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ACUC

INTERNATIO
NAL
Organización Internacional de Enseñanza de
Buceo
Recreativo
Autor Principal: Pedro de Hoz Pastor
Instructor Avanzado ACUC; Entrenador de Instructores de Primeros Auxilios ACUC;
Entrenador de Instructores de Salvamento y Socorrismo Subacuático ACUC;
Socorrista de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo

Autor Secundario: Juan Rodríguez Alegre


Entrenador de Instructores ACUC; Entrenador de Instructores de Salvamento y
Socorrismo Subacuático ACUC; Entrenador de Instructores de Oxigenación DAN

Ilustraciones y Fotos: Ismael Molina; Corel Corporation y Bernat Cornelias

Agradecimientos: CRESSI-SUB (España) y Mario Bofill, Instructor Avanzado ACUC


del C.I.B. (Club de Inmersión de Biología de la Universidad de Barcelona).

Impreso en España/Printed ¡n Spain


COPYRIGHT 1993 ACUC INTERNATIONAL 7a
Versión, Marzo 2000 ref: Manual Rescue Diver
Castellano 2

ACUC INTERNATIONAL
Añastro, 25; 28033 Madrid (España)
Tel: +34 917668412; email: acuc@acuc.es
ÍNDICE

0. INTRODUCCIÓN ................................................................. 5

1. LA PREPARACIÓN DEL SOCORRISTA ............................ 7

2. AGRESIONES PRODUCIDAS POR


SERES VIVOS Y EL SHOCK
......................................................................................11

3. SOBREPRESION PULMONAR,
ACCIDENTE DE DESCOMPRESIÓN Y NARCOSIS
......................................................................................19

4. AHOGADOS Y TÉCNICAS DE REANIMACIÓN.....................25

5. EL STRESS Y EL PÁNICO.....................................................35

6. MAREOS Y VÉRTIGO............................................................51

7. PROBLEMAS CON EL EQUIPO.............................................53

8. ACTUACIONES DE SALVAMENTO EN EL AGUA ... 65

9. TÉCNICAS BÁSICAS DE BÚSQUEDA DE BUCEADORES


PERDIDOS Y ACTUACIONES EN CASO DE ATRAPA
MIENTO ........................................................................87

10. CORRIENTES, OLEAJES Y MAREAS .............................93


INTRODUCCIÓN
En este manual se pretende dar las nociones básicas de intervención en el agua en
operaciones de Salvamento y Socorrismo Subacuático (que de aquí en adelante lo
denominaremos con el término Inglés "Rescue" para acortar) para el buceo autónomo
recreativo, así como los conocimientos de reanimación cardio-pulmonar necesarios. Para
acceder al curso de Rescue es necesario estar en posesión del título de Buceador
Avanzado. También se puede acceder a la especialidad de "Rescue Specialist" desde el
nivel de Buceador de Mar Abierto. El curso es el mismo, lo único que cambia es el nombre
de la titulación obtenida. S¡ el candidato es Buceador Avanzado, obtendrá una titulación
llamada "Rescue Diver". Si el candidato es un Buceador de Mar Abierto, obtendrá una
titulación llamada "Rescue Specialist". Es muy importante que el candidato tenga un buen
dominio de la flotabilidad para la realización de este curso, de lo contrario se encontrará con
serios problemas para asistir a un compañero bajo el agua.

Este curso forma parte del programa de formación de ACUC destinado a aumentar la
seguridad en nuestros buceadores, por lo que los alumnos encontrarán conocimientos
complementarios que aumentarán su capacidad ante diferentes situaciones, en los
siguientes cursos ACUC: Primeros auxilios ACUC y Oxigenación de emergencia

Estos cursos ACUC, de indudable conveniencia para cualquier buceador, son


imprescindibles para poder entrar en los niveles de liderazgo de nuestra organización.

Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos visto en la necesidad de intervenir
ante una herida o situación apurada en la que nos hubiera encantado tener unas nociones
de primeros auxilios claras, con el fin de que nuestra intervención hubiera sido rápida y
eficaz. En lo que nosotros practicamos, las situaciones de urgencia no son más frecuentes
que en otras actividades, pero sí es cierto que, cuando se producen, pueden llegar a ser
de excesiva gravedad, por lo que la rapidez y eficacia del socorrista es fundamental. Este
manual, utilizado en un curso de buceador de Rescue ACUC, pretende dotar a los
buceadores recreativos de los conocimientos teóricos y prácticos suficientes como para
solucionar la mayoría de los problemas, concernientes a los primeros auxilios y Rescue,
que puedan surgir durante el desarrollo de nuestra actividad.
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
5
ACUC INTERNATIONAL desea agradecer a todos los que colaboraron en la
realización de este Manual, especialmente a nuestro Instructor Pedro de Hoz Pastor,
principal autor de este Manual, quien no sólo tuvo que soportar nuestras preguntas y
apremios sobre ¿Qué tal va el Manual de Rescue? si no que además tuvo que
pegarse con una computadora que se "tragó" el Manual de Rescue cuando ya estaba
casi terminado y tuvo que volver a empezar de nuevo. También deseamos agradecer
a Ismael Molina, que aún no bucea, la ilustración del manual, quien tuvo que soportar
múltiples peticiones como: "De aquí tienen que salir burbujas", "Esta mano tiene que
agarrar a la víctima por aquí", etc, lo que significó tener que rehacer muchas veces
los dibujos que había hecho.

Lo que se puede aprender en este Manual, en conjunto con un curso de Rescue


ACUC para buceadores, esperamos que sirva para mejorar la formación de toda la
comunidad de buceadores. Uno de los propósitos de ACUC es el de incrementar la
seguridad en el buceo, una actividad recreativa que gente que no la conoce lo
suficiente, o no la practica, sigue erróneamente creyendo y tachando como
"peligrosa". Gracias por dar a tu Instructor ACUC la oportunidad de incrementar tus
conocimientos, tu seguridad en ti mismo y la de aquellos buceadores con los que
entres en contacto, sean de la Organización que sean. En el fondo, lo primero que
TODOS somos es buceadores.

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LA PREPARACIÓN DEL
SOCORRISTA
Es muy bonito decir "SOY BUCEADOR DE SALVAMENTO SUBACUÁTICO". En
conciencia estas palabras no deben ser dichas para presumir, sino para ayudar.
Obtener un título de Rescue en buceo es muy sencillo, sobre todo cuando
empezamos a bucear ya que nuestra forma física suele ser bastante buena. Sin
embargo mantener esa "categoría" que nos permita decir dignamente SOY
BUCEADOR DE SALVAMENTO SUBACUÁTICO no es tan sencillo.

Es cierto que una vez que se aprenden las técnicas en un curso bien desarrollado,
es difícil olvidarlas, pero no debemos olvidar que su eficacia sí se pierde. Por esta
razón, para poder ser buceadores de Rescue debemos estar preparados para ello.
Conseguirlo no es fácil, es una tarea mucho más lenta que la simple obtención de un
aprobado en un curso de Rescue. Debemos mantener nuestra capacidad técnica y
de actuación despierta y preparada, mediante un entrenamiento continuo y una
puesta al día de las nuevas técnicas que vayan surgiendo.

Entrenar y ensayar las técnicas de Rescue que dominamos es fundamental, pero no


sólo en la piscina, donde las condiciones de trabajo son tan ideales como
artificiales; debemos poner en práctica esas mismas técnicas en el mar. Al terminar
la inmersión podemos simular situaciones con nuestro compañero y simular la
actuación.

Es importante asistir a conferencias, congresos y cursos de perfeccionamiento de


Rescue, con el fin de ir conociendo el punto de vista de otros socorristas. En su
defecto, y aunque no es igual, debemos leer todo lo posible relacionado con el
tema. Comentar los problemas después de una inmersión nos permitirá aprender de
nuestros fallos y de los de los compañeros. Debemos respetar todas las normas de
seguridad del buceo, conocer los servicios de emergencia de las zona donde
buceemos y dominar el manejo de los equipos de auxilio. También debemos
preocuparnos de conseguir una instrucción adecuada en cuanto al manejo de
embarcaciones pequeñas.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático

1.1 ORGANIZACIÓN DE LA AYUDA ANTES DE


LA INMERSIÓN
Está muy bien el despreocuparse de los servicios de urgencia e ir a bucear, pero el día
que nos encontremos con un verdadero problema, con un compañero accidentado y
tengamos que pedir ayuda, veamos como lo solucionamos. Antes de llegar a la zona de
inmersión debemos saber donde está el teléfono más próximo, si el teléfono es de pago
debemos asegurarnos que llevamos suficiente dinero suelto. Si vamos en barco
comprobar que lleva emisora y conocer el canal de emergencia de la zona. En el caso de
que nos encontremos con un accidente de buceo en el que no sepamos cómo actuar,
llamaremos a DAN solicitando asesoramiento. DAN mantiene un número de teléfono en
España y si el accidente es fuera de España, llamaremos a su oficina en Zurich (Suiza) o
a Estados Unidos. Los números actuales de DAN pueden ser obtenidos a través de tu
Instructor ACUC o haciéndote socio de DAN. La llamada será atendida por un médico
especializado en temas de buceo que nos asesorará.

1.2 COMUNICACIONES

1.2.1 COMUNICACIÓN POR SEÑALES DEBAJO DEL


AGUA
Es fundamental que debajo del agua nos comuniquemos con nuestro compañero,
utilizando con la frecuencia necesaria el código internacional de señales
subacuáticas. Todas las señales deben ser realizadas de forma exagerada, lentamente
y sin vergüenza para que puedan ser interpretadas con facilidad. En el buceo recreativo
se está introduciendo la utilización del lenguaje de los sordomudos, con ciertas
adaptaciones para nuestra actividad. Por lo que recomendamos el libro Underwater
Communication del Dr. Norris Eastman, Ph.D., (Beverley Publishing Co., Richmond, VA,
1979). Algunas de las señales mas comunes, relacionadas con temas de rescate,
aparecen en la página siguiente. Otras señales se pueden encontrar en el Manual de
Buceador de Mar Abierto o en el Libro de Registro de Inmersiones de ACUC.

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3uceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
AGRESIONES PRODUCIDAS
POR SERES VIVOS Y EL
SHOCK
El curso de Primeros Auxilios de ACUC trata sobre primeros auxilios en general,
incluyendo los temas que veremos a continuación. Incluímos estos temas en este
Manual también ya que son temas de primeros auxilios específicos al buceo o a la
actividad acuática. Aquellos lectores que hayan realizado los cursos ACUC de
Buceador de Mar Abierto y de Avanzado ya estarán familiarizados con algunos de los
temas tratados a continuación, no obstante, este manual servirá para ampliar y
recordar estos temas. Prácticamente, todas las lesiones ocasionadas por seres vivos,
son debidas a animales; ya que las plantas carecen de venenos (toxinas) o
estructuras hirientes. En la mayoría de los casos, la lesión más grande que nos
producirán será una raspadura o un corte leve, como puede ocurrir con algunas algas
calcáreas. En ocasiones estas heridas pueden infectarse, debido a los
microorganismos y pequeños animales que viven sobre ellas, en cuyo caso la herida
se limpia y desinfecta adecuadamente. Sin embargo con los animales sise pueden
producir lesiones de cierta envergadura. Los daños que nos pueden ocasionar son:
Lesiones por contacto; Lesiones por picadura o lesiones por mordedura
2.1 LESIONES POR CONTACTO
Dentro de ellas vamos a diferenciar las lesiones
producidas por efectos tóxicos y por contacto con órganos
eléctricos.

Efectos tóxicos Este tipo de lesiones se producen por la


acción de venenos (toxinas) que tienen los animales. El
veneno puede estar en órganos que el animal utiliza en
defensa propia o en órganos donde el efecto del veneno
sólo se nota al ser ingeridos, como ocurre con la sangre de
los congrios, que produce reacciones de toxicidad al
ponerse en contacto con la humana.
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático

Las lesiones más típicas son las producidas por los Cnidarios (anémonas, actinias, corales y
medusas). Estos animales presentan células urticantes (cnidoblastos), que pueden dispararse
por contacto o por variaciones bruscas físicas y/o químicas, producidas a veces por la
proximidad, inoculando su líquido urticante.

Síntomas: Sensación de quemazón; Enrojecimiento de la piel; Sarpullido; Picor y piel


hipersensible.

Tratamiento: Primeramente lavaremos la zona afectada con abundante cantidad de agua


salada, con esto arrastraremos los posibles cnidoblastos que se hayan quedado pegados y
estén activos, es importante que el lavado no se realice con agua dulce para evitar que las
células urticantes que estén pegadas y no se hayan roto, desprendan su contenido, debido al
cambio de salinidad. Posteriormente podemos empapar la zona afectada con alcohol, amoníaco
diluido (al 50%) o bicarbonato sódico. Si aparecieran síntomas más peligrosos como: cefaleas,
diarrea, fiebre, hipotensión, insuficiencia respiratoria, etc., llevaremos al herido al médico.

Descargas eléctricas: Existen animales capaces de producir descargas eléctricas. La Raya de


clavos (Raja clavata) produce descargas de 4 voltios, la Tremielga (Torpedo torpedo) y la
Tembladera (Torpedo marmora-ta) son capaces de producir 45 voltios, mientras que la
Tremielga negra (Torpedo nobiliana) emite descargas de 220 voltios y 60 amperios, lo que
produce la electrocución inmediata del buceador. Esta capacidad de producir descargas se
mantiene incluso algún tiempo después de estar fuera del agua.

Tratamiento: En casos extremos, si no existe respiración y pulso en la víctima, sería necesario


realizar la reanimación cardio-pulmonar. Las descargas eléctricas pueden producir quemaduras
(ver Manual de Primeros Auxilios ACUC para tratamiento de quemaduras).

2.2 LESIONES POR PICADURAS


Las picaduras pueden ser producidas por animales de muy distinta naturaleza. Los Poliquetos
son gusanos que tienen el cuerpo cubierto de estructuras filiformes (las quetas) duras, que en
algunas especies están tan desarrolladas que se nos pueden clavar al apoyarnos sobre ellos.

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Estos animales viven en las rocas, entre algas,... siempre perfectamente camuflados,
por lo que conviene que llevemos guantes siempre. Estas quetas están rodeadas por
una mucosidad tóxica, de manera que puede producir infección en la herida.

Tratamiento: Lavar con agua salada y aplicar alcohol.

Los erizos son los mayores causantes de lesiones en el mar al clavarnos sus púas,
romperse y quedarse dentro de nosotros. Estas púas pueden seguir un triple
camino: reabsorción, debido a que es materia orgánica puede ser destruida y
absorbida con lo que no producirían problemas; enquistación, la púa es aislada
completamente formando un quiste que impide que se produzca infección aunque es
algo molesto; o bien produce infección, con producción de pus que permitirá la
expulsión de la púa.

Tratamiento: Lavar la zona con agua salada y extraer la púa con un alfiler
previamente esterilizado, cuando la zona todavía está húmeda. Si la zona estuviera
seca, la humedeceremos con agua salada o con suero fisiológico. Si pasado cierto
tiempo después de una inmersión, nos damos cuenta que tenemos una púa clavada
superficialmente y se aprecia un pequeño punto de pus, podemos rociar la zona con
agua oxigenada y taparla con una gasa, asi se producirá una maceración de la piel
que permitirá retirarla junto con la púa.

El material calcáreo de los corales y algas puede también producir heridas con
introducción de cuerpos extraños.

Tratamiento: Limpiamos la herida con agua y jabón, la secamos y


empapamos con alcohol, una vez que este se ha
evaporado enjuagamos con abundante agua oxigenada.

Algunos peces pueden ocasionarnos graves lesiones. Por


ejemplo la Escorsana (Dasyatis violácea), la Pastinaca
(Dasyatis pastinaca) y el Águila marina (Miliobatis aquila),
presentan al principio de la cola aguijones dentados que se
los pueden clavar a los buceadores. Estos aguijones
atraviesan los tejidos pero luego no salen con facilidad
debido a sus dientes.
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
Pueden romperse y quedarse en el interior o salir produciendo desgarros tisulares.

Tratamiento: Atender la herida producida según sea la lesión y llevar al herido al


médico.

Las Arañas (familia traquínidos) son peces que presentan en sus radios de la
primera aleta dorsal, en número de 5 a 7, y en las laterales del opérculo, una
sustancia venenosa que puede ser inoculada.

Estos peces viven enterrados en el fango y sólo sobresalen los ojos, al ser
molestados e incluso al pasar cerca de ellos se lanzan contra el buceador
o el bañista, clavándoles algunos de estos radios
e inoculando su veneno. El veneno de las arañas
es bastante tóxico y requiere atención médica.

El Cabracho (Scorpaena scrofa), la Escórpora


(Scorpaena notata) y el Rascado (Scorpaena porcus),
presentan aguijones en la cabeza y opérculo que pueden
clavarse en nuestro cuerpo por contacto, además
presentan radios con veneno en la aleta dorsal, pectoral,
rectal y anal. Su veneno no es tan potente como el de las
arañas, pero el dolor producido no desaparece hasta las
3 ó 4 horas.

Tratamiento: Será el mismo para las arañas y las escorpenas. No realizar cortes ni
succión bucal. Limpiar la herida y aplicar agua caliente, tanto como el afectado pueda
soportarlo, para destruir algo el veneno ya que está formado por proteínas
termolábiles; también se puede rodear la herida con hielo.
2.3 LESIONES POR MORDEDU-
RA
Son producidas por el pulpo, morenas, congrios,
tiburones y barracudas.
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El pulpo puede ocasionar mordiscos a los buceadores que intentan cogerlo. Su saliva
presenta una toxina, no mortal en los ejemplares europeos, que a veces hace que la
herida tarde mucho tiempo en curarse.
La morena muerde al ser molestada, no presenta aparato
venenoso, pero su sangre es tóxica. Su paladar es muy
esponjoso y está muy vasculariza-do, por lo que al morder
suele inocular algo de sangre por presión. Sin embargo el
mayor problema se presenta porque al ser un animal
cazador, lleva restos de carne entre sus dientes, que
pueden ser depositados en la herida, por lo que puede
producir serias infecciones. El tratamiento es el mismo que
en las arañas, llevaremos al herido al médico.

El congrio es muy parecido a la morena, pero más


impaciente y más agresivo que ella. Las heridas que

produce suelen ser de mayor envergadura que la anterior, pues en el momento que
muerde efectúa movimientos convulsivos con la cabeza, produciendo serios
desgarros. Su tratamiento consiste en curar la herida e ir al médico.

Las barracudas son peces muy voraces, que se suelen


mover en bancos cuando son jóvenes y de forma aislada o
en grupos muy poco numerosos en estado adulto. No son
frecuentes los ataques de estos animales a los
buceadores, aunque se han descrito algunos,
generalmente ocasionados por la
disputa de una pieza entre un cazador submarino y una barracuda, ataques a
buceadores que portan peces heridos, ataques en aguas turbias o ataques a objetos
brillantes.

Los tiburones no suelen generar problemas. La pintarroja es un pequeño tiburón


que cuando es muy molestado puede morder con gran saña, pudiendo provocar la
amputación de algún dedo del buceador. En algunas zonas, en contadas ocasiones,
se han producido encuentros con tiburones de mayor tamaño, marrajos, jaquetones
y tintoreras, con buceadores. Estos, en caso de que se produjera un ataque,
podrían ocasionar serias lesiones e incluso la muerte al buceador.
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
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2.3.1 ¿QUÉ DEBEMOS HACER ANTE LA PRESENCIA
DE UN TIBURÓN?
Desgraciadamente, para los buceadores recreativos no
existe ningún método eficaz de lucha contra los tiburones.
Pues los medios que hoy día son eficaces, resultan
demasiado caros. Cuando vayamos a sumergirnos en
zona de tiburones debemos tener en cuenta lo siguiente:
1. Nos informaremos de la biología y peligrosidad de los tiburones que viven
en esas zonas, mediante libros y preguntando a los pescadores locales.
2. Cuando estemos delante de un tiburón NO HUIREMOS, procuraremos
mantener la calma y no debemos perderle de vista.
3. Nuestros movimientos deben ser pausados y rítmicos para no producir
vibraciones fuertes que alerten al tiburón.
4. Buscaremos una roca y nos colocaremos de espaldas a ella,
permaneciendo quietos en esa posición hasta que el tiburón se marche. Si
se acercara demasiado y dispusiéramos de un bastón antitiburones, le
golpearíamos en el hocico con fuerza.
5. En el ascenso a la embarcación tendremos sumo cuidado, por ser el
momento más delicado. Ambos compañeros se colocarán de espaldas e
irán ascendiendo y girando a la vez.
6. No bucearemos (deberemos salir del agua) cuando presentemos heridas
sangrantes que hayan podido ocurrir durante la inmersión. En esto es
importante saber que la menstruación en la mujer no atrae a los
tiburones.
7. No llevaremos peces heridos o sangrantes cerca del cuerpo.
8. Debemos poner especial atención cuando buceemos en zonas de focas,
pues podemos ser confundidos con alguna de ellas.

El tratamiento ante mordeduras de grandes tiburones, que suponen desgarros


importantes o amputación, es aplicar inmediatamente un torniquete y no retirarar el
traje de neopreno, pues éste realiza funciones compresivas.

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2.4SH0CK
El shock es una variación brusca de nuestras funciones vitales, que produce el fallo
de algunas de ellas, como la parada respiratoria, pérdida de reflejos, pérdida de
capacidad de movimiento, pérdida de la conscien-cia, etc. El estado de shock se
alcanza al estar sometidos a condiciones traumáticas fuertes, golpes, hemorragias,
fracturas, quemaduras, reacciones alérgicas a medicamentos, paro cardíaco, etc..
Cuando un socorrista se encuentra ante un herido grave debe pensar siempre en la
posibilidad de una derivación hacia el estado de shock. Veamos brevemente los
casos de shock con los que podemos encontrarnos:

El shock puede aparecer por pérdida excesiva de líquidos corporales, es decir


cuando se produce una hemorragia grande, vómitos o diarrea importantes,
quemaduras o fuertes traumatismos, éste es el llamado shock hipovolémico.

En otras ocasiones el shock se puede producir por un fallo en el corazón, de manera


que no exista un bombeo de sangre adecuado, es decir no se produce sólo en el
caso de un infarto, éste es el shock cardiogénico.

Cuando a una persona se le aplica una medicación o le pica un animal o planta


(incluso por el polen) y se le producen reacciones alérgicas, nos podemos encontrar
con un estado de shock, éste es el shock anafiláctico.

En cualquiera de los tipos de shock descrito anteriormente los síntomas que pueden
aparecer son:
► Pérdida de conocimiento, por
falta de riego suficiente en el
cerebro y por lo tanto de
oxigenación, en ocasiones antes
del desmayo aparecen
pequeñas sensaciones de
obnubilación,
► Pulso débil y rápido; o pulso
lento,
► Presencia de sudor frío,
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
► Palidecimiento, u obscurecimiento de los labios y extremidades,
► A veces aparecen convulsiones

En realidad la sintomatología del shock es muy compleja y muy variable, pues


además de los síntomas antes descritos se aparecen los propios de la causa que
produce el shock. Por este motivo los socorristas al verse ante una situación que
pueda derivar en estado de shock, actuarán intentando prevenirlo.

Es importante señalar que si una víctima pierde el conocimiento y al aplicarle los


primeros auxilios presenta mejoría, incluso recobrando el conocimiento, no debemos
dejar de atenderle el estado de shock pues puede volver a recaer. El tratamiento a
seguir será:

► Atender y reducir las lesiones que tenga,


► Mantener abiertas las vías respiratorias,
► Aplicar reanimación cardiopulmonar cuando sea preciso,
► Mantener a la víctima tumbada boca arriba, con la cabeza ladeada y los
pies más altos que la cabeza (sólo cuando no existan heridas en la cabeza
o pulmones, que se le transportará sentado),
► Aflojarle la ropa,
► Taparle para mantener la temperatura, pero no para subírsela.

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SOBREPRESION PULMONAR,
ACCIDENTE DE
DESCOMPRESIÓN Y
NARCOSIS

3.1 SOBREPRESION PULMONAR


La sobrepresión pulmonar es un accidente causado por respirar aire a presión y no
poder expulsarlo al subir. Los buceadores con escafandra tomamos al aire a la
misma presión que la que hay a la profundidad a la que nos encontramos. Si en un
ascenso mantenemos el aire tomada en el fondo, aumentará su volumen,
provocando una sobreexpansión pulmonar que puede ocasionar lesiones muy
graves. Este aumento de volumen produce un estiramiento de los pulmones hasta
que alcanzan su máximo de elasticidad en sus paredes, momento en el que se
producirá la rotura de la pared alveolar, produciendo infiltración de aire y provocando
diversas lesiones. Según esto, el aire puede entrar al torrente circulatorio, por lo que
las burbujas pueden bloquear arteriolas, en el cerebro y/o coronarias, en el corazón;
provocando embolia cerebral o infarto respectivamente. Esta lesión recibe el nombre
de aeroembolia. Este accidente es la segunda causa de muerte en el buceo con aire
comprimido después del ahogamien-to. En otras ocasiones el aire entrará al tejido
conectivo del mediastino, produciendo un enfisema mediastínico. Este aire se
puede dirigir a la base del cuello y causar un enfisema subcutáneo, que puede ser
reconocible, a veces, por la aparición de un abultamiento en el cuello. También
puede ocurrir que se rompa la capa interna de la pleura y el aire se introduzca en la
cavidad intrapleural, ocasionándose el accidente llamado neumotorax.

► Causa: Este accidente se produce por retener el aire en el ascenso


► Prevención: Durante el ascenso no retener nunca el aire y respirar
normalmente
► Síntomas: Los síntomas son variados y el cuadro clínico no suele ser puro,
pues los tres tipos de accidentes, embolismo, enfisema y neumotorax,
pueden presentarse simultáneamente en el accidentado.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático

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Aeroembolia: existen dos síntomas principales y varios secundarios.

► Síntoma principal: pérdida de conocimiento justo al llegar a la


superficie o pocos segundos después, en ocasiones puede ocurrir en los
últimos metros antes de llegar a superficie, con el consiguiente peligro de
ahogamiento. Expulsión de sangre por la boca.
► Síntomas secundarios: convulsiones, cefaleas, trastornos visuales,
vértigos, vómitos, parálisis del lado derecho principalmente. En las lesiones
pulmonares también suele aparecer tos espontánea o que se provoque
con una inspiración profunda, dolor torácico, dificultad respiratoria. Además
pueden ir acompañados de palidez, cianosis, frialdad en las extremidades
y angustia.

Neumotorax: La víctima suele presentar dificultad respiratoria y limitación de los


movimientos torácicos.

Enfisema: Puede presentarse justo en el momento de la emersión o algo más tarde


y los síntomas son semejantes a los anteriores pero se puede apreciar cambio en el
tono y el timbre de la voz.

ATENCIÓN: siempre que un buceador con aire comprimido pierda el conocimiento al


subir a la superficie o durante el ascenso, pensaremos que es debido a un accidente
de sobrepresión pulmonar. Aunque existen otras causas que también lo producen:
accidente grave de descompresión, ahogamiento, intoxicación por CO o por C0 2,
hiperoxia o anoxia; pero estas alternativas sólo deben descubrirse después de
aplicar el tratamiento de urgencia y durante la asistencia médica

Tratamiento: El único tratamiento eficaz es la recompresión en cámara


hiperbárica, cuanto antes mejor, para evitar que el embolismo produzca lesiones
irreversibles. Antes de llegar a la cámara realizaremos los siguientes pasos:

1. Quitarle el equipo de buceo


2. Reanimación cardio-pulmonar cuando sea necesario
3. Colocarle en la postura de seguridad o tumbado boca arriba y con la
cabeza ladeada.
4. Administrar oxígeno (se recomienda el método DAN)
5. Lo que nunca debemos hacer es: Recompresión en el agua o meter al
herido en una cámara hiperbárica monoplaza.

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3.2 ACCIDENTE DE DESCOMPRESIÓN
Cuando un buceador se sumerge con aire comprimido, sus
tejidos van asimilando los gases inertes respirados, hasta
alcanzar el estado de equilibrio con respecto a la
profundidad a la que se encuentra, en cuyo momento los
tejidos están saturados. El gas inerte más importante en el
aire es el nitro geno. Este se encuentra disuelto en los
tejidos, en la cantidad asimilable a una profundidad dada.
Cuando se inicia el ascenso, el exceso de gas disuelto en
los tejidos debe ser eliminado, para alcanzar, nuevamente
el estado de equilibrio. De manera que se formarán
burbujas que deben ser eliminadas, en general, a través
de los pulmones mediante la respiración. Para que esto
ocurra, el ascenso debe realizarse a la velocidad
adecuada

según las tablas de descompresión utilizadas. Si la velocidad fuera mayor se


producirían burbujas de nitrógeno que ocasionarían un accidente de descompresión.
Los caminos que pueden seguir las burbujas son:

1. Expulsión por los pulmones, con lo que no ocasionarían ningún trastorno.


2. Estancamiento en un tejido, de manera que producirían dolores
musculares y articulares.
3. Circulación por el torrente circulatorio, de manera que puede salir al
exterior por los pulmones (inofensivas), obstruir una arteriola o venilla
provocando un coágulo, o pasar a los tejidos produciendo dolores
articulares y/o musculares.

Si las burbujas se producen y ocasionan un accidente de descompresión, pueden


presentarse tres tipos básicos:

► Erupciones en la piel: Es una lesión de poca gravedad, se produce


por la aparición de burbujas en la piel que producen un hincha-miento de
ésta de forma local; también se puede expresar como una mancha blanca
que al tacto responde dando sensación acorchada, esta mancha blanca no
produce dolor, ni cuando se la está tocando. En ocasiones puede ser el
aviso de lesiones más importantes.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático

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► Accidentes neurológicos: Debidos a tejidos de saturación rápida, sus
síntomas son muy variados: agotamiento, torpeza visual y en el habla,
crisis epilépticas, parálisis en los miembros inferiores o en todo el cuerpo.
► Accidentes osteo-articulares: Producidos por los denominados tejidos
largos. Se presentan dolores en las articulaciones o en la espalda.

Tratamiento: Al igual que para la sobrepresión. Lo que no debemos hacer


es: Recomprimir debajo del agua, meter al herido en una cámara monoplaza o darle
aspirinas.

Los síntomas de un accidente de descompresión aparecen pasado cierto tiempo


después de alcanzar la superficie: 50% en los primeros 30 minutos; 85% en la
primera hora; 95% antes de las tres horas y 99% antes de las seis horas.

Es importante que sepamos diferenciar las ampollas producidas por un animal


urticante de las ampollas producidas por un accidente de descompresión.

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No debemos realizar actividades físicas después de una inmersión, ya que se
pueden producir disfunciones debido a un accidente de descompresión. Por lo tanto,
después de una inmersión se debe reposar, sobre todo si la inmersión realizada ha
llevado parada de descompresión.

Tampoco se deben realizar apneas, pues se pueden provocar accidente de


descompresión, debido a que en la emersión el N 2 disuelto puede expandirse
formando burbujas de gran tamaño. Por este motivo se han descrito varios
accidentes mortales.

3.2.1 CUADRO COMPARATIVO: SÍNTOMAS DE


ACCIDENTE DE DESCOMPRESIÓN Y DE SOBREPRE-
SION.

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3.3- NARCOSIS DEL NITRÓGENO
El aumento de la presión parcial del nitrógeno produce un efecto de pérdida de
control progresivo, llegando a alcanzar tal nivel que puede dar lugar a la pérdida del
regulador y el ahogamiento. No todas las personas se ven afectadas del mismo
modo ni con la misma intensidad por la narcosis, influyen una serie de factores en la
presión a que aparecen los síntomas y la naturaleza de éstos. Determinados
buceadores experimentan desorientación, incapacidad de concentrarse, sensaciones
de claustrofobia, sabor metálico en la boca, etc., síntomas que se van agravando a
medida que aumenta la profundidad. En otros se manifiesta como una sensación de
euforia y autoconfianza, que agrava el problema al no ser consciente el afectado de
su problema. Tampoco los efectos se manifiestan del mismo modo ni con la misma
intensidad en una misma persona en diferentes ocasiones, pudiendo verse afectadas
a determinada profundidad un día y a la semana siguiente no aparecer síntoma
alguno. En ello influyen la condición física, el estado psíquico del momento, y el
hábito de bucear a profundidad. Una persona que la noche anterior a la inmersión no
ha descansado adecuadamente, o que ha consumido una comida muy copiosa, o por
supuesto, ha tomado alguna bebida alcohólica, será mucho más propensa a sufrir de
narcosis que otro buceador que descansó normalmente, no ha comido en exceso y
no ha probado el alcohol. El estado psíquico también influye, un buceador que se
sumerge con aprensión o incomodidad por cualquier motivo, está propiciando la
aparición de la narcosis. Por ello no nos veamos nunca forzados por las
circunstancias para bucear. Los primeros auxilios para casos de Narcosis es
simplemente ascender a la víctima a una profundidad menor. Normalmente, los
síntomas desaparecen al ascender.

24
AHOGADOS Y TÉCNICAS DE
REANIMACIÓN
Llamamos ahogado a la persona que sufre un accidente que le impide la llegada
correcta de oxígeno a sus tejidos, produciéndosele algún tipo de daño. En las
actividades acuáticas, el ahogamiento puede originar dos tipos diferentes de
accidentados: El ahogado azul y el ahogado blanco.

4.1 EL AHOGADO AZUL


Este tipo de ahogado es el más frecuente en los submarinistas. Si por alguna causa
el buceador no puede respirar (regulador estropeado, falta de aire, etc), se
desencadena una conducta muy característica:

► Parada voluntaria de la respiración,


► Realización de movimientos bruscos y descoordinados que intentan
imitar los de natación,
► Aparición progresiva de color azulado en la piel de la víctima,
► Inspiración de agua que produce encharcamiento en los pulmones,
► Pérdida de conocimiento y accidente por asfixia.

4.2 EL AHOGADO BLANCO


Este tipo de ahogado suele ser más frecuente entre los bañistas que en los
buceadores, aunque también podemos sufrirlo. Se caracteriza por la siguiente
sintomatología:

► Parada respiratoria involuntaria,


► Parada cardíaca,
► Pérdida de conocimiento,
► Ausencia de movimientos, el ahogado se hunde rápidamente,
► Color blanco de la piel,
► No entra agua en los pulmones.

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25
Este tipo de accidente, también se le llama hidrocución, ésta se produce como
respuesta a un estímulo externo. Aunque es un accidente de aparición repentina existen
síntomas premonitores de ella, como son: la fatiga, sensación de frío, calambres,
urticaria, escalofríos..., estos síntomas pueden presentarse antes de la inmersión, en
cuyo caso no debemos entrar en el agua; o durante ella, momento en el que la daremos
por terminada. Como dijimos anteriormente, debemos abandonar la inmersión en el
momento en que empecemos a estar incómodos y no llegar nunca a una situación que
muestre una sintomatología semejante a la descrita. Este accidente se puede
desencadenar por varias causas como SUMERGIRSE DESPUÉS DE UNA COMIDA
COPIOSA, TIRARSE AL AGUA DESPUÉS DE HABERSE EXPUESTO AL SOL, TENER
MIEDO, FALTA DE ENTRENAMIENTO, FUERTE TENSIÓN. Tanto si nos encontramos
ante un ahogado blanco como uno azul, nuestra forma de actuar será la misma:
REANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR.

4.3 REANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR


Cuando se produce una parada respiratoria, nos llevará a una parada cardíaca y
viceversa, debido al déficit de oxígeno en el bulbo raquídeo. Al insuflar aire en los
pulmones de un individuo sin respiración propia, favorecemos la toma de oxígeno, pues
ésta se produce a favor de gradiente. Es decir, en los pulmones hay mayor cantidad de
oxígeno que en los tejidos, de manera que la Hemoglobina (molécula que transporta los
gases respiratorios en la sangre) se liberará del dióxido de carbono (C0 2) y tomará el
oxígeno con facilidad, a pesar de que el aire insuflado sólo contiene un 16 % de oxígeno,
frente al 20.9 % que tiene en la atmósfera.

4.3.1 MÉTODOS DE REANIMACIÓN PULMONAR


La reanimación pulmonar se realizará siempre que un individuo no respire o
sospechemos que no lo hace, ya que en ocasiones no es fácil saberlo, como puede
ocurrimos al atender a un buceador que lleva el traje y el chaleco puestos. De manera
que no perderemos tiempo comprobando si el individuo al que vamos a auxiliar ventila
espontáneamente, es decir: SI DUDAMOS, EMPEZAREMOS LA ASISTENCIA CON
RESPIRACIÓN ARTIFICIAL. Los únicos métodos actualmente aceptados son la Técnica
del boca a boca y la Técnica del boca a nariz. En cualquiera de los dos casos, debe
realizarse primero una hiperextensión que libere las vías respiratorias, de manera que
impida que la lengua caiga hacia atrás y las bloquee.

26
Las formas de realizar la hiperextensión son las
siguientes:

1.- LA TÉCNICA FRENTE-MENTÓN:

El socorrista coloca el talón de una de sus manos


en la frente del afectado y la otra debajo del cuello
de éste. La mano de la frente empuja la cabeza
hacia abajo, y la del cuello hacia arriba. Después
de esta maniobra se pasa a la posición frente-
mentón para mantener la postura, de manera que
la mano que estaba en el cuello coloca el dedo
pulgar en el mentón y los otros cuatro por debajo
de la base de la lengua, levantando la mandíbula
hacia arriba. En este caso pinzamos la nariz con
los dedos de la mano apoyada en la frente.

2.- TRIPLE MANIOBRA:

El socorrista se coloca a horcajadas detrás de la


cabeza del afectado y pone sus manos en forma
de garra, a ambos lados de la mandíbula de éste,
desplazándola hacia arriba y hacia delante. Con
un giro de la mano hacia arriba, conseguiremos
echar la cabeza hacia atrás. Si la boca se cierra,
tiraremos con los pulgares, del labio inferior. En
esta maniobra se tapa la nariz con la mejilla.

3 - TRIPLE MODIFICADA:

Esta maniobra se realiza cuando exista sospecha


de que el cuello puede estar fracturado, por lo
tanto, se aplicará, al menos, en todos los
accidentes de tráfico, especialmente los de
motoristas.
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La maniobra es igual que la anterior, sólo que en vez de girar la cabeza hacia atrás,
tiramos ligeramente de ella y hacia nosotros, sin perder la horizontalidad del cuello,
en ningún momento.

Técnica del boca a boca

Este es el método más sencillo y el más eficaz,


por ello debe ser manejado con soltura y eficacia
por los socorristas. Los pasos a seguir son:

► Colocar al ahogado boca arriba y en


una superficie plana y dura.
► Realizar hiperextensión.
► Realizar 2 insuflaciones profundas y
seguidas, y observar si recupera la
respiración.
► Si no ocurre así, seguir insuflando aire
12 veces por minuto (hasta 40 en
niños).
► Comprobar que el aire está entran
do correctamente, para ello nos
fijaremos a la vez que soplamos, si
se hinchan sus pulmones.
► Permitir la expiración al ahogado; liberando la nariz del pinzado y
en ese momento podemos comprobar su pulso. En cada insuflación
suministraremos entre 600 y 800 ce. de aire (recordemos que una
respiración normal toma 500 ce), un ritmo mayor puede provocar fatiga o
mareo en el socorrista.

Se pueden dar dos razones que impidan la entrada del aire:

1. Que no estemos realizando correctamente la hiperextensión.


2. Existen cuerpos extraños en las vías respiratorias que impiden el
paso del aire, deben ser retirados.

Técnica del boca-nariz

Se realizará siempre que no pueda hacerse por el método anterior, bien por que la
boca no se puede abrir, no se puede sellar correctamente o existe alguna lesión en la
boca o mandíbula. La forma de actuar es la siguiente:

28
► Colocar al afectado boca arriba y en una superficie plana y dura.
► Realizar hiperextensión.
► Cerrar la boca y poner el dedo pulgar en los labios, esto nos permitirá
cerrarlos y saber si se están separando durante la operación, pues entrará
en contacto con los dientes.
► Insuflar a través de la nariz 2 veces de manera profunda y seguida.
► Desarrollar los mismos pasos que en el caso anterior.

La respiración artificial se debería aplicar en cuanto el socorrista llegue al ahogado,


aunque estemos en el agua, aunque si el punto de salida (orilla, barco, etc) está muy
cercano, las condiciones del mar son malas o el socorrista no tiene la suficiente
experiencia en técnicas de RA en agua, quizá sea mejor sacar a la víctima
rápidamente a lugar seguro antes de tratar de aplicar RA en agua. En el buceo esta
operación se ve facilitada debido a que el neopreno aumenta la flotabilidad del
cuerpo, de manera que si liberamos al ahogado de su lastre (plomos y botella), éste
flotará sin problemas. Empezaremos la respiración artificial, bien boca a boca o boca-
tuba (descrita más adelante), teniendo precaución de no inflar el chaleco del herido,
pues la presión que generaría sobre sus pulmones impediría la entrada del aire que
estamos enviando. Si no pudiéramos izar al ahogado a la barca, se realizaría la
respiración artificial desde arriba, siempre que sea posible.

Si estamos en aguas poco profundas podemos utilizar la técnica de Lartigue. Esta


consiste en colocar a la víctima sentada y el socorrista arrodillado con una pierna.
Apoyamos la espalda del ahogado contra la pierna levantada del socorrista,
reposando la cabeza en el muslo de éste. El socorrista sujeta al herido con un brazo,
y en el momento de la espiración presiona ligeramente el esternón de la víctima con
su brazo.

PRECAUCIONES

Debemos vigilar que el aire entre en los pulmones del ahogado. En algunas
ocasiones el socorrista suministra más aire de la que puede admitir la víctima, esto
se aprecia porque se ve que se hinchan los pulmones y el estómago, para evitar
esto tenemos que introducir el aire suavemente.

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29
4.4 ¿CÓMO DESOBSTRUIR LAS VÍAS
RESPIRATORIAS?
Si el aire no entra en los pulmones, puede ser por que las vías respiratorias no estén
abiertas (realizar la hiperextensión correctamente) o estén obstruidas por un cuerpo
extraño. Para extraer los cuerpos extraños podemos realizar los siguientes métodos:
La maniobra de Heimlich y/o la extracción manual.
MANIOBRA DE HEIMLICH: Si el afectado está
tumbado e inconsciente, realizaremos esta
maniobra, postrado.

► Colocamos al afectado tumbado


boca arriba y en una superficie
plana y dura.
►• El socorrista se coloca a horcaja-
das sobre los muslos del herido.
► El socorrista coloca el talón de una de
sus manos en la línea media del
abdomen, algo por encima del ombligo
y debajo de la boca del estómago, la
otra mano la coloca sobre el dorso de
la primera.
► Ejercer presión con un movimiento
rápido hacia arriba, procurando no
doblar los brazos y usando el peso de
nuestro cuerpo. Esta maniobra se
repetirá hasta que salga el cuerpo
extraño.

En ocasiones el afectado puede tener las vías


respiratorias obstruidas y estar consciente. Este
nos hará saber su situación con la clásica
expresión de llevarse una mano al cuello y
realizar movimientos bruscos y desesperantes.
En este caso intentaremos provocarle la tos. Si
esto no fuera posible, realizaremos la maniobra
de Heimlich erguido. Consiste:
30
► El socorrista se coloca por detrás del
afectado y le abraza a la altura del
abdomen.
► Coloca un puño con el pulgar hacia
dentro algo por encima del ombligo, y en
la línea media del abdomen. La otra
mano la apoyará sobre ésta y realizará
una presión fuerte e intermitente hacia
dentro, hasta que el cuerpo extraño
salga.

EXTRACCIÓN MANUAL:

► Colocamos al afectado en una superficie


plana y dura.
► Ponemos su cabeza lateralmente.
*■ Abrimos su boca y se agarra a la
vez la lengua y la mandíbula con los
dedos, traccionándola hacia arriba. El
dedo pulgar se coloca en el interior de la
boca sujetando la lengua y los otros en
la base del mentón.
► Introducimos el dedo índice, de la
otra mano, lateralmente hasta llegar
a la base de la lengua y extraer el
cuerpo extraño. Debemos tener
cuidado para no introducirlo más.
*■ Si el cuerpo extraño es gelatinoso,
colocaremos al herido de lado y lo
extraemos de la forma indicada.

4.5 REANIMACIÓN CARDÍA-


CA: EL MASAJE CARDIACO
EXTERNO
En numerosas ocasiones los ahogados no sólo necesitan reanimación pulmonar, sino
también cardíaca.
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31
La reanimación cardíaca se realiza mediante la técnica del masaje cardíaco externo.
Este se aplicará cuando no exista latido o el latido no sea eficaz, es decir, si no
detectamos pulso. ATENCIÓN: Si existe latido eficaz (si hay pulso) no aplicaremos
masaje cardíaco externo, pues podemos provocar problemas serios si no hacemos
coincidir nuestra compresión con el latido de su corazón. La aplicación del masaje
cardíaco se realiza de la siguiente forma:

► Colocamos a la víctima boca arriba, apoyado sobre una superficie


plana y dura, ¡ojo! el masaje no será eficaz si colocamos al herido
sobre una cama, camilla o colchoneta de playa.
► El socorrista se coloca a un lado del herido, y coloca el talón de
una mano sobre el tercio medio del esternón, encima de él y en
su eje más largo, la otra mano apoya su talón sobre el dorso de
la primera. Las manos se pueden colocar formando ángulo entre
ellas, o entrelazadas por los dedos. Para encontrar la zona
correcta donde aplicar la presión, colocamos los dedos índice y
corazón en la boca del estómago del afectado y la otra mano la
disponemos perpendicular al esternón y de forma que se toquen
ambos pulgares, en la parte del esternón donde apoye el talón de
esta mano es donde debemos hacer la presión.
► Las compresiones se realizarán con los brazos rectos, sin flexionar
los codos y en un ángulo de 90 ° respecto al eje mayor del
esternón. El tronco y los brazos se mueven a la vez desde la
cadera, con ello aprovecharemos toda la fuerza
de nuestro cuerpo. En el masaje debemos hundir
de 3 a 5 cm. el esternón. La frecuencia cardíaca a
aplicar será de 80 impulsos por minuto (100 en
niños, 120 en bebés). En los niños pequeños el
masaje será mucho más suave y en los bebés
sólo se presionará con los dedos índice y corazón
de una mano.

Si todo va resultando correctamente se observarán los siguientes síntomas: la piel se va


sonrosando, las pupilas de los ojos reaccionan a la luz contrayéndose y en el mejor de los
casos aparece pulso periférico (carótida, ilíaca,
radial...).
32
4.6 REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
Anteriormente hemos indicado en varias ocasiones que un paro respiratorio suele ir
acompañado de un paro cardíaco y viceversa. Esta reanimación cardiopulmonar se
realizará de diferente manera, dependiendo de si actúan uno o dos socorristas,

según la frecuencia que aparece en la siguiente página.

Cuando actúan dos socorristas cada uno se debe


colocar a un lado del cuerpo del afectado y el que
está aplicando el masaje cardíaco, debe ir
contando en voz alta el número de compresiones,
de 1 a 5 (mil-uno, mil-dos, mil-tres....). El tiempo
que debemos permanecer aplicando la RCP es de
acuerdo a las siguientes condiciones:

► Hasta que el afectado recupere la


respiración y el pulso espontáneo.
► Hasta que lleguemos a un centro médico
y se haga cargo personal más
cualificado.
► Hasta que nos releve algún médico,
diplomado en enfermería o persona con
conocimientos de RCP.
► Hasta que agotados no podamos más.
► Hasta que certifique la muerte alguien
con responsabilidad reconocida ante un
juez.

Las técnicas de reanimación se deben aplicar con


prontitud, porque el porcentaje de éxito en estas
maniobras disminuye muy rápidamente con el
tiempo. Veamos los datos en el cuadro al final de
este capítulo. Puede haber complicaciones,
aunque no suelen ser peligrosas. No obstante,
algunas pueden llegar a ser fatales, si no se actúa
correctamente:

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33
► Vómitos: Si realizamos mal la hiperextensión, el aire que insuflamos se
almacenará en el estómago, pudiendo llegar a provocar el vómito. Este
también se verá facilitado si el accidentado ha tragado mucho agua o tiene
el estómago lleno de comida. El socorrista deberá intuir el vómito y evitar
que lo trague y entre en los pulmones del accidentado.
► Alteraciones en el ritmo cardíaco: Se produce al realizar un masaje cardíaco a
un individuo con pulso, por ello, debemos tomarlo sin prisa y con suavidad
para cerciorarnos de su existencia. En caso de duda, comenzaremos las
maniobras de reanimación.
► Roturas: Podemos romper una costilla si no ejercemos la presión en el lugar
correcto; incluso puede llegar a perforar un pulmón (provocando un
neumotorax). En otras ocasiones se puede partir el apéndice xifoides
(pequeño cartílago al final del esternón), que si se desplaza puede llegar a
perforar el hígado
EL STRESS Y EL PÁNICO
La inmensa mayoría de los incidentes y accidentes de buceo se deben al pánico
producido por situaciones de stress. Este capítulo, quizá el más importante del
Manual, trata sobre estos temas. Se podría escribir un libro entero (y se ha hecho)
sobre el stress, pero eso no sería posible en este Manual, por lo tanto, trataremos de
resumir a continuación los puntos más importantes de este tema, esperando que el
lector entienda la importancia que este tema tiene dentro de la seguridad del buceo.

5.1 INCIDENTE O ACCIDENTE


En primer lugar, aunque puede no estar directamente relacionado con el tema,
debemos aprender a diferenciar qué es un incidente y qué es un accidente. Un
incidente es cualquier situación anómala, pequeña o grande, que pueda ocurrir pero
que no causa daño físico alguno. Un accidente es cualquier situación anómala,
pequeña o grande, que pueda ocurrir y que causa cualquier daño físico, por pequeño
que éste sea. Por ejemplo, una situación de stress puede ser un incidente que puede
o no resultar en un accidente.

5.2 EL STRESS
Hay varias definiciones para el stress. Se puede definir stress como un estado físico,
químico o emocional que causa tensión mental o corporal, causado como respuesta
a un estímulo recibido. Otra manera de definirlo es como la falta de balance entre lo
que se pide hacer o lo que se espera de una persona y la capacidad de esa persona
a responder a esas demandas. Usemos la definición que deseemos, en una
situación de stress se pueden diferenciar cuatro pasos, como indica la teoría de
Selye conocida como el "Síndrome de Adaptación General" o SAG.

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• Paso 1. Aparece por primera vez el factor estresante o estímulo,
cualquiera que éste sea. Esto causa una reacción de "alarma" que
a su vez produce una reacción de "shock" inicial
Paso 2. Esto es seguido por el comienzo de una recuperación que se
puede definir como "contra-shock". Durante esta reacción, las respuestas
del cuerpo se movilizan para hacer frente al "shock". Paso 3. A
continuación aparece la "etapa de resistencia", una respuesta
compensatoria del organismo por la cual éste trata de ajustarse y
adaptarse. Frecuentemente, esta respuesta es una de
sobrecompensación, sobre el nivel normal de resistencia.
• Paso 4. La "etapa de resistencia" puede dar un resultado satisfac
torio, pero cuando se terminan las reservas de ajuste del organis
mo se pasará a la "etapa de agotamiento".

En esta última etapa, la resistencia al stress cae por debajo de los niveles normales
(tal como sucede en el shock inicial definido en el Paso 1), pero al estar agotadas las
reservas del organismo, es cuando se produce una situación que puede llevar a un
hundimiento fisiológico con consecuencias muy serias, incluida la muerte. A través de
esta teoría podemos ver que el stress es acumulativo. Una persona puede adaptarse
y salir perfectamente de una situación de stress, pero cuando se van acumulando y
las reservas se van agotando, la persona se hace más susceptible y su habilidad
para adaptarse y superar el stress va disminuyendo. El stress siempre está presente
en menor o mayor grado en todas las situaciones de buceo, por lo tanto, sería
inadecuado decir que lo que tenemos que eliminar es el stress. Puesto que el stress
es acumulativo, lo que tenemos que hacer como buceadores es prever, prevenir y
saber como reaccionar ante el mayor numero de situaciones que puedan ser causas
de stress, para que estas situaciones no se acumulen y puedan eliminar nuestras
reservas para ajustamos a ellas. Adicionalmente, como buceadores de Rescue,
también debemos de reconocer las señales de stress en otros buceadores. La
diferencia entre un buceador de Rescue y otros buceadores queda claramente
definida por lo tanto.

5.2.1 TIPOS DE STRESS


Distinguimos dos tipos básicos de stress:

1. Stress fisiológico, debido a enfermedad, fatiga, hipotermia o golpe de


calor.
2. Stress psicológico, debido a un temor, ansiedad o pánico.

36
STRESS FISIOLÓGICO

Es difícil decir cual va a ser el momento en el que un buceador va a caer bajo los
efectos del stress, pues depende de cada individuo, el agente causante y la
canalización de dicho agente. Sin embargo, las causas que pueden producir stress
fisiológico son muy fáciles de distinguir, por ejemplo: el agua fría, la oscuridad, el
encerramiento o aprisionamiento, la mala forma física, la turbidez, la aparición de
corrientes fuertes, el mal estado del equipo de buceo..., todas estas causas y
muchas más, pueden provocar situaciones de tensión que deriven a ser peligrosas si
no se controlan, manteniendo la calma y usando el sentido común.

STRESS PSICOLÓGICO

Todas las causas físicas antes mencionadas pueden incurrir en una presión
psicológica, lo suficientemente fuerte como para ponernos demasiado nerviosos y
provocar reacciones incorrectas. La imaginación también puede jugarnos malas
pasadas, por ejemplo pensar que hemos sido atrapados por un "monstruo" al
engancharnos una pierna en algas o artilugios de pesca abandonados. Quizá al
meternos en un túnel nos preguntemos ¿qué ocurriría si me atacara un congrio en
este momento?. En ocasiones, podemos sufrir presiones por parte de las amistades:
"¡venga hombre!, ¿cómo no te vas a meter?. Quizá no nos encontremos bien y nos
dejemos llevar por ellos, quizá la inmersión sea de tal envergadura que no estemos
preparados para realizarla. En estos momentos el buceador debe tener fuerza
suficiente para decir: "no gracias, otra vez será", y de esta manera evitar posibles
serios problemas.

5.2.2 LA FISIOLOGÍA DEL STRESS


Como en cualquier situación de alarma, nuestro organismo desprende adrenalina
(hormona secretada en las glándulas suprarrenales), ésta actúa sobre el corazón
aumentando su ritmo y produce una vaso constricción, de manera que prepara al
cuerpo para intervenir de forma inmediata a una situación de urgencia. Este estado
de alarma aumenta el ritmo respiratorio y lo hace más entrecortado. Debido a esto
los niveles de dióxido de carbono (C0 2) aumentan, provocando sofoco en el
submarinista. Bajo situaciones de stress, la persona se sentirá aturdida,
reaccionando incorrectamente e interpretando indebidamente los estímulos que le
llegan del exterior.

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Por ello, cuando se sientan los síntomas antes descritos (aumento del ritmo cardíaco,
aceleración y entrecortado de la respiración y sofoco), debemos dar por terminada la
inmersión indicándoselo a nuestro compañero.

5.2.3 RECONOCIMIENTO DE LOS SÍNTOMAS DE


STRESS EN EL BUCEADOR
No es fácil reconocerlos, por lo que lo mejor es conocer las causas que lo producen y
prevenir. El bucear con un compañero al que conocemos, nos permitirá saber
cuándo él realiza un comportamiento anormal, si es debido al stress. Sin embargo
algunos comportamientos nos pueden indicar claramente una situación de peligro. A
continuación definiremos varios de ellos según donde se produzcan. Algunos de
estos comportamientos se pueden detectar incluso antes de que la persona sea
buceador, es decir, durante el curso. Como detectar estos comportamientos durante
el curso viene definido en el Manual de Técnicas de Enseñanza de ACUC. Para
propósito de este Manual, nos concentraremos en como detectarlos antes de la
inmersión y durante la inmersión. Todas las conductas que examinaremos se
encuentran en muchas personas algunas veces. Todos nosotros hemos sido algo de
lo que describiremos en ocasiones. La clave es la frecuencia y la cantidad. En
cantidades excesivas y/o en situaciones frecuentes pueden ser indicadores de
comportamientos futuros que debemos tener en cuenta durante las inmersiones.
Todos nosotros debemos tener en cuenta los aspectos que vamos a describir.

Durante la pre-inmersión

A continuación estudiaremos los aspectos a observar antes de la inmersión y en ruta


a la inmersión. Definiremos en primer lugar las respuestas al stress fisiológicas las
cuales, por su naturaleza, pueden no ser fácilmente observables.

- Sistema Nervioso Autonómico (SNA): El SNA es un sistema involuntario que


controla las funciones corporales en su mayoría sin el esfuerzo consciente del
sistema nervioso central y su principal elemento, el cerebro.

El SNA se divide en dos ramas, el Sistema Nervioso Simpático (SNS) y el Sistema


Nervioso Parasimpático (SNP). El SNS es un sistema de activación y el SNP actúa
para restaurar las actividades corporales que han sido alteradas por el stress.

38
La mayoría de las personas reaccionan al stress con el SNS, por ejemplo:
incremento en la perspiración, incremento de pulsaciones, azúcar en la sangre y
temperatura del cuerpo. Ejemplos de reacciones SNP son justamente lo contrario.
Una función corporal que se incrementa con el SNP es la secreción gastrointestinal,
sin embargo, en el SNS esta función se ve reducida.

Los fisiólogos asumen que esto es debido a que el SNS, que se encarga de preparar
a la persona para responder al stress disminuye la cantidad de sangre y ácido en el
estómago para reducir el daño que una posible herida punzante podría producir.
Aunque no está comprobado que ésta sea la razón, tiene bastante sentido ya que
otras funciones del SNS constricten los vasos sanguíneos en la piel para que llegue
más sangre a los órganos vitales, como el cerebro. Hemos visto antes que en
situaciones de stress se incrementa el nivel de adrenalina y lo que esto causa. Otra
causa fácilmente observable fuera del agua es el temblor de las manos. La
sudorificación, los temblores y los cambios en el color de la piel son señales
distinguibles y los buceadores de Rescue deben estar atentos a ellas.

Otra señal fácilmente distinguible es el cambio en el ritmo respiratorio. Esta es una


señal universal de stress. Suele ir de un ritmo normal a un ritmo errático y rápido.
Esta señal también se puede observar bajo el agua. Los buceadores de Rescue
deben entrenarse para aprender a reconocer esta señal. Una vez en ruta hacia la
inmersión, los buceadores de Rescue (porque saben lo que observar) y los
Divemasters, Asistentes e Instructores (porque es su obligación), pueden y deben
estar atentos a ciertas señales que a continuación definiremos y que están muy
relacionadas y son muy similares a las que se definen en la sección "Durante el
curso" en el Manual de Técnicas de Enseñanza de ACUC.

- Organización: Trajinar constantemente con el equipo puede ser una señal de


tensión. El nivel de actividad puede ser otra. Hiperactividad como movimiento
continuo, charla continua, hablar demasiado alto y comportamientos similares
pueden ser señales de tensión. Por otro lado, una falta excesiva de actividad puede
significar lo mismo, excusas como "estoy cansado, inquietud, etc, se deberán
observar cuidadosamente, especialmente si éstas no forman parte del carácter
habitual de la persona.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático

}
39
- Humor: Humor excesivo y no habitual, especialmente "humor negro" pueden ser
señales de tensión.

- Mala Memoria: Ligada frecuentemente con la "Teoría del retraso" que se explica en
el Manual de Técnicas de Enseñanza de ACUC. Por ejemplo el individuo que se
olvida de ponerse algo en el último momento, que tarda mucho en vestirse o que
amablemente indica a otros que salten primero, pueden ser indicativos de
incomodidad y tensión. Los responsables de la inmersión y los buceadores que
tengan una titulación de Rescue deberán estar muy atentos en estos casos.

- Miedo al Fracaso: El miedo al fracaso es algo que todos llevamos dentro, ya que ha
sido desarrollado en todos nosotros por la sociedad en que vivimos. Una persona
que esté retrasando su entrada en el agua nunca deberá ser forzada a entrar en el
agua. Lo que el Divemaster (o responsable) debe hacer es discutir con ella de forma
positiva y en privado sus sentimientos de ansiedad y tratar de instaurar confianza en
la persona. Forzar una persona a bucear es lo mismo que esperar a que un incidente
o accidente suceda. Afortunadamente, para eludir nuestro perceptiva de miedo al
fracaso existe una excusa que utilizamos los buceadores que es "socialmente
aceptable": siempre podemos echar mano de nuestros senos nasales. El "bloqueo de
senos", supuesto o no, nos ofrece la excusa necesaria para no bucear si no
queremos realmente, salvaguardando nuestro orgullo. Si un buceador dice tener
"Bloqueo de senos" no se hable más, delante de nosotros tenemos un compañero
que no quiere o no puede bucear, lo aceptaremos y no le forzaremos. Solo él sabrá
si es verdad o no.

- El tipo "Macho": Sin duda alguna el elemento más peligroso en una inmersión. El
tipo "macho" (hombre o mujer) es la clase de persona que no reconoce sus límites.
Su "supremacía" y confianza en sus habilidades puede causar serios problemas.
Este tipo de personas es el mayor peligro marino que existe, para él y para otros.
Mucho cuidado con él (o ella). Si le podéis convencer para que se dedique a jugar al
billar en vez de a bucear, mucho mejor para todos.

Durante la inmersión

Durante la inmersión es más difícil notar las señales de stress en otros. En esta
sección dedicaremos nuestra atención a aquellas señales que son más fácilmente
observables. Estas señales las podemos dividir en dos grupos:

40
Cambios en movimientos físicos y Cambios en respiración. En el momento de entrar
al agua ya podemos observar posibles señales de agitación o tensión. Una entrada al
agua seguida de una inmediata salida para "reajustar" equipo o para ponerse las
aletas que se había olvidado son señales de agitación. Estas señales pueden ser
positivas: demasiadas ganas de entrar al agua, o negativas: tensión producida al
entrar al agua. En cualquiera de los casos son signos de tensión y agitación. Una vez
debajo de la superficie nos mantendremos atentos a las siguientes señales:

- Mantenimiento de Contacto: Esto es una indicación de stress por la cual el individuo


está tratando de mantener un intenso contacto físico (y psicológico) con una fuente
de seguridad. Mantenerse agarrado al cabo del ancla o a la plataforma del barco,
encontrando excusas para no soltarse (ajustes de equipos, desenpañamiento de
gafas, reposicionamiento de la instrumentación, "descansar" un momento, etc), son
diferentes manifestaciones de stress con un elemento común de no querer soltarse o
de no poder soltarse. Estas actuaciones se suelen ver justamente después de entrar
en el agua. El buceador de Rescue también puede observar ciertos detalles como
por ejemplo, la blancura de los nudillos (si no lleva guantes) que indica la fuerza con
que el individuo se está agarrando. ¿Cómo podemos diferenciar entre alguien que
está estresado y alguien que en realidad necesita un apoyo por otra razón (que no
sea stress)?. Aparte de la blancura de los nudillos, mencionada anteriormente,
normalmente la persona estresada se acercará rápidamente al objeto que desee
agarrarse; se agarrará con las dos manos en lugar de con solo una; acercará todo su
cuerpo al objeto, en lugar de mantenerse un poco distanciado; agarrará el objeto
incluso con las piernas, si se puede. Eventualmente realizará movimientos rápidos
hacia el punto más alto (menos profundo) del objeto

- Sustentamiento Vertical Elevado: Esto define la acción de, con ayuda de aletas y
manos, tratar de sacar la mayor parte posible del cuerpo fuera del agua, sin utilizar
ayudas de flotación. El mantenimiento de contacto y el sustentamiento vertical
elevado son señales preocupantes que indican una falta de deseo o imposibilidad de
comenzar la inmersión. También se pueden observar señales similares durante el
descenso.

- Problemas durante el descenso: Al alejarnos del barco y comenzar


nuestro descenso decidimos comenzar la inmersión. La decisión está
tomada.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


Una velocidad de descenso exageradamente lenta, o paradas frecuentes para ajustar
una máscara o igualar la presión en los oídos, pueden realmente ser acciones válidas
para combatir problemas reales, pero también pueden indicar una forma de retraso
debido a tensión. Mirar con exagerada frecuencia el manómetro o la instrumentación
suele estar relacionado con situaciones de tensión. Hacia dónde dirige la atención el
buceador puede ser otro indicador de stress. Si el buceador mira constantemente a
superficie o al barco, en lugar de a su compañero o hacia el fondo o adelante, que es
lo lógico en un buceador que se siente cómodo, esto puede indicar stress ya que es
otra forma de Mantenimiento de Contacto. Pero atención, puede ser que el buceador
simplemente lleve demasiado peso y esto le haga utilizar excesivamente las aletas y
mantenerse en una posición quasi-vertical. En cualquier caso, sea por stress o por
exceso de peso, ambos casos deben ser observados con cuidado.

- Ojos saltones o muy abiertos: En la mayoría de los casos de stress serio, el


buceador tiene los ojos abiertos de forma exagerada, con una mirada extraña y falta
de respuesta. Los buceadores de Rescue deben estar atentos a esto y prepararse
para actuar.

5.2.4 CAMBIOS EN MOVIMIENTO


Cambios importantes de movimiento, pasando de natación normal a natación errática
puede ser una indicación muy importante de stress. Los buceadores que se
encuentran en las puertas del pánico normalmente se olvidan la manera correcta de
aleteo. Al utilizar un aleteo inefectivo, el stress aumentará. Otros cambios que se
deben observar son los cambios de velocidad, bien más rápida o más lenta, ambos
pueden ser señales de stress. Los cambios de dirección bruscos, sin razón aparente,
también suelen indicar problemas. Cambiar bruscamente de una dirección con
movimiento horizontal a una dirección con movimiento vertical puede significar el
comienzo del pánico y además, puede causar un accidente de embolismo a menos
que el ascenso sea controlado.

5.2.5 CAMBIOS EN RESPIRACIÓN


La respiración es básica para la vida y por lo tanto, importantísima para el stress. Las
personas que están en situaciones estresantes suelen respirar más rápidamente y de
forma más irregular.

42
Una forma de respiración que suele ser indicativa de stress se conoce como
"Taquipnea": una respiración rápida y corta. Este tipo de respiración se describe
algunas veces, de forma errónea, como "Hiperventilación". La Híperventilación es un
intercambio exagerado de oxígeno y dióxido de carbono y no suele ocurrir bajo el
agua, ya que la densidad incrementada de los gases bajo presión y la resistencia
respiratoria que un buceador encuentra bajo el agua hace que la hiperventilación sea
poco probable. No obstante, sí suele ocurrir en superficie. Lo que sí puede pasar en el
caso de una Taquipnea es una hipoventilación, es decir un intercambio insuficiente de
oxígeno y dióxido de carbono. El ritmo respiratorio es fácilmente observable en
nuestro compañero y en otros buceadores si estamos alerta y puede ser un excelente
indicador de stress.

- La respiración: una señal y una fuente de stress: La respiración o más exactamente,


el ritmo respiratorio, nos puede facilitar señales de stress. En el buceo, el ritmo
respiratorio es también una fuente de stress. La combinación de varios factores hace
que la respiración sea el factor más crítico de producción de stress en un buceador. La
combinación de presión ambiental incrementada, densidad de gases, ejercicio,
respiración bucal a través de una boquilla, inutilidad de la nariz como medio
respiratorio, etc, hacen que respirar bajo el agua pueda producir dispnea (dificultad de
respiración) y por lo tanto, stress. Nuestra secuencia respiratoria cambia bajo el agua.
Mientras que la secuencia que utilizamos en superficie es: Inhalación - Exhalación -
Pausa, bajo el agua la secuencia se altera a: Inhalación - Pausa - Exhalación.

Todos los buceadores de Rescue, Divemasters, Asistentes e Instructores deben saber


reconocer estos síntomas. La mejor forma de solucionar un incidente o accidente es la
prevención. Eliminemos todas las posibles causas de stress que podamos.
Posiblemente nunca llegaremos a eliminar todo el stress en si, ya que forma parte de
nuestra vida e incluso muchos de nosotros buscamos situaciones de stress como
forma de ocio, pero lo importante es no dejar acumular el stress para que pueda
causar la reacción de pánico.

5.2.6 ¿CÓMO DEBEMOS ACTUAR?


En la mayoría de las ocasiones hablar (en superficie), hacer contacto ocular y/o físico
o el simple hecho de estar con la persona estresada para ayudarla, suele ser
suficiente para que el stress no resulte en pánico.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático

43
La formación correcta, la experiencia y la práctica controlada de situaciones
estresantes son formas de controlar el stress. Pero si todo esto falla.... El uso
anómalo del chaleco hidrostático, el retirarnos la máscara o el regulador de forma
brusca, ojos muy abiertos y "saltones", la realización de un escape libre, e incluso, la
ausencia de expulsión de burbujas (bloqueo de glotis), son señales de stress que si
no se controlan pueden causar pánico. Si esto sucede ¿qué hacemos?. Lo más
importante que debemos hacer es impedir la salida del buceador en escape libre,
para evitar posibles accidentes de descompresión y/o sobrepresión. Para ello
sujetaremos al afectado por donde podamos cogerlo y lo inmovilizaremos para
manejarlo convenientemente.

Un caso de pánico extremo es el bloqueo de glotis, en él el afectado no puede


expulsar el aire, su nerviosismo aumenta e intentará ascender a superficie. En este
caso debemos inmovilizarlo en el fondo y con el regulador en la boca hasta que
pierda el conocimiento, en cuyo momento se desbloquea la glotis y empieza a
respirar tranquilamente y podremos ascenderlo. Es importante recordar que el
afectado debe tener el regulador en la boca, pues una persona inconsciente no
puede retener la respiración, con lo que caso contrario le provocaríamos el
ahogamiento. En otras ocasiones, la tensión o algún malestar nos puede provocar el
vómito debajo del agua. Esta no es una situación agradable, pero ningún buceador
está exento de ella. Cuando esto ocurra miraremos hacia el fondo con el regulador
en un lado de la boca y apretando el botón de purgado. Esto ayudará a que los
sólidos salgan por un lado de la boca sin obstruir el regulador y si se produce una
inspiración de aire, como es normal cuando se vomita, aspiraremos aire en lugar de
solo agua. Una vez la situación esté controlada, purgaremos el regulador en el agua
y cuando inspiremos lo haremos con cuidado para asegurarnos que solo inspiramos
aire. Es muy corriente escuchar entre los buceadores, que cuando uno ha vomitado,
se queda tranquilo y puede continuar la inmersión. Esto no es correcto, cuando
ocurre una situación de éstas debemos abandonar y descansar en superficie.

5.3 EL PÁNICO
En casi todos los casos de emergencias de buceo existe un factor común: el stress.
El stress puede ser el resultado de un problema real, como una herida provocada por
la hélice de un barco o puede ser un problema totalmente imaginario inventado por
un buceador asustado.

44
Una cierta cantidad de stress puede existir en
todas las inmersiones incluso en las más tranquilas
y no debe causar problemas. Algunos tipos de
stress - un tiburón lo suficientemente cerca para
una buena fotografía - pueden incluso incrementar
el placer del buceador. Sin embargo, un momento
de stress intenso, un stress continuo e incómodo o
varios pequeños momentos de stress debidos
quizás a errores que se acumulan los unos a los
otros, pueden convertirse rápidamente en pánico,
que produce una acción ciega e irracional basada
en el miedo.

El pánico es el peor enemigo del buceador.


El pánico es un reflejo primitivo. La materia
gris del cerebro pierde el control y los centros nerviosos inferiores se apoderan del
mismo. Los movimientos reflejos, incluyendo la huida o la retirada, dominan. Para los
buceadores, el pánico es una sensación insuperable de no controlar su entorno, su
equipo o a sí mismo. En un momento de pánico, los ojos se abren de par en par y
giran rápidamente, el ritmo respiratorio se acelera, el corazón late más rápidamente y
la sangre parece helarse. El cuerpo del buceador responde como si tuviera que
funcionar sin cerebro. Los movimientos son bruscos, ineficaces y no coordinados. Se
produce una disminución de la percepción. Pueden repetirse una y otra vez acciones
inútiles, en caso de pánico pasivo, el buceador está literalmente helado de miedo. La
víctima parece estar en estado de shock y no hace nada. Los estudios de casos de
accidentes de buceo indican que las acciones ínapropiadas resultantes del pánico
han matado a muchos buceadores aunque el stress inicial fuera de un nivel
insignificante y sin peligro.

Ya que el stress es la causa de pánico, tenemos que hacer todo lo posible para
reconocer y eliminar las situaciones que lo producen. Si permitimos que se produzca
stress sin actuación por nuestra parte, lo más seguro es que sobrevenga una
situación de pánico.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


Una máscara se llena de agua. El buceador inhala unas cuantas gotas de
agua por la nariz, tose y se precipita hacia la superficie aguantando la
respiración. Resultado: sobrepresión pulmonar.

A otro buceador, sin aire, con flotabilidad negativa y totalmente agotado por
haber nadado una larga distancia después de una inmersión, se le llena la
boca de agua. Paralizado por el miedo, el buceador se rinde y se hunde
silenciosamente con el cinturón de lastre puesto y el chaleco deshinchado.

El buceador en situación de pánico activo toma irreflexivamente una


actuación errónea. En situación de pánico pasivo, no toma ninguna.

5.3.1 SEÑALES DE PÁNICO.


La mayoría de nosotros sabemos cuáles son las señales de un buceador en situación
de pánico activo. Puede coger y no soltar nuestro regulador o salir disparado hacia la
superficie dando patadas, probablemente conteniendo la respiración y olvidándose
de largar su cinturón de lastre. Al llegar a la superficie, se quitará probablemente la
máscara, el regulador, levantará la barbilla, toserá y dará grandes bocanadas para
coger aire. Estará en posición vertical en el agua, aleteando fuertemente para
mantenerse a flote aunque uno o los dos brazos los tenga cargados de cosas que
intenta retener. Sus ojos estarán abiertos como platos. Podrán observarse
movimientos bruscos, sin coordinación de brazos y piernas, aunque la víctima tenga
plena flotabilidad. Si no está tosiendo o dando boqueadas estará probablemente
respirando rápidamente, hiperventilando o jadeando con inspiraciones poco
profundas. Puede estar gritando para pedir ayuda pero no oír a aquellos que le estén
diciendo cómo se puede ayudar a sí mismo.

Es más difícil reconocer el pánico pasivo. Puede que el buceador no demuestre


signos de apuros evidentes. Con lo que puede quedarse sin ser rescatado. Podrá
estar inmóvil o adoptar una posición fetal y no hacer nada para ayudarse a sí mismo.
Debajo del agua podrá incluso dejar escapar el regulador y no intentar recuperarlo. Si
no se mueve y aunque esté despidiendo burbujas regularmente, puede estar
inconsciente. En superficie, si no tiene flotabilidad, el buceador en situación de
pánico pasivo se hundirá inadvertidamente. Si tiene flotabilidad, puede estar boca
abajo, probablemente sin respirar por el tubo o regulador.

46
Probablemente no hará ningún esfuerzo para nadar a un sitio seguro. Esté con la
cara hacia arriba o hacia abajo, controlar siempre que un buceador esté consciente y
respirando.

5.3.2 AUTORESCATE.
Si se empieza a notar stress o nos vemos de repente frente a lo que parece ser un
problema sin solución, recordaremos el "PAREPIAC" (PARA, RESPIRA, PIENSA Y
ACTÚA). Durante un momento detendremos cualquier actividad, daremos a nuestro
cerebro tiempo para analizar la situación y considerar las soluciones. Pensar de
manera positiva. Si pensamos que vamos a morir, podríamos llegar a ello, antes de
que llegue nuestra hora. En lugar de ello concentrémonos en el problema.
Determinemos la causa. Buscar soluciones alternativas. Escoger la mejor e intentar
ponerla en práctica. Si la primera solución no funciona, continuemos probando otras
hasta que alguna resulte. No rendirse nunca. Somos capaces de realizar un esfuerzo
mayor del que creemos.
5.3.3 RESCATAR A OTROS.
Cuando intentemos ayudar a un buceador en
situación de pánico activo, tenemos que ser muy
prudentes. No dejarnos arrastrar por su pánico. Si
tenemos que luchar, el stress reducirá seriamente
nuestra eficacia e incluso puede provocar nuestro
estado de pánico. Podemos actuar con el
buceador en estado de pánico pasivo casi como si
estuviera inconsciente. Pero seguir vigilantes, ya
que su pánico puede volverse activo de repente.

5.3.4 QUE PODEMOS HACER


PARA DISMINUIR LOS EPISO-
DIOS DE PÁNICO
Sabemos que el pánico causado por el stress es el
factor más común en los accidentes de buceo.
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
El pánico es el enemigo número uno del buceador. Pero, aparte de lo ya mencionado
para evitar el stress en lo posible y por lo tanto, disminuir los incidentes de pánico
¿qué más podemos hacer?. La respuesta es relativamente sencilla: mejorar nuestro
entrenamiento y mantener una forma física aceptable.

- Mejorar el entrenamiento de los buceadores

En el pasado, los cursos de buceo se basaban principalmente en competencia y


destreza de habilidades acuáticas. Horas y horas se pasaban mejorando las técnicas
de natación y la resistencia de los aspirantes a buceadores. Esto era lógico ya que
los equipos de entonces dejaban mucho que desear y además, la formación se
derivaba de técnicas militares. Los cursos eran casi un 80% natación y pruebas de
resistencia y un 20% de manejo de equipos. Hoy en día, el equipo ha mejorado
notablemente. Las aletas son más ligeras y veloces; los nuevos chalecos más
cómodos, eficaces y seguros; los reguladores más ligeros y fáciles de respirar, etc.

Las mejoras en los equipos han causado que los cursos de hoy en día hayan dado la
vuelta a los cursos "antiguos", hasta tal punto que los porcentajes se han invertido.
Los cursos de hoy en día son, de promedio, un 20% de natación y resistencia y un
80% de manejo de equipos. No es extraño que un estudiante "entre en aire" en su
segunda o incluso en su primer día de piscina.

Otro tema con el que nos encontramos hoy en día son las prisas de nuestra
sociedad. Algunos de los que llevan muchos años en el buceo pueden recordar
aquellos cursos interminables que duraban hasta 6 meses, 3 días a la semana y 3 ó
4 horas al día. Si un Instructor de hoy en día anuncíase un curso de 6 meses casi
podemos asegurar que no obtendría muchos alumnos. Los cursos de hoy en día
suelen durar un promedio de 2 semanas e incluso menos. ¡En algunos sitios incluso
se titula a un buceador después de un par de días de entrenamiento!. Los cursos de
hoy en día son generalmente más cortos y con menos gente. Hemos pasado, en
cosa de 10 años, de cursos con un promedio de 1 5 ó 20 alumnos que duraban entre
4 y 6 meses a cursos de 4 ó 6 alumnos que duran alrededor de 1 5 a 20 horas. En
los cursos del pasado los alumnos se tiraban varios días solo con las tablas de
descompresión. Hoy en día muchas organizaciones no enseñan en sus cursos
básicos el manejo de las tablas, algunos solo se limitan a enseñar la "curva de
seguridad".

48
El razonamiento que ofrecen es que si no se les enseña a los alumnos las tablas de
descompresión estos no realizarán inmersiones donde se necesiten hacer paradas
de descompresión. Es, según dicen, una medida de seguridad (a juicio de los autores
de este Manual un tanto extraña).

Para evitar situaciones de stress y por lo tanto el pánico, no basta con aprender una
habilidad. Debemos de conocer esa habilidad hasta que lo hagamos sin tener que
pensar como se hace. Es decir, nuestra respuesta debe ser automática. Esto es muy
difícil de lograr, por no decir imposible, en un par de días. Cierto es que no tenemos
que ser super-nadadores para practicar el buceo recreativo, pero también es cierto
que bucear no es lo mismo que ver un partido de fútbol mientras te tomas una
cerveza sentado en un sillón. Cierto es que el chaleco de flotación es un cómodo
aparato que, si se usa correctamente, nos da un alto grado de seguridad, pero
también es cierto que por muy buen chaleco que tengamos si no sabemos aletear
correctamente de poco nos va a servir en una emergencia, excepto
para que la corriente nos lleve mar adentro sin
hundirnos. Lo que queremos decir es que "ni
tanto ni tan calvo".

Los cursos de buceo que tengan como resultado la


obtención de una titulación por parte del buceador
deben enseñar correctamente a ese buceador
desde el principio. No hace falta tirarse meses
dando aletas alrededor de la piscina, pero si es
necesario que el buceador sepa defenderse
adecuadamente con el equipo ligero. No podemos
considerar habilidades vitales (por ejemplo,
expulsión de burbujas cuando no se tiene el
regulador en la boca) como aprendida hasta que el
estudiante no lo hace automáticamente. No
podemos decir a un estudiante que no le vamos a
enseñar las tablas de descompre-
sión porque no vaya a hacer inmersiones que requieran paradas de
descompresión.

La enseñanza debe ser progresiva (el estudiante avanza al paso 2 cuando domina
totalmente el paso 1) y repetitiva.
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
y
49
Al decir repetitiva no queremos decir monótona, debe ser una "repetición
significativa", es decir se repite algo añadiendo algo nuevo cada vez, algo que motive
al alumno y le haga sentir que esta aprendiendo y mejorando. Se va de simple a
complejo. Cuando el estudiante logra realizar algo complejo se auto-motiva. Al ir de
simple a complejo también aprende los cuatro puntos que son importantísimos para
reaccionar correctamente en una emergencia. Estos puntos son:

► Reconocer el problema;
► Analizar el problema;
► Efectuar un cambio para mejorar la situación
► Mantener la calma y el control.

También se debe reforzar la enseñanza de aquellas habilidades que no suelen ser


rutinarias en el buceo, como por ejemplo:

► Zafado de cinturón;
► Inflar y desinflar el chaleco
► Respiración Kalumet, etc.

Aprovechemos las clases de piscina para mejorar la capacidad física de los alumnos.
En el pasado se pedía que antes de hacer un curso debían demostrar que podían
nadar 200 ó 300 metros en superficie. No hace falta hacer eso hoy en día, pero, ¿por
qué no preparar a los alumnos para que al finalizar el curso puedan nadar 200 ó 300
metros en superficie? ¿Porqué no utilizar los 10 ó 1 5 primeros minutos de cada
clase de piscina para que practiquen y logren este objetivo?. Si nada más, al menos
estaremos mejorando su resistencia, y una mejor forma física les ayudará a fatigarse
menos y la fatiga es una de las principales causas de stress y por lo tanto, de pánico.
Los cursos ACUC están diseñados para hacer de nuestros alumnos buceadores
seguros y con la confianza necesaria, desde el principio. Pueden que nuestros
cursos sean más largos y que incluso cuesten un poquito más, pero el objetivo, es
decir, el incremento de la seguridad en el buceo, bien vale la pena.

50
MAREOS Y VÉRTIGO
6.1 LOS MAREOS
Los mareos y vértigos son dos males, sobre todo el primero, que afectan a un gran
número de buceadores. Son muy frecuentes en los desplazamientos en barco,
cuando estamos en la superficie del agua agitada o cuando nos encontramos en
una pradera de vegetales marinos (Posidonia, algas,etc.) que se desplazan según el
batir de las olas. Los síntomas son muy fáciles de reconocer: palidez, náuseas, y la
cabeza se va, en ocasiones se producen vómitos. No es fácil evitarlos, aunque se
ven favorecidos por:

► La falta de costumbre a montar en barca.


► Dirigirnos a una inmersión después de una copiosa comida.
► Pérdida de puntos de referencia, como ocurre al buceador en zonas de
vegetación muy batidas por el oleaje. En estos casos debemos evitar el
mirar fijamente a la vegetación.
► Cuando tenemos un malestar que puede derivar en mareo y vamos en
barca, éste se agudiza en el momento en que nos ponemos la máscara.

Cuando un buceador sufre mareos, debe abandonar la inmersión, desechando la


extendida creencia de que al tirarse al agua se le pasará. Lo único que puede hacer
el afectado es dirigirse a la playa y descansar hasta que se le pase. Aquellos
buceadores que padezcan de semejante mal pueden utilizar fármacos preventivos,
pero teniendo precaución, pues en algunos casos pueden producir somnolencia.

6.2 EL VÉRTIGO.
El vértigo se produce por pérdida del sentido del equilibrio. Esto puede ser causado
por falta de puntos de referencia, de aquí la importancia de descender por un cabo
lanzado desde el barco.

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También pueden ser causados por una mala compensación en el
tímpano. A veces, el submarinista que no está sufriendo no es
consciente de ello, por lo que debemos ir pendiente del compañero.
Síntomas característicos del vértigo son el mantenimiento de
posturas anómalas y la pérdida de verticalidad en un descenso por
cabo. En estas condiciones transportaremos a nuestro compañero
a la superficie y le sentaremos. Posteriormente visitaremos al
médico para que nos revise el oído. En ocasiones se produce un
vértigo muy agudo, llamado vértigo de Menier. Este se
produce como consecuencia de desequilibrios bruscos en el oído,
que se pueden producir cuando han estado afectados por alguna
lesión reciente. En este vértigo se produce un fuerte silbido,
seguido de una sordera absoluta. Ante semejante situación, el
buceador intenta salir, dirigiéndose hacia donde ve la luz, pero no
siempre escoge el camino correcto. El buceador describe círculos
sin sentido en su trayectoria de huida y a medida que no alcanza la
superficie y va pasando el tiempo, su situación va empeorando por
disminución del aire que lleva y aumento del nerviosismo. En estas
condiciones el submarinista debe ser auxiliado por algún
compañero que le dirija hacia la superficie. Cuando nos veamos
afectados por estos síntomas (silbido y sordera) debemos cerrar los
ojos, auto-abrazarnos y tratar de permanecer quietos durante
unos segundos hasta que la sensación pase. Si no pasa, podemos
intentar ascender utilizando el chaleco
hidrostático. El vértigo suele pasar en unos segundos, pero en ocasiones, podemos
estar tan desorientados que no sabemos hacia dónde está la superficie o dónde está
el fondo. Si esto sucediese, podemos utilizar algunas de las pistas que la física y la
naturaleza nos ofrece, por ejemplo:

► Las burbujas siempre suben hacia la superficie


► Un poco de agua dentro de nuestra máscara puede actuar como un nivel,
indicándonos nuestro grado de inclinación lateral -- El peso de los plomos
es siempre hacia el fondo
► El aire del chaleco nos lleva a superficie
► Si se puede mirar al profundímetro sabremos si estamos descendiendo o
ascendiendo
► El agua obscurece y se enfría según descendemos, mientras que si
ascendemos hay más luz y más calor, etc.

52
PROBLEMAS CON EL EQUIPO
Este es un capítulo importante ya que en él se mencionan la mayor parte de los
percances que se pueden presentar buceando. Estos no suelen pasar de pequeños
sustos o incomodidades, pero no dejan de entrañar cierto riesgo en determinadas
ocasiones, según el tipo de inmersión, el tiempo transcurrido, la actitud y aptitud del
buceador, las condiciones ambientales, etc. En este capítulo se tratan cuestiones,
muchas de ellas, fácilmente solucionables si nos paramos a examinar nuestro equipo
y a hablar de la inmersión antes de comenzarla. Es muy frecuente en los buceadores
con cierta experiencia el dar por buenas y por sabidas, todas las cuestiones que
puedan ser planteadas en la inmersión que vamos a realizar. Esta actitud es la causa
de "descuidos" que pueden convertirse en pequeños apuros, incómodos e incluso
irritables. No cuesta nada prestar un poco de atención a los materiales de la
inmersión e incluso a las características de ésta, antes de comenzarla. Por estos
motivos, recomendamos que se realicen tres chequeos previos, los dos primeros
en superficie, de generalidades y normativas y el último de adecuación a la inmersión
y búsqueda de fugas.

El primer chequeo se realiza en el embarcadero, antes de subir al barco, el segundo


antes de tirarnos al agua y el tercero en los primeros metros de inmersión. El primer
chequeo se realiza según los siguientes controles:

► Confirmación del material personal: cada buceador debe desplegar su


material personal necesario para la inmersión, delante de él y de forma
ordenada, comprobando que tiene todo.
► Colocación del equipo personal: cada buceador montará su equipo de
inmersión y lo ajustará.
► Comprobación del estado: cada buceador probará sus aparatos, en
superficie, observando si existe algún fallo, en cuyo caso cambiará el
material defectuoso por otro en buen estado.
► Elección de pareja: los buceadores confirmarán quién es su pareja y si
está dispuesta a realizar la inmersión.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


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► Características de la inmersión: se comentará, principalmente por parejas,
la profundidad máxima a alcanzar, tiempo estimado de la inmersión,
atmósferas en las que se da la señal de regreso y las particularidades
locales (corrientes, turbidez, estructuras cortantes, presencia de redes)
► La embarcación: la persona que se vaya a hacer cargo de manejar la
embarcación confirmará el buen estado de ésta, si lleva combustible
suficiente y si la embarcación es pequeña, se preocupará de llevar remos.
► Disposición en la embarcación: una vez preparada se hace entrar a los
buceadores con sus equipos, colocándolos de manera que no impidan la
correcta navegación de la barca y no reduzcan la visibilidad al que la
comanda.

El segundo chequeo se hace justo antes de tirarnos al agua desde la embarcación:

► Acuerdo de señales: las parejas repasarán las señales subacuáticas más


corrientes y acordarán aquellas especiales para la inmersión a realizar, si
fueran necesarias.
► Características de la inmersión: se repasarán nuevamente los pormenores
de la inmersión y se señalarán ¡n situ las peculiaridades locales.
► Equipamiento y comprobación: cada buceador se equipará
completamente, solicitando ayuda a su compañero si fuese necesario, y
comprobará que todos sus elementos funcionan perfectamente. Aquí es
importante recordar, principalmente a los propensos al mareo, que el
colocarse la máscara nos puede marear de forma repentina, al perder la
visión lateral.
► Localización del punto Heimlich: tomaremos referencias del punto en el
que debemos aplicar presión en la maniobra de Heimlich, si fuera
necesario, en el equipamiento de nuestro compañero. En general el punto
de presión suele estar en el centro del cinturón del jacket o ligeramente por
debajo de él.
► Sistema CHAPO: Chaleco, Aire, Pesos y Otros. Este sistema consiste en
hacer una comprobación del equipo del compañero. Las siglas nos ayudan
a recordar lo que debemos comprobar

El tercer chequeo se realiza una vez que estamos en el agua, en la superficie


en los tres primeros metros de inmersión:

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► Comprobación de equipamiento: cada buceador comprobará que
después del salto, todos los elementos de su equipo están en el lugar
adecuado y no se han descolocado.
► Revisión del compañero: cada buceador se acercará a su compañero y
revisará su material, observando que no le falta nada y no tiene fugas.
► Señalización horaria: cada buceador señalizará la hora de comienzo de
inmersión en hora. Actualmente muchos buceadores llevan ordenadores
de buceo, es importante recalcar que aunque facilitan enormemente el
control de la inmersión, no se debe sumergir sin los aparatos mecánicos
correspondientes (reloj, profundímetro, manómetro y tablas), en previsión
de un posible fallo en el ordenador, que no es la primera vez.
► Descenso y comprobación del amarre del barco: el descenso se
realizará agarrado a un cabo lanzado y asegurado al barco, sobre todo en
las zonas con corrientes. Al llegar al fondo comprobaremos que el ancla
está en lugar seguro y el barco no se desplazará. Debemos recordar que
las normas de navegación no autorizan a dejar una embarcación anclada
sin tripulación, fuera de las zonas autorizadas para ello.

7.1 FALLOS MÁS FRECUENTES 7.1.1


En las botellas:

* Pérdida de aire:

En ocasiones al colocar el regulador en la grifería de la botella y abrirla, oímos una


pérdida de aire. Esta puede estar producida por dos razones principales, la mala
colocación del regulador en la grifería o el mal estado de la junta tórica de la grifería.
En el primer caso, con colocar bien el regulador se resuelve el problema. En cuanto a
las juntas tóricas, debemos recordar se van deteriorando con el tiempo, por lo que
deben ser revisadas con frecuencia. Es una buena costumbre llevar juntas tóricas de
repuesto en cajas para evitar que se mojen. Algunos buceadores llevan juntas tóricas
de reserva en el chaleco con el que se sumergen, de manera que éstas están
expuestas al deterioro producido por el agua del mar.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


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Este método es una buena manera de llevar juntas con nosotros, pero debemos
tener cuidado, pues al estar sometidas al agua se deterioran más rápidamente que si
las mantenemos en cajas estancas. Siempre que vayamos a realizar una inmersión
fuera de lo ordinario (por debajo de los 30 metros, inmersión en pecios, bajo hielo,
etc.) tendremos la precaución de comprobar el buen estado de las juntas o incluso
cambiarlas, si lo creyéramos oportuno. Aunque no es frecuente que una junta tórica
salte pasado un tiempo de estar sometida a presión, no es imposible y en ocasiones
se ha producido dicho accidente, vaciándose la botella en poco tiempo. Sin embargo
que esto ocurra con juntas en perfecto estado es mucho más difícil.

Las griferías y reguladores con sistema de conexión DIN son las más seguras, pues
reducen el número de juntas tóricas y el tamaño con lo que se reduce en cierta
medida el número de golpes, además, en caso de golpe en la grifería, el sistema DIN
es más fijo que el INTERNACIONAL, con lo que no se producirán pérdidas de aire.

* Flujo insuficiente:

Los buceadores en el embarcadero comprobamos nuestros equipos, abrimos la


botella, verificamos que el regulador nos da aire y con frecuencia volvemos a cerrarla
para colocarnos en el barco. Al tirarnos al agua, si no la abrimos nos llevaremos una
sorpresa. En general, los buceadores tienden a comprobar si tienen abierta la botella,
purgando el regulador o demandando aire con la boca un par de veces, esto no
siempre es suficiente, pues en el latiguillo, en la mayoría de los reguladores, queda
aire después de que abriéramos la botella en el embarcadero para más demandas.
Por este motivo se recomienda que se demande aire con 4 respiraciones profundas,
como mínimo. En otras ocasiones no nos llega aire suficiente, lo más probable es
que la botella no esté suficientemente abierta. Esto es fácil de saber pues al
demandar aire a través del regulador, se observa que la aguja del manómetro cae
bruscamente.

* Aire contaminado:

Cuando vamos a probar que nuestro equipo funciona correctamente, debemos oler
el aire que sale a través del regulador, especialmente cuando ésta lleva cargada
durante mucho tiempo o cuando cargamos en lugares que no nos den mucha
garantía. Si detectáramos un olor o un sabor raro, debemos vaciar la botella y
cargarla de nuevo.

56
* Pérdida de la botella en inmersión:

Si la botella no está bien colocada en los atalajes del chaleco, puede escurrirse
durante la inmersión. Para evitar que esto ocurra, antes de su colocación mojaremos
los atalajes del chaleco con el agua del lugar donde vayamos a sumergirnos. Las
redecillas que se colocan en las botellas, suelen fijar mejor los atalajes. Las botellas
que no llevan redecillas, se escurren con más facilidad, para ello se pone en la cinta
del jacket una pieza de goma que impide que ésta resbale. Sin embargo, no está de
más que nuestro chaleco disponga de una pequeña cinta que pueda pasarse por la
grifería de la botella que impida que la botella se caiga si se resbala.

* Griferías con reserva:

Cada vez son menos usadas, ya que traen más problemas que beneficios. En la
actualidad se usa manómetro, que en todo momento nos indica el aire que nos
queda. Los mecanismos de reserva pueden accionarse por accidente debajo del
agua, o no poder accionarlos por no acceder a la varilla o porque está bloqueado. En
cualquier caso, si fuera necesario no dispondríamos del aire de reserva. Por ello se
desestima el uso de griferías con reserva.

* Sonidos dentro de la botella:

Con el tiempo el revestimiento interior de las botellas se va deteriorando, cuando


éste no existe aparece el óxido en su interior, produciendo el desprendimiento de
pequeños fragmentos del tanque, estos son los causantes del sonido. Cuando esto
ocurre debemos llevar la botella a una casa especializada para su restauración. Una
manera de prolongar la vida de nuestra botella es guardarla con algo de aire, para
evitar la condensación de vapor que facilite el óxido.

7.1.2 En los latiguillos

* Protectores:

El punto más débil de los latiguillos es la unión con su presilla, es la parte cuyo
deterioro es más rápido. Para proteger esta zona basta con acoplar un protector de
latiguillos en cada uno, esto lo protegerá de rozaduras, golpes y dobleces excesivas.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


57
Estos consisten en un pequeño tubo hueco de goma dura por el que se mete el
latiguillo. De vez en cuando es conveniente retirar los protectores para comprobar el
estado de los latiguillos.

* Orificios y roturas:

En general estos fallos se producen por el mal estado del material. Si los orificios no
son muy grandes, se suele apreciar un pequeño burbujeo que no suele tener
mayores complicaciones (con esta pérdida no debemos realizar inmersiones que
entrañen algún posible peligro). El buceador valorará la pérdida de aire y actuará en
consecuencia. Aunque no debe olvidar, al salir del agua, que debe cambiar esos
latiguillos por otros en buen estado. No es nada frecuente que los latiguillos de los
reguladores monotráquea se rompan pues son muy resistentes, pero no es
imposible, sobre todo en los que son muy antiguos. Si esto ocurriera daremos por
terminada la inmersión. Si la rotura no es muy grande y se ha producido en el
latiguillo de la segunda etapa, pondremos el dedo en el orificio para facilitar la
demanda de aire, aunque no debemos dejar de avisar a nuestro compañero y
realizar el ascenso juntos, tomando las medidas pertinentes.

Cuando la rotura se produce en el latiguillo del manómetro lo mejor que se puede


hacer es dar por terminada la inmersión. Intentaremos cerrar la rotura con los dedos
mientras avisamos al compañero para que cierre la botella. Al romperse el latiguillo
del manómetro, la botella se vacía a gran velocidad y la expulsión masiva de aire
puede originar problemas serios en lugares cerrados (pecios, túneles, etc.),
generando gran turbidez. La mejor manera de deteriorar un manómetro es llevarlo
suelto durante la inmersión. Los sucesivos golpes que recibe lo van dañando sin que
nos demos cuenta, por ello debemos llevarlo siempre sujeto en los agarres que el
chaleco tiene para tal efecto.

7.1.3 En el regulador

* Flujo de aire insuficiente:

Al demandar aire bajo por la segunda etapa del regulador puede que no recibamos
toda la que deseamos, para encontrarnos a gusto. En general pueden ser dos
causas básicas; quizá el regulador esté mal tarado ("el regulador está duro") o
nuestro regulador presenta un sistema de nivelación de flujo (palanca + y -) y no está
colocado en la posición adecuada.

58
En el primer caso, regulador duro, se soluciona tarando la primera etapa a la presión
de trabajo adecuada. Para ello, llevaremos el regulador a revisiones anuales para
que nos lo mantengan a punto. En segundo caso (palanca de regulación de flujo),
bastará con conocer perfectamente las posiciones y manejarlas de manera que
obtengamos un flujo de aire que satisfaga nuestras necesidades.

En cualquier caso, tener correctamente regulado el flujo de nuestro regulador es


importante, pues nos evitará problemas de fatiga, dolores de cabeza durante la
inmersión o a su termino, nerviosismo y stress, y en ocasiones intoxicaciones por
C02.

* Flujo constante:

Al comprobar si funciona correctamente nuestro regulador, podemos encontrarnos


con que la segunda etapa no retiene el aire, sino que la va cediendo sin necesidad de
demanda. Esta avería se produce frecuentemente por descuido con el material al no
tener bien tarada la primera etapa del regulador o la segunda. Si esto es así la única
solución es revisar el regulador y tararlo correctamente. En otras ocasiones este
problema tiene una solución más sencilla, pues la causa es mucho más simple. Nos
puede ocurrir que seamos un poco descuidados con el material, de manera que
entren partículas en la segunda etapa que presionen la gran membrana. Bastará
entonces con cerrar el grifo de la botella y limpiar con cuidado y en húmedo la gran
membrana. Este fallo es más frecuente de lo que desearíamos, pues muchos
buceadores, en el caso por ejemplo de los sistemas octopus (dos segundas etapas
con una sola primera etapa), descuidamos la colocación de la segunda etapa
adicional y ésta puede quedar arrastrando en el suelo permitiendo la entrada de
partículas en ella. Es buena costumbre, una vez que hemos comprobado que nuestro
regulador funciona, el sujetar el latiguillo de la segunda etapa adicional en los veleros
autopegables o en las abrazaderas de sujeción que tienen los chalecos para tal
efecto.

A veces podemos encontrarnos con que a pesar de ser muy cuidadosos, el regulador
entra en flujo constante. En general, se debe a que la membrana está poco elástica y
al abrir la botella se bloquea produciendo salida de aire. En este caso solucionamos
el problema poniendo un dedo en la boquilla de la segunda etapa, que impida que
salga el aire.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


59
Este simple hecho hace que la membrana vuelva a su posición original y se
solucione el problema. Cuando nos encontremos en una situación de flujo constante
bajo el agua, seguiremos respirando normalmente, si es posible, según se lo
comunicamos a nuestro compañero y damos por concluida la inmersión. Si la
cantidad de flujo que se produce es tan grande que nos impide respirar bien, se lo
comunicaremos a nuestro compañero para ascender en Kalumet.

* Entrada de agua en la segunda etapa del regulador.

Es muy desagradable que esto ocurra, aunque la peligrosidad del hecho dependerá
de la cantidad de agua que entre. Puede ocurrir por varios motivos, bien por que la
boquilla esté rota, con cambiarla es suficiente; en el peor de los casos, que se rompa
la boquilla del todo, debemos mantener la calma y respirar a través del orificio donde
se coloca la boquilla, no existe ningún problema excepto la incomodidad. También
puede ocurrir que el fallo esté en la gran membrana, bien por que esté vieja,
endurecida y haya perdido su elasticidad o por que esté agujereada. En estos casos
debemos cambiarla. En ocasiones el problema aparece por que la válvula de
expulsión no cierra correctamente, en este caso se cambia, aunque no siempre es
tan fácil como se dice, por lo que debemos llevar el regulador a un técnico.

* Congelación del regulador:

Este caso no es frecuente que se presente en los buceadores, a menos que


practiquen el buceo bajo hielo o en aguas por debajo de los 5°C. En cualquier caso,
sólo nos encontraremos en estas situaciones si las vamos buscando. Por ello no
recomendamos a buceadores que carezcan del conocimiento necesario para bucear
bajo hielo, sifones, aguas polares o de deshielo, etc. que se metan en ellas; ya que
se debe bucear con el equipo adecuado, pues no todos los reguladores están
preparados para ello. La congelación del regulador se puede producir con agua a
5°C o menos, debido a que el aire al salir de la botella y expandirse en la primera
etapa, desciende mucho su temperatura. Si este aire se encuentra con algo de
humedad puede congelarse, impidiendo un correcto asentamiento de la válvula de
admisión de aire. Esto es muy importante tenerlo en cuenta, pues nos está indicando
que cuando estemos en lugares con temperaturas aéreas bajas, no podemos mojar
el regulador y luego sacarlo a superficie.

60
Los reguladores que presentan en la primera etapa pistón son más propensas a sufrir
congelaciones que los que tienen membrana, aunque estos tampoco quedan libres
de problemas. Para solucionar estos problemas existen unos reguladores especiales
que presentan fluidos anticongelantes. En la segunda etapa también pueden surgir
problemas de congelación, sobre todo al demandar aire a través de ella fuera del
agua, si ha sido mojado previamente. Lo normal es que se produzca una entrada en
flujo constante. En ambos casos, congelación de la primera o la segunda etapa,
cuando se produzca flujo constante se debe actuar como en cualquier otro caso en el
que ocurra. Para evitar estos problemas debemos mantener el regulador seco. Es
muy importante recordar que para bucear en aguas y en lugares en los que pueda
ocurrir esto, debemos tener los conocimientos técnicos que se imparten en el curso
de especialidad de Buceo bajo Hielo de ACUC.

7.2 PÉRDIDA DE LAS GAFAS


Bien sea por la rotura del cristal, de la tira de
sujeción o por que un compañero nos la retira,
podemos encontrarnos con que no vemos debajo
del agua. Cuando tenemos los ojos en contacto
directo con el agua, nuestra definición visual es la
misma que si tuviéramos 40 dioptrías, es decir
todo está borroso. En este caso recurriremos a
nuestro compañero para que nos dirija. Si el cristal
de la máscara está roto, pondremos la cara hacia
abajo y nos la quitaremos con cuidado para que
ningún cristal nos toque los ojos. Si la correa se ha
roto sujetaremos la máscara con la mano e
iniciaremos la emersión con el compañero. Si la
gafa se ha caído, llamamos al compañero para que
nos la busque, pero si estamos solos, buscaremos
la luz para iniciar el ascenso y no perderemos
tiempo en buscarlas. El ascenso se realizará con
un

brazo levantado para evitar el choque contra algún objeto, pudiendo poner la mano
libre a modo de visera sobre los ojos, para atrapar burbujas que nos permitan tener
mejor visibilidad y que la ascensión sea más fácil.
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
y

7.3 PÉRDIDA DEL CINTURÓN DE PLOMOS


No es fácil que ocurra a menos que nos lo hayamos colocada mal, que se rompa la hebilla o lo
soltemos accidentalmente. En el caso en el que el chaleco que llevemos tenga una sujeción a
cintura parecida a la del cinturón de plomos, debemos colocar ambos en sentidos contrarios y
recordar su colocación. Si en algún momento ocurriera esto, no podremos mantenernos en el
fondo y saldremos irremediablemente con "subida en balón". En ese momento nos pondremos
verticales, con la cabeza hacia atrás, con la boca abierta y diciendo la letra "A" continuamente,
hasta llegar a superficie, para evitar un accidente de sobrepresión pulmonar.

7.4 PÉRDIDA DE LAS TABLAS DE DESCOM


PRESIÓN
En el caso de que realicemos una inmersión que pueda requerir descompresión, debemos
planificarla en superficie. Pero si en el fondo y al terminar la inmersión vamos a consultar la tabla
de descompresión y la hemos perdido, y no recordamos los cálculos realizados en superficie,
podemos saber con cierta certeza, aunque no de manera absoluta, si hemos entrado en
descompresión con la REGLA DEL 90. Esta regla se basa en las tablas de la marina americana.
La regla del noventa nos permite conocer el tiempo de inmersión sin descompresión de la
siguiente manera:

► Debemos conocer la constante 90, la profundidad máxima alcanzada y usar el número


2 como multiplicador,
► Multiplicamos la profundidad máxima alcanzada por dos y el resultado se lo restamos
a 90, obteniéndose el tiempo máximo de permanencia sin descompresión a la cota
que hemos estado.

Ejemplos:

a.- Calcular el tiempo máximo de permanencia a 17 m. sin entrar en descompresión:

17 * 2 = 34; 90 - 34 = 56

según nuestros cálculos podríamos estar 56 minutos sin entrar en descompresión, si miramos
en las tablas nos da un tiempo de 60 minutos.

62
b.- Calcular el tiempo máximo de permanencia a 22 metros sin entrar en
descompresión: 22 * 2 = 44; 90 - 44 = 46

a 22 metros en las tablas el tiempo máximo de descompresión permitido en tablas es


de 40 minutos, luego hay un error de 6 minutos. Estas diferencias marcadas se
mantienen hasta la profundidad de 40 m: 40 * 2 = 80; 90- 80 = 10

En las tablas también se nos marcan 10 minutos de permanencia máxima. Pero este
sistema sólo sirve para aquellas profundidades en las que al multiplicar por dos, no
dan números superiores a 90, pues en este método nunca pueden dar valores
negativos. Por lo tanto el límite de esta regla está en los 45 m. Veamos algunos
ejemplos comparativos:

Regla del 90; Tiempo en tablas U.S. NAVY

18 m.; 18 * 2 = 36; 90 - 36 = 54 min. (60 min)


20 m.; 20 * 2 = 40; 90-40 = 50 min. (50 min)
21 m.; 21*2= 42; 90-42 = 48 min. (50 min)
23 m.; 23 * 2 = 46; 90-46 = 44 min. (40
min) 30 m.; 30 * 2 = 60; 90 - 60 = 30 min.
(25 min)
39 m.; 39 * 2 = 78; 90 - 78 = 12 min. (10 min)
40 m.; 40 * 2 = 80; 90-80 = 10 min. (10 min) 45 m.; 45 * 2
= 90; 90 - 90 = 0 min. (05 min)

¡Atención a los números en negrillas!

7.5 DESCOMPRESIÓN OMITIDA POR CAUSAS


FORZOSAS
Algunas veces nos podemos ver en una situación de extrema seriedad debido a
circunstancias que no podemos controlar o planificar. Imaginemos que estamos
realizando una descompresión y de repente aparece un curioso tiburón blanco,
aunque no es lo recomendable, lo que la mayoría de nosotros podríamos hacer es
olvidarnos de la descompresión y salir del agua. Dependiendo de las circunstancias
lo que debemos hacer es lo siguiente:

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


63
- Si estamos cerca de una cámara hiperbárica: No esperar más e ir a la cámara
hiperbárica, decirles lo que ha pasado (omisión de parada de descompresión
obligatoria) y permitir que ellos te examinen y actúen como crean que es debido.

- Si estamos lejos de una cámara hiperbárica: Esperaremos 5 minutos desde que


salimos del agua, si es posible respirando oxígeno. Si existen síntomas de
descompresión iniciaremos la evacuación a una cámara hiperbárica, aunque ésta
esté lejos. Si al cabo de los 5 minutos NO existen síntomas de descompresión,
cogeremos una botella llena y nos sumergiremos a una profundidad de 12 metros,
donde permaneceremos 1/4 del tiempo del tiempo de la parada omitida. Una vez
transcurrido este tiempo ascenderemos a 9 metros, donde permaneceremos 1/3 del
tiempo de la parada omitida. Una vez transcurrido este tiempo ascenderemos a 6
metros, donde permaneceremos 1/2 del tiempo de la parada omitida. Una vez
transcurrido este tiempo ascenderemos a 3 metros, donde permaneceremos 1-1/2 el
tiempo de la parada omitida. Si al dividir el tiempo obtenemos fracciones siempre nos
¡remos al entero inmediatamente superior, por ejemplo: 10 / 4 = 2,5, cogeremos 3.
Por ejemplo, digamos que la parada omitida fue de 10 minutos a 3 metros:

► Descendemos a 12 metros donde permaneceremos 3 minutos


(10/4 = 2,5)
►• Ascendemos a 9 metros donde permaneceremos 4 minutos
(10/3 = 3.3)
► Ascendemos a 6 metros donde permaneceremos 5 minutos (10/2 = 5)
► Ascendemos a 3 metros donde permaneceremos 15 minutos (10 * 1,5 =
15)

Una vez hecho esto saldremos del agua y emprenderemos viaje, sin demora, a la
cámara de descompresión más cercana, respirando oxígeno si es posible, donde se
nos pondrá en observación. La realización del ejercicio anterior no exime de la visita
a la cámara de descompresión, es simplemente una medida de emergencia. Lo
descrito no debe confundirse con la recompresíón en agua, lo cual esta totalmente
desaconsejado. Para poder realizar la medida de emergencia anteriormente
mencionada el buceador no debe tener ningún síntoma de enfermedad de
descompresión y debe encontrarse totalmente normal. Obvia decir que el buceador
deberá estar completamente supervisado por alguien cuando esta realizando la
descompresión mencionada.

64
ACTUACIONES DE
SALVAMENTO EN EL AGUA

Denominamos salvamento al conjunto de actuaciones que se realizan para alejar a


una víctima de la causa del accidente. En nuestro caso podemos encontrarnos con
Peligro en superficie, con víctima consciente o inconsciente o Peligro bajo el agua,
con víctima consciente o inconsciente. Ambos casos pueden producirse cuando
disponemos de equipo ligero, pesado o ninguno.

8.1 SALVAMENTO EN SECO


Se utilizará cuando la víctima esté consciente y en superficie. El socorrista acercará
algún utensilio de auxilio al afectado, como un remo, un flotador o incluso un cabo.
Esta operación debe realizarse siempre que sea posible, pues al no meterse el
socorrista en el agua, reducimos el peligro de la intervención.
8.2 SALVAMENTO A NADO
Se utilizará cuando no sea posible el anterior. El
procedimiento a seguir será:

► Si tenemos ropa de calle debemos


desnudarnos, para que ésta no nos
impida la movilidad.

► Daremos la señal de alarma, para


que los servicios especializados de socorrismo que se encuentren en la
zona se percaten de la situación.
Antes de lanzarnos tomaremos un punto de referencia que esté en línea
con la víctima, utilizando, si es posible la ayuda de otras personas (ver
figura).

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


65
► Nos meteremos en el agua por una zona fácil y sin tirarnos de
cabeza, a menos que conozcamos el fondo, si estamos obligados a
lanzarnos (por encontrarnos en un barco o en un puente) lo haremos con
los pies por delante.

8.2.1 ACERCAMIENTO A LA VÍCTIMA


Debemos dirigirnos al afectado nadando en
superficie de forma que no nos fatiguemos, y sin
perder de vista a la víctima. A medida que nos
acercamos a la víctima gritaremos para darle
ánimo e instrucciones, algo así como: "Tranquilo
que ya te alcanzo" "Infla tu chaleco" "Quítate los
plomos", etc. Cuando estemos cerca de la víctima
debemos sumergirnos para cogerlo por la
espalda. Una creencia muy generalizada es que
el socorrista puede utilizar la fuerza y golpear a la
víctima. Esta técnica no sólo no vale para nada
sino que puede empeorar la situación.
66
El estado de stress de la víctima es tan grande que le puede dotar de una fuerza
incontrolada y una gran resistencia a los daños, de manera que es posible que no
podamos desmayarlo. Si en el intento no pierde el conocimiento, puede llegar a
pensar que intentamos ahogarlo, con lo que la presa que realizaría puede ser tan
fuerte que presentaría graves consecuencias para el socorrista.

8.2.2 PRESAS Y ZAFADURAS


Si cometemos un error al acercarnos a una persona que se está ahogando, ésta se
agarrará a nosotros con fuerza, es decir lleva a cabo una presa. Debido a ello
nuestra movilidad como socorristas queda reducida y en muchos casos impedida.
Además, en semejante situación, la presa puede ser de tal envergadura que puede
ahogarnos, a menos que sepamos librarnos de ella, es decir, realicemos una
zafadura. Las presas más corrientes son de cuello, cintura, muñecas y espalda.
Presa de cuello: La víctima coge al socorrista por
el cuello con las manos o con los brazos.

Zafadura: el socorrista tapa la nariz y la boca de la


víctima a la vez que empuja su mentón hacia
atrás, coloca la rodilla o el pie (según la distancia
que los separe) sobre el pecho o abdomen de la
víctima y extiende los brazos bruscamente. De
esta manera, la sofocación hará que la víctima
suelte (ver figura).

Presa de cintura: El socorrista es rodeado por la


cintura con los brazos de la víctima.
Zafadura: el socorrista debe liberar uno o dos de sus brazos y realizará las
operaciones descritas para el caso anterior.

Presa de muñecas: La víctima atrapa al socorrista por las muñecas, anulando la


movilidad de sus brazos.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


Zafadura: el socorrista coloca la rodilla en el pecho o abdomen de la víctima,
extiende sus brazos y los baja bruscamente girando las muñecas para liberarlas.
Presa de espalda: El socorrista es atrapado por
el cuello o la cintura siendo anulados sus
movimientos.

Zafadura: el socorrista toma aire y se sumerge a


la vez que inicia una voltereta, para colocarse
detrás de la víctima. En general cuando ninguna
de las zafaduras pueden realizarse, el socorrista
debe realizar una profunda inspiración y
sumergirse junto con la víctima, de manera que la
víctima soltará debido a la falta de aire. Esta
operación entraña algunos riesgos, pues puede
ocurrir que no suelte o tarde mucho en soltar,
provocando una situación límite, aunque por regla
general, lo último que una víctima desea hacer es
meter la cabeza bajo el agua (ver figura).
68
8.3 TÉCNICAS DE ARRASTRE EN EL AGUA
Con respecto al material se nos pueden dar tres casos: sin equipo, con equipo ligero
y con equipo pesado. En cada una de estas situaciones debemos tener en cuenta si
la víctima está consciente o inconsciente. En el transporte es muy importante llevar a
la víctima cerca de nuestro pecho o sobre él. De esta manera facilitamos nuestra
natación e impedimos que su cabeza se sumerja.

8.3.1 SIN EQUIPO


- Remolque facilitado: El accidentado está tranquilo y nos puede ayudar en su
transporte, se agarrará a nuestros hombros y se dejará llevar.

- Sujeción por hombros: El socorrista coloca la cabeza de la víctima sobre su


pecho y la sujeta por las axilas, el desplazamiento se realiza con patada de braza.
Esto es útil par llevar heridos conscientes.

- Sujeción por un hombro y barbilla: El socorrista se coloca a la víctima encima de


un hombro, pasa un brazo por la axila de éste, a la vez que sujeta la barbilla con la
mano. Con esta técnica el socorrista dispone de un brazo libre para facilitar su
natación. Esta técnica es buena para víctimas inconscientes.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


' 69
- Sujeción de cabeza: El socorrista coloca sus manos sobre las orejas de la víctima
y sujeta su barbilla con los dedos meñiques, manteniendo los brazos estirados y la
cabeza del afectado fuera del agua. Las piernas se mueven con patada de braza.
Técnica utilizable para víctimas inconscientes, con y sin equipo (ver figura).

- Sujeción de brazo: El socorrista dobla el brazo


a la víctima colocándolo en su espalda, se pone
de costado y apoya la cabeza de la víctima sobre
un hombro. De esta manera queda un brazo libre
y las piernas se mueven con patada de crawl.
Esta técnica es útil para víctimas inconscientes
(ver figura).

8.3.2 CON EQUIPO LIGERO


En este caso nos vemos limitados en los
movimientos de las piernas por las aletas, de
manera que sólo se puede realizar patada de
crawl. También debemos tener en cuenta que si
colocamos a la víctima sobre nuestro pecho,
nuestro movimiento de

piernas se verá impedido en muchas ocasiones. Además, al llevar equipo ligero, es


frecuente portar plomos. Estos deben retirarse en la víctima, para facilitar su
flotabilidad, mientras que el socorrista debe mantenerlos, a menos que no lleve
neopreno, pues al tener un poco hundida la zona media del cuerpo, se facilita la
natación.

- Herido inconsciente, consciente intranquilo o mar con olas: El socorrista


realiza una Sujeción de hombro y barbilla o una Sujeción de brazo.

- Herido consciente y tranquilo: El socorrista coloca los pies de la víctima


apoyados en sus hombros y empuja al herido boca arriba. Esta técnica que es muy
cómoda para el socorrista, sólo puede ser utilizada para víctimas conscientes,
tranquilas y en mares calmados (ver figura).

- Herido consciente e intranquilo: En este caso se le puede transportar con


Sujeción de hombros y barbilla, Sujeción de brazo o de la axila pero nadando en
paralelo a él (ver figuras).

70
8.3.3 CON EQUIPO PESADO
En este caso las formas de transporte son ¡guales a las aplicadas con equipo ligero, aunque
podemos agarrarlo más fácilmente de la grifería o del chaleco. Si tenemos dificultades para
transportar a la víctima porque nos estorbe su equipo, soltaremos su botella e incluso el chale co,
si hacemos esto debemos recordar que siempre hay que soltar sus plomos primero. El socorrista
no se desprenderá de sus aparatos, pues en caso de gran dificultad en el transporte podrá utilizar
el regulador y respirar sin tragar agua.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


8.3.4 COMBINACIÓN DE ARRASTRE EN SUPERFICIE Y
RESPIRACIÓN ARTIFICIAL
Cuando nos encontramos con una víctima en el agua que no respira, debemos considerar las
siguientes circunstancias: Si el punto de salida del agua está cercano y no tenemos demasiada
experiencia en respiración artificial en agua, nuestra primera prioridad es sacar rápidamente a la
víctima del agua, ya que tratar de hacer la respiración artificial en agua puede ser peor que no
hacerla. Si estamos lejos del punto de salida, no debemos esperar para empezar a aplicar la
respiración artificial, aunque no tengamos demasiada experiencia.

77
La forma de realizarla según la transportamos, es la siguiente:
► Colocamos a la víctima boca arriba,
► Le retiramos la máscara, plomos y
botella (si es factible y no nos hace
perder mucho tiempo).
► Nos colocamos a su espalda, cogemos
nuestra tuba e introducimos la boquilla
en la boca del afectado.
► Ponemos la mano sujetando la boquilla
de forma que el dedo meñique y el
anular queden debajo y el corazón,
índice y pulgar encima, de manera que
puedan tapar la nariz.
► Comenzamos a insuflar aire al afectado
según el ritmo de 12 a 16 ventilaciones
por minuto, para facilitar la salida de aire
de sus pulmones dejaremos de pinzar su
nariz (ver figura).

Esta es una técnica difícil, que debemos practicar


frecuentemente en piscina

8.4 COLOCAR BOCA ARRI-


BA A UNA VÍCTIMA IN-
CONSCIENTE EN SUPERFI-
CIE
Cuando nos encontremos con una víctima inconsciente boca abajo en el agua,
debemos girarla rápidamente, esta operación es sumamente sencilla: Estiramos los
brazos de la víctima hacia delante, el socorrista se coloca de frente y con sus brazos
cruzados agarra las muñecas del desmayado, al poner los brazos en posición
normal, mediante un movimiento enérgico, el herido gira con facilidad.
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
'

73
8.5 SALVAMENTO EN PROFUNDIDAD. TÉCNI-
CAS DE ASCENSO
Cuando vamos a atender a un compañero en el fondo, podemos encontrarnos con
varias situaciones:

► Ascensos en Kalumet. Falta de aire: Víctima consciente y


tranquila o Víctima consciente e intranquila y/o desorientada
► Ascensos sin problemas de aire: Víctima consciente que no puede
ascender o Víctima inconsciente
En cualquiera de los casos, nos veremos
obligados a utilizar el chaleco hidrostático, bien el
propio o el del compañero. Por ello, es
conveniente que analicemos brevemente las
ventajas e inconvenientes de la utilización de uno
u otro.

► Utilización del chaleco del acciden-


tado

•- Ventajas: Si el afectado
se suelta siempre llegará a
superficie, a menos que
exista algún obstáculo que lo
impida.
• Inconvenientes: El afecta-
do puede sufrir un accidente
de sobrepresión pulmonar si
no suelta el aire en el
ascenso, bien por pánico o
por adoptar una postura en la
que se le bloquee la salida
del aire. Puede que el soco-
rrista no conozca bien el
manejo del chaleco, por lo
que perderíamos tiempo y
eficacia en el rescate, ya que
la maniobrabilidad
74
debe ser pensada. No conocemos el estado del materia del
afectado, con lo que podemos llevarnos una desagradable
sorpresa si éste no funciona adecuadamente.

► Utilización del chaleco del socorrista

• Ventajas: En caso de que el accidentado se suelte no sufrirá un


accidente de sobrepresión. Conocemos perfectamente su
funcionamiento, por lo que nuestros movimientos serán
automáticos y además estamos seguros del estado del material.
• Inconvenientes: Si el afectado se suelta puede caer al fondo

Por estas razones se recomienda que se utilice el chaleco del socorrista con víctimas
conscientes y el de la víctima cuando ésta esté inconsciente.

8.5.1 ¿COMO INTERVENIMOS?


Atendiendo a las posibilidades antes mencionadas,
con las que nos podemos encontrar, es lógico
pensar que los métodos de actuación son
diferentes, pero en el comportamiento del
buceador afectado habrá siempre una respuesta
común, ésta es: NUNCA INTENTARA
AGARRARSE A NOSOTROS, SIEMPRE
QUERRÁ ASCENDER. Esta respuesta es justo lo
contrario con lo que nos vamos a encontrar en el
momento en que alcancemos la superficie con él,
pues intentará mantenerse a flote sujetándose al
socorrista, por ello hay que estar pendiente para
evitar que realice una presa sobre nosotros y nos
dificulte la intervención. Veamos los casos con lo
que podamos encontrarnos:

Falta de Aire: El compañero nos comunica que no


tiene aire, si está tranquilo realizamos Kalumet con
él y ascendemos respetando la
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
75
velocidad de ascenso y las paradas de
descompresión si son necesarias (ascenso
controlado). Si por el contrario el compañero se
encuentra nervioso o desorientado, intentará subir
a superficie con los consiguientes peligros.
Nuestra actuación debe ser rápida,
IMPEDIREMOS SU ASCENSO y seguiremos los
siguientes pasos:

► Ofrecemos nuestro regulador, pero sin


soltarlo y manteniendo libre el botón de
purga (ver figura)
► Vaciamos su chaleco y le sujetamos
fuertemente, si es necesario anulamos
el movimiento de sus piernas haciendo
una presa con las nuestras
► Le comunicamos que nos hemos dado
cuenta de la situación y le calmamos
► Empezamos a compartir el regulador en
kalumet (hasta el momento, el
socorrista permanece en apnea)
*■ Cuando esté tranquilo comenza-
mos el ascenso.

El ascenso debe estar controlado de manera que


se subirá a intervalos, es decir, subiremos cuando
el afectado tenga el regulador en la boca y nos
quedaremos quietos cuando él tenga retenido el
aire. Es posible que debido al stress no suelte aire
cuando no tiene el regulador en la boca, pudiendo
producirle un accidente de sobrepresión. Si esto
sucede le diremos a través de señas que suelte el
aire.

Nota importante: repasar con vuestro ins-


tructor las técnicas de Kalumet horizontal y
vertical (ver figura).
76
Hoy día muchos buceadores llevan dos
reguladores independientes o un "octopus", estos
sistemas son muy cómodos para compartir el aire
con un compañero, pues evita el riesgo de que la
víctima no nos quiera devolver el regulador. Como
buceador de Rescue, tú deberías ir siempre
equipado con uno de estos sistemas. Pero cuando
nos encontramos en la situación de compartir el
aire, ¿qué regulador le ofrecemos?: EL QUE
ESTAMOS USANDO. Esto se hace por varias
razones:
► El compañero afectado va a poner su atención en el regulador que tenemos
en la boca
► Sabemos que este regulador funciona, sería una sorpresa muy
desagradable ofrecer el regulador de reserva y que no diera aire por estar
averiado o el grifo cerrado.

Al llegar a superficie mantendremos el siguiente orden de actuación:

► Soltar sus plomos, pero solo si la víctima no está controlada o si hay mala
mar.
► Retirarle la máscara, pero solo si no hay mala mar. Poned la máscara de la
víctima en vuestro brazo
► Inflar su chaleco
»■ Hacerle respirar del ambiente, no del regulador, pero solo si no
hay mala mar. Si hay olas es más seguro que la víctima respire del regulador o
al menos, del tubo.

Ascensos sin problemas de aire: Si nuestro compañero está consciente y no


puede ascender realizaremos una presa sobre él y le subiremos. En esta situación
conviene que actuemos colocándonos de frente para que pueda vernos y se
tranquilice; los pasos a seguir son:

1. Nos colocamos de frente y paralelo a él


2. Le hacemos ver que somos conscientes de la situación y vamos a ayudar
3. Metemos la mano izquierda por su chaleco y le sujetamos

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


77

4. Vaciamos su chaleco o alternativamente, observaremos atentamente su control


5. Le liberamos de aquello que le impida el ascenso, si es que estuviera atrapado
6. Comenzamos el ascenso controlado, comprobando periódicamente que el afectado
se encuentra bien.

En caso de que el compañero esté inconsciente, podemos utilizar varios métodos diferentes
para izarlo: Izado frontal; Izado lateral o Izado trasero. Este último puede ser utilizando un
cordino o con montura a caballo.

Izado Frontal

1. Nos colocamos paralelos a él y de frente


2. Si tiene el regulador fuera de la boca, lo dejamos fuera; si el regulador está en la
boca, se lo mantendremos en la boca sin purgar
3. Colocamos su cabeza hacia atrás en hiperextensión, a la vez que sujetamos el
regulador en su boca (si el regulador estaba en su boca).
1. Vaciamos su chaleco, esto es muy importante,
pues si tiene el chaleco inflado, su cuerpo pierde
la verticalidad y la hiperextensión pierde eficacia.
2. El brazo izquierdo se mete por el chaleco para
sujetarlo y con la mano mantenemos la posición
de la cabeza y el regulador en la boca
3. Empezamos el ascenso controlado, si no
expulsara el aire bien, ayudaremos al proceso
empujando en el diafragma con el codo
4. Al llegar a superficie soltamos sus plomos,
retiramos su máscara (sin deshacernos de ella) e
inflamos el chaleco

Izado Lateral (ver figura)

1. Nos colocamos a la izquierda de la víctima

78
2. Con nuestro brazo derecho rodeamos el
cuello de la víctima y realizamos una
presa a la altura de la parte inferior de la
mandíbula
3. Colocamos su cabeza hacia atrás en
hiperextensión, a la vez que sujetamos
el regulador en su boca (si el regulador
estaba en su boca). Vaciamos su
chaleco, con este método el afectado
debe ir completamente colgado de
nuestra presa para que no se pierda
eficacia en la hiperextensión.
4. Empezamos el ascenso controlado, si no
expulsara el aire bien, ayudaremos al
proceso
5. Al llegar a superficie soltamos sus
plomos, retiramos su máscara e inflamos
el chaleco

Izado Trasero con cordino

El socorrista debe llevar un cordino de 3 a 5 mm de


diámetro y 160 cm de longitud; y un
mosquetón de acero inoxidable, con el tamaño adecuado para poder ser manejado
fácilmente con las manos entumecidas. En el cordino se hará un nudo de "8 Doble"
en cada extremo, que se unirán con el mosquetón. Muchos autores recomiendan la
utilización del nudo "As de Guía", pero éste en agua y sin peso se puede deshacer,
por lo que no recomendamos su utilización; Sin embargo, al "8 Doble" esto no le
ocurre. Los pasos a seguir son:

1. Nos acercamos a la víctima por la espalda


2. Colocamos su cabeza hacia atrás en hiperextensión, a la vez que
sujetamos el regulador en su boca (si el regulador estaba en su boca)
3. Vaciamos su chaleco
4. Pasamos el cordino por la grifería del afectado y por nuestro cuello, de
manera que el mosquetón quede libre (ni en contacto con la grifería ni con
nuestro cuello)
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
y

5. Empezamos el ascenso controlado, si no expulsara el aire bien, ayudaremos al


proceso
6. Al llegar a superficie soltamos sus plomos, retiramos su máscara e inflamos el chaleco

Izado Trasero en montura a caballo

1. Nos acercamos a la víctima por la espalda y nos montamos sobre su botella


2. Colocamos su cabeza hacia atrás en hiperextensión, a la vez que sujetamos el
regulador en su boca (si el regulador estaba en su boca)
3. Vaciamos su chaleco
4. Empezamos el ascenso controlado, si no expulsara el aire bien, ayudaremos al
proceso
5. Al llegar a superficie soltamos sus plomos, retiramos su máscara e inflamos el chaleco

8.6 SACANDO DEL AGUA A UNA VICTIMA 8.6.1 SACANDO


LA VICTIMA A UNA EMBARCACIÓN

No es fácil sacar una víctima del agua, sobre todo sí el socorrista no tiene a nadie que le ayude
y la víctima está inconsciente. En esta sección revisaremos varios supuestos: El Socorrista tiene
acceso a otras personas que puedan ayudarle y el Socorrista está sólo con Víctima consciente o
con Víctima inconsciente

Socorrista con acceso a personas que puedan ayudarle

El socorrista deberá asumir que estas personas no saben qué hacer, por lo tanto deberá darles
instrucciones precisas de lo que quiere que hagan. Debe pedir que traigan cabos y flotadores,
que llamen a los servicios de emergencia. Hay que decirlo varias veces ya que los observadores
tienden a quedarse "abobados" mirando la acción. Recuerde que en este supuesto usted no es
solo el socorrista, es también el director y el guionista de la película. Los mirones son sus
actores y la mayoría no se sabrán su papel.

80
Socorrista solo con víctima consciente

Si debe subir a la víctima a un barco que no tiene escalera


(por ejemplo una zodiac o embarcación baja) y si la
víctima no está totalmente incapacitada, el socorrista
deberá convertir su cuerpo en una escalera (ver figura).
Para hacer esto el socorrista se sumergirá dejando sus
brazos extendidos agarrados firmemente a algún sitio del
barco, preferentemente la popa (cuidado con la hélice).

La víctima puede utilizar los hombros del socorrista como


escalera provisional para ascender al barco. Obviamente,
la víctima se habrá quitado antes todo el equipo pesado.
Otra forma es poniendo un cabo tenso en un lateral de la
embarcación, atado a la proa y a la popa, de tal forma que
pueda servir como escalón (ver figura).

También, un cabo atado firmemente a la embarcación con


un lazo para introducir un pie, puede servir de escalón (ver
figura). Para embarcaciones o superficies más altas, sin
escalera, se puede utilizar un cabo para subir a la víctima,
siempre que esta pueda mantener su cuerpo rígido (ver
figura). Esto se puede hacer de la siguiente forma (es
necesaria la cooperación de la víctima):

► Deje los dos extremos del cabo en la plataforma


y ponga sus pies sobre ellos
► Dé el resto del cabo a la víctima e indique-la que
se pase el cabo por un muslo y por la parte
superior de la espalda y que le devuelva el cabo
►• Junte sus manos atrapando el cabo entre
ellas y comience a tirar

Esto también se puede hacer más fácilmente con dos


socorristas y un cabo más largo.
Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático
y

81
Socorrista solo con víctima inconsciente

El supuesto más difícil y complicado. Actuaremos de la siguiente manera: Para subir


a una víctima inconsciente a una embarcación pequeña, lo primero que debemos
hacer es quitar el equipo pesado de la víctima. Para facilitar nuestro movimiento
también nos quitaremos nuestro equipo
pesado. Para salvaguardar los músculos de nuestra
espalda utilizaremos los músculos de nuestras piernas,
que son más poderosos (ver figura). Una vez hecho esto
continuaremos de la siguiente manera:

► Subiremos los brazos de la víctima juntando


sus manos, de tal forma que podamos sujetar
sus manos con una de nuestras manos, y los
apoyaremos en la embarcación.
► Sujetando las manos de la víctima, el socorrista
subirá a la embarcación
► Tirará de los brazos de la víctima, agarrándole
lo más cercano a las axilas posible, hasta que
la cintura de la víctima esté sobre la
embarcación. Es aconsejable que la cabeza de
la víctima quede en un plano más bajo que su
cintura, de esta forma se le ayudará a expulsar
el agua que haya podido inspirar o tragar.
► El socorrista debe tener cuidado de no golpear
la cabeza de la víctima contra el suelo de la
embarcación o los asientos
► Si es difícil, debido al tamaño de la víctima,
subirla a la embarcación, el socorrista puede
impulsar a la víctima hacia abajo (dentro del
agua) y después tirar, aprovechando la fuerza
ascendente que ofrece el agua.

► Una vez que la cintura de la víctima esté sobre la embarcación, el


socorrista agarrará a la víctima de la cintura y tirará hacia arriba hasta
introducir completamente a la víctima en la embarcación.

82
Si la embarcación tiene escalera, la actuación del
socorrista se facilita enormemente (ver figura). Tiene
dos opciones. Una de ellas es:

► Quite el equipo a la víctima, excepto por el


jacket
► El socorrista se quitará todo su equipo
pesado
► Deshinche al máximo el jacket de la víctima
► Introduzca sus brazos por donde la víctima
tiene los suyos (tipo mochila), colocándose a
la víctima en la espalda del socorrista, con la
cara de la víctima mirando a la nuca del
socorrista
► Suba por la escalera con la víctima a
cuestas

Otra forma es (ver figura):

► El socorrista y la víctima deberán estar sin


equipo pesado
► El socorrista agarra con una mano la
escalera y sitúa su pierna entre las piernas
de la víctima, situándola frente a frente, con
la cabeza apoyada en su hombro y los
brazos de la víctima alrededor del cuello del
socorrista
El socorrista agarra con la otra mano la
escalera, de tal forma que ambos brazos
rodean a la víctima y agarran la escalera.
► La pierna del socorrista que está entre
las piernas de la víctima siempre estará
doblada de tal forma que la rodilla esté a la altura de la cintura del
socorrista.
► Si estiramos esta pierna la víctima resbalará y perderemos la presa.
► Aunque requiere cierto esfuerzo, sobre todo cuando los cuerpos del
socorrista y de la víctima salen del agua, el socorrista debe

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


83
tratar de mantener siempre el pie de la pierna que soporta a la víctima por
encima del pie de la pierna que queda libre.
► Para facilitar esta acción, se recomienda que se inicie el ascenso
por la escalera con el pie de la pierna libre en el escalón más bajo y el pie
de la pierna ocupada dos escalones más arriba. Por ejemplo, en una
escalera con 5 escalones, donde el escalón 1 es el más bajo y el escalón 5
es el más alto (el último), los pies deberán estar colocados de la siguiente
forma para iniciar el ascenso.
• Pie de pierna libre (que llamaremos Pie Libre) en escalón 1, pie de
pierna ocupada (que llamaremos Pie Ocupado) en escalón 3. Por lo tanto,
la secuencia de ascenso sería la siguiente: Pie libre: escalón 1; Pie
ocupado: escalón 3; Pie libre a escalón 2; Pie ocupado a escalón 4; El
socorrista baja suavemente a la víctima mientras mueve el pie libre a
escalón 4. Para facilitar el ascenso el socorrista resbalará las manos por
los agarradores de la escalera, sin perder el contacto directo con éstos, ya
que podría perder el equilibrio y dejar caer a la víctima por un lado
8.6.2 SACANDO LA VICTIMA
POR LA COSTA
Si en lugar de sacar a la víctima a una
embarcación lo podemos hacer por la costa, se
facilitará mucho el proceso. Existen varios
métodos pero los más comunes son el Remolque
por debajo de las axilas de la víctima y el
Remolque sobre los hombros del socorrista.
Ambos métodos son válidos para víctimas
conscientes o inconscientes. Si la víctima está
consciente, seguramente estará tan agotada que
no pondrá ninguna inconveniencia a ser asistida
para salir del agua.

REMOLQUE POR LAS AXILAS: Una vez


el socorrista haya llegado a un sitio donde pueda
hacer pie, se quitará su equipo y el de la víctima.
Puede utilizar los cinturones de plomos para
"boyar" el equipo y evitar su pérdida.
84
Situará a la víctima delante de él, mirando hacia adelante e introducirá sus brazos
por debajo de las axilas de la víctima, doblando un brazo de la víctima de tal forma
que el antebrazo se sitúe enfrente del abdomen de la víctima. Con sus dos manos
agarrará el antebrazo de la víctima y tirará de él hasta sacarle del agua.

REMOLQUE SOBRE LOS HOMBROS: Una vez el socorrista haya llegado a un sitio
donde pueda hacer pie, se quitará su equipo y el de la víctima. Puede utilizar los
cinturones de plomos para "boyar" el equipo y evitar su pérdida. Subirá a la víctima a
sus hombros (esta operación será facilitada si se realiza en agua profunda pero
donde el socorrista haga pie), colocándole de forma transversal y pasando su brazo
por entre las piernas del socorrista, agarrando con una mano el antebrazo de la
víctima que quede enfrente de él

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


y
85
TÉCNICAS BÁSICAS DE
BÚSQUEDA DE BUCEADORES
PERDIDOS Y ACTUACIONES
EN CASO DE ATRAPAMIENTO
9.1 PERDIDO EN MAR ABIERTO
Cuando a lo largo de una inmersión nos encontremos con que hemos perdido a
nuestro compañero, debemos, sin demora intentar encontrarle. La forma lógica de
actuar es girar 360° mirando hacia arriba y abajo en busca de burbujas. Si en esta
maniobra no le encontráramos ascenderemos un poco y volveremos a realizar la
misma maniobra, si tampoco le vemos, comenzaremos con calma la ascensión a
superficie. Esta es la regla de búsqueda de compañero más elemental y no debemos
utilizarla durante más de 1 ó 2 minutos, pero para no vernos en la necesidad de
usarla es mejor que no nos alejemos del compañero durante la inmersión. Si sucede
recordaremos que, al perder al compañero, buscaremos durante 1 ó 2 minutos y si
no lo encontramos subiremos a superficie.

Al llegar a superficie intentaremos encontrarnos con él. Sino le viéramos, nos


acercaremos al barco y nos subiremos a él, desde aquí intentaremos verle. Sería un
verdadero problema que desde esta posición no le encontráramos, en cuyo caso
realizaremos llamadas para hacer salir a todos los buceadores de debajo del agua
(golpear las escaleras, poner el motor en marcha,...), quizá el movimiento de todos
los buceadores o los ruidos realizados hagan salir a nuestro compañero. Si el
compañero no sale organizaremos partidas de búsqueda, realizando búsqueda a
círculos o de arrastre en línea, en grupos de 2 buceadores o de 1 persona de auxilio
en superficie y dos buceadores.

En ambos casos debemos contar con un cabo lo suficientemente largo como para
permitir una búsqueda adecuada. Asignaremos una persona para pedir ayuda por
radio a los servicios de urgencia de costa.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


y
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9.1.1 Búsqueda en círculo
En cada equipo de trabajo sólo estarán dos buceadores, uno de ellos se colocará en
el fondo en una posición fija y sujetará el extremo del cabo, el otro buceador,
sujetando el extremo opuesto del cabo se alejará todo lo posible y se desplazará
hacia el compañero girando alrededor de él y recogiendo cuerda, procurando no
tocar el fondo para no remover el sedimento y que la visibilidad no empeore.

9.1.2 Búsqueda de arrastre en línea


Con esta denominación se pueden describir un gran número de posibilidades, aquí
vamos a describir la más sencilla. Para su ejecución necesitamos 3 personas. Una
de ellas estará en superficie sujetando un extremo del cabo y los otros dos estarán
sumergidos; uno de los buceadores se atará al extremo libre del cabo y el otro con
un cordel auxiliar se atará al cabo principal, a una distancia prudencial del
compañero y se dispondrá en ángulo recto con él. En esa posición avanzarán hacia
delante. Si en ese trayecto no encuentran al compañero, al tensar la cuerda se
desplazarán hacia los laterales; en caso de que la búsqueda sea infructuosa,
comenzarán a retroceder hacia el compañero en superficie, desarrollando desplaza-
mientos laterales.

9.2 PERDIDO BAJO EL HIELO


No debemos bucear bajo el hielo si no tenemos la preparación técnica adecuada.
Para ello ACUC dispone de un curso de especialización de buceo bajo hielo, que
capacita a todo buceador recreativo a realizar este tipo de inmersiones. Debido a las
técnicas especiales que se deben utilizar en esta actividad y a la tensión a la que se
puede ver sometido el buceador por tener un obstáculo en superficie, es fácil sufrir
un accidente sino se está preparado para ello. Como en todas las especialidades de
riesgo existen unas técnicas de seguridad perfectamente definidas, que garantizan la
casi total seguridad del buceador. Pero aún así pueden producirse accidentes. El que
nos ocupa aquí es la pérdida del compañero o la de uno mismo.

88
9.2.1 Autorescate

Todo buceador bajo hielo debe ir unido a su compañero y al equipo de soporte en


superficie por un cabo. Los buceadores y el equipo de soporte de superficie están en
comunicación casi constante por medio de tirones de cuerda. Si se rompe o suelta el
cabo y nos encontremos extraviados buceando bajo el hielo debemos controlar el
pánico, no hay que ponerse nerviosos. Parémonos y analicemos la situación. No
debemos desplazarnos buscando el agujero, pues podemos estar alejándonos de él.
Ascenderemos en línea recta a superficie y clavaremos nuestro cuchillo en el hielo
para quedarnos en un punto fijo. Intentar romper el hielo desde abajo con el cuchillo,
a menos que la capa de hielo sea muy fina, suele ser una maniobra inútil y que nos
lleva a un gran gasto de energía, aire y quizá a una intoxicación por C0 2.
Esperaremos a que, si se han seguido las reglas de seguridad de buceo bajo hielo, la
cuerda del buceador de rescate nos alcance, la cogeremos y agarrados a ella la
seguiremos bien hacia el agujero de salida o hacia el equipo de buceadores de
rescate.

9.2.2 Rescate de otros

Siempre que se realice una inmersión bajo hielo debemos disponer de un equipo de
buceadores de apoyo, preparados en superficie, por si fuera necesaria su
intervención. La cuerda guía que llevan los buceadores sumergidos debe estar atada
a una estructura fija en superficie y vigilada continuamente por alguien en el exterior,
quien deberá mantener agarrada la cuerda en todo momento, realizando tirones
periódicos de señales que deben ser contestados por los buceadores. Cuando el
vigilante observe algún comportamiento extraño de la cuerda, y dude si los
buceadores están anclados a ella o se han extraviado, organizará la operación de
rescate. Se formarán dos grupos, uno se sumergirá y el otro buscará desde la
superficie. El equipo que se sumerge constará de dos buceadores y portarán un
cabo, de doble longitud y como mínimo 50 metros más largo que el que llevaban sus
compañeros extraviados, y describirán círculos recogiendo cuerda, el extremo de la
cuerda que se encuentra en superficie lo sujetará un compañero. Los círculos se
describirán justo debajo del hielo, no hay que profundizar. El equipo de búsqueda en
superficie constará de tantos grupos de un individuo como personas disponibles
haya.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


89
Todos ellos estarán atados a un cabo bien sujeto a una estructura fija, se
desplazarán con cuidado para no pisar sobre hielo fino e irán equipados con el
neopreno por si cayeran al agua. Desde arriba buscarán señales de su compañero,
burbujas, ruidos o imágenes. Cuando se encuentre al compañero se debe tener muy
en cuenta el tiempo de inmersión y recordar que tanto el frío como el pánico
aumentan los tiempos de descompresión. ¡NO BUCEAR BAJO HIELO SIN
ENTRENAMIENTO ESPECIAL!

9.3 PERDIDO EN UN PECIO


Los pecios son una gran tentación para todo buceador. Sin embargo, debemos
recordar que para entrar en un pecio se debe tener la experiencia y la preparación
técnica necesaria, como en el caso anterior. ACUC dispone de una especialidad de
buceadores en pecios que nos capacitará para realizar este tipo de inmersiones.
Aunque bonitos e interesantes, son perfectas trampas para buceadores con poca
experiencia. El sedimento que se encuentra en ellos, se levanta aunque el buceador
tenga cuidado, provocando en ocasiones una turbidez tan grande que puede
impedirnos encontrar el camino de salida. Cuando esto ocurre debemos pararnos a
respirar y analizar la situación, es muy importante guardar la calma. Para señalizar el
camino de vuelta podemos utilizar varios sistemas: Señalización luminosa; Cordel
guía y Sistema mixto

La señalización luminosa se irá colocando según entramos y se realizará


colocando flashes sumergibles al menos en cada punto de salida. O bien se irán
dejando barras de luz química en diferentes puntos para marcar el camino de salida.
Las barras de luz química se deben poner cada pocos metros (5 a 7) pues su
emisión de luz es menor. Todas la barras se pondrán a la derecha según entramos,
de manera que a la salida deben quedarnos a la izquierda. Las barras químicas
podemos alternarlas con los flashes. El cordel guía es un sistema que necesita un
entrenamiento previo, pues debemos saber colocarlo adecuadamente para no
enredarnos en él, y saber desplazarnos sujetos a él. En algunos pecios existen un
gran número de sedales de pesca invisibles a la vista, redes de pesca o cabos que
dificultan el avance del buceador. Quizá en este tipo de situaciones el poner un
cordel guía sea agravar más los problemas o los impedimentos. Por ello el uso del
cordel guía debe ser ensayado con anterioridad y es el buceador el que valorará la
utilidad de este sistema. El sistema mixto presenta los mismos problemas que el
anterior, aunque nos permite un sencillo punto para colocar las señales luminosas.

90
Si no hemos señalizado el camino de salida, debemos recordar que nos encontramos
en el interior de una estructura simétrica y más o menos regular, por lo que no será
muy difícil encontrar el camino de vuelta si guardamos la calma. Anteriormente
hemos mencionado que en los pecios existen sedales, cabos sueltos o redes, para
cortarlos y no enredarnos en ellos llevaremos dos cuchillos, en este caso son muy
útiles los estiletes pequeños. Los buceadores que vayan a entran en un pecio deben
fijar las puertas, ventanas, claraboyas, etc, antes de entrar para evitar que se cierren.
También debemos tener cuidado con los muebles que estén flotando o es
suspensión inestable, pues pueden cerrarnos el camino.

9.4 PERDIDO EN UNA CUEVA


Son demasiados los buceadores que mueren dentro de cuevas. Sin tener un equipo
especial ni haber adquirido la formación necesaria en un curso de buceo en cuevas,
un buceador NUNCA debería entrar en cuevas. Pero algunos se introducen sin la
preparación adecuada o no respetan las reglas de seguridad más importantes y se
pierden. Como buceadores de Rescue, si no se ha obtenido antes formación
específica en un curso de buceo en grutas o de espeleobuceo, no se debe actuar.
Siendo la única responsabilidad del buceador de Rescue avisar a las autoridades
competentes (Guardia Civil, Policía Local o Autonómica, etc). Si se desea, se puede
avisar a la Oficina Nacional de ACUC en Madrid quien contactará con los equipos de
rescate y autoridades. La misión del buceador de Rescue, que no tiene preparación
específica en espeleobuceo, se limita a intentar evitar que buceadores no preparados
realicen esta peligrosa actividad. Aquellos que lo deseen, pueden tomar los cursos
de especialización de Buceo en Grutas y de Espeleobuceo de ACUC
INTERNATIONAL. ¡NO ENTRAR EN CUEVAS SIN ENTRENAMIENTO ESPECIAL!.

9.5 BUCEADOR ATRAPADO EN REDES O


PLANTAS SUBACUÁTICAS
No es difícil para un buceador encontrarse con trampas en las que quedarse
enganchado, sedales, artes de pesca o flora subacuática.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


3

91
En el caso de la flora subacuática debemos evitar el introducirnos dentro de ella,
nos desplazaremos por encima de ella, apartándola con las manos si fuera necesario.
Debemos buscar las zonas más aclaradas, pues son más seguras y veremos vida, ya
que en zonas muy densas la visibilidad es mínima. En estas zonas nunca nos
colocaremos boca arriba, ni llevaremos elementos del equipo sueltos para evitar
enganches. Si quedáramos atrapados entre la vegetación es fácil soltarse si
guardamos la calma, pues en general ésta es blanda y fácil de romper, incluso con
manos y dientes. Si quedáramos atrapados con artes de pesca, el problema puede
llegar a ser más serio. Cuando buceamos en una zona donde hay restos de artes de
pesca debemos procurar no llevar nada suelto que pueda engancharse, y es buena
¡dea llevar el cuchillo colocado en el interior del muslo, así como tener todos los
elementos del equipo bien sujetos. Podemos quedar atrapados con un sedal con
facilidad pues son invisibles a la vista debajo del agua. En ese caso actuaremos con
calma y tranquilidad, cortándolo y una vez liberado nos lo desenrollaremos. Si se
tratara de una red debemos tener más cuidado. Nos quedaremos quietos para evitar
mayores enredos y observaremos de que manera estamos atrapados. Con mucha
tranquilidad intentaremos inclinarnos en la posición adecuada para destensar la red y
poder cortarla por donde sea necesario.

Hay que tener cuidado con el cuchillo para no cortar nuestros latiguillos o para no
perderlo. Si tuviéramos la botella tan enganchada en la red que no pudiéramos
liberarla, la abandonaremos y ascenderemos con nuestro compañero en kalumet.
Cuando un buceador se queda atrapado en un arte de pesca, frecuentemente es
mejor que sea desenredado por un compañero. El compañero se acercará a la
víctima y le dará las instrucciones pertinentes para calmarlo, haciéndole ver que
podemos dominar la situación, una vez que esté tranquilo, le indicaremos con los
dedos que vamos a cortar. Realizaremos esta operación hasta la liberación de
nuestro compañero.

92
CORRIENTES, OLEAJES Y
MAREAS
10.1 CORRIENTES Y MAREAS
No es un plato de buen gusto verse arrastrado por la corriente. Siempre hay algo,
unas veces no molesta o es casi imperceptible y otras veces puede que sea tan
fuerte que nos arrastre. En cualquier caso, siempre debemos bucear contra corriente
al comienzo de la inmersión para luego volver a favor. Cuando buceemos con
corriente debemos llevar señalizada nuestra posición mediante una boya de
superficie, para permitir nuestro seguimiento desde la barca de apoyo. Si la corriente
fuera lo suficientemente fuerte como para ser molesta o peligrosa daremos por
terminada la inmersión. En superficie inflaremos el chaleco para estar cómodos y
avisaremos al barco mediante el silbato. Si la corriente nos permitiera continuar la
inmersión minimizaremos al máximo nuestro esfuerzo, reduciendo el peso
innecesario y llevando el volumen adecuado (llevando el chaleco en el punto justo de
inflado). El mayor problema suele encontrarse en superficie. Antes de tirarnos al
agua debemos lanzar un cabo desde la popa al que podamos agarrarnos si fuera
necesario y siempre descenderemos por el cabo del ancla, para evitar ser
arrastrados sin tener puntos de referencia. En el peor de los casos, al llegar a la
superficie o al tirarnos podemos ser alejados del barco la distancia suficiente como
para extraviarnos en el mar. Debemos mantener la calma y adoptar la postura de
seguridad para evitar la pérdida de calor. Si estamos perdidos sin compañero,
debemos recoger las piernas acercando las rodillas al pecho y sujetándolas con los
brazos cruzados, haciéndonos una pelota. Si estuviéramos extraviados con nuestro
compañero, nos abrazaremos y entrecruzaremos nuestras piernas.

Cuando se bucea en aguas con corrientes es interesante llevar bengalas y luces


químicas para marcar nuestra posición si fuera necesario. Debemos considerar la
desviación de las corrientes que puede producir el viento, dándonos una idea falsa
de su sentido, ya que el viento sólo actúa en la superficie del agua.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


y
93
En términos generales, cuando un buceador se encuentra irremediablemente con
una corriente de frente, la salvará pegándose al fondo, siempre que esto sea posible,
pues como veremos a continuación según sea el tipo de corriente, nuestra actitud
ante ella cambiará.

Un caso frecuente de corriente con el que podemos encontrarnos es la resaca. Esta


es una corriente que se produce por el efecto de retroceso hacia el mar, del agua al
romper la ola. Estas corrientes pueden llegar a alcanzar velocidades comprendidas
entre los 3 y los 12 nudos. Un buceador totalmente equipado, puede llegar a
desplazarse a una velocidad de 1 nudo, con esfuerzo. Por lo que luchar contra una
corriente de este estilo sólo nos llevará al agotamiento. Cuando nos veamos
sometidos a una corriente de resaca debemos buscar el punto en el que se disipa,
rodearla y nadar hacia la orilla o el barco, o bien nadar en diagonal a la corriente
hasta que estemos fuera de ella.

Si debemos ir a recoger a un compañero que se ve sorprendido por la resaca, la


mejor manera de llegar a él será con una barca, nos colocaremos a barlovento de él
y lanzaremos un cabo con un flotador en su extremo para que pueda asirse. Si no
tuviéramos embarcación disponible nos dejaremos arrastrar por la corriente hasta
llegar a él y luego intentaremos eludirla como se contó anteriormente.

Los rompeolas son un serio problema para los buceadores y los bañistas. En ellos
se producen corrientes circulares en las que el buceador es arrastrado por superficie
hacia el dique, con el consiguiente peligro de golpes, y posteriormente es arrastrado
hacia abajo y mar adentro hasta la zona de remolino y rompiente interior ("zona de
hervor") donde será devuelto de nuevo a superficie para continuar el ciclo. Este tipo
de movimiento puede engancharnos en los materiales del fondo de tal manera que
sea prácticamente imposible liberarse. Además en superficie el agua suele cubrirnos
la cabeza impidiendo la respiración, sobre todo si el regulador se ha caído de la
boca.

En estos casos hay pocas cosas que hacer, intentaremos sujetar el regulador en la
boca y cuando seamos desplazados al fondo salir de la corriente más allá de la zona
de espuma. Esta es un operación difícil. Quizá nos ayude algo vaciar el chaleco
completamente para arrastrarnos por el fondo, procurando no quedar atrapados en
los escombros.

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Cuando se trata de sacar a un compañero de una situación semejante, los
socorristas no se tirarán al agua, sino que actuarán desde barco. No entraremos con
el barco en zona de espuma pues podemos ser disparados hacia el dique y
hundidos. Debemos lanzar cuerdas con boyas para que nuestro compañero se
agarre a alguna de ellas y le sacaremos lateralmente de la corriente. Si tiráramos en
la misma dirección de actuación de la corriente pero en sentido contrario, se puede
generar una tensión lo suficientemente fuerte como para partirse la boya o la cuerda.
La situación ideal para sacar al compañero sería poder lanzarle una cuerda desde el
dique y otra desde el barco, controlándole desde ambos puntos y sacándole
lateralmente.

10.2 OLEAJE
El viento tiene una gran influencia sobre las olas. Cuanto más viento mayor es el
tamaño de las olas. Las grandes olas pueden crearnos problemas en superficie, de
manera que si entre el barco y nosotros se interponen varias crestas de olas es
probable que no puedan vernos. Para estos casos se deben llevar bengalas, boyas
de señalización de disposición vertical que tienen un tamaño de hasta dos metros de
altura, o al menos un silbato, ya que si no nos ven podrán oírnos. Si los compañeros
del barco no aprecian ninguna señal nuestra, deben emitir periódicamente sonidos
con una bocina para que podamos detectar su posición y acercarnos a ellos. Cuando
estemos junto al barco, éste debe quedar entre las olas y nosotros para evitar el ser
lanzados contra él.

El viento al soplar en diagonal sobre la línea de costa puede originar corrientes


paralelas. Estas siempre existen, pero se hacen perceptibles cuando sopla el viento.
Debemos saber que no es necesario un viento fuerte para generar unas corrientes
paralelas que puedan arrastrar a un buceador. Son fáciles de prevenir, pues antes de
comenzar la inmersión debemos mirar el diseño de la costa y cómo entra el agua con
lo que sabremos cuál será el rumbo a seguir durante la inmersión. Si por descuido
nos viéramos envueltos en una corriente de éstas, debemos nadar en ángulo hacia la
costa contra corriente, de esta manera podremos alcanzar el punto que estimamos.
Si nadáramos en ángulo hacia la costa y a favor de corriente es seguro que
llegaremos antes y sin tanto esfuerzo, pero podemos ser arrastrados hacia algún
punto problemático (dique, acantilado,..) o muy lejos de nuestro objetivo.

Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático


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FELICIDADES
Al finalizar el curso de Buceador de Salvamento y Socorrismo Subacuático (Rescue) y si desea continuar su
formación de buceo, usted tiene dos opciones. Puede usted elegir continuar por la Línea Recreativa,
realizando 2 especialidades de su elección, para conseguir la titulación de Buceador Especialista, o puede
usted elegir la Línea Profesional, realizando las especialidades (si no las tiene ya) de Primeros Auxilios y
Oxigenación DAN para a continuación, una vez usted cuente con al menos 80 inmersiones (40 horas de
fondo), inscribirse en un Curso de Dívemaster ACUC. Nota: Si usted realizó este curso como una
especialidad (Rescue Specialist) y usted cuenta con la titulación de Buceador de Mar Abierto, pero no con la
de Buceador Avanzado, usted deberá hacer el curso de Buceador Avanzado, además de las especialidades
antes mencionadas, para poder acceder al curso de Divemaster. Si necesita más información no dude en
preguntarle a su Instructor ACUC o si prefiere, póngase en contacto con nosotros.

ACUC EUROPE
AÑASTRO, 25; 28033 MADRID; TEL: +34 91 7668412;
FAX: +34 91 7668651; Email: acuc@acuc.es
Le invitamos a que visite nuestra WEB de Internet:
http://www.acuc.es

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