El COVID y pandemia del virus del misticismo; o el misticismo en la cultura

occidental
Carlos L Marín, 24 04 22

Introducción: El origen del misticismo

Misticismo es un término que requiere precisión, antes de intentar siquiera
empezar a hablar sobre él. Escribir con seriedad sobre cualquier tema es un
trabajo titánico que pocos son capaces de ponderar, pues el engaño sobre las
palabras siempre acecha a cualquier intento de estudiar cualquier tema o
fenómeno. Y este es solo uno de los problemas de cualquier intento de
intercambio de ideas en cualquier lenguaje.
Y pese a esta advertencia, siempre existe posibilidad de que el lector esté
entendiendo las cosas diferentes del modo en que en realidad me estoy refiriendo
a ellas. Y entre más pobre sea el nivel de comprensión de lectura del sujeto lector
y cuanto menor sea su bagaje cultural, el riesgo de confusión e incomprensión que
dé al traste con el intento de comunicar algo de naturaleza compleja, será
proporcionalmente mayor.
Para ayudar a la mutua comprensión, debo apurarme a ser honesto y directo con
el lector, sin dorar la píldora en cuanto a que mi propósito al escribir esto es
apologético en contra del cristianismo, como sistema de ideas y creencias; como
la plaga mental máxima de Occidente por los últimos 2000 años.
Solo es exculpado en parte, por el hecho de que como veremos no fue el
cristianismo el que produjo este virus mental, ni siquiera la Biblia hebrea (AT), ni la
religión judía como tal, sino que la paternidad intelectual y espiritual del
misticismo que amenaza al mundo hoy, corresponde básicamente a los griegos,
con Anaximandro, Pitágoras y Platón como primeros y principales exponentes,
pero no únicos ni más antiguos.
Ellos en realidad, (los griegos no son una civilización seminal como los egipcios,
sumerios, persas, hindúes o chinos), sino que solo tomaron aportes de oriente
antiguo desarrollando originales y ricas síntesis. Se nutrieron y beneficiaron de
que por varios siglos antes, la inquietud religiosa de pueblo griego traspuso los
límites del culto oficial al introducir un germen místico en el cuerpo mismo de la
religión griega, esto es, el éxtasis (ékstasis) como experiencia central de los oficios
délficos (algo parecido a los arrebatos locos de los pentecostales de hoy). Con ello,

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la religión paso del ámbito público, como había sido por milenos, al ámbito íntimo
y personal. La religión abrió posibilidad de contacto personal con la divinidad.
La primera trasposición y formulación filosófica de un planteo netamente místico,
con componentes órficos, la encontramos en a célebre sentencia de
Anaximandro1: "Donde tuvo lo que es su origen, allí es preciso que retome en su
caída, de acuerdo con las determinaciones del destino. Las cosas deben pagar
unas a otras castigo y pena de acuerdo con la sentencia del tiempo."
Anaximandro (siglo IV a.c.) es considerado uno de los primeros filósofos
presocráticos. Su pensamiento es notable por su originalidad y por sus conexiones
con las corrientes órficas e intuye el misterio esencial, la dialéctica bipolar de
finito-infinito, de ente-ser, una de las notas inmemoriales que rescata la filosofía
desde el subsuelo de la mística: Donde fue el origen, allí es necesario volver. Este
es el mandato fundamental e inexorable, tanto de la mística como de la filosofía.
Una de las principales similitudes entre Anaximandro y las corrientes órficas es su
visión del mundo como un lugar de sufrimiento y dolor. Para Anaximandro, el
ápeiron, el principio primordial de la naturaleza, es un elemento ilimitado, infinito
e inmutable. Este principio es la fuente de todas las cosas, pero también es la
fuente del sufrimiento.
Esta visión del mundo como un lugar de sufrimiento es también una característica
de las corrientes órficas. En estas corrientes, el mundo es visto como un lugar de
prueba y sufrimiento, en el que el alma humana debe purificarse para poder
alcanzar la felicidad. Esta purificación viene por la sabiduría, a la cual se llega a su
vez por la Filosofía.
Otra similitud entre Anaximandro y las corrientes órficas es su énfasis en la
búsqueda de la liberación. Para Anaximandro, la liberación del sufrimiento es
posible a través de la comprensión del principio primordial de la naturaleza. De
este modo el elemento místico se arraigó en la genuina religión griega,
conformando, junto con el orfismo, un movimiento cuyo carácter oscilaba entre lo
religioso y lo pseudo-filosófico.
Los órficos aparecen en Grecia como comunidades culturales cerradas unidas en
torno a determinadas creencias y rituales. "La secta de los órficos - según lo
expresa Rohde - había llegado a establecer una doctrina orgánica y bien
1
Anaximandro fue un filósofo, geógrafo, matemático y astrónomo griego, nacido en Mileto, en la actual Turquía, en
el año 610 a. C. y fallecido en el año 546 a. C., a la edad de 64 años. Fue discípulo de Tales de Mileto, el primer
filósofo de la tradición occidental, y uno de los principales representantes de la escuela jónica.

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delimitada. En esto se aparta lo mismo de la religión de la ciudad que de las otras
asociaciones de culto de aquella época”.
La antropología dualista, de influencia decisiva en la filosofía, tuvo su origen en las
creencias órficas basadas en el mito que describe el origen dual de los hombres: el
elemento divino procede de Dioniso-Zagreus, hijo de Zeus, en tanto el principio
maligno deriva de Ia naturaleza de los Titanes, que habían devorado a Dioniso, y
de cuyas cenizas renacen los hombres. Ellos, tienen que liberarse del componente
titánico, es decir, el cuerpo, para retomar a lo divino del elemento dionisíaco, el
alma.
Siguiendo el contenido esencial del mito, se evidencia con claridad el componente
místico del orfismo: la experiencia de la muerte y la resurrección o renacimiento,
basada en el origen dual del hombre, y su necesidad de retorno a la divinidad.
Como complemento de todo lo dicho, debe añadirse que el misticismo no solo se
encarna en el cristianismo sino en muchas otras religiones y creencias, incluso en
personas que se consideran ajenos a la religión.
El misticismo y el cristianismo
Una faceta relevante del misticismo, y lo que lo hace sumamente fuerte es la
cuestión de prometerle al creyente órfico, gnóstico o cristiano, la posibilidad de
una conexión personal con la divinidad y esto debe ser examinado con
objetividad. En su Historia de las religiones, Manuel Rius 2 señala que el
surgimiento de una relación personal con la divinidad es una de las características
más importantes de las religiones orientales y griegas.
En las religiones orientales, esta relación personal con la divinidad se expresa a
través del concepto de moksha, que significa liberación o salvación. El moksha es
el objetivo último de la vida humana, y se alcanza a través de la práctica de la
meditación y la contemplación.En el hinduismo, el moksha se logra a través de la
unión con Brahman, que es la realidad última y absoluta.
En el budismo, el moksha se logra a través de la extinción del deseo y el
sufrimiento. En las religiones griegas, esta relación personal con la divinidad se
expresa a través del concepto de theosis, que significa divinización. La theosis es el
objetivo último de la vida humana, y se alcanza a través de la práctica de la virtud
y la sabiduría.
2
Rius, M. (2019). Historia de las religiones. Madrid: Ediciones Akal. En esta obra, Rius ofrece una visión general de las principales
religiones del mundo, desde la antigüedad hasta la actualidad. En el capítulo dedicado a las religiones orientales y griegas, Rius
analiza el surgimiento de una relación personal con la divinidad en estas tradiciones. El libro de Rius está disponible en formato
impreso y digital.

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En el platonismo, la theosis se logra a través de la contemplación de las ideas, que
son la fuente de la realidad. En el estoicismo, la theosis se logra a través de la
fusión con la divinidad cósmica. Rius señala que el surgimiento de esta relación
personal con la divinidad es un reflejo del desarrollo de la conciencia individual en
las sociedades orientales y griegas.
A medida que las personas se volvieron más conscientes de sí mismas,
comenzaron a buscar una relación más personal con la divinidad. Esta búsqueda
de una relación personal con la divinidad llevó al desarrollo de una serie de
prácticas religiosas, como la meditación, la contemplación y la oración. Estas
prácticas ayudaron a las personas a conectarse con la divinidad, como quiera que
la concibieran, de una manera más profunda e íntima.
Aunque obviamente a nadie se habría ocurrido armar un ejecito para ir a imponer
a otras personas o pueblos estas formas de conexión con la divinidad, Rius
también señala que el surgimiento de esta relación personal con la divinidad tuvo
un impacto significativo en el desarrollo de la ética y la filosofía. A medida que las
personas comenzaron a comprender que eran parte de la divinidad, comenzaron a
ver el mundo de una manera más compasiva y justa. Esto llevó al desarrollo de
una serie de ideas filosóficas, como el amor al prójimo y la igualdad de todos los
seres humanos. Estas ideas siguen siendo relevantes hoy en día, y se supone que
deberían contribuir a la construcción de un mundo más justo y equitativo, lo cual
no parece estarse logrando en ninguna parte.
Veamos algunos ejemplos específicos de cómo se expresa la relación personal con
la divinidad en las religiones orientales y griegas y finalmente en el cristianismo:
En el hinduismo, el concepto de bhakti, que significa devoción, expresa la relación
personal con la divinidad. El bhakti se expresa a través de la práctica de la oración,
la meditación y la adoración, mientras que, en el budismo, el concepto de
bodhisattva, que significa ser despierto, expresa la relación personal con la
divinidad. El bodhisattva es un ser que ha alcanzado la iluminación, pero que ha
renunciado al nirvana para ayudar a otros a alcanzar la iluminación. En el taoísmo,
el concepto de wu wei, que significa acción sin acción, expresa la relación personal
con la divinidad. El wu wei es el estado de armonía con el Tao, que es la fuerza
vital del universo.
En la Grecia clásica, el concepto de eusebeia, que significa piedad, expresa la
relación personal con la divinidad. La eusebeia se expresa a través del
cumplimiento de los deberes religiosos y morales. En el platonismo, el concepto

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de anamnesis, que significa reminiscencia, expresa la relación personal con la
divinidad. La anamnesis es la creencia de que el alma humana tiene recuerdos de
su existencia previa en el mundo de las ideas.
Por otra parte, en el estoicismo, el concepto de apatheia, que significa ausencia
de pasiones, expresa la relación personal con la divinidad. La apatheia es el estado
de paz y tranquilidad que se alcanza al comprender que el universo está
gobernado por la razón. El surgimiento de esta relación personal con la divinidad
es una de las características más importantes de las religiones orientales y griegas
de misterios. Este surgimiento ha tenido un impacto significativo en el desarrollo
de la ética, la filosofía y la cultura de estas civilizaciones, y por medio de ellas en la
civilización occidental.
Ahora bien ¿en qué sentido el cristianismo representa una evolución de la idea de
una relación personal con la divinidad que profundiza la fuerza del misticismo en
su variante cristiana? El cristianismo representa una evolución de la idea de una
relación personal con la divinidad en varios sentidos. En primer lugar, el
cristianismo afirma que la divinidad se ha hecho humana en la persona de Jesús
de Nazaret tal como la pintan los muchos evangelios escritos, canónicos y no
canónicos. Esto significa que la divinidad no es algo distante o inaccesible, sino
que está presente en el mundo de una manera personal y tangible.
En segundo lugar, el cristianismo enseña que todos los seres humanos son hijos de
Dios, significando que todos tenemos una relación personal con la divinidad,
independientemente de nuestra raza, religión o condición social. En tercer lugar,
el cristianismo enfatiza la importancia de la fe y la confianza en Dios lo cual
significa que la relación personal con la divinidad se basa en la creencia y la
confianza, no en el conocimiento o la comprensión intelectual.
En cuarto lugar, el cristianismo enseña (al menos en teoría) que la relación
personal con la divinidad se expresa a través del amor al prójimo. Esto significa
que la divinidad se revela en el mundo a través del amor y la compasión. Estos son
solo algunos de los aspectos en los que el discurso místico del cristianismo
representa una evolución de la idea de una relación personal con la divinidad.
Estas ideas han tenido un impacto significativo en la historia y la cultura de
Occidente.
Aquí hay algunos ejemplos específicos de cómo el cristianismo ha desarrollado la
idea de una relación personal con la divinidad:

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El concepto cristiano de la Trinidad, que afirma que Dios es uno en tres personas,
refleja la idea de que la divinidad es personal y relacional, la práctica cristiana de
la oración, que implica una comunicación personal con Dios, es una expresión de
la relación personal con la divinidad y la enseñanza cristiana del amor al prójimo,
que es una expresión de la naturaleza amorosa de Dios, y que ha inspirado a
millones de personas a vivir vidas compasivas y justas.
En este sentido, cristianismo ha sido una corriente de dos caras: Ha sido fuerza
poderosa en el desarrollo de la idea de una relación personal con la divinidad.
Estas ideas han inspirado a millones de personas a buscar una relación más
profunda con Dios, mientras que por otro lado ha sido una corriente generadora
de guerras, conflictos matanzas y exterminios sin límite en todos los continentes
con excepción de Antártida a lo largo de casi 2000 años de trayectoria. De allí la
complejidad y delicadeza del tema del misticismo y su amenazante poder.
Por siglos, los griegos oscilaron y se debatieron entre el misticismo/idealismo y el
materialismo atomista; pero, mientras las ciudades estado existieron como entes
políticos independientes, la libertad facilitaba que la diversidad de ideas
floreciera. Un pensador podía libremente expresar sus ideas, y si era perseguido,
como le paso a varios presocráticos o los pitagóricos, bien podía irse para otra
ciudad, lo cual mantuvo la diversidad de pensamiento.
Esto se terminó cuando el mundo grecorromano quedó sometido a un solo
imperio, y luego este imperio adoptó el cristianismo (una forma nueva de
misticismo intolerante) como religión oficial, con prohibición de las otras
religiones y exclusión de las formas de pensamiento filosófico que se le opusieran.
Así, el misticismo, una vez aliado con el poder, no solo eliminó la razón y la
búsqueda de la sabiduría que proponía Anaximandro sino también la libertad de
creer, pensar y conectarse con la divinidad de la forma que cada uno lo deseara.
La motivación para hacer apología contra el cristianismo como portador principal
del aberrante sistema de misticismo, es que desde este pozo pútrido y tóxico solo
bebieron y beben aún los autores y teólogos cristianos que lideran mentalmente a
las iglesias desde el siglo II hasta el presente.
Para un creyente analfabeto, e incluso para muchos con algún barniz de estudios
universitarios, es muy difícil comprender que el cristianismo primitivo del siglo I
(especialmente el pre y post pascual) no tenía nada interesante ni con sentido
para pueblos cultos como el griego, el romano y el persa. La narrativa proto
evangélica de un rabino taumaturgo fracasado, que después de haberse

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autoproclamado Mesías (Cristo) de su nación judía, fue ejecutado por sedición, en
el caldeado ambiente de una efervescente ocupación romana de Judea, no era
para nada potable fuera de la secta recién nacida de frustrados seguidores de un
aspirante a Mesías muerto.
Hay que entender, que semejante cuento no tenía mucho sentido, en especial
después de que a 35 años de la crucifixión del rabino sedicioso llamado Jesús (o
Jeshua, o como fuera) las legiones romanas literalmente arrasaran Jerusalén y
exterminaron en el proceso a más de un millón de judíos, sin que ningun dios,
ningun Mesías y ningún hijo del hombre metiera la mano en favor de los
revoltosos judíos.
Publicitariamente hablando, cualquier especialista en imagen, podrá explicar que
una capital reducida a escombros, y un territorio ocupado, repartido en colonias a
los soldados vencedores, miles de judíos vendidos como esclavos, no eran
credenciales muy convincentes para vender al público greco romano y persa un
Mesías salvador de la mítica nación de Israel (de los judíos) y menos desde la
megalomanía apocalipticista, ampliamente extendida en Judea, del mundo entero
(cristo/ungido para ser rey). Un Hijo del Hombre victorioso estableciendo el reino
del dios de los hebreos hasta una soberanía universal sobre el mundo y sobre la
historia. Simplemente nadie se habría fumado eso ni en Éfeso, ni en Atenas ni en
Roma ni en la culta Alejandría.
Hubo que resetear el libreto… y de allí nació el segundo cristianismo: Resucitamos
al aspirante a Mesías muerto en la cruz, del cual posiblemente los romanos
desaparecieron los restos (el cristo 1.0), reinterpretamos su misión y su mensaje,
del salvador nacional, político y literal de Israel, lo convertimos en el salvador
místico… el del salvador espiritual, el del cielo (mundo espiritual) …y vualá!:
¡Cristo versión 2.0!
Aplicando la interpretación alegórica del oportuno Filón y su primer y segundo
Adán, (Adán 2.0), el del contexto helenístico de platonismo y de gnosticismo,
Pablo crea el Cristo 6.0… el que sí era aceptable para los dominadores romanos
porque no cuestionaba su dominio y autoridad. Y el resto fue historia…Por un
tiempo, incluso, circularon varias diferentes versiones de la narrativa que el
catolicismo se encargaría de exterminar sistemáticamente en los siguientes siglos.
El misticismo helenístico de Platón y Pitágoras, como un persistente virus, había
conseguido un nuevo vector. Luego se desarrollaron muchas más variantes. Y
como la levadura en la masa de las convulsas y complejas realidades del Imperio

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Romano y su decadencia, el virus místico que tenía otros vectores como el
neoplatonismo, el maniqueísmo, las sectas gnósticas, las religiones de misterios,
entre otros, el tiempo hizo su parte en el proceso de selección natural de las ideas
doctrinas, creencias e ideologías contemporáneas.
Por muchas vías y medios, diversos el misticismo griego dionisiaco y órfico, más el
llegado de oriente por Pitágoras y muchos otros viajeros, e intercambios
comerciales y culturales y consolidado en Grecia por el prestigio de Platón y su
propia síntesis de todo ese material. Debe recordarse que Platón fue no solo
discípulo de Sócrates, sino también de un discípulo del místico Pitágoras, y que
elabora su propia síntesis ordenado el material que tiene en función del interés
por encontrar la forma de organización de una Ciudad Estado perfecta.
Finalmente, mediante el naciente cristianismo, el misticismo se extiende y
consolida en un terreno fértil, por todo el imperio romano, desplazando
competidores o asimilándolos, y deja el escenario listo para 1500 años de
imparable decadencia de la humanidad en Occidente, mientras que en el resto del
mundo florecían nuevas civilizaciones y culturas en siclos independientes.
El misticismo cristiano como plaga occidental
Durante los siguientes tres siglos, el nuevo virus místico, esta vez con el
cristianismo como vector, mutó una y otra vez acorde a cualquier nuevo contexto
al que llegara… su prodigiosa capacidad de adaptación, digna de profunda
reflexión y análisis genético, generó muchos tipos de cristianismos… muchos tipos
de evangelios, muchos tipos de comunidades de creyentes, algunos de los cuales
recién se vienen redescubriendo, muchos apocalipsis, muchas versiones del
Mesías, del Hijo de Dios, de la salvación. La mayoría simplemente
desaparecieron.3
El cristianismo, en sus versiones 3.0 o 6.0, una vez consolidado como la variante
omicron dominante del misticismo en occidente, prohibió, adaptó o aniquiló,
como lo hace todo virus con las formas de vida con la que compite, a todas las
creencias locales, todos los dioses competidores y todas las versiones alternativas
del Jesús oficial, y cuando no pudo exterminarlas, se quedó latente esperando la
oportunidad de resurgir. Los virus solo necesitan un organismo debilitado para
reactivarse, atacar y tomar el control. Por eso el cristianismo misionero, sin apoyo
militar y político de potencias occidentales, siempre fracasó en culturas
3
Se recomienda la lectura de Piñero A. (2021) Los Cristianismos Derrotados ¿Cuál fue el pensamiento de los
primeros cristianos heréticos y heterodoxos?, EDAF.

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consolidadas con estados fuertes y religiones autóctonas consolidadas como en
Persia, Arabia, China, India, Corea, y Japón.
La Historia Criminal del cristianismo de Karl Heinz Deshcner, es una obra erudita
en diez tomos, que describe con lujo de detalles cómo ocurrió esto en la Europa
occidental medieval. Al igual que los campos de concentración nazis, al terminar
la guerra, si no fuera porque todo está debidamente documentado, casi nadie
creería posible todo lo que ocurrió.
Y sin conciencia de ser portadores de la plaga, como aquellos barcos arribados a
Venecia, que llevaron la muerte de la peste a Europa en el siglo XIV, y
exterminaron un tercio de su población; el cristianismo arruinó los avances de la
humanidad y los logros de Filosofía y la ciencia antiguas y de forma consciente,
intencionada y sistemática, frenó hasta el mismo siglo XX sus avances.
Luego de la cadena de desastres de la civilización que ya representaba la
destrucción final de la biblioteca de Alejandría, las invasiones bárbaras
(germánicas), la prohibición de los juegos olímpicos, la declaratoria del
cristianismo como religión oficial del imperio… y más interesante aun, el
nacimiento de ese libro preñado de misticismo y mitos llamado biblia en el siglo
IV, salido de la mano del infame Jerónimo, y el cierre de la Academia de Atenas y
la virtual eliminación del pensamiento filosófico, por parte de los emperadores
cristianos. Luego, sumándose a toda esta desafortunada caída de la civilización, al
cristianismo se unió el islam, en el siglo VII, como un nuevo repunte del
misticismo, con matiz árabe.
Análogamente como la peste llegó a Génova y Venecia en enero de 1348,
mientras se extendía simultáneamente por Asia Menor y Egipto. La forma
bubónica se describió gráficamente en Florencia en El Decameron y Guy de
Chauliac también describió la forma neumónica en Aviñón.
Y, de la misma forma, el misticismo, inserto en el cristianismo, siguen infectando
generación tras generación al mundo, con tal eficacia que, por lo visto desde el
2015 al presente, con los talibanes e ISIS, los Trump, los bolsonaros, las añez, los
fabricios, los anti vacunas, y toda clase de movimientos anticiencia y anti
intelectualismo. Ser ignorante se volvió un motivo de orgullo, por motivos
espirituales o políticos o por una peligrosa y explosiva mezcla de ambos.
Solo basta un descuido, para que las ideas místicas fundamentalistas, devuelvan al
mundo desde la post modernidad y el filo de colonización de otros mundos y la
victoria sobre el cáncer; a la Edad de Piedra (mas correctamente al Paleolítico) ; o
9
a la Edad Media, en cualquier momento a pesar de todos los incuestionables
avances de la ciencia y la tecnología.
Las razones de tal amenaza latente que se cierne sobre la humanidad son muy
claras. La posmodernidad es un tiempo de inaudita incertidumbre, de nuevas y
colosales amenazas al igual que ocurrió durante la caída del Imperio Romano y el
desmoronamiento de la civilización universal antigua. Vivimos un mundo y una
realidad donde el estrés y la ansiedad son endémicas y casi generalizadas, donde
no existe posibilidad de planear futuros a mediano y menos a largo plazo. Donde
las bolsas de valores brincan y caen y rebotan como bolas de ping pong, y donde
la especie misma y no solo la civilización, se haya al filo de la extinción.
En esas condiciones de caos, los humanos buscan certezas, quieren respuestas
simples, buscan esperanzas de forma desesperada… cualesquiera que sean. Y, si el
misticismo ha sido bueno en algo a lo largo de los siglos, ha sido precisamente en
ofrecer esas cosas mediante, predicadores, teólogos, místicos, políticos,
charlatanes y estafadores como los de la teología de la prosperidad.
Como se dijo antes, un organismo debilitado es el estado ideal para que un virus
latente se reactive, ataque y tome el control, y eso es lo que ocurre con la
globalizada sociedad posmoderna. Por eso, a pasar del contrastante auge de la
ciencia y los deslumbrantes avances tecnológicos, hijos de la razón, en mundo
debilitados por conflictos y desesperanza, hace que la gente en su ignorancia y
desesperación, acuda a esos líderes con discurso místico en masa: Entre más bajo
sea el nivel intelectual, los humanos más prefieren las falsas certezas, falsas
respuestas simples, y más falsas esperanzas, a no tener ninguna.
En este nivel mental, se te puede perdonar creer cualquier tontería, pero nunca
ser incrédulo. Por eso el misticismo religioso del presente, sea cristiano, islámico
o secular del tipo populismo político, no va a remitir mientras las circunstancias
que lo propician y acicatean sigan presentes o en deterioro. El caldo de cultivo
para el misticismo es cada día más suculento y feraz.
Además, debo aclarar que escribo desde mi posición del observador que soy,
donde me defino como humano amante de la ciencia 4, respetuoso de sus logros y
defensor de sus principios, en especial del método científico (hipotético deductivo
y experimental y como persona comprometida con la rama de la Filosofía que

4
Definida la ciencia como el cuerpo de conocimientos ciertos, adquiridos y comprobados por medio del método científico y a la
vez como el conjunto de las actividades sociales para a construcción de nuevos conocimientos. Y como tales, susceptibles de
verificación por cualquier persona en cualquier momento que cuente con los medios pertinentes.

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ocupa del problema del conocimiento, la Epistemología, y como metodólogo e
investigador en ejercicio por los últimos veinte años.
Y, añado que mi primera profesión intelectual fue la Teología y que fui pastor,
predicador y maestro de la biblia y profesor de Teología en mi juventud, por
bastantes años, y que fundé iglesias evangélicas y formé y entrené toda una
generación de líderes cristianos, la mayoría de ellos aún activos.
Declaro que he leído la biblia entera muchas veces desde mis 16 años, junto con
miles de libros de Teología, biblia, comentarios exegéticos, y temas cristianos.
Conozco en detalle la historia del cristianismo, la historia y desarrollo de las
doctrinas y la teología, la Historia de los Dogmas, la Patrística. Además, sigo siendo
estudioso de la Teología y soy profesor de varios cursos en esas materias para el
nivel de posgrado universitario. Escribo artículos sobre todo tipo de temas
teológicos y religiosos, además de filosóficos y de otros campos como Educación,
Salud, Derechos Humanos, Axiología y Administración y Gerencia.
Digo todo esto, no por jactancia, que a mi edad no me queda, sino porque he
topado con cientos de idiotas que, a falta de idea y argumentos, ante lo que se les
plantea, replican que mis opiniones son consecuencia de que “no conozco la
palabra de Dios”, ni conozco a “Jesucito como mi salvador”, y que “me falta
mucho, (¡pobrecito yo!) para conocer y comprender las cosas de Dios y ser
iluminado por la fe y la verdad por el Espíritu Santo”, y otras mamadas por el
estilo, etc.
Añado también, que no me considero simple agnóstico o escéptico, sino ateo,
pues sostengo que la posibilidad del conocimiento objetivo de la realidad existe,
aunque no esté exenta de problemas en muchos aspectos y en campos de estudio
tan complejos como la Física cuántica y algunas ciencias humanas, mientras que
afirmo que los dioses solo existen en la cultura y la imaginación y que son
creaciones y productos de ambas.

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Definición del misticismo
Según Definiciones de Oxford Languages, Misticismo: Es un nombre masculino,
que se refiere 1. Estado de perfección religiosa que consiste en la unión o el
contacto del alma con la divinidad, y, 2. Corriente religiosa que propone la unión
del alma con Dios por diversos medios (ascetismo, devoción, amor,
contemplación, etc. De modo que para efectos de este artículo habrá de aclarase,
cuando se refiere a lo primero (un estado) o a lo segundo (corriente religiosa).
Si acudimos al diccionario de la RAE, encontramos lo siguiente: Estado
extraordinario de perfección religiosa, que consiste esencialmente en cierta unión
inefable del alma con Dios por el amor, y va acompañado accidentalmente de
éxtasis y revelaciones. 5
Profundizando en el diccionario de la RAE se añaden otras cuestiones al utilizar el
concepto como adjetivo: místico, ca Del lat. mystĭcus, y este del gr. μυστικός
mystikós. 1. adj. Que incluye misterio o razón oculta. 2. adj. Perteneciente o
relativo a la mística o al misticismo. 3. adj. Que se dedica a la vida espiritual. U. t.
c. s. 4. adj. Que escribe mística. U. t. c. s. (5. adj. And., Col., Hond., Pan., P. Rico y
Ven. melindroso.) 6. f. Parte de la teología que trata de la vida espiritual y
contemplativa y del conocimiento y dirección de los espíritus. 7. f. Experiencia de
lo divino. 8. f. Expresión literaria de la experiencia de lo divino.
Misticismo: Doctrina religiosa. Se trata de la insistencia en la experiencia de
la unión íntima con Dios o la propensión sicológica a la búsqueda de esa
unión. No debe confundirse con una religiosidad en particular ya que ha
habido elementos de misticismo en numerosas religiones e iglesias. Algunas
influencias esotéricas en ciertas formas de misticismo pueden detectarse
fácilmente. Un ejemplo es el misticismo astral.6
Misticismo- Forma de la concepción del mundo religiosa e idealista. El
misticismo admite la posibilidad de un contacto entre el hombre y la
divinidad, la posibilidad de penetrar los “misterios” del ser por medio de la
“revelación”, &c. El misticismo impregna todas las doctrinas religiosas y las
filosofías idealistas. De igual modo que la religión, ha sido en el transcurso
de toda la historia, un arma contra la ciencia y el progreso.

5
misticismo | Definición - Diccionario de la lengua españolahttps://dle.rae.es › misticismo
6
https://www.biblia.work/diccionarios/misticismo/. Diccionario Bíblico Cristiano Dr. J. Domínguez
http://biblia.com/diccionario/

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 El misticismo se halla particularmente difundido entre la burguesía
imperialista contemporánea. Sobrecogida de angustia ante la revolución
proletaria, la burguesía imperialista busca su salvación en los milagros, en lo
sobrenatural, en la mística. Los filósofos burgueses contemporáneos
predican abiertamente el obscurantismo.
El misticismo se introduce también en las concepciones científicas de la
burguesía. Así, ciertos físicos pretenden que existe una cuarta dimensión
poblada de espíritus. Otros hablan del “libre albedrío” de los electrones, &c.
Todas esas doctrinas místicas dan fe del carácter reaccionario de la
ideología burguesa de nuestros días.7
Misticismo, mística. (gr. mystikos: misterioso): opinión idealista-religiosa
sobre la realidad, que se asienta en la fe en las fuerzas sobrenaturales.
Nació en la remota antigüedad, y más tarde constituyó un elemento
esencial imprescindible de los ritos secretos de las sociedades religiosas del
Oriente y Occidente antiguos. Lo principal de estos ritos era la comunicación
del hombre con Dios u otro ser misterioso, la cual supuestamente se
conseguía a través del destello, el éxtasis o la revelación.
Los elementos de misticismo son propios de muchas doctrinas filosófico-
religiosas de la antigüedad (confucianismo, brahmanismo, órficos,
pitagóricos, Platón y neoplatónicos, &c.). En uno u otro grado, el misticismo
es típico de casi todas las filosofías idealistas de la Edad Moderna y
contemporánea (sobre todo, del neotomismo, el personalismo y algunas
formas del existencialismo).
En Rusia desarrollaron la filosofía místico-religiosa los eslavófilos, Soloviov y
sus adeptos (Berdiáev, Trubetskói y otros). Los filósofos místicos consideran
que la forma superior del conocimiento es cierta intuición mística, en la que
se abre la realidad de Dios, base primaria espiritual del mundo. Por lo
común predican el misticismo los ideólogos de las clases reaccionarias,
aunque en algunas ocasiones se expresan en forma místico-religiosa las
ideas progresistas o la oposición revolucionaria y la protesta política (por
ejemplo, Münzer y otros).8
Por tanto, visto que los diccionarios solo llevan a más preguntas, me apresuro a
señalar que la advertencia de precisión hecha en el párrafo inicial crece en

7
Diccionario filosófico abreviado · 1959:362-363
8
Diccionario de filosofía · 1984:294-29

13
importancia, una vez que se observa la diversidad de ideas relacionadas a la
palabra misticismo. Cada nuevo diccionario añade confusión al lector, en vez de
claridad y comprensión. Los ídolos del foro se apoderan otra vez del escenario
mental.
Mi definición: Indistintamente de la posiblemente interminable discusión
semántica e histórica que sería posible en caso de contar con interlocutores
competentes y versados, procedo a sintetizar mi comprensión del término, para
estrictos efectos del presente ensayo:
Misticismo: Corriente de pensamiento filosófico y religioso, que, como primera
premisa, divide la realidad del universo en dos planos separados y diferentes
entre sí: Un mundo material sensible, imperfecto por pasajero y finito, habitado
por los humanos y otras criaturas; y un mundo espiritual, inmaterial,
trascendente, perfecto, puro y eterno, habitado por las divinidades y su cortejo de
espíritus, un Topos uranus (celestial).
Partiendo de tal separación de planos de existencia, la segunda característica del
misticismo es que reniega del mundo material por considerarlo como algo
intrínsecamente inferior o malo, ya sea por su carácter pasajero (Platón), o por ser
producto de una divinidad maligna (Dionisos, maniqueísmo y gnosticismo).
Aceptadas las dos premisas del doble plano de realidad y de la maldad o
inferioridad intrínseca del mundo material y por ende, del cuerpo, la corriente
misticista propone, como siguiente tercera premisa, la existencia del alma
humana, como una creación de la, o de una, divinidad (cualquiera que sea), con
un carácter inmortal (es decir que sobrevive a la muerte) entidad potadora de la
personalidad, la conciencia y las facultades cognitivas de la mente como el
razonamiento, la memoria, la imaginación voluntad y los afectos y pasiones. Dicho
de otro modo, el alma es el verdadero ser humano, y es independiente del
cuerpo. Como cuarta premisa, en su condición de libre de las ataduras del cuerpo
por la vía de la muerte, el alma humana, puede acceder a un mundo de
perfección, pureza, donde tiene acceso a la suprema sabiduría y verdad, al amor y
la bienaventuranza supremas.
Este es el más poderoso atractivo del misticismo: La promesa de que la muerte del
cuerpo no es el fin de la existencia. ¡Ningún pensamiento más acariciado por los
humanos desde que existen¡!Ningún producto del mercado de promesas
religiosas se vende más que esa!

14
Aceptadas las cuatro premisas iniciales, el misticismo, dentro de una lógica por
demás irrebatible, propone entonces como aspiración suprema, propósito y
sentido de la vida humana, la superación de la materia, la búsqueda de la
dimensión inmaterial y espiritual la unión del alma con dios, o la divinidad (sin
especificación de cual), y el abandono del cuerpo como pasajera prisión del alma
inmortal. Idea que, reforzada con la promesa de justicia, felicidad, paz y dicha
eterna, se torna irresistible y atractiva para las mentes sometidas a las durezas del
mundo material. Combo completo y en oferta.
Una quinta premisa del constructo del misticismo, es que esa realidad superior y
suprasensible, está más allá de los límites de cualquier conocimiento posible por
las vías humanas usuales (los sentidos y la razón), sino que solo está al alcance por
la Filosofía (Platón) la revelación, la iluminación, (Agustín), o de la trasmisión de
un conocimiento secreto (gnosticismo), de la fe (Pablo), la obediencia (islam), la
devoción, la contemplación o del Amor (Buenaventura).
Por eso, según se trate del cristianismo en sus diferentes épocas y versiones, del
Platonismo, del neo platonismo, el gnosticismo o los movimientos pietistas, las
formas de búsqueda de y los medios de preparación y acceso para esa unión
mística, o para alcanzar esa otra vida en el plano trascendente van a variar
enormemente, existiendo opciones para todos los gustos.
El análisis etimológico de la palabra, confirma y amplia todo lo dicho de diferentes
modos: La palabra "mística" estuvo originariamente asociada a las religiones de
los misterios o cultos mistéricos de Grecia. De existencia paralela a la religión
oficial, los misterios órficos, dionisíacos y eleusinos gozaban de gran popularidad
en los distintos pueblos de la Hélade, arrastrando a miles de devotos hambrientos
de espiritualidad a participar de sus ceremonias.
"El místico mystes como lo aclara el teólogo William Johnston, era el iniciado que
bajo juramento de secreto prometía callar o, literalmente, tener cerrada la boca
sobre la actividad interna de su recién fundada religión". De aquí en más, el
"cerrar los ojos" al mundo, a todas las cosas externas, se constituyó así en el
significado profundo de la palabra mística.
De este modo, el neoplatonismo, y en adelante toda Ia tradición cristiana, tomó
este sentido de lo místico como el eje primordial de su doctrina: para poder
elevarse hasta el Uno es necesario cerrar los ojos del cuerpo y abrir el ojo interior
del alma que busca la sabiduría."

15
Consecuencias funestas del misticismo
Son tantas, y tan variadas en todos los planos, que cualquier lista sería
incompleta, pero mencionaré solo las más llamativas que se pueden agrupar en
desprecio por la razón, desprecio por el mundo y la naturaleza, desprecio por el
conocimiento y desprecio por la vida, desprecio por el cuerpo y sus satisfacciones
y placeres.
1. Negación del conocimiento científico demostrado y verificado. La esencia
del termino místico, es cerrar los ojos a la realidad externa y enfocarse en
una de carácter interno.
2. Desprecio por las ciencias formales naturales y el conocimiento real y
objetivo del universo, de la naturaleza en general, todo lo cual detendría el
avance humano en ciencias y tecnologías.
3. Imposición de una ideología como verdad explicativa, alternativa sustituta
inverificable, sobre la realidad conocida del universo.
4. Negación de la razón como forma de acceso al conocimiento objetivo, a
favor de la intuición, la iluminación, la revelación, y la imaginación.
5. Subordinación de la dignidad humana a deidades imaginarias
6. Negación de la dignidad y legitimidad del mundo material y la vida biológica
en favor de lo inmaterial
7. Negación del disfrute de la existencia material, culpabilización del placer, y
del disfrute
8. Posposición de esta vida sobre la vida ultraterrena, como ideal existencial.
(desprecio por la vida)
9. Afirmación, sin evidencia de la existencia de media docena de vías de
conocimiento ajenas a la mente y los sentidos que nunca han producido un
solo dato útil al bienestar y avance humano.
10.Afirmación de lo indemostrable: Mundo perfecto suprasensible, alma,
inmortalidad, divinidades, espíritus, recompensas de ultratumba, etc.
11.Promesas falsas inverificables, a cambio de obediencia, sumisión y dinero
12.Recurso a la autoridad y autoritarismo
13.Fanatismo, fundamentalismo y pensamiento único, y binario,
frecuentemente ligado a la violencia
14.Facilitamiento de la manipulación y explotación religiosa.
15.Abandono de la crítica de la realidad social y del orden político.
16.Recurso a prácticas supersticiosas9
9
Lucha meditativa y activa contra el ego (budismo) o nafs como en el caso del sufismo musulmán, bien mediante la
oración y el ascetismo en el caso cristiano, o bien a través del uso de la cábala en las corrientes más extendidas del

16
 17.Antropocentrismo cósmico (idea de que somos centro del universo)
18.Dualismo antropológico.
Llegados a este punto, se vuelve claro que, explicar y detallar todos esos daños
que el misticismo ha ocasionado y sigue ocasionando a la humanidad, requiere de
varios libros, pero de momento, la lista es solo una sugerencia para la presente
conversación y una base para posteriores búsquedas.
El misticismo y los cristianos
Ya dejamos claro, cómo y porqué el misticismo, entendido como corriente de
pensamiento filosófico y religioso, que reniega del mundo material como algo
intrínsecamente inferior o moralmente malo pos su carácter pasajero, y propone
como aspiración suprema y propósito y sentido de la vida humana la unión del
alma con dios, o la divinidad (sin especificación de cual) y el abandono del cuerpo
como pasajera prisión del alma inmortal, en todas sus variantes, es una forma de
pensamiento falsa, peligrosa y una pútrida fuente de disparates y desatinos de
todas clases.
De modo que repudiar el misticismo, enjuiciarlo por el daño incalculable infligido a
la humanidad y condenarlo como idea peligrosa y destructiva, como ideología
alienante y contraria la razón a la ciencia y al progreso, más peligrosa incluso que
el neo nazismo o el supremacismo blanco o que otras aberraciones mentales hoy
en boga, y que por su esencia pone en riesgo al progreso de la especie a existencia
misma de la civilización humana y, es necesario, pero no suficiente.
Y todavía quedan los cristianos. Y pensándolo bien, ahora comprendo porque los
pitagóricos fueron perseguidos hasta el exterminio por muchas las ciudades
estado griegas y porque con razón los romanos persiguieron (si realmente ocurrió)
a los cristianos antes de Constantino.
Volviendo a la analogía del virus, de la plaga, de la llegada de la plaga a Europa y la
subsiguiente mortandad, debe dejarse en claro que el problema no es solo la
ideología. Sino también, de los que la difunden, la protegen, la propagan. Es decir,
que el virus del misticismo no se extiende sin un vector, sea una religión, una
filosofía o un movimiento político con sus profetas, textos sagrados y predicadores
teólogos exegetas traductores e intérpretes asi como propagandistas cantantes y
publicadores de libros y folletos.

judaísmo.

17
Hace unos años se publicó un estudio que revela que los piojos y pulgas que vivían
en las personas y sus ropas fueron las que propagaron la enfermedad que devastó
Europa en la Edad Media. Tantos años culpando a las pobres ratas, y resulta que la
causa de la propagación de la Peste Negra no fueron los roedores, sino los
humanos mismos.10
Una persona que no estudia, que no lee, que no investiga, que no cuestiona, es un
organismo que está listo para acudir o para aceptar las ideas del misticismo. Solo
una mente sin capacidad crítica acepta la idea de la existencia de un mundo
paralelo, ultra sensible (es decir que no se puede captar por los sentidos) superior
en cuanto a su naturaleza y trascendente, (es decir que es cualitativamente muy
por encima del mundo material y sensorial y más cercano a lo divino) del cual no
existe ninguna evidencia ni directa ni indirecta, y que solo existe en la imaginación
de quienes lo proponen como explicación alternativa a problemas reales que no
parecen tener solución en el mundo físico material y sensible.
Ejemplo de algunos de estos problemas son el problema del mal, la muerte, el
problema de los orígenes, el problema del sentido y propósito de la vida, y el
problema de la justicia. Nada más atractivo que las soluciones simplistas y
cómodas del misticismo.
Este tipo de persona será, como ese europeo desaseado de la Edad Media, cuyas
ropas sucias, pronto van dejar que se suban pulgas, y cuyos cabellos van recoger
piojos… (ideas místicas cristianas, gnósticas, griegas, órficas, egipcias, idues,
islámicas o seculares), con lo que se van a infectar sus mentes. Y no solo eso: Van
a transmitirlos a los demás.
Recuerdo que, en mi infancia, en las escuelas los piojos eran una cuestión que
aterrorizaba a las madres y los maestros. Llegar a la casa con piojos era un
oprobio… que lo supieran los compañeros (que posiblemente también tenían) una
vergüenza absoluta: Y empezaban los remedios, las lociones y, para los varoncitos,
la infalible rasurada…: el pelado de coco le llamaban. Sin pelos no hay de donde se
agarren los piojos. Y asunto resuelto.
Con las niñas la cosa era más difícil: Una madre podía pasar horas acongojada
revisando y limpiando el cabello de sus hijas, acicalándolas y torturándolas a la
vez, porque a ninguna niña le iban a cortar su pelo y hacerla pasar la insufrible
vergüenza de un pelado tipo coco como a los varones.

10
18 ene 2018. National Gegraphic. La Peste Negra no la transmitieron las ratas... sino los humanos.

18
Lo triste, es que hoy día la gente no siente vergüenza de no leer. A nadie le
molesta ser ignorante. Nadie se siente mal porque lo manipulen y le impongan
creencias. Nadie siente que valga la pena cuestionar las ideas de su iglesia, de su
secta, de su pastor, de su cura, de su abuela y de sus papás, por disparatadas e
irracionales que sean.
Peor aún, algunos creen que se debe respetar la ignorancia y las supersticiones y
los prejuicios, como aquella de que las mujeres en sus días no debían bañarse…o
que cuando aparecía un cometa era señal de desgracias en la tierra, o que, si la
mujer embarazada salía durante un eclipse de luna, la criatura en gestación
nacería con un manchón negro en su piel….
Todos están cómodos y felices con sus piojos místicos, sus pulgas de mitos y
creencias… porque al fin y al cabo si todos están piojosos y pulguientos, no hay
motivo de vergüenza. Igual que en una playa nudista… todos encuerados, nadie
con pena. Si todos, incluyendo maestros y hasta profesionales, merced a las
deficiencias del sistema educativo, creen los mismos disparates (creacionismo,
terraplanismo, redencionismo, diseño fino, revelación divina, gente a la cual dios
le habla y les ordena pedirles plata, etc.) y se niegan a someter su mente a la
razón, a los hechos de la historia, a los principios de la ciencia y, en general a las
leyes incuestionables de la naturaleza, entonces, si todos piojosos, todos felices.
Incluso, se ha llegado a la situación de que hay quienes se jactan de no haber leído
en su vida un libro, y me consta que, en muchas universidades, públicas y
privadas, los estudiantes la norma es que se pueden graduar de diferentes
profesiones como Derecho, Educación, Administración, Contaduría, Sistemas, sin
haber leído un solo libro entero de su especialidad. Ya no hablemos ya de leer
Filosofía, o estudiar Físico-matemáticas o Historia por placer….
Y en este aspecto, para nadie es un secreto, que los cristianos, sin distingo de nivel
social, edad u ocupación, lideran las encuestas de analfabetismo por más que eso
les resulte ofensivo. Y cuando leen, solo leen los materiales afines a sus creencias,
profundizando el sesgo de confirmación y reforzando su burbuja de ignorancia.
Según las encuestas de diferentes institutos de investigación y estadísticas de
diversas partes del mundo. La proporción de analfabetos de un país es
proporcional al número de creyentes y, proporcionalmente inversa al número de
personas con educación superior. Entre más educado un país menor es la
influencia de la religión. La inferencia simple es que la religión y el misticismo solo
sobreviven y prosperan gracias a la ignorancia.

19
Y un fenómeno común, conectado a eso, es que la infección del misticismo es tan
profunda y severa, que aun cuando muchos llegan a dudar de los dogmas de sus
iglesias y hasta abandonarlas por esto o por cuestionar la conducta corrupta de
sus líderes, solo pasan de una forma de creencia religiosa a otra, incluyendo
masonería, la New Age, o cultos sectarios como Testigos de Jehová, adventistas,
pentecostales, teología de la prosperidad, Cientología y filosofías orientales, sin
nunca dejar de seguir creyendo en el fondo en las mismas mentiras. Y, por tanto,
muchos jamás dejan su papel de vectores inconscientes del virus y la plaga
mística.
Para concluir, comento que por años intenté resolver el misterio de porqué el
cristianismo como religión, basada en un conjunto de mitos aparentemente
inocuos, (un Mesías que se sacrifica por amor a la humanidad y vive una vida
ejemplar de sencillez y ascetismo moderado), y con un discurso expreso relativa al
amor fraternal, al perdón, a la esperanza y la fe; inspirador de miles y miles de
hazañas artísticas y arquitectónicas, así como de verdaderos heroísmos de
sacrifico y entrega en servicio y amor por otros 11, que propicia valores y prácticas
para una convivencia en la vida comunitaria en su manifestación eclesial, tan llena
de satisfacciones y beneficios comunales y psicológicos para individuos y familias,
podría haber hecho tanto daño en la historia humana.
Y de pronto, me parece entender, que la clave está en el misticismo, el cual
peligroso en sí mismo como el Uranio, es inocuo de forma natural. Pero una vez
constituido en organización formal, jerarquizada, fundido y apoyado con todas las
formas de poder político y económico, a conveniencia mutua, al igual que el
uranio enriquecido y colocado en una bomba o una planta nuclear, se torna una
cosa letal, aunque silenciosa e invisible como un virus. Así se hizo posible la
historia criminal del cristianismo y el asesinato continuo de la razón y la
inteligencia a partir de la fe ciega en lo inexistente, y el exterminio de cientos de
millones de personas en nombre de la religión.
Se reconozca o no, mantiene vigente la amenaza mística, ya no solo sobre
occidente, sino sobre totalidad de la civilización mundial y este escrito es una
mera introducción al tema, pero a la vez, una advertencia para quienes lo leen.
Iniciado mayo 22 -última versión 31 08 23

11
No me refiero a las decenas de miles de máquinas de hacer dinero disfrazadas de obra social cristiana que hoy inundan el
planeta.

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21