¿POR QUÉ ALEJARSE DE DIOS CREA UNA FALSA LIBERTAD Y DESTRUYE LA CREACIÓN? Hipótesis: La hipótesis propuesta sostiene que alejarse de Dios conduce a una falsa noción de libertad y a la destrucción de la creación debido a la desconexión entre el hombre y su fuente última de significado y moralidad, que es Dios. Esta idea transmitida a lo largo de los siglos a través del magisterio de la Iglesia y una serie de documentos que buscan resolver esta incógnita. Se basa en la creencia de que la relación entre el ser humano y lo divino es esencial para entender y preservar la creación. Cuando la humanidad se aleja de esta conexión trascendental, corre el riesgo de caer en una ilusión de libertad que puede alejarnos de los valores y principios morales que guían nuestras acciones. La tradición católica sostiene que Dios es la fuente última de significado y moralidad, y apartarse de esa fuente puede llevar a una profunda desconexión que afecta tanto a nivel individual como colectivo. En este contexto, recordemos las palabras de la Biblia en Proverbios 3,5-6: "Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas." A lo largo de la historia, la Iglesia ha trabajado arduamente para abordar esta preocupación central, proporcionando orientación espiritual y ética a sus fieles a través de su magisterio y la producción de documentos doctrinales. Estos esfuerzos son un testimonio de la importancia de mantener viva la conexión con lo divino como una forma de preservar la integridad de la creación y el sentido profundo de la humanidad. La desconexión con Dios y la falsa libertad Según lo que nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica, entender y ejercer la verdadera libertad están estrechamente relacionados con nuestra relación con Dios . A lo largo de la historia de la Iglesia, se ha reforzado esta idea crucial en varios documentos y enseñanzas que exploran este tema. Uno de los documentos más influyentes en este aspecto es la encíclica "Veritatis Splendor" (La Claridad de la Verdad) promulgada por el Papa San Juan Pablo II en 1993. En este texto, el Papa expone la conexión entre la verdad moral y la libertad humana. Argumenta que la verdadera libertad se encuentra en buscar la verdad y obedecer la ley moral, que se encuentra en la naturaleza divina, en lugar de rebelarse contra ella. En otro documento relevante que es la encíclica "Fides et Ratio" (Fe y Razón), también promulgada por el Papa San Juan Pablo II en 1998. Se explora la relación entre la fe y la razón, argumentando que la búsqueda de la verdad, tanto en la fe como en la razón, es esencial para el desarrollo humano. Aquí, la libertad se presenta como un regalo divino que nos permite buscar la verdad y vivir en consonancia con ella. En relación con ello, el Concilio Vati cano II emitió la Constitución Pastoral "Gaudium et Spes" (Alegría y Esperanza) en 1965, abordando la relación entre la Iglesia y el mundo moderno. En este documento, se reconoce que la búsqueda de la verdadera libertad y la realización humana son preocupaciones centrales de la Iglesia en la era contemporánea. Se enfatiza que la Iglesia busca promover la dignidad humana y la libertad auténtica a través de su enseñanza y acción pastoral. Estos documentos, junto con el Catecismo de la Iglesia Católica, respaldan la idea de que nuestra relación con Dios es fundamental para entender y ejercer la verdadera libertad. Enfatizan que la auténtica libertad se encuentra en la búsqueda de la verdad moral y la conformidad con la ley divina, en lugar de la mera autodeterminación impulsiva o la búsqueda egoísta de placer. Estas enseñanzas son esenciales para la ética católica y ofrecen una perspectiva profunda sobre la relación entre la espiritualidad y la libertad humana. La encíclica "Centesimus Annus" (Centésimo Aniversario), escrita por el Papa San Juan Pablo II en 1991, celebra el centenario de la encíclica "Rerum Novarum" y aborda temas de justicia social y la dignidad de la persona. En este contexto, se destaca la importancia de la libertad como un don divino que debe ser ejercido de manera responsable. La encíclica enfatiza que la verdadera libertad no se encuentra en la búsqueda desenfrenada del individualismo o la acumulación de riqueza, sino en la búsqueda del bien común y en la promoción de una sociedad justa y equitativa. Además, la Constitución Apostólica "Verbum Domini", promulgada por el Papa Benedicto XVI en 2010, aborda la relación entre la Palabra de Dios y la vida de los creyentes. Este documento recalca que la Palabra de Dios, que es una manifestación de la voluntad divina, ilumina el camino de la libertad humana. Al conocer y vivir de acuerdo con la Palabra de Dios, las personas encuentran la verdadera libertad y se liberan de las cadenas del pecado y la ignorancia. Por otro lado, el "Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia", publicado en 2004, ofrece una síntesis de las enseñanzas sociales católicas. En él, se subraya que la auténtica libertad no se trata simplemente de hacer lo que uno quiera, sino de hacer lo que es justo y bueno a la luz de la enseñanza de Cristo. La libertad está intrínsecamente ligada a la responsabilidad moral y a la búsqueda del bien común, lo que implica un compromiso activo con la justicia y la solidaridad. Estos documentos y enseñanzas adicionales de la Iglesia Católica refuerzan la idea de que la relación con Dios y la búsqueda de la verdad moral son fundamentales para la auténtica libertad. La espiritualidad católica enseña que la verdadera libertad no se encuentra en la satisfacción de deseos egoístas, sino en vivir de acuerdo con principios morales trascendentes que promuevan el bien común y la dignidad humana. En última instancia, esta perspectiva busca elevar la humanidad y llevar a las personas hacia una realización más profunda y significativa en su vida. La degradación de la creación y su relación con el alejamiento de Dios La degradación de la creación y su relación con el alejamiento de Dios es un tema profundamente arraigado en la Encíclica "Laudato si'" del Papa Francisco, publicada en 2015. Esta encíclica ofrece una perspectiva espiritual y moral sobre la crisis medioambiental que enfrenta nuestro mundo y subraya cómo la relación con Dios y el cuidado de la creación están intrínsecamente entrelazados. En la encíclica, el Papa Francisco plantea que cuando los seres humanos se alejan de Dios y se vuelven cada vez más egocéntricos, tienden a perder de vista su papel como guardianes de la creación. Esta desconexión espiritual se traduce en un enfoque excesivo en la explotación de los recursos naturales y en la búsqueda de la gratificación inmediata, sin considerar las consecuencias a largo plazo. El alejamiento de Dios se manifiesta en la falta de aprecio por la belleza y la diversidad de la creación, lo que lleva a la sobreexplotación de los recursos naturales, la contaminación y la degradación del medio ambiente. Esta actitud desconsiderada tiene un impacto directo en la biodiversidad, ya que muchas especies enfrentan la extinción debido a la destrucción de sus hábitats naturales. Además, el alejamiento de Dios también se refleja en la indiferencia hacia el sufrimiento de las personas más vulnerables, que a menudo son las más afectadas por los desastres ambientales y la escasez de recursos. El Papa Francisco argumenta que cuidar la creación es, en última instancia, un acto de amor y justicia hacia nuestros semejantes y hacia las generaciones futuras. La restauración de la verdadera libertad y la salvación de la creación La idea de la restauración de la verdadera libertad y la salvación de la creación es fundamental en la teología católica y encuentra su base en la enseñanza de la Iglesia. En la Carta Encíclica Spe Salvi, el Papa Benedicto XVI aborda este tema de manera profunda y conmovedora, resaltando que la fe en Dios y la participación activa en la vida sacramental de la Iglesia son los pilares que permiten a las personas experimentar una libertad auténtica y liberadora. En este contexto, la "verdadera libertad" se entiende como la liberación de las cadenas del pecado y del egoísmo que atan a los seres humanos. El pecado, en la doctrina católica, es visto como una ruptura en la relación con Dios y como un obstáculo que impide a las personas alcanzar su pleno potencial como seres humanos. La fe en Dios y la participación en los sacramentos, como la confesión y la Eucaristía, permiten la reconciliación con Dios y la remisión de los pecados, lo que a su vez brinda una sensación de liberación y perdón. Esta experiencia de perdón y reconciliación es lo que se considera la verdadera libertad, ya que libera a las personas de las ataduras espirituales y morales que les impiden vivir de acuerdo con su verdadera naturaleza. Además, esta libertad renovada también conlleva una responsabilidad hacia la creación. La teología católica sostiene que la creación es un don de Dios y que los seres humanos tienen la responsabilidad de cuidarla y protegerla. En este sentido, la libertad adquirida a través de la fe y los sacramentos no solo implica una relación restaurada con Dios, sino también un compromiso con el prójimo y con el mundo que nos rodea. Amar y cuidar la creación se convierte en un acto de obediencia a Dios y de amor hacia el prójimo, ya que el deterioro del medio ambiente afecta a todas las personas, especialmente a las más vulnerables. Bibliografía: Catecismo de la Iglesia Católica (1994). ). Ciudad Vaticana. Numerales : 1730-1748, 1849-1851, 2415-2418, 2415-2418.Disponible en: Catecismo de la Iglesia Católica: ttps://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html Encíclica Laudato si' del Papa Francisco (2015): Sobre el cuidado de la casa común. Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana. Numerales : 6, 66, 115,116, Disponible en: Laudato si': https://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa- francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html Carta Encíclica Spe Salvi del Papa Benedicto XVI (2007): Encíclica sobre la esperanza cristiana. Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana. Numerales : 1, 2, 24, 31, 35, 42, 49, 50 Disponible en: Spe Salvi.: https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/encyclicals/documents/hf_ben- xvi_enc_20071130_spe-salvi.html