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Hacia una e
spiritualidad regenerativa
como respuesta a la crisis de la humanidad
Introducción
En las últimas décadas, la humanidad se ha visto enfrentada a una crisis sin precedentes;
algunos expertos hablan, inclusive, de estar viviendo la “sexta extinción masiva” del planeta
Tierra, con un ritmo de extinción 10.000 veces más rápido de lo normal1. Ya sea que esta
afirmación tenga sólido asidero científico o no, la humanidad nunca antes había estado
frente una crisis que es a la vez global, multidimensional y tan precipitada. Si bien es cierto
que el daño al medio ambiente está llegando a un punto sin retorno existen otras
dimensiones de la vida humana en crisis: el sistema capitalista sigue beneficiando a un
puñado de gente, a cuestas de millones de personas sumidas en pobreza; la corrupción se
ha vuelto un mal endémico que mata más que las pandemias; la violencia sigue está en
crecimiento, con las más crudas expresiones. Inequidad injusticia, pobreza, represión y
violencia son consecuencias de esta crisis creciendo y golpean, de manera más fuerte, a las
poblaciones más vulnerables de las sociedades -mujeres, niños y niñas, pueblos originarios,
comunidades negras, colectivos sexualmente diversos, entre otros.
Las explicaciones así como las posibles soluciones son tan diversas como los distintos
campos de investigación existentes: cada uno tiene su versión y su antídoto. Basado en una
definición amplia de la espiritualidad, el presente artículo propone que los males que este
mundo enfrenta son solamente síntomas de un problema de fondo: una crisis de
espiritualidad. El término “espiritualidad” proviene del latín spiritus que significa “aliento de
vida”2. Se diferencia de la religión, ya que la religión es “un sistema organizado de creencias,
prácticas, rituales y símbolos diseñados: 1) para facilitar la cercanía a lo sagrado o
trascendente; y 2) Fomentar una comprensión de la relación y responsabilidad de los demás
1
BBC Mundo, La sexta extinción masiva que afectó a la Tierra y que acaban de descubrir los
científicos. 12 Septiembre 2019. Disponible en: h
ttps://www.bbc.com/mundo/noticias-49675505.
2
Elkins, D., Hedstrom, J., Hughes, L., Leaf, A. and Saunders, C. (1988), Toward a
Humanistic-Phenomenological Spirituality: Definition, Description, and Measurement, Journal of
Humanistic Psychology FALL 1988 28, pg. 10.
al vivir juntos en comunidad”3. Hacer esta distinción permite afirmar que una persona
puede ser 'espiritual' aunque no se identifique con una religión . Asimismo, como se
explicará más adelante, aunque la religión contribuye a nutrir la espiritualidad, ésta es más
amplia y tiene que ver, fundamentalmente, con la búsqueda de sentido y con las
inter-conexiones consigo, con las demás personas, con la creación y, por supuesto, con lo
trascendente.
3
Benson, P., Roehlkepartain, E., and Rude, S. (2003), Spiritual Development in Childhood and
Adolescence: Toward a Field of Inquiry. A pplied Developmental Science, 7:3, pg. 209.
4
Land, S., La espiritualidad pentecostal, una pasión por el Reino. Ed. Semisud, 2009.
que se siente; y se expresa en la relación con Dios, con la iglesia y con el mundo. Para el Dr.
Land, la espiritualidad no puede desvincularse del firme compromiso por la dignidad del ser
5
humano, por la defensa de la vida y por la lucha por la justicia .
5
Land, S., La espiritualidad pentecostal, una pasión por el Reino. Ed. Semisud, 2009.
6
Más información en el sitio web de Fraternidad Teológica Latinoamericana: h ttps://ftl-al.com/
7
Más información en el sitio web de Fraternidad Teológica Latinoamericana: h ttps://ftl-al.com/
8
Segura, H., Una iglesia para los demás, Ed. Kairós, 2010.
9
Segura, H., Una iglesia para los demás, Ed. Kairós, 2010.
en la comunidad, en la sociedad, en las relaciones con la naturaleza y con el
10
universo entero" .
Asimismo, afirma que "la espiritualidad es la actitud con la que los seres humanos se
conectan con todo, con la calidad que percibe el hilo conductor que conecta todas las cosas
y que conecta de manera a formar el cosmos [...] Lo llama con mil nombres diferentes:
11
‘Fuente original de todas las cosas’, ‘Misterio del mundo’ o simplemente ‘Dios’ .
10
Boff, L. L
a base biológica de la espiritualidad.
11
Boff, L. L a base biológica de la espiritualidad.
12
Giacalone, R., Jurkiewicz, C. and Dunn, C. (2005), P ositive Psychology in Business Ethics and
Corporate Responsibility. Information Age Publishing.
13
Bahai Teachings. U na nueva forma de unir espiritualidad y religión. Disponible en:
https://bahaiteachings.org/es/una-nueva-forma-de-unir-espiritualidad-y-religion/
expresa de maneras concretas en la vida cotidiana, tal como lo refleja el siguiente relato
sobre ‘Mi primer árbol’:
“En el caso de los pueblos indígenas, la espiritualidad permea su modo de vivir,
incluidos, sus relaciones sociales, sus prácticas cotidianas y su relación con la
naturaleza. Para el pueblo gunadule, por ejemplo, la definición de espiritualidad
se encuentra en Bad Igala -el ‘camino de Dios’, que es su tratado teológico- el
cual se expresa en la armonía que existe en sus relaciones con Dios -Baba y
Nana, quien, de paso, tiene características tanto masculinas como femeninas; con
la tierra -Nabgwana-; y con los seres humanos. La espiritualidad gunadule se
nutre de ritos y ceremonias que buscan conectar a las personas entre sí y con la
naturaleza. La primera ceremonia de todo individuo se llama ‘Mi primer árbol’ y
se realiza al momento de nacer: cuando nace una niña o niño, la parte entrega al
padre o al acompañante el cordón umbilical con la placenta. Ellos siembran el
cordón umbilical y la placenta, junto con una semilla que simboliza la vida. A
partir de ese día, cada vez que algún miembro de la comunidad pasa por el árbol,
tiene la responsabilidad de cuidarlo: con buenas palabras, gestos, echándole
agua. Así, se fomenta la conexión del individuo con los demás, con la naturaleza
y con el Dador de vida, desde el inicio de la vida. Y cuando el fruto crece -ya sea
un banano, cacao, otro árbol frutal- y llega el tiempo de la cosecha, el fruto del
árbol es preparado y compartido con todos los niños y niñas, para que beban
esta bebida germinal. Es la ceremonia especial del nuevo habitante. Con esta
ceremonia el pueblo gunadule agradece a la tierra, celebra la fertilidad de la
mujer, se conecta con la comunidad y reconoce que todos están interconectados
y son interdependientes14.
14
Entrevista a la teóloga gunadule Jocabed Solano.
15
chnell, T. and Keenan, W. (2013), T
S he construction of atheist spirituality: a survey-based study. In
Weterink, H. (ed.) C onstructs of meaning and religious transformation, Vienna University Press,
101–18.
Pueden meditarlo, pensarlo, es lo que llamamos metafísico; pero también
pruébalo, vívelo, y es a esto que llamamos espiritualidad. [...] ¿Debería, porque
soy ateo, renunciar a toda experiencia de la eternidad, lo infinito y lo absoluto?
Ciertamente no'16.
16
Atheist spirituality. Disponible en www.atheistspirituality.net.
17
Andrade, M. A., T he role of spirituality in building the resilience of migrant children in Central
America, Tesis de Maestría Universidad King’s College London, 2016, pg 69.
18
Schnell, T. and Keenan, W. (2013), T he construction of atheist spirituality: a survey-based study. In
Weterink, H. (ed.) C onstructs of meaning and religious transformation, Vienna University Press,
101–18.
Ética del amor y la Ética del amor y la Ética del amor y la Ética del amor y la
compasión compasión compasión compasión
Una definición de la espiritualidad lo suficientemente amplia como para dar espacio a las
definiciones exploradas en la primera parte, pero al mismo tiempo lo suficientemente precisa
como para evitar la divagación, proviene del campo de las ciencias médicas. La Dra.
Christina Puchalski, Directora del Instituto para la Espiritualidad y la Salud de la Universidad
George Washington, define la espiritualidad como:
“El aspecto de la humanidad que tiene que ver con la manera en la que los
humanos buscan y expresa el sentido y propósito de la vida, así como con la
manera en la que experimentó su conexión con el momento, con lo mismo, con
otros, con la naturaleza y con el sagrado19”
19
Puchalski, Ch. Et al., I mproving the spiritual dimension of whole person care: reaching national and
international consensus, Journal of palliative medicine vol 17,6 (2014): 642-56.
Todas estas constataciones conducen a afirmar que la espiritualidad es un fenómeno
antropológico y universal. Es antropológico porque es inherente a todos los seres humanos,
determinados de su raza, género, condición social, origen étnico y afiliación religiosa. Es
universal porque, en sus diversas formas y expresiones, presenta elementos comunes.
20
Rodríguez, M., Fernández, M., Pérez, M. y Noriega, R. (2011), E spiritualidad variable asociada a la
resiliencia. Cuadernos hispanoamericanos de psicología, Vol. 11, No. 2: 24–49.
21
Benson, P., Roehlkepartain, E., and Rude, S. (2003), S piritual Development in Childhood and
Adolescence: Toward a Field of Inquiry. Applied Developmental Science, 7:3, pg. 208.
22
Boff, L. (2012), L a base biológica de la espiritualidad.
23
Alper, M. (2008), D ios está en el cerebro: una interpretación científica de la espiritualidad humana y
de Dios. Grupo Editorial Norma, pg. 93.
24
Sayadmansour A. (2014), N eurotheology: The relationship between brain and religion. Iran Journal
of Neurology, Volume 13, Issue 1, pg. 52.
25
Kyriacou, J., A re we wired for Spirituality? An Investigation Into the Claims of Neurotheology, pg.
12.
26
De Souza, M. (2012), Connectedness and Connectedness. The dark side of spirituality: Implications
for Education. I nternational Journal of Children's Spirituality, 17(3), pg. 1.
27
Benson, P., Roehlkepartain, E., and Rude, S. (2003), Spiritual Development in Childhood and
Adolescence: Toward a Field of Inquiry. A pplied Developmental Science, 7:3, pg. 205.
Victor Frankl. Además de la revisión literaria, realizaron un estudio empírico de líderes
espirituales de diferentes orígenes religiosos. A través de esta investigación, se identificaron
nueve componentes principales de la espiritualidad:
1. Una dimensión trascendente, basada en la creencia de que hay más de lo que se ve;
2. Un significado y un propósito en la vida;
3. Una misión en la vida, relacionada con un sentido de vocación;
4. Un carácter sagrado de la vida, basado en el reconocimiento de lo sagrado en las
personas y la vida ordinarias;
5. Un desapego a bienes tales como dinero y posesiones;
6. Altruismo, poniendo énfasis en la justicia social y la responsabilidad humana común
hacia los demás;
7. Idealismo, basado en la participación en la construcción de un mundo mejor;
8. Una conciencia de lo trágico, contribuyendo a tomar la vida en serio y fomentando la
gratitud; y
9. Los frutos de la espiritualidad, que se ocupan de los efectos visibles de la conciencia
espiritual en las relaciones con uno mismo, los demás, la naturaleza, la vida y "lo que
uno considere lo último28.
Aunque este estudio data de 1988 y aunque estas dimensiones podrían ser discutibles,
proporcionan una comprensión más rica de la espiritualidad y son una plataforma útil para
explorar la experiencia de la espiritualidad en distintos contextos religiosos, sociales y
culturales.
28
Elkins, D., Hedstrom, J., Hughes, L., Leaf, A. and Saunders, C. (1988), Toward a
Humanistic-Phenomenological Spirituality: Definition, Description, and Measurement, Journal of
Humanistic Psychology FALL 1988 28: pg. 5–18.
29
Fletcher, J. (2016), S
piritual screening in community-based palliative care by the multi-disciplinary
team. In de Souza, M., Bone, J. and Watson, J. (eds) Spirituality across Disciplines: Research and
Practice: Perspectives from mysticism and secular cultures, education, health and social care,
business, social and cultural studies, London, UK: Springer International.
junto con sus otros derechos. El desarrollo espiritual como un derecho se ha abordado de
manera explícita en varios documentos internacionales, en particular en torno a la niñez,
como la Declaración de los Derechos del Niño de Ginebra (1924), la Declaración de los
Derechos del Niño (1959) y la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del
Niño - UNCRC (1989) - que establece en el artículo 27 que: "Los Estados Partes reconocen
el derecho de cada niño a un nivel de vida adecuado para el desarrollo físico, mental,
espiritual, moral y social del niño" (ONU, 1989; 12). A pesar de esto, es evidente que el
desarrollo espiritual ha recibido significativamente menos atención que las otras
dimensiones del desarrollo de los niños, lo que, según Nye, es problemático, ya que la
espiritualidad es una “necesidad básica”30.
30
Nye, R. (2009), C hildren’s Spirituality: what it is and why it matters. Church House Publishing.
31
Hart, T. (2006), Spiritual experiences and capacities of children and youth. In Roehlkepartain, E. C.,
King, P. E., Wagener, L. and Benson, P. L. (eds) The handbook of spiritual development in childhood
and adolescence, Sage Publications, pg. 163.
32
Hart, T. (2006), Spiritual experiences and capacities of children and youth. In Roehlkepartain, E. C.,
King, P. E., Wagener, L. and Benson, P. L. (eds) The handbook of spiritual development in childhood
and adolescence, Sage Publications, pg. 168.
33
Elkins, D., Hedstrom, J., Hughes, L., Leaf, A. and Saunders, C. (1988), Toward a
Humanistic-Phenomenological Spirituality: Definition, Description, and Measurement, Journal of
Humanistic Psychology FALL 1988 28: pg, 10.
Tercera parte: una espiritualidad r egenerativa como respuesta a la crisis global
Esta distorsión, entre otras cosas, dañó la interdependencia que existe entre los seres vivos
y afectó la capacidad de los seres humanos de ver la huella del Creador en todo lo creado,
incluidos en ellos mismos. Los frutos de esta desconexión se evidencian en todas las
dimensiones: en una concepción distorsionada de uno mismo (más que los demás, menos
que los demás); en las relaciones distorsionadas con otras personas, que toleran y
promueven diversos tipos de abusos y violencias; y también en la relación distorsionada con
la naturaleza, esencialmente antropocéntrica, que valora todo ser vivo en función a su
utilidad para el ser humano. Es así como todo aquello que forma parte de la creación divina
-animales, plantas, árboles, montañas, ríos, pero también seres humanos... todo- se convirtió
en “algo” que se puede vender, comprar, violar, explotar y destruir. La pobreza, la
corrupción, el racismo, la xenofobia, la violencia, la injusticia y el daño a la "Casa Común"
son síntomas de esta crisis. Julie Fletcher, en una investigación sobre espiritualidad en el
campo de cuidados paliativos, describió diferentes expresiones de desconexión que podrían
tener lugar: dentro de uno mismo (autoestimación, culpa, impotencia, autolesión); con otros
(aislamiento, soledad); con la creación (preocupación por el aquí y ahora); y con misterio o
trascendencia (sin sentido de asombro, maravilla y esperanza). Para Fletcher, esta
desconexión podría entenderse como “dolor espiritual”, y necesitaría ser curada a través del
cuidado espiritual34.
34
Fletcher, J. (2016), S
piritual screening in community-based palliative care by the multi-disciplinary
team. In de Souza, M., Bone, J. and Watson, J. (eds) S
pirituality across Disciplines: Research and
Practice: Perspectives from mysticism and secular cultures, education, health and social care,
business, social and cultural studies, London, UK: Springer International
En cuanto a la distorsión en torno al sentido de la vida, se hace visible en individuos y
sociedades sedientas de acumular, de tener, de consumir; de sociedades que valoran al ser
humano en función a sus posesiones y no en función a lo que son. Esta pérdida del sentido y
propósito de la vida no permite ver más allá del momento presente y la satisfacción de los
deseos del presente. Tampoco permite tener una visión del bien común, pues lo que prima
es el bienestar individual, no hay espacio para nada ni nadie que represente lo "otro". Esta
pérdida del sentido y propósito de la vida se alimenta de un sistema político, económico e
ideológico esencialmente inhumano, que genera desigualdades descomunales y la
destrucción sistemática de la naturaleza, debido al círculo vicioso e insostenible de
explotación-producción-consumo-desecho.
Nutrición de la espiritualidad
Como la espiritualidad puede considerarse una dimensión inherente de todos los seres
humanos, no es posible deshacerse de ella. Una persona puede estar consciente de su
naturaleza espiritual, puede tener una conciencia espiritual y puede elegir nutrirla35. Una
espiritualidad fortalecida, “vibrante”, podría tener consecuencias de dimensiones
“cósmicas”, al restablecer las múltiples relaciones que fueron dañadas, comenzando con el
individuo y alcanzando a toda entidad viva que habita no solamente la tierra sino el universo
entero.
35
Rodríguez, M., Fernández, M., Pérez, M. y Noriega, R. (2011), E spiritualidad variable asociada a la
resiliencia. Cuadernos hispanoamericanos de psicología, Vol. 11, No. 2: 24–49.
tanto dentro como fuera de las tradiciones, creencias y prácticas religiosas”36. La
espiritualidad puede nutrirse a través de prácticas sagradas -oración, adoración, meditación,
lectura de textos sagrados- pero también a través de experiencias de la vida cotidiana, tales
como una buena conversación, una comida familiar, el descanso, la siembra de un árbol37.
Para Martsolf y Mickley, las experiencias difíciles tienen el potencial para propiciar, de
manera especial, el crecimiento espiritual38. En la misma línea, Benjamin y Looby sugieren
que, aunque este proceso no es lineal, sino que la espiritualidad puede cambiar,
transformarse, crecer y madurar, trayendo una nueva perspectiva de la vida, a pesar de las
dificultades actuales39.
36
Benson, P., Roehlkepartain, E., and Rude, S. (2003), Spiritual Development in Childhood and
Adolescence: Toward a Field of Inquiry. A pplied Developmental Science, 7:3, pg. 205.
37
Andrade, M. A., T he role of spirituality in building the resilience of migrant children in Central
America, Tesis de Maestría Universidad King’s College London, 2016, pg 54.
38
Tanyi, R. (2002), Towards clarification of the meaning of spirituality. J ournal of Advanced Nursing,
39(5), pg. 503.
39
Tanyi, R. (2002), Towards clarification of the meaning of spirituality. J ournal of Advanced Nursing,
39(5), pg. 503.
40
BIll Read forma parte de organizaciones que trabajan para promover la construcción ecológica y la
planificación comunitaria en plena integración y evolución con los sistemas vivos. Más información en:
https://regenesisgroup.com/team/bill-reed
41
Más información sobre DC Wahl está disponible en su sitio web:
https://medium.com/@designforsustainability.
argumento es simple: en el punto al que la humanidad ha llegado, hablar de
“sustentabilidad” es, tristemente, insuficiente; se ha vuelto necesario revertir los efectos
negativos ocasionados por los seres humanos, lo cual implica trabajar en pos de una
“regeneración” de todos los sistemas vivos. Para Wahl, el desarrollo de prácticas
regenerativas requiere un cambio de pensamiento y de cultura42, capaces de conducir a
cambios en los sistemas de producción y consumo, en los estilos de vida, en la política
pública y en las relaciones internacionales. Esto implica, también, pasar de una mentalidad
de competencia a una mentalidad de colaboración y coexistencia. Para Daniel Wahl, el
desafío no es “conectar los puntos” sino mirar con suficiente atención para descubrir las
conexiones que ya existen entre esos puntos43.
Utilizando la metáfora del tejido, en uno de sus artículos, Wahl afirma que:
“La única manera de responder a tiempo a las crisis convergentes es por medio
de un cambio de conciencia. Solamente un cambio en la manera en la que
concebimos la vida y visualizamos nuestro papel dentro de la evolución continua
de la vida podrá convertirse en un motor lo suficientemente fuerte como para
causar un cambio en el comportamiento individual y la acción colectiva (...)
Necesitamos una nueva narrativa, capaz de superar la idea de nuestra
separación. Nuestra cosmovisión dominante establece la intencionalidad detrás
del diseño. El diseño es la forma en que los seres humanos manifiestan
intenciones a través de interacciones y relaciones”44.
42
Wahl D., D
iseñando culturas regenerativas, Triarchy Press Ltd., 2016.
43
Wahl D., “Circular & square systems thinking” — a Maori perspective on regeneration. Disponible
en:
https://medium.com/@designforsustainability/circular-square-systems-thinking-a-maori-perspective-
on-regeneration-ba9fa5653f91
44
Wahl D., ‘ Weaving’ — 21st Century Servant Leadership for Systemic Health. Disponible en:
https://medium.com/@designforsustainability/weaving-21st-century-servant-leadership-for-systemi
c-health-dfcd4eeb02e5
“Entiendo por espiritualidad el m ovimiento más profundo del ser humano,
movimiento que lo mantiene en el deseo de vivir, en el sentido de su existencia,
en la c apacidad de abrirse a los demás y de ayuda en la vida.
Entiendo por espiritualidad esta energía que nos hace mover, que nos permite
buscar el amor y la justicia.
Entiendo por espiritualidad la atracción y la pasión d e hacernos salir del
individualismo de cara a nuestro bien y al bien de los demás.
Entiendo por espiritualidad la sed de anhelar un mundo en el que todos los seres
tengan un espacio de d ignidad para vivir.
Entiendo por espiritualidad esa "alguna cosa" q ue nos calma e n el dolor y en la
angustia o que buscamos cuando la oscuridad cae sobre nosotros en pleno día.
Entiendo por espiritualidad esa "alguna cosa" que, un peso de todo n os invita a
continuar viviendo
Espiritualidad quiere decir cosas referentes al mantenimiento de nuestra vida al
más profundo nivel. Lo que tiene que ver con la respiración misma de nuestro
ser. De ahí la importancia de la respiración para vivir y renovar la vida. Lo
espiritual conserva siempre su dimensión biológica, su condicionamiento en
nuestra biología culturalizada (...)
La espiritualidad es, ante todo, una e xperiencia antropológica, experiencia que
pertenece a todos los seres humanos, dada nuestra c apacidad de pensarla, de
decirla, de decirla entre nosotros"45.
Conclusión
Este artículo ha señalado varios elementos que vale la pena resaltar. El primero tiene que ver
con la naturaleza de la espiritualidad. Como se demostró en las secciones primera y
segunda, la espiritualidad se nutre de la fe y la religión, pero las trasciende. Mientras que la
fe y la religión son elecciones personales, la espiritualidad es una condición inherente a todo
ser humano, por lo tanto, es universal. A través de la historia humana, la espiritualidad ha
sido entendida y definida de múltiples maneras, por personas de diversos trasfondos
étnicos y culturales, provenientes de distintos sectores, tanto en contextos religiosos como
no religiosos. Sin embargo, en medio de tal diversidad, es posible identificar elementos
comunes como los mencionados en este artículo, en especial en torno a la búsqueda de
sentido y a la construcción de relaciones armoniosas con lo trascendente, consigo, con las
demás personas y con la creación.
Por otro lado, este artículo ha buscado afirmar que la crisis que enfrenta la humanidad en la
actualidad se expresa por medio de una diversidad de síntomas, sin embargo, su raíz tiene
que ver una pérdida del sentido último de la vida y con una profunda desconexión de los
seres humanos, consigo mismos, entre ellos, con toda la creación y con lo trascendente. Es
45
Gebara I. U
na espiritualidad en lo cotidiano, Alternativas 6, No. 14, 2000. Pg. 32.
decir que, en el fondo, se trata de una crisis de espiritualidad. Esta crisis ha llegado a niveles
tan serios que no es suficiente con intentar frenar la degradación; no es posible seguir
hablando de “sustentabilidad” sino que es necesario hablar de “regeneración” de sistemas y
culturas.
Si el problema de fondo tiene que ver con una espiritualidad quebrantada, este artículo
sugiere que la nutrición de una espiritualidad regenerativa podría contribuir, de manera
significativa, a encontrar nuevas narrativas que le ayuden a la humanidad a construir nuevos
parámetros éticos que prioricen el cuidado y la regeneración sobre la competencia y la
acumulación.
46
Andrade, M. A., T
he role of spirituality in building the resilience of migrant children in Central
America, Tesis de Maestría Universidad King’s College London, 2016, pg 53.
47
Masten, A., (2001), Ordinary Magic: Resilience Processes in Development. A merican Psychologist,
Vol. 56, No. 3, 227–38
Bibliografía
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he role of spirituality in building the resilience of migrant children in
Central America, Tesis de Maestría Universidad King’s College London, 2016, pg 53.
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descubrir los científicos. 12 Septiembre 2019. Disponible en:
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Solano, J. entrevista.
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ship-for-systemic-health-dfcd4eeb02e5