
no coloreadas).
Nitritos
La prueba se basa en la conversión de los nitratos procedentes de la dieta en
nitritos, que se lleva a cabo por la acción de bacterias presentes en la orina que
posean la reductasa adecuada. Cuando el resultado es positivo puede deberse a
una infección urinaria.
Leucocitos
Su presencia en la orina sugiere inflamación aguda e infección urinaria.
Apariencia: clara
Color: amarillo ámbar
Olor: aromático
pH: 4.6 a 8.0 (promedio, 6.0)
Proteína
0 a 8 mg/dL
50 a 80 mg/24 h (en reposo)
< 250 mg/24 h (durante el ejercicio)
Densidad específica
Adulto: 1.005 a 1.030 (usualmente, 1.010 a 1.025)
Ancianos: los valores disminuyen con la edad
Recién nacidos: 1.001 a 1.020
Esterasa leucocitaria: negativa
Nitritos: negativos
Cetonas: negativas
Bilirrubina: negativa
Urobilinógeno: 0.01 a 1 unidades Ehrlich/mL
Cristales: ninguno
Cilindros: ninguno
Glucosa:
Muestra fresca: ninguna
Muestra de 24 h: 50 a 300 mg/24 h o 0.3 a 1.7 mmol/día (unidades SI)
Glóbulos blancos (GB): 0 a 4 por campo de poder bajo
Cilindros de glóbulos blancos: ninguno
Glóbulos rojos (GR): ≤ 2
Cilindros de glóbulos rojos: ninguno
Cuadro tomado de Pagana K, Pagana T. (2015). Laboratorio Clínico. Interpretación de resultados.
México D. F. 5ª. Edición. Editorial El Manual Moderno. Pág. Cápitulo 12 pág. 400
EXAMEN MICROSCÓPICO
Este examen permite observar en una muestra centrifugada información sustancial
sobre el sistema urinario: cilindros y células epiteliales de la nefrona, células
epiteliales de la pelvis renal, uréteres, vejiga, uretra, mucus y espermatozoides de
la próstata. En las enfermedades parenquimatosas renales, a las que solo se
puede acceder por biopsia o cirugía, la orina contiene cilindros y células que
contribuyen al diagnóstico.
La orina normal tiene pocos elementos organizados: escasos leucocitos, eritrocitos
y algunas células epiteliales.
Debido a que pueden usarse diferentes métodos para preparar el sedimento para
la revisión microscópica, los valores normales pueden variar en grado significativo.
(Fig. 4)
.
Fig. 4 Interpretación Examen Microscópico
Obtenida: https://docplayer.es/80093466-Universidad-nacional-del-chimborazo.html
Consultada el 5 de agosto
Bibliografía
Gaw A, Murphy MJ, Srivastava R, Cowan RA. (2015). Bioquímica
Clínica.Barcelona. 5ª. Edición. Editorial Elsevier. Capítulo 16 pág. 32 - 33
Suardiaz J, Cruz C, Colina A. (2004) Laboratorio Clínico y pruebas diagnósticas.
Lugar La Habana, Cuba. Editorial Ciencias Médicas. Capítulo 31 pág. 376 – 385
Pagana K, Pagana T. (2015). LABORATORIO CLÍCO. Interpretación de
resultados. México D. F. 5ª. Edición. Editorial El Manual Moderno. Pág. Capítulo
12 pp 400-427
Henry JB. El laboratorio en el diagnóstico clínico. Editorial Marbán, Nueva York,
USA. 20ª edición. Capítulo 18 pág. 367 - 401
Tortora-Derrickson Principios de Anatomía y Fisiología 13ª. Edición
booksmedicos.org Ed. Panamericana.
Catabolitos Rosa Isabel Esquivel, Silvia María Martínez, José Luis Martínez Ed.
UNAM Fes Iztacala.