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de ella como de una mifo.
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diferente :: : . demás · r mbiar las regla (;ud de• .e que ;:,:,~~xo d cú niño aun cuanck ~ •.u se lo pregunte ), una de-
cualcrnic · ""cubrimiento se basa ante , '·'º en un acto de irradiar felicidad y espe;'ac al bebé serenamente, tratan do al
tran~gresión: el de no dar po:r fijados pensamientos y las mismo t iempo de descans ar a pesar de las dobles io:madas de
formas de ser que se aceptan como verdades inmuta bles. trabajo y de las tarea s habitu~des sintiendo, ade"más, ¡culpa
E sta cavacidad de inventar representa al mismo tiempo por no lograr lo! En l.a maternidad nos rodean, pero nos
nuestra' mayor debilidad y nuestra mayor esperanza, nues- presionan también bastante: es conveniente parir "sin do-
t ra dificultad y posiblemente también una de nuestras lor" (ipero el dolor existe!) y alimentar al bebé según las
soluciones. Solamente que, para inventar nuevos puntos de reglas del momento , y en est e caso el pediatra expone los
:re:ferencia cuando estamo.s desorientados, es necesario tmn- m érit os de la lactancia ¡con tanta convicción corno hace die·z
bién salir de los caminos trillados para reconocer, nombrar años destacó para mi hijo mayo:r l os beneficios del. biberón!
y analizar nuestras perplejidades. Es entonces cuando la Pero lo más duro, es la salid a de la maternidad. Porque
existencia se transforma en trayecto. En trayecto solitario, entonces, sola con el bebé , es como si una no existiera más."
es cierto, pero no en soledad. No olvidemos que este aislamiento es el lote común de
Si aceptamos esto, polarizados como estamos en Europa numerosas m uj er es, en Ios departamentos de la s ciudades
por la p1;ja individual~ nos encontramos rnu chas veces muy subm,banas o en las granja~ alBjadas de los pueblos, con sus
' alejados de esos pocos gestos simples y de las costumbres largas horas completamente solas en presencia del recién
tranquilizantes que nos sostienen r ealmente, nos acompa- nacido, separadas de t oda vida profesional yde intercarn.bios
ñan y extinguen nuestros vértigos en los momentos duros de adultos hasta que, eventualmente, se retoma el trabajo dos ¡:
!1
la vida. Aun cuando las parturientas occidentales no carecen meses y medio más t a:rd ~ con su cortejo de ritmos inferna-
de un ent01no en las maternidades, en las que las nurses les., . Pero, para las jóvenes m adres menos solitarias-cuyas '\
pasa n progTesivamente la posta a las madres para el cuida·· familias pueden disponer de un poco de tiempo para acudir
do de los bebés, luego en sus casas en las que son visitadas en su a yuda- confro ntadas con nuestras formas de vida v con
por la puericultista del sector, ello no impide que estas Ja exigüidad d e los depar tamentos, que hacen pronto a~rti:fi
relaciones anarezcan teiidas con_ una fuerte connotación cial y exasperan t e la presencia'de la suegra o la visita de una
.pedi átrica y ~lédica, en l~s que las inquietudes personales de tía, también constituye u na sobrecarga de nerviosismo. Muy
las j óvenes madres y su progresión rara vez encuentran un a n1enudo, los padres solamente se sentirán algo aliviados
lugar. cuando el niño ingrese a la guardería, cuando comprueben
Cuántas veces nosotros, los profesionales de la primera que comparten la friste suerte de tales tensiones con muchos
infancia recogemos en los h ospitales, las guarderías, l os otros padrns .
centros de Protección Materno-Infantil (P.lVU .)y las consul- De est a manera, en condiciones materiales no siempre
t as psicológicas, los testimonios de la decepción de las fáciles, y sobre un fondo de aislamiento de 1a célula familiar
madres por el "servicio post.venta" que sigue al nacimiento en relación con el conjunto de la vi da social, los padres de
de un niño, como el de esta rnujer entre otras: "En la nuestras ciudi.-i.des modernas ¡no siempre están s~mergidos
maternidad, el s eguimiento médico del embara zo es perfec- en la beatitud! De donde proviene a veces esa tendencia a
to ... ¡pero n o es el lugar más propicio para descargar las idealizaT el "en ot ros lugarns y en otras épocas" y la coexis-
pequefi.as angustias! Una vez que el ecógrafo nos aseguró ' t encia tranquila de Ias generaciones ,
acer ca de la buena salud del bebé (e inclusive anunciado el
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to{lo el J}'i co ;
y c:mü.}·' :,0T1as. S dria diffcil r-;v'"oc2.·: flContecirrtie11to
l TI.a.yo i nacimiento sin niex;.c10na p<:r.radojas~
E3i ·bien. Fra ncia es actt1alir1ente uno ne ws r.nuy :raros
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'vistas, rcu.1y a . In_fJilttd.o g·en te s e soliclari2~a es 1)o:ntá 11e1;1rnen.·~ co11ocirnos n.1gltn.a ·vez ~í,l f11Je 11oy la. ~herr10.s r)e:rcii(lo . 1I"a
tE} con.10 testi1r10I1ia --er1 t r1-111sc\1rso Cle ten re:porté).je ;;,<sabiCiL1riEt" :n.o se e:xport.;::1 c-ierta:n1e11te corno u11 ol)jeto de
tcie·visado en las 'tl i1las r11iseri~~~ de las ci11ti.a.des ele 1\....-rr1érica. ;ro.usE~o! Se t~~je a.v eces rnod_ef.4ta pero :tl:r~DJ.err1e11te~ acá Y' Etl1ore:#
cor1 a.l t~l1r1 os :principios sirr1:ples resIH?to }J.acia~ e1 otro
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xr1,r¡~y lejos dó sf:r u.r1a :reg·J.t1 .ger1eral :Y esp·ecial1rv2nte er1 er1 nosotros , o i10, :y se re\r :~:;la o se pisotea Clía. tras día.
~tr~. a.tsrL~. cor110 l o p:recisE lI.Iltt I.ú:i. rr1ay·or :pétrte d.el t:ier.n.po, }J C:td_I '8S c oir:nJ.I1es, -ex~p er· Lcne11-
,;~ E :r1 ··li.11.as 111.iserict del irercer IvI1xndo, el instir1to éle tamos más bien el senti:n:i.iento difuso de no ser simnpre
supEn-viveneia es :rnás fu erti:o que el m:Tt0L A v eces los misrnos justos, no 1o bastante atentos, poco d aros y poco eficaces ...
.P ad:ras entr<:)ga:n .t). s ·us lr~jos a los trafic.a11tes Cle r.nax10 de ob~ra In.-vita.dos :p or ca(la 111iraCla_ ;/ cacia :preg--un.ta del niño a ton1ar
-pal"B. 110 n1orirse iie 11a 1111:Jre.¡:; 1 co11cier1cia. ·Cíe la tarea de ecltJCftr ~y Cie t:ra~ns:rnitir 1 COTlVí)Cados
.l\ pri~r.Gera ~riB t.a. p üecl9 parecer con.tradictorio recorc1a:r a n:1ec1ir las corisecT1eneáas c1e 11u.<-;st:rns actos :l pal a-bras,
algunas de las sónüd a.s di±kultades del "Tercer Ivfondo" (que todos los padres experimentamos muy a r.nenudo en nuestro
totaiiza xnfis de t111. te~tcio d.e Jos hombres sobre el ·pl E:u1ota) ~ al interior la vertiente afectiv::::1 esta :respo:nsabiliclad: la
Jr1ismo l~ierD.}":HJ ,qt1.e SE: evocr1x1 laB costL1n1lJrss ar-iCestrales de culpabilidad.
1~ompai.1fa y de intercambio ... ¡Pero esta es Ia realidad! E n Existen padres más bien serenos y padres mas bien
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quietos . Algunos e? .,_ pa:i1 a], '1 ':-:iorparte deest<• -·· 1ble- hij n ~ '.T11 r l1.0rt· ~::r:...10 arbitrario :'/ :·-::- =, _;.:·<:a. LeJ ele ser la
r,·1?.-L'-i.~ ao:: 11
•• ._,._ al t''"" "'' ''' '« s Iínea:s se preP-untan de 1
..l..V V .._., "' ' ·· "-'"-~ ..·. estoy
'•··· ~ .: . :· -·•~ ~ / · "'· Q - . ,1. séptima i::na:rnvilla del IEn - pobr8 p equeño, con
hablando. Pern u1uchos otros se reconoce n en frase c 1 f-· udo:r de su frente, se enfren '<:: con tragedia sobre trage-
dolorosa de una madre de dos niños, profesora en L. E.P. : cúa, pagando con su persona el :rescate de un deseo paterna]
"Busco incansablemente el doctorado de mi rol de madre ... ". 2 turbador y carenciante: Ifigenia es inmolada en el altar de
los dioses por su padre Agamenón ... para ganar la guerra.
Edipo es objeto de los celos de su padr e genitor, que teme por
s u supremacía y orden a d esde el comienzo del juego que se
mate al n:ífio, a lo que la madre se sustrae abandonando a
Ecli.po quien ignorará de esta manera su verdadera identi-
dad :-de donde deriva el drama que hace realidad al temor
Si insisto hasta este punto s obre los problemas de conciencia original del p adre, a saber, que el h ijo termine por quita:rle
y de culpabilidad en materia de responsabilidad patern al es el trono y la esposa. En cuanto a Dionisios, hijo de Zeus (o
para enunciar esta paradoja, nacida en nuestra cmn piña : ,Júpiter) que es el di.os de los dioses, no estuvo sin embargo
padres comunes, sabemos bien que i no es necesario que mejor protegido por ello. Aunque surgido "del muslo de su
seamos sm:1tos para no ser bárbaros! y todas las inquietude_s, padre" (el muslo designa metafóricamente 1os testículos)
toda la inestabilidad de nuestra vida cotidiana, si bien puede Dionisias debe escapar a varias t entativas de asesinato
conducirnos a excesos de lenguaje y de actitudes , no repre- organiz adas contra él por los en-vidiosos, hasta llegar a
senta sin ernba:rgo un temible "paso a la acción" . Sabemos perder en una de ellas un hombro (la espaldilla --hombro- es
bien qufi' el pensarn.iento no es el acto . A pesar de ello muchos el mejor trozo del cordero sacrificado a las divinidades, .. ). El
padres se sienten bárbaros y se asustan ante los pensamien- joven adolescente no sobrevive y solamente gana su título de
tos que se les cruzan. ¿Cuántos de nosotr os no hemos tenido dios del amor y de J.as :n1etarno:rfosis aJ. precio de rudos
miedo, alguna vez, de su sombra? "¡Cómo pude pensar algo . combates y múltiples pruebas. Y Cm.en-os griego pero taxn-
t\emejante! " excla:r.namos, confusos y aver gonzados a propó- bién eje:mplar) hasta el mismo Cristo, cuyas últimas pala-
sito de nuestros. arranques de malhumor, de nuestro estf;lT bras son "PadTe, ¿por qué me has aban'donado?" . ., ;y que
satur ado, de "este mocoso no sé por dónde tomarlo ... ". Este necesitó treinta y tres años para darse cuenta!
temor que cualquier padre encuentra en sí mismo un día u Esos sentimientos de indife:re:nc:ia, de posesión , de odio y
otro, una madre lo expresaba e n un abismo de dudas :" :Me de abandono (y me quedo corta) que viven los dioses griegos
culpabilizo peTmanentemente de 1o que transmito a mis con respecto a su progenitura participan de una "histo:ria
hijos". Esto la condujo a interrogarse acerca de qué es 1o que m:ítica" a l rnismo tiempo familiar y perdida en la noche de los
1e fue transmitido a e1la cuando niña . tiempos. Pero esos humores paternales y esos dramas farni-
E n los mitos griegos, los movimientos sombríos, los malos liare;:, vuelven a encontrarse, puestos en escena por los mitos
:Pensa:r:nientos y las herencias d esfallecientes son .. ,patrimo- -,r 1.l L')<' :,.-1. to-S rlo 0 -"1!''"''
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nio de los dioses y de los r eyes. El Olimpo está pobl ado de rias y costumbres. Porque el rito es, como el mito, un punto
malas intenciones, de acciones reprensibles, de h istorias de referencia activo y hurnanizante para expresar y poner
terroríficas y de padres discutibles. En la mayor parte de los frenos a.nuestras "pulsiones salvajes" (en este caso la pose-
mitos griegos, el h ijo de un dios o de un rey es de h echo ... el sión arbitraria y pasional de los niños por s us padres).
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se espera un 11Jjo, se srteña cox1
ea1Jaz ele ccn1str"t:dr LU'l espétcio rr1ás
te este niüo
lJ.n J111s~cer1c!,
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uso . Ha., :; o no "que:rido" · :. , .:ra m a c·¡ , :c:u em b a r azo, qne
1 v ida d e muj ::: , c:renan ,¡.e excluyendo a. d e que ::e.ca
los pad1:es hayañ: "dese~trk · 'J no al niño (y ya que está ... ) s con cebido ,;cbé. S ólo que e l reverso de 1nedalla , cuando
indirnive si "hicieron lo posible por tenerlo", ft! :: el nos enca runamos hacia un a n1aternidad, es un Doco como si
embarazo haya sido ";sin problemas" o por el contrario nos exhortáramos a :nosotras mismas: "Este bebé: 1o quisiste,
atraves a do por dud as y angustias, nad;;t evita que en el lo tuviste; todo es y debe ser perfecto!" De allí a deducir que
momento del nacimiento --individuos singulares, atravesa- el des eo del h ijo es todopoder oso .. .
dos nor una historia desde el oTigen- sean un hombre Y una :En con secuencia n o e s ta:mpoco inú t ilrecorda r que todas
muj~r estén enfrentados a un instante en el que, no importa las sociedades han siern.pre esqui.vado la esterilida d de las
. -. ' .¡ t ., pH.Tejas a tra·vés d_e pr<itcticas diversas corr10 lft cosi ó11 de un.
1.. o cp_1e cr-ct1e:rrtn o ct1ga:n, ·L>rar1s111Tt~er1 es .. a v1aa.
P er o ~es . pa ra los padr es occidentales, un acontecimient o n iño o la rituahzaci.ón de las relaciones sexuales de l.os
radicalm~nte nuevo y singular que no dej a de tener su j óv enes esposos con otTo que no fu era el cónyuge.'1 En cambio,
incidencia sobre el entorno social y el contexto cultural en el lo que es totalmente nuevo en nuestra socied a d es el hech o
aue hacen nacer a sus hijos . Actualmente, gracias a los que la ciencia propone "restaurar " en la probeta todopodero-
i=:scíen t es adelan t os médicos y legisla t ivos, no solamente sa las gametas incapacitadas de unirse "naturalmente".
domin a mos la contracepción, sino también la concepción en Además, es posible interverrir actualmente en el laboratorio la
probeta ¡e inclusive la manipulación de genes h u m a n os! composición de los genes . ''J)e aquí a fa bricar a medida bebés
Pero ¿ello significará acaso, como se cree muy a menudo, que rubios y de ojos celestes ... " se ala rm a el biólogo Jacques Testa rt,
dominaremos el deseo del b.:ijo? " '"rl
paetre uel :pnmer
. 'oeoe
' ' d. e p:roue
·1--.t~ / cuyo grito
a trances, .. d,e
Sería demasiado simple ... An te todo, com o lo r ecmdaba alerta pr oyectó esta espinosa cuestión a un prirner plano en
u n a a bu ela de sesent a -añ os, e s a a n alogia corrien t e e ntn ; l,,os ete Da GeS d e 1os conn"t,es ne
1 ' .¡. J
e' t':rea en J~uropa
-, . "- .r':.<S
T ' .¡. •
va rec1en te
"contTo1ar la contracepción" y "desear u n hijo" es reciente. m u t ación cient ífica n o deja de producir efecto s perversos en
"Cuando yo tenia treinta años la contracepción era ilegal. n u est ra mentalidad. Con su ofert a (asistir y manipular
Entonces la cuestión no er a saber s:i yo quería un. hijo o no. 1 •
m.édicamen:te la procreación) l a ciencia puede llegar a prod u-
La cu estión era saber si ;se podía h a cer e 1 a m or sm conce mr cir poco a poco una dema nda: " ¡Fabríqueme el bebé desead o\"
u n bebé en cada oportunidad. E n cu a nto a aborta r, no ~r~1 L a incidencia concreta de este asunto sobre los pacLi·es
solamente arriesgar la vida , sin o también la responsab1h- "com u n es" es el deslizamiento progresivo e insidioso h a cia la
dad de las persoñas que nos ayudaran, pasibles de_ perse- ilusión que el deseo de procrea r es todopoderoso. En la
cuciones penales. Toda la integridad moral de las mujeres se n1ea10 , ..,a en que el' rnno·- "deseaoo 1 " ;¡·d. o nacer, sus
no 'na peu1
ponía en juego, porque se era juzgada y recha zada. E nton ces, padres, que lo han "deseado" deberían entonces darle "todo"
cuando el hijo ya estaba allí, n o se tomaban las cosas de la (o no :negarle n ada ). Sin duda es exagerar nuestro poder de
misma manera, no eyjstía la misma expectativa, ni el mismo padres y equivocarn os sobre n u estros deberes . Porque en el
barullo que ahora alrededor de su nacimiento. Par~ 1;osotras, fo n d o, r ecordémoslo, el único contrato que t::.mei.nos con
sin duda la inquietud debía vivirse antes que nazca''. i , puede respecto a nuestros hijos es el de po'ner a su disposición un
u no pregunta1:se ah ora ¿inclusive antes de que sea concebido? período de n uestra propi a vida, ese que ellos necesitan para
Desde 1971, fecha de la ley Weil legaliza n do la contracep- llegar a su a u to nomía . Y p ara est o no hace falta ser un padre
ción y el abort o, ias generaciones de mujeres en:fr~nt an una "per fecto"; conviene 'siln plem e n te conducirse com o un adul-
problemática totalment e distinta. Podemos vivir nuestra t o responsable y, s.i es posible, justo.
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~~~~~~~!l~~:e~~~,i~í;,o;;:"~~e~~~;"~~¿~j~~;~~~i<la:1or de mi
cor1
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escapa y :nos sor~pTen. éle. ~f·orq11e rr1áEi allé.. Cle tod.o r-ec~u.eri-A
q11e E·~n..1:::.~de 1rtili~~ar e11 l~1 cit1da.ci co1110 1fl :p:irezca. I~t 11o:rft
c~;rt c1í:niea ~Y le D.. s e g ·t 1ro r.1i:1e, IJOr rr1i p aTt e:: 1T1E; eor1j11gado d.e ·(1n1bos d.io Sll.~' y rrnic110 111ás allá d.e su.s
s:cen.g·o .:)~.t S<?e.reto prof3sional~ ¿t\To es J.11ás vital ele esta
r11f1.n.eTn.? ¿-:.l\.\:aso cit:tn1bia e11 a.lgo e~-~ 'hec.ho q11e esta :tllt.tclrr:J
:~;.l~~:~~:c~~- ~~lI~~=,~i~ec:~~~~~\..;~;~i~.a_~~::; e'Jando elS~~~~;~:
5:1\jn?" ~~;gido a s~~e~:1;~~~oc~~tZs~r~~~:~~~=~~e~~~1d;:d~:. sn ~~~.~t~~ tern:i~r~;~~:ª;~s~~~~ r;1~~~;1;_~t::~~~'l:~~~;~~ :~r~~;~~r=~o~\~~f~
·03dre e2¡ :e111ornbre q_ue ·una. :r.t111jer reconoce °'5/ desig11a como qué encuentro fue el frute,, cm el fondoT'
L~ d-
aqu.eI -crt1e~ er~ eriEt~ s11scita sel" ·vivo y al (ieseo (.le .t::iar -;tida., .~ ·orque esear l.lD. .n1JO es s1e:rnpre deseaT
·1 •• . •
·u11 11.~jo de~ y-en
este _ca so el pa d~ re ge11itoI' étebió se11ti:r 1111 i11.11) i '~~p-e\rue~·
CO fl .§J. J/
(J:na n1 aJ.r~; soltera señalal)a la_ seprrtr1cJ._,ón. Bi1t:re e1 geD.ito:r
T8a1 d.e s11 lN~.-ija :l el padre que elia le recor1ocía en su. ir1terio~c~ ~~~~=r~~~~:i~~ =~~~~~~~~;;;~~~~:<:;~,~~~,~~~~~~;~~~¡~~;~~:~~~~~;.,;~~
testirnon.i :.~. nd.f.l a s í 1111a pat e1·11idé1d sirnbólica . ~/;"vi-ví u 11 t1moT
e1pa dei. cl.eseo d el hiJO · cru e pres1de su concepción , pe:c,o el
l .,..., 1-.4-,~ i...¡·"'C-1 ~~...., c:~r ~ -·- n ;J., .. ~o 4 . ¡ -;-" . ·u, •. .....~ b,.. _. ,.- D.Ífi_q
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\,,,} u .lu , ,,v .\ll!ú·..;. L ::t0r.:l_ uO y yaüI ,, ""'" COS XLJOS . .L )1 880 >::>2. ' 13.r.i1vS
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desde el ~p:rinci_p ic) qu.e nuest:ra 1'1istoTia sola:rnente sería 1111 or1gen . J\u:o.qti.e lo_ cortcepción. de r111 hijo es TelativaIJJ_ente
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pensar qu e, con asistencia médica o no, el "deseo vivo" tiene nay qu e de3arlo v1vff a cu aJ.qmer precio. Sola:rnente los
algo qrte d eci:c con respecto a los a ctores . N umerosas parejas padr es deben evaluar J.a responsabilidad qi.::.e están dispues-
reco:nocidas r11.édica nJe11te cor.no e stériles, des p11és del fracc1 ~· tos a as 11rr1ir, o IJO. J\Taclie plJJ~de Ciecic1ir e11 Sll 111g-ar --sal;,ro
que acruel c.1ue se cTee a1J.torizado a. ertur1ciar u.~. vi·rt1.1oso
so d e todos los tratamientos médicos disponibles y de un a '(., _.. . , . . ,,
carrera -pernecución insoportable ele la fecundación in vit ro, c1eJe1110 VJ:v1r se co1npro111etEl. concret.a.rr1e11te a respaldar a
renuncian fi n alniente a la esper anza de concebir "su bebé" los genitmes y q ue eUos lo acepten, o que adeipte. a.l nífio
con sus propias gmnetas y tornan la de cisión d e adoptar u n res pet á n dolo) . I:<:; sta hipótesis , desarrolla da tarnbié:n uor
niño. El pequeño a cogido se desa rrolla y crece , y 18, par ej a otros autores , puede p a recer pertinente a t odos a oueÚos
L . • Á
termina por olvida r E-l'U.S pen as anterior es. Y, iüh milsgro, enLr e nosotros que n o nac1ero:n. , n:i oor asorno, e:n un contexto
en tonces, cu a n do y a nadie lo espera ba ... conciben un [Jebé! de arrobarnien tó. Si esto no e~ una
vedad cient:íficarnente
(E sto puede suceder inclusive cuando les es entregada establecida ¡por lo n1en os es lo que se Llama una "verdad
oficialmente u n a respuesta favoTabl e a la a dopción, y a que poética"! Aunque la cieücia permite hacer r etrnceder tliarü-3_..
esta "8.ut orizacióp." legal actúa a m enudo como un juicio :men t e Jos línütes de lo visible, mu chas con.;pleiid ades de la
vida se r1os es capan.. Y e11 este serrticlo, rr1{i~1{.as ·vece::,~ lo s
7
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25
,~:(Lo ('.~ rt S '. \..~·.:·.~C ITCU8Il
~; ':..: ~~es catEt.stx·ófícG1111,z~:n.te
;..~.-_!.' ~.•-.,.:i.11·l·-
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P:G~~c~·~:l~~:L:¡~~~:;~ ~~~:nos que 110S lo 11i c iero11. vve:r; Jr CT·t:ido ~}1.18 f.51'8" in.rn.i..1ta:bJBI!18IJ.te
cierto, lu.ego, eor1-;rt.rrtiitos e:p~ ad1:1J.tos, cor1ct::5}>1.:r t1r1 t~~j o
ta:r esta nTujer_, ¿J\Io :p11d_o 1re:rda..clera:ro.er1te en cor1tra~ a. nadie eor1 'í.;1111edian.te .otro ser, 11:r10 se d.a c11er1ta ele que e1 :r11lJ.11do
pE~1·n. r esJ)Etlr1F1rla en sri eiecc~ián.? es más aieatori.o Clo lo tp~te trn.o pe11sc:ll}a) la icleH se
tertía c1e fi;s errtor.1.c :.;, ~3 (~tr~e 11tu.1 s1 ~y;.1
bebé ro.saeto y so:nri0;:r1te~ ~1l2. giecJ y saCríarn.os, {}lle so1r1os rel~tti".ros -..;r Jr10TtH.les. lVIás a11á.
se =res1gr1.B.d1 fi IL~.1 1ln\. ó:n, r-Bb~·;Idi(; a c)us alterr1ati"rE~. s y
,_:_., e3t.e pror.nesa s~ <1
este Iiiri c11 sJ~p. 1i-er lu_g·crr
Il1I10 111er1taron. e1 n1jsrn.o t8n101~ ~~·ue e}. q_1J.e
co·.tred.o:r de 1.J.r1a. n1ate1·r1ir:1.nd.: estr:~11Ja i.!0111ix1ad.o ei
J1.1iedo a dela:ntar:m.e COIX10 c:r1 Jo S lief-ios €:Tl
O.e otr2~ ro.;:tne~ra qD.e clon.cie s11s po.d:res pt1die:rc>D. q_i.1e 11110 qt.uisi•3T2. .av;:.t1:tzar J_1ero r~o IJl1ede . j'"fe:o.lt~ la. irnpr<t:;si{,\r1
Cioricle c2.cl2t 88'[ h-ur:o.a:r10 es B.bsol1Jta- r10 Clarrr1e Cl1enta 111ás c{~:;l tie111:plJ real; ot1e el
qT1e se :b.2:.ce c1e él, ibfi a al ean. zar ~
dt-3 si lI1isrr1C:· y -q11e ver1_;fdiza (J terlgo ql1e ir? ¿(;·u á.n.t o ti€:111~po :r.ne fftlta ?'' ¿1\c K:tSC.i este
ho111bre J-1.0 e~~pres <:1 q1.1e r1-0 E-;s :po;.·~úJJl e Tec1t1ci)~ la dirr1E:nEi.ó-r1 d.e
~·~r \fl'lO '~t11e apa.:.cece. L.·a -vida este aetv} el :eeccn1ocir.n.iüJJ.to del ~V s11 i11scri1:;ció11
.i.\.J' }JrBvit-rto.~. ~3~n ta11to que s11jeto a p art¡~ errt.era fre11te a la socied.a.d, a. l .1r1a
forrr1alidad a.nodi:n.a?
graves y
27
:_;;.·.:; c1e f1 · '· t :, (-iJ... sox1 dejaC{ o~--· -:tdo, c o~t ' lU si fuesen las ..;,;,·q u e por alg n n '.1_jeres :.' s especiaJmer< ' ,
_..,..,., ~ 1 '::. ~· . .;J.!.! ..-.·¡.:r
, ... ....... · •::1cl g e c· r1\·¡ ...-, ,.\ . _-'. . :."t'l"l P_ U~ P
, - c;.1 n :~ D.0 .---S. ~ª
·¡ n.l..1.,1. _,,O. a-U,T_.,_,,_....,~
__ ._t:-.1..S J.l-tC...tO.!.) ,J. _J_c ... ... ~..._~_¡__; ..:-, ~" - J..'..:~ .
1
...... .... __.... ._.. cúhclarnente rodn; y liberadas de estas dificr:lt=...d;:;s rnayo-
,,t~t t:'_,3._\ , 8_,
f,;:.L '· ~
a decir Cllle
·
--,:J1e11sct C .iJ. ~odo
··
eso ... " dec1 a l:tn~t rITlJJe
··
T res ¿cuántas oh«U3 h ay en confli cto abierto o escoL~dido , descon-
a.l 1.v 1.aca
:i- "·no s un'[a . ·"" ' "º'-~ po1·rr·
LE t'-üLG . . ._,_c1e
... , ·;¡- r -- .i."n"a
_;.u .10 Lt, .. 1 e ,1 ......
ac:pac·to
, "' ,_:i"e.. certadas y a isladas? Y a su ahededo:r ¿qué escucha para
cornJiderar1o curioso, s ino que además yo subrayaba rni a tenderla sin h uir rü banalizar inmediatamente?
in,,uietud a propósito de la tend encia geneúl.l a eludir o a Esas crisis de lágrimas y cambios de humor son una
·'-i -
encon1.,;.aJ. .L..,,,.
ex01a ....,
..1as ese,_,::, CL.es t·i,. . O.lle"" ..:~
.¡.......,,. 1- ...; r a
l.uLer ~ nc,, s a .ta v1 a}
11 . p· ..., .,., ·1,_ 'd <> -¡.
... , "'i""l ,..., .i
frecu ente rea cción visceral en una Ir1adr e joven. E:n el
qll811Üi....i D ·u e·'ct e- -'-1- aie~~<-L
1
n ·i·
.. d ,Je 1 P
. . .1 _ "11'"efft"S'
ela " "-'"1 ' lOSotros
.. G. . a ... 1LvL.J. . D\."'.,_J·r· 1' e,,-nt
· -"'
1
...... ~- a-· 1- 0 0
rnom.ento en que, a su vez, se convierte en responsable de
:3e en. nosotros ~; de co11'/0C R.T11n s a cl;~ scnlrrir e~:;o s rostTos otr a ·-vidE:t q11c i.fJ. E3tLJ'i3.., su.s IJt O}J :{o s e~rt ad.os tie 1~t e:per1d. E:!11 ci a_
. .1cc r 01-·1oeidos li e r.1osotros Jnisn1os ...
<.,L 0.....·1-.) V .- infantil retornan crud.a:rnente, consciente e inconsciente-
, • 1 •
]~11 esos 1rtorn.ex1tos i~n1:porta:ntes ele r111estra vid.a ¿dispon.e- mente, r ecornan . as bases que e ·...11ta c:rma ,
ol..vma
' ., ,
aas ae .,
su.
mos de Ios ritos y lm'. rnitos decisivos? (El rito no es una práctica oronia infancia.
extraüa y excepc}onal. No es sorprendente más que para una ~ J;\·agilizada, la madre joven exper:irn enta la n ecesidad de
mírada. ex terior :rnientras que para nosotros es natural. El rn.ás ubicarse, por la identificación o por el conflicto, en :relación
Ji::> 1nc ~1· J-c" º"' .--.. 1 . . .J" • ..,_,,_, i-·•
cohcl1 8YlOu~ . -"'º '- ,,,;," -~0 "'ª'lKta.ISe ..utJ.v.c e noso cros, sec l Le .L· ne."'
• " • -' .. 1;,, <n3.. '1 con las m ujeres que la precedieron : ser m.ad:re como su
d:fa" y se estrech an Ias rna nos . En otros lugares se frotan la nariz madr e y su abuela, o mejor que elia, o de una manera
1 "b ') .,. . ,
0 se besan en .a i oca .. _;_,a pregum:.a permanece: ¿para que nos disti n ta. Todas la s mujeres tienen necesida d de u.na t rans-
sirven nu estros :ritos y hasta dónde en materia de infancia y de misión en el momento en que se convierten en madres y
-
educaClc1 ,:An? .. .t.D1·l:~nso
,,..1 ~ u. ~·n
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.. ~a Cvn
"r.:l··1 C.1<.)
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• .. V exucr imentan al mismo tiernpo el sentimiento de ser la
·1 1 ./.
ú1;1ca capaz de inventar el diál~go con su recién n acido. Por
. l ., ¡. ¡.. ,, •((C\ 1 • •
obliuator1a, aeJ })r:tQre er1e_ 1)<1ri...o \ ·_r.Aso r11e rnzo i111:po·1_,e:n:ce~ 111(~
b
confi.aron vanos .
en .¡.,;re eLos; ,1 \ y en e,1 ln.ev1 . 't a b" .Je "·el. . papa, es e_l que ello vive- las presencias cercanas que n o respetan esas do,s
corta el cordón'' ("yo rn.e n egué, mi rol de padr e no es ese"), luego expectativas como factores de desequilibrio y de ünpedimen-
el vals de las visitas a Ia m aternidad de los :miembros de 1a to: ::']:J a.cli.e 1ne dice riada, i1aciie DJ.e er1seftrt n.ada, e st0)7 sola",
.!'. "·· , ·t'J''c'd
1arrlJ.lJ.h ...., ·"r1 t"'l circ,.ari(;'"'
..l. c. - t::i a·le' D
'-..... ... •0 • ' c.1·ucl··•'s
. . v.:;. ......._, .... ; al e n1"i
\,.,1,. u '~ ""
1 ºea1'·1 c°' ....S, Jv \"-'-'
.J.. ..1.. ex:presa~'.oa 1Jr1a jo~ven part·urie11 ta, cor:tch1cida por esta. a11ser1 ,._
chocolates, inchnodos sobre la cu na, bromeando y comentando . ele
cia - ges tos y d e pa1ao:ra.s a un blOrrh.i.e
1 '} 1 seni:.i..:::m.eri.
'. • .J..1.,0 de
los paxecidos d6,~ ;recién n a cido_ c~n t al o cual ante,pa_s~do soledad y de irnpotencia. Pero inv e:rsamen te, un co1rnejo rn.uy
'dP"'li-;¡;ado o permdo, en pres2nc1a ne un padre ensoraec:td.o y peren torío la borra como rnadre, la desorienta y la priva de
~~,~<~;adre aturdida que, ·fatigada, co:mpm;e su rostro alegre a'e su propia p arte de invención.
circunstancias y luego estall.a en lág-1~.mas a su partida, culpa- Cu ando el entor no de una joven m adre no la ayuda a
ble nor no sen tir permanenternente la beatitud que se le sentirse segura de los gestos y las actitudes mater:nales del
suu¿ne, o por haber sentido tantos deseos de que alguien se ama m antamiento y de los cuidados (o bien cua.n do los
oci~ne tc.un bíén de ella . Cuántas veces me encontré con jóven es consejos que recibe son contradictmios) aparece un senti-
.. el ,. 1 ~+ e -
r adres r es1Jt1es o.e ~ a 1es v1s1 . . as, ·d_est:rozaaas e11 e tor1c10 cte
.1- i 1 n · 1~ , >
11 miento de inseguridad, de incapacida d, de abandon o y de
sus lechos: \ No puedo s oportarlos más!" Y a cuántas fundirse aislamiento q ue la deprime y la invade, desanin-1ándol.a
en Jág:ómas ante la simple pregunta "¿Cómo está?" Y ¿cuántas h asta el pu nto de secar su leche o de desviar su mirada del
~ 1rti.
eie .. v 1·0
•.. . +01· °"·1n
.. .t:i '" sobFo
"'- ~ " ST' ''JJ"'·1·idcl
u . .. : ~ c::L··i ~l-. 1 P
!.. A. .:.,¡__ r
.;. · e·i'.J a , · st1~ l11·s+·o-1
.. 1 ·a., su J.. u nifi.o, como si, al renunciar, preservara a su bebé de u n a
q·-u-~ ec:·~ov
0
28 29
21 rr11s1110. 'lT
·1 • ·1 ' . , ., - 1
.r a 1na:vor par·Le ae las veces, los .t.stzos que la
..
:p ~)saa1 J. a' o n1e11" 110 1r.le s1r·v1ó c1e nao.a"~ ;?¡~· caso l.s. ·oartera
t '• 1 r
,. -. • "- . !.. . · •
1
t_ en, rrances l.tl. sa,ge-rerrirn,e, ta rn.:!.i}er que sa,be) x10 rep resenta 2nadre esta bleció co11 el perso:néd el e se:t"vicio prenatal s e
a ia mujer ''sc. .l1ia.1' qt1e toda I1Tuje-r que va a .da.r a luz-t1es~3c. r·fa rompen a p artir clel momento en que n a ció bebé, cuand o
ter1er a tru ·lo_Clo ~para ay-t1clar1a y acor1sejar1a? ~E~sta presencia i10 están prohibidos . }~sta1J1ecer tt11a r u.. pttrra se1neja11te
en J.t..re 1us actos m.ed1cos y e 1. acorr1pa:.r1.
i ' - a1r11e1Yt..-O
. !- ~}. JJ1c11.tar
• ...
, ... -
repre ..
~:;~~~~;~,~:~º_:~ :1c~g-~~~~,~~f~~:;~r·¡;~~!v1~; ~~:~~~1~g~~(·~-:t~º~: s·e.n.t ri., cor~ r es1)ecto a l as expecta.ti vas t1e calo1· lu1111:.:u:10, u:.r1 a
{JJ~r1tali Cl r:iJ·l soxprerulente . ¿Y ~por qt1é?
d'-'ªL•.}(J J o.::> Hi.Ulo ne .co.anera e s~nc·~a a soJ.arnent e 1a asrnte:n··
cia técxiica ";/ .rnéciica del .. IJa1·to? ~~:n el 'Vaivért e11t:re t::l dolor Ivfás aJ.lá ele la ::-1bt111dr.u-icia dE) ba.titas J)f.lT.f.:t lrL pri 1r12I·a ed Ettt'
,.,. • . . ., 1 ..
~
30 31
32
33
___ ___ ____
. ,,,,,
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l
\
¿Todas las m uj eres experimentan sentimientosdedeso:rien-
tacitin después del parto? Entre las que se inquietan y se
deprimen ¿las manifestaciones son variables? La intensidad
de esos estados ¿está vinculada con la intensidad o la
proximidad del parto? Para :responder a est as p:reguntas
convendría interrogar ante todo a mujeres que han vi vido
alguna vez estos problemas, con el objeto de preguntarles si
los recuerdan, y de qué m anera. Para ello, me entrevisté con
madres cu yo hij o mayor había a lc:anzado por lo m en os la
edad de caminar.
Ante todo, lo hayan vivido o n o pe:rsonalmente , las madres
"conocen"· este tema. En el mu ndo de las muj eres,· se sabe
perfectamente que puede presentar se una depresión des-
pués d el parto: "Yo n o lo viví -dice Solange, madr e de un a
h:ija de diez y siete m eses y q ue acaba de t ener gernelos--
¿lJ sted pie nsa que es normal? ¿ Podría ser que esta ve z me
ocurra?" Cuando no se lo vive, se lo teme. Y aunque este
fenómeno sea conocido, e inclusive experimentado, cuando
mm ma dre lo padece, eI saberlo no le impide sentirse
eulpabili zada y no saber muy bien cómo salir. Además, ese
~ 2st.ado de desorientación n o es fá cil de iden tificar, porque
según las mujeres se manifiesta bajo los aspectos muy
diversos de desánimo, inqu ietud, tristeza o cólera, de inten -
sidad variable. P or último, cuando estos sentimientos son
37
otrD- Jtn.~presióTl de 1.1.0 veces,
~h·iJ..biese q.r2e:r:
111t~ :raoria ~ alg·u·nas ~'111aclres B~\:peri111e:r1 ·· libertad ele 111.r.J\7 1.nrlen.to.s :l 1-r1i eTeé-rtivic1t"L d. perso:naL T_T:r1 l1tJo
rec11e~t:ia:c1. bien '.\1r1a Cle:presi{)r1 tr-es d.ifLS d.-es1Jués d.eI es 11nt1 a\ie11t:rtra., i1:iero can1bi.s. la ·v:!.[iE1 I r~rocio ~:..ndrrvo 1-rtej or
h.1'ego, toe.o ar1dtr'lD -bJen'~ ~ {) tJ... as r.nujeres evoca-
1
.rr1i rí1ariClo ~¡ ~.ro y a Ilü 5bs.n1os a1 ci11e, xr-:;cilYíamos Ine11os pena laten.te, erlt1caT .so.la a sl:t 11ijc1 q·ue, pü1" s11 parte, da
s. rri.1gos~ yo era rn-e11os ... libre . l io :mt'is d~ifíc-il cr eo, era esta p:ru_ebas d.e gra?a en_er_g la fre~nte a lo_ ad'1c~rsic1aéL Bi:tjo s·L1s
\
38 39
\
(
un desfoJ.lc-.'.: .11to. La ,udición de e ste e : · :-.: Lhrio fue u.1
a sp'' ..<.JS coléricos, se re.· ~ . ·. Ios doF j os com.o una pen :1 n_.-1 a '·',,·:·'. . _..:_LLo
·~_1 1
' ,-,.. L~;¡ a.e ·-r .; i.'. pa.:r~a co11oc8T' JS p1:..n1~os
:¡ " ...µ\.,_1_1t;J.te -1 , ' • •,
obs·~~i:nac1a 51 d ete~r:r.nü.·.~n.(~ ·.t. Bsta actitrtd (lecidid.Etmer;t.t_~ :.: ueo11es
1_ ... ~"-'>.U. '
,
Amélie recuerda las inquitd:udes c¡ue asom aban a veces: "'No ·::n1-co:n.ces, coro.o s1 terr11eran ele esa l UE1nera ··;/olver ;,:1 ser
""· ·" "i.le-· " .L'l:
i. .t ~-1.5 .... ·'b .
" T -
orr1e11cos ·1• ] . ,••. ·-¡
0~1r1ci:~es , '011enos~ 2·01Des ., C·1te aeures-i
,
ór~
creo l12~beT vivido eso Cj_1Je ll}J_ma~ una depresión ... 1:~u.erto,
cuaua o 'Legue
. . l
• 1 ,
a rn.I• ca sa en ta:;n, e •
con e ··..¡ equ 1paJ . •
e por et., sue.lo, .. eso se t er:rn:ina". De ma:ner a g~n~:raI, cun~to 1~n}i~
.e,,-.,<>
L: U i.t
d.v ,_,
"' ITio111ento .L
' ae ~p e rp J eJI G. a O
1 , • . ' r• ~p a. , ¿y a.].OTa
t: <-:.r.~1 l q_1Je• -.hago'?.>> 'i~~:c~g:~ er~,~1 nat;i~.üe~'.1to ~e! p_r.~rn_::~r hijo ~-"·E~to :~a.s, ~ifus?s
1 --·,o·o n · c .- ) . .. -- .,.. Q' ' , 1 h" ,.1 , , , e\,, '""1erc.·~ .1 ü) o b1en e1an -._,011ta. . Job cor.n o u11a. v1eJa n1stor1r:1
.:.....tUca· -~-le S8nt..e ..Y me CU.Je: «;._1'C Op, IQCLO ar.:..cJ_a Ll€I1 . ~cy,ll1.S1S't,e
. L>.JÜ __..
gT·ad.os de fiel:rreí los ·~p_1e se as·u~;taro:n ft1 crcn1 sobre t odo rn:i
paclre Y r11i 11ern1a11a. ·yo l e ten.ía cort:fiar1ZEL, rrn :niño a \.reces es sen.si bJ.e ;:~11 e} Te1étto de Dor:n.i:r:t i.a·c1e: !:~;c);h_, 11 0~ todo ·i ba ()·ieri
s e enfenna, éUa se va a curar , ¡no hay que asustarsel Otras e:> dulce recor~ar esos rnm:nentcs : .. pe r c ~i ; s:in emba~g; ·~~~
v e ces n1e faltó .alg·o, r1r1a p:rt~s e:ncía cortJ.nigo f rente a este c.1eno, r ec u erd o que al comienzo fu.e un poco ditícil e ncontra.:t
bebé. Hubiern querido compartir con su padre la alegría de el ritmo cle1 a m amant amiento . ¿Qué pa s a~!-ia '? Y buenn ·1 l
C' -~ ~· ~
........ ... . • ::.).1'"' r:- ·,¡ -~ _ . .:".' - ~,_. ~ ~~ t -.,_, - 1 '"" -- _, . .• "-' )
negué a dej arme arrastrar por los sen tim ientos n eg.ativos,
'I'en s-o q;:e. decir que al en terar.me que e;Ttaba encinta, m e a l pecho
T)...,;.
y n o engordaba . ¡Inclusive
l n ~ h o .., .,,,..... l ~-' - j
Di ~ d -: llePué
_ a nreo·imta r nv:.
·r;i,,. --~
,....,
".;
... ,. <-.."? ; Y: - i j .,,, - - ' - .. .... '-' f-.:' .i.
41
r~~- e ct1JO lTt e ay--:: }nastant e: lcJs ;- /1 relato re.~<: .<:2!. el a.I :. ele -vi-\1i:r yun ·c o~~ clesp-r i]el
co:cao 11 osotro s.~ d.e a.·c- . -_-_:_L·O ·va:cia.ble, :pero es :neceso: H~' ;_~~ .ta.s
1
.. testin.l.ox>-'· ~'Ie Martir1e, s·t1 'leci11a .~ta..bitación, }~oa:na
inaares t t1mbiér1 sl1s r eservas :l t.l.e~: ~.~;J,:r1se 11 ·ele ~0·1·ec.r;-..~
~~~f::J .
~ ~~
(:'_1 :.--. .
<'~f yn
}..__,,... , C t~,Y'!
1
~~ C.. .t.~U.J -
0 ~+q l" ::; -,~.-, 1 1~ r r·;:i.nq·.1 rl ,~:1 al :°""n-Y1,'1qy1 70
oie'n.... -~'~-' i.1~'i. ·:·•.JO:: ~ :1..LL'~· ,) ~.... ,....~ . . \..J ·!. _.,_." ......_
.. • ~..... ~ ... .\ •.• - .. .... .!. - • .!..4':
n. 0cl1e. En:tc:cces 210 a.clopté st1s 1í1r1ites. y. rai f-1ijo ,adaptó tlil ]~ero r..o como llsted., de1Jr11111cta no . ... peto creo (fL1e.1n.e s f;rrt1
._ritn.10 po:r ID.is1110. ~Es cierto qD.e al ~prir1cipio fue descon.ce1~- ·verdacl.er<.tr11ent e seg-ura Cl1a :nd.o recufH:3r é 1n:is formas ... i:l n1i
t::.n1te, pero ~hJ..2go arttll..rvo bien.. n · fo:r.nrn!'' agrega riéndos e.
De la r.nisma manera que en las costumbres africanas en
q "ll e lac.;::o
·1'""'"''
,.e,,;:, i
' '·f ·11c·"A~
.Ll.l .•,, ,_,} _, ;::> .1.Y..')r-1::-~
O u ·~ '.:~
··· 'n
·u M~ 1.:-•
••
n·-.·rt11r1
o. J: ..~ ·""·
a .. ,. ~ .. ~"' t ~ +r) , .Se f'C'
v<.< y v
1r~ ~•1, (~{:~
1.. .!"'"'··'·' . "·
(~:o:r1fiac1a, t e:r.ne rr1enos ql1e t1n.a. :rr.a ljer aislad.e~ s11s propios
estad.os-d.e i:n certid.11rr1bTe y la. fragi1ic12Ld ele s11 11ebé, ClJJ!ª
Ese se:ntirc:j~;;11to de trrtr1qt1ilidarl y d.e solid.ez ela.borado IYJr Sllpervivenc:la feposa. sc~.tJTi) }JOr lo lnenos
A:méhe y· l]ominique puede también ser favorecido por la dt1rante e1 rn:l.iner .aiio. En este c2~so :no es pos ib1.e1nerrte la
segnTidad que la madre experimenta gTacias a la presencia :r-egresió11 en si rD.is:rr1a. cru.e es benéfica, six10 qt1e la joven
de su entorno . .A.:rnamant ando en su lecho a su bebé de cinco :Ct18Jire, ~~r1 oc.asió:n d.e .;;;sta, ·r-.1:t c1 a 1~ ac 0 r 1n p·'"'{·pe-.. 0
ctlas , I~. oa:na. acoge ixó. ~prefjlJ..:nto~ con 1J.:r1a a rn_1)li:1 so~nrisa. Cor1 :rie:ncia d.e s1Is p r opia.s "·'·'·,i ·'··" ""'····-·····'"'' "- . . ~ _. _.¡_ ·r:. •_~- ...... : --~ :~, ~.---·,-.',. ,:;...~;,~~.-·'.·"- .-i~~ ~..~l_
.''.·.· ·.~,. ~. .,_.·t~,r'_.•·.;. · '·-~r..~" P.·~· 1_.:\:~_·l; J.:.._·,:-_',· .•. ,·
Inoti\ 0 cle1 i1acirD.iento ele Sll hijo m c.:131or) 11ace cinco años)
7 a ·e lla ni a s1J. bebé, er. pe .}g-.:"'u ele so1edati y· de riesgo.
't ' ,.::¡ j-
{__;u.a.iqu1era sea~n s11 or1gE:r1 :l su. ci.11 . . u:r·a, i~o-......D. :0.11..tJer qt1e e a D.
,., ·1 .
"cBcuerda una fatiga pero, bien Todeada por sus herr:nanas, > >
y1~1do retor.ciar s11 t rabajo ·b asta11te rái:)ic1o, y eXfJTesa}Ja así su 1t1z un bebé tie11e n.ecesidruJ sentirse en. co11fianza , 1;J111-
al egría de . l'~En l\,í arti11ico., las relacio11es.f'arrri)ia.res so:n t}l1e Tnás r10 :3ea ~iue IJo:rqr1E; :< el ioeL1é q-¡__1e e lla~ tit'.!D.ff~' l1;_:1ce
pELtt~ictdH.re:3: se es t.á rxruy· a J.I1en1.:td~o re·u11idos .Y si se ha~Jita ...., •• ,.;
~. 8üU.Lg.u~
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Ttr.i p o~o Jejos 1.111os ele otros ~ en. esos inorr1en.tos, i1acin.J.ien.tos 1 i:ncoriscie1Yte fle la propiét in.fELt1cia per1r1ite a 1E1jo1i1er1 r.n.o. clre,
casamientos, ent ierros, la familia se desplaza y ·viene a 1nás o r:üenos adecl1atlElrr1e11.te, id.entiflcarse c o r1 Slt recié11
:i11 stalarse. De esta I11a11eTa· rnis ·.her1na11as vix1ieron a ·vivir 'nacido, compre:nderlo y p:rotegexlo. Es cie:rto que cu a ndo v.na
(:onn1igo por t u:rno pa:ra ayudarme . En el pueblo, yo era un parturienta puede a cudir al.as :mujeres próximas o mayores
se:r un poco a parte, porque no actuaba forzosamente a la
maner a t r a dicional. Por ejern.plo, para no tener historias,
~~::ir 0~'1.~~ 1:re,s.~~~c.ia ~~~~·~~~1;lo:~-}~-~ !~~:vi;E:~;~s fr~gil~~a~
l1.?.'.-..:• lnh,,l cD.L,S a ,,u , na,_,""' -"·'l.'-<.'.1.t.i , ·~.L-t"Jl, c.,~u 100 µ,,_,ffiüd.,;1ffi1,_,n
CL1ancio iba a visitar a una cierta tía llevaba a mi bebé corno L ,• • :1 •
l;;Os ps1qtt1cos ql1e at:r av1esa toc1a.Jcrven o
:mactre so.n , d.te .a1g-r:t11.a
' • L 1
lo hacen las nrnjeres de allá, e:n la espalda sobre el costado, niane::ra, sostenidos , tolerados, diluidos y filtTad.os en el
mientras que habitualmente yo lo torna.ha en mis brazos o en Ol"{len de 1.as cosas ele la. vida ~ en. lug~ ar ele e11qu.istarse e11 e1
::; l po:rta.-lJe})é r1c1e1ar1te ... ¡I,~Jo 11ay solar:o.e11te bu_e:nas costtrn1- sile:r1cio }' lft cl1lps.bilic1I:1d o bie11 ele e=faeerbarse a ·) p1Iertas
bres en las tradiciones! Soy maestra y pude trabajar a medio cerra.das v ·orodt1cir dra.m.as .
tiempo, pa r a esta:r con el bebé, era :muy cómodo ... Y además ,Juli.e r~c~erda haber escapado del. confort de la casa de su
me acuerdo, al comienzo, creo que rni hermana todavía no madre, una mujer tensa y a.utoi-itaria , pr ef:ir:iendo reunirse
habfa lJ.egado, vino una vecina paxa lavarme la rnpa." Su junto con su bebé de tres semanas con dos tías que estaban
43
vacaci ones en u :1 :: ,-, isco de _;;ana, sin aguan eso :- ~:mno U L latigazo, me a s' · ,, n1enos, ".:omencé a
::.\dad. "Para las L:', · -:_;e; com.unes -·Tecuerda- - yo e: ,,,_mefi-- dist. _,ldenne , a reírme de mi misrn :¡ j ' a se~ menos maniática.
cacia misma, hi·r'ta todo a1 revés, lo que alten:_L a hasta el --
.t'ue r ,, r o.e
entonces que c0111e:nce, a ms:.c:·cuvar J •
rrns hlJOS
" .. .. "
punto más alto a una de mis tías, que no tenía hijos. La otTa Sigue un largo silencio. Luego Ma:rt:ine encuentra de
le explicaba: «Pero, en fin, es normal, ella no ve más que a su pronto un viejo recuerdo:" ¡Claro! Ahora me acuerdo. Un día
1 - _. 1•
oebe» . .June''
expresa su serenh.céW
T • .rl ·1 •-
en presencia •
1
ae esca t'ia
1
mi marido había invitado a almorzar a su madre, me había
acogedora, que la protegía de los reproches de la otra tía, prevenido esa misma mañana, pero esta vez, me di el lujo de
menos vivos pero sin duda análogos a los que hubiese podido no estar allí. JVIe fui a visitar a una axniga, con :rnis hijo s .... Mi
dirigirle sn ma dre... "Pero lo :rnás sorprendente, -aüade s ue2-xa es del !!énero de .las que lo s a ben todo, la «ii.eina-·
J ulie- es que yo n o tenía conciencia de todo eso, no me daba mac~lre» en f-_in. ~,6-• 1,
-· ¡yo 111e m::rev1
' " , a _nacer eso,¡ ,;amas,
1 T --
111- n11•
verdaderamente cuenta de nada. Simplemente, me había . i . . 1 . t
manco n1 n11 suegra vo vmron a .Jocar e - ._,enrn ... -1 t ' "
puesto al abrigo." ¿l\To descubrirnos en el retorno de este TecuerdCi las claves
del lapsus de l'vi mtine? E:n efecto, al comienzo de su r elato
i\!Iartine confunde al mayor y al segundo a pr opósito de "la
energía de su madre que nece sita el bebé". Piensa entonces
"l\ fu:rwa en mi -vida en s:í rnísma, que en ocasión de ese primer nacimiento careció
.esb.1ve t an pe:rdid.a"' de energía y se reprocha h aberne p arecid o t anto a su madre .
Pero Martine había oluZ:clado la escena fue:rte en la que,
mediante su ausencia, se separ a de s u suegra y envía de
P a :;:a la vecina de habitación de Eoana, Martine, que estaba paseo al mismo tiempo la figura de !.a Reina-ro.adre "la que
en su tercera mater nidad, las cosas ma rchaban de una siempre lo sabe t odo". La memori a no a cude enseguida
Tnanera totalmente diferente: "Estuve deprimida hasta el porque Io que lVIarti:o.e, en esa oportunidad, h a superad o,
n a cimiento del segundo, totalmente aterrorizada, s ie:mpre resuelto y evacua d o es precisament e e1 debate interior. El
pendiente del teléfono para llamar al pediatra por cualquier recuerao 1 consciente
- 1
'1--'-
que .te queCia e e es ~e peno' d-d '~
o es pues ae 'i
cosa; iY eso .después de haber devorado todos los libros de hecho, es que por fin ella pudo ocu pa r s u lugar de madre en
puericultura! Me hacia problen1as ante la menor insignifi· su mopia casa y que se sintió :feliz . Pero se escucha bien en
ca ncia y buscaba las soluciones en las biblias del bebé- la progresión d~l relato deMartine, que esta primera distan-
inst:rucciones-para-su-uso, como si yo foe se incapaz de en- cia tomada rnspecto a la Reina-madre le permitió luego
contrarla sola. ¡En el fondo, nunca me parecí tanto a mi expul sar para siempre "a su Inadre en ella" e inventar su
rnad:re como en esos momentos! Y sin embargo lo que yo propia mat.e:rn:idad. Le fueron n ecesarios a Martine esos dos
quería evitar era ser como ella; siempre detrás de mí "con nacimient os para terminar de separarse de la figura de 1a
una pequeña chalina de lana, por las corrientes de aire ... "; "otra ·madre" que sabe más q ue ella, y elaborar su propio
jUsted conoce el género! Cr eo que nnDca estuve tan perdida lugar de madr~. Esfa elaborac-ión ¿acaso no es para Martín e
en mi vida. No sabía quien era ... Recuperé el aplomo con e] un "segundo nacimiento", el de una a d ulta?
nacimiento del segundo. El tenía casi dos años cuando nació
su hermano (a pesar de ella, Nlartine hace un lapsus y vuelve
a hablar del mayor). Necesitaba las energías de su m adre ,
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·b iberó:u. rni .. ~·.-_:it:1.r1:~1a t\11.re el se... ....ierrto ClC' CJ.Ll2 rr11s
he:r:n:• <·:;uos lo tenían todo y vo nad >:__ A nü tercer hiio lo
V , - J
~os n~~crn:ne~1tos ~lgm.entes. La diferencia ent:re las :muieres ext.Ta.\r~o e:xr)erirnenta.c1o por el r1.s.cin1ie11to c1e 11x1 11ijo, co1110
<- 1 !'1 .., ~·¡-iui r -•e " v·ar1as
. ., .,
,, :·~:, ...,·
?Yl::JQ}'P <:'
• ._..._, ,..~h -" · "''" ..., __ ~ -0c."
r.,..1r-•P-¡'l c'RS" ·Y .\ ""'::_, i . ... ~ ·CJ. .s vec>es 111.adre~(' se compr ueba a través de los testimonios obtenidos "en vivo".
.cermmos que yo prefie:rn a los u.n poco
1 " ~ bárbar"s . . --~ ....-, 1'_
~ ·ie '' ..~1l!J.lJ. - 1,,.... -
paras yt pa:ra
1
las segundas "pluríDaras")
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es o·eneralm'
b . '
"'n.,·e
'-' \,, X .
o_ ~
........ ""'
~t L. u _ , V .a..\:
pasay7):ra, supe:rab1e. Po:r:regla general, fas mujeres expresan En las evocaciones que hacen de los "'bebés blues" las madres
que con el paso del tiempo aprenden a tenerse r-onfianzP. ~'c. experimentadas que 1os han atravesado, se puede hacer un
c.:ien'!-p.n w', . "'""' •· -ni-• _] ~ , . " .. 1- _,, ,;:;> ~,
" _,n-~.s .u.18.S ,_. ,,,pe111nel.1 ,,auaS Y estan 'llºPOS "en"""' C'OD paralelo con el retorno de las sensaciones de un sueño. El
respecto al llant;~ de 1os bebés, inás có~1;d;; e~ 0V~
• ..
~, , .r~~~!~a'
t .~
ci 0-:,:
.1. A..i. olvido y el resurgimiento de las imágenes de un sueñ.o no se
consigo n1rnn1as, con él v con los dem<Ss
• .... "' ~- TP,1ne•
~- 1 ITl"ll')"'
v ... \. ~ 1.la
. . '" . ,.,, - -· · ... • ,..,, ¿ - pr oducen jamás al azar, sino siempre en ocasión de m12.
:~1::2uj;~ srue ~l ~~~to~no p;eda po.sarsobre su maternidad, los
/
escena rea1 o de un conflicto que nos "r ecuerda" inconscien--
.cc1.•roc11cis even1,ua1es. ,:tem:mciando a Jo~• mod<>lo"' ,. ~ i>'lc· te:rnente otra escena u otro confhcto, situación en la que el
·-~"">\ l 1 .H , • . j iet J.C.,,,.~-:1
!:l~· ª:~-~ .. 1-~ce.L~ as cosas com.o 1as s1e:nten.'') con 111ás nat 11 ra~·
,:i ,·""< }· •-· .... _, h.' ..... , ' '-' i.)
üle una catastrofe. Estallaba en 1fícr-r~nl"S anh~ 1 .. depresión "inmediata" o "posterior". :8st8 estado de "blues"
: .. .; ..":r:: .,. • . ,_,;~" . 0 .. . -o·'\ : ~- . 1 .. ~ a meno1
0
iil;:,~i:;Lti.~Cüfü...t,::i . . / .!. OY que COil el tefCPr r11JO en 'ugar rl e n~-1 hecho de ti-isteza y de desánimo , cuando es posterior, sobre
<=>l n ¡,...-} ..... Y' 9 / 1 --~ . .f-...... .,...,. .. - -
. .. ~ '- -. '"" • -"-·· . J. e .. \,, V l _. 'l.! -,
~ ,1:-'~"L:.1ero: ,~\~ma re;.le",..¡ona_ anee m2 pregunta, luego lo todo cuando es evocado .por mujeres que fuel'on rnadres
asocia con eJ. hecho de que ella misma era la tercera de su vari:as veces, es descripto a menudo de una manera vaga,
grupo de ~ennan os: ":rv1i madre amanrnntó a sus dos h ijos deslucida, indefinida, en últir:-J.O caso de una manera estereo-
mayores. . ·...ro "'- c. •'l'l'J~ª...
ª1"':\ --• ..., ... , ay~ . . · a, t:en1a d.. erecno
~ ª la +erce.,. ., aA1 .1.
l ,
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tipada (las refc-c;:;ucia s a la fatiga) y banalizad: ,, pa ra dar que se debe saber
cuenta de una pesadez, de una apatía, de una dombra , como e s qu.e se s :blley,
si los contornos se esfumaran, los sentimientos huyeran ...
como si hubiera pocas cosas que decir acerca de ello, y poco
inter és en recorcÍ:On·lo. Borroso como un paisaje bajo la lluvia Según las madres experiment adas, esa desorientación que
a t ravés de un vidrio chorr ea nte, o una "interferencia" en eI sigue a los partos , así com o el :recu erdo de los mismos, se
sentido radiofónico del término, en otras palabras, todo lo esfuma en el t ranscurso h a bitual d e vida. Poco a poco se
que pasó ent onces fue como bajo el efecto de un rnchazo. olvida, especialmente cuando se adquiere el r itm o del a ma-
· P ara Martine, en conflicto con su suegra, o para Alma mantamiento, cuando éste es satisfactorio y el niño está
protegiendo a su tercer b ebé de los sentimientos depresivos bien. Pero como hemos visto, estos estados de confusión
que ella conoció anteriormente cu ando niña, la evocación de p u eden resurgi:r muy fuertes en ocasiones distint as, como
este período comenzó - como hemos visto con frecuencia- con por ejemplo ante la prim era enfermedad qu e sufre el n iño,
el relato indefinido de un acont ecimiento lejano un poco u n segundo :nacimiento o cualquier qtrn acon tecimiento qu e
olvid ado y que par ecía aparentemente desconectado. A me- :reavive la inquietud y las dudas maternales sobre la propia
nudo, a través de un desvío p or otra cosa (las dificultades de capacidad para proteger al niño. "Se pasa por todo eso, pero
l a vecina, u n a divergencia sobre el r itmo de las mama das o lo que hay que sabe r, ¡es que se sa1e!" insisten en hacerio
una asociación de ideas) este período retorna en la p alabra saber las madres ex p erimentad a s . .Estos diversos matices
de las madres, y entonces se colorea, se profundiza y encuen- muestran que la salida de la crisis.se manifiesta con frecuen -
tra S'u sentido, fuerte y cargado en el recuerdo. De esta cia por una t ransfo rmación, po:run re2Juste. Alr ededor de un
manera, las emociones que uno creía olvidad as pueden conflicto o de u n a solución, el problema se pulveriza medi an -
perma n ecer siernpre a ctivas en nosotros a pesar nuestro. t e u n ca mbio de posición de la m adre jov en en relación con
Surgen en los m omentos de cambios, revelándonos nuestras las preguntas q ue se le cruzan y ;3e le i m ponen en la duda.
fragihdad.es. Inherentes a l a elaboración de nuest ra histo- Esta modificación de las perspectivas es la.que deja atrás las
r ia, pu eden volver a nosotros y colorear nuestr as inquietu-- pregunt as, como Martine "·'.:llvidando" la génesis de su con ··
des a la manera de un sueño cuyas imágenes se hubiesen flicto interior con la figm·a de la reina-madre, y no conser-
esfumado, pero del que nos queda una h u ella latente e v a ndo m ás que el recu erdo u lterior de su ser enidad adquiri-
indiscernible. da. La imagen de la travesía de un río da cuenta de esta
E n t onces, resulta a p arentemente una paradoja h a b1ar de transformación interior. Se tra ta efect ivamente de dejar
sufrimiento y de goce en torno a la vivencia del nacimiento una orilla, navegar, poner pie sobre otra tierra. Una vez
de un hijo, pu esto que las mujer es experimentadas tes ti mo- sobre el nuevo terreno, .las dificulta des pasadas permiten sin
nian que, si bien la travesía es al principio muy r u da, una vez embargo r econocer y :¡:es olver los problemas , pero sin afron··
que se adquirió la velocidad d e crucero la maternid ad se t a rlos más desde la alte rnativa de "s u p er buena madr e o
rev ela cmno un estado lleno de felicidad ... t ..... nada". Las situaciones se rel ativizan porque la mujer cam-
bia, m~trae o inventa en ella sus p ropios puntos dereferen c:ia
al con struir su maternid a d.
P ero esta persp ect iva de salida del dr a ma es a menudo lo
que las madres primerizas no pu eden encarar, y preguntan
48 49
-
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11et ··~ ¿·l=;' ! r .i.:a.~~· - · -
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se ·vi·ve aqrtí y a·h ora, inten.s ;::u.~u.~~;_rr~e, y deteTrnir:~ .todas l as ·ur.;r SlJFRil\fI~f:r-T.T O
:celaciones ele 1 ~1 mt1jer cor1 E:ülé1 1111sn-:ta, cor1 su h1JO, cor1 sr~ lYi.4,.S 1:\.L1I.~~ D~~l¿ !U~)LOR
farnilif.t ;/ cort s·u entorno. un.a crisis radica1 -y profundét.
Una f:cagH:iilad
:q:ri.1e ]p111ercle p asaJ.r desapHarc ibifd.r1
50 51
l l':n.a fragiHd a d
que -¡puede p a sar des~:q.::;erdh icla
50 51
~eüH~é c.:.-> Taro q~e .:m~ m~dr~ confi:,e,::~;:. -il1n~.e.di7,ta1;'·1en~,~ -~~ Este fue el sueño que >uve la mañana del segundo dfa del
rnqtuetlK1 a propósito ae s1 misma . .011 cammo, el bebe ¡.... s nacimiento de mi hija Hélene y el despertar que siguió; mi
el centro del mundol recién nacida y yo compartíamos en total convivencia una
T
.Las ma'-d res Jovenes
., .
son magotao1es ' 1' p.ara
- ' bl ª.,.. rle "U
na,:
,
Á ...._ '-". habitación con Nicole y su bebé de dos días, Yvan, su te:rce:r
recién nacido, y el urirn.er contacto s e r eahza con rrecuencrn l11JO. Yo dormía profundamente y soñaba que el hijo de mi
. - , ., ,, "'\ ""': 1 ,.. • ' ~
1 --l " c.
sobre la onda ·'mect1ca": que el oebe se s1en-ce 01e11, ei p eso qu.., vecina de habitación lloraba. En mi sueño, yo desaprobaba
adquiere, lo que dice eÍ pediatra (demasiado poco) en 1a fe:nrorosarnente a esa mala madre que dejaba chillar a su
consulta, a cmé hcrras Horó en la noche, los ritmos de las lactante. Terminé por despertarme, para darme cuenta de
mamadas y del sueüo, las cargas y los cuidados y todo tipo
··
la
que ... la que Jlornba era m í hija. Era hora de su mamada.
re 1anvas
·· a -la atenc1on
· · , "t,ecmca - O'O , hi
1
d e cuestJ.ones · " . T.uueº ~ _1 va - Un poco avergonzada , me a presuro a ponerla al pecho. Y
nando las ideas, se entregan un peco más persona~men:te Y mientras mi hija mama, se despierta Yvan y comienza a
evocan sus inquietudes: "La depresión ... Ah, usted debiera llorar.. . A su turno, Nico1e se despierta refunfuñando, se
h aber venido esta maüana ¡por las que pasé! ¿Muchas sienta en su cama, con una mirada enojada hacia la cu na de
mujeres la sufren?" O inclusive, sobre el fondo de esa mi hija. Al verificar que está vacía, con expresión inquieta se·
., 1_atente
aprens1on · ya expresa cta "' en· 1a s " an t 1guas
. · ·"·"Vo+-od~
. ,e ... _ct- dirige hacia la Cl.1.11a de su hijo, y al verlo llorar, su rostro se
vía no b s ufrí... ¿usted cree que me puede suceder·? . distiende. Estallo ';)Il risa y le cuento que acababa de soñar
El primer movimiento de las mujeres es pregm~ta:se que la mala madre que no se despertaba no era yo sino l.a
siempre si no es anormal "ceder". La mayoT parte ae las ot:ra, en este caso ella ... Nicole me mira un poco asombrada
veces se cuidan muy bien de informa:r de "eso" a su entorno. y murmura: "Es exactamente el sueño que acabo de tener: .. "
Acaso se puede co~1fesar a ·o tro l a pregunta "¿Estoy a la Después que s uceden estas cosas y sobre todo cuando una
altura? ¿Soy una buena rn.adre?". Sin embargo, cu~ndo el se da cuenta que no es la única en atraves ar esas du d as sobre
intercambio alcanza cierta pTofnndidad esta es siempre, sí misma (e inclusive cuando una recuerda haberlas ya
directamente o en un circunloquio, la pregunta que se atravesado), tales fenómenos pueden prestarse a la risa y al
plantea. Aparece u n a anéedota, -vinc:ü.lada al no ha~er si~o humor ... Pero mientras suceden, esos sentimientos subya-
des pertada en la noche más que poT el llanto del bebe prop10 centes de inquietud y de cu1pabilíclad ponen a prueba y
y n~ haberse sentido moles tada en lo más mínü~o l?~r el atemoriz a n .
llanto de los otrns bebés de las vecinas de habitac1on .. . :
"Eramos cuatro parturientas en la habitación -cuenta Ca-
therine--. Estaba allí desde hacía tres días, y esa mañana me
disculpé ante las otras madres •
porque m1• 1oe b,e h a b'rn 'l i
- a ·drio
J. o_r
tan t2n1prano. Mis v ecinas se disculparon por la mi:srn:::
razón, las tres estaban iaualmente rn.olestas porque su .bebe
lloraba de noche ... Fue ~ntonces que nos dimos cuenta que Generalmente, en presencia de otra madre o de una mujer
desde el com ienzo, cada una d e nosotras solamente ~abía, advertida y atenta a estos fenómenos, esas inquietudes
sido desuertada por el llanto d e su propio hijo." Esta actitud. terminan por expresarse, lo que produce el efecto de desar-
'es muy frecue n te. Pero ¡qué estupefacci ón la de las madres marlas ... por lo menos durante un tiempo. Por un ti empo
cuando se dan cuenta! solamente , ya que es muy raro que se pueda respondeT de
52
- - - - · -·- - -- .
estoy yo'.?"
L1 11a-r.7 .;:>.-.- :. ·~:_¡ ;:1r a s1• e 1.;-lJrea. e sa c1uua
_:i _] ''-·.·.•::---.10 . m.eJ
-· :;-.__
J.f-~T1t:o.
. ..:- .. a 12.
"'lhr -<>''' -~1 ue'
""~--~:.,.>~ .·c. ~,
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evidentemente :. ,\nocas
'J' .,
veces s e en u ncia .¿,..
como i a. "l'"f -'
t-~ ·1
~i'.:1. .l.•• •
f}eneral1w~nte
- ~- -,
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1as
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mn1eres
-·
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la expresan a i.ra, es e,.,
1 ,...,A+..::¡ 1 ,..-.,·.-, " ! . , 1 AQ. 1 A
l"i rm• pregun t-.a " ¿como
, esta . , ustec:
, :j " " , :D
T''
-vel yne, cuyo oeoe 1 1 ,
preguntas de puencmtura o sob.. e e. esvauo ue ;::..:..iuct Ct., ~U aca ba de n acer nor ces área, est alla en lágrimas: "No sé
bebÓ: "¿Cóm o debe hacerse? ¿Lo hago bien?" Est e desplaz~ dónde es toy. lV.I( hij o está bien, pero yo estoy maL Es ta j
:miento es s ensible, por eje1nplo, en la pregunta form u lad.a cica triz, tengo miedo por mi cuerpo. N une.a había pensado en '
J/ 0 r. ·l 1 na -r•Jad''ª J. "V"'Il' "Si ::ilo-o
.,.-, .L - .J.J.. J. V 0 • Vno anduviese bien ¿u sted cree
..._. .... • • "'"
una cesárea, :fallé en el parto, ¿Y <:3-hora? Estoy_p e~?i~~
J
que rne 1o d inan. . ; ?'·)·
..,,._._, -i .-..- . • .. l~ ..,. r- ~ w. :,...4, }(lr. ~.,.B1"1.ºr~+-cJ.P..
'I'engo la ünpresión de que nunca sabTé hacer n ada. N a.ene
Ue esta rnanera, cua;.esqtnera üafo.ü :01 ... 0 o.o " _;_,. "' -- ~~u vino a h a bla rme . Las p arteras n o me dijeron nada sobre la j
ªSP P ~ 1'fi ca" el primer moment o de la entrevista estaba
...-:..;; .,_,\.,.. .... _ '--'" .l 4,.. a -
ces área, nadie m e d ice la ver dad. Me plantean pregunt as !
zP ~"1 udo co~nnuesto por u n v aivén entre la inquietu d dnusa
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sobre mi cuerpo, pero son d iscursos pa:rc1a1es , name se mnge
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a propósito d-el niñ o y expresiones de.reafi:rmación s oo:re e a r.ní, nadie me habla, nadie me dice la verdad. Yo quiero :}
hecho de que "realmente" marchaba b1en. "Recupera el pe~o, sab er la ve:rdad , ¿por qué me hicieron una cesárea?. Creí que
dice Muriel, come bien, todo ::i~arc?a, pero yo_estoy vaciad"':~ m e avuda:rían . las en fer meras s on amables pern mir an la·
i'i. ve ces llora vno s é porqué.¿ Ustetl cr ee que algo :no mar cha: cicatriz, me dÚ:en que anda bi en y eso es t odo .. . Usted es la
- ~ n~e fa aue 1
-!.Víathüde
' . - ' . , se
tarn.men - -·rnq- ..w.i.e'l;a,
: ' :f _p.1.~ egun t a .. ..~Jo l. ~-1 ··-" · °' ~ .....
0
-
pnn1era persona que n1e pregunw. ' con10
' es t oy yo.. . "•?,·e1yn
.u o1 , _ -
arna mantamiento m archar ía solo. Pero me duelen nmch o comprendió evidentemente con alivio que n1i pregunta no
los senos y las mamadas son demasiado largas. Me ~re~unt~ est ablecía en prin cipío que toda cicatriz debería ser lisa y
si tenao su fi ciente leche o si mi leche será buena:' x a m1 ros ada , Algu n os días m á s t ard e u na E v ely n radian te, con la
pregun o ta ina, s a.1recva ,. t ".¿ ( ",01no,~ ,; s1ente
,,,,e . , cm ! , l.u.
1\rryr·;-"" " Dl r e ~sp- on <i e·
• ·- .. ~u. ..
. ...
que me cruzo en el corredor , me confia q ue finalmen te no
"Sí. ' ".
o] bebé est á bien .. . Es lin do ¿no es cierto? En ca m bio yo ., ....\ sintió más la n e cesidad de lograr una explicación a propósito
no · duermo lo b a stante, me siento corno u n tra po ... ' .h, de la cesárea, prefiriendo olvidar los malos recu.erdos: "Aho-
menudo yo esperaba qne las madres int rodujeran e1 t~171a ra t odo anda bie n . El beb é es maravilloso. Me hizo bien llorar
"llornr d; · noche" nara volver a intrnducir m i pregunta: 'De en presen cia d e algu ien." Ent onces , ¿p or qué est.a prime ra
~~ . . .,
rn a n era , ¿pue cle ~t.k {C8'..t~1 a e scaüSaI -¡·"""' ... , ~ 1 fi ie1i t e?
;¡_ -"" • . --, ,.. 1 -i Q ...
cua lqnie:r
.i. N
,o uU: .c A v •
inrnresión de no s a ber uué hacer y cuál es e s.,,a ver da d que las
Ust ed., ¿cómo está u sted?" Y en tonces, con frecu encia, ~2: n o .¡ . • . ... . .,.1
mujeres tienen la sensac10n que se ies ocuJ.ta:
('l¡
se trat aba del niño que, si s e removía en su cu na ... a.ch se Más allá de la sensación de "fracaso" en el parto, que
ouedaba. Para estas mujeres jóvenes, madres r e cientes, no Evelyn ex ores a a p ropósito de su cesárea, hay una especíe de
;esuJ.ta evident e hablar ele ellas, peni cuando Hegan las estupefac~ión gen eral que concier ne a la int ens ida d de
nalab:ra s h a cen bien, ·sl beb é no es más el ún ico cen t ro del aquello que se v iv e en el t r ascu r so de u n p a rto. A menudo las
;mrndo. A1 h ilo d e 1as pala bras recu peran poco a p oco s us m~jeres evocáÍl a este respecto el recuerdo de una experie n -
contornos, s1J l"d1errt1uan ··;¡ .. 'D
r B.t -,-. ~ . . ~ ...,~ ~''IJ>t)~'~
t) oni-a :.,,, ~!,
1
Lv r~n "e .n t,,,.._-rr.
...... e.\... .......
'"'ll"'•de
'\.,; .r -::¡ ,,,..• •
cia e:xtrema, u n a decepción lat<mte por no haber estado
, , __ , _. ,:1 ' ;¡ ~ ·1 o'h n '"'Cl,J.fíc1l
Tevelarse a veces como u1uy ü01orosu, , ct~an~o ,
;:;e 1 ~ _ac ~ ·- -·· físicaniente Dr epa:ra das v po :r car ecer de palabras para
a la joven madre enfrentarse consigo mis ma. ---~-
deci:rlo . Con frecuencia Ja-ce~ área no h ace sino cris talizar y
localizar la rn.isma queJ a de las muj eres que han "p ari d o
normalmente" .
55
54
---- - -- ·- -- -·· -~ --
__ __
..._ ···--···-·- - - · - - ---
"cta.r~ Ia~ ~~~1j_:'"".-, ~,>~te,. d~b~ ·'r:'~~- su~~:i_;~·"una~-~~'.~'.-~ ~-'.ª'
. :tte _,n el C ....E· '" ' ,_;,) 00.preIJ.c. .:::;l.tc-8. fLU ~üaS
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.us c1er1,,o, el:J j,;a " ausencJ.a' • •,
par cia.
L.
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~1versos niveles Ia historia
''"" -"
de otro corte, el de Ja transmisión
de madre a hija. Amandine, cuya madre había p arido por misma en el tra nscu rso de esta travesía extrema de1 naci-
cesárea y no había cesado ele predecirle que e1la :no podría miento, a menudo dolorosa más allá de la cicatr iz, vis ible y
-rnoie~.1.~
.L[, 01,0. , "~ond
.. . ~ a ·1as mu.Jere;:;
··p
-'-' u c • - cesanzactas · , 1 ·
a po,anzarse
escapar tampoco a la rnisma, expresa actu almente su cólera:
" Ji' f"' , , . , . .- sobre este "corte" concr et o, marcado en sus cu erpos . Pero
'D-'-~o me en ·urecia, yo quena conocer mas que eHa . Hasta ~~-'- Á ;. 1 ; ,<. l ., d
t::~.., La. i.,amoJ.cr1 a ocas1on ~--e expresar .té:t exper1e11c1a e t1n otro
n . l • • ¿"O
trata de evrwar ?tqu•'---' llo. n110 es~e. problema expresa la confusión de Ja propia "ausencia" .
"-J. ,_. ......, ·,,_¡ a 1nac1r .-.,,e
·r·ron"·1•11·t:to' " '-l
0 0
._, ._, "'· (.. -~ • ~'- ~V
... VJ. !.A . .u .,~ -. , ·. .} L '-. -"
;_·:)--"'
.t H emi-,a
.u ,._, .1·g_ o, es t,e proo ' l e1na sob re s u prop1a · perma:nencrn. ·
penxüte, a. su vez, ser n1adre .
·p.... / .
_,· 1 anc;:o1se esta surr1erg1da en un ve:r-ogo que conc1e:rne
,. J. • ; la,s . ¿udas sobre la identidad de su . recién nacid o , s on
ºSº1~ . l e l ., S u cesarea , tamtner~ expresadas por madres qu e n o han parid o b ajo
"' . "'--J.C1éLff1en-1,e a su re ac10n con su nlJO.
i_ . .
y su
<:m~ste~rn _gener~l ni ha~ sido sepa r ada s de su hUo después
Cicatriz se asocian. dol01·osa1T1ente a dos separaciones sucesi-· rl l1'11-'-reel'e"h' ' 1as s onaron--1111ag1na
- . . ron
"-· eiy1n~·m-ento
- ., ... o.u. t "' . J.c ¡_, . ; ,, o .ue que et
vas con su recién n acido. La necesidad de operar de urgencia
'"l· beb- e, Q8 ] llna sema:na. "il iJa con.se_cue11 t.Je separac101J · , :ceét\rrva-
· y la cri.atura bien re al que 11ega , nu merosa s mujm·es necesi--
<~
C> ., - '} ~ -i· • .L • t
L-cLJ.1 ._,, ·~Jec vO ¡,iempo para accp arse con10 rnac r es v :t"e cono--
c ~ ~ 1
:ron en Frarn;oise una herid'a reciente, todavía no cicatrizada:
cer a su hijo. .
Ia de su propia ausencia dura nte el nacimiento. que ella ~ ' 1 - ~ -
expresa con dificultad: "¿E :ra verdaderamente mi bebé? ¿Y si .t'.isto nos concrnce a a mpliar lá pregunta: ¿durante el
m~ lo cambiaron? No estaba segura, yo no estaba allí. De }a
nacinüento, cuál es el misterio en el cprn ._., tém
. . - "'S -•'·"" difícil
_, . . .l.' a- ve0n.q
... ~ ~ ~,._,,
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57
que vine. Es l;'_' ._g que n1,__ < vudó." Al r-2:ac:r~iu.L d.Y" co rnn ca-- _, ...'.·tir de PL';:.::.~jes d e d. e slurcl)~;· .°J_ ic11to, :i nc1 ·~11:; ive de estup t~
m2nte ~~,e~ :t .::__,~ , d~spu,és cJ:J part,o, Vérorüque se of usca, facció·rl. Pero tarn.biér1 p u.e:·. d. t~D. ex:prf3sarse d.esplaztind ose
'.í . 1 • ' 1 ... .. 1 .
soore cemores men con cretos: ¿porn:a log:carco 1111 cuerpo?
J
r espiraT, r.ne pier do» y· ello. m ·e t ratal;a corr.i.O. a. 11na criatu. ra .d.
q11e h 1JJJiese l1ecb.o rnal los de bf.;Tes e1J 13 esc:riela ... era ir1to~ q;)_e no se los pueda afrontar más que a través de un grito, un
·pl ' . '11 ' 1 .. .
1 amaao o una a usencrn ... ,...,_~ l o.onde se expenmen~a en uno
¡
lera ble, la hubiese mata d o ..."
:rnis1110 u.r1a :r11ptt1rft o t1n.a frilla. e11 lr:1 t.rn1~\ arnisió ~n de nind.re
:j ~~~~~~:;~~~~~;~~~;~r.:~t]:~.~-~~~ ~~~-¡'.tj;~,~~:~:~~-~~~~:~~;_~it;~r~~~,~~~:~ ~r::~ 1
k!. }1ija_ ¿prted.E; lJ:no t r a.nsr11itiT la v:idt1 e r1 tar1to q_t1e :ca.ad.re? ¿Se
. : ca-· segu1·a rde "kiia 1oe:r so 'orep2l.sac.o
(:;,. «' ~
e -,. . ·v ex\;1go
, j-.
r ¿l.
-,¡·-· /
co1110 " nr
r e: n
~adct p o1 .ta 0 1.11 a u .J. es r especto :=t 1as rrn1Jeres 1I1<:r vor es . .Los ,J . 1 • . f ' . j • .J , •
sentim_ientos d.e decepción :l d e cólera (o~. por el co;1t:ra.rio ~ (1e (.10Ilt:i.e p:ro\r10n1e e st2l ·_¡_1.. ec11e:n t>e 111cer l~1 ctt1 1nore (Jtte c o n c1e 1"11e
- '..¡ -,oeh~.-e' : ,¡ ¿_ T" t • -· "" • .'" 1
l.'c:'a c....
"J'C:-g .:¡r:J ..-..rl·trdoco {".; .. \ ::• · · ,
u ... _,__1a\_.,. .J • .::: .. n11an.la) , evoca.u.es er1 un pr1n1er xn o1rten.to
'\! ..... .. :1 c.Js ·~/ er~.u~1. .J
(1er2~1r1e11 ve el :rn.10 r ,, i:n.cert1d111x1ür e o
'
~es pecto a una actit~d ? e la pa:rter::i. o d~ e n fermera, son la extTBJ~teza qtte r1os re1lela posilJ1en1er1te otr a c11estión.: salid.o
Cle 1111 r~ni sma ettand.o :ro t ení a ta1)t.as c1ifi.culta(l8s para estax
x_:"ec1xente111e1rte asoc1a ctos er1 1JnE. seg~t.1rl(la eta.pa et Icts e1110- ' t ., . . ' d > .. _, ...
~~1o n.e s rr1á s profu11das crue ex:p .eriruf.rnta11 r especto et las preserrce y co11vro1ar su n.ac11n1e:nto ¿es \re:r . al.1e~rarne:nte é(t
1.1er1n.a r1as , la tirJ., o la rr1 ad. r e. E:sta.s c1u ej as ]Testas ixYvectit;lB.s Pero cesáTe"' o ·110 an""stosi2 nqr,.,1·:'1 o hyt- ·~l <><á"'
.... - - "-""" _,._ ? · .... ~ .~. •- ~- .._... .!. , vv. R
.,. \.- ev")ei:·1·
·'·º"l .,. " 'J.-1. ·-
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_?:-'- .-.. ...... .i• .._...._ •. Vt..· v (.:4 .:) +•.., ....
,-,1'::; Q e> yl'-·¡• .(al~ $'\ <0-\ ne.e: -"Olo c('J'ln· e·¡1 -,¡•·11r,f-•,·;·,-.·,
!.:''"" -~on l'Q<'.~+-,._.,"' "t"''_.1N ·r,~ a"'
rev el a rt cóleras, decepcio:n.ei:1 y feJicid.ad -v:i.n.cu 1Etc1<)S a la s ~ ...... L... -<-v.~ ....,..:,...l,...;,. i:..-.. ... _ • ·" "-J V ,_..,.._.__ " v_ J_ ~ W.!. :;::.._ ~.... J .L.. 1 - U1...~ C..i. ~ .L.t..l. Ó .l. • .!.. ... 0 '
('
;.orrn.as c1e presenc1a . o d e au.ser1c1a . t1' E~ ]as 11111leres de la ~1 prrrece11 se:r in.-.her211t(3S al n. aci:cnil~nto como lo }J.~111 testir110-
·"am!l".; ,. . C·o..1.~. n·
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.. :J t:.l ueJ.... c! y Y E: .t üI11CpJ.e ,
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/) e a·i~flC 8 ~G aillbl e J:1}
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c·u .:::r tro :niGtdo rrurne:rosas n:.lL~jeres ob sesio:nEtdas :por la ide:.:l de la
dfas después sigue estan do esb.cpefacta: "N.o rne habían :n111ert.e ~y de la a11ser1cia., tal eo1110 lo forrr1u la precisa1ne11te
'-·
·¡
Q-¡~!t_..··•1....1.c_,' nac.a .. ." ~egu1c10 a.e 11r1. 1. . a~rg·n- fnJ.enc10
n - • _] 0 •., • '
eJoc11e11te ' -
ele Ja i\rlétls a l d ía, s ig11iex1 tt3 ele s11 rn1rtci: ·
.,. +': ' . J
a111ct;.rca_u 11ara exDresar la tra\,..,.esi ~:1 df'1 ·npr-f-
•
:.1_ :. ~:Ea parto es T111 s ·ufrir:nier1to111.ás a.1.1á clel cioior. DL1rn1n t e el
,,. ..... ,, - n .t r· ... · 1- • ...... - ·-' ·"' •• i. . l1 .~
¿ ·~on10 H.lrorrtar sola. u.Il élolor CfL1e st11nadrt_; 110 ELfrorrtó? IG p arto, uno es nlgún ot ro."
i11clusi\re ¿cómo a fro:ntar u:n. dolo-r· que la 1nrtdr e i10 m.e11cio- J~~n.eg-o , trata r1do c1e '{:rec11:r)e:ra:r" .t1r1 1azo con. el ~' arrtes~'
,,? ,..., +- } t' . . .r. - "'g-:r- o.r;~"
.i. L.. or:::...· ~'C'. nn""" . 5, ,..,,,..., .,.1. -~U..... ~ ·i., ~ ~ n ;~ .. ~ ~~a --· .Le.· ..!- ...
f....i.U.1. -~}.).!.,,, . .
1
i..rüOO · .~ · - "'n~ ,. , -..,
íí.U. ,.., .....
tHil l.;0...1a¿.O , pe l o'" ,
rl o . .t~·¿St..OS ct~s\,11110111os . e1s:.p res an. c1ue It:-~ltó alg·o, llD..ft. pala.bra· u. .. Ü \.i , e_. ,_, \}_;_ . ..U. J ..>.1.J v
o a lg11ie1L l 1a s rr1uj er es rnayores orrlitier or1 tra r1srr1iti1· lIXlEt hacia •.::l fina l, ya no 1o crcfa.. Fue necesario verlo para
~~r~~3.d. ~ol::·e
v~~.l.4. ...- n .la
:! p;1Tt,;1,·~~:\1.
SeILSo.ClOn. \.te }..
d?l~:~1:. _}:~13 n~uj eres cesa:r~iwdas
1ne c1ue t11rno
l.(~.t0€ 1 IJ~;I\ll CíO -~/ ét Stl
creerlo.}'
m olestatJa, yo w encontraba fuera, de lugar. Lo que vo De su parto .Elisabeth confía: "ETa un dolor desconocido ,
~ 1. 1 J -. ..,..
n eces1caoa era una maar e. l'~ o, no la mía, una rnadre cual--
... .;
in tolerable, pensé que ni la tortura podría ser peor. Durant~
-·LHer
1.J • a .....
"!='J. ¡• •
:,s~os ser11:.u.men LOS p u eo.en surgIT cli:rectarnente a
L ] • • el paTto yo solamente tenía una ide~ en la cabe~a: que el niño
58 59
Dttlga, no i111port . u, 'lÍ'Vü o rx1t1erto
._:_rué este ;~tue estci
j ._·; c. .:" ::. ;_tosamen ,":; dolorosas, yo ru ; .. ,,n;rn coru.u desgarrad a
se termine!" ~u. analogía con la tortura es :fr,:;cuente, pero r:n~· el sufrimiento, con la i:r11_ll'esíón de estallar, de ser
rara~me n t e cu:nfr:isada. ¿Por qué? pulverizada . Pero lo peo:r, eran las ideas que me atravesaban
A través de ese dolor intolerable, como Elisabeth y como la cabeza. Era como un delir io dema siado lúcido. Yo veia una
otras, Martha atravesó una experiencia absoluta entre ello. especie de fresco que repres entaba a mi fami lia, todo se
y el bebé: "Durante el embarazo, qué beatitud. Pero en el hacía terriblemente claro: sus mentiras, sus abandonos, sus
momento del parto, con ese dolor, exper imenté desde el conflictos ... Realmente no comprendo cómo no aullé de
fondo de mis tripas que el bebé y yo no éramos la :mi.sma horror. Tenía la impresión de que el mundo era un agujero
., ·¡ . t . .,. i[ 'í'
negro y que yo estaoa so.. a en su inveno:r. n. e aecrn: « ,e
j ,
IJers o11a. ~:lo rne d.eciét <<Si e:1Jg·uie11 tier1e CfL1e 111oriT, oj aJá r10 se.a
yo » . Al mismo tiempo , s entía deseos de deslizarme por lc.-é dejaron caer, bien lastimada.» Al mismo tiempo, pensaba
ventana, dejarme caer, tenía la sensación que eso seria muv que efü,aoa
-i- ., d an d•O a 1uz a un n1no
· - que escapana
· , a ...1,0 01..0 eso .
a gradable. Mi abuela rn.urió de parto, posiblemente por es~ Y cuando colocaron al bebé sobre mi vientre, me inrportaba
yo pensé que alguien podría morir." poco que fuese una niña o un varón. E l bebé había n a ci do y
Vida y muerte mezcladas; una y el nifio que está naciendo era maravilloso."
al precio de ese dolor físico experimentado por las tripas: la A través de la experiencia extrema del dolor que afronta
intensidad de ese dolor :revela en Martha la idea de que el s ola, Mona toma conciencia, con temor de otra soledad: la de
níño y ella no son r ealmente la misma persona, e induce otra: s u historia familiar. Pero en el mismo movimiento su reso ·
"Si alguien tiene que morir, ojalá que n o sea yo." Inr.nediata- lución es inmediata y completa: que su hijo escape a eso. Se
rnente, como reacción, es 1a pr opia muerte la que evoca. Este representa para él como una madre que lo protegerá de tal
doble movimiento expresa: mi vida no es la suya, su vida no espanto, de tal soledad y, a pesar de su intenso sufrim.iento,
es la mia. De la misma manera, ese niño doloroso que lle12:a puede acogerlo.
:no tiene nada que ve:r con el bebé rosado soüado desde la
infancia e imaginado mil veces durante la espera del emba-
razo.
Duranté el parto , la evocación de la muerte es intensa, 6
'E1 11r:n:rr1do es dul!."6);
dolorosa, desconcertante. Sin que todas hayan restituido ,eso) n1e flsi.-u.stal.Pa;}'
con tantas imágenes y precisión sus pensamientos, numero-
sas mujer es lo han evocado como "un viaje en e1 que E:-:e
piensan un montón ele cosas, a lgunas dulces, otras horroro- Vivencia extrema, trastornada y trastornante, la historia
sas ... "; "Se piensa en la muerte, en los muertos , dice Lou con anterior de la que el cónyuge no está exento. Así lo testimo--
una voz suave, emocionada. Yo pensé en mi padre, me hacía nia .Anne, al día siguiente del nacimiento de su segundo hijo,
fa1ta. Ser1tia pen_::::.. ~L o irr1ag·ir1é cerca ele rnj:- era corr10 n.:tia cuando relata la elección que hizo su marido del nom.bre de
visión ... " · su hijo mayor. Las hesitaciones del r elato de Anne y su
Evocación de la m.uerte de uno mismo o del bebé, ausencia lapsus final encierran, firme y agudamente, los caminos y
del ser querido, pero también el r ecuerdo de heridas 3.nterio- rodeos secretos del pensamiento inconsciente, tal como
res, vinculadas con l a historia fam11ia:r, como testimonia pueden también manifestarse en la hora decisiva de la
Mona: "Era una locura. Estaban aquí las contracc.iones , declaración del nacimiento y de los nombres del niño en el
60 61
1~egist:rt.; (a \!~ ~-_<i clisti11tos a Ja r;i ·.:_ión in1c·: ...1..t11er1te 1us vecL.:;, inesperado pan;,, itorno, sentido ele est; ·
pre\lJ,[_'. ~/ )ra a11.l1nciaCli:t) : '¡;1-Iubo tl Xlf} ~~1rversión del se:xo de representaciones y de e~,o.~; ::~mtimientos estambién enigrMi.··
los ;1.buelos cuyo nombre se ,dio al niüo. La :r.nadre de m:i tico para uno misrn.o. Sin embargo, sucede que ese sentido
·~ ~,...1 -~ ri"'r"Y'\ ,1 ~t:l. :.n.~.,...:i ; -_ o.·l\ -:J ."',~ d~ ;i- _-; r~ ·· ·i ~ t 1 .,.1u.
,...,,., ; subyacent e impone su. evidencia, como 1o revela An:ne en su
n~ wrldO , D~t.u1o n c,e , ~ ., " llh.· ,.úq "" en ,, e :r., a ~.1n1.e n o a.e
t ...
.. , . ., 1 . . . ,
~ , . .
h1JO- (esr.a a.:me.1_a p a .:erna vrvrn en rn . provincia y cr eo laDsu s sobre la elección del "nombre de1 padre".
comprender que murió sin enterarse de este nacimiento)-. ÁAunque los nudos edfpicos no sean en todas las familias
Anne prosigue: "E;n la .::a:rta. dejada por Ed.monde se hace
1 tan int ensos sobre la cu n a del recién nacido, se comprende
mención de sus tres hijas, pero no del hijo. Ese mismo día, mi qt1e ,a ·veces res1JJte J.11.llY difict1ltoso :pa~ra los 11t1evos pa.dres
1r1arido oJ-vJ.dó el 110-nJJrre ele s1J. 111ad.Te :l ncx1.11=rcó al l1ijo eo:n. e1 torn.a:r clistaricias COJJ. los acor1tecirnie:.o.tos, co111pre:nc1er :l
nornhre de su padre ... ¡No!, en fin ... lo llamó Echn.ond .. ." aceptar lo que se revela en vivo en tales moxnentos. :Resulta
Para Ann e, las dificultades cristalizaron durante el ern- entonces mucho rnás dificil, hasta irn.posible, evocarlo inrn.e-
bar a zo que, me djjo, había sido complicado: "Yo pensaba que d.iatamente, poT poco que se sienta que el entorno tiene la
el 111t1nd.o era. dttro y rne tJ,terroriza.ba esta res p o11sa.bilicl a~Cl 111enor reticeI1cia :para esc11chB~r ~:;ese tipo de -cosasn. Y .la
frer1te al :njño . I)11ran.te el IJarto tu:ve rnornentos de· rJtú1ico, persona que, a su vez, piensa en ellas se pr egunta si no está
sir1 co.nta.r el terror ante t111a r11alforJJ1aci6r1 o u11a c1eficie:ncia~ "loca" po:r tener se:m.ejantes ideas en Gse :rnornento ...
l\11e asustaba también de mi miedo." Evidenten1ente, Anne
estaba preocupada por la cuestión de las transmisiones
familiares, posiblemente sensible a l c1.in:;a dramático l aten~
te en la familia de su m;.;U'ido. La madre de éste, Edm.onde ,
a l "olvidar" menci onar a su hijo y dirigirse a él en su última:
carta, y al suicidarse el .misr.no día del nachniento del hijo de ii~Traté de 113.blar
su bijo, n o "pudo" evidente n1ent e ni encara.:r ni reconoee:r ·una .Cie f..:§~1 ide:a rite la rr1~~ler~>e ..,/'
l:ü1ea. de sl1cesión~ 1n,asculir1,a . (;ua11do e11rijo '\1l"vidadoi'' d.e
Ed:rnor1de se b,ace padre J.:l s 11 t t1r110 ·-~·p ara clesa:rrna.T el
impacto de esta espectacular "debilidad" m aternal (o nega- A rm elie tiene treint a y cinco años, evoca su temor a la
., . . . b, . . . . . ... .1~ .• , • • ·¡
c1011)- se por1e a ia -~lJ.sq.tt eda d.e 1_1na 1den t..111cac1ort fJater11a ... rnner te a propósito de sus dos partos con diez años de
que encontTar ) tr-ansn1itir a ct1alqt1ier precio pj recién
1 interval.o , y el rechazo de s u en t orno a e scuchar este miedo,
nacido. Este es el sentido qu.e nos revela el lapsus de Anne: sin embargo frecuente, y que se formula 1a mayo:r parte de
"Nornbró a su hijo con el nombre de su padre ... ¡Noi, en fin, las veces a partir de una pregunta implícita : "Si a lguien debe
lo llamó Edrnond." Per o a través ele la rnasculinización del morir, ¿quién?" "Mi madre estaba presente en mi pri:mer
nombre de su madr e para su h ijo, ¿no testimonia el padre Ja pa rte, pude pensar entonces que iba a morir. Hoy, mi madre
dificultad de sacudirse el impact o proble:matízante de una está muerta. Lo que yo temía era la muerte o.e .él (e1 segundo
herencia tan pesad a? 'hijo q.ue acaba -Cle nacer) . Durar1te la.s sE~siones d e preparEt-
Ausencia o muerte de un pariente , riesgo de muerte o de ción traté de hablar de esta idea de la muerte que se vive
desaparición pa:ra uno mismo o para el bebé, son Ias imáge·· dura nte el parto, para evitar la culpabilidad que h abía
nes profundas e intensas que atraviesan a cada uno de los vivido, pero mi pregunta fue cqmpletamente eludida, a
padres durante esta puesta en el mundo. La mayor parte de pesar que éramos dos la s :mujeres que t:catáb.amos de hablar
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vi oit:; :n ei~·.-: :
. ~ 1 n a.cir las n1t.1j ere:~~ u11 u r1ét e : :~;ta11 c1a t ensió \ia tensió11 d e1 la te:n. ;: . d:tl se1{",1J.al) y· se
que aceptan mal, se sienten culpablef>por tener esas ideas de un objeto para que es> estado de tensión se i::aimc. En
a bo. ndon o y de m uerte . Su confusión está asociada a los a 11sen.cia Cle un objeto, a luci11ar11os, con10 en u :n st.1eño o u.r1
sentimientos de desarraigo: abandono de sí y abandono por espejisrno, un festír1 o una escena erótica, y m.en10Tizalmos el
el a}ej am:iento o 1a desaparición de los, seres próxirnos y objeto o la escer1E1 alu.cinacla .:3 l~ste r1roceso f t1I1daruenta1 d.e
comprensivos, o bien la incon1prensión de las personas l a búsqueda de la calma, de tendencia a un retorno a un
presentes qu.e reavivan una incomprensión o u:n conflicto estado de men or te nsión, s e llama entropía. "La ·vida, es la
pasado. no-entTopía~'' , forrnulaban los biólog·os de 1:1 época de Fre·u.d. 4
(Jo1T10 1\nno; Ia i11ac1r·2 Cle 1i~ dI11011d, to ó~ tts las rJ1ujE~ r·es so:n. la q_t1 e s~n tg·s es lin J_Jaroxis:n10 de te11sior1es en. sí, a
en esos momentos sensibles a las malas hadas que podrían ~"reces i11.sost.e11ible ~¡que Tea~li'f./a 1as experiencias extremas,
venir a indinarse sobre la cuna del niño que están dando a las que derivan esas fo rmulaciones paradojales que
luz, De todo aquello que sin d arse cuenta hasta e1 p:resente , reclaman y esperan un aoaciftuamiento.
uno mism.o acordaba con s 1i_ herencia familiar y la de s u Pero a ~reces:¡ c o1110 exPre~~ba l\(fon a a i}ropósito C!e las
cónyuge, sucede de pronto que para este bebé a nacer, ya no l1eridEis de st1 historia anterior~ esta "111cid.ez d.elira.11te:' se
s e nos escapa de la rnemoria. Acla ra lúcidamente los aguje- -
'""Y· '3 P Íippryn~
·rtYfi¡reJa
,_, . -. 1.• ...,, ·· ....,.. ·n;::}
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r os oscuros decisivos y las fallas dolorosas de la historia de cu.alquier n1anera y a pes<1r del ''horror"., la f11erza ±lE?ica
.Etrtterior crue con stitu~ye nt:1estra y·, e~n con.secuex1cia, la del 1..... ~-y>f"",
.>.'-'""·" ª z::.1 esas y>O JQ~·, cr< r~n .f-!:)(~~o Y',,-.., Q
;.,h:,·r•·'> .,,,-..
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~ ~·~ 1 .1 ,..•:><:,1 1;,.,_ ~, ,.ce..,, lJ "lka ,~ ~ C a00 L, d] O _a
'-'-· -''-'U ~ ct r
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bebé. ~ ·¡ ,, d 1 '
-
1or:rr1a_ ae u.n Iresco, el ct1a'"" To G.e re111or ai que es i1ecesar10
- .
P ero con rn á s frecue n cia, sucede generalmente que las ante todo que s~u h~ío esca pe. D e !:ª misma ,manera, en 1a per:a
mujeres asocian el dolor del parto a una "tortura", evidente- r1or lr.t ause11.c1a ae su ·p adre, .Lou aJu_c1n.a esta ureser1c1a
111er1 te e11 razór1 de la ir1t(~11siciad a·el su.frirr~.ient oj pero paternal que le b.acfa taiita frtlta. E sto s e asem eja ~I p roceso
t .an1bién 1Jorqi_1e esta pr1J.eba r10 tier1e otra salic1a q11e s11 de un suef10 de duelo, que reconstituye alucinatoriamente la
terrr1i11ació11. P~l esperar, es :rtecesario p a~~n_r por ello_, "5l soia., :p reser1cia del ser q1.1erido desr1parecid.o: n.o, el IYHJerto I10 está
sin que el recu:n:ir a alguien cambie gnm eo2a a la intensidad rr1uerto 7e1 anur1cio de su rn11erte fUe 11n error, el c1e.sapaTe-
interna: E s entonces cuando aparecen l.os :recuerdos de las cido volvió. Por otra par te, du.rante el' sueñ o se habla con. éJ,
situaciones extremas de antes en las que una se sintió a r·ri ; ret.o.r11c. r~\.l
_1v1au.os por ·esl:e A-, ,aespertar'.';
L • cuar.td~º se 1Jerc1ne .,
también tan "abandonad a'' o desampawda, sin :representa- que se t rató de un sueño, uno se da cuent a que el error sigue
ción conocida a través de la cual asegurarse. s iendo un error y que el desaparecido está, Ia1nent.abJen{e11-
Que se expr ese con :respecto a sí roís.m a, al b ebé o a los , 'b
1:e, • m uer,,o.
. ien ¡. ""
J;:.,s .
entonces cua:ncto ., ,
se aesvanece eI' a ••
llvw •
y
próximos, sería sin embargo inexacto confundir en todas las vuelve la pena. Este proeeso del sueño 'Y/ del despe:rtar es una
circunstancias este "llarnado a un retorno a un estado cero" cierta forma del compromiso de nuestro apatato psfquico
de su frimiento, con deseos de muerte o pensamientos mór·· que suspen ,:¡~.e a lfü,erva10s
' ._ , l a pena, desarma - y mego rearma 1
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e .L ,'tclo de sueño, p> "·'-~ mente , . :ü una pr otección ; ·ns- d:ios pue:- -..1 contribFLt a no descuidar'- c:_,curso te_: <péuti-
ciente (y eficaz) pm •_;¡tfrentar sentimientos nost.8 i ::').c,_is que co inw c)rtante frente al surgimiento de esos "momentos
serían dern.asiaclo desestabilizantes y :f:cagilizantes. catastróficos", con el objeto de que una madre demasiado
desamparada pueda reacomodarse consigo misma, su histo-
ria y ef nacimi~nto de su bebé. Porque puede suceder que el
impa cto de esos ":momentos catastróficos" sea tan fuerte que
conduzca. a una dificultad en l a madre, cesarizada o no, para
reconstituirse y reconocer su bebé, así como a pro cesos
graves de ingr eso en la psicosis que evocare~mos más mielan-
Cuando durante el proceso de d ar a luz, lo que surge en ella te.
de su propia historia es de:cnasiado enigmáti_co y la c~Lrr:a Sin embargo, algunas mujeres solamente conservan de su
demasiado problemática, entonces la parturienta esta sm parto un recuerdo casi idílico, como Suzanne todavía t:óun-
recursos, exiliada de sí misma. El lazo constructivo con su fante de su nacimiento de gemelos: "Se da usted cuenta, yo
historia está cortado, la ruptura psíquica no está refrenada, estaba dando a luz ¡dos niños! El rey no era mi primo , pero
es allí, en el cuerpo, donde hay que cortar. Adelanto acá la yo eta la :reína." Luego evoca la muerte de un hermano en el
hipótesis que muchas cesáreas que !Hl tienen otra ~ausa nacimiento, con una frase desprovista de ternura respecto a
evidente aue una detención verificada (pero no exphcada su madre: "Yo lo hice mejor". Por su parte, Christian e, como
físicamente) de los trabajos de parto, se decidieron en esos muchas otras madres, matiza los acontecimientos y asocia el
momentos: ¿cómo hacer nacer a su bebé en un rnundo buen desarro11o de su parto fundamentalmente con el hecho
incapaz de protegernos de eso? _. de que se sintió bien rodeada: "El equipo médico era compe--
Un estudio rea1izado e n 1981-1983 por los estudiantes de ten te, su eficacia .m e hacia sentír segura. Y además l.a
la Universidad de París-VII se r efería a ia frecuencia de las partera, J:ne gustaba, inte:rvenía cuando era necesario, rne
cesáreas .5 E ste trabajo puso en evidencia que un pequeflo ayudaba a respirar, no tuve miedo. JWe sentí menos rodeada
número de cesáreas se decidía sobre una indicación estricta- en el relevo, la expulsión fue más du:ra. Pero en fin, todo pasó
mente médica (pelvis rrmy estrecha, criatura que se presen- ba stante bien." ·
taba invertida, sufrimiento feta1) y constataban que en La mayor parte de las mujeres cuentan su parto. Si uno es
numerosos casos la cesárea intervenía en un rnomento de sensible a los afectos que afloran en la superficie de los
"catástrofe'' en el transcurso del parto, debido a una deten- acontecimientos, entonces se escucha mejor lo que las muje ..
ción en los trabajos, fisiológicamente inexplica.da. Este estu- res han realmente evocado, a saber, que experimentaron a
dio concluía que una escucha más atenta de las dificultades su turno pánico, violencia, abandono, tristeza, euforia, con--
encontradas enel trascurso del p a rto (mediante la interven- fianza, lucidez, confusión y tantos otros matices de nuestros
ción de un psicólogo clínico o d e un psicoanalista cerca de la sentimientos, a los que no siempre localizamos con precisión
oarturienta), podrían favorecer en numerosos casos una ni en sus orígenes ni en sus causas ... pero que todos, de cerca
J_ • • 1 J t
liberación de los bloqueos psíquicos asociaaos a una cte 0 en~ o de lejos, nos conducen a las confusiones de nuestra historia
ción de los trabajos, que no son con frecuencia m~s que ~1 familiar y a ]as :incertidumbres de nuestra identidad, a
síntoma manifiesto del sentimiento de agotamiento, cte nuestros límites, a nuestras fragilidades _ Recuerdo por mi
soledad y de desintegración de la madre. Ojalá estos estu- _parte haber soñado que des cendía de la mesa de parto a la
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que estaba , ' · .d.::t por la p i~rfusión y el mon:: i...o:::eo y cuya srrterme~a ~ :por s11 parte, C(rrn....::{1ta. de esta ~n1anera el
altur a m e _producía vértigo, reavivando u.:n viejo temor de acontecimiento:
niña al vacío que había debajo de rn.i cama, y :me hubiese "A mi me parece que no hay por qué hacer una historia con
gustado que mi abuela me cantase un cant o dulce ·y grave, este parto, ella djjo en alta voz lo que las otras viven pero no
una melopea que h ubiese evocado toda la alegría y toda la eJ~presan. "
gravedad del mundo, un blues muy viejo ... Efectivamente, Louise expresó de una buena vez por todas
Los personajes de nuestra historia no dejan de acompa- esas re-presentaciones insoportables, sn integridad puesta a
ñarnos. Y ya sean evocados en nuestros recuerdos -o que ct.11ra
' pr11eoa.
.• ' , p-;·ci
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di-r..... r.out~l
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. . . . . J_r,_ Je.e,
otra enfermera o la partera sostengan los sentir.n ientos que muerte en el seno de su familia, de pedír socorro pa:ra sí
se experimentan en secreto con res pecto a Ios ausentes- su misrn.a y pa:ra su hijo, para que eso se termine, para volver
presencia fantasmátíca y sin embargo muy tangible en los a encontrarse. Para no tener más "miedo a las palabras", hay
r eiatos de las rnujeres dem1113stra sin más comentarios que que decirlas. Todos los horrores expresados en alta voz y
el parto está lejos de vivirse como un simple juego deportivo, escuchados por otros que se convirtieron en testigos y
a lo que a veces se tiene, sin smbargo, tendencia a reducirlo. depositarios fueron, de alguna manera, expulsados, "catar-
:E~sta reducción está t an a.Tejada de la realidad h uma n a corno tiza dos" en el imagin ario de Louise y , aunque más n o sea
responder a la pregunta de los niños: "¿De dónde vienen los porque el equipo, la :madre y el niño sobrevivieron, neutra-
bebés?" con solamente u n esquema anatómico. ¿Es en esto lizados. Sin embargo, esos horrores que no destruyeron. a
en lo que S€ piensa cuando se hace el amor? n s.die, no pudieron tampoco alc anzar ni a la madre ni al niño
Como consecuencia de estos testünonios, se mide rnejor la uorque ahora, seguramente . "todo marchaba bien". A Loui-
banalización que significan los términos, tan a m enudo ;e, ri1bicu.nda, cam pecha1~a, a su pe::i.ue~a, q:1e pa_recfa, 1~ásy
empleados, de "fat iga", de "baja de presión" ... Es cierto, i:~l neoueña en su re¡razo, daba agusto mll'.'arJ.as. E~n esta hamta ..
.:. J. ......
estado de shock físico q ue consti.t-µye la prueba del dolor ciór1, ~b.a.rrra r-isas~
fisiológico tiene evidentemente su p arte en el v-ertiginoso
sentimiento de v ~cfo que testirnonian las mujeres después
del parto. Pero este viaje al otrn extremo inexp1oTado de sí
mismo pulveriza rápidamente las certidumbres habituales.
¡Y justamente en el momento en que se h ace responsable de
otro se:r que uno rn.ismo! ¿No es esto suficiente para "sentirse E1 antropólogo Claude Lévi-St.rauss relata que en el trans-
perdido?" curso de un parto dificil, llamado el chamán de la tribu, se
El parto espectacular de Louise, que tiene treinta a f.tos, es d irige a la parturienta y, bajo la forma de un :relato rnitico ,
educadora, y tiene su primeT h~jo, retumbó en toda la le na:r:ra el recorrido de su hijo. Como un sufrimiento insopor-
InatexrP.id.:Eld_ table 11.a.bfa colocad.o a la n1t1je:r en ·' ~ a-user1cia;i', las pal<.1.bras
"Esta mujer se desgañitó, invocó a la muerte, a:ra ñó a la del. ch.amán articularon este dolor con un orden de cosas: un
partera" :relata e1 equipo, durante una pausa y todavía bajo comienzo, un desarrollo y un final. Esta "recuperación del
el .golpe. sentido" del caos, sacó a la mujer de su sufrin'"liento. 'Y.' la
"Era como una posesión, me dice Louise a la mañana "aus211cia" se transformó, a través de este acompañamiento,
siguient e, r iendo. Aho:ra, t odo anda bien." en pasa_je.G
70
El cb : ,:,,án es el brujo t tribu f 'ücha contra }L:: ,, .·teridad del niño e.s ':.: .. úh:ién E . JBLante, porque coD ·, ..• d ice
fuerzas exteriores e inte:rir:, : ,)S , colectivas o individuales, _ }a ilusión del "irn3tinto rnaternal" que nos pe:rmitir iu saberlo
cada ataque a un individuo es un ataque a la tr:ibu en su todo desde el cornienzo sin tener que comprender al bebé,
integridad. Import a a la comunidad no dejar a uno de los descubrirlo.
~uyos librado a la "ausencia", porque.entonces será el con- Cuando el parto su merge todas las repr esentaciones an-
~unto,., del _cu~rp o tribal el que se sentirá confundido por su teriores (y especialmente la rela ción ideal con la que se
2mpo1,enc1a.' Acaso no es esto justamente lo que significan soñaba en el embarazo), los dos primeros movimientos son
las palabras tan racion ales de est a enferrn.era que , escucha , enoja rse "mor talment e" consigo m isma por haber pensado
compren de ,Y tolera los paroxismos de un parto espectacular esas cosas, sentirse culpable yparnhzada por el terror, 1u ego
como el de Louise o de cualquier otro nací:miento "normal- identifica rse a fondo con 1a figura de la Super madr e con el
mente difícil". Y esta tolerancia comprensiva ¿no es urecisa- objeto de exorcizar para. el porvenir toda tentación de bajar
mente lo que contie ne y destraba el su:frilniento? ' los brazos .
Que sea un chamán, una enfermera o un psi , esta función Pero, identific arse con la figura de la Buena Madre que
generalmente se d elega en aquellos que acompafi.an la domina perfect amente su tarea, es también tener que afr;n-
puesta en el mundo de un n iño. La soledad irredt;,ctible de tar la omnipotenciia maternal, ese poder absoluto que se
una mujer que pare, es entonces sostenida de tal manera que supone tiene la madre sobre el recién n acido, lo que no deja
no llegue nunca al agotamiento. Mediante esta "devolución de tener su efecto sobre la realidad ya que el niño es
?el sentido", las sensacion ?s de hundimiento y de muerte d~ completamente dependiente de su m adre en las primeras
la parturienta se encuentran rearticuladas con las dimen- ér.ocas.
siones del surgimiento y de la vida. Est o reafirma al jndivi- Pero cuando, como Louise, se ha expresado en alta voz que
duo, ~ufriente, para que vuelva a encontrar su lugar y sus se quería morir y que se tenía miedo de dar muerte, y nadie
xnemos totales entre los otros. ei1 el exterior se asustó, el sim pie hecho de qu.e el niño nació
Pero falta comprender, más allá de la experienciaextrerna vivo, que sobrevive y que su ~stado es satisfactorio, repre-
del dolor, cuáles son los ingredient es psíquicos que constitu- senta un desmentido_ por lo menos parcial a esa omnipoten-
yen este ''caos". cia de la madre, en la medida en que el temor de dejar morir
es invalidado por la n3 alidad.
Cuántas veces oí decir a las mujeres: "Si grita, es buena
seflal, quiere deci:r que está vivo".
73
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•'.;
~;
EL DEllE;Jft
"Si grita es buena señ.aJ, qui ere decir que está vivo." Esta
ff::clamación paradójica delas madres jóvenes puede parecer
contradicto:da con 1a beat itud que ellas esperaban experi-
mentar desde el primer :momento del nacim.iento de su
primer hijo, esa folicidad supuesta de la madre serena "que
sabe" y es capaz de simbiosis con su bebé. Pero las ma dres
experimentadas, como vimos, están l~jos de ser u nánimes al
testh:noniar si éste fue su ca.so desde el principio. Han debido
sobreponerse a algunas dificultades notorias antes de ltega.:r
a Ios momentos felices ... A.unqu.e estas dificult ades no pare-
ce:n ser en s1' un ob s t,acu.o , 1 para encamn1arse
! lns1.1pe:ran.e
. .
n.ac1a t1:na mate:rn1aad. su11c1en -ceme11· e tranc1r111a., ¿qt1e, .es 1iO
1 • ' J ' . .f:. ; t ...
que las separa de ésta durante un tiempo?, o bien, ¿qué es lo
que las desvfa?
75
tl.. E~s cr- ot:ras vrven co1no 11r1 ,-~: ·.igacíór1 - _.:J:\.J esta ~'enfe1 ._-.d ad prim_aria :rH~ _.' ·tn4 E~n {·· , . ~~ to, en nin_gúr1 otTc
s:i:rnkwsis no es ni "b-c1en<'·," ni "mal8'. , ,; ante todo ¡necesaria! morn.ento de nuestras '.as (salvo quizás en la
Este pedacito de hombre nace "prematuramente", es decir, amorosa) tenemos estn. capacidad de estar disponibles b.asta
mucho tiempo antes de llegar a una madurez que le permita ese punto para otro ser que nosotros mismos . Cuando se está
una autonomía física y psíquica. Durante largo tiempo es ena:morado, uno se sorprende al pronunciar la misr.na ·f rase
totalmente dependiente de 1os demás para su supervivencia. en el mismo momento o a l echar pestes contra el teléfono,
Y como no habla ¡hay que achvinmlo! Lo más frecuente es ocupado p ermanentemente, antes de descubrir que el otro
que sea la rn.adre la que descifre s us gritos y sus llamadas. trataba de llamarnos al mismo tiempo.
Esta interpretación no siempre le resulta fü.cil ni evidente, Y bueno , Jo DJ5smo sucede cuando se es 1nadre. Des de la
porque los bebés no nacen con instrucciones para su uso. Y primera noche en la maternidad, una se despierta a nte el
si no existiera para las madres más que una manera de llanto de su bebé y más tarde, en el hogar, se da cuenta que
a ctuar "bien" ;se sabría! Entonces , ¿qué es seT madxe sino de una pieza a la otra, sin ver a su bebé y sin si.quiera
pensar y act uar, sin inte:rrupción, en la incertidumbre (y con escucharlo, una aparece en el momento preciso en e1 que
el riesgo de equivocarse en cada oportunidad) para otro ser, tiene necesidad de nosotras.
desconocido y fr ágil, del que una es absolutamente responsa- A este :respecto, la anécdota de Benedictine (d~ la que ella.
ble? De esta manera, la tarea materna de "deber hacer-vivir" misma no deja de sorprenderse) es ejemplar: "Yo estaba en
:rápida:mente nos confronta con su sentido siinétricamente la cocina y mi hija en el comedor. Ten.ía nueve meses, estaba
:invertido, el rniedo inconsciente de "dejar-morir", como lo sobre una frazada , balbuceando como de costumbre en el
expresa esta joven rnadre: "todas las noches me despierto piso con sus juguetes. '(o estaba lavando los platos, el agua
sobresaltada para escuchar si respira, tengo la necesidad de corría con ruido en la pileta. Desde donde yo eqtaba no la veía
aseguranne". ni la oía. Hasta entonces el gato nunca se le había acercado
¡No conviene entonces idealizar exageradamente este (ni a m í a partir de rni e1nbarazo, debía se:ütir cp.:1e su
período simbiosis! Porque es , como el parto, paroxístico. proximi¡iad me eriz ab;; el cabel1o), y en consecuencia yo no
Acá también se .,nasa de la beatitud a la angustia, de la me inquietaba en a bsoluto por éL De pronto, dejé con c:alnia
exaltación a la depresión, de la risa a las lágrimas, de la el plato que estaba por lavar, atravesé la puerta y 'me .arrojé
plenitud a la impotencia. Acá también la madre nueva se ve sobre el gato que atrapé en el aire en el momento justo en que
~onfrontada con- el 2nigma de la existencia y de su transmi-· iba a arrojar su pata sobre mi hija .. . Todo sucedió muy
sió:n~ .i.:\cá tzn11bién .se siente relativa y frágil, acá tc.n1bién rápido, pero sin precipitación y sin ninguna vacilación.
está desorientada. ¿Cómo lo supe? Eso, para m i, sigue siendo un cornpleto
misterio ... " Se podrían igualmente citar una cantidad de
accidentes evitados: no se sabe cómo, estando alli cuando
"hada falta". De esta manera, en los momentos extre:m.os, se
revela que los reflejos , qu :~ no estc¡ban alertas hasta en ton ces
más que con respecto a nosotros mismos, :integran también
( el cuerpo del niño como sí se tratara de nuestro propio
Con hurn_or, 'VVinnicott define la capacidad de 1as madres cuerpo. Y sin embargo, a pesar de esta empatía inconsciente,
para la escucha atenta y tierna de sus bebés como una mucho más fuerte que Ja solicitud requerida por los cuidados
( l 76 77
(101 ¡CllÜ. ,' · '~. 2 rn~u:.b~%::;.~; dr¡da:r~\ _ iT.D.SITV ( ··., , )r q11e ,ies
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rf ";·~;:~:;ntar otI·o. IJorr: r· ·. J>H.TEl CJ.E In-ujeTes este ; -1_e J
(~ ~:1 ·;:.a.11 (liffci1 ter1e:rs2 !'.;011fl a n.z ~t\: tu : -.~· ·a11a decepcíórL . '.,..) .le s11ceCbc; s_(.JJ:iristel1e, a te;:~:.";~'1 za ~
~
dn e11 SLl prim.era 1.~J_ (.t111.B.cla y estallar1-do en lágrir11 ci. i"~1 a11tes c1e 1
:hacex esta difícil co~nfesiór1: ~'EspeTábamos t111 varón, el ~
ecóg·rafo lo l-1a})Ía corifirr11.aclo_ ·y er1tor1ces en e l nacirr.tie.nto l
me a111111ciaro~n ti.na n.iña. i~~t1é sh oc~k.! " I)espt1és que rs1e 1
78 '7 9
madre no se; sl.ente u n a mala madre sino u n ,.·. mujer a !.a que de imc:. ~; mación o para res t ;c_\urarlo. E -.:cn~rdo a una
le es difícil establecer el lazo entre el "an tes" y e1 "después", mamá, aterrorizada, que llegó a la guardería con un emba-
y el bebé no es tampoco un niño malo, sino un niño: éste. Y razo de siete meses, completamente destrozada por la pala-
los llantos del recién nacido, que hasta entonces se sentía bra del ecógrafo: "Este bebé es muy pequeño." Además, ella
malvenido, cesan, con lo que, desde el primer momento, acababa de caerse en la calle, se había lastimado una pierna,
reasegura a la madre sobre su propia "perversidad" y le sangraba. Cayó en mi oficina como un náufrago: "Es necesa-
permite desprenderse de ella. A partir de acá puede empezar rio que la vea urgentemente, ahora." Mientras ella me
a tejerse la adopción mutua. Porque no hay que olvidar que relataba temblando el juicio perentorio del ecógrafo, recordé
cada uno de nosotros, cuando nació, ¡concretó de cerca o de que su primera hija, una adorable Amandine, fue un bebé
lejos esta experiencia de no ser exactamente el bebé rosado muy pequeño al nacer. "Y yo t ambién -exclamó- y mi
que sus padres esperaban! Y felizmente, porque los niños hermana también. Es cierto que en mi familia todos los
sobreinvestidos como ideales tienen muchas dificultades bebés nacen muy pequeños." Se sintió confiada. Sobrevino
para vivir sus propias vidas. entonces una violenta cólera contra el ecógrafo: "Me propuso
otros exámenes sin advertirme que una colioscopía (la toma
de muestra y el análisis del líquido amniótico) comporta un
riesgo para el bebé. ¿Qué piensa usted, hay que hacerla?" A
"La ecografía" decir verdad, yo también estaba enojada con la actitud del
ecógrafo y en con traba más que p ertinente el sobrenombre de
I.V.F. -que significa Interrupción Voluntaria de Fantas-
No obstante, se puede verificar en ocasión de la dificultad de mear -que dan los psi al examen ecográfico. 8 No es que haya
Christelle, hasta qué punto las palabras pronunciadas en el que proscribir el examen, lejos de eso, porque es indispensa-
transcurso de una ecografía pueden actualmente intervenir ble desde todo punto de vista para la seguridad del embara-
en el proceso del sueño maternal durante el embarazo. Si se zo. Pero, sobre l.a base de los efectos producidos sobre las
sueña con un varón y el ecógrafo anuncia el nacimiento de un futuras madres por las palabras apresuradas y desventu-
.varón, usted deja de imaginarse un hijo "posiblemente" radas en el transcurso de los exám?nes ecográficos , conviene
varón (es decir, también posiblemente mujer). E l sueño se de cualquier manera prestar mucha atención a lo que se dice,
transforma en idea y usted piensa en su "hijo". Si el ecógrafo especialmente respetando en numerosos padres la decisión
murmura "la cabeza es demasiado grande" usted comienza de no saber por adelantado si el bebé será niña o niño.
a asustarse y a encarar durante una noche en blanco la Expresé todo esto a esa mamá, que de golpe tomó la decisión
"¡! posibilidad de un aborto terapéutico en caso de anormali- de consultar a un segundo ecógrafo sobre el tamaño del bebé
dad. Las palabras del ecógrafo sobre el feto contribuyen antes de encarar una colioscopía. "Por otra parte, ¡yo tengo
siempre a fijar en la realidad una red de representaciones confianza en mis bebés!". De esta manera terminó nuestra
latentes en la madre, que a partir de allí dejan de ser lábiles. entreviSta. La continuación le dio la razón. El segundo
Es un poco como en esos sueños en los que al despertar uno médico ecógrafo.era una mujer, por lo menos tan sensible a
se pregunta si eran o no reales. Pero en este caso , la prueba la memoria de esta madre sobre el tamaño familiar de los
de la realidad no es el día, es el bebé. Parecería que algunas recién nacidos como a las mediciones estándares de los fetos.
mujeres son más frágiles que otras para preservar su espa- Este médico examinó, midió, luego indicó que a priori nada
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competencia para proteger la confianza que ella tenía en sus dentemente toda Ja :familia se puso a esperar un muchacho! 1
b ebés también había sido importante. De manera general Yo, en mi interior, estaba segu~a que era una niña ... Pero de
Darecería que 1as madres capaces de sobreponerse a seme- todas maneras, seguía soñando con e1 varón .. . y seguía
J a ntes brutalidad~s y a salvaguardar º.resta~1rar de esta queriendo que el bebé m.e diera una sorpresa.. . Cuando
colocaron al bebé sobre mi vientre, pensé: «Es mi bebé, por
1
manera un espacio vivo de confianza, de mcertidumbre Y de 1
ensueño, están mejor protegidas que otras de los efectos fin nacido .. ·" Estaba completamente trast ornada por este
catastróficos de esas palabras que corren el riesgo de desen- primer contacto, este pequeño removerse de la vida contra
cadenar partos prematuros o una angustian te sobrecarga de mí ... N o pensé si nena o nene, estaba en un vértigo maravi-
exámenes. lloso, atenta a todo eso, tan nuevo, tan emocionante ... Fue la
partera la que terminó por decir: «Es una niñita» Entonces,
vieron, mi bebé era una niñita ...". Isabelle exDresa un
sentimiento de plenitud y de evidencia desde ~l primer
La madre designa.da contact o, piel a piel, con su bebé. Esto no significa parn nada
que siempre suceda así (evocaremos también su contrario)
ni que la continuación se desarrollará forzosamente con l~
Más frecuentemente, sin que ningún hecho particular du- misma evidencia serena (en ti-e Isabel y sÜbebé la puesta al
rante e1 embarazo llegue a dramatizar un temor, ni que en seno resultó dificil). Pero en este caso. independientemente
,su propio nacimiento el b ebé no satisfaga y _no decepcione a de los sueños y de las· representaciones -anteriores, este
su madre a priori, son numerosas las mliJeres que, como primer contacto selló desde el cor..0.ienzo un oacto con este
Antonine, han experimentado su sorpresa frente al simple hijo q ue fue inmediatamente reconocido como ~quel de quien
hecho de su realidad: "¡El bebé estaba aquí! Lo que me ella e:ra la madre.
sucedía no tenía nada que ver con lo que pude pensar o soñar Ca:rmen, madre soltera, sufrió una cesárea. Carmen no
antes .. _Ante todo, me sorprendió su rostro, evidentemente solamente estuvo privada de este primer contacto piel a piel
¡era ella! Parecía apacible, tranquila .. . después de lo que con el recién nacido, sino también de una p:resencia m~iga
acabábamos de vivir, un parto muy largo , muy difícil, con que pudiese testimoniar la continuidad entre el "antes" v el
pánico, fórceps y peridural , en fin, su calma rne sorpre~dió ." "después" y el hecho que ese. bebé era verdaderamente"'el
Este sentimiento de extrañeza es nrncho más compartido de s uyo " : "C - u anao, me üespene,
' - , , i~o p:nmero .
que 1-.HlCe
•
me
"
tantear
lo que se cree, y ciertas madres se inquietan por ello, se mi vientre. No había nada. ¿Qué había pasado? ¿Dónde
acusan a sí mismas . Christelle formulaba así este momento estaba mi bebé? ¿Por qué n.o estaba conmigo? Entonces lloré.
de estupor: "Necesité tiempo para darme cuenta y para Por fin vino alg1lien. La enfermera no sabía si era un varón
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Todo En1ccde como si, atento a la tensión interna d :.;u
madre, ¡el nifio la ayudara a echar a los intrusos! De alguna Desenl aces_ simples para histor ias sencillas. Pero im~gi
,manera, él llora por los dos .. . Sin embargo, sería totalmente nemos por un rnstan te que las lágrimas del bebé reaviven en
exagerado deducir, cada vez que un bebé . llora, que es su madre una trist eza escondida., un dueio no terminado 0
forzosamente su madre la que está mal. Recuerdo una mujer una nostalgia que ella no puede discernir conscientemente.
que se encontraba totalmente desamparada, sola en una Esa pena reavivada en la madre mezcla entonces las cartas
habitación con su crio en brazos que lloraba a plenos pulmones. filtra la mirada que dirige sobre el bebé e induce su~
Ella misma estaba al borde de las lágrimas. "Ensayé todo -me inte:pretaciones. Y el recién nacido que llora porque le duele
dijo como para justificarse-. No tiene ganas de mamar, acabo el vien tre hace la experiencia de aue eso pone triste a su
de cambiarle la muda y está seca. No sé lo que tiene" madre. Su vientre entonces se con-1;ierte eñ el luo-ar de esa
~risteza, y si la criatura pudiese expresar el p roceso lo
0
Esta situación de "impotencia corriente" es en sí misma
una causa de pánico muy frecuente entre las madres. Le ilustrana con la fórmula "tengo dolor en mi madre". Est~ es
pregunté a esta madre si el bebé lloraba frecuentemente a la razón por la que es tan importante tomarse el tienyno de
esa hora, entre las cinco y las siete de la tarde . Sorprendida, escuchar y guardarse de juzgar, con el objeto de restituir a
ella remarcó: "Sí, no había establecido relación pero es cada uno su propia experiencia.
cierto', ayer y antes de ayer fue a la misma hora" (el bebé . Evidentemente, uno no puede evita,r el evocar aquí la
tenía cuatro días ... ) dificultad de las_ m_adres confrontadas con un hecho que
Mi propia solicitud la alentó visiblemente. Esto me animó agrava estos movimientos subjetivos. De esta manern cuan-
a proseguir diciéndole que es frecuente que los bebés lloren do un niüo enfermo sufre en su cuerpo, no puede comp;ender
y se agiten al atardecer. Los puericultores llaman a esto "la en absoluto por qué, puesto que sn madre está allí. su
nostalgia del crepúsculo". Sucede a veces que esté ligado a presencia no lo alivia . Habitualmente la presencia d~ la
los gases que desprende el bebé y a m enudo el hecho de madre apacigu~ si~ demora las tens'io~es d~el hambre y los
llevarlo acostado sobre el vientre y golpeándole las nalgas n_ialesta~es ordmanos. En esos momentos, es una experien--
mientras se lo pasea lo alivia ... La madre lo hizo inrnediata- cm terriblemente "~estructiva" para la madre n.o poder
men te y el bebé se calmó un poco ... "Sí, yo siento que tiene el hacer n ada por su bebé. Así lo testimonió Chantal que,
vientre hhichado y que hace ruido... " exclamó aliviada, al pr_esente ~l lado de su niño atacado de una p~rpura reuma-
igual que 1a criatura según parece, ante esta constatación to:de, emermedad extrem"adamente dolorosa, sentía ella
bien tangible. Al día siguiente, me crucé con esta mamá en misma ... dolores por todas partes. Como si este compartir el
la sala de cambio, charlando con otra madre y explicándole dolo~ _pu~ie~e aliviarlo. Pero no Je ha~~a nada y e1 bebé,
en un tono docto: "No se inquiete, es frecuente y se llama «la perdido; iloraba tanto de desesperac10n como de dolor.
nostalgia del crepúsculo». Acuéstelo sobre el vientre, usted Espontaneamente Chantal se puso a cantu:rrearle, a hablar-
ver á, con el mío lo hago así y eso lo alivia enseguida"¡ Y hop! le: "Es muy d'.'1~º para mí también, sabes, no poder hacer
Dar vuelta al bebé como un panqueque, hasta parece que nada
t 1
para aliviar tu dolor. Entonces ves tengo dolores
• , ,
empezaba a gustarle ... Yo no me atreví a agregar que ammen, como para cargaT sobre mí un poco de tu sufrimí"'n-
también me acordé de una amiga que por su parte ... había to. Es idiota porque eso 110 te alivia. Pe~o Jamentabl~m·e~te
inventado el baño tibio para ayudar al bebé a encontrar al es todo lo que pu edo h a cer ... " Sin duda atento al tono de voz
atardecer una cierta serenidad. firme de su madre, que Io acunaba mientras le hablaba a él
tanto como a ella m isma, el n ilio se tranquilizó un poco'. "El
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· - - - - - ---·-··
que yo sab:ría cómo desde el comienzo. Pero u na vez que: el · que po;: este hecho' s e
bebé n ació, ¡cambié de tono! Nada ocurr ía como yo había
p.ensado. La puesta al seno, especialmente, no fue un paseo
feliz. Ivli hUo se debatía, lloraba, mamaba mal.. Yo no podía
más, asustada y perdida preguntaba ~n t~das partes y a todo
el mundo, y ninguna nurse me respondía Ia m isma cosa. Suf:dmiento
Luego poco a poco, al ver llegar a otras madres jóvenes tan y comprensión tle1 suf:ci.·r~:d.ento
perplejas como yo, me a firmé. Me dije: «Nada de pánico,
estás a tiempo» . Y eso se arregló solo ... "
La intensidad de la confusión depende mucho en esos lYJás adelante, ~demás de esta solicitud entr e el bebé v su
instantes de la capacidad de la madre para reaccionar contra ?1adr~J. es_ muy u~portante que la misma pueda elabor~rse
lo que la agrede (y en particular a nte cualquier alusión a una ~amb~en entre la1ouen madre y su entorno. Así 1o testimonia
dificulta d para a ctuar co:r:rectamente en el cuidado de su Amelme
. respect
, o a su relación con- su eS'"'"so-"
li'-' . i\1fi ma,.·d
l;~. " .J.1 o
bebé) o de la capacidad de su entorno para sostenerla y vu:o ese ~ia a l_a m.a~e-~nidad con su cámara fotográfica. Yo
desdra¡natizar. Así sucedió con esta reflexión involun taria amamafüaba a ~1 11.lJa r ecostada en el lecho , me sentía
de u na enfermera y lo que ésta permitió a Zoé elaborar por cansada Yr:ie do!1;;i- como un perro si in tentaba estar sentada
reacción: "Mi hija dormía en su cuna, yo había acompañado a causa de la ":p1s10tomía. Mi hija se a n gustia ba, rechazab~
a mi marido hasta el ascensor.No terminábamos de separar- e.1 pecho, segu:a. llo:rando. Yo temía que mi leche fuese mala
o no;'.'e~e:· s~1f1c1en:e._:t:en~b~ .inclusive que ~o iba a poder
nos, de besarnos. Cuando él partió, volví a mi habitación, mi
hi ia lloraba. Una enfermera entró y me dijo: «Uahl la mala 0
cont~nuax u.hmentando1a. _t.n rm, ¡las cosas andaban mal! IVIi
m;ctre, que deja a su bebé llorar solo y abandonado ... » Yo ;i,ando, por s:i parte, solamente se ocupaba de encuadrar las
s entí ante todo un golpe al corazón y un horrible sentimiento iOGos, co1;00 s1 fodo _anduviese bien .. . y me dice «Córrete un
de indignación contra mi misma: yo era entonces una mala poco ~acia ~~ a~recha, se le ve mal la carita ... » Entonces yo
madre, sorprendida en flagrante delito. Luego apareció una .estalle en iagnmas: «¿Pero no ves aue todo ancla T"' }?
cólera tímida, que me hizo murmurar: "Pe:ro yo soy también
A , .
i~ :yud~me ent~nces en vez de ocuparte tj_e tu foto!» E :ra
. ~ -ªª .
una mujer ...h La enfermera, con la que por otra parte yo tenía evidente l b que. el no1 . se había dado cuenta ' oara..
él ¡o ;t d o
muy buenas relaciones, ante mi gran sorpresa estalló en ma:rcna a siempre men l ;Si usted supiera],;. -1·a"'o1· a qne
~ • ' ... -~::ii.
n Nc,_n·~{
....., i::iv . IJ .i.
carcajadas y dijo: «Pero si yo no la juzgaba, me burlaba ... por ~ver_to ciego hasta ese punto!"
todas las mujeres por acá le envidian su marido». Ex- 1'~ o es tanto ~l hecho de no s er escuchadas por ellas mismas
t r añamente, la indignación que sentí y sobre todo el haber lo que,atemor;za a las madres, sino el que nadie las ayude a
podido expresarla inmediatamente, me hicieron mucho bien. encon~rar que ."!.s lo _q u e no marcha y qué es lo que hay que
Ese dia , en m.i foro interior, me dije de una vez para siempre: h~cer por el .mno; h~nen entonces el sentimiento de esta r
«Desde ahora, ¡haré las cosas como las-siento! ¡Caramba!. .. »" so1as
m
con
t su,, incapacidad que
.. el niño va a .nadcco~
_ . . . , . . . . i. .
Si nada demasiado grave viene a perturbar, del interior o . J.,an o ~as J?O:rq~1e el bE¡bé t ampoco sabe sim ular, como lo
del exterior, esta capacidad de elaborar a ritmo propio su des-caca Beatnce: "' Yo no andaba bien, entonces evidente-
nuevo centro de gravedad, entonces la madre joven tiene en ~?e~t?, el bebé n o dejaba de llorar. El ambiente era tenso. la
sus manos los triunfos suficientes como para partir hacia el ram1ha se ponía :nerviosa. ¡Yo no podía soportarlos !" -
86 87
· 1
. . . . ...
··- ··· - ---------------
4
SE PROTEGE AL BEBE
DE LOS SUFRIMIENTOS
QUE UNO MISIVIO CONOCIÓ DE NIÑO
~•Estaba triste
y no sabía por qué"
93
L L
médico prescribió medicamentos, pero no alcanzan para
caI:mar completamente tu dolor. Entonces no nos queda otra
cosa que hacer que esperar pacientemente l.os dos que te
pongas mejor, y yo me quedaré a tu lado todo el tiempo que
haga falta ."Y Chantalse sentía poco a poco menos despojada
para ayudar a su bebé a tolerar este dolor tan agudo. Menos
,
culpabilizada también, más adecuada. Más eficaz para él
también, sin duda.
Cuando se aleja la inquietud, esos reencuentros renova- ,J
dos con lo maravilloso se tejen sobre una t:rama de sorpresa
y de perplejidad, como lo expresa Bernadette: "Yo míraba
esta pequeña vida en su cuna, tan desconocida, tan llena de
vitalidad,,. tenia ,9i sentimiento, de pronto, de ser como un
jmilinero que debía elegir la buena tierra y eliminar las
1
malas hierbas para favorecer el crecimiento de este brote tan
pequefi.o, sin sa her qué tipo de árbol maravilloso florecerá un
día ... "
1
l
:!
¿I.Ja §Írñihiosis?
lJna r,7,.dopción reciproca
1
Es sorprendente seguir desde los primeros días la progre-
sión de la adopción recíproca del lactante y su madre .
¡
!
90
91 t
¡.
Jr
deslicé hasta el vidrio de la sala de tera pia intermedia rob m-uE esa prim.cra noche, eso se me at r avesó en Ia gargan-
neonatal, y me quedé mirando largo rato a mi hija dormida. ta, odio a esa puericultora". P a ra retomar la imagen arqueo-
\ \
Eviden-l;emente ella tenía menos problemas que yo. Eso me lógica, el desafío de fondo que anima los sentimientos
tranquilizó ... Me aseguré de que no se despertaría sin que yo intensos de abandono y de impotencia de E10die se revelan
estuviese a su lado para responderle. _Tenía miedo de que luego a la luz del día como, de pronto desnudada, la estruc-
surgiese esa puericultora como una bruja maléfica que nos tura original de la ciudad antigua aparece poco a poco a ·
deseara el mal, a mí y a mi bebé, pero sin embargo, ahora ya través del caos de las excavaciones.
nada podría separarnos, yo no me movería de allí ¡no me Después de una pausa de silencio en la que parece sor-
quitarían a Delphine una segunda noche! Cuando D-elphine pren dida por su propia vehemencia, Elodie prosigue: "Yo
comenzó a moverse en su cuna, empujé la puerta, entré sin también fui separada a mi nacimiento. Separada de mi
pedir nada a nadie, tomé a mi bebé en mis brazos, estaba madre y separada de mi hermana. Yo soy gemela, prematu-
fresca como una rosa. Entonces informé a la puericultora, ra de siete meses. Entre mi hermana y yo pesábamos apenas
que aguzaba su nariz con un aire sospechoso, que yo misma lo que un solo bebé. Nos pusieron en la incubadora inmedia-
tomaría la temperatura de mi hija, le cambiaría la muda y tamente, pero mi hermana murió asfixiada al cabo de 48
la llevaría conmigo" h oras ... Cuando la enfermera fue a decirle a mi madre que
Manifiestai':nente, Elodie vivió esta separación de su hija uno de los bebés se moría, mi madre creyó que era yo; porque
como una prueba llena de violencia. Y a menos que las era la más pequeña, la más flacucha. Mi hermana no gritó,
circunstancias de asistencia médica no lo impongan absolu- sus pulmones no se habían desarrollado ... Cuando parí ese
tamente, o que la madre lo solicite expresamente, e inclusive era mi pánico: «¿Gritó el bebé? ¡No lo oigo gritar! ¿Por qué no
que ella a cepte con alivio que otra mujer se ocupe de su bebé grita?» Evidentemente todo el mundo tomó mi inquietud
y que ella se lo confíe, es necesario saber que toda separación como curiosa ... Fue como si en el fondo las dos •escenas se
brusca uuede tener efectos catastróficos en el tejido del superpusieran, como si la separación de mi hija me recorda-
primer lazo con la madre y el sentimiento de seguridad del ra la impotencia por salvar a m i hermana, el aislamiento de
bebé, inclusive mucho tiempo después. Porque esta separa- mi incubadora, una especie de tiempo en blanco, frío , irreal,
ción impuesta .significa de hecho: "Si tu bebé tiene un una impresión que a veces retorna ..."
problema, jno eres tú quien puede salvarlo!" N adíe dice algo
así, pero la situación lo dice (evocaremos también el punto de
vista del bebé a través de la historia de la pequeña Gaelle,
que hubiese podido conducirla a la locura). Mf/H madre creyó
En este caso, la inquietud que reside en Elodie, es que si q u e e l b eb é muerto era yo"
su bebé se despierta y tiene necesidad de ella, no podrá
responderle por estar lejos. Poco importa que ella misma
esté cansada, lo esencial es no estar separada de su hija que A la manera de un sueño que deforma y recompone como un
podría llegar a sentir que está sola. El alejamiento como tal acertijo las imágenes y los afectos, eq posible ver acá anudar-
se vive como una situación de peligro (encarnado en la se en varios estratos, a través de los acontecimientos actua-
maldad supuesta de la puericultora). "Una vez que recuperé les , los diversos componentes de un traumatismo inicial: hay
mi bebé, todo anduvo mejor. Pero, de cualquier manera, me algo que no marcha, ¿pero qué? Hay como un peligro que no
96 97
sentía deseos de hacerles comprendtir que n o Era tan simple
como parecía. ¿Pero quién me hubiese comprendido? Claro
ració L brutal de_ su bebé, sepa ración impuesta después
parto pa ra la primera noche:
1 ¡
. noco d"' fii""bre u'18~ .. Ta
que ye era feliz, pero hubiese querido que se ocuparan de mí, "Cuando nació, mi hija tenía un
eme me escucharan. Y al mismo tiempo, no quería tener que
~xphcarme. En el :fondo, creo que me hubi.ese gustado qu~ mi
. 1.
puer,1cu.tora me dijo que, durante la primera noche. 1a
...!. ._, .... ' - ' ·'- ...... , ÁJ -
i
·~endrían en ierapia intermedia neona.tál. iEstas palabras
abuel a estuviese a mi lado. Una verdadera presencia y tu0
ron una
~- ·
1
~ ".. cast1ore, l!ir a como s1 me hubiesen pro.h1b1do lo
1 0a·• , '- -~ t "D . • • • : • •
- ' .J "--"- 1 8 00
desorientaban. Salieron en puntas de pies diciendo: <-:No es se:vi.....a, n~ h~bía nada para comer. Yo ayunaba desde hacia
..l...\. ,__;..,.. J...
grave, descansa, volveremos ... ", pero n o regresaron.. Lu ego, mas_ de vemb cuatrn horas ... En la h a bitación n o había un
durante un tiempo, pedí que no me vinieran a ver, tenia verd.ad~ro lugar P<:ra mí, yo estaba spbre un lecho de
mie~.o de la gen te, de las palab ras, todo era difícil , embr olia · campan:; en el suelo, tercera en una habitación con dos
do, yo no tenía ninguna gana de conversaciones y de bromas.
. t e, no sa ma por qu e, eso no marcb.a'b,.a. .. . " camas. ~n general, este tipo de situaciones no me molesta l
.!!.;sta ba t,ns
T:"I • 1 , ,
~e adapto :i todadas_circunstancias. Pero en ese momento;
No solamente algo no marchaba, sino que además el hecho 1ue ~º~.:' s1 Y? estuv1ese demás, no contaba «para nada».
1
de qu e no marche conduce a l a joven madre a sust raerse de ¡Que dner encm con la competen cia v la "ornprPn~iói1 (l ,:i1
s'u entorno y a ahogar su pena en silencio. Sin embax?°o, bajo
una vacila ción superficial , se esconde con frecuencia otra,
n1ás profunda. Así, en el caso de Elodie, que se sentía
equipo médico _de arriba! Pensé: «Di~en q~1~· mi ~hi°ia Úe;;;
fieb-re
~1 .• porque · e1 serv1c10· · no tiene
·
d~rame_nte, era muy duro. Lloré a moco tendido en brazos de
suficientes cuna s .»" Venla- j
apen;,da por la falta de su abuela que necesitaba tanto, 1m mando: ,. .
«jYo no quiero
_
que me......., aui 'í·en •mi }' eb6l,, J.De-rr-cr~'
.t.·~.., _, -- .U .... u
v~ c;t;
parecería que lo que faltaba a su lado era u na presencia que el es~aba completa:11e~t~ desbordado pv.r mis s ollozos, y
tutelar bi"enhechora que la comprendiera y le diera seguri- :;:o lo ?<liaba po~ n? ms1stir lo suficiente para que me
dad. Se lo dije de esta manera: aevo~v1eran a m1 bebé. Me repetía gentilmente Jo que Ja
"Diría que usted está separada .. ." yu~ncultora me había dicho ya en un tono helado y autori-
Sin que yo pudiese te:nninar mi frase, así como las exca- rano: :<Es nece!'ario abs olutamente que descanses, Elodie. y
vaciones arqueológicas pon en en evidencia varios estratos es
). ... /
me10"~ ,_ ,na--a L
'Jolp',mne
v_,, · es t ar en _,cerapm · interrnedia
· neona- ·
sucesivos del hundimiento de una ciudad antigua, se revela- t.a.i., a ca1:'-sa de la fiebre ... » Eso no me convenció, yo hubiese
ron entonces varias capas superpuestas de la historia de ~ela~o ¿iez n?c~es en blanco si hubiese sido necesar io. Pero
Elodie, de duelos y separaciones, cruelmente reavivadas por
las circunstancias de la p:rime:ra noche. En la superficie, esta
º:
~~:1;1m~ P ae,~ica.r:.:<En_fin, s~?do el mundo lo qu~ere así..·"
..V.h ?~be .... s ...aua leJO;:i, lejos ... ..t' 1nahnente me t:ra3eron una
0
separación del mundo y ese s entimiento de abandono expe- com1_aa, est ab,a fría, y ad ei~ás yo estaba anudada de pena y
rimentado por Elodie en presencia de sus compañeros, ?~. co~era contra esa puericultora que había raotado a mi
parecían liga dos en primer h1gar a l contragolpe de la sepa- l11Ja. Al día siguient e, al a lba ¡yo e staba en pie de guerra! Me
.. \
95
L ;.
------~----~----------- ··
1?aelle yo qu~~iera insistí~. ücá sobre el destino problemát.i~o ·,;
ante todo, fue actuarlos ciegamen~¿ . Cuando no se tie.ner~ IlÍ
las palabra s ni los contornos de los recuerdos, algo se agita
y actúa en nosotros, aparentemente sin ex,Plicación , recom-
poniendo a pesar de nosotros otra escena.
La primera inquietud "superficial" e~conde con frecuencia
una dificultad antigua. Ese dolor de estar separada que
. l de una relac10n m adre-h1JO, cuando una intervención exte-
rior 1:_laltrata los movimientos íntimos de la madre respecto
al teJ1do de este primer lazo total.
Cua ndo llegó a la guardería, Gaelle era un lindo bebé de
seis meses. En los brazos de su madre, sonreía, estaba bien.
J
aflora a cada instante en el relato, una vez escuchado, le hace Pero en cuanto la madre la confía a una joven mujer de la
entonces posible a Elodie rebobinar el hilo de sus inquietu- guardería, Gaelle se desespera. Llora desvía la mirada
des, r evelándole a ella misma qué es lo que la p reocu~a como grita de miedo si alguien s e le aeerca. R~chaza durante tod~
madre y qué es lo que ella vuelve a poner en escena mcons- un mes todo biberón, todo cuidado, toda sonrisa Gaelle se
cientemente hoy: preservar as u bebé de los peligros que ella aísla durante toda la jornada en un hervidero de lágrimas o
en un silencio obstinado. Con su madre, el equipo intenta
conoció cuando niña.
Reconciliada consigo misma y con su propia infancia, una segunda "adaptación" de Ga elle, dosificando progresi-
recuperada en la autenticidad de su p r oblema inconsciente, v amente los h orarios de presencia de la criatura en la .
compren de por sí m isma que repite las es1c~nas de se12ara- guardería a la mañana, luego la comida, luego la siesta, la 1
ción escritas en ella cuando bebé, con el ooJeto de conJurar ( madre se va ausentando poco a poco. Pero no pasa nada. La ¡'
1 desesperación de la niña se mantiene rebelde a cualquier
im aginativamente el desenlace para su recién nacido.
Y e n cada oportunidad, el leitmotiv, ese "me hizo bien ! apro~imación y a cualquier pa_labra, y a todos los arreglos '\
hablar de eso" de la madre, pon e en evidencia que la (habitualmente confor tantes) del espacio y del tiempo de la
incomprensión del entorno oculta a menudo u na verdad que '-./, Yo no dramatizo jamás una dificultad ni culpabilizo a u n -
separación.
insiste sin embar go, al desplazarse sobre el o ebé que t iene,
en h abl ar del bebé que ella era. E n tanto que ese desplaza- ~~~r.e, partie!1do ante todo _del p~inci pio de ~ue lo que e s
miento de un sufrimient o no haya sido aclarado entre la mncll es la vida y de que s1 un smtoma persiste como un
madre y el niüo, produce en ambos una sensación de "no enigma es porque no hemos todavía ni encont rado ni desn u-
dado el origen del problema. Entonces, con la madre de
verdadero". Gaelle, buscamos . Remontamos poco a poco el hilo de los seis
meses transcurridos de la existencia de Gaelle, y ninguno d e
los pequeños acontecimientos siempre un poco problemáti-
99 cos que no dejan nunca de a parecer, nos pareció traumático
Gaelle y "ei rechazo a los extraños
h asta ese punto. Estábam o s confundidas. En estos casos yo
v~elvo a los únicos elemen tos tangibles que tenemos bajo los
De esta manera pueden vincularse diversos niveles de OJOS, e¡:;e rechazo a "los extraños" de Gaelle, ese rechazo a los
dificultades y de comprensión . Se tiene la impresión de qu~ gritos para dejarse cuidar por otra persona que no sea su
un sufrimiento acogido y comprendido por la madre esta mamá: "Gaelle debe tener forzosament e buenas razones
exorcizado a medias ... para ella y para el niño. p ara permanecer obstinadamente rebelde a dejarse atender
Un bebé de seis mes es, Gaelle , pone en eviden cia que la m a ternalmente por otra person a que usted, y nosotros no las
recíproca es igualmente cierta. A través de la historia de hemos encontrado todavía ..."
101
100
. . . 1
se ~:t1cartza rt deteTmiLu1r que amena_za. aparee . en e1
1 otro. De esta rnan era, Elodie sólo un objetivo: restable-
relato de Elodie la idea básica: una madre que no tiene a su cer sus lazos con su bebé, "sacarlo de allí" .
hijo bajo su mirada no puede saber qué 1e ocurre ni proteger- En cuanto a Ia separación entre la a legría de los corrmañ.e-
lo de un peligro eventual. ros y la t risteza de Elodie, se puede subrayar l~ analogfa con
En el primer torbellino d e estas reminiscencias incons- la alegria forzada que debió rodear, en su momento, a la
,~1·e"'1t;=.c ~lr-.a_'i"' rpnr
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.lJ ·,,;..._,...:.,: , sePtó n uevamente. de akuna manera,
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gemela viva (en este caso ella) por encima del duelo qu e
u n a escena condensada de conj uración de1 peligro mientras planeaba sobre este doble nacimient o. La misma madre de
renresentaba un doble rol: es al mismo tiempo la madre que Elodie recordará llorando dos días después: "Alrededor de
salva a su n1Ja de un pe11gro s1m11ar
• l • • ·¡-
a -1 que e.t'lna m 1sm
.. . a·, a.,
1' ~1 •
mí todo el mundo trataba de decirme q{w lo qu e importaba
1 e~capo'-· na
quedar cor110 ei oet...e v1vo --e1 c1ue u.ar.na e11 vano- tJ
.. 1 1 };' '. n
u i ... era el bebé vivo.Na die comprendía mi pena; hasta yo misma
vez.
- A"iüen1a::;;
A 1 , ~·1 ' · ,cuvo que mron
1:'.;,ome " . , a:r por su p a-"e
J. en. la
¡¡, trataba de alejar mi desamparo pa:ra cuidar a Elodie. Pero
incubadora, un aisianliento que la puso a prueba, sensible estaba aterrorizada al pensar que tan pequeña, tan frágil,
hny PD e-~ta escena en la a11e, contempla~ndo a s11 hija que pudiese morir también . Por último, apreté los dientes, me
d~er~e ~ través del vidri¿, se sienteh aliviada al no encon- ~ 1"" . • 1 ~ . • • ,. ~,1 • • 11 • ;J
aferré. Pero un día, en la calle, vi una siliita de naseo de
tTarla liorando sola. Pero elia rrnsma .veoé v1v10 oaJO vmno gemelos y esta llé en lágrimas. Creo que solament e ~ntonces
v la dificultad de los recién nacidos en la incubadora es la de mi suegra se dio cuenta hasta qué p~nto yo estaba ;ola con
;star extremadamente aislados; cuando llaman fuera de las la nostalgia terrible de mi bebé muerto". Y unos treinta años
horas de atención, no se Jos escucha, n adie viene a ayudarlos, más tarde, sobre la cun a de su niet a Delphine, las lágrimas
y su deseo de conrnnicación fracasa. En cambio, se 1os de la madre de Elodie todavía quemaban. Reencontramos
despierta, se 1os alimenta a horas fijas según los ritmos de acá, en la persona de la suegra de la madre de Elodie, esa
füncionamiento del servicio, que no siempre corresponden a abuela de E lodie que sabía escuchar la impotencia y la pena
los nronios. Además, es posible también imaginar el aisla- y que h u biese sido, en este nuevo nacimiento, "un á ~ertlade
mü;nto. reforzado de un bebé gemelo, actualmente solo en un :ra presencia ".
espacio vacío, después de siete meses de cuerpos mezc_lados
'l de :ruidos orgánicos, testigo de la vana agitación de las
blusas blancas durante la agonía de su hermana gemela en
i
.ta ,ourbuJa - • ,
prox1ma. . 'V
:.. se cteoe -, ' h• aoer
' ,, ,10 1 , 1eme.nL~
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aislada, ., puesto ' que 1a ' a +-. . enc1on ·, d.e -1a L:naatre a- ::s~u I'<>spe"t"'
~·~ \..vu
1
extraña
estaba s in duda habitada por la pena po:r su bebé ausente.
Inclusive si E:lodie en el presente no t iene :registro de
recuerdos conscientes de este lejano aislamiento, permane- Una generac10n más tarde, tanto a sus propios ojos como
ce en ella esa sensación "en blanco" que a veces retorna, la frente a la r uidosa banda de sus compañeros, el :malestar, el
sensación "vivir las cosas desde afuera". pánico y la pena que experimentaba Elodie podían a primera
Por esta razón, para Elodie es algo imposible permi- vista parecerle inconrp.rensibles. ¿Cómo hu'biese podido des-
t ir que su propia hija- viva la ausencia de la presencia de el comienzo establecer el lazo entre sus propios dolores de
humana iunto a su sueño de bebé_ Porque esto representa 1 J ,
neoe l d ..,, . ' t - - . - - -
y os es ai1os 1nconsc1en es de su s actitudes actu ales,
para ella..el equivalente de un abandono de sí y un duelo del de sus conductas impulsivas? Para el caso, único posiblé
98 99
minable, vamos a ver también cómo, para una joven partu-
rienta "normalmente" frágil , que se siente "razonablemen-
te" culpable, sus identificaciones a las inevitables imágen~s
de Epinal de la Buena Madre per fecta pueden llegar a ser en
ella una causa de problemas y de fragilidad ...
:UI
J_,os PRIMEROS PASOS
DE LAS l\'.!ADRES
104
cuerpo y a su turno ella estalló en lágrim as diciendo que eso ran a la noche cerca de sus madres ... resonando allí diez
fue pa~a ella "como un golpe de cuchillo". Revivió esos meses más tarde, los lazos demasiado enredados al cor'nien -
momentos al evocarlos: "En la maternidad donde parí, se zo. Cuando regresaron, estaban renovadas. Y Gaelle, en e l
separaba obligatoriamente los be?és d~ las madres. _G ae!le presente totalmente ubicada en la guardería, devora todo el
nació a comienzos de la tarde y :me la quitaron ensegmda. ro día la vida con todos sus dientes.
estaba agotada, me dormí. Me la trajeron a la noche para Sin embargo, para este bebé, 1a tentativa de separación a
ponerla al pecho, luego volvieron a llevársela. A la mai'ia~~ los siete meses fue una dura prueba, más problemática
siguiente, Gaelle lloraba sola en la nursery, eso ~e parecw porque se unía a una fractura insoportable para la madre
terrible. La llevé conmigo, la higienicé, tenia miedo de ser tanto como para ella y de la que, a través de su rechazo,
ooco hábil, pero era muy lindo tener al bebé conmigo ... Gaelle intentaba proteger para siempre a las dos. Pero su
Después, exigí ser yo la que le hiciese la toilette y los aislamiento huraño era un precio muy alto a pagar, al punto
cuidados. Fue muy mal visto en el servicio, eso ,, perturbaba ... de generar, si no hubiese sido tratado, un agravamiento de
-1·
Pero a la noche, no había nada que l1acer, e11 a d.ormia J_e3os su fobia. Fue importante que la madre de Gaelle no se haya
de mí." desanimado, sosteniendo a su hija y buscando en ella mis-
.,......"Efectivamente, fue una separación muy brusca entre ma, con confianza, el origen de la dificultad.
ustedes . Ahora comprendo mejor por qué Gaelle es precisa-
mente rebelde a toda presencia maternal que la aleje de su
mamá y le recuerde ese tratamiento. Cómd hubiese podido
ella aceptar en la guardería una situación de separación Los lad.:os frágiles
análoga a la que sufrieron en la maternidad 'como una
cuchillada'. Vamos a contarle lo que vivieron ustedes dos,
¿quiere?" Y como el chamán de Lévi-Strauss relatando el Puede suceder también que el tejido de todo este primer ,azo
recorrido de su hijo a la parturienta que sufría, le ·conté a aparezca como altamente problemático para algunas ma-
Gaelle la historia de esas evidencias de lo ocurrido entre su dres que parecen desacreditar al recién nacido, desamps.rar-
madre y ella al mismo comienzo de su vida, en presencia de lo o rechazarlo directamente. Contentémonos con subrayar
una ed;cadora del equipo que exclamó: ''Y pensar que en el acá que esos rechazos y esas repulsas no desmienten tampo-
fondo, ¡era tan simple como eso!". co el movimiento de fondo que subrayamos, según el cual "}a
Y a partir de ese día, reconciliada con su dificultad pasada madre y el niflose protegen recíprocamente de algo". Po.i.y_ue
y su rechazo a aceptar una separación como la que una vez para ~sas madres, muy frecuentemente, se trata de proteger
había brutalizado a su madre, Gaelle aceptó que "esas al niño de una mala madre, la que ellas sienten serían para
señoras" se ie hicieran familiares, y la cuidaran durante la él, es decir, de la muy mala rn.adre que tuvieron para ellas
jornada, segura del acuerdo de su madre que la confiaba a la mismas. En esos casos, los bebés dan inclusive m{i.estras de
guardería para ir a trabajar. paciencia.
Poco tiempo después, ambas fueron a pasar un mes a una Pero en ausencia de un acontecimiento traumático deter-
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ELTEl'V!OR
DE NO SER tJI'1A BUENA MADRE
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minable, vamos a ver también cómo, par a una joven partu-
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LOS PRIMEROS PASOS
DE LAS MADRES
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llaba, las mamadas se hacían mal. Cuando el interno me cuando me hicierm, bajar de ta mesa de partos. Di algunos
preguntó: «¿Cómo está asted?» me lancé con toda la lista de pasos hacia el ascensor con ayuda de mi marido ... De pronto,
cosas que no logro hacer: la puesta al pecho, la higiene del ¡buuum!. No hay más nadie, ¡me desmayé! Rápidamente van
cordón, los llantos de mi hija, El interno me detuvo en seco: a buscar una silla de ruedas y así llego a mi lecho. ¡Y allí! Me
«Cómo está usted, usted». Yo estallé en lágrimas y mi hija entero de que la cena ya pasó, que el próximo servicio es
dejó instantáneamente de llorar. Pensé que él tampoco me mañana por la mañana. Yo no tenía verdaderamente ham-
ayudaba con esa pregunta idiota qUe no me aportaba solucio- bre, pero fue muy frustrante. Y justamente llegó mi madre
nes. Luego reflexioné: «Si tú no estás bien, esto no marcha- con queso y manzanas; me hizo mucho bien que ella hubiese
rá.» Me recuperé. El interno, en todo caso, parecía compren- tenido eso en cuenta. Pero he aquí que se agita, me inr;:;tala,
derme, lo que me hacía bien. Actualmente, me concentro comienza a arreglar mis cosas, me pregunta de qué costado
verdaderamente en mis gestos, en los buenos momentos, del lavabo tiene que colocar mi cepillo de dientes. Eso me
sobre todo después de la mamada, cuando mi hija mira a su irritó francamente, le pegué cuatro gritos, le dije que dejara
alrededor, estira sus brazos y parece calmada. Son momen- de moverse, que mañana sería otro día ... Y o solamente tenía
tos muy gratificantes." un deseo: dormir, desconectarme ... No importa ¡felizmente
Es innegable que en los primeros momentos, una escucha ella estaba acá! Es ambigua, ¿no es cierto? esta necesidad de
que se dirija realmente a la persona de la parturienta-y no hacerse mimar como una nena pequeña, y en cuanto lo hacen
a la madre supuesta sin dificultades ni problemas- produce no soportarlo ... " La continuación de esta entrevista pondrá
en primer lugar un efecto: el de contener las inquietudes en evidencia esta asociación entre las dos ideas mayores:
aunque no se haya dicho gran cosa. Esta escucha es como "Finalmente tuve la impresión de que mi madre quería
una mano tendida. Las madres jóvenes evocan a la partera, cebarme para que yo alimentara al bebé ... "
a la enfermera, al interno, a la nurse, su comprensión, stl. Buena parte de la entrevista se desarrolló en presencia de
solicitud. Su presencia pone un dique al miedo, y resuelve. la madre de Franci.ne, que puntuaba a veces las palabras de
Las madres jóvenes buscan esta escucha. Presente, respal- su hija con un gesto de la cabeza, una sonrisa o un pequeño
da. Ausente, falta cruelmente. En el transcurso de los cloqueo discreto. Aun estando presente, parecía retirada en
primeros días, se cuenta el parto a las amigas, a las herma- sus pensamientos, un poco reservada, como si ella escuchara
nas, a los parientes, una y otra vez, como para agotar un este cuestionamiento más allá de su misma persona, pero
secreto sin decirlo, como para recuperarse, suscitando como comprendiéndolo -¿o quizá vinculándolo con sus propios
devolución uno o varios relatos de partos. Momento singular recuerdos?
de participación, de sorpresa y de lágrimas . ¿Volveremos a Es posible que Francine no haya expresado todas las
un orden normal d e las cosas? causas de su incomodidad con respecto a su madre, cuyo
Pero demasiada solicitud o demasiada intimidad también origen radicaría posiblemente en la naturaleza de sus rela-
pueden ser molestos. La ambivalencia de "querer y no ciones o en su historia. anterior. Sin embargo, retomemos las
querer" al mismo tiempo es intensa en el relato de Francine, diversás declinaciones de su expectativa: Francine expresa -¡
treinta y cinco años, una mujer serena y llena de humor. al mismo tiempo un deseo de ser mimada como una niña \
Distendida, cuatro días después del nacimiento de su bebé,
Francine evoca sus primeras peripecias después del parto:
pequeña y un rechazo. La solicitud maternal que le haría
bien está prohibida a la hija, porque ahora esta hija también
es madre. El placer de ser tratada como una niña pequeña
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ma, ~e n.o soy yo, pue~to que yo pienso que aquella que no se
tome el relevo con el bebé. Pienso acá en el rostro desolado despierta es u,na mala madre .. ." La vacilación surge en el
de esa mujer joven que había terminado su parto unas horas momento del nespe:rtar: "Aquella a la que vo juzµaha m~l
antes: "No puedo darme cuenta ... no lo tengo más (el bebé en soy yo (que s~efia para poder seguir durrnie~do y de;ca~~~;
el vientre), ahora tengo eso (el bebé en la cuna)". Por falta de a pesar del llamado de mi bebé)."
. es de e~tupefacc-io'n . .· t...·"poana
lugar, la cun a estaba alej ada de la cama de la madre, detrás ' , ser
de u na mesa, pero hubiese sido posible intercambiar la mesa . El primer
. movimiento
, d ~ ..
que en mi no w o consiituya una buena madre?"
y la cuna. "¿Podrían cuidarme al bebé esta noche, para que
yo pueda dormir? pero tengo miedo que se asfixie. Si me
1
1 14
115
1·!
que se supone una madre), es necesario, para no perjudicar
ª.ese ~ebé de la realidad, ofrecerle todo lo que se piensa que
tiene derecho a esperar de una madre. (Lo que en el fondo es
,i Pero más allá de esos ajustes variables de u:i:-a ma~re ªotra una manera como cualquier otra de reconocer a este niño
~entre el bebé imaginario y el bebé real, surg_:rnm~d:_.:ti::rie~1. como siendo de otra nat~raleza aue una linda muñeca con
·1 .t.. '
te otra fractura, inherente a los tr;ayectos d~ m~dfü aci?n 0 le i_a qye una no hacía jamás ot ra cosa que escenificar los gestos
la nifla pequeña a mujer: "En el fondo de ,s1 m1s:::1~' ~ga de fa madre, y la beatitud que se le su ponía-y envidiaba- por
ue diga, toda mujer espera lo que podna restan:a~ia, es haber recibido un hijo del padre.)
decir, un varón", dice una de n_?estras"colegas ps1~o~o~as,; '~ Pero la beatitud o la infalibilidad que se le atribuía hasta
Bernadette Mathieu. Porque sonar con tener un vmonc1t~ entonces a 1a propia madre se revelan ahoxa muy frágiles,
es también ¡soñar con tener_lo que una no p~do ser p~ra s ll puesto que ella pasó por las mismas pruebas de incertidum-
( propia madre! La psicoanalista Joyce Mac Dougall p~so en bre: "En el parto, comprendí por lo que había pasado mi
,evidencia que el mito de la Super ~uena ~ladre hundi~ sus. mad~e. Me di cuenta de que ella también era una mujer." Su
raíces en la ilusión inversa de haoer sonado, de bebe, ser propia madre no es entonces LA madre, sino una madre . Al
1 mismo tiempo que se niega a volver a ser "su hija pequeña"
para su madre el hijo perfecto. 1:W, , .
Porque esta es la primera ilusión de todo ?ebe, su prnr_i~r ?ay una pérdida de la imagen ideal de madre, que operab~
"baño de identidad": en espejo de la sonns~ que el. m~~ hasta aquí como soporte para las identificaciones de la
suscita y contempla en el rostro de su mac.re.' se_ P ~nsa
1 maternidad. A partir de allí, la forma de conservar la
"Bebé-Rey" objeto único del deseo de su mad~e,)' su 1mp _1lso referencia mater nal es hacer exactamente como la madre o
es tender a' ser conforme con lo que va a sati~rncerla. d todo lo contrario.'t
Pero mujer o varón, ¡ningún bebé pudo satisfacer en ~ J? · De esta manera, al mismo tiempo que comienza a fractu-
a su ~adret y es ex~ctamente a partir "de esta ra ica ra:se la ilusión de que existiría una madre per fecta, se hace
imposibilidad que comienzan ~-c01~strui,rse l~s_fundam~nt~s evidente en todos sus aspectos cómo se ubican las defensas
· de nuestra identidad sexual. ¿Hacia que se d1nge el_deseo 3 · ~ contra la m adre imperfecta que siempre se supone ser . A la
la madre? Las pequeñas niñas saben que no nacieron Ctfa exigencia total del lactante debe responder el don total de
lado de aquello que puede completar a su ma~r,~ (el va~~r:i ·uno mismo. ·
cito, por su parte, piensa que es ~~Tque e., ~~~afüc..,do En el mismo movimiento se asiste muy a menudo en las
"'queño"). Esta es la parte que consthuye a las nmc.s en su madres, durante las primeras épocas, a un dejar de lado y a
P ~ . · d - 0 Po qi-e p 11 ede una incomodidad en lo que respecta a su sexualidad de mujer
feminidad: como sus madres, carecen e aqu..,' . u. _- ~
s ·y no es precisamente eso, que no bene11, qu_e y a su vida social y profesional. Todo se subordina actual-
co1mar1a ¿ , mama mente al bebé . El resto es desconcertante, inclusive moiesto
llaman con todo su ser: seducir a papa Y1·ogr ar, como '
y, para el caso, por lo menos tan difícil de imaginar como
un b e.b'?
e. · d ·- · t"rseasu imposible de realizar. Sobre e sta sensación de alejamiento ,
Entonces. una vez adulta y en cammo e conv~r
1
._
10
vez en madre en contrapartida por habers~ m~ag;nac de separación, Amélie, ya madre de dos niüos de seis y de
dura~te el embarazo dotada de un hijo imagmar;o ,como cinco años, al nacer su tercero se expresa así: "Cuando miro
anteriormente, cuando pequeña, jt~gaba a la ffi:ª~na co~ ~~s a la gente por la ventana, los coches en la calle, tengo la
muñecas, mimando la plenitud sonada de muJer cumphc.a impresión de no estar en el mundo. Quisiera quedarme acá
121
12.0
118 119
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humor y la estupefacción de las madres con respecto a sí tonces al pediatra de la guarderL. . en la que trabaj a y ie
mismas qu e pueden manifestarse una o dos veces en algu- solicita que venga con toda urgencia. Este otro pediatra
' . . . 'l
nas y de una manera tan leve que m s1qmera. eh,as. se prescribe al bebé otro tratamiento (diferente, por las dosis,
inquietarán al enfrentarlas. En estos casos, se deJara caer del primero) que, a pesar de todo será seguido; nunca se
inmediatamente la lectura de esta obra cambiándola por un había visto en esta maternidad de reputación médica indis-
relato de viajes o una novela policial. . ,. , cutible que intervenga un pediat ra externo. Las nurses
' Pero para poner mejor en evidencia la profund1d.a~ de están sublevadas, porque se intercambiaron "palabras" con
' estas representaciones y lo que ellas generan como conflictos Dominique sobre la competencia médica del servicio. Parece
internos y dificultades, compartidos por lo menos por las que hubiera una ruptura total del diálogo con esta madre,
madres que los experimentan aquí, describo el trayecto que se afirma sobre sus posiciones, con su bebé a su lado en
peligr?so de una mujer, experimenta~a si:r_i emb,~rgo .~n su habitación. Para el caso, las actitudes son entonces
matena de lactantes y cuyo parto fue formidable , segun conflictivas y fijadas de ambas partes. "Es necesario que
sus propios términos. vayas a verla para tratar de hacernos comprender" expresan
las enfermeras y las nurses.
Dominique me acoge al principio como "una mediadora".
Yo no puedo menos que precisarle desde el comienzo, como
"¡Siempre se hace demasiado!9' al comienzo de cada entrevista, que mi estatus en el servicio
de seguimiento de partos es el de una invitada para redactar
una memoria sobre el bebé blues. Generalmente, en la vida
Dominique es una muchacha de treinta y ocho a:rios , au~iliar corriente, el término "psicólego" produce en el interlocutor
de puericultura en guarderías. Acaba de panr su pnmer un movimiento de prudente retirada, cuando no de franco
hijo, una pequeña niña, después de un largo y penoso cierre. En la maternidad, por el contrario, produce a menudo
tratamiento médico ("¡Fue terrible, había que hacer el amor un efecto de alivio y de apertura, como en este caso.
por receta, en días fijo~!. . ") para combatir una "esterilidad de Dominique, voluble, me expone con un tono apasionado lo
cuatro años". Desde su nacimiento, antes de ayer a la que la preocupa, es decir, el alivio que experimenta ante el
mañana el bebé hace frecuentes episodios de cianosis: se hecho que el pediatra "competente" de ''su" guardería haya
pone az~l, busca el aire, se ahoga. Se realizan los ~nálisis de podido intervenir para arrancar a su hija de las garras del
sangre prescriptos por el pediatra. de la ma~ermd~d, se le pediatra "incompetente" de la maternidad. Agrega que los
administra un tratamiento. La noche de la pnmeraJornada, análisis de sangre no ofrecen resultados satisfactorios y que
el bebé sufre nuevamente una espectacular crisis de ahogos . el estado de su hija sigue siendo preocupante, pero sin poder
El pediatra está ausente del servicio. Los médicos de guardia precisar nada más acerca de la naturaleza del tratamiento
le telefonean y actúan según sus instrucciones. P~sada la o de "la enfermedad". "Sin embargo el parto, ¡formidable!. .. "
crisis, el bebé duerme esa noche cerca de su madre. A la Yo escucho sin decir nada, no queriendo ser ubicada ni con
mañana siguiente Dom.inique encuentra al })ediatra de la "el clan malo" ni aprobar o comentar ya que era "considerada
maternidad a primera hora, y averigua a través de él los un testigo". Sobre todo estaba atenta al contenido de su
resultados de los análisis de laborat orio y estima que "el
tratamien to está mal encarado". Dominique telefonea en-
l requisitoria y a su manera de "quejarse".
Luego Dorninique comenzó a evocar su soledad de madre
1
l 125
124
1
(
-~-
1
Contra fa ambivalencia 9 1 acusac1on, ¿no üay acaso una oposición latente en sí que se
el propósito de coherencia 1 fºrn;ula: "La rnc:la m~dre no puedo ser yo, entonces es la otra,
1
"ª q.te no m.e dice qz:e es lo que hay que hacer, o que. por su
e"·
¡
parte, ¡no lo hace bien!"? -
¡ Como un eco de esta exigencia "maternal" total con respecto
;~;a sí misma, ligada a esa sensación de extrañamiento de las
) referencias, hasta ahora certeras, de su propia identidad, se
l espera de las otras mujeres que cuiden, que reparen, que .Algunas objeciones
actúen maternalmente, que contengan, pero sobre todo que
guíen, que sean coherentes; ¡cuántas veces escuché esta
palabra! El lugar clínico y el personal de la maternidad son Un 1~ctor escéptico podría objetar aquí que, en el fondo en
investidos y heredan esta transferencia, esta expectativa: las ~1versas tonalidades de inquietud de las m adres jóve~es
"Acá, durante el parto, se recibe toda Ja ayuda, pero después, :1º hay. na~a que no sea muy normal. Ella afronta su
no se existe más"; "No me dicen jamás qué es lo que hay que mex~erH:iri:cia respecto al :recién nacido después de una
hacer, cuando solicito un consejo a las nurses, sus respues- prueoa ~1s11::~ e::i la que ha explorado hasta el agotamiento
tas son diferentes, me siento perdida ... " sus prop10s llmltes. Este es por otra parte el mayor ar<:rumen-
t d 1 t, . - - b
De una manera u otr a, las madres evocan así una sensa- o _e l'.3- veona americana a la moda, según la cual el
ción de expectativa decepcionada. No saben bien en este motne:·mg (el matern~je) agotaría a la madre y el baby blues
momento "sobre qué pie bailar" ni sobre qué h ombro apoyar - ~o sen3:. más que un desánimo pasajero, una marca cuanti-
se, un poco a la manera del "pequeño Gibus" el benjamín de - n cable ?~su f8:tiga. Evocando por otra parte las tradiciones
la película de Yves Robert, desbordado por la amplitud de la ~e los vie3_os ~hmos? qu~ datan la edad del hombre no a partir
guerra, aunque no sea más que la de los botones: "¡Ufl Si yo ue d...
su nac1m1ento
1
smo de su concención
-\. '
este lector rat;cente
.......
J. l
hubiese sabido, no hubiera venido". Con la vaga impresión po n a suorayar que cualquier mad:re no hace sino afrontar ·K;/
rl . . , fi . 1 ~"
de "haberse dejado engañar" (con respecto a la ilusión s1:1. co:iu~c1on emenma, a de haber deseado y esperado un
perdida de totalidad), mientras el bebé está allí y bien ailí y hl],~~ ?e c.. o~de se dedu~e que es bieú comprensible la estupe-
cuenta con su madre, se endosa eI reproche en un tercero fac-.,10n an~e un ser bien real que termina, en efecto nor
exterior, ya que "todo podría haber sido mejor". "Y si todo no 1leg~r. ¿Es necesario analizar con lupa el hecho de qu~ ~lla
marcha como sobre ruedas es porque no me ayudan", afirma "'e ~-"'
""
>nnnta"
ei' esor~
•
"nt~ct-a''! ¿~
Lt::1. º·
·N- o sena
' rr1as
, convemente
· · esne:rar
inclusive perentoriamente Brigitte, una madre de tres h ijos, que "las cosas se arreglen" por sí mismas, como se hac~, sea
poco decidida a reprocharse a sí misma el sacudir un poco como fuere, desde la noche de los tiempos? Convengo que
demasiado rudamente a su criatura que, mientras tanto, realmente yo enfoco los proyectores sobre los cambios -de
122 123
--- --~--------~-----
'
este caso, para DoL:.inique, s11 cuerpo es s . .;ópechoso, estéril, habitación para h acer una curación y me enct1.entro con una
incapaz, y por encima de esto sobrevienen los problemas de madre llorando, con su bebé en brazos. Le pregunto qué le
la cianosis de su b ebé, que parecen desbordar al marido, cuyo pasa y me contesta que ya no sabe qué hacer. La víspera; la
movimiento es ponerse enteramente en manos de su mujer. prim era n urse le había aconsejado a limentar a su bebé
Entonces, n o es para ella t anto más legítimo est ar aterrori- durante cuarenta y ocho horas de los dos pechos en cada
zada ... ¡por la vida de este hijo! , · mamada, y luego de uno solo por mamada. Pero la nurse que
Dominique ¿no expresa también, en su temor de ser acababa de salir de la habitación le difo que no era así como
a plastante este temor latente: "Quién sabe si mi cuerpo debía hacerse , sino un solo pecho a~ ca-da mamada. Esta
volverá a dar vida?" De donde el llaxnado al pediatra de "su" mujer estaba completamente aterrorizada, se preguntaba si
g uardería, investido como t estigo de la "separación" entre había comprendido bien, se culpabilizaba por no saber ... Le
madre e hija (al protegerla de su madre aplastante que formulé la pregunta:
"tíene miedo d e h acer demasiado"). Dominique espera evi··
dentemente de este "buen" pediatra que pueda ayudarla a - ¿Cuánto hace que ust ed actúa de la primera manera?
relativizar los pánicos imaginarios de los peligros reales . - Desde hace dos días -me respondió.
Pero h e aquí que el "buen" pediatra prescribe un ." buen" - Y bien, usted ve señora, dos días son exactamente
tratamiento, lo qu e da lugar en la realidad al melodrama. El cuaren ta y ocho horas. Las dos dijeron lo mism o.
malo es entonces forzosamente el ótro: para el caso, el
pediatra de la maternidad con sus nurses, mujeres del Y esta es la experien cia de F rancine, una partera: "Nada
espejo. es perfecto jamás. Si el parto fue idílico, lo que puede hacerse
Una vez que fueron interpretadas est as representaciones problemático es la puesta al pecho. Yo trato de no asustarme
y su puesta en escena, el conflicto se distiende, cada u n o nunca. Permanecer en caima, eso es lo que más tranquiliza
vuelve a encon trar un a cierta lógica en las cosas: ¡la suya! a las mujeres ... " P ero si la calma proveniente del exterior
pu ede tran quilizar en una dificultad y a yudar a sobrepasar-
la, es bien sabido que, en el fondo, la condición satisfactor ia
de una.relación con los otros, aunque s ea con su bebé, es en
"Lo que :rnás trarnquiliza a las m.ujeres" primer lugar vivir una situación satisfactoria consigo mis-
ma .. . pero lo que no es siempre fácil e n é pocas corrientes, :o.o
puede elaborarse serenamente, de golpe, en el corazón de
Los equipos de las maternidades y de las guardias se ven tales cambios ... De donde deriva esta expectativa caótica y
confrontados con frecuencia a este tipo de proyecciones y de confusa con respecto al exterior, que reflej a parcialmente al
expectativas por parte de los padres . Cuando pueden tomar debate interior:
las distancias necesarias para escuchar sin juzgar ni sentir-
se juzgados por ellos, y cuando se dedican a discernir qué es "¿Quién m e va a decir cómo ser una buena madre?"
lo que se juega bajo un reproche o un con flicto, se desdrama :
tiza y permite comprender concretamente cuál es la dificul-
t ad que una madre oculta bajo su miedo .
Esto es lo que testimonia una enfermera: " Entré a una
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128 129
respecto a la :responsabilidad del bebé. "Mi marido quiere
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que yo quiero. Respecto al bebé, por mi oficio, rñe tiene nuenamen te le testimonié lo nue '-j_
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confianza, me dice: «Haz las cosas como las sientas, tú eres parte,
'..,,. muchas
. veces: " HaceT demasiado ' hacer dem a siad'o
.... - ..
0
la que sabe». El no 1a toca jamás, no la toma en sus brazos, 1 iU ~omienzo, una siempre hace demasiado. Luego comienza
creo que tiene miedo ..." El bebé en cuestión comenzó a a darse c~enta de que es demasiado y comienza a hacer
u . . . lu i~g~ · mon1~n.. e ..,o en e1 que una l·1ace 1
1
agitarse y a llorar en su cuna. Dominíque engrana: "Cuando rno11ns
ÁÜ~ e a 11 ~ 1·1 11 l 10 necesar10, •
ponga a mi hija en la guardería, ho será en la sección donde en.cuent~a por sí misma la solución que en mi opinión, por
yo trabajo porque tengo miedo de intervenir demasiado. Fue .,,._,,.a,·a~·on
~u~ l. ·t.. i, es·.~ bu
la ,_lena. 'l' ouaspasanporesto.
;i • Y pos1"b'lem.en-
tan difícil tenerla, que ahora no confío en mí. Tengo miedo de i:;e es necesano pasar por esto para no temer más ser esa
ahogarla .. ." mala madre inadecuada que uno supone ser. Es normal no
Yo hice entonces lo que se llama "una parada sobre la ~er:e:rse, desde el comienzo, una confianza irracional, pero de
imagen". Cortando el te;to y amplificando ~l eco de duda y wdas maneras, hav ..., aue
.... .... 0"l. bcru~.1.. e'"'
tenerse con:fi.._ anza " ....,!J..a.1... u,,:ifo
~ ~. tJ.. - i:....
de temor que acababa de expresar Dominique, me dirigí te los análisis de sangre fueron normales. el bebé no se
hacia el bebé y escenifiqué esa duda y ese temor entre la ahogaba más y todo entró en o:rden. ·
niadre y la niña. Dominique, atenta, escucha: "¡Y bien, acá Cuando volví a hablar con el equipo del sentido de esta
estamos! Se diría que tú comprendes muy bien lo que tu oposición entre el buen y el mal pediatra, una dé las nurses
mamá acaba de decir, que tiene miedo de ahogarte. Parece "X
me ~onfió: o también viví eso, el miedo de hacer demasiado
inquieta porque tu papá pone enteramente en sus manos Y .•la•TI'ln~e,~·1o·n~n"'sa~,.:i
-'•Ü, L ""~ L, .ar~
0 • d~ b
L u"' m1 Oüc10, ,e no sa er naaa nara un
F; • ' ·
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r d .
oeoe . ·vompren o meJor que ommique esperaba de1 'buen'
' , D · "
todo lo que te concierne. Y yo diría que tú la has escuchado
muy bien. Entonces es muy posible que, para no dejar a tu pediatra de la guardería que la garantice, finalmente, contra
mamá sola con todo eso, le propones razones bien concretas' sus prqpios excesos." ·
para inquietarse. Y luego, como tu mamá remueve cielo y
tierra para que vengan a cuídatte cuando te ahogas, y bueno,
eso también le da la razón a tu papá al tenerle tanta
confianza! .. ." Dominique exclama, sorprendida y aliviada: a mi hijo de mis mrnesos!
"El miedo de ahogarla ... ¡Claro! Nunca establecí la ligazón."
¿Fueron la estupefacción y el alivio de su madre los eme
en- ,_,h_,cL•,
operaron en él? El hecho es que el bebé dejó instantáneam~n
V ,;¡ •
..e
a-"an-'-o . l
muc11as maures que ejercen una orofesión
,;~ 0 o/>n.•; .. 1
---1~ 1-r; ~--:;:
te de llorar. Ylu.,,u1aua a lU"' Ilü1.os expresan, como Dom1n1que y esa
'1 • <· J;
Luego hemos profundizado tranquilamente el "S.0.S." de nurse, que no es fácil, a causa de su oficio ser sun¿estamen-
¡ 1 • ' • • . ' A.
Dominique ante el hecho de 1larnar a un "buen" nediatra te aesae el comienzo, a los OJOS de su marido v de su entorno,
contra uno "malo". Este juego de oposición entre 1~n "mal"
"una madre que sabe". Los ' errores y las dudas
- no pueden
pediatra que hay que alejar de la cuna, y uno "bueno" al que entonces tener estatus; "no se tienen excusas" si no ~e hace
hay que llamar en su rescate, ¿acaso no era· la expresión todo Exigencia terrorífica de sí misma con :respecto a sí
misma del debate interno de Dominique que su bebé ponía misma, que protege la imagen de la perfección o s~ falta.
en escena? "¿Quién va a t:riunfar en mí, que a fuerza de Si, además, algo viene en la realidad a dar asidero a este
querer ser una buena madre, temo convertirme en xnalaT' fantasma de todo o nada, se hace tanto más difícil salir. En
126 127
. . -· . . , t ra aunqu;::; n ecesaria, LJ Son con frecuen cia las madres que ge ;:;¡gotan "por el bien
1 en t anto que r:m1J8r. _Pe . ._o ~SL~r~h -~- ;iesto que la, realiza al de los pequeños", que hacen demasiado o d emasiado poco
l
cleia de ser una henda para or:_ 1, ~p- lla for zosamente solamente por exhibicionismo. ,Dicen que "se olvidan de sí
., • ,:J 1
prec10 ·+:¡--~orle1anequenah1Jaene
U.81 sacfl.i_-.;.l.v ~ • .., : ,. DT>
,n ue ~ se haya mismas" inconscientes que de esta manera alienan grave-
(
"i·ng"at· ,,.,, v siem:pre c1ecepc10nante \ a mcoho., q d , . "M1· m ente sus hijos a su persona. En efecto, ¿cómo podrían ellos
l ~ D lto que ecia
s~1:enid~d ·-ª~ ~:,ai~goqi~: yoº quería, a f~er~a de
L L ·' - - • •
y·a
u vu •
plo p~r el cha11LaJe ar~c: ro "'--..,,la a su hija sea que es una "madre abandonada" que representará de acá en adelante?
abandonarsusupremac1a, se.na ,- ~- d·re Puede ¿La existencia de los hijos no pertenece para siempre a esta
UP"""' n1as a oU ma~ ·
-- \incapaz, ya sea que no q , d o puede uJ.C •' madre?
,, ...
pro d-ucirse
. --Ltn a "sor-ocar·ión" ae la3oven ma re, que n
1 u , Las hijas de este tipo de madres, una vez madres a su
hacer otra cosa que borrarse como ta1. turno, experimentan el sentimiento de haber "abandonado"
a la madre al privarla de s u hija-muñ~ca o bien al quitarle
su rol de muj er. No hay otra excusa a este respecto que
reproducir entonces la misma solicitud aplastante con res-
La Reina Madre pecto al recién nacido o la misma escena pasional del
sacrificio eterno de la mujer en la madre, como parajust:ifi-
"Y " la única mujer que puede ser
• .i.· -
carlas. Otras, para evitar esta culpabilidad, se retiran del
Esta s caractens~1...:as - o ..,oy , d. ~ blime"- se impo- proscenio y "ent regan" su primer hij"o a su madre. El bebé es
" '"-. l" nte yo sov una ma re ;:,U la moneda de cambio de su libertad. Entonces, puesto que Ia
ma dre o >::io, ':me_.. . ue consideran que unV •
nenenelesp1ntudealgJ.nasm~~~res~·c p ·í mismo. Unas n madre por fin está ocupada en otra cosa, se autorizan una
·¡ .: "n "c."' de ª'1.h "" antes que DB H""necei" ~ as .
:11Jv '"'"' - .._. • a w -
R ;11 1\iladre autontana que 0
~ . . t do lo •sab e -meJOf
. vida de mujer, pero eligiendo con frecuencia como compañe-·
- _,
• d· t. d ~1 mundo· otras como una ros a hombres "débiles" para evitar que s'll madre se niegue
· i qu1o·.-a V ºD luo-aI · 8 O O e ' · a cuidar al bebé, o bien que se ponga celosa de la vida de su
quecua
- , 1' •
.....c v '"' o (' d
~ --e~o-,.n a IUe-r·za e SO 1~1
·1 ·n"tud·bai
, . oforrnas
mama-ga,nna Op.c u , o. .... tn· - ol fondo el mismo rol: tener hija como mujer.
diferentes ambas represen a.nen..., , .,. do caso ·no una En el transcurso de una psicoterapia o de un psicoanálisis,
un hijo es ser totalinente madre. Pero e.1 to l con fre cuencia se llega a reconstituir el hilo del nudo neuró-
• - 1 . ,
abuela. , locadas en el lugar de tico de los padres y de la pareja parental sobre tres gene:ra-
Los hijos de t_ales madres ~~ndco1os ~uales ella s repiten ciones, tal como se transmite, se manifiesta y se despliega a
espejos o de munecas por memo e. ~ " hen" a sus través de 1a vida del paciente.
. b1 1 mÍ"'IDª escena,. Sea que ce ~
1ncansa _emenLe a ~ ~ ." , . , . ,.
L
iesto lle es un am.or Sobre este punto muchos autores, aunque de sensibilida-
hijos con un amor que las gratmcah, p~ . ;odqo.1.m discurso a des y de Teferencias difere ntes , como el teórico Serge Lebo-
· ' azada o que agan ~ ·
que no puede ser r ~cn ~. ~ ·.' ,, d · ' de muJ·er para ser vici o la clínica Fran9oise Do1to por ejemplo, se ponen de
, .. d l "sacnnno e su v1aa • acuerdo sobre esta constatación clínica según la cual las
su h~JbO acea~~mª adere ilo qu~ P-eneralmente no son, puesto que
1ina uen .l-1. , _º-: 1 • neurosis y las psicosis sefabTican sobre varias generaciones .
io que dan los disminuyen!
133
1 32
3
1
LA.1\-!ADRE 1-\NTE RIOR
1 '
131
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f U n grupo ele investigadores lacanianos puso en evidencia los
1
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como una peqn13fi.a princesa en un n1edio en ei oue las
1,
1.· 1·.
1·
mitos de la "Admirable familia Schreber". sus deforrnacio- ! n:uje_res no _tení_an existencia s in marido y no trab~jaban.
Muy Joven, Amélie se enamoró del novio de su hermana. pero
nes y su transmisión a lo la~go de tres siglo~, hasta la psicosis
1
!
paranoica de uno de sus descendientes, Daniel-Pau1, que su seducción fracasó . El novio i·enunci ó a las dos hen~anas
1
publicó sus Memorias. El delirio del '~uez loco" analizado por y des~p~reci~1. Un t~~mpo después, conducida por el tiempo
1
Freud, se convirtió en uno de _esos "casos célebres" que al matnmorno, Amena se caso con un hombre mucho mayor
a1 ue· ella ,_, -L
fln -cti~a -
.._ a he··m~-·~
-'- no se caso,, ''\ m1ntar
.,.. .. d o, mas
reti:ra · 'men
·
generaciones de psi reinterrogan sucesivamente de múlti-
ples formas, acá bajo el ángulo de un proceso de "forclusión". viol~;üo. D_e esta unión, l:tevada a cabo sin ninguna alegría,
En el seno de tal determinismo, 3 eanne van den Brouck ::_acw exactamente nueve meses más tarde la hija mayor,
estudia, por el contrar;:ip, "el filtro de las neurosis" que .!:''lora. Durante toda la infancia de Flora, la duda sobre su
realizan sus paciente_;;;;! Ella determina en sus vidas esas paternidad no cesaba de planear en el espíritu de su padre:
repeticiones inconsde11tes, a las que nadie escana, y cómo ¿concebida "la primera vez" o bien "antes" (aunque 'fi_unca
éstas pueden no obstante modularse, una ve~ ubicadas hubo nada de un "antes" entre .Amélie y el "novio fantas -
"fuera del sufrimiento" por el análisis. 2 La actitud, corriente ma")?
¡:;n los años '70 de hacer recaer solamente sobre los padres, . Niña pequeña desacreditada por _,su padre, Flora tiene
y especialmente 1a madre, la total responsabilidad (y culpa) cmco años cuando nace su hern-iano. ~1 varón pa:rece ignora-
d~ ~or el padre y m1mado por su madre (a tal punto que
de un "problema" del hijo, actualmente se estima como
cl:ínicamente estéril, e inclusive éticamente discutible. En aciulto, nunca abandonó la casa familiar, ni siquiera una vez
efecto, un terminante "¡La culpa es de la madrel", aunque casado). Durante toda la primera infancia de -Flore, Amélie
sea sabiamente enunciado en un lenguaje "psi", hace apre- tiene a su esposo sin a1ientoyjaqueado por ia idea de que ella
suradamente caso omiso del hecho de que la madre es una hubiese podido vivir un gran amor. Coqueta V aclul~da por
mujer, que tiene un marido, es decir un-a historia . de donde s us t íos, herm anos y hermanas , Amélie sale ni'ramente de la
derivan conjugaciones de historias a la rnane~a de las :residencia familiar, y de esta manera confinada en su reino,
mu:t\ecas rusas: una incluida en la otra, parecidas y diferen- hace sentir rudamente a su marido que "no está a su altura".
j ''"...' me"1º1e suena - ,lOCi.O
_ .J e11 d'ia JTI!EO . ) a 'la ventana, fantasmando
~-ps . )i
~~ V~amos, desde esta óptica los retratos de tres madres. historias de amor a propósito de los paseantes, y por la noche
Amélie, Simone y Belle, cuyo debate inconsciente se trans~ acuesta a sus hjjos en su lecho como un escudo. El padre está
mitió y cristalizó luego en el trayecto de rm1jeres y de :madres permanentemente enoj ado con Flora "este aborto perpetua~
de sus hijas respectivas, Flora, Claudi:ne y Madelaine. ·rna·~'-
., "'üi,~- co ..1neti,.:¡o
,_, _u en
·" l,L.,
:¡"' rn.i'l ct" as ,_.e
,f' ,,:¡ su rnaw.:re
,:¡ n· '
" . .u1nge,1
a io l atgo
de la !º!na~a, c~mentarios despectivos respecto de su hija a
propos1to de tocto.
El padre de Flora muere cuando ella tiene dieciséis años,
y se aleja de la mansión familiar gracias a sus estudios,
a1rresurándose ;1 por1er :rniles de kilór.netros entre su madre
y ella, vive una vida política comprometida que le significa
La madre de Flore, Amélie, füe una joven mediterránea un corto período en prisión, "un tiern.po en blanco y un
latina, proveniente de una familia acomodada vv educada espacio vacío donde por :fin puede r,;::spirar"; luego elige un
134 135
---------'-------~--~~------------'¡ (
-,.--
\.
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o~c.io qi..:e 13: apasiona. Sin embargo, a pesar de todas las
~iferencia~ de personalidad y de vida entre Flora y Amélie,
J1 lora se siente aterrada al reconocer en ella un dilema
análogo al de su madre: alterna constantemente entre su La segunda figura maternal, Simone; es siempre calificada
i~pos !?ilidad de ace~carse y de seductr a hombres "que ni la
unánimemente por la familia como "mujer y madre admira-
miran , pero acerca ae los que tiene la sensación de que le ble", "que cuidó a su madre enferma con una dedicación
gu~tarian, y el p~oblema de sáber si su compañero, que la
ejemplar, sola y hasta el final" .
quiere y con qmen comparte un pasado doloroso v un Dedicación de adulta tanto más ejemplar en efecto, por-
i. presente ~p~cible, es "un hombre a su altura yun buen padre que de niña, cuando Simone estuvo enferma a la edad de
para su_ h1JO . En t anto que madre, Flora vive con el perpetuo doce años, su propia madre la encerró sola en u na habita-
t~m?r de ser posesiva y nefasta para su hijo, rastreando en
ción. El único contacto con el exterior lo recibía Simone de su
s1 misma, con temor, las semejanzas con las actitudes de su padre, que le deslizaba bajo la puerta las historias que
propia madre. dibujaba para ella, relatando las aventuras de su oso Garca-
,, Hasta el m?me?to en que F lora descubre en terapia el toi (cuyo nombre era la condensación de la exoresión "Gar~e
iantasma de nvahdad edípica de su madre, que se volvió a vo.ila pour toi [ramera, tc:má para vos]" que '1a niña r~peti~
representar entre las dos hermanas alrededor de un novio mientras le daba una pahza). Una vez curada Simone, con el
fantasmal y eterno: A..mélie h ubiese podido seducir al mismo pretexto del contagio, su madre arrojó al fuego las historias
hombre que su hermana, pero su hermana no lo logró más de su padre y quiso también quemar al oso, escamoteado por
que ella. la niña y escondido. Simone era la última nacida de su grupo
Florase pregunta entonces s i a los ojos de su madre, el hijo de hermanos "la hija preferida del padre" entre s us cinco
q~e ella fue, toncebido inmediatamente después del casa-
hijos, llamada por él corno el personaje de una' novela
. .
" sirvienta
. .
msolente de un gentilhombre". La madre de'
miento , n? ~~p!es ent~ :1.n peón negro en el table:o de ju~go
de la p~reJa. N o es el illJO del hombre que yo hubiese debido Simone, que había deseado en este último nacimiento tener
amar ... '' un segundo hijo, se la "dejó" al padre.
Cristalizada y v.u elta a representar alrededor del novio Una vez adulta, Simone , tras haber entonces cuidadó a su
fantasma, esta rivalidad entre las dos hermanas se jugaba madre de un cáncer, se casa después de su muerte, con un ·
desde su infancia sobre el fondo de un amor casi incestuoso h ombre "enfermo" y alberga a su padre con ella. Un primer
Y de una posesión celosa y maternal del menor de los embarazo no se concreta ("Era un varón y se llamaba
~er~1anos, h ijo adorado del único hombre que ambas hayan
Gabriel" sueña Simone en una especie de depresión cr ónica).
~amas amado: su padre. ¿Acaso toda la vida de An1élie no fue
Después de la desaparición de este hijo soñado, nace la hija
la confesión muda y repetida de un amor eternamente m ayor, Claudine, seguida dos años más tarde por un varón,
dedicado al padre, precisamente ése que no la miraba, a m amantado al pecho hasta los tres o cuatro años. El abuelo
condenando por despecho infantil en medio de una rivalidad toma a su cuidado a su nieta Claudine-con la que r e produce
en negativo, a su h ermana y a su hija a no lograr nada mejor la misma s olicitud que con su hija prefe.rida Simone_:_ lleván-
que ella? dola a pasear y contándole historias. Claudine se sien te más
próxima a su abuelo que a su propio padre, enceTrado en el
silencio al regreso deltrabaio .
136 137
. á!idí§WWWW&Ui&&CS&wa R W 1. ¡¡mr;mc::z::
-u·n m]/'a que
. . . .,. ., . . cont rapartida s l'.yo, l?grará neutrnJi'. 'UT la fu; :e.
su kllJFl '-.:1audme cae enferma a la de
- e:; · ' maternal que, cuan do una misma cae enfon:na arroia a l
c:wt ro anos, uimone reprocna a su padre ser la causa, en una
f1:1ego las aventuras con el padre, o bien escamotea ~pa 1:a
v10lenta escena. Acusa a su padre de "haber dado a la niña
siem pre al padreíabuelo que desaparece en el hospital?
bombone s en rnalas condiciones".
Después de su operación de cánce1', al despeTtar Claud.ine
A la edad de seis años, Claudine está en una Casa de Salud
se le ocurre un pensamiento: "Le hicieron esto a un niño y se
en la montafi.a, cuando su abuelo múere brutalmente a
murió." A esta idea sucede un vértigo terrorífico al evocar las
ochocientos kilómetros de allí en fa residencia familiar. Sola
circunstancias de su nacimiento ~n el que, expulsada tan
en un dormitorio una tar de, afiebrada, la niña t iene la
brutalmente que era necesario caer y morir, Claudine toma
iL'.tuición de pesadilla de una desgracia y grita. El mismo día
conciencia de una colusión entre las escenas de 1a vida de ""U
Slmone, por su parte, regresa a su casa de su trabajo y al ~
1pa~re ~ l a s escenas d e su prop ia infancia, y se da cuenta que,
1
13 9
1:38
\ '
nal que la alcanzab;:-t también':::; ella, y el deseo de detestarla y hace un<:í ;c;uicidio con Madela;:; e bebé, r ._To
puesto que su llegada la destronaba. Además, este bebé era apagó gas ante la idea: "No tengo derecho a hacerle esto a
una niña como lo era ella misma a los ojos de sus padres, y esta criatura".
esto era algo que parecía no "estar bien". De donde la Una vez concretado el divorcio entre Caín y Belle, el padre
necesidad absoluta de convertirse en todo, siempre y para de Belle se propone convertirse en "el padre reemplazante de
t?do en una pequeña hija modelo, más tarde en una mujer su nieta", lo que Belle rechaza con violencia: "Madelaine
e3empla:r y efectiva, suplantando con la mirada y la palabra tiene un padre, aunque no comparezca." Pero al mismo
"mediante agresiones bien dirigidas" a toda eventual rival. tiempo que Belle plantea como principio que u n abuelo no
(Bajo una mirada parental ambigu?. la pequeña hermana de puede convertirse en padre, estima que por su parte "ella
Belle no tuvo por su parte otra salida que 1a de ser exacta- comprende a su padre mucho mejor de lo que lo hace su
mente lo que su hermana no era: un "varón fallido" que madre, y, en el fondo, es más la amante de su padre que su
desobedecía y hacía tonterías; luego, ya adulta, renuneiar a hija". Además Belle desprecia a su madre y a sus hermanas
" d . d _, . , ,.
toda realización femenino-maternal para "entrar en el con- y reprocha a su pad re el no arse cuenta e naua, Jamas'.
vento y convertirse en una «buena» hermana"). Todas las amigas femeninas que Belle elige son repetiti-
Belle, cuando llegó a adulta, cortó brutalmente los puen- vamente, en una primera época "mujeres (admirables) como
te~ con su familia, y se casó lejos . Este marido, que por su ella". Luego, en un segundo período, cuando su hija conlien-
ongen y su situación parecía conforme a todos los sueños de za a vincularse con esas otras mujeres y establece con ellas
grandeza de Belle, se reveló finalmente como un hombre lazos filiales que ponen en contradicción, y en consecuencia
encerrado en una problemática de rivalidad fraternal análo- en peligro, su propia supremacía femenino-maternal, las
ga a la forma "Caín y Abel", originada en las circunstancias amigas son celadas, separadas y arroja das como "no estando
dramáticas de su nacjmiento: la madre genitor a de Caín, ya a la altura". Todo el resto de las figuras feil).eninas está
gravemente enferma, fue atendida por una médica a la que decididamente compartido entre las "mujeres buenas" y las
confió al niño, y murió un mes después. El viudo se volvió a "modistillas".
casar, más por comodidad que por amor, con la "doctora", que Como consecuencia del recrudecimiento alarmante del
ya tenia cuarenta años; sobrevino dieciocho meses más tarde delirio de su padre, marcado por escenas violentas cuando
el medio-hermano de Caín, primer hijo de la pareja. Aunque pasa sus fines de semana con él, 1\iiadelaine va a visitur, a los
esta madre sustituta (ella misma huérfana de madre desde doce años, al juez de menores para solicitarle "autorización
los tres años) se haya mostrado atenta y cariñosa respecto a para no salir de vacaciones con su padre ese verano porque
Caín, protegiéndolo de un padre autoritario duro y severo Üenemuchomiedo" . Influido por la posición social importan-
él la llamaba su "madrastra" y desplegaba ;_su resuecto u~ te del padre de Madelaine, por una parte, y, por otra,
odio cerrado, así como a su medio-hermano. ' perplejo frente a la actitud histérica de BeHe ("Me quejaré al
Entre los muchos embarazos de la pareja "Caín y Belle", Procurador de la República") , el juez se niega a derogar el
sólo. l,legó a su término uno, un embarazo gemelo. El gemelo derecho de visita durante las vacaciones: "Necesito hechos" .
nac1do en segundo lugar murió, solamente Madelaine sobre- Ese verano, en el extranjero, Caín "pasa al acto" y comete un
vivió. Belle y Caín se divorciaron odiándose, hasta llegar a intento de asesinato por estrangúlamiento contra su hija.
una tentativa de estrangulamiento de Caín sobre su ex- Madelaine se escapa. Su madre recibió su telegrama, pero
mujer. Belle no cuenta nada a nadie para ocultar su fracaso 1 como decidió partir de vacaciones "de cualquier manera",
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. riue
...i m1a.. cosa:
· misma· " . E· n ~1 t rans- por la policía como una menor fugada, y la gente que la ayuda
que no podía contar más que conm1go
de
éurso su adolescencia, "para lograr su bac"(bachlllerato),
es pasible de condena por "desvío de un menor". Frente a
tales situaciones, hay instituciones que fü:n'cionan actual-
Madelaine renuncia a varias fugas y vuelve en cada oport.u-
mente para trata de colocar al abrigo, por lo menos por
n -.· ad~ ,,a·"'ª,.:¡"" on ,,,,.~
.,,.\,_~.....-
..:i.
' Q. ~._,,. .....~_,¡ .1ri:> vuelta a casar "con un tipo sucio,
~"-1 U••··~ il...li:Jl..'>...._..i.. ""'} - ... · -.
sus títulos y sus aires de grandeza, Belle y ~a:ín no ~º'.1 El hijo poseído
padres. Narcisisticos e in~ntil~s, ~~bos sa1vaJ~ment~ av1~
dos de su supremacía perd1da de mno~rey, se miran sm fin
,.~
en un espejo y•dec:ididamente no hay en ellos jamás lugar "'
.t'.in l os cammos
. de 1'T:'ll o:ra, Ci.au
rn d'lne y -M
Llad,eimne
• . se 've 'men
.
para dos." Ella se da cuenta de que ni uno ni otro le otorgaron
cómo cada una de ellas es "poseída" por el fantasma mater-
jamás e1 derecho de existir por sí misma, sino solamente
nal, anclado en la parte "fantasmática" que esas madres,
C ···no
v.L... ~_.,,. a.sneJ'"v·
,,;¡ ......_, ~ º"'sus
~~ sueños
- grandiosos
_......,- - (y en ese" caso 1 ellos
•
heridas ellas mismas en su infancia, asignan ulteriormente
recogen el beneficio narcisístico de ser sus padre.~J <1l nusmo
t.1'ennp•o nue~ en cuanto ella triunfa en sus estudiosl o en su
a sus hijas. --r
...... - J. '-:l , . . '
,,:- Esta "transmisión de sufrimientos" a través' de varias
vida; se convierte por esto en una rival de. la que ~ay ~ue generaciones reparte los roles en el seno de la pareja paren-
protegerse-neutralizar para la madre, aba?ir ~ara el pan.re. tal, y esculpe la red de significaciones y de identificaciones
Madelaine toma conciencia de que su propia v1da no es smo
en la que nacen los hijos. "El acceso al padre" de las tres
una fuga hacia adelante, un~ tentativa repetitiva desespe-
pequeñas se trama en cada ocasión, en espejo o en :reac:ción,
rada para "salvar al otro niño que va a morir", exponiÉ:~dose
en la red de la historia edípica de su madre, sobre la base de
ella n;,isma en ese empuje humanitario a los peores peligros,
lo que esta madre se figura poseer o carecer de su propio
menos terribles sin embargo de afrontar en ella que los
padre, y que ella vuelve a poner en escena en su pareja y a
deseos ambivalentes y las actitudes odiosas de su madre Y t:ravés de sus hijos. __
los actos asesinos de su padre a su respecto. .
A veces es muy difícil pa:ra las pequeñas, aprisionadas
(Aunaue no sea acá directamente nuestro tema, conviene
entre tales referencias edípicas, destrabarse por sí mismas
sü~ emb~rgo tomar nota hasta qué punto es difícil recurrir a de la historia de sus padres. Flora, C1audine y Madelaine,
1 •-. j~ncj·1"~ir!'
. ._, ""-'·"...,.,_ na"·a 1 ' 11 ·n1n-:o v" lFl adolescente que hereda tales
1
c.~ ~i.C S:' .1. ·U.a.-. .,._,,._ ,... -~ - ~
afortunadamente encontraron en el transcurso de su infan-
padres, verdaderamente peligrosos. lVfade~m;ne, a pesar. de
cia "otra mujer" acogedora, que en mi je:rga yo llamo "la tía
un in útil recurso aljnez, debió afrontar sola Ia locura asesma
o la madrina periférica". Al mismo tiempo cercana y diferen-
de su padre. Cuando escapa de la casa de su madre "que no te de la madre, atenta al nifio y testigo de sus heridas
quiere ver nada", tampoco de las actitudes de su padrastro
provocadas por eJ lazo posesivo entre la madre y la hija, ellas
142
143
.la s percib en tanto mejor en la;:;. c,·i aturas p ' ,-que sus heridas p,-;3esión "comu nes" (calüicadas ind usive a veces, como en la
infantiles y su historia se parecen. Durante la infancia ae familia de Claudine, de "admirables"). Hacen falta meses o
Flora, Claudine y :Madeiaine, esta presencia "periférica a la años para encaminarse hacia la evidencia de esta lectura de
madre". operó d e h echo u n distanciamiento suficiente como las cosas detrás de las cosas. '
para sostener a cada una de estas tres pequeñas en la idea De la misma manera, Flora, Madelaine y Claudine son,
que existirá un "más adelante", en el que por fin ªpodrán las tres, mujeres dinámicas, profesionales competentes, y
·r.esuira-~"
~ 1. •
.' · dos de ellas ¡madres respetables! En resumen, son mujeres
Pero esa mira da y esa palabra pueden t ambién provenir como usted y yo, como cada una entre nosotras, quizás
de un desconocido. Esto le sucedió un día a un muchachito; aprehendiendo la vida con más sensibilidad y agudeza.
tiempo después, otro día, a otro: ,¡Cuando niño, yo era el Porque com.o para Dionisios, varías veces hervido, asado,
'cabeza de turco' de mi m a dre , virulenta en sus palabras y golpeado, se trata en cada ocasión de sobrevivir a cada una
violenta en sus actos (varias veces estuve hospitalizado). Un de las pruebas que la vida nos ofrece en el reparto. Se piensa
día, en l a calle, ella me trataba, como de costumbre de a menudo: "La gente va a ver a un psi porque está loca". Y
'imbécil'. Un h ombre que pasaba se detuvo y le dijo: -¡La bien, justamente no. Cuando uno está loco un día de gran
imbécil es usted , señora!, y se fue . Ese día, por primera vez, delir:io se hace recoger en la calle por la policía, que lo
yo pensé que entonces, mi madre no siempre tenía razón." Y conduce al hospital psiquiátrico para proteger a los ciudada-
luego , con lágrimas en los ojos, retorna un recuerdo de su nos. En cambio, me parece que puedo decir que uno enc aTa
vida de adulto con los remordimientos de "no haber hecho siempre una psicoterapia o un psicoanálisis justamente ·
más'' por un muchachito que habitaba en su inmueble, cuya cuando uno no está loco y no quiere morir. Es decir, cuando
madre, que él escuchaba, lo trata ba de "débil" de la misma uno no puede más luchar solo, con todas sus fuerzas, para
manera q ue lo hacía la suya . Un día que se cruzó con el niño negaxse a ser presa en sí mismo de los procesos mortíferos
( en la escalera, el pequeño levantó los ojos hacia él y le dijo: que se heredaron, con los que uno se da cuenta que no p uede
"Buen cha, ¿señor ?" Emocionado por este "¿señor?" y la vivir pero en relación a los cuales no es posible "bajar 1os
mirada imulorante de este niño tan semejante a sí mismo brazos". Y estas tres mujeres acudieron a la consulta ante la
antes, y co{ífuso por sentirse u n adulto tan desprovisto _para problemática planteada en la maternidad sobre la sensación
intervenir frente a esa madre, solamente se le ocurrieron de callejón sin saJida en la trasmisión.
estas palabras : "¿Cómo te llamas?" Y percibió en el rostrn de
este niño el mismo alivio que el suyo e n aquella ocasión.
Este hombre conservó su m irada infa ntil y actualmente es
un hombre de renombre.
Pero estas tres pequeñas y estos dos muchachitos i somos El rechazo a "poseer al hijo"
también cada uno de nosotros! Evidentemente, al primer
golpe d e vista, ningún "retrato de familia" se dibuja instan-
táneam ente con tal nitidez. E n apariencia , en estas tres Cada una de nuestras vidas está entretejida con esas "heren-
11genealogías 'de mujeres, todo parecía perfectamente "nor- cias compuestas" que nos constelan y en relación con las
\\mal" y "adaptado" porque es un hecho que las red~s fantas- cuales, como se puede, o como se podría, se teje a pequeños
f!máticas se esconden siernpre baj o tonos y actitudes de pasos la historia singular que se conjuga con las otras,
fo
144 145
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1
- < -- - - --·.·- ···- -··
confusamente los :.rnentos \ ; este debate. Para. Flora v
sabiendo con más frecu encia qué es que no s e quiere que Made1aine, que muy pronto "cortaron los puentes", su toma
qué es lo que se quiere. . .. de partido fue ante todo una tentativa de fuga a la influencia
- Como se ha visto en las vidas de Flora, Madelame Y de sus padres. Pero qué estupefacción al descubrir con •e l
Claudine, esta herencia puede ser extenuante, inclusive tiempo, 1a una y la otra, que a pesar de esta ruptum, su vida
mortífera , tan desesperadamente neg_ativa que pro.~uce e~ y su identidad están consteladas por los callejones sin salida
el nifio una negación de lo que él siente Y. .m~a negac10n de ~1 de su historia anterior: "Es horrible cómo mi debate amoroso
mismo. Generalmente. la vida nos permite mtegraTnos mas se parece a la h istoria de mi :ma dre ... temo ser una madre
o menos bien con y a p~sar de estos determinismos fa~ilia terrible para mi hijo" se desolaba Flora. Con respecto a sus
res, esoecialmente mediante la elección de una profes1ón o hijos son en general madres p údicas, temen her irlos a s u
de un ~spacio de creación en los que se trab.a~a lo mejor que turno como lo fueron ellas. Claudíne, aunque soltera y sin
se puede par a abrir otras for mas de r~lac1on. Es por o~ra hij os, veí~ surgir en ella el mismo dilema: "Prefiero no
parte destacable que estas jóvenes muJeres ha~an elegid? tener hijos, tengo miedo de ser para mi hija una madre
Ías t:res oficios vinculados con la primera infancia. Como s1 , violenta como fue mi madre, a pesar que todo el mundo decía
"poseídas" basta tal punto por sus madres en su momento, de ella que era una «buen a madre». A menudo, en el momen ..
fuese necesario a cualquier, precio ganar su libertad ocup.án- to en que la cuestión de convertirse en madres se plantea
dose de "desposeer los bebés" de las madres problematiza- teóricament e en ellas, o bien se les impone en los hechos,
1' das, demasiado duras para soportar e interrumpir de esta toman a pecho el no reproducir aquello que las h izo sufrir
manera los daños in fügidos a los niños por tales madres íntima.mente a ellas mis mas cuando niñas.
"devoradoras". Y si este camino original llevó luego a estas Si, porque los aman , han integrado hasta entonces e
tres mujeres, en la búsqueda de su verdad, a empre:ider una inclusive desde lejos, un tiempo de sus vidas con esos padres, ,
psicoterapia o un psicóanálisis, también es pa:rc1a!mente eligiendo muchas veces el protegerlos y justificarlos median-
~perante en la elección del oficio de psicólogo o de ps1coana~ te sus propios fracasos antes que salvar su propia piel, eso
lista: no se puede en ningún caso justificar la locura, m no impide que en el momento en que a su turno se convierten
acordar con e11a, ni, inclusive, reparar1a. Para desatarla, en madres, experimenten como un latigazo el determinismo
conviene ante todo sentirla .actuar en nosotros, arm arnos de estas fallas anteriores. Esto le ocurrió a Madelaine
-ya que el peor enemigo es a veces uno mismo- y orientar cuando-a pesar de que h asta entonces parecía lúcida e n sus
nuestras existencias . Solamente entonces cada uno en cuen~ juicios respecto a sus padres- la ruptura decisiva en ella, de
tra su lugar. ., hecho no se jugó h asta el nacimiento de su propio hijo. Al
Ante tales laberintos familiares, sucede tambrnn, como lo t.:xperimentar de pronto la actitud voraz de cada uno de sµs
subrayamos a comienzos del capítulo,. que s~lamente sea padres con respecto al recién nacido, se dio cuenta de que
posible encontrarse a través de un conflicto a~ierto ~~~~na eilos comenzaban a "fant asmar exag eradamente" este naci-
ruptura salvadora. 1,a vida nos enfrent a as1, en d1stm..,as miento. Como si este bebé representara al "bebé milagroso"
oportunidades, con "situaciones fuert~s" a tro:vés de las que ellos hubieran querido encarnar en otras épocas y ql.le
cuales uno descubre de pronto que "seguir ama nao y estando mágicamente iba a borrar todos los desfailedmientos y
de acuerdo con el o tro equivale a no a marse ni estar de reescribir en su nombre el espejismo de una maravillosa
acuerdo consigo mismo". perfección (en la que ella, por cierto, no era más que una
Gene:ralm ent e en 1a adolescen cia comienza n a plantearse
147
146
~
estas palabras: "En mi casa, nada de ese chantaje afectivo. y de aquí en adelante dotada para la existencia con una focha
~1 O cambias de discurso ¡o te vas!" de nacimiento incierta, Marie Betrand podría escribir un bello
'!¡I Asombrada de su propia firmeza frente a ese padre que libro sobre su vida. Podría llamársela "madre coraje'', o "la sal
fil tanto había adorado cuando niñ,a y al que, de pequeña, de la tierra" o inclusive "las bases".
r¡ "perdonaba todo", agregó luego, temblando: "Cuando niña Educada en la Asistencia Pública, es colocada desde
l¡' t~ve que soportar demasiado veneno de parte de mis padres pequeña con una pareja de "padres nutricios" en Nievre. "El
:1 y nunca supe protegerme. Pero no es cuest ión de que enve- padre" es también un "hijo de la Asistencia" y la adopción es
\1
!!!j\ nenen a mis hijos. Entonces, ¡adiós! Y descubro que puedo recíproca: "Eran rudos porque su vida era dura, pero justos.
hacer por mis hijos lo que no supe hacer para mí". Eran verdaderamente gen te buena, yo los consideraba como
~'
Quisiera ahora evocar la vida de dos mujeres cuya madre mis verdaderos padres. Tomé conciencia de que no era como
falta, Marie Bertrand y Martha, con el objeto de poner en 1 las otras, uno de los días en los que el inspector vino a la
evidencia cómo acá toda su historia testimonia un llamado escuela. Como en otras oportunidades, me interrogó, me
a la m a dre, como para reconstituir, allí donde hubo un h izo recitar mis lecciones. Creí que lo hacía porque yo era
agujero, la trama ausente. . u na buena alumna. «Pero qué es lo que te crees, me dijo una
No fui la psicoterapeuta de ninguna de estas dos mu3eres, niifa, es porque eres de la Asistencia ...» Ese inspector no era
pero por mis relaciones personales con c~da u:ia de ella.s, el de la academia, sino el funcionario de la Asistencia
pude ser el testigo privilegiado de sus ex1stencias durante Pública que me apadrinaba, mi 'referente' de huérfana. Y
muchos años. Con el paso del tiempo pude conocer una red entonces, fui huérfana".
de acontecimientos, de expectativas, de requerimientos de Colocada a partir de los diez años como ayudante de
amor y de reconocimiento. Esas obsesiones, esas fallas Y esas. granja, Marie se enfrenta cada vez más de cerca con la
búsquedas, se repiten eD: cada ~no de no~o~~os con~? tem~s injusticia. "Cuando mataban un animal, el patrón granjero
a lo largo de nuestras v1das. E.sta repetlc1on escribe, baJo me enviaba cargada de costillas y de salchichas a muchos
múltiples rostros, la trayectoria de nuestros arranques kilómetros de allí, a casa de su hija. Cuando yo llegaba, se
afectivos y amorosos que abren las relaciones que se estable- sentaban a comer, pero para mí, solamente pan y sopa.
cen con cada uno de los personajes que encontramos por un Cuando el inspector comprobó esto me retiró inmediatamen-
"azar objetivo" (es decir, cuando se mira de cerca, por una te: «Toma tus cosas, acá no te quedas.» Justo a tiempo, el
"necesidad. interior") y la forma inmutable mediante la cual patrón era también un viejo cochino"
investimos inconscientemente en ellos nuestras preguntas Y Duran te toda su infancia, Mari e gana así su sopa y su pan
nuestros impulsos de siempre: los del niño qu,e permanece en cotidianos de lugar en lugar. Continúa trabajando muy bien
nosotros. en la escuela. Eso se sabe en el cantón. Una dama acomodada
de la parroquia propone financiar sus estudios en el colegio.
P ero no puede hacerlo: ¡Marie Bertrand no está bautizada!
148 149
entonct que supe que en ,:arnet de As~st':ncia
q11ería enviarla 1-egreso a su. casa~ Yo dije: <<¡_Nol
r;i¡ «"O ·o· a 1'-, i'zar»·
~· 0 •1 V~.+;:;rlo
-i..
1..11...;;i. ..... ,,,. .~ padres-·
1
1,.,~ ,1 nac1m1ento
~
.,,.nn ~,r,~tps·hpi·es
a l"" · . ._. ..., . . . . ~.
t::;;..1.. ~ '~
o Jiudíns?
:..i{.... .. - J..~
Yo sentí mucho rencorn hacia
r..1 ·1. - ,, -i 4-6 mi ., . .......
desobed.e.zco y- conservo a es ta
1
madre uor este gorpe. No ~ema üerecho apone.i..rrk oosvc,cü-
hija mayor de María tiene diecinueve aüos cuando nace
los de e~a manera. O entonces, ¡que me guarde junto con s_u
su tercer hijo, fruto de sus amores con un empleado del hospita1.
relirriónl Yo hubiese querido hacer como las otras, po:r lo
~ f ....,.4-,,....ri da Este homl1re, como ella, tarr1bién teI1ict un naci:n:1ier1to e:n.igTná-
·"'
menos. b
la comun10n. . .. '' ;-;, .
J.i.;n con:;;ec11enc1a, .
no ht.ay o~ei. La.o::- ;;;;
tico; como ella había cambiado de país y se había encontrado
estudios paraMarie Bertrand. A los dieciocho años elinspec_-
~'"rreos"
enfrentado con la guerra, otra, de otra manera. Nacido en
tor -ie n:ropone - ser ,'' emp,ea 1 d'la ¡:;,_e 1 "-'º· . . ""Pp ¡4-' ~ nir1g ~1na ,i -
1
- .•
~ I'' ,.-.~'-ea' Egipto, s11 riacin1iento ft1e declarado tres af1os Inás er1 el
m:::1n.era1 1. o qu1ero ser er11er1ne.r a. feme ...,1 ""1e_ u,..'J.Ue,. ~u~t.
• --r , ·" -· . 0
1
a'1'-n "1·r.
Registro c;i·vil ele un esta,do n1aghrebino. P~.doptaclo por l111a
,
- .e e'"-- ~n ,,,y~-,.,.,.,..n
reseJ."".</a b a i.1ara m1 ior1na H.J.d e_J. \ .>v1A-.._,v¡::,, ... v.:.J v...... ... cn-n1 o.ilo me rnsta-
:-·'"
... 1 · ,,v.:;; ' .. < pareja de médicos fra11ceses} cor1servó si11 en1bargo s11 nacionc1-
laré en París, y me las arreglaré para m1s escumos. .:c..s 10 que
· · n~eptO ' , ·v l nar~e e1 -r1 a~'--tl'ZO.
· 'i'ni·.,..a ~n'-r.n0<><· vr::>z lidad argelina y adoptó la religión musulmana. En momento
a} ·11100:::.r'-'tO:r _u_ u.Ji. t ......- . ....,::;.·~...........
i v·.. l...,.vo ~ t"St J .....
,..,.._·-~l"-''-' C».V ,;;"J.>,.<1. _ ·--·J:'-. ,....,~ - ~, f..~~*-~, .,...rt~, de la guerra de Argelia, se enrola con los harkis en el ejército
P <Yli'
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_,._ 8ll18fffiel
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francés, luego viene a trabajar a Francia, donde encuentra
Dú"+ ~a "1:\pte nl.-tnrin1p1·
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es amable ".' ,,.,,lconrn.1go, :.a· me -l . •
JL - ... . ...__ ,_,,,_ ... _
,,.....,... _..,.,,,.. . ,¡i,.t' .,1.
alg-nnos años más tarde a IVfarie Bertrand. Se casan en la
enamoro ensegmda y rne caso con el. . · ;: ; te honim e se .• ': _ve,a mezquita. "El se sentía francés. No se daba cuenta ve:rdadera-
como gastador, alcohólico, y b:mtal. Ella educa a dos h1JO~ Y mente de la maldad de la gente a sus espaldas. Claro que,
consigue darles de comer ¡,raDaJanuo ... ~ -~
aia y noc1r1ª
1.- '
...... ~¡;_ .La
~·
a1 , : ;t .. ......"
hoy convertl · "dos en·., granaes _., pa '-,,ron.es '". "Erae·r1ºa · ~ ' c. ~ ~1
ant u~.·se
~'1" 0
150
151
pedazo de tierrd fürti1 es su orgullo: "La h ered arán mis
nietos. Es necesario que tengan un techo sobre sus cabezas." única que puede ayudarme eficazmente para salvar la
Se me ocurre pensar, ya que he tenido la suerte de conocer empresa." Martha, siempre con domicilios inciertos, lleva
a Marie Bertrand, sobre 1a integridad de su vida y la justicia ~u.rante todo el año pulóveres adornados con lentejuelas,
de susyalabras, sobre su gen~rosidad siempre sólida, siem- onllantes como fragmentos de vidrio.
pre abierta, y en cada oportumdad brindando un techo sólido . Crónicamente, la empr esa de Martha tiene r iesgos ñnan-
sobre nuestras cabezas. c1eros; es expulsada de sus locales, rozando el pedido de
quiebra y amenazada de venta. Generalmente, mediante un
' "p3:cto cerrado con el enemigo" (una empresa rival de la suya
!j i o b1en un proveedor amenazante) la empresa "recargada de
El vidrio roto, combustible" puede continuar a los saltos sus actividades de
el espejo robado salvaguarda de la infancia. Cada vez que 1os negocios flore-
cen, Martha propone "su lugar de dirección" a su colabora-
dora de turno, al mismo tiempo que se enamora del mismo
A la inversa de Marie Bertrand, que fundó para ella y para hombre que ella ama. (De esta manera se casa con un
los suyos, a despecho de todo y sin abandonarse jamás, esa ho.mbre también amado por su mejor amiga. Viuda, se
casa hospitalaria apoyada contra una colina en medio de los declara al marido de otra de sus "colaboradoras-amigas"). A
bosques, sólida sobre su cabeza como 1o fue alguna vez el pesar del aspecto peligroso de tales relaciones afectivas las
!; dificultades crónicas de la empresa ejercen generalmente la
1 techo de la granja de sus padres nutricios, esta es, en el
¡. presente, la historia "ambivalente" de Martha, huérfana de ley de la necesidad, y las relaciones entre las dos mujeres se
madre. · , m antienen "en rueda libre" sobre un ritmo infernal.
A la edad de dieciocho meses, Martha fue testigo de la Cuando la colaboradora cae realmente "enferma de agota~
· • " (110 que \,ermma
m1enw e • por suceder todas las veces), enton-
r muerte de su madre. Durante los combates en las calles
entre los maquisards y los alemanes, una bala perdida ces de pronto , dej a de existir a los ojos de Martha. Requerida
l 1
atravesó el vidrio del negocio, que voló en pedazos y cayó. La
madre cae, derribada. La hemorragia requería que se la
antes quince veces en veinticuatro horas yventicuatrohoras
sobre veinticuatro, de una día para otro, ni un llamado
llevara a un hospital, pero no hay más gasolina. Un cliente telefónico de Martha para preguntar por su salud: Cae en
que estaba allí se lleva a Martha en su bicicleta. La niña es desgracia. "Es lo mismo que si me hubiese t r aicionado"
rebelde a su adopción por esta familia. "Yo soy de otro explica Martha a los asalariados para explicar su desapari-
temple" pensará durante toda su infancia y su adolescencia. ción. El contra.to se rompió unilateralmente. Borrado. E
Poco a poco, el padre de Martha, sombrío, olvida pagar la inmutable, el escenario continúa con otras mujeres idéntica-
pensión y se borra de su vida. mente semejantes, generalmente cada dieciocho m eses.
Adulta, Martha funda una institución vinculada con la Al mantenerse en "piñón libre" la niñita siempre aterrada
salvaguarda y la ubicación de niños huérfanos. Sus colaba·· en Martha ¿encontrará un día una "otra-mujer" que, a su
radoras sucesivas se convierten en "su mejor amiga"· e turno, se mantendrá en pie y responderá tanto de la vida
inversamente, no se detiene hasta que sus mejores amigas como de su hombre? La pregunta de Martha, repetitivamen-
se conviertan un día u otro en sus colaboradoras: "Tú eres la te puesta en escena en sus relaciones de trabajo, ¿no es
infinitamente la misma, sin respuesta: cuando la madre
152
153
( '
. ...,, 1 ~·b ~ .? . Q··· .; ¿
1os b.om b res' y. ·iJu.:o
falta, ¿qm. cn
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. e~l pcxrnr,
. ;?e es . ,¿ . ü":n todas las rnujeres se debaten, en un momento u otro de su
protege de la destrucción? ¿De la muerte? ¿Del rapto? ¿De ia maternidad, de cerca o de lejos, con este antiguo enigma:
locura? ¿De la desaparición'?
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155
4
TENER UN HI.Jü ¿ES SER M..ADRE?
'¡.;
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157
. DJiAiliiiil
atributos ié meninos de rnamá o los atributos masculinos de
varoncitos quieren serlo, l as mujeTcitas quieren. tenerlo. El papa y ser ~en 21 1ugar de
, ) , 1 - mama, y como eha,
'1 en e11.ugar de
varoncito supone que, si é1 no 1ogra satisfacer a la madre, es papá y como él).
porque es "muy pequeño". La mujercita, por suyarte, repro- Del lado de las niñas, cada maduración para "sentirse
cha a su madre no haberla hecho como se debe, y remega ellas mismas" se basa sobre un renunciamiento a obtener "lo
. l
v10 ..entan1ent..e e uetie que f ue iO
,_ d l L • , r d-el'-Oeoe
' , "tvOtfü
, t" que .,.,.evo'
, l.:~ J que tiene el -0tro": yo no tengo los senos P.e mamá, ni su
ser) más urecoz en esto que los varones). . seducción, ni los bebés de papá. En la decepción de descubrir
Al q uer~r tener" como marná'1 lo que no puede ser para ella, que todavía no es una mujer como mamá porque no se tienen
anarece la época en la que la niña roba la cartera, el los mismos atributos que ella, se remite en cada oportunidad
p;raguas y fos zapatos de maniá, esos "atributos" de la a un "más adelante". Y en esta latencia se constituye un.a
feminidad de la madre, y quiere un bebé "como mamá". Y e1 identidad y unos deseos propios "como los suyos, pero no los
ixnaginario "tengo un bebé" forma parte de los atributos suyos".
deseables para igualar a su madre. ¡Además, es necesar io que la mad:re deje libre ese lugar!
A partir de allí, todas las niñas fantasman con sus muñe- Hemos visto que éste es pocas veces el caso de esas "madres
cas, que ella tiene eso, como 1a madre. O que ella lo tendrá, totales" cuyo .amor se dirig.e en bume:rang a sus hijos y que
de ve.ras más tarde. (El bebé que 1a madre tiene, que tuvo, no sopo:rta'n que crezcan y se escapen. No es tampoco el caso
que ella tendrá o que podrá tener). Dicho de otra manera, la de esas "mujeres totales" que p1:etextan que son admirables
equivalencia primera de las niñas puede formularse así: por amar a sus hijos a pesar que la existencia de ellos es un
Tener un bebé, es ser (la mujer de papá como) mi madre. El impedimento perpetuo a ser (o a habe:r podido llegar a ser)
bebé que la madre logró del padxe representa a los ojos de la mujeres totales y fatales, y a las que la rivalidad, cuando las
niña el atributo mayor de 1a feminidad cumplida. hijas son lindas o sus hijos aman a otra, destrona. Tales
Pero ¿cómo pasan la mayor parte de la niñas de esta mujeres tratan desesperadamente de detener el tiempo en
noción primaria de "posesión. del bebé" por la madre (lo que ellas mismas, detenidas como están en la imagen inakanza-
· a una 1·aent1.1cac10n
la hace a sus ojos una "mujer tota.1'') ··r ·, da alguna vez de una plenitud femenino--rnate:rnal supuesta-
· - e · ·d 'd 1
(1 e
secund ana con la Jemrnv aa. e su m.aare \ o qu ,m;1 .. a e a
·- ~ h~·c~ men te "total''., corno cn~e encarnar Belle, la madre de Made-
sus ojos una referencia posible)? ¿Y cómo, esta vez del lado 1aine. Al no transmitir, con frecuencia, nada más que d
de la madre . esta axticulación secundaria se hace posible debate de su. propio sentimíento de incapacidad infantil, su
nara la hija? ¿Cómo se transmite entre madre e hija la propia hija debe ser y permanecer para siempre, una muñe-
dimensión del deseo amoroso y sexual di:rigido a la masculi~ ca a congelar o una rival a eliminar.
nidad de los hombres? Para domar a "las furias", esas divinidades griegas ateITo-
rizantes, y para que no se despierten, los Antiguos las
llamaban "bienhechoras". Y bien, en ese tiempo "decretado~
detenido" por tales madres, aparece una neutralización
semejante para sus hijas. J!~ncerrada entre los dos imperati-
vos de perm.anecer para siempre "aquella que no seduce ni
accede al estatus pleno y entero de madre", 1a hija se inclina,
Tanto para las niñas como para los varones , en la primera acepta o se subleva.
infancia la identificación se juega entre tener y ser: tener (los
159
158
O bien la niña sigue siendo una "buena hija" y se ahoga un día de su propia imagen en el espejo y se dirige a su
como mujer y como madre, o bien protege su pareja_ Y su madre, confirmando de pronto: "Pero mamá, si yo compren- .
propia maternidad y rompe con su madre al precio de do bie.n, cuando yo sea grande ¡tú serás vieja!". Aloque Julie
sentirse envenenada por la culpabilidad, o bien encara u?-a respondió: "En efecto Marie, así es".
psicoterapia o un psicoanálisis, al tér~ino del cu~l renuncia- Y el tiempo se abre, descongelando las imágenes.
rá serenamen te a reparar en su madre el daño irreparab~e Cuando la madre desea a un hombre que la desea y la hace
que le causa por el simple hecho de querer ser lind_a Y se~·uir mujer, entonces sus hijos viven bien el hecho de que están
viva ... Las dos primeras elecciones no son exclusivas m de inscriptos desde el principio en un tiempo que les pertenece,
una ni de la otra la tercera termiB.a finalmente por "descon- sin que su desarrollo ponga a la madre en peligro ni en
gelar" a ambas. Las eternas rivalidades entre madres e hijas rivalidad. U na madre inscripta en su propio tiempo de mujer
no son más que las declinaciones actuales y lo_s ba~lets no es puesta en peligro por su hija. ¡Todo lo contrario! Es feliz
múltiples y siempre mortíferos, de ese fantasma pnmano de cuando ve que su hija se hace linda y seductora, luego bella
"posesión de los bebés" del padre, imaginariamente raptado con la belleza del diablo a través de sus primeros amores. Se
por la hija a la madre. dedica a transmitir a su hija todo lo que ella supo y aprendió
Falta saber cómo una mad re "sufiic1en. t ement e normai'" , para ser belfa y deseable, sin espiar ávida.mente sobre los
que no es ni toda madre ni toda mujer, deja abierta para su resultados ni parasitar las historias amorosas de la adoles-
hija un lugar femenino-maternal... cente, ni vivir una segunda juventud por su intermedio. Esto
es asunto de mujer de su hija, no le corresponde. Lo que le
corresponde es que su hija no parta a la conquista de su
existencia sin algunos buenos triunfos.
"Cuando yo sea grande, Como Marie, toda pequeña delante del espejo se siente
¿tú serás vieja?'9 decepcionada por todo lo que no tiene como mamá. ¡Que ella
claro que quisiera tener! Y a sabe que lo logrará rn.ás adelante
cuando sus senos crezcan y su talle se afine. Pero esos
Como el exacto contrario de esas figuras maternales atemo- atributos femeninos ¿se los roba a su madre? ¿Qué pasará
rizan tes transmitimos el bello testimonio de Julie, "una con ellos en su mádre cuando ella, ella, tenga los mismos?
mujer como las otras entre las madres comunes", Y que se
' M
160 161
ren1J.nciar a ser la (n:_j ca en se(:iu.cir, aceptando a EVd.. ·vez qu.e ·,de la n1adre deja entonces de representar la prueba final de
su hiia sea seductora, sin pena ni celos respecto a 1a que, a . la ímager1t,'tctal" de +a mujer en la m2. .dre, y se e11cara a P?trtir
uarÜ~ de ahora, los hombres mirarán en la calle. de allí como la consecuencia del hecho de que la madre es una
" Al "más tarde" de la pequeña hija debe posiblemente mujer deseable respecto al hombTe que es su padre.
responaer , ,, '
un ··d.emas1a ' " de ,la n1aare.
· d.-o t ara.e 1
~s.,a d'
""!'-' ._
1me.n - En resumen, se ven así artjcularse en el tiempo las
sión del tiempo inscripta en la madre ~s la primera condición transformaciones sucesivas de la noción primaria "poseer
nara ane la hija pueda renunciar a recibir de su padre ese un bebé". AI principio "te11er un bebé" es "ser (eomo mamá)
~'algo''~ Ese "algo" Io obtendrá más tarde, a su bu:no, de un la mujer de papá". Luego, "tener un bebé" es "ser una mujer
-homnre,
' con:10 ·la maare
, oot:1ene,
' "' a h ora, " a1gu "d e ese• l:io.l
i__
1
- 'mbre
...
como mamá (que es la mujer de papá)". Estas elaboraciones
que es st1 pB.dre. sucesivas conducen a la ruptura en la adecuación primaria
entre maternidad v feminidad: "ser rrw,jer es ser la muier de
u.n hombre (como ;,i m adre es 1a mujer de un hombre que es
mi padre)". A partir de entonces, "más adelante" se trata
Identificarse menos de "tener un bebé" como mamá a cualquier precio, que
no ya con la maternidad de "llegar a ,ser una rnujeT" como la mujer qu.e es la madre.
sino con la ferí:tinidad de la Dl?Adre La maternidad ya no es encarada como la "posesión de un
bebé" ni la prueba absoluta de que una se convirtió en mujer,
síno como uno de 1os destinos, eventual y posible, del amor
Si la madre es una mujer y si existe con una identidad propia dirigido a un hombre.
separada de su madre y de su historia anterior, si su amor
y su deseo no se juegan en función de espejo del amor que ella
obtiene o no ¡;or niedio de los hijos, sino de la seducción que
ella ejerce y del amo:r que ella recibe de su hombre -y si todo Par~ tern'linar
se ordena en la historia edípica de la pequeña hija-- ésta con la r)'carer1cia del :perte''
-¡-cq·~ni~ 8 DO'' r1 arSP C11"'D +a r'\e q 'l lº DO Ot'te'ld'rá di> SU Dadre esa
de Fre ud. ... ·
,;~.~~ ; ~~ tie·~; s~ ~;,dr~: ~ir10d~-~~ h~mbr~ co~ost~ padre (o
1
162 163
44@$#&1
n oción de "envidia del pene" que atribuye <Cmno decepción 0 Tener:
para las niñas pequeñas. ¿De dónde sale ese pene? ¿De la - algo del padre come la madre,
madre? ¿Del padre? ¿Cómo llega una niña pequeña de la - un hombre como la madre tiene uno,
época de Freud a tomar conocimiento? ¿Lovío? ¿Lo imaginó? - algo de este h'ombre como la madre obtuvo algo de ese
¿Y por qué el pene del padre le interesaría ~ ella? hombre que es mi padre,
-Porque la madre lo goza -intenta articular Freud ... 4
- Sí, ¿pero las hijas pequeñas de las madres a las que eso ~ Y ser:
no interesa? - una mujer-r11adre como mi madre,
Lacan nos saca de este callejón "fisiológico" sin salida. A - la mujer de mi padre como mi rr.adre,
propósito del niño pequeño, Lacan declina sus primeras - una mujer como mi madre es la mujer de mi padre,
identificaciones alrededor de lo que éste se imagina ser o - una mujer que se convierte en madre com o mi madre se
tener (o no tener) de lo que colmaría a su madre. Esto convirtió al ser la mujer de mi padre.
conduce al niño pequeño, en un segundo movimiento, a
cuestionar precisamente qué es lo que el padre hace allí y Cuando, a su turno, se tiene un hijo, esta operación nos
qué es lo que él podría hacer mejor.5 funda como madres. Pero ¿qué madre y de qué época? ¿Qué
Este enigma -¿ Qué posee la madre a través del bebé que hijo y de qué etapa? ¿Qué es lo que se tiene? ¿Qué es lo que
yo soy?- no está reservado solamente a los varones. Desde el pierde?¿Quées lo que uno es? ¿No es la pregunta subyacente
comienzo se impone en todos los niños, y es captable en el que se declina con mayor o menor intensidad en todas las
placer que todo lactante provoca en su madre cuando le mujeres cada vez que una mujer busca cómo ser una madre?
sonríe para hacerla sonreír; él interroga r epetitivamente Entre "un bebé que puede ser" y una concepción realizada,
sobre su rostro el poder que tiene sobre ella, qué es él para entre la espera hecha: de inquietudes y los sueños sublimes,
ella: ¿Qué obtiene entonces la madre del padre que no sea yo? entre la memoria enigmática y la llegada sorprendente del
A la pregunta ¿entonces, cuándo comienza el Edipo?, con hijo, poco a poco van a declinarse y desatarse o fijarse las
Freud, Lacan y Dolto, respondernos acá: al mismo tiempo representaciones sucesivas que desfilan durante el embara-
que aparece, en el enigma de eso que no se es para la madre, zo a través del bebé fantas.mado . Esas imágenes van a tejer
la interrogación acerca de lo que somos nosotros. el "nido psíquico" del hijo real, precisamente este hijo,
originado en un acto amoroso y por lo menos dos deseos .
Este camino de todas las mujeres para renunciar al bebé
original (el que la niña pequeña encara como el último
Imagen de la madre, atributo de la imagen femenino-maternal de su madre) ¿no
lugar de la madre es uno de los trayectos de toda maternidad, como lo pone en
evidencia De nis Vasse a través de la metáfora del "Juicio de
Salomón"? 6
En cuant o a los pasajes de la niña pequeña a mujer y madre, La narración bíblica pone en escena dos prostitutas que
alrededor del enigma "¿Qué posee la madre?" se ven elabo- viven solas con sus dos recién nacidos en una casa (es decir
rarse s utilmente las declinaciones entre: dos mujeres sin ningún hombre que pudiera responder en
tanto que tal como padre). U na noche, unadeellas,durmien-
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do, ahoga a su bebé. A la m afiana, cada una de las madres siempre una separación con estas :imá genes. E sta seuara-
pretende que el bebé que vive es el suyo. Para que juzgue, ción nos retrotrae a nuestra propia relativida d, es deciT
ambas van a ver a Salomón que dictamina: --Que se corte al también a la relatividad de nuestra propia madre. A travé~
bebé en dos y cada una de vosotras recibirá la mitad. de esas vacilaciones, la mujer jov en afronta actualmente su
Una de las mujeres se arroja a los pies .de Salomón y le propia relativida d de lactante con su m adre. Es a través de
suplica: -¡Deja vivir al niño! ¡Entrégaselo a la otra madre! la prueb a de esta desilusión que puede aceptar la :realidad
Salomón señala a la mujer que 'está a sus pies y dice: frágil y relativa de su lactante. Entonces se convierte en la
-Esta es la verdadera madre, entregadle al niño, ~e~unda ma~~e del Juicio de Salomón, aqu ella que puede
En este caso, Salomón no trata de determinar cuál sería CTeJai· ser al n m o, aunque tenga qu e renunciar a reivindicar
la madre genética, no le interesa para nada. En cambio, a tTavés de él una imagen de madre .
provoca una prueba de verdad entre las dos mujeres con el r ü "'oue·•n
n
Li L a " I·nnd,.. - ma d :re co:mp 1e~amen
_ ck ~e es una _¡_ t e imper-
.
objeto de poner a la luz la verdadera "actitud maternal" de fecta, pero una mujer viva (y viable ... )
cada una. De una manera general, parecería entonces que durante
U na prefiere tener una mitad del hijo, aunque muerto, todo este primer período, que hemos agr andado con lupa y
antes que nada. La otra prefiere que el niño permanezca cuyos movimientos subjetivos hemos desmenuzado, las rela-
vivo, aun si para ello tiene que renunciar a ser reconocida ciones de la parturienta con su b ebé, con su entorno sobre
como madre. Entonces, ella es la "verdadera" madre, enun~ .l. d .r, • .
t..O · o .emen:mo y con ella mrnma, están sobre todo centrados
'
cia Salomón, la que r enuncia a su imagen de madre y prioritariamente sobre los juegos variados de las represen-
:privilegia la :realidad viva de este niño. Esa realidad por la taciones sucesivas de la maternidad. ·
que el niño no es de ella.
La mitad del niño a cualquier precio al que una ele las dos
mujeres no renuncia (aunque ese nifi.o real no pueda vivir)
¿no representa pr ecisamente una de las facetas de ese bebé Eva, l\tlarfa y la matrona
soñado durante el embarazo, ése por el que debe llegar una
imaginaria integridad maternal?
Entre la espera de un hijo y los primeros momentos de su Según la historia edípica de cad.a mujer, estas representacio-
llegada al mundo, todo sucede como si siempre fuésemos nes de toda-mujer y luego de toda-madre recubren imá i:renes
ante todo la primera m adre del Juicio de Salomón, aquella diferentes combinadas entre ellas. A pesar de todo, si L¡ i v
que quiere tener, a través del hijo una imagen de niadre, y en trata de sistematizalas, se pueden reagrupar en dos grandes
especial la imagen que ella tenia, cuando bebé, de la propia, figuras: Eva y :María. Eva representa la toda-mujer, }a
es decir una madre colmada por el lactante que ella era. Todo seductora pulsional que quiere saber siempre más y pone s n
sucede como si la madre joven, después de haberse identifi- el mundo a dos hijos rivales, Caín y Abe1, el hiio satisfactorio
cado durante }a gestación del bebé sublime con una imagen y el hjjo celoso. María represent a a la toda-~adre, colmada
de madre perfectamente mujer se identificara inmediata- por la_ maternidad de un hijo redentor pero desencarnado y
mente después del nacimiento con la imagen de una madre abandonado por s u padre, ella misma sin hombre y perma-
perfectamente colmada y calmante. neciendo virgen .
Sin embargo, la realidad frágil de este hijo establece Cuando nace e1 hijo, generalmente esta imagen beata y de
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' el tra~c< u: ~o de un psicoanáfü;::,;, cuando'· ::': 1o roza, se hace la
la que se eliminó toda se:xualidad, toda r elatividad y toda
carencia es la encargada de triunfar sobre la feminidad expenencm de una desintegración de sí mismo y de aquello
pulsional de Eva, la curiosa. ¡Pero h e aquí que la una no que, hasta ent onces "soste n ía" nuestra identidad. Es u n a
m archa m ejor que la otra! Sin embargo, al ser consideradas experiencia de la que se sale completamen te transfo:rn:1ado
estas identificaciones como etapas por el entorno y la fami- ante todo desorientado y par cial mente desintegrado lueg~
li_::1'. l_a mujer joven se siente e n tonces particularmente sen- aliviado y libera do. '
s1b1hzada ant e la menor diferencia que venga a confirmar o Me parece que la maternidad es la mayor experiencia de
invalidar estas representaciones, en la medida en que se una mujer en cuant o a este fenómeno. Entonces, en esos
negocia el lugar que ella a dquiere y la forma en la que este primeros instantes que siguen al nacimiento y en los que se
lugar es reconocido por el entorno: imagen de madre a sus siente tremendamente frágil, la joven madre no cesa de
propios ojos y lugar de m adre a los oj os de los demás. r edu cir la parte de incertidumbre en sus relaciones con su
Insisto sobre el hecho de que estas representaciones de la bebé . Sin embargo, en t anto que la madre joven continúe
madre colmada y de la madre per fecta son del orden de lo midiéndose con este absoluto, n.o puede, en efecto, hacer otra
im aginario. Son imágenes unificantes, pero imágenes de cosa que desilusionarse de sí mi sma.
Epinal que funcion a n en, nosotrns a pesar nuestro. Porque Hemos tratado de dem ostrar q ue m ás a llá de los avatares
esta s imágenes de Epinal son también una es tatua de piedra de su historia particular, en toda mujer las nociones de
cu yo zócalo está en cad a uno de nosotros. Se erigen a partir "madr e colm ada y calmante" y de "instinto maternal" son
de n uestra propia experiencia de r ecién nacido, en el primer imágenes unificantes que funcionan un cierto tiempo en
lazo arcaico con nuestra propia madre. Y a esta madre ella, a pesar suyo y d e su s próximos. Pero tampoco hay que
arcaica, todos la hemos aurehendido como una "totalidad" "tirar al bebé con el agua del baño" demasiado rápido, porque
En efecto, cualesquier~ hayan sido las particularidade~ este espejismo tiene su función: es en efecto esencial no
de esa mujer que es su madre, para el lactante su m a dre es abordar desde el comienzo las cosas p or el lado de la
el primer dato "absolu to". Y parecería que las madres incertid umbre y de Ja dificultad, con la posibilidad de renun-
Jóvenes, en el momento del nacimiento de su primer hijo, ciar ant e la amplitud de la tar ea. Cu a nto más lúcido se es ,
hacen de un a man era u ot:ra u na experiencia ex actamente men os riesgos s e corre n ... ¿a men os que u no los corra mejor?
inver s a: d el lado de la madre , este lazo del bebé a la madre Se oye a veces a los padres des animados expresar el véTtigo
u.e
..:¡ . V . ~ d: "H... as t a eme
es t a re1a.,1v1c_a . .
uno mismo - .a no
n o ""'S n,::i rh·
es frági~ p~~que es ~elativo: toda madre ha sido hija pequeña, -.!. ... ~ '-' · ..t-''-"- V....1. .__ , ;....o.
se convirt10 en muJer y luego en madre. ¡Y el todo no ajusta sabe lo que es" o bien "¡ Si yo hubiese sabido ... !", dando a
jamás de una manera ideal! Pero en est a toma de conciencia entender en esos m omentos que uno lo hubiese pens ado dos
de la relatividad, las jóven es parturientas permanecen ge- veces .
neralmente muy solas, porque en su entorno cada uno se Es frecuente que el sim ple hecho de fo rm ular el desa liento
p rotege del vértigo q ue le provocaría cuestionar en su madre testimonie u na atención confi able en la r espuesta posible del
esta r elatividad de la feminidad y de la infancia respecto a interfocutor. Una madre joven tomaba conciencia d e ello
la "imagén total" (o a la idea totalizante) que tenía h ace diciendo: "Es cierto, nosotras las m adres n o escuchamos
tiempo , cuando niño, d e su propia madr e. Hay siempre en bastante a los hombres." Pero antes de pÓder escuchar a su
nosotros un lugar de origen sobre el que n o nos volvemos hombre sin asustarse por adelantado de los propios decai-
jamás, u n punto ciego que actúa a pesar nuestro. A veces, en mientos femenin o-maternales, en esos tiempos inciertos del
(
!!
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·· -·· --·-----·------
170 171
para sacar a b 3 bebés a La calle -Eléonore JlLC uregunL k :ulución, c 1tonces la joven mach e se sien Lf:. autorizada,
v isiblemente aliviada al evocar un debate inteTior que pued~ ella también, para inventar para su recién nacido las res-
parecer anodino pero que había tomado ante sus ojos, en ese puestas que le convengan ... ¡aunque haga tonterías o repita
momento, una gran importancia, puesto que ella no sabía: las de su abuela o de su vecina de habitación! ¿Acaso las•
-Si quiero antes, ¿usted piensa que puedo hacerlo? madres jóvenes no retroceden a menudo por sí mismas de
A mi muy neutro: "Y bien señora, usted, ¿qué piensa actitudes que eran excesivas? Y a partir de allí ¿cómo no va
usted?", ella reflexiona en voz alta: a sentirse una madre adecuada justo-para este niño?
-Las tres semanas deben corresponder al comienzo de
las vacunas, pero yo lo amamanto, así .que él goza de mi
inmunidad ... si presto atención al tiempo, puedo sin duda
salir un poco ... Sí, lo haré como lo sienta ... no me atrevía a Transmisión y acompañamiento
decirlo ... " ¿Acaso Eléonore no acaba de formularse a sí
misma "un permiso de salida", un reencuentro con su liber-
tad de movimientos? Esa "otra madre" (o una nurse atenta, cálida y capaz de
Tomarse el tiempo para escucharse a sí misma, para gradaciones) representa el rol de una figura con la que
inventar .. . Parece que esto fuese especialmente difícil "para identificarse, pero también es la que valida el "sentirse
las mujeres en el transcurso de este período. Mientras que madre" y reconoce a la joven madre inexperta un lugar a
esperaban ver despertar en ellas, en medio del bienestar, ese título completo en el mundo de las mujeres-madres. Su
"instinto maternal" que parece tan natural a todo el mundo presencia opera una función de acompañante y de transmi-
Y extraer de él un saber-cómo-hacer infalible, descubren que sión de lo femenino . Puede suceder que sea la propia madre
"no saben desde el comienzo'\ Entonces buscan en las de la joven parturienta la que asume al lado de su hija e sta
personas en las que tienen confianza el hacerse decir aue doble función, pero, como lo hemos visto, puede ser también
están actuando bien; solicitan varias opiniones (que forz;o~a una tía, una enfermera, una hermana o una amiga cercana.
mente resultan contradictorias como ya lo hemos visto, si no Se puede t ambién destacar que es frecuente, en los grupos de
existiera más que una forma de "actqar bien" ¡se sabría!) lo hermanas y de amigas, a partir del momento en que una de
que las desorienta. Por reacción, terminan poco a poco por no ellas se embarcó en la aventura de la maternidad, que 1as
referirse más que a ellas :mismas, pero investigando febril- otras se sientan en cierta forma confiadas y no teman más,
mente en todos los libros de puericultura (que también a a su turno, tener un bebé. "SiCatherine pudo, porqué no voy
( menudo, ¡son contradictorios!) para encontrar en ellos LA a poder yo también!'', lo que origin a los nacimientos en
receta del Arte de acomodar los bebés, según la acertada cadena. Más allá de las personas reales frecuentemente
expresión de Genevieve Delsaisy de Parceval. Yo agrego "¡y evocadas, me interrogué sobre esta función de acompañante
las mamás"! En efecto, un matiz decisivo reside muy a y de transmisión a lo femenino tan a menudo encarnado en
menudo en la forma en la que una mujer ya madre, cuando la figura de "la matrona".
se le requiere un consejo o una opinión, va a responder a la Una joven partera relataba esta sorprendente. reflexión
madre inexperta que se dirige a ella. Si esta otra mujer, en de una gitana refiriéndose a ella, perpleja por ser atendida
lu~ar de lanzar como edicto la que cree ser la receta infalible, por una debutante tan atractiva: "Vos son una "chasse-
la informa de la manera en que, por su parte, llegó a elaborar femme, vos? Pero si no tenés pechos grandes! ... " Chasse-
172 173
1
(
¡
<
fomme ... en :": -1ces ¿une;_ mujer que despb.z,:xu<. a 12:s c ,,ras rec-1J.rso cc; _ rLra la ii1certid-u.r111Jru, apoyá11dose sobre otra
(¿por sujttV(JI1t1J.d?) 110 ..JJodría ser una ''sae-e': 1
1,.:? j I~v.,..a cor1tra-
-· ._,
;
u mujer tan relativa como el1a pero sólida. Haciendo el duelo
. poniéndose a María?¿ O bien la matrona debe renresentar a .
d e 1a Irnag·en d m~a d re. su.0111ne,
Le ' ,. . ¡_ l.. a rea1ic.1ad
élCeptirt , . ' ' ae
, este
'
ambas a l mismo tiempo sin en carnar ni la una ~i la otra?
1
174 175
__.'.!.!
'
propia, ::...m a riesgo de cometer "errore::", .
la mac' e ; Joven de ha t mamado, Ja hija s s ..~ stira y r:tira a su alrededor ...
busca con su recién nacido, sin tenwres, el ritmo que le "Las relaciones con el bebé son un descubrimiento, tengo el
conviene: "Me dicen diez minutos en cada pecho, no más. Al . sentimiento de inventar al mundo ..." Y más adelante, en la
comienzo, yo miraba mi.reloj; a los diez minutos en punto entrevista, Chantal se sorprende: "Pero sigo sin saber toda-
interrumpía, ella lloraba. No sabía qué hacer. Ahora, le doy vía qué significa ser madre ... No tengo instintos, las cosas no
(
el pecho sin mirar la hora, ella mama alrededor de veinte se me ocurren solas, no tengo la impresión de saber sino de
minutos en cada seno, y cuando está en calma, le cambio la descubrir ... "
muda. Después, ella estira sus brazos, mira, está bien, es
nuestro momento exclusivo. Cuando tiene sueño bosteza y la
acuesto. Ahora llora cuando tiene hanibre o sueño, para
decirme algo. Pueden decirme lo que quieran, pero yo creo "La madre suficientemente buena"
que todo va mucho mejor así. Además mi vecina, que salió
ayer, me aprueba. Ella sabe, es su segundo."
Aunque una se apoye en si misma, de cualquier manera Posiblemente estamos acá frente a lo que el psicoanalista
siente una necesidad de reaseguro y de aliento. Eso le Winnicott define como una "enfermedad normal", esta "pre-
sucedió a J oelle que vacilaba re,specto al amamantamiento: ocupación maternal primaria" en la que, durante las prime-
"Cuando estaba embarazada había decidido alimentar a mi ras épocas, la madre está enteramente pendiente de su bebé.
bebé con biberón. Y luego, cuando nació mi hija cambié de Si no lo confundimos con el llamado "instinto maternal", es
idea y la puse al pecho. No soportaba la distribución de los interesante determinar ese momento en el que la madre
biberones a horas fijas, que nos obligaba a despertar a los establece relaciones satisfactorias con su hijo, satisfactorias
bebés aunque n o tuviesen pambre. Mi hermana me dijo: para ella y para él. Poco a poco, a lo largo de esos pequeños,
«Desconfía, no vas a salir de esto, va a estar siempre colgada momentos que solamente les pertenecen a ellos, lejos de
de tus senos, no tendrás ni un minuto para tí. .. " ¡No veo por querer ser perfecta para él, ella se afirma sobre su capacidad
qué tengo que desconfiar de esa maner a de mi hijo! Lo único para inventar las respuestas que convienen "lo suficiente" a
que lamento es no haber preparado mis senos, tengo grietas este bebé y se convierte, a sus propios ojos, en una madre
yes tremendamente dolornso. Mi vecina de habitación había adecuada.
l.
adopt\3.do un ritmo: no me nos de dos horas y media entre las No se pued e confundir la preocupación obsesiva einfalible
mamadas y no más de cuatro horas y media, salvo a la de esas "super-madres" cuando se identifican con la imagen
noche ... Eso se regula solo, de hecho, si una no está demasia- de la Todo-Buen a-1\/Iadre (y es evidente lo que la representa-
do pendiente del reloj .. ." ción de este rol puede esconder, sin embargo, de inquietudes)
Pero más allá de las "eiecciones técnicas", se trata tam- con ese sentimiento de "inventar al mundo" al que llega esta
bién de un descubrimiento radical, como para Chantal, una mujer, sobre un fondo de dudas, en y a través de la :relación
madre joven de veintidós años que cuenta su evolución: "Al con su hijo.
comienzo, en los dos primeros días de vida de mi hija, se me De la misma manera el niño llegará, poco a poco, en la
hacía difícil darme cuenta de lo que sucedía. Y o no sabía bien alternancia de lapresencia-ausenciade su madre, a integrar
1 qué era un bebé ... " Luego Chai1tal describe con ternura y la permanencia del otro y la suya, y a "hacer la experiencia
( maravillada algunos de esos momentos en los que, después
! de la soledad apacible en presencia de su madre" y acaso
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LA 1\1".ADRE INCONCEBIBLE
178
Atacada por una fiebre inexplicable, Ai:cha no puede mejo-
rarse ni curar su cesárea. Yasmina no puede mirar a su,
recién nacido, porque le tiene miedo y lo rechaza. Martine,
que fue golpeada en otras épocas, tiene miedo de pegar a su
hija y no mira ni toca a su hijo. La señora M. abandona su
vientre envenenado y se retira del mundo. Los padres
infantiles esconden su fragilidad bajo su vehemencia. Elegí
encarar una "imagen fija" sobre cinco situaciones difíciles
que permiten poner en evidencia procesos que trabajan en el
inconsciente en forma habitualmente fugaz, lábil y transito-
ria cuando todo sucede "normalmente". Acá, las manifesta-
ciones de "fracturas psíquicas" están fijadas y amplificadas,
y frente a los límites de nuestra intervención, podemos
interrogarnos sobre las posibilidades de reconstrucción . -
El acto extraño,
una fm:·ma de hablar
, _
181
persona desamparada, en "formas de hablar" a las que asistente social, la puericuJtora o la r11aestra.~.1-iasta aue sus
justamente les faltan las palabras. Ante la incapacidad de lágrimas esparcidas terminen -por caer en las orejas d~ la usi
ex11resa.r directame11te 's-a sufri1niento (e i11clusiv·e llegar1do más cercana... ~ ' ~
a negar totalmente su existencia) lo que nos informa real .. • Con frecuencia, en el momento en que un equipo "se
r.nente acerca de este desamparo es el impacto suscitado en aescarga" sobre una psi, que enuncia sus perplejidades, sus
su entorno. emociones excesivas, las rnpeticiones, los tropiezos v los
Por ello, a veces m.e fue necesario hacer una selección de fracasos de un trabajo (que sin embargo ha sido r~uy ad~cua
los detalles o de los acontecimientos que me parecieron en su do pa:ra ese padr e o ese niño), relatando lo que no pudo menos
momento más elocuentes , justamente porque "hacían ha- que oír como palabras singulares pero sin encontrarles el
blar" al equipo médico y a las otras madres, pero evidente- h ilo por el momento, cambian su escucha y su trabajo .
mente, esta selección es bastante arbitraria. Aynque más no sea porque si las cosas siguen andando mal,
Algunas veces en la maternidad, durante la pausa del café ahora .corresponden al conocimiento profesional de la psi. Al
de la mañana, las enfermeras del equipo me decían: "Esta defenaer menos su imagen de "buenos profesionales" frente
madre recibió pocas visitas, tal otrn tiene fiebre y se siente a un eventual fracaso, el equipo reacciona menos viscera1-
fatigada, yo hablé con ella ayer pero hoy no tengo tiempo, mente y, por eso mism.o, escucha mejor.
puede ser que hablar u n poco le haga bien ... " O también: "Tal Al sentirse menos juzgado si no m~j or atendido, el efecto
madre tiene un comportamiento con su hija que me parece "boome:rang" para este padre o este niño consiste en aue el
curioso ... " Inclusive si el problema podia parecer "leve" en sufrimiento se "descongela" en él (inclusive acentuánd~se en
una primeTa aproximación, desde el momento en que exis- el primer momento). E1 primer trabajo de reconocimiento de
tía, el equipo le prestaba atención. A menudo éramos condu- su pena en sí mismo, que es el esbozo de una expresión
cidas a reunir expresiones esparcidas y m.uchas veces con- verbal, puede entonces comenzar.
tradictorias que habíamos recogido de una madre, unas y
otras, con el objeto de intentaT comprender, detrás del
rechazo a mirar o a tomar al hijo en sus brazos, qué es lo que
se jugaba en ella de dolor y de dificultades. Con frecuencia
las enfermeras, las nurses y las parteras me dijeron luego
que, confront adas con situaciones inexplicables o difíciles de
vivir, el poder "hablar de ellas al dfa siguiente con la psi" les
permitía reaccionar en el momento n1enos visceralmente
frente a tales hechos, reteniéndose de juzgar a la mujer como
"buena" o "mala" madre, afinando así su escucha y su
acompañamiento.
Es frecuente que los "psi de campo" sean solicitados
indirectamente por un pariente desorientado o por un pe-
queño que, no pudiendo hablar de sí mismo o gritar que le
duele, se las arregla para hacer hablar de él en todas partes,
182 183
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LA IMPOSIBLE PURIFICACION
POSPARTO
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el emocional y que ne se concre- nacer mal
taba la última rotación. La cabeza del bebé se nresentaba nor
su diámetro mayor y luego de ensayos infructuosos p~ra
ubicar al bebé con ayuda de fórceps, el equipo médico decidió El cuerpo de una mujer se hace "sospechoso" en cuanto no
la cesárea. ~
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Cor1 inarcacios gestos a lT11 vez, le explico entonces el realidad un acontecimiento viene a dar un pretexto para
conjunto del proceso, subrayando que en esos casos no es esta representación, entonces la culpabilidad petrifica a la
culpa del cuerpo de ella, son cosas que suceden. A veces las madre, para la que curarse sígnifica recuperarse a pesar del
parteras consiguen hacer girar la cabeza del bebé, a veces no, daño que ha hecho a su hijo al no haber sabido hacerlo nacer.
Y"'lltOPN'S D'"'ª av1vl9r al h""b¿ a 1;:v•pr sin qu"' su+'ra DOr PSa
1
¿Cómo "tenerse en pie" después de esto? :No curarse, no
d;m;;~:h~y :¡t~e ~;~~~.r de ~ri:s~~ ,~;~b.a p·a~re~e ~l~prÍnci~io cerrar la herida, es negarse a repararse cuando se ha hecho
tranquilizada por esta "reconsideración" que no evoca una daño al recién nacido, que debió nacer a pesar de su madre,
"falta" sino el tiempo y la urgencia. Luego, volviendo a lo que de alguna mai').era a hurtadillas.
la preocupa, dice: Las mujeres cesa:rizadas experimentan muchas veces, de
-No se cierra ... (ella no. se levanta, a pesar de que las una manera difusa, esa inquietud infinita en cuanto a sn
enfermeras se lo sugirieron varias veces) . capacidad de reparar, de repararse. Expresan con frecuen-
Yo le pregunto: --¿Tiene miedo de que la cicatriz se abra? cia esta queja: "No me dijeron por qué fue necesario que me
¿Por eso no se levanta? operen para que mi bebé nazca." Sin embargo el "porqué" ha
-Sí. sido explicado "mecánicamente" a :menudo ... y comprendido.
Entonces yo entrecrucé los dedos de mis dos manos y le Pero todo sucede como si las mujeres cesarizadas se repro-
expliqué que los tejidos del cuerpo s'e cerraban así, que se charan a sí mismas la "falta" de haber querido escapar al
requería un cierto tiempo, pero que era sólido. "Igual que un dolor, de haberse sustraído "a algo", ese algo que "no se
corte en un dedo. Al comienzo se ven los dos bordes del corte, explica. Se reprochan su reticencia para hacer nacer un hijo
luego eso se cierra poco a poco y luego, de pronto está curado, en un mundo incapaz de protegerlos de eso, con la culpabi-
tan fuerte como antes." lidad inherente a este pánico: "¿Soy una madre posible si
Estas simples palabras sobre el cuerpo que uno observa renuncio?" La cicatriz firrna esta sensación de "fracaso":
desde el exterior pero que se repara por sí mismo desde el "Fracasé en mi parto". Su incertidun~bre sobre su materni-
interior, permitieron aAicha representarse en primer lugaT dad se expresa detrás del miedo a que ese bebé no sea su_ bebé
la reparación como posible. Reparación de la "falta" (por con absoluta seguridad, puesto que su madre no estaba
tener un cuerpo "malo" por muy pequeño y que ahora no verdaderarr1ente allí.
tenía que moverse ni repararse por no haber hecho lo que Al rnpresenta:rse como no habiendo podido hacer nacer su
debía) y sobre todo, reparación de ella misma, puesta nueva- hijo, o habiéndolo hecho nacer mal, las madres cesa:rizadas
mente de acuerdo con el proceso natural de la obra "de su dudan profundamente de su derecho a ser una madre para ese
cuerpo que se defiende:' sin que ella tenga :necesidad de recién nacido. Hav como una deuda, una :renaración ir@osible
rechazarlo o de quererlo. Ese mismo cuerpo, ayudado por los de sí misma con r~specto a este hijo, inclusi,;e respecto al padre
médicos a abrirse para que su bebé pueda nacer, podrá de su hijo o a su propia madre. Extraño en este nacimiento, el
volver a pertenecerle. bebé sigue siendo para su madre un extraño.
186 187
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"La ausencia" d e la madre Úurante el nacimiento por ciencia", es porque está posiblemente en ellas . El traLtjo del
cesárea complica profundamente la "adopción" del lactante_ entorno consiste simplemente en encontrarlo y hacerlo emer-
Eso que de ordinario representa ya un pasaje entre el sueño ger_
' 1 y la realidad nq siempre fácil, como vimos, para las madres Pero existen también m ujeres para las que la hostilidad,
que parieron "normalmente", se hace aquí más problemáti-
l co. Es necesario en especial, que un "testigo" pueda ser
solicitado eventualmente para "contener" el primer senti-
la indiferencia o el rechazo respecto al hijo parecen sobrepa-
sar los juegos de las identificaciones a las figuras de "buena"
o mala" madre y revelan en ellas la imposibilidad misma de
miento de extrañeza de la madre. Alguien distinto a ella que encararse como madres_ E sto sucedió con esta madre "que no
1 pueda asegurar que ese bebé es el suyo con seguridad, podía mirar a su hijo''.
descargándola parcialmente de sus dudas, como lo expresa-
ba con humor Amélie: "Mi marido estaba allí, ahora, ¡si él se
equivocó de bebé!"
Sabemos también hasta qué punto el exilio real, al sepa-
rarnos de 1a posibilidad de r ecurrir al entorno familiar que
nos reafirma, refuerza la sensación de soledad. Pero, para
repararse, es necesario sentir que nuestra curación es de-
seable a los ojos del mundo que nos rodea y que se nos espera
en condiciones para retomar por entero el curso de las cosas.
De manera que, por una parte Aicha había vivido su
cesárea como un "juicio de insuficiencia" y por otra no había,
en su entorno, nadie para rehumanizar esta operación
hablándole en su idioma y con sus referencias culturales,
como de un hecho sucedido a otras mujeres conocidas de ella
y que no se sintieron des honradas ni malas madres por eso .
El hecho de que, aunque extranjera, yo le hablé como mujer,
en su habitación y no a través de un acto médico, pudo
asegurar parcialmente esta función de vínculo, desconge-
lando el juicio interior que Aicha tenía inconscientemente
sobre sí misma y que la impedía ... El acontecimiento, para
volver a su historia_ El hecho es que rápidamente bajó la
fiebre y que esta mujer "se tuvo en pie". ¿No era su dignidad
la que se levantaba, en este caso?
Para estas mujeres fragilizadas, el clivaje que existe entre
ellas mismas (aisladas, asustadas) y el afuera (percibido. ··J;,
como hostil a veces, pero también probablemente como
factor de ayuda y de sentido). Si este reconocimiento de su
ri., posición opera y las ayuda a franquear ese "juicio de insufi-
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QUE NO PODIA MIRAR AL HIJO
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mujeres de su cultura, la compm~ción cont-.. ~ta con ?tros ¿De qué :rechazo
partos bajo cesárea, otras matermda¿es t~r?ias;, hu~1e~en habla el rechazo'?
nodido colaborar para sostenerla e rnscnbirla orgamca-
~ente" en el mundo de las madres (¡aunque más no fuera en
el mundo de las "madres de hijas"!) sobreponiéndose así al E videntemente, yo había renunciado a "demostrar" en la
terrible "Quien no tiene un hijo varón no es todavía madre" realidad este proceso de proyección. Corno muy a menudo en
como significante de que la vida pasa de costado para las ese tipo de circunstancias, me limité ante todo a escuchar a
mujeres que ponen h~as en el mundo. . . . . Y asmina hablar de su recorrido de muier casada tardíamen-
Pero Yasmina está especialmente aislada, srn rec1b1r n~ te con un hombre al que evidentem~nte no estimaba, no
correo ni visitas. Y manifiestamente, su rechazo al bebe deseaba ni amaba, culpabilizada por no haber tenido un hijo
sobrepasa la "decepción tradicional". Durante las brev_e_s, cuando era más j oven , profundamente decepcionada porque
escasas y reticentes visitas que Y asmina hace a su recien la criatura sea finalmente una niña. Era necesario que "lo
nacida en la terapia intermedia neonatal -y que, por su ma lo" que e11"ª v1via
., respecto , al'bb'"
e e 1uese expresa d o- como
actitud forzada y rígida parecen serle muy penosas- sus tal desde el primer momento, con el objetivo de intentar, en
comentarios con respecto a su hija son negativos: una segunda etapa, disociar al bebé de los r encores mater··
)
-Este bebé está enfermo, es necesario que se quede, es nales. La primera vertiente de m i trabajo consistió entonces
muy pequeña, es muy flaca, no es linda. No me sonríe, no me en escuchar la histoTia de hija y de mujer de Yasmina, sin
quiere ... . . . . evocar nunca por mi propia iniciativa la realidad de su bebé.
Ningún problema de orden médico Justifica un control Solamente cuando Yasmina, por sí misma, comenzaba a
particular de la recién nacida. Las nurses dicen: "Conserva- hablar de su hija, yo vinculaba entonces los sentimientos
mos a la niña en la terapia intermedia, porque su madre n~o negativos que experimentaba con respecto al bebé con sus
la quiere." Además, todo lo que las ?-urs_es tratan de dec1~ propias dificultades en el transcurso de su infancia y de su
para demostrar que la pequeña marcha bien, que es un bebe trayectoria de mujer: "Comprendo que es muy difícil aceptar
grande y lindo que se comporta "normalmente" respect_o a su el tener una hija mujer cuando se conoce la vida que usted
madre, no sirve para nada y desencadena en ella :res1st~n tuvo cuando era niña y ese sentimiento que se desprende del
cias cada vez más obstinadas. Manifiestamente Y asmma h echo de que las mujeres son «prisioneras» ... Y su madre,
coloca en su criatura los sentimientos de rechazo que ella ¿cómo era con usted?" En aquella época, la madre de Yasmi-
misma siente con respecto a la niña. Estas pr?yecciones en na tam.poco se mostró entusiasmada al tener una hija más,
forma de justificación se sostienen y tratan de demostrar: puesto que al no haber podido dar a luz un hijo varón se
"No soy yo la que soy una mala madre que rechaza a su ~ija, encontró amenazada de repudio por su marido y su suegra ...
es mi bebé el que es un mal bebé y me rechaza, a m1., su La octava hija, Y asmina, fue entonces totalmente rechazada
madre." por una madre que la dejó directamente caer en un rincón y
se ap resuró a cuidar a 1os v arnnes de sus hermanas mayores,
lo que la vengaba también así de la maia suerte, y sin duda
t:
f 1 evitaba que se deprimiera a fondo por su estatus de "madre
( de hijas" y de mujer rechazada.
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día, mira a su a adulta dece-ccionantes. Yasmina solicitó tímidamente a las
largo tiempo en silencio nu:rses que llevar an a s u hija a veces a dormir a su habitación
1 . . . , "d
cerca suyo. -Los u.ias
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s1g111em;es, eL equipo se ocupo e
pasane' pau_al t man1enr,e
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' " de
' l_os cu1c.a_· ' d.'os, re t ~ m"'n
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Una día, habiendo llorado mucho por ~ste rechazo terrible, dolos a su cargo cuando ia angustia y la pen a de Yasmma se
y recuperado un poco de la propia confianza, Y asmina me hacían demasiado intensas. Frágil y paciente retejido em-
?ide que ~a '.3-compañe hasta la vitrina de la sala de terapia . por estas otras ffiUJeres,
prendido . a..11'l dona
' ' e se d' es·1IHacna.Da
., ' '
mtermed ia (me pareció una iniciativa importante y un signo la trarna. ¿Pero después, cuando estuviese nuevamente
favorable, puesto que Y asmina parecía m enos temerosa a sola?
sentirse "rech azada"). Una vez allí, contemnló largamente a
su hija en silencio. En ese silencio, oigo en"voz m uy baja la
interrogación perpleja: "¿Qué va a ser de ella?"
H a bien do llorado s u propia pena anterior de niña; ¿era
ést e el signo de que Yasmina podía en el presente sobrepo-
nerse, frente a esta otra niña, de su decepción por n o habe:r
tenido un varón, es decir, no haber tenid~ el bebé "satisfac- '
Visto desde afuera , se puede pensar que "lo que hace falta es
torio" que ella misma no significó para su propia madre? tiempo" y eme es normal que nuestra inicial "idea de nosot r as
Sus lág:rimas correspondieron a su infancia . Pero en tanto
que adulta también Yasmina seguía siendo decevcionante
no
mis~as 'coi.r10 madres" se ajuste desde el primer momen-
to. una v ez nacido el hijo, con los acontecimientos. Es cierto
para siempre en todo, puesto que al no dar a luz un' varón, no p~ro ¡el tjempo no lo hace todo ... solo! "No se nace madre, ~e
podía ni siquiera esperar ser restaurada tardíamente como Ilega a ser", es -oosible ded:r siguiendo a Simone de Beanv01r.
hija a·apesar de ello válida a los ojos de su madre ,aue
. no tenía Llegar a ser u~a madre es p recisa men te aceptar analizar,
cons1 eración m ás que nor las hí.ias a u e hacían varon<>.'l . .e a
etapa por etap a, com ,
o l1a i.Hl.SWna
. ' . . ·1
se l.nscrrne en noso1,r s y
Cuando la m a dre de Ya~mina arr~j6 a'su última hija ~-~1~ nos inscribe , a nosotras y a nuestros h ij os, en una tempora-
rincón, como un desecho que no cuenta, para d edicarse a sus lidad que nos 'precede y que vamos a transmitir y que va a
?obrino~, l a perspectiva de existir para Yasmina se fijó en el suceder nos .. P ero de la que tamb ién participamos fab ri-
hecho s nnple de t ener o no lo que p n rl.;cs e satisfacer a la cándola.
madre, sin poder ser n i devenir. ¿Le será posible a Yasm ina E n nuestra cultura, desde hace una t reintena de a ños
inscribirse en una historia de madnO!? En un arranque de (después de que sus madres demostraron su capacidad en
orgullo femenino, le digo entonces a Y asmina: "Es bella su todo~ los a spectos del universo social y del trn.~3:~º) las hijas
hija, se conver tirá en una bella mujer, corno usted, dará a luz mujer es son acepta das culturalmente como mJOS a parte
sus hijos, como u sted ..." 6tuizá el haber sido enca rada como enter a y raramente se sien.ten desvalorizadas como t ales .
1
"be·1 ~" 11 «bu·en a"
- a ~..raves
· , d.e ese b'e.b'e en1gmatico,
· , · que
. . 1a . ·' Son a cept adas por lo que son , y s on felices por serlo. E n
mcl us1ve po~lr:ía querer parecérsele un día a pesar de lo que reacciórÍ contra las r ecientes olas de divorcios y de células
ella no es ni será jamás, ayudó a Yasmina, por otra parte mononarentales, las jóvene s generaciones vuelven a los
extrema damente aislada, u comenzar a reconciliarse con , de "pareJa
modelos . a largo. p1azo
1 " ~ " es t a b'l"
y 1..1.e 1 1°d aa·¡ f_amuar-¡ . . "
esta maternidad a pesar de su doble identidad de niña y de (posiblemente sobre bases muy idealizadas), pero se difer en-
194 195 _
cüm de los modelos an L xiores del Lmtrimonio en que (o mejor que) madre. día en el que se co :, vierten e
mente se disocia netamente nuestra identidad socíal del miqeres.
compromiso en el casamiento y la maternidad. Cualquier
niña europea sabe bien que hoy por hoy ser una mujer no
significa forzosamente ser madre, ni la inversa. Y que ser
una madre tampoco pasa por el hecho de t ener a cualquier ".AJ:u:;¡ra que puGist~
precio una niña o un varón. La jerarquía por el orgullo de su un ?01ijo en e! mundo ..."
sexo tendría inclusive tendencia a invertirse. "¡Las niñas de
todas maneras son menos ton tas!" dice la mía, como la mayor
parte de las niñas de diez años . Y agrega: "No estoy segura E:se bebé que, madre joven, se acuna en brazos, al comienzo
que más adelante quiera casarme y tener hijos. Y o quiero ser se piensa que será eterno. Y luego, el tiempo pasa rápido;
«diplomática de la paz» y que se dejen de pudrir al planeta "antes" una no se daba cuenta. Cuando se pone un hijo en el
con las guerras y la polución. En cuanto a los bebés, no sé. Ya mundo, desde el primer instante de su concepción él no se
veré." Sabia determinación de no querer ser otra que ella pertenece más que a sí mismo ... " Sus hijos no son sus hijos,
m isma en cada etapa de su vida. Pero no olvidernos que a ustedes son el arco y ellos la flecha" , escribe el poeta Kalhil
pesar de todo, la niña pequeña (de la misma manéra que el Gibran. 1 La vida no nos pertenece, pasa a través nuestro. Y
varón con respecto a su padre) necesita tieinpo para aceptar prestamos a nuestros hijos un fraginento de la nuestra, ése
que "ella no es su marná", que ella no es "todavía inujer", que que requieren para emprender su vuelo y no necesitarnos. Y
ella "tendrá más adelante" los senos que crecerán, las reglas sin embargo, aunque las referencias culturales sean distin-
que aparecerán, el homenaje y el deseo de los .hombres y, tas y los porvenires encarables socialmente, muy desigua-
corno le decía a mi madre la pequefta que yo era a los cuatro les, en cu'alquier lugar del planeta humano, parecería que
años: "Tu bebé, tu oficio, tu coche ... " Como en todos los pocas mujeres , aun lastimadas en otras épocas, son insensi-
cuentos de hadas las nifias de hoy siguen soñando en un bles a este mandamiento: "Ahora que pusiste un hijo en el
rincón de sí mismas que un día, un príncipe encantador mundo, tienes el deber de conducirlo de la mejor manera a
(médico del mundo o estudiante actualrnente fracasado) su madurez y a su autonomía."Winnicott subraya inclusive
aparecerá (en skating o en Kavvasaki) y se casarán (con los con respecto a los padres que este deber absoluto les ordena
compañeros rockeros y sin los padres) y tendrán muchos no desfallecer ni morir antes que esa tarea esté, si no
hijos (apasionados del rap y de la navegación a vela) con los cumplida, por lo menos bien encaminada. ¿Y qué padre lo
que, evidentemente, darán la vuelta al mi._mdo en una casa ignora? Inclusive, cuando a causa de heridas anteriores, se
rodante. Redactará su tesis mientras hace hervir algo en la experimentara la tentación de detener la vida en uno mismo.
olla, ocupándose alegremente de la comida y de los niños, y A una pequeña que había sobrevivido a una tentativa de
más tarde tomará el relevo . Aun si integran activamente la asesinato, Frarn;oise Dolto le decía: "Y bien, ahora que
dimensión del trabajo y de la realización personal, que elegiste vivir, itienes el deber de vivir plenamente!" Esto
pueden tener que atravesar en diversas etapas, varios sirve para apuntalar en ella todos sus impulsos para liberar-
oficios, varios amantes, la autonomía, la creatividad y la se de la locura de los otros.
investigación, las pequeflas de hoy siguen anticipando para
crecer, ese "un día" en el que se realizarán "finalmente" como
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repentina , su propio padre: "Arthur estal:a sentad · ::-:obre
zo la dificultad atrás de un juicio de "madre imposible"? Yo el sillón. Yo grité: '¡Qué desorden!, camina para tu pieza!"' El
no pretendo acá que se puedan hacer milagros, ni .que hay me miró, aterrado. Le pedí disculpas. Pero eso no sirvió para
qüe tratar a cualquier precio de que una madre mire a su calmar mis remordimient os, estaba completamente destrui-
hijo. Pero no se tiene derecho a decir "hay que" o "no hay que" da . De pronto recordé que mi propia madre nos prohibía
separar de todas maneras al bebé de su-madre inconcebible, "revolcarnos" en los sillones del salón .. ."
por lo menos hasta haber intentado comprender por qué ella Pero la mayor parte de las veces, cuando somos testigos de
se convirtió en eso. O a la inversa , predicar "el lazo maternal" tal fenómeno de rechazo maternal, desviando la mirada de
a cualquier precio. La vida requiere un poco más de seriedad. nuestros propios fantasmas, resistimos a estas preguntas
Con frecuencia, la precipitación 'por juzgar antes de pen- molestas rechazando a la madre y sintiendo pena por el niño.
sar es la que produce estas catástrofes seguras. Siempre se ¿A qué riesgo inimaginable corrido alguna vez, a qué
dispone de un poco de tiempo . Insisto en esto simplemente incapacidad, inclusive a qué tentación nos obliga a enfren-
para subrayar que "siempre apurados por querer lograrlo tarnos esta escena?
todo", decimos a veces con demasiado apuro que "esa madre
es espantosa".
Sin embargo, por una pm-te, cualquier respuesta de su 1
entorno produce siempre sobre ella un efecto y esta respues- "¿Perdí mis papeles
ta puede ser tanto un factor de bloqueo y de encierro, como de identidad!"
la oportunidad de iniciar un psicoanálisis o una psicotera-
pia, con el tiempo y el costo psíquico que estos dos caminos
comportan. Conviene no desechar "el mamen to fecundo" que Más a llf,t de la actitud del personal de atención curativa y de
representa cualquier crisis alrededor del nacimiento de un sus capacidades, hay situaciones en las que no se puede
hijo para ayudar a la madre, por lo menos parcialmente, a intentar gran cosa por una madre con dificultades . Recuerdo
darse cuenta del sentido de su dificultad. en este momento una escena fuerte y espectacular de una
Pero el impacto de esas "crisis" que encontramos en mujer en pleno "delirio posparto" que gTitaba en la calle
situación "profesiona l" p¡._1ede conducirnos a reflexionar "per- "¡Perdí mis papeles de identidad!" En el momento de aban-
sonalmente" más adelante acerca de un sentimiento confuso donar a su hija de pocos días de edad en Ia maternidad, se
que experimentamos en tanto que padres, como lo testimo- negó a subir a la ambulancia que debía llevar la hacia el
nia este joven psicólogo: "Cuando chico, tenía miedo de mi servicio de psiquiatría en el que estaba internada. El bebé
padre, un miedo físico . Temblaba cada vez que se me acerca- sería tomado a cargo por la D.D.A.S.S. Para el caso, no había
ba. Es terrible, porque cuando jugueteo con mi hija, la tiro -considerando las estructuras psiquiátricas tales como son
por el aire y la vuelvo a recoger en mis brazos, sorprendo en (y no siempre tales como deberían ser)- ninguna otra solu-
sus oj os el mismo miedo. Y sin embargo, no puedo evitarlo. ción razonable que cuidar a la madre y lograr una adopción
¿Es para inmunizarla a s u vez de mi propio pánico infantil? para el niño . Aunque el profesor Recamíer ha trabajado en
Pero también es aterrorizante. ¿Por qué hago eso?" Los eq uipo sobre la posibilidad de la renovación de los 1azos de
testimonios de este tipo son frecuentes, en los que una cólera las madres psicóticas con su propia infancia y sus bebés
repentina, "incomprensible" con respecto al niño, sorprendi- -renovación muy delicada y siempre llena de obstáculos-
do, conduce al padre a recordar una cólera "incomprensible",
201
200
para calmarla. No olvido el senti:miento de impotencia que el hiJo, .puede sostener a esas .n:ujer.es par~ _1•einte~rar~e,
sentí y, por la austeridad hacia la 9:ue me condujo, en lo que
9.hora o más adelante, con "su" histona de nma lasti:ni:H1a,
me concierne agradezco a esta muJer. camino sin el cual no hay acceso posible a la matermdad.
En este caso, qué había para decirle que pudiese ser
't._.r 0
{'r: -~r--o
-" "'i r1n
~
.J. ' r>ecrnr'1·
b - ,_. -~
)...) .... ;.i·,. in'
'-1 .!.l.. - ... cam·_ ino? ¿'Cómo reconciliarse con
J. .
escuchado por ella más que: "Le prometo que iré a hablar con es~ bebé que decepciona todos los sueños imposibles de
su b ebé. Ust ed está inquieta y se siente perdida. Es necesa- r.eparaciór;? ¿Cómo aceptar a una niña cuando un varón_~ª
rio que uste d regrese 'allá' y le hable de esto a su~ médic~~~': hubiese convertido en una verdadera :madre y en u_na h1Ja
lo que de cualquier manera la serenó un poco y le permh10 aceptable? ¿'ilué es lo que permitirá por ú~timo identificarse
partir sin tener el sentimiento total de dejar acá s u identi- con una firrura de madre cuando una m1sma, pm ser una
dad. Sentada en la amb ulancia, antes de que se cerraran las niña, decepcionó a la suya? ¿Cómo reparar sola su matem.i-
puertas, me estrechó las manos. . dad cuando se hereda una madre irreparada? Ent onces la
·· Fui a ver a la recién nacida que se despertaba en la sala muier vuelve sus imprecaciones contra. sí rn.isma y vive
de terapia intermedia y le dije ~sto, porque m e pareció justo realmente su "maldad". Prefiere no ver a su hija porque se
no ocu ltarle la verdad a esta niña: "Acabo de. ver partir a tu siente peligrosa para ella. Y no puede amar a la niña porque
madre de nacimiento. Puede suceder que sea muy dificil -
no puede "amarse a 1,raves ne J. , J 'l ,,
eLa . _ .
para una madre cuidar a su hijo como se debe. Sucede con Como lo hacen las nurses en presencia de Yasmma,
fre cuencia que es porque nadie la cuidó cuando niña. Es así. prodigar los cuidados necesanos . al. bebe - , en presen~m . ~k '.o
s~
l1
Les llevará tiempo a los médicos poder ayudarla. Y sucede madre, que no.se siente directamente capaz por s1 m1sm~;
siempre en estos casos qµe hay otras personas para .cuidar nuede permitirle de scubr ir que no es tan pehgrosa para _?1
de los niños y ayudarlos a crecer. Ahora que nacrnte, el ~orno tern.e, puesto que ella es, a través de l~s palabras d~ _ia
mundo te pertenece. Apóyate sobre los adultos que te darán nurse, el referente de los cuidados que conciernen~ su h1JO.
confianza en ti misma para que ocupes t u lugar." N o sé qué Evidentemente, la condición es que la nurse o el equ1po n o se
es lo que la pequeña niña oyó de mis palabras. No pude evitar considere en ningún cas o con respecto al bebé como una
el decirle eso . Y no olvidé su rostro. Su expresión se parecía madre sustituta, una Buena en lugar de 1a ~lala, ~i;10 co~i10
a un apretón de manos. un "interin ato maternal", a la espera. A partir de aih pueaen
En ñn, ¿qué es lo que nos expresan además Aicha y elaborarse poco a poco las representaciones de sí misrn.a
Yasmina, esas mujeres con problemas que no se han vuelto como madre posible.
"locas" pero que no pueden "mantenerse en pie", mir ar de Cuando ot~as mujeres cuidan el bebé en presencia de la
frente a su hija o calmar su propia fiebre, s ino que algo en 0
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ellas no está en el lugar exacto que les permitir ía asumir esa a1 niño, entonces la madre se siente parcialm ente contemda
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y protegida de la culpa pur tener que alejar al hijo de Ei nar esa mirada.... Joan s ; a ísla. se ausenta, y la .1e uide-
r:iisma, o bien alejarse ella del niño. Porque este alejamiento ce. ¿Es posible seguir esperando? Fu'e entonces q{_¡e la ~adre
de las madres también debe ser escuchado como un extraño de Joan entró, triste, gris, inquieta y despeinada. Yo cerré el
acto de amor, que una madre maghrebina formuló una vez cuaderno. Martille se dejó caer sobre una silla.
claramente de esta manera: "Yo tengo mal de ojo. Si miro a -"Anne es hija de mi primer rnm·ido. Mi marido murió
mi hijo, lo agarra ¿viste?" hace justamente un año. Estaba en casa, con tubos por todas
partes, hacia el fin . El papá de ,Joan es mi marido actual al
que usted conoce." Martine, la m adre herida de Aune y de
Joan llora. "Envié a Anne a casa de mi madre, los últimos
Joan, fa criatura que esperó tiempos, para poder cuidar a su padre. Ella me lo reprocha.
Se volvió muy dura A--l1ne. ¿Es por eso? Es demasiado dura.
Tengo miedo de pegarle". Martine llora, con la cabeza baja.
J oan, por su parte, esperó para nacer que su madre termina- Es grande, muy arreglada por todas partes, tiene un vestido
ra con el "mal de ojo". A los ocho meses, cuando llegó a la largo con flores violetas, zapatos :rosados, llora como una
guardería, Joan era un bebé minúsculo, poco diferente en criatura,,. corno una nifía. Es demasiado pesado. Continúa:
tamaño y en atención del bebé de tres meses que acababa de _-A m1 me pegaban. Yo era la mayor, hacía todo en la casa,
entrar en la sección. Sin embargo ¡Joan tenía una mirada! m1 madre bebía, mi padre bebía, me golpeaban. Con. una
U na mirada oscura que parecía quemar intensamente. escoba. Yo me ocupaba sola de los ocho pequeños, como
Luego, a veces, nada más. Un retroceso, una ausencia . Bebé- podía. Tengo miedo de pegarle a Anne.
._foan cerraba las ventanas y las puertas. - Parecería que Joan esperaba que usted viniese a decir-
Joan no engordaba, Joan no crecía, J oan no se sentaba, me todo esto ...
Joan no gateaba. Joan parecía esperar . Anne , su hermana --¡Joanl Si usted hubiese visto cómo eran las mujeres
mayor de dieciocho meses, no esperaba nada, ¡se abalanza- conmigo! Tenía la impresión de ser la última de las últimas.
ba! Sobre los otros, sobre ella, mordía, se mordía, golpeaba, Ellas estaban cerca de mí. "Yo no sabía hacerlo" decían ellas.
crecía, arrancaba. Joa.n, por su parte, esperaba. El equipo de ¡Piense un poco, con los oc};io, si no voy a saber hacerlo! Lo que
la guardería, el médico, la psi, todo el mundo se preguntaba sucede, es que todo el tiempo tengo miedo de pegarle a Anne.
qué es lo que Joan esperaba. Y Joan no crecía. ¿Exámenes -¿Usted tiene miedo de hacerle a su hija lo que sus padres
médicos? J oan no parecía sufrir de nada. Y cuando su mirada le hicieron a usted?
brillaba, s u mirada decía: "Pero no, vamos, no es eso ... " -Sí, tengo miedo.
¿Ayudar a sus padres llamando al rescate a los servicios -¿Usted le pega a Anne con una escoba?
sociales del F.M.I.? Lo pensamos, pero esperamos paciente- -No, mi Dios, ¡no!
mente, como Joan. - No. Con Anne usted actúa como lo hizo con ios ocho
Y luego ... Un día, en la pequeña oficina de la entrada de pequeños, usted lo hizo como pudo, y feli zmente los ocho
la guardería yo estaba escribiendo en mi cuaderno: "La pequeños la t uvieron como hermana mayor, con unos padres
intervención de los servicios sociales puede ser vivida por los así.
padres como un juicio absolutamente negativo, el derecho a
una mirada brutal. .. Nunca se sabe lo que puede des encade- - Aquí, Anne pega bastante. ¡Pero las otras no se dejan
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'Se defienden. ;?;.cen :rer estaba atenta a oan pero n.o maternal a su en
¡Anne no pega más! prese;icia de su ma~re, ':-la qu~ escuchaba:
¿se detiene? -Se da cuenta como Joan mira su rostro, decía Marielle
--~{ bien 7 ¡sí! l.1sted ¿l1Sted se suble\ró coritra Jos golpes a Martine, que no 'lli:raba a .Joan .
ele escoba? -Es un buen peque:üo, puntualizaba Martine. Y volvía a
-Si. Un la agarré por el otro éxtremo, l¡;;vanté la ocupars-e de la 111ayorº no al nifio, no l1ablaba
escoba sobre mi padre y le uerecno
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a l,_os OJOS
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.oas--a! de él, no le hablaba a esta distancia
~L1iego, se ter111i116. indicaba que la rnamá
~-Sí, ll1eg~o se termin.ó6 rnadre este seg1,1. ndo 11~jo naciclo buen pequeño". Al
Después, se tranquilizó. Arme, en la guarde:da, parecía mismo tie1n.po, IVlaxtine hablaba si11 cesar de s11 "n1ala" hija
te11e-r rner1os necesidad de enco11trar en los dern1ás lo,s límites con :respecto a la cual, e1nba:rgo, poco a poco comenzaba
que, a veces, tenía dificultad para encontrar en sí misma. a sentir que se convertía en una madre comprensiva y
i l l ', ¿no es·..;aba
aren ta. _r:.si;a evo_uc1on
T;-"'; '1 j • '
v1ncu 1a da a...1 -hecno ae que
-.,¡ ~
Pero su mamá venia con frecuencia a ha.blarme de e11a. Yo la
ayudaba a diferenciar entre su propia cólexa, legítü:na frente rechazaba menos violentamente a la pequeüa niña gol pea da
a 1os "caprichos" de su hija, y éstos, no menos legítimos. En que Anne despertaba en ella?
efecto, como toda criatura de su edad, Anne tenía necesidad A pesar de todo, Mmtine nos anuncia de golpe que
d.e experi1nentar qD.esu a.gresividad, s11 cólera, sus rechazos "mañana ¡.\nne entrará a la escuela". El equipo toleró esta
'nrus ea yccl-.
_,_,.,iraaa
, d e 1,a guar"d ena,
, ,donde n1 s1qu1era lUe
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no destruían a nada ni a nadie; que las paredes y las
personas grandes segufo.n en pie, en una palabra, que no posible despedirse de Anne y hacerle la fiesta.
hacia girar al mundo y que no era todopoderosa. Pero faltaba -Enlaescuela,imnere-rrmerde-dijoundíaMa:rtineaMa-
discernir en qué la agresividad actual de Anne desbordaba rie11e que daba el biberón de la noche a Joan. -Vi a su maestra,
- ,_ ., . 1 • ' - 1 . ~ • .1 me d~jo que eso era no:rma1, en un medio desconocido, que va a
asuma d.re con "a! v101enc1aj recordando e;. antiguo parnco ae
niña agredida que no puede hacerse oír, recogiendo sin pasar. Y o dije en la escuela lo que me d~jo la psi de acá, que Anne
discernimiento nada xnás que golpes de escoba. El drama tiene necesidad de saber que las otras se hacen respetar y que
estaba contenido en el escritorio, paso a paso lo desenrro- la frenen a tiempo. La maestra estaba de acuerdo.
llamos. Marielle escucha, cambia la muda después del biberón.
J oan no cesa de mirar el rostro de su madre que habla de los
problemas de Anne en la escuela, de la maestra de Anne, de
su preocupación de madre respecto de Anne. Todos los días,
cuando Marielle comprueba que la angustia se apaciguó en
Martine, trata de tejer lazos frágiles entre J oan y su madre.
--Mire como sonríe Joan al verla ponerse el abrigo. Parece
Joan esperaba menos. Se atrevía a crecer un poco, sonreía a
•
impac1eriLe ae part.ir
• •
J..
con us-i,ea. ¿1c¿mere que le cam b'ie l a
, L , ,--,. •
veces, su uürada se matizaba, ardía menos. Le gustaban los muda ah::ira o prefiere hacerlo en casa? Y un día, Martine
brazos de Marielle en la guardería. A Martine le gustaba propone ser ella la que cambie 1a muda de J oan. Y como J oan
hablar con Marielle. mientras ésta cuidaba a ,Joan. parecía contento, su mamá se comportaba cada vez mejor,
Marielle tenía ge~tos dulces y respetuosos para el nifio, Marielle se :retirnba entonces en puntas de pie ...
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La mala madre
del "buen pequ.efiJo9'
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cuenta la posición del bebé en su lecho, su ro~tro ~'- :Jie~e sido Sobre el cuaderno de servicie; atravesan.:io de otra mane-
más accesible a la mirada). La Sra. Morton gira entonces ra las mismas inquietudes, la jefa de enfermeras acababa de
ientamente la cabeza hacia ese bebé-cuna, luego se hunde en anotar, entre las informaciones médicas de temperatura y
el silencio de esta co~templación . E xperimento la sensación de presión: "Comportamiento psicológico a vif{Uar", subra-
muy neta de haber sido abandonada allí, no despedida, no yando esta frase. '
alejada, sino abandonada. Nuevamente, la palabra se co.r~a. A la pregunta preocupada de una enfermera: "¿Qué
Al cabo de un momento digo: '¡Volveré el lunes al serv1c10, piensas tú de la Sra. Morton?" respondí que parecería que
¿podría venir a verla?" Ella acepta con un signo per~ su ella no se hubiese dado cuenta del nacimiento de su hija
r;stro sigue neutro. "Hasta el lunes, Sr1'.1. Morton" . .J:;;lla verdaderamente, que no parecía encararse como siendo su
cierra los ojos y me deja con un pequeño signo de la mano, madre, sin "contacto" con su recién nacida, ni cuando la niña
esta vez casi "vivo". estaba presente ni en su ausencia. En cambio, la Sra. Morton
se había asegurado de que Albe fuese alimentada y cuidada
por otros, y que su bebé lograra arreglá.rselas sin ella. En
1 "A vigilar" cuanto a lo que la concernía directamente, aun cuando
exDresaba cosas fuertes (como el no sentirse tomada en
1 ¡
! se;io, o bien ser molestada por su vecina), permanecía
¡' Al salir de la hab:itación me planteo una pregunta: ¿no "retirada". Esta retirada la protegía contra lo que ella sentía
cometí un error al h ablar yo misma del bebé y al proponerle y que concernía tanto a Al be como al conjunto del personal.
'
:l¡ traer a Albe, aun habiendo cuidado las formas? Pero al En este caso, teníamos muy pocos elementos sobr e las
considerar la dificultad h abitual para decir y preguntar de la causas de este retiro. ¿Se podría pensar que se trataba de
~ Sra. Morton, me parecíó oír en ese momento, a través de su
frase "no me la traen" como un esbozo de demanda que no .
una protección vital, derivada de una dificultad demasiado '
grande, quizás de un posible venirse abajo? Detrás de una
podría formularse más que en esta forma negativa Y q_ue, ~l apariencia "lógica'', como consecuencias de la cesárea, dolo-
no poder luego ser "asumida" ni continuada, se retirana res, fatiga, dificultades para ocuparse del hijo, algo se nos
in~ediatamente. Además, .el "sin inquietudes" que yo le mantenía obstinadamente enigmático, dado que la Sra.
h~bía asegurado a propósito de su hija, me pareci~ que había Morton hablaba poco y expresaba raramente una emoción.
operado una ligera distensión y permitido un rápido co.ntac- Parecía más bien "hacer ver" lo que deberíamos decodi ficar,
to entre ambas . Yo creí oportuno retener esos elementos al negándose al mismo tiempo a ser vista y escuchada, como
vuelo con (lo que me sucede raramente) un sentimien~o de para protegerse de una mirada que para ella sería demasía.-
que e~a urgente no dej ar pasar ni ~i~ui.era el _me.r:o~· signo, do inquisitiva.
aunque fuese en esa forma contr ad1ci.,ona Y. em?,matica, que Las enfermeras "desculpabilizadas" por ese silencio que
pudiera ayudarla a progres.ar en la .coL?-umcac10n Y la es~~1- no era por su causa ni por sus errores, comenzaron a
cha . Y que era ante todo imprescmd1ble avanzar lo mas recordar hechos pequeños, que terminarían por revelarse
rápido p~sible en la decodificación de la dificultad, sin lo cual imnortantes: con ciertas enfermeras del servicio "todo ma:r-
se corría el riesgo de una caída brutal de la Sra. Morton. Yo ch~ba bien", mientras que con otras la Sra. Morton se
no era la única en percibir esta urgencia y este riesgo, como encolerizaba a propósito de los cuidados, se n egaba a la
verifiqué algunos instantes más tarde. perfusión, "a que la pinchen".
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n1;1c1t;~~ . Es m~t~ri a de aué?" . En ~L{ lengua materna es -El p adre ayuda a la niña a "hacer sus deberes" p ero la
f~~ética~ente muy cerca;_a a ¿What's a mother?" ¿Qué es madre ... ¡Ahhh! Las enfermeras amables son incompeten-
una madre?). Prudentemente pregunto: tes, pero las bruscas curan bien.
-¿Usted habla a Al be en inglés? -Si el gas y los dolores no se expulsan, es p orque ella no
-Sí, en inglés ... su papá podrá ayudarla a hacer sus se relaja, pero si se relaja, es "sucio".
deberes, yo podré ayudarl~., . Ahhh ... " La m~n? vuelta ~ - Los padres no saben, no comprenderían (¿el nacimiento
colocar sobre el vientre, queJa y doloT. Retoma S1 no s~le, s1 de la niña o la operación para extirpar del vientre lo que lo
me contraigo, me retan las enfermeras; sería necesano que inflama?) aunque los dolores y la cicatriz sean las huellas
me dejara llevar ... es cierto, son amables, perocur~n.mal; las evidentes.
que son bruscas curan bien ... " Luego to1na un recipiente, se Todas estas evocaciones parecen indicar en forma latente un
enjuaga la boca, escupe el agua, s e seca la ~o~a con un objeto dañino envenenado y envenenant e que invade, quema y
pañuelo de papel, arroja el pañuelo en el recipiente Y lo persigue desde el interior, pero que sin embargo sería visible
coloca sobre la cama con un gesto de abar:?ono (y _est:i desde el exterior, y que, a pesar de todo, debería ser reconocido
secuencia de gestos me evoca una una operac10~ de apend1- por la Sra. Morton como "bueno" o por lo menos no podria ser
ce, en la que se retira el apén<lice inflamado). M1~_ntr:s una denunciado por ella como "malo" ni extirpado.
enfermera entra y verifica el goteo de la perfus10n, .1,a ~,ra.
Morton dice, a propósito de la eventualid~~ de la op~r~c1.on: La
cesárea, u na cicatriz como ésta, la operac10n, u:1a ~1catnz como
ésta... Ahhh ... Mis padres no lo saben (¿el nacimiento d~ Alb;, "Su rostro"
0 el riesgo de la operación?) porque 1:-º comprenden-'-an ...
mostrándome el entubamiento por la nanz. Y nuevameme esa
sensación que ya está, se terminó, la palabra se ~o~_tó ... Cuando me a presto a partir, la Sra, Mor ton me pide que gire
Como yá dije, teniendo en cuenta que la ps1cologa de ~a hacia ella el rostro de Al be, que duerme en su cuna, y no la
maternidad se iba a hacer cargo de esta muJer, me parecia cuna para ver el rostro, y cuando se lo sugiero ella se niega :
importante, en este caso, no. haceT . nada más que .:~coger "Su rostro" .
estas pocas palabras y estas impres1?nes, Y. trans~iv1rlas a Incómoda por este pedido de "manipulación mecánica" e
mi colega sin intentar explorar en lo.mI?edia.to mas pr?fun- invadida por una profunda sensación de :relación doblemen-
damente con la Sra. Mo;rton las s1gmficac10nes posibles. te imposible, por la dificultad de un intercambio directo por
Poco a poco, comenzaba a parecerme, sin embargo, que esto~ una parte y por otra por mi neutralidad obligada en la
"cortes de l a palabra" parecían a parecer cada vez que el situación inmediata, se me ocurre la idea que este "bebé
enigma "¿Qué es una madre?" era asociado en ella a ~a manipulado" pueda ser la Sra. Morton ella misma bebé.
dificultad, por u n a parte, de ser "una mad:re que podna T-r-ato de molestar lo menos posible el sueño del bebé, al
ayudar a su hija ... iilihh ..." y por otra parte al miedo de hacer~e mismo tiempo que me dirijo a Al be en tanto que sujeto (y no
"~uidar y comprender" ella misma. La Sra. M~rt?~ s~ detema de bebé-objeto) acompañando mis gestos co:n palal:Íras:
en cada oportunidad al bOTde de una contrad1cc1on msoluble -Albe, perdóname por molestarte, te instalo de otra
cuyos términos permanecían inmutablemente opuestos: manera en tu cuna, con el rostro vuelto hacia tu marná que
quiere mirarte ...
¡
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í 217
·- ·- ··-~--··---
nenad era inelt1ctab1e, da.r r11ejores argTtrr1entc1E~
a mi impreswn que rer:rnino de "fuga psíquica hacia
adelante". Instantáneamente hice sonar la campana de
alarma insistiendo: ":Es verdaderamente muy grave", con el
. ' ' t: -, . ,. ;¡ 1
ob~ew ae acucir su1 ~araanza a la ps1c0Ioga ue 1a matenn-
1• • . •
<;:.'~···c.
?.,..j ·1\1• 0 -,.1- 0 ,~ i·,.-,1-.enhrr"'
';'.:°./,.. A..~c;I•
!. .L .... ""'°' ·::i tn,.vés de ese vientre. deshacerse de
. ,1.,1,. .,,,t.:;.....,· \J'-''~..i. ::> •;.,.; •"- '-"'- • - ;
218 219
¡
!
..J....
caso ·de qué límite roto de sí misrna? El problerw.J. 11_0 es s8:ber
sí pu~o ser una "buena" °, una "ma l.a" madre. Le es impos1bJ.e va as,:;,_·atribuida a sus lágrim as: "¡Tiene hambre!" decretan
renresentarse como maµre. .. ~erentoriamen.te . Y a sac~_::- el seno y cebarlos, para tranqui-
iEsta contemplación a distancia del rostro -~e su h1Ja hzarse ellas mismas haciendolo callar, no considerando ni
recuerda las primerísimas relaciones .madrefh1Jo del lado por un segundo que su bebé puede llorar porque se aburre.
del bebé en las que el niño contempla el rostro de su _madre El lactante interioriza esta interpretación materna} inclu-
como un enigma, tratando de descífrarl_o: en los pnmeros sive si es contraria a sus sensaciones internas. Y c~mo lo
momentos de su existencia, todo bebé se.siente ~er ~~o qu~ lee analizaba un antiguo bulímico,4 cada vez que más tarde en
sobre el rostro de su madre, en una ind1ferenciac10n pnma- su existencia experiment~ aburrimiento o temor, angustia,
. ' " 11 deseo, 11;-al~star, cualesqmera sean, en lugar de intentar el
na entre el y ei.a. . . . . . . d 1
A lo largo de los días, el 3mc1oso d1scermmiento_ .e .a descubnm1ento de las causas en él mismo, no encontrará
madre y su presencia, sus palabras y sus gestos, ~u sohc1tud, n unca1más que una sola re~puesta: calmarse precipitándose
engloban al recién nacido en unos límites que _-s1 correspon- sobre ios r ecursos del refrigerador. El otro es el lugar que
den aproximadamente a lo que éste exJ?er:m_ent~.- se le de~1:1e en :spejo los primeros contornos del sí mismo del
rec1en nacido.
hacen propios. Esta presenciq m a ternal d1buJa las oases de
lo que el lactante siente en él (por ejemplo, com~r cuando La madre de la Sra. Morton ¿era una madre suficiente-
tiene hambre. dormir cuando tiene sueño, estar bien, estar mente contenedora? Es muy poco probable cuando uno ve a
contento , son~eír, parlotear, mi~~ff, juga~·: · )v~n,cu~ado con lo la Sra. Morton debatirse con hastío y como desde el exterior
que su madre siente con y por el (la soh~1t_u?, la mte~ro~a (y no desde el interior por medio de una santa cólera una
ción, el intercambio, la alegría, la dispon1b1hdad, Y la_m~1s reb~l~,ón º. una depresión) ant_e el dilem~ de "relajarse"'y "es
ponibílidad, la inquietud, fa dc::_presión, el rechazo, la i_nd1fe- sucio o b~en tener que exl?enmentar? sm ?escanso posible,
rencia ... ). Estos sentimientos de la madre a su respecto, c~n la contrariedad de no ser m comprend1da m tomada en serio,
y a propósito d e él, encuentra n sus raíces en su propia sino "tratada con brusquedad" y, en consecuencia forzosa -
experiencia como lactante. . . mente "bi e n" cuidada. En este caso "lo bueno" es c~ntradic
De acuerdo o no con lo que él m1smo srnnte, esa re~ de toriamente doloroso y sospechoso, "lo malo" es eficaz e
respuestas, de sensaciones y de pafab:as q~e lo acompa~a~, irremplazable ... como si la Sra. Morton debiera , a t r avés del
funciona para el bebé como una espec1e de placer: ta_ ps1qm- men~aj_e que le llega del exterior, ~xperimentar siempre
¡;4.•
.;¡
ca" en la aue se elaboran los fundamentos del sentimiento de sentimientos contranos a sus sensac10nes internas. y si de
/~ ~í, con m~yor o men or coherenda y seguridad, más o m~nos cualquier manera debe producirse una expulsión del vene-
alienación, m á s o menos engafios, más o menos verdaaes e no, es con la co~d~c,ión ?e dej~~ en la historia un fragmento
de su cuerpo. ¿Deprse10 a quien? ¿Y por qué?
intercambios. , .
Por ejemplo, algu nas madres descubren :r:r;uy ra~1do .las Más tarde supe por una enfermera que la Sra. 1Vforton le
distintas tonalidades del ll~nto de sus rec,ien nacido~ ~ el había ,dicho, justo antes de hacerse operar: "No sirvo nara
hambre o uri dolox, o una dulce melancoha ... Pero OG ... as nada ... mire, mi marido y Al be, qué linda pareja hacen~.. " y
madres , ante los gritos diversos de los lactantes , 1:º le otra enfermenra relata: "Sí, pero tenía miedo de mo'rir me
d ecia:
, "¿· P or que, yo.? Albe sm , " E s t as pocas " palabras
. mI... ' en
atribuy~n más que una sola explicación, la que_ les cLonviene,
y una sol.a resp uesta, la que conocen, y que, ev1denLemente, la puert_a" ~lenas (como el m?vimiento "vivo" de los dedos) de
un sentimiento, de una queJa, muy raras en esta mujer-de
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____ _j _ _______
,..,. ;¡¡¡r••·- - ! -"·'«"·
222
223
imp·
Es
.r conveniente
d destacar acá hasta qué punto la misma ·
En este deslizamiento progresivo hacia un "retiro esquizo-
wrma e la somatización confundió las pistas.
frénico" nos encontramos mucho más allá de las problemá- 1
En. ia Sra. Morton, ;1 desamparo psíquico se fija y se
ticas develadas en las que se veía plantearse la pregunta:
desphega en su cuerpo, ·ese vientre envenenado". En ella lo
"¿Soy una madre posible?" Seguimos en el caso de la Sra.
bueno Y lo malo están imbricados e irrepresentables co~o
Morton los efectos de desagregación por las actitudes inco-
tales, puesto que falseados, tanto dentro como fuera. Al no
herentes de las madres "fragmentantes". poder ser ni enunciado ni exteriorizado, el todo "toma cuer-
Las actitudes maternales repetitivamente contradicto-
po" ma~iva:mente. Si se trata verdaderamente de una pro-
rias producen en el niño separaciones entre lo que siente y
b~~~ática tan "límite", se puede entender esta "somatiza-
lo que debería sentir, lo que puede conducirlo hasta una
~10~ como un proceso análogo al ele un delirio: una fuga
retirada total. hacia adelante en el único idioma posible, una tentativa
En efecto, por parte del niño, si su cuerpo pertenece más
d,e~esperada de reconstrucción, a la medida de las fuerzas
a su madre que a él mismo (por ejemplo, si pada vez que ese
fls1ca~ del~ Sra. lVlorton, una saliqa para la organización de
cuerno se mueve o hace algo, la mirada reprobadora de la
una historia que se le escapa.
madre expresa que es sucio , o · mo1esta" o " no es t a, b.ien,, ... ) ,
'i " . " ,,
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r~ .. ,-~ - ---- -- ---
,1
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227
Ahora voy a evocaT la actitud de una joven pareja, Isabelle
y 1\1artin. Yo no los traté directamente: hablo de ellos a
tn;i.vés p.~ lo que me ha relatado la jefa de enfermeras del
servido. Las discusiones del equipo de enfermeras y las
nurses con respecto a estos padres jóvenes eran intensas
-h1clusive apasionadas- hasta tal punto los reproches de la
pa:reja con respecto a la institución, que ésta vivió muy mal,
escondía su fragilidad de padres jóvenes, Entonces, voy a
subrayar aquí la "transferencia sobre la institución" y las
dificultades del servicio frente a tales proyecciones con-
flictivas .
Los padres-niños
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~-""'"'"IQM:&-""""'"""",,,_"""""""""'"'·~-
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pareja habita una pequeña vivienda cerca de la füaternidad.
Isabelle pare prematuramente por cesárea un frágil bebé
que debe ser colocado "en aislamiento". Isabelle est á sola en 'El equipo
, . ~ in1or1na
ill"' ·. -!'" . • º en1,onces
.L de u,, +-•· . ' ' , .
aue ieS c11rwa ('-,a, d T , 11 ac"ivu.a ae la pareJa
una habitación, graci as a la atención de las enfermeras que, ,* • . :- . ,u "1 .o .tSane•• e va a .ia
Heva un woth;o-talh; ;¡
ver a ~- , , , " .
t;U bebe aislado"
en la medida de lo posible, trat a n de no pone r una m adr e con . ., . ,.,~
ce en el exterior
1 v"e, uemanera que wr~--v
t"aS "'' v·d· _: , e • ctl vlil, quep. ermane-·
_
su bebé j u nto a una madre sepa rada de su bebé mantenido
: . e c~ra~ia, mga lo
• ' • v l l ·ilO de l a sala d ' .
en observación. Todo el tiemoo'crne dure la vigilancia médica que su mujer le dice a su bebé p -
del lactante, Isabelle puede ;i_1ministrarle su leche, que ambos, dada la topog-.rafi a del ~- ~ ~ro como lV... a~tm los ve a 1 9
obtiene con el extractor y que se le da en biberones esterili- poco desmesurado o<:it.ant o"O ·oDa. ' ~sehaparataJe parece un
qne LO ,o esto no es má ~ ue 1 . " . ·--
"- d ' uv v. "" • • • e uPC O o.1 ºOU. ·
' " " '-'. ipo siente
zados. Desde el punto de vista médico, el estado del bebé es "se hace oír" V J\'f ~ ~ l na pu esta en escena". Isa b elle n - ;:-;
ü .l.T clil se m11est>-n h d ,. •
satisfactorio, lo mismo que el de la madre. .'- ª "'~CLlC_ a n .o . desde un
- v " Q (;; ,
La antevíspera del día de salida previsto, l a jeJa de lugar en el eme los dos ·d_ -
pa res iuri·os c ·-d~ .
p:rop10s medws (la - ~
• . : . e
·'- •v ' et a hllO con su s
enfenneras va a ver a Isabelle para pr oponerle abandonar la vo,, Y 1'·ª palabra pa•" 1
presencia v la nifraaJn ~--n 1
. - ' n ,
cu ando qui era n . La jefa h ace también mención, honesta- Luego, . ' los dos padres podr. . "··
.tan .L?noma entro o}J •
n1ente, a los problemas de camas en el servicio. re l ac10n oe rsonal 'Lt""'.L.,
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e e~ . - ' "' e .OS de SU
.A.
· lsabelle parece a1 comienzo considerar favorablemente La idea q ue se esboza en 1·n ....- , es. que ei1 somdo
lqahell"" 11 ~-, p~' ·b '
8
.
de la Vf'Z dP
esta propuesta, bajo reserva , sin embargo, del acuer d o de su - -· , ~- .; ~ u · <:da. r as es+án (' ~, · d , - ~ ~
marido. Por la tarde, eI marido, rnuyvin dicativo, blandiendo mi;;·ido q1:1e hada SU b~bé. " . vfülct ll.Za .as mas hacia SU
la ley en la punt a de los dedos, hace irrupción en ia sala de ·-. "au·po
.t..l e · . '- t' de acuerdo: "Sí eQ - - ~" --
ºvSva .L ,
la jefa y sin ot ro preámbulo gTitó: "Tengo derecho a doce días seGtnnos cuarido los Vºmo s ac;,uar ,_ ',,;' oexa1..-t-amen contiffín· "t.,e·Rlo que t
caso, es con10 si plloc ~e ·r· ~bl ~
• V ,
. .rnst··ume~
r, L, u
~ ~· ~
"'"t'°'ivc. <:! ·nc-1· ~ ~.U .~, ~- ~
<:: lS'"bP"l1P "QPl"Q .onfren<-a· rl a ~
PSt a · Tsabelle
1 , no puede vol"er , s·~ ue"' a }\f" , . d
re.ac~on 1113 terna l con al h..
Y . •• >V -· ; •• ·"' U. v"-'
V Y ct ,,:1
actitud h ost il, experimentr:¡_ la sensación de "haberse dej ado ' :-- }' " { cirtm e su
demasiado frágil nara oírl~ lJ~, ~ bien porque Marf :,. es
engañar por .su h ipocresía" . te no se sie:n•tr:.n m'·u·"·' so'l. 'ªen_t-81.nw qu e padre. Posiblemen-
A partir de entonces las relaciones de la joven p a reja con ~,. ~ .1aos n1 e ~ ' 1 .. .
1.111_,·? n_i e o •.,ro y nrnguno de
- •• · J
respecto a l a maternidad con s e rva rán esta connotación de ellos se atreve a confe"ar L!.
2 31
230
-~ -· ·- ~ - -- ·- -- - - ·------- - -----
pro,~esic n .:. : r~ al del ;.-:ersonal y del ser vici. , "proyec¡ .unes"
po más, tiempo que manifiestamente necesib JY~a.rti~ pan:.
~nai o~a,s _:. est~ se Juegan en ella, con mayor o menor
no vivir como prematuras sus nuevas responsabü1dades de
mtens:c:a~, segun la personalidad de los padres, la historia
padre y un regreso a casa?... ., Y los objetivos de la pareja. Los acontecimientos concretos
Tanto con r especto a la madre como coi: respect~ al ~,ec1e?
nacido todo sucede en efecto en la pareJa como s1 el nac1- que sobrevengan van a "aferrar" estas representaciones
contradecirlas o alimentarlas. De la misma manera, la~
mient~ del padre" en este horp.bre fuese prematuro. E~ta
Tespuestas dadas por los miembros del personal van a
fragilidad de sí mismo le devuelve con mayor agudeza 1os
op~rar ei:- un sentido o en otro, alimentando, o dramatizando
problemas bien concretos de la fragilidad del recién ::iacido.
o mclus1ve anulándolas, pero también vemos cómo una
En esta situación, Martín tiene legítimamente necesidad de
~ a:~b:ra , inclus~v~ juiciosa, una intención, inclusive atenta,
sentirse conscient e y responsable, pero sola:rnente puede
1~u....., ~ien se.r rec1b1das y deformadas. En :resumen. en esos
hacerlo en forma vindicativa con respecto a esa mala madre
momentos "en vivo" ¡la realidad es a menudo la fo~ma en ia
sospechosa y privatizadora que es la institución, proyectan-
que se la ve!
do sob re ella su propio debate: el m al padre no soy yo, que soy
frágil y estoy asustado, es la institución qu~ no sab~_lo que
pe la misma manera, desde el momento en que uno toma
la olusa blanca, rosa o celeste en un servicio conviene tomar
son las relaciones madre-hijo. L a vehemente mvocac10n a los
t extos de la ley pone en evidencia que Martin busca referen- la ~'ist~ncia afectiva necesaria como par~ no considerar
?u_a~qmer :rechazo o cualquier pedido de un padre como un
cias paternales para sí mismo y a los ojo_s de lsabelle, c~a,~1d~
nadie uuede decirle "cómo son las Telac10nes madre-h130 , m 3mc10 sobre nuestras cualidades profesionales. Corresponde
preguntarse, frente a un conflicto o un acontecimiento
cómo inscribirse en ellas. Defender el lugar de su hijo en el
si:r:g_ular, en qué ~ed de proyecciones i maginarias cayó uno
seno de esta "mala madre", Tebelarse contra ella, es enton~es
pns10nero. ¿En el fondo, a quién se d irige un pedido, una
para Martín ubicarse en el lugar del "buen padre" y negociar
orden o una expectativa muda? ¿Cuál es el objetivo de un
una representación de sí mismo como "padre protector".
rechazo? ¿De un cambio?¿ De un silencio? Es conveniente
:n:1:ec~ir, en este tipo de situaciones, que se radicalizan muy
:rap:dq, el :repar~o de los roles asignados a cada persona del
equipo, y también la s contradicciones desenvueltas e ntre
una persona y otra en el interior del mismo equipo tal como
!ªformulación "las que son amables no pueden ha'cer nada,
.tas que son bruscas cuidan bien" d e la Sra. Morton nos a claró
Me parece importante dar cuenta hasta qué punto el equipo
su debate interior.
se sintió perplejo en este as un to, con la sensa ción de '¡haber-
Y es muy probable en este caso que la solidez y el aura
se dejado engañar" en lo que tenía el sentimiento de haber
profesional de esta jefa de enfermeras pTejuzgada por esos
puest o "la mejor voluntad del mundo". . . dos padres jóvenes y frágiles haya sido un elemento determi-
Esto viene en apoyo de la constatación de que la msti~u
nante para su reconstrucción ulterior. Como sucede con
ción maternidad es a menudo investida por los usuanos
frecuencia en las guardias, el padre frágil agrede ... a la nurse
como una de sus imágenes maternales -¡el mismo término
menos criticable, a la más sólida. P aradójicamente los
de maternidad es una invitación!- y la mayoría de las veces
conflictos frecuentemente se plantean con respecto ~ los
a pesar suyo y de los equipos. Cualquiera sea la calidad
233
232 1
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__L_____ .. . - - -··-·· --·-··-- --- - - - - '
~\.!. 111-~~·~·
· "'~""'"
¡
..
n as Jugadas en escenas espectaculares que producen un importante . Si hoy es evidente que brutalizar a bebés lo;
impacto muy fuerte, e n la medida de la cuestión agitada. des°:e su naci miento es inútil y nefasto, que conviene d ejar-
Evidentemente, algun as respuestas reales de la institución los i;egar como sujetos y no como paquetes, falta todavía
mu~no p:rogTeso a cumplirse respecto de la escucha de las
pueden j ustificar y reforzar esas inversiones imaginarias de
los padres. Pienso es pecialmente en ciertas indicaciones xm.lJeres que se están convirtiendo en madres ...
T 'h is t -A.; ...... L" . . .. ~ . t- .. ) , . .
Ü l. .iC..l ram1har se vl ansmu;e en IlQSQt:COS y organiza
D
perentorias que conciernen a "lo que hay que hacerle al bebé" ..LJCc "- '
para actuar."bien" que, relativizadas , explicadas, aligeradas en nosotros nuestra representación del m.undo v de nosotTos
y presentadas como propuestas e indicaciones , y no como m.is1nos. Los primeros repres.er1tan_tes de este rr¡und0-so11 los
deberes, permitirían a las jóvenes m adres orientarse con adu.ltos que r odean a l niño. Pero ellos ¿tó:tl10 están rodeados?
¿v 1~ a'l_e_? son ¿os
r1 ¡ .
s1gnrnca "-"'. d os que trasmit en? ¿Y cómo?
menos miedos .
"Sí, pero ese miedo existe y exige precisamente reglas .-, ·¡
Contleso
1-- 1- }. "l
esta:t aterrada oor la noció"' de "telll''"' évi+o"
¡:::., ••.,. • ,. - , ., J. ; L .1..J.. '
"On
.4~;..,.L _. \.,., • ' (' .l. .-"':
absolutas" podr ía objetarse. En ese caso es convc:niente ,,,e, .ueue qut "'econ e :mu eh.as o oras sobre la inmncia. bV1den-
+c1ri 0 n·1L e . ,,.,, ~ 110 nu·
vC •.• v .. - ' ~ j l~cüÜ I .8 de, .e '1 · l
ifücar,_es .! .C
D ero ¿QU8
· ' :tn18Q0
· ' l atente
· ·
interrogarse sobre el "querer a ctuar bien" de las institucio-
~·c. ~n'hv>c
...,....,t_J.,..h~v...1a1·"s
_ :-.1. ~ ,f·anc1·n
u . ....a u .:t ele rnp ~ o·d]e~ Ler1n1no ~ Ge11er ex1·t a··" en
·1· L' • '""- ,
nes cuando r esponden terminantement e con un vals de J.
recetas médicas, pediát ricas, educativas, lo que tiene como su matermdad, en su bebé? ¿Se trata de un bebé gratificante
efecto n o escuchar eI miedo y a compañar a la madre sin -!" ¡•onf;or·ma
, ~~ - ~ , '~ "'~ la s :lmaginenas . , ' , . . , d?. -.:r
< 1.. a puoncma
a.e r esas
sustituirla, sino más bien reforzarlo y despla zarlo. 11::;:1agmen.as ¿qué v acilaciones eluden?
Estos testimonios son al mismo tiempo como un espejo y
como un a mano tendid a . Nos sentimos menos desprovistos,
porque compartimos , en la dificultad , la 1nisma soledad que
esos padres. Si el otro pudo franquear un paso problemático,
¿por qué no podré hacerlo yo? Esta es posiblemente la.
definición de lo que opera una transmisió1;.
Si hacemos un balance, ¿qué podemos estableeer?
El acompañamiento a una mujer que está haciendo nacer
234 235
r i
LA FUNCION PATERNA.L
O PORQUE
Ll-\S PRIMERAS PAL.ABRAS
DELOS NIÑOS
SON P APÁ Y GALLETITA
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Con frecuencia, las dos primeras palabras de los niños son
1 "papá" y "galletita " ¿Por qué?
Una galletita es dulce, es rica pa ra comer, es lo que da
mamá, es la razón para que uno la llame y 1a haga venir.
"Ga lletita" representa la presencia r econ fort ante de mamá.
P apá es lo que hace que mamá no sea toda del niño y que el
nifi o no sea todo p a ra su madrn.
> vVinnicott inven tó una linda expresión: "el regreso de la
amante" para designar el momento en el que las madres,
· poco a poco, dej a n de consagr arse exclusívamente a su bebé.7
Yo pr efiero evocar "un regi-eso al mund o" de la madre porque
¡"la amante en la m adre" no se había ido! Se puede inclusive
a<le1a:ri.tar-que los dos polos están lejos de oponerse, porque
en una mujer es sobre todo la amant e 1a que funda y fabrica
realrn.ent e su maternidad ...
6
'¡P!i-lf~á es el § Ol
en 'el ~·ostro de ma:r:..!l.á!9'
239
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un a fu· ·eión des · 1:uación. Pero ¿de qu( -;.,)paraci; · .e se trata, <.dolesceni: .;, luego joven muje,-, .i>Jne su mirada, su amor y
pue s tºu que el nin.o durante largo tiempo es dependi~nte de su deseo en otros hombres. Luego aparece aquel que será el
su madre para la supervivencia elemental? No es evidente- padre de su hijo. Si éste no es ni renunciante ni tiránico, ni
mente una separación que aleja sino una separación simbó- impotente ni todopoderoso sino presente y compartiente, una
lica establecida por el padre genitor o por algún otro. Esta mujer puede entonces reconocer que el niño que se origina de
separación simbólica se inicia desde el ~rií?en de u:i ser, a esta unión se origina también en otra descendencia y con
través de los ritos que acompapan al nacimiento y vmculan otra historia que la suya. El hijo escapa a estas únicas
la separación de los cuerpos (la pérdida de la pla~~nta,_ ~1 representaciones de la maternidad, no es de ella, sino
corte del cordón, la presentación del niño, las purificacion originado en ella con otro.
posparto de la madre) y subrayan su progresión. El padre del niño habita en la palabra de la madre : el
Separado de su primer envoltura, la placenta, y cort~_do el hombre que ella desea y al que llama, ei que la reconoce como
cordón umbilical que lo unía al vientre materno, surgido de mujer y la funda como madre. Es de él que ella acepta y
ella, al recién nacido se le otorga un nombre y un apellido. Un escucha una mediación entre ella y el niño, condición para
tercero representa a la comunidad y lo acoge, marc~~dolo que esta mediación opere. Un niño pequeño decía: "Papá es
con ese sello de reconocimiento simbólico, luego el nmo es el sol en el rostro de mamá".
restituido y confiado a su madre y su familia. Evidentemente la vida no siempre es tan simple. El amor
Que sea tradicionalmente el tío materno el que acoge al de su vida no siempre es el marido y padre de sus hijos. Lo
recién nacido, o que el padre genit or le t:·ansmita ~u nomb_r~e, esencial de la operación reside en que esta dialéctica hija-
estas distintas costumbres tienen el mismo sentido: el mno mujer-madre funcione, más allá de los personajes reales.
n acido se diferencia del niño soñado esperado y es el fin de ;Esto es lo que ubica claramente al niño en el orden de las
la simbiosis fetal. E inclusive la estrecha dependencia de los ·generaciones : su abuelo no es su padre y ... su madre no es su
primeros tiempos de vida de un niño no pueden ser asir~ila mujer.
dos a un estado de fusión, aun cuando una matermdad Y sin embargo, durante la mayor parte de las entrevistas
atenta a veces se le parece. que tienen lugar durante las primeras semanas, es raro que
Es un juego de separación/fundación que reconoce al ni~o las mujeres hablen espontáneamente de su maridq. Com-
como sujeto, único, con una identidad propia y un ~ev~~ir prendo ese silencio como la necesidad de una tierra de nadie
personal. En nuestra civilización, esta función, en prmc1p10, provisoria en la pareja. Todo ocurre como si para esta
es esperada del padre. Pero es también, por eje~plo, de la mujeres jóvenes recientemente madres, a la manera de
vocación de aquel a quien uno s olicita como padnno p~ra el Isabelle con respecto a Martin, hubiese que esperar, recons-
niño, y que acepta la responsabilidad de su acompañamrni::o tituir un jardín secreto y preser.rar un lugar a su hombre
ético (religioso o no) en el transcurso de su larga evoluc10n para que se sienta convertido en padre.
hasta la edad adulta. Pero para ciertas madres demasiado asustadas o desbor-
Pero un niño solamente puede separarse de su madre, si dadas, este alejamiento puede representar una fuente de
ella puede separarse de él. Antes de ser madre, toda muj~r decepciones y de malos entendidos, como para Antonine, que
ha sido híja de su madre y de su padre. Cuando se vio decididamente se considera demasiado abandonada: "No,
w confrontada con la interdicción del incesto (y su madre no la con mi marido no nos hablamos mucho. Con el bebé, perma-
< ·. ahogó ni limitó, y su padre ni la aduló y captó ni la ignoró), nece distante, no lo toma jamás en sus brazos. Conmigo es
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' 1 , '" ·~' - • , · ,
P;:.:i·"n ro-mnlei:.amen-ce aterrodzaaa.S CUa ••
. . .,.· ]~ . .rndo él las deJa \ Con solicitud, Pierre confiesa un sentimiento de impotencia
q reu. ~w..,CU.. ~~ - 1 • ; • - D h nh~ lo .q1 1 n
como únicas responsables del rec1en nacido ~ . ;J ~L'. v, 1 _,,~---- que lo ponía a prueba: ''Yo :me daba cuenta de que mi mujer
·oa rere difícil es esta s ensación de que su manuo, el tamoie,} , ten ía necesidad de mí, pero sin que, a pesar de eso, m e dijera
' . ~"' • . . d -'d 1 ' 1 . - o m1e S"'
la considera sobre todo como LA rn.a re 1 ea ue mn 'Y. - ~
,. esv~n ser·"s
1l claramente qué quería. Yo no comprendía nada, creía que
comportan corrw s1· e i11as n o ru '-"' .'"'.::e car ne v~--.hueso, .. . ~ en r'1 ella debería saberlo., . y ella no dejaba de decirme que
mutación, sino entidades infalibles que saben, a~1,uai de::;ue tampoco sabia ... " Esta expectativa de su compañera de ser
~1 comienzo lo que r edobla en este caso su so1euad. 1 tan no1· un a protegida por ellos reaviva a menudo su propia fragilidad, su
e 11
O bien, también sucede, que e as se mo1es ,' .t' : -~ • •
AJ ' -
propia soledad. ¿En qué consiste esta "protección"?
"mater nidad" exagerada del padre h acia el bebe , ma.~:.1. m- P arece que el enigma comienza desde el parto. Y como
dad que m ina su función propia y pasa por 1as m i-.mas para las m adres , en los padres estas inte;rogaciones se
incertidumbres pero s in respaldarla por eso, realmente, en declinan ante todo bajo la forma de perplejidad , de cóle ra o
sus dudas específica s de mujer y de m adre . de sentimientos depresivos. Y de la misma manera que las
mujeres cristalizan sus inquietudes sobre su cuerpo, los
hombres evocan con frecuencia el fondo de su malestar a
propósito d e la escena del n acim iento, al sentirse, como
Adrien, desplazados e incómodos en un rol «cercano" a la
asistencia médica: "No soy yo el qu e debe cuidar la perfusión
1 ni cortar ·el cordón ... ¿Estaremos allí para paliar la falta de
pe:rsonal?" Como u n e co a la interrogación de Adrien, un
Pero sucede con frecuencia , cuando esos mismos n1~rid%s s~ 1 médico confiaba: "Cuando los m aridos desfallecen les pido
confían a su vez en el corredor, que de lo que h1:1-?"a1 1 es .e s que controlen el monitoreo y se sienten volviendo a ser
· +. du~c,on
vértigo y su in cert idu m b re. ~n l a m,,ro. \,; " · y_a hemos·r.l
,"- · útiles, o los incito a recuperar s us fuerzas con un sandwich
citadÓ el testimonio de dos de ellos. El pnmer parhe es vaba en el café de enfrente. Es más fácil para elles". Este médico
d esbor dado por l a multitud de sentimientos que l? atrave~a ¿no dice en el fondo que es conveniente ayudar a cada padre
ban y de los cuales "no estaba muy seguro que füe.ran lo~"'ue a superar el vértigo y la comprobación de un a inevitable
debía exper imentar". E l segundo evocaba "cor_no u_n suen.~ 8,n "carencia personal"?
e1 que uno- ·1 · " Y. no 1·ec··rd~ndo
hace eqm··11.x!o . u. ª', s1 ,"va . ha01a
.- Gérard prefirió protegerse de esto desde el primer mo-
realizado los trámites en el Registro Civil de.1_AyunLam¡.~nt~,; mento: "Sin embargo yo sabía que estaba muy mal visto
definía su vértigo en una pregun ta: "¿Cuánto t iempo me a.ta · negarse a asistir al parto. U na joven partera me trató
Pero al igual que las madres, t ampoco los padres aceptan '1
243
1
242
1.
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inclusive de r<:a:' p adre. Ei. todó caso, no me decia nada el también . Mire, me regaló este brazalete, lo llevo permanen-
estar allí, no era mi verdadero lugar." Este lugar enigmático, temente, tuve que pensar un largo rato para saber cón1o
tan difícil de definir y de encontrar, será buscado por Gérard podría sastener a mi bebé sin que el brazalete le moleste .. .
en cada una de sus cuatro paternidades, luego elegirá, diez ¡Es un problema!" En efecto, el brazalete, rígido, no era muy
años más tarde, retirarse poniendo fin a sus días. En esté cómodo cuando ella tenía al bebé en brazos. ¿Pero acaso los
caso también, un juicio brutal :rechazó la debilidad de Gé- amantes piensan en eso?
rard, en lugar de respetar su 'dificultad y comprender la
debilidad que él había significado, sin embargo, con respecto
rl Lo que permanece de cualquier manera constante en
estas parejas muy diferentes, es ese período en el que las
l.'
a esta primera "ausencia". mujeres "esperan para ver" cómo su marido se recupera para
Sin identificarse a priori con ningún rol, Fran9ois testimo- sí mismo, cómo negocia su identidad y su lugar de padre. ¡Si
1 ' nia una confusión r adical frente a la escena del nacimiento:
r la negocia!
"¡Es verdaderamente impresionante! Yo me sentía idiota, Es así que se escucha, como a las madres, debatirse a los
tenía la mano de mi mujer. Ella estaba en un segundo estado padres, cada uno por su parte y por diversas razones, entre
1
de ausencia y de dolor. A decir verdad, en ese momento, ¡el la desorientación y el sentimiento de incapacidad. Así como
bebé me importaba poco!" las mujeres, los 'hombres n e cesitan un cierto tiempo para
Ese lugar "verdadero" evocado por Gérard, ¿cuál es? pasar de la realidad de la presencia del recién nacido a tomar
"Ciertamente ¡no ser una segunda madre del niño! exclama conciencia de su nuevo estado de padre.
¡:_•·
Vincent. Un padre es otra cosa, me parece. Eso no impide la Pero hasta para las mujeres esta realidad del lactante,
ternura, pero la paternidad no es la lactancia." que atraviesa por transformaciones concretas de su cuerpo
Muchos padres me confiaron no haber establecido inme- y modifica al mismo tiempo la imagen que ellas tienen de sí
diatamente un lazo con ese bebé que acababa de nacer y el mismas, no es siempre evidente ni fácil de "mentalizar".
niño que imaginarnn, entre el nacimiento del hijo y el hecho Porque no solamente este hijo es solamente el suyo si la
de ser padres. Muchos expresaron, al igual que numerosas palabra de su mujer se lo afirma y ellos la creen, sino que,
madres, que necesitaron un cierto tiempo para comprender además, la paterniqad genética no es asimilable al acto de la
lo aue sucedía. Louis exclama: "Y sin embargo ¡yo estaba allí! paternidad.
Yo·' corté el cordón, pero rio me daba cuenta. De hecho
necesité quince días después de que el niño y la madre
hubiesen regresado de la maternidad a casa y que no
nodíamos dormir de noche. En ese momento yo odiaba a este
bebé, ¡es así que tomé conciencia de su existencia!" L:a transmisión del padre
¿Y quién se escapa entre los padres? Inclusive si existen
los momentos en que los hombres son maridos atentos, ~-e
encuentra en los padres una "ambivalencia", una perpleJl- Para un hombre, aceptar la paternidad es aceptar y recono-
dad entre el querer actuar bien y el temor de ser poco hábil. cer una filiación a los ojos de la ley. La transmisión del.
( ' Tal fue el sentimiento de Marianne que, después de h aber apellido al niño sella frente a la sociedad la responsabilidad
deplorado que su marido hiciera hervir las bat~~~~ de lan,a que reconoce y firma el padre por dieciocho años. Y en esta
del bebé, agrega: "Sin duda todo esto fue muy drnc1l para el transmisión de reconocimiento y de responsabilidad, se
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desnie:rtan v se repii.:o_,¡ también las d::; :el'¿ padre b. su L.a ~:istoria edípica a nterior s e re'1e1a agudamente en e l
r especto. Es.te es un acontecimiento muy cornplt~jo. n acnmento de nuestros h ijos. La confu sa mirada del pasado
Com o las mujeres, los ho mbn~s retornan a su historia , , h 1 .
cuore a~a y a .. ora 1a s p:royecc10nes de los padres sobre el
6 11 nac1"rio vln ..:i·~ '- "b ·, · · t , l l
a nterior y a los fundamentos de su gene alogía. Loic, a los r'~c1·
: . ;._,_,.e ~ . " ü ;.1 u.ul ~~n uc10n 1nconscien e ue os ugaresen
cincuenta años, expresa s u t urbación frente a su prirner hijo el mtenor de la pareja. En medio de tales remolinos cada un o
genético nacido de un tercer matrimonio con una mujer de ios padr es
j oven, de treinta años. :Es el primer hijo originado por él a T b ,.. -,,. se' pregunta
. . a su turno nué ':i
le sucede V' v como
~sa el.le Y l.Vlanrn, intenta la m ayor parte de las v eces
pesar de ser el cuarto descendiente que lleva su nomb:re. representar un papel con ei ñn de sentirse seguro y asegurar
"Ant e todo adopté al hijo de mi pti:me:ra esposa, que ahora ::i 1 ot~"
"" "'-": E.·n ia ' parn3·a, ,ias expec t at,1vas
,_ · ·
imprecisas y los
tiene treinta mios. Luego tuve dos niñas con m i ter cera joven r equen mientos latentes van a cruzarse a pesar de los dos
esposa , luego nació Louis-Guillaume. Hasta el nacimiento actores, y a veces serán posibles las evoluciones. Recorde-
de Lou is-Guillaume yo era el único portador del nombre de m os a lVfa.rtine que envía a oasear en la fümra
.,. _ .1. . . ' b
de_, si1 '-'l1eo,...,,
~ ~·0 .-.. u_,
mi padre, era yo el hijo glorioso . Ai casarse, m is hijas a la ~gur': d e la Reina-Madre. El1a destacó luego que: "ni su
cambiarán su apellido, pe ro un hijo lleva y transmit e el mando m su suegra volvieron a hablar del tema". En la
uatronímico a s u turno. Este nacimiento me cambió profun- narración de Mart ine se s iente perfectamente, por la mane~
d amente. F'ue solamente entonces que comprendí qué tipo ra en que ella habla del silencio de su marido y el hecho de
de h ombre había sido mi pache realmente. Por fin me di que éste no haya in tentado toma r partido por su mujer o por
cuenta del sentido de un e~igma familiar y la forma en que su madre, que éste comprendió el objetivo de la nrotesta de
mi abuela materna hab:ía idealizado al marido de mi madre, Martine. Descolgado de las paredes del salón de' su casa, e}
raptándome de ella y a lejándola para a signarme un lugar de retrat~ de la.Reina Madre aterr izó, sin duda también para
n ifi.o-rey. Confieso que tengo miedo de apiastarlo a este h ijo ." el mando, en el sótano.
Allí donde Loic toma conciencia a los cincuenta años de u n Por el contrario, como hernos visto, algunas mujeres
"enigma familiar" y la manera en la que éste lo ha forjado, "~11
J ~ eg Ca~ H
e1 ;
.( jUego
"d' · ~ 1"} 18 que se supone
r e ese Saber-l1acer J11!a.,10
expr esando al mismo tiempo confusa y da:ramente las difi- a to?as las madr~s, apoyándose en la incapacidad de su
cultades de su trayectoria de hom bre entre sus representa- mando para reforzar a s us p r opios ojos la omniootencia
ciones de padre ideal y de hij o mítico, muchos hombres más mat~rnal. Hiperactiva h a sta dar vértigo, cambiando y en-
jóvenes experimentan remolinos análogos sin llegar a com- volv1endo a su bebé en una m u da lim pia inmediatamen te
prenderlos siempre ni intentar analizarlos . Y hemos visto después que la otra se "ensucia" (e inclusive a ntes), una
que muchas veces sucedía lo mismo con las madres jóvenes, mujer fuerte decía ab:ruptamente "Conmigo, ¡esto marcha!
rechazan do en primer lugar como "malos pensamientos" los Felizmente, porque con s u «padre», pobre criatura". Habien-
pasajes oscuros. Hay que hacer notar aquí que en su confe- do encon t:rado de esta manera la posibilidad de activarse en
sión , si bien Loic expresa su temor de "aplastar a este hijo un lugar indiscutible de capacidad, es probable que p ara
genético", no analiza sin embargo el punto ciego de su propia esta madre, el problema de seducir a su marido no se
uarej a allí donde la notable connivencia actual de las edades p1anteará muy pronto. Hay que decir q ue en el transcurso de
~ntr~ ; u ter cera joven espos a y s u primer hijo adoptivo repite los .siglos (¡ es u na de nuestras tradiciones!) la mujeres
hasta la evidencia la precedente confusión de generaciones tuvieron muy a menudo que volcarse a este "coto cerrado"
entre su abuela raptora y su madre alejada ... que representa el cuidado de los hijos para tener la ímpre-
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~: 0'n
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A '""' noco l\f'"' cnitentm 10s acá con señal:J'
~ ,¡.<>, .·--' ~ - ••U>.• •-''-4. • •'-
nad:mien:to
la dimensi6n ern.in:entenLsnte respetable de la dignidad por no es: un :asunto privado
medio de la limpieza, que todavía se arrastra por las memo-
:rias. ¡Pero el :respeto de sí y del n iño no consiste solamente
en el hecho de lavarle las nalgas! . Como si impusieran "el tien1po necesario", numerosas cos-
Hacer sin ser j amás se convierte en un placebo de vida, tumbres "dej an en blanco" un plazo ritual entre el nacimien-
una anestesia a todas las dudas, a todos los vértigos. Esta to del bebé, el momento de su presentación al padre, el
compulsión a borrar 1os rastros de polvo como se barren las reconocimiento por éste del recién nacido y la declaración de
preguntas, podría formularse a~í: ''.No soy yo, la m~dre , qu~ su nacimiento frente a la sociedad.
corre el riesgo de ser torpe y eqmvocarse, es el papa. El be,~; En Maghreb, tradicionalmente, los h ombres no entran
nunca es enigmático pa:ra mí, pero lo es t otalmente para el . hasta el séptimo día a la habitación de su esposa después del
No puede menos que escucharse una proyección sobre el nacimiento de un hijo, hasta ese momento exclusivamente
padre del pánico de cuidar mal al hijo: "Aunque yo no, haga rodeada por muj eres con su recién nacido. De alguna mawe-
b ien todas las cosas, h ay otro, que no soy yo, que hara todo ra, la paternidad genética recién toma realidad simbólica al
al revés, es decir, mal." Surge entonces la pregunta de saber término de este período "en blanco", m omento en que el hijo
por qué ciertos hombres permiten _est os ~i?hos y estos será visto y reconocido por su padre.
hechos. ¿Cuáles son los dragones, los p:roo1emas de su Una antigua costumbre judía quiere que un patriarca
paternidad que evitan afrontar en sí mismos, y para prote- entierre la placent a bajo una higuera, árbol de la vida. El
gerse de qué? patriarca representa al conjunto de la comunidad frente a la
Porque también ocurre que, frágil o indeciso, un hombre familia, y es en tanto que tal que acoge al niño ri:¡cién nacido
prefiera delegar de una vez por todas en su muj_er todo lo que que le presenta el padre. A partir de entonces, se Cónvierte
concierne a los h]jos, como por ejemplo su prop10 padre pudo en el asistente del p;;tdre en su paternidad simbólíca, una
dejar hacer a La Madre en todo desde el pr~rn~r nacimie1;to. especie de padrino del padre.
A nartir de entonces, corno lo fue con antenonclad la maure, En Europa, hace ;menos de un siglo, la fiestas rituales
la~sposa es investida de una vez por todas como "aquella que marcaban la pur ificación pos parto de 1a madre y la visita _de
sabe" (o debe s'a ber) sobre los hijos . "Eres tú la que sabe, la familia y luego de los miembros del pueblo para que los
mamá" decía todavía a la edad de ochenta y cuatro años ese padres p:resenten a su hijo. Todavía hoy, en numerosas
anciano,.. a su esposa de setenta y dos. Otros tienen .la sociedades, la presentación del h~jo al padre esta ritmada
sensación de que, cualquie:r cosa que intenten hacer o decir, por los ritos, de Ia misma manera que el anuncio del
nunca está bien ni es suficiente. En cuanto es madre, su nacimiento en el seno de la familia y el conjunto de la
mujer se revela tan intransigente y monolítica como era ... su comunidad.
propia madre. E l nacimiento de un hijo nos descubre más El nacimiento de un hijo está lejos de ser un asunto
:rápido que nuestra sombra. privado que no concierne más que a los padres.
Entre el nacimiento del niño y su reconocimiento legal a
los ojos de la sociedad, transcurren generalmente üha serie
de pasos ritüales que pueden, en la mayor parte de las
sociedades patriarcales, descomponerse así:
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249
tGlreconocimiento pu:r ' ;~ nomina ::ón del niño es un gc Lc d e
paternidad. Se OD 8 T 8. m ediante la articulación de un nom-
bre, atTíbuido a ~ste niño según su identidad sexual, con el
n ombre de familia transmitido por el padre. La sociedad
entonces toma nota de la individualidad del niñ.o, especial- Pero en este caso también, en nuestras sociedades hay pocos
mente mediante la atribución de u:n estado civil personal del puntos de referencia para los padres ... De la misma manera
- . ' b., . , d . -¡ , .., 1 ,l.. ,
aue denvan ias :res ponsa. inaa es ue 10s padres nas"a ia 1
que una madre ioven expresa generalmente una fuerte
~1avoría deI niño. L c:8go. unido o no a un acto religioso, tiene desilusión frente .,a la expectativ; del seguimiento huma no
lug~r la presentación ;olerrme del niüo a la comunidad de su maternidad, para el joven padre existen pocas "postas
familiar o a un patriarca que la r epresenta. Generalmente el de paternida d" donde la presencia de los mayores, tíos y
niño es entonces a pa drinado por un a dulto que se comprome- padrinos, garantizara de alguna manera una "presen cia
te frente al padre a a compa ñ ar espiritualmente al n iño, es paternal" a su lado y calmara sus inevitables movimientos
decir, a asumir 1a responsabilidad en caso de irresponsabi·· de pánico. Sin embargo hemos visto cómo un cierto "tiempo
lidad o desapa:ríción de los progenito:res. en blanco" puede s er necesario para un rncogimiento parcial
E n nuestr~ sociedad, el reconocimiento de la paternidad se que evite toda precipitación tor pe, con efectos tan •nefastos .
opera solamente por la dec1a:ración del nacimíen to a las cuaren- La célula familiar está gener almente aislada de las gene-
ta y ocho horns en el Registro Civil (pero la transmisión del raciones :mayores (física pero también moralmente). Para
auellido del nadre al híio puede ser anterior a1 nacimiento, cada uno de los padr es jóvenes, que esper a de sí mismo
c{iando una ~pareja n o ca'sada declara el embarazo en el Ayun·· competencia y conocinlientos, t odo lo que, proveniente del
ta.miento). El hecho de que un niño lleve el apellido de su padre otro, contribuya a fragilizar o :relativizar esta expectativa es
no implica que éste sea investido con la autoridad paternal, que sentido como una profunda inseguridad . Que el cónyuge o los
cae automáticamente en la madre si la pareja no está casada. parien t es den pruebas en esos mome.ntos de la menor duda
Por su parte, ¿los hombres no ritualizan espontáneamen- o del menor paso en falso, y aparece r efor zado el pánico y el
te, a su r;;_anera, una "benéfica regresión", comparable a la oscurecimiento del cuadro.
que autoriz an a tas madres las costumbres africanas, cuan- En contré a u na joven m uj er, madre desde hacía un mes,
do uercetúa:n la costumbre de "regar entre hombres" el en este estado de duda . .A.:rrneile visitaba en la maternidad a
vérÜgo~ d e convert irse en padres? Ac;so bebe:r aturdidamen- un a amiga que acaba de parir. La pregunta de Armelle era
te en el momento en que uno transmite su nombre (es decir, la siguiente desde qu e r egres ó a s u casa: "¿Hay que ubicar o
el nombre de su propio padre) ¿no es una forma de "tomar el no al bebé en su p:ropio cuarto? Mi marido dice que sí, pero
biberón" a su turno, pero esta vez como un adulto? Y acá yo n o estoy tranquila."
tarn.bién, en esta fugitiva ausencia, es en Ios otros en los que Como una de mis r egla s es p r ecis amente evitar el "hay
hay que confiar para el "retorno a casa", puesto que conver- que" o "no hay que", propu se a la joven explicarle cóm.o yo,
tirse en ua dre es un acont ecimiento que fragiliza y puede qu e en aquel momento n o :; ; ahía más que eEa, resolví por mi
11ci 1°er
"" ..,.,..,. n°;·dcz·
_p.._, _. ,~1 1~q•'i1ibrio
·,\ V - ·;._,.., '-' •...<!.. ... ..S. • .,. parte esta cuestión, solución que P;..rmelle y su amiga se
apresuraron en querer conocer: "Cuando regresé de la :ma-
ternidad con Hé1ene, su padre y yo decidimos colocar su cuna
en nuestra habitación , cerca de nu estro lecho. Hélene tenía
250 251
.;a un ritmo de cinco n . a;_~nadas }ffC día y dormía ocb u L0ras Ante este ..-ecato, Armclle exclama que e11a está atrave-
; 0r noche. Junto con mi marido nos dimos cuenta rápida- sando en ese momento exactamente ese tipo de dudas y
~1ente de que cuando conversábamos o leíamos, molestába- dilemas. Y agrega:
mos' su sueño (lo que no era el caso en la maternidad porque -~¡Pero mi marido nunca me dirá eso!
allí yo seguía enteramente el ritmo de _mi bebé). Llevamos LE) participé entonces algo que mi compañero sólo me
entonces la cuna a su habitación,. y la instalamos entre sus confesó bastante tiempo después:
muebles dejando todas las puertas totalmente abiertas. La ~No fue del todo evidente decirte que no te levantes esa
primera noche de este 'alejamiento' evidentemente me le- noche. Yo dormí muy mal, con una sola oreja (pero ustedes
vanté varias veces para ver si el bebé dormía bien. Experi- clos, en cambio, ¡durmieron perfectamente!). Solamente que
mentaba, lejos de ella, la inquieta impresión de que podría se me había metido en la cabeza la idea de ese hilito entre las
ser que algo no marchara. La segunda noche Hélene se dos, y era necesario que en una ocasión u ot:rn yo te lo hicie-
despertó, lloró. Me precipito, la acuno, le cant o una canción, ;ra ,saber, fue la misma Hélene la que me ofreció la opor-
la vuevo a acostar .. . Re-llanto. Y entonces su padre me dice, tunidad.
colocando su dedo sobre la punta de mi nariz: Armelle permaneció pensativa un momento, luego, des-
--¡Hay un hilito que sale de acá y va justo a la pequeña pt1és de un pequeño silencio dijo:
mano de Helene! Es tu inquietud la que la despierta. Y una ""-Sí, es cierto, nosotras las madres no escuchamos lo
vez despierta, trata de saber hasta dónde puede disponer de suficiente a los hombres. Voy a hablar con mi marido, se
ti y conservarte a su lado ... ¡No vayas! Déjala que se vuelva pueQe ensayar colpcar al bebé en su habitación, después de
a dormir. t odo, un ensayo no es definitivo ...
Yo, totalmente incrédula: Tuve la sensación de que Armelle, al igual. que yo en la
-¿Te· parece? (Pensando en mi fuero interno: '¡Qué padre misma época, emergía de la problemática de "todo o nada";
indigno!') en el menor de los gestos, en la menor decisión, se levanta el
Entonce él me dijo lo siguiente: tE!rnOr de actuar como malos padres. Por eso, todo lo que
--Asumo toda la responsabilidad de lo que le pueda contribuye a relativizar esa problemática y apaciguar ese
suceder a I:lé}ene. Ya comió, está seca, su habitación está miedo aparece como una palabra liberadora: de esta manera
templada, todo está bien. Entonces, no vayas. Si vas esta vez dpdar es normal, tanto sobre sí mismo como sobre el otro. La
será todas las noches y en ese caso, te prevengo, yo no me gificultad con siste en lograr compartir, simplemente, esa
levan.taré, No te olvides que la noche se hizo para dormir ... duda. Hay uno de los dos que está más seguro que el otro, o
En fin, para los bebés ... más decidido a medir una in quietud con la vara de la
No solamente su padre compartía la responsabilidad de realidad de las cosas ...
ese "No te levantes más", sino que, además,¡ la había tomado Y, en efecto, ¿de qué siJ:ve decir en lo absoluto, como una
sobre sí! Sin duda fue el sentirme liberada de esa inquietud receta infalible: "El bebé debe dor:rrür en su habitación" a
lo que me decidió a no dirigirme esa noche a la habitación de padres que habitan en un ambiente? ¿No deben entonces
Hélene, que, en efecto volvió a dormirse al cabo de un rato inventar por sí mismos su propia dístribución del espacio con
con el suéño de los justos. N u nea más lloró de noche ... salvo el objeto de preservar la intimidad de la pareja sin que el bebé
en dos o tres ocasiones cuando sus dientes la hacían sufrir o se sienta autorizado a disponer en todo momento y para él solo
(
'f1, estaba realmente enferma. de su madre? De la misma manera , hay parejas que con toda
f~ 253
( 2 52
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' 1'T1C·~ -_...,.. l-"'jía tOr11adO.C011Ci6llCia
-. · de
autorizaclas a hacerlo 11asta después ·de un largo período de Já.\...-<;.. ..."'" >.A.
incubación del bebé ... que la ger~te se agitaba tanto, conducían ta~~ eran tan
.En este . asunto, . e l aborar
' una "'buena,, d1s . . t ancia
. ("b uena" bruscos. Yo, tenía un tesoro que proteger.
Este primer •. asoril!b ro y esa seren1uh!...J~ ·.1,;¡ ~-~1n~r·•
su11 oc. ~e~
si a cada uno v conviene.a todos) no es una cuestión r. "'"1 a "TI'""'
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tres años, recuerda el día de.l parto: "Su padre no estaba revelada o desencadenada por una dificultad del niño que,
presente cuando nació. Ese día, todo estaba dicho:" por su parte, no podría crecer rectamente en un terreno de
. Antonine, también evoca esta especie de repentina luci . . simulacro o de mentiras.
dez con respecto a la flaqueza de su compañero a través de Para estas dos madres, la ausencia y la debilidad de su
una mentira aparentemente anodina, ·pero llena de signifi- hombre en tanto que padre condujeron a ambas a elegir el
cado para ella, y que sucedió durante su embarazo: "Durante llevar al acto su soledad parental. Prefirieron divorciarse a
un conflicto que t uve con mi jefa de servicio, un día, sin "hacer como si", lo que significa una franca resolución de la
decírmelo, mi marido llamó a. ef)ta mu~er a su oficina crisis respecto de aquello que la suscita. A propósito de la
~a~iéndose pasa_r en el teléfono por mi padre, que er~ aceleración de los divorcios entre nuestros contemporáneos,
mfiuyente en el departamento, tratando de uresionarla. Yo Bruno Bettelheim señala que la pareja del siglo xrx, esencial-
no comprendía nada de nada, nunca había Lhablado de eso mente sujeta al surco de su supervivencia económica, se
con mi padre. Después de una noche en blanco deshecha parecía a dos bueyes uncidos a una misma carreta . Los
terminé por adivinai- y rogué a mi marido que ~1e dijera l~ inevitables movimientos afectivos que surgían a lo largo del
verdad. Creo que le hubiese perdonado su torpeza si en ese tiempo estaban regulados así por Ja obligación de "permane-
momento hubiese reconocido su mentira. Pero en lugar de cer juntos" contra la adversidad. Es cierto que actúalmente,
es?, mi marido continuó negando en bloque, como una más allá del ideal burgués de la conservación del patrimonio
criatura sorprendida en falta. Su tono de voz era como una y del éxito social, se requiere inventar nuevas mediaciones
co?-fesi~n. Inten~é creerle. ¡Pero no! eso no se mantenía en pie. :reguladoras para los casamientos ...
M1 mando termmó por reconocer su falso llamado telefónico Sin que todas las crisis de las parejas alrededor de los
1'
oanai1zan
l d.º,su acto como _una simple torpeza, excusándose por' . nacimientos sean de consecuencias tan pesadas, existe sin
h_~ber quena o resol~er m1 problema. De pronto, tuve la impr~"
embargo un síntoma muy difundido entre los padres jóve-
SI?n de que escapaoa de la realidad, de que escapaba de sí nes . Impedidos de dormir por un bebé tiránico mucho tiempo
nnsmo, que representaba un rol, que se mentía tanto a él mismo después del período razonable del biberón nocturno, su
como a mí: No tenía más confi~nza. Yo estaba embarazada, dije agotamiento y su alteración son reveladores de la dificultad
estas tembles palabras: "¡Es una -impostura! este bebé ya no lo para.restaurar y salvaguardar la intimidad de su pareja.
quiero". Y luego traté de decirme todavía que nuestra pareja F ue así que, dotados de una insomne :resuelta, al cabo de
era m~s sólida que eso. Necesité cinco años para reconocer que dieciocho meses, los padres de Jennifer no podían más. En
no estimaba más a mi marido y abandonarlo." · el transcurso de una reunión de padres en la guardería,
La expresión "prueba de la verdad" que surae en cada uno Adeline, su madre, terminó por preguntarse si el biberón no
y en la pareja alrededor del n acimiento de un hijo no debe ser era el pretexto ideal para llamar toda s las noches a sus
tomada a la ligera. padres a su lado. Alentados por la presencia de otra pareja
•'l
¡~ La crónica dificultad de las parejas para :resolver tales en el mismo caso, Adeline me confió más tarde haber
estados de,c:risis resi de también en el hecho de que existen pensado: "¡Pobres! Ellos tampoco deben saber qué hacer ...
poc~s refernncia~ exteriores y pocos próximos a los que
Tuve miedo de que nos juzgaran mal a nosotros también.
1 ,
¡¡¡ conil~r su confusión. La mayor parte del tiempo, la crisis se
Durante la reunión ese papá dijo que él, por culpa de ese bebé
1 :
enqmsta y no estalla sino varios años más tarde, a menudo tiránico, iría a alquilar una habitación al hotel. Todos
¡~
reímos. Entonces, la psicóloga dijo:
256
257
- l\11, ¿y u_sted piensa Jl(~V a:r a su n-11tjer con t1sted? Así como la m aternidad, este "padre complementario"
. '\ l ., ..... .:J •• - .,
~ ·= . .. •
-~ ¡ .1.~D 1, l.tO! , i..tlJO e1 paa.re, ¡voy a dorn11r nt1e,ve n.oras solo!
'1 funciona par cialmen te como un espejo, en el cual, un a ve z
1
_¡· Ent:o~:c~s, la psicóloga, devolviendo la pelota: ¡Oh! Fíjen- más, van a reflejarse nuestros temores. Esta confrontación,
s e, su 111Jo m v entó u n nuevo método anticonceptivo not able!" ( por identificación o por op osición, nos revela las desviacione s
_Hace m:w bien desdramatizar. lVIi marid~ se enoj ó esa
1 o los excesos de nuestras actitudes paternales. Astrid testi-
1 nnsma noche con Jºcmnifm: y le señ aló, en un tono sín réulica·
rp b'b :¡ • " . • •
l¡ monia este shock burlándose de sí misma: "Un día, fui a
buscar a mi hij a mayor a la guardería, ella tenia dieciocho
<< i e pro . 1 o o u.e nos c.esu1ertes esi-.a nocb ,0 ¡v:1 os su·fi..-.ient.ai
Si no ~uerm~s, eres J.ibr~. PeTo no~ot~o~:·;:o ·r:o;·Í~v~n..,ta~;~
\
meses o dos años . ¿Y con qué me encuentro? ;Mi criatura
colgada de una escalera de d-os m etros, con una l~rgo ech arpe
m~1s . ¡B u e~1 as _~noch.esb» ~'{ cerró seCan1ente Ls-i puerta. Y ·bien 1 - ' 1 '
arrno.~c..o en su cm~ura y más iarga que sus piernas! rvii
1
nes y eventu almente de los confiictos que ello imnlíca. Y acá nna imente, ten go que r econocerlo, ella hacia muy bien ... "
li'!':ta "ner-und' ~ ;i
b -b i~ .a .,.,J.J.1.aure
1 " a lJ.a q11e es con11a ./:"'. do e 1 111110
· - esta ·' a
t.<!s.ml1ién;. la forma er1 que la i11stit-ucióll 31 e l entc:rno accge11 ,LJi....;v c
l ~ ~1~?¡bl e111a, ,~:1c~ - ae ' iOS' p.actres ' }' "!es res1Jor1der1
- 01Jera u11 efecto veces positiv amente investida como aquella que puede com--
v 1v1:t1car1te o b1oq_11ea11t e. pletar y equilibr ar la falta de un padre, por ejernplo, "un a
nana formidable que hace tortas de manzana, disfraza a los,
niños v fabrica m óviles con ulurna s ~Jr con ec:t·rellas '¡;í1nicq1tr » "'
oJ "' l ~ ... -<- v .,.,. c,_, .._ o.,J;,.t...-:t
258 259
~HBi!IL
.J
psicológica de la ayuda que representa para el equilibri~ de ,¡
,)acques:_"Lo peor jera mi suegra! Siempre con la criatura en
la vida familiar es importante. Es lo que expresa Paulme, brazos. E~_clava del menor capricho. Después, con nosofros,
que tiene treinta y s~is años: "A los tre~ primero~, los ubiqué nuestro hDo lloraba, reclamaba los brazos. Yo dije: «Basta no
en la guardería, estaban bien, despabilados, sociables. Pero es ;ini::- muñeca»" Y finalmente mi mujer me dio la razón .. ~"
la cuarta, 1legó tarde y un poco por azar."Yo tenía bastante Y sin embargo, de la misma manera que la presencia de
que correr y angustiarme durante 1as_ enferm~dades d: los u na parte~ª,? de una nurse comprensiva, este "padre com-
niños buscando por todas partes algmen a qmen confiarse- plementano puede ofrecer a los padres una ocasión mejor
los. Entonces preferí ur¡a niñera, es más dúctil y menos de comp~ender a s:i hijo, de descubrirlo autónomo, sujeto a
peligroso." A través de esta gestión del ritmo familiar y de los parte emera. Ingnd relata algunos momentos difíciles en
imperativos profesionales, se oye también a Claudine tomar esta marcha, atravesada por los innumerables dolores de Ja
nota de su propia fatiga, de sus límites. ~eparación: "Es duro dejar el bebé en la guardería. Hay que
Cuando la pareja paternaJ. piensa en ia elección de -i:n lfse. Todas las mañanas, yo tenía los ojos llenos de lágrimas.
relevo respecto al niño, delega en un tercero una parte mas ~ ad.emás oía a mi beb~ que lloraba ¡Qué infierno, tomar el
o menos real de su responsabilidad. ommbus! Durante la Jornada, en la oficina, me olvidaba.
Aun si son generalmente las madres las que experimen- Luego volvía a pensar. Y me reprochaba a mí misma: "Pero
tan con fuerza las emociones vinculadas al hecho de confiar qué haces acá?" Y no tenía más que un deseo: ir a buscar a
cotidianamente su hijo a una tercera persona, la elección Y mi hijo. Al atardecer, en la guardería, me sentía aliviada al
la calidad de una forma de recepción no son neutras en el encontrarlo en buenas condiciones. Y luego mi bebé tuvo dos
equilibrio de la vida de la pareja y reflejan las expectativas, días seguidos problemas de sueño, en la sie~ta . Las puericul-
las proyecciones y las dificultades de los dos padres. A veces toras lo dormían en sus brazos, pero una vez en su lecho
esa "otra madre" es de tal manera un "problema personal" de nada que hacer . Mi hijo se despertaba y lloraba. Ellas m~
J.a madre, que el padre se borra de escena. Laurene, a través hablaban cuando llegó 1a psicóloga. Esta preguntó si tenía en
de su hijo, parece haber permanecido en diálogo cerrado con su lecho "el peluche de casa'', si se lo habíamos cambiado u
su madre: "Hasta entonces 1 entre mi madre y yo, fue duro! olvidado. No, el peluche estaba allí e inclusive limpio, yo lo
Ella quiso ocuparse de mi hijo, argumentando que la _guar- ha.bía lavado.
dería era cara y que una niñera, no se sabía sobre qmen se -Y bien, dijo la :psicóloga, es posiblemente por eso . Su
podía caer. Para mí, eso era conveniente, podí_'.3- seguir bebé tiene necesidad del olor de su casa, una "presencia-
teniendo una vida, claro. A veces, me sentía mal al ver que mamá" que le dé segur idad cuando usted no está. Mafiana a
mi madre se ocupaba de mi criatura mejor que de mí cuando la mañana, antes de ir atrabajar, déjele su echarpe y, sobre
niña. Me dije que ella recupera b a ."s·1 L aurene
' "a b an d on a" , t~do, ¡no lo _lave! ..". Al principio yo era escéptica pero, en
en cambio ciertas madres "recuperan": "Ah, ¿qué aprendiste eíecto, las siestas siguientes transcurrieron mejor. Al com-
hoy en 1a guardería, mi querido? Ah, ¿es este lindo juego? P!obat que mi bebé tenía necesidad de mi olor para sentirse
Vamos, \Yen rápido, mamá te comprará uno igual. bren en la guardería, tuve menos dificultades para narti:r a
Pero en el corazón de esta repetición de expectativas, de las mañanas y estaba menos celosa de las pueric;lltoras.
conflictos y de dificultades que pueden anudarse entre dos Entre mi bebé y yo había entonces muchas cosas que no
mujeres alrededor de 1a identidad maternal, a veces con los pertenecían a nadie más que a nosotros. -
padres la reacción es la misma, como lo dice sin tergiversar A menudo difícil de afrontar, esa otra mirada ,uosada
260
261
f•
.
.., _ _c,.,,...,.,._ _ _ m
. ""::."""""~,~- . . -· · · - - - - -- - - -
¡
sobre su relación con su hijo puede ofrecer a los padre~; la Con frecuencia, además de reforzar los movimientos afee-·
oportunidad de una distensión y un apaciguamiento en tivos, esta expectativa no hace más que agravaT una incom-
relación con el pánico de ser insuficientes y el temor de ser prensión recíprnca. Las puericultoras y las niñeras estiman
mal queridos. )J aclara:r de una manera diforent~ una por su parte que los padres descargan demasiado sobre sus
actitud del niño, la palab:ra de un tercero puede cambiar su espaldas la educación de sus hijos, su atención y especial-
interpretación y desatar algunas de sus inquietudes: "Tanto mente las enfermedades infantiles. Pero, al mismo tiempo,
su padre como yo, por turno, nos agotábamos todos los los padres deploran por su parte la falta de consejos educa-
ata:l·deceres en la guardia. Ensegui,da que nos veía llegar, tivos y de sostén psicológico, que formulan diciendo "no nos
aceleraba con su bicicleta y daba cuatro veces la vuelta a la hablan más, acá es un depósito .. ." O bien, desplazando la
habitación. Cuando por fin lográbamos hacerle abandonar acusación desanirn.ada que dirigen en el fondo a sí mismos:
la bicicleta, arrancaba pa:ra el tobogán. Lo sacábamos de allí, "El mal padre no soy yo (que no puedo más) sino usted (que
agarraba las pinturas. Yo ordenaba las pinturas, se escapa- no me ayuda)".
ba al jardín, etc. En breve, todas las tardes nos tomaba por En cambio, puede suceder que un consejo, 1.ma observa-
lo menos media hora . Yo me alteraba y su padre no quería ni ción o una sugerencia de una parte o de ot:ra sean interpre-
siquiera oir hablar de ir a buscarlo a la guardería, s e sentía tados como un juicio. Cuántas veces, tras una frase anodina •
excedido. A mí me r esultaba :raro que mi n iño no quisiera como: "¿Pero t odavía está enfermo el pequeño?" se perfila,
volver a casa ... Un día me quebré y la educadora me dijo: intencionadamente no, el reproche: "Ustedes son padres
"¡Pero no, vamos! Le está mostrando todo lo que hizo en el incapaces (o bien profesionales negligentes)", y el tono
, "
d la. sube ...
Es conveniente no deducir apresuradam ente que la guar·· Pero estos conflictos y estos ballets de incomprensión,
der ia es el lugar adecuado para restablecer el sueño de los idénticos a los que hemos subrayado alrededor del inmedia-
bebés tiránicos, ayudar a los niños a separarse todas las to posnacimiento, no son con frecuencia más que las facetas
mañanas serenamente de 1os padres y a estos comprenderse de-;_,_n síntoma cai~acterístico de nuestra sociedad: ·el acompa-
recíprocamente. La guarq.ería es ante todo un l ugar de ñamiento de la infancia, su apren dizaje de la vida y su
recepción y de vid a social para ios muy pequeños, y no el educación están separados cada vez más de la red de pafa-
espacio terapéutico para la pareja y la familia. Pero acá bras e intercambios no especializados.
también, convier1e interrogarse sobre esta expectativa cada Antes, una madre desamparada encontraba siempre una
día más pr ofunda de los pa dres en relación con los profesio- vecina en la escalera para hacerle notar: "Per o dime, ¿siem-
nales de la primera infancia: "¡Que m e ayuden a hacer crecer pr e le cedes así cuando se tira al suelo?", o también en el
a mi hijo!" banco de la plaza: "l\'Ii hijo mayor también le sacaba el
La mayor parte de los profesionales que enmarcan a los biberón a la hermanita ... " Todas observaciones que ayuúim
niños (personal de las 15u.arderfas, nodrizas, maestros, edu- a tom.a:r un poco de distancia , recoger opiniones y experien-
·¡ b
cadores ,y profesores) efectivamente heredan cada vez con •
cias '".f."
m1erentes y .. . ieia orar .ias
, so.rncrnnes
' . . ¡p
u:r:w rmsmo. ·. ero,
más frecuencia y de una manera opresora la demanda de evidentemente, este intercambio vivo se hace muy improba-
una ayuda educativa por parte de los padres, legítima pero ble cuando, dos meses y medio después de la salida de la
con frecuencia torpemente formulada: maternidad se debe confiar a l bebé para retornar al trabajo,
"¿Cómo se debe hacer?" e inclusive, cuando es posible el lujo de conservar al bebé más
262 263
tiempo, una se. s.iente
. tan aislada a·¡,,,, -... _. cu~trC;·
'"' -_,· L..,.1 "',.:1ª
~. ª - ·,rlª. . . , se~b q ue ·.·
· .~
a querer, i tratar, a medirs E:, .0 , Fracasar, ;¡olver a tratar y
se pregunta s1 todavía existe,,. luego lograr. Padres e hijos habitan, juegan y hablanjuntos .
e . ,' blues
Y .este
onsLate en una
suburbano al"anz
escuela
" , a de
maternal
tambie' - " 7..,.. Ua los
una
i, -
r.e
!::' quenos . .
- Pero "en verdad" ¿qué es lo que comparten?
b' · · . Lt.
p do1
·~ .~i su,,,ur-
.,
h : Y sin embargo, en lo cotidiano, muchos padres se sienten
10 pansmo, que mnguno de los niños que permanecían en : culpables por disponer de tan poco tiempo para consagrar a
1~ e~cueia desde las siete y media de la mañana a las : su hijo. Cuántas madres se justifican: "Juego lo más posible
d1ecmueve ~or~s ~n la tarde sabía lo que es un cartero 0 un : con él, el rato que estoy acá trato de estar disponible". Se
p,ana?ero. Su :imco contacto con un lugar en el m undo intenta hacer un esfuerzo para salir a tomar aire todos
ext~nor e_ra ... el s~permercado. Además, en el transcurso de juntos el domingo, recibir o visitar a los amigos. Estos
su larga JO~nada · encerrados", estos niños no contactan a descansos son los que se convierten en la oportunidad de una
menos de_ siete personas diferentes. Las mujeres de servicio apertura. Pero tanto en el piano como en el judo, se supone
de la :n:anana Y, de la _tarde, las animadoras y las maestras que los niños deben rendir , en esto tampoco se les tolera el
alterna:idose alrededor de las comidas, las siestas y las fracaso. Cuando en realidad el interés estaría precisamente
recreac10nes, pero solamente las maestras tienen a veces en ubicarse a su ritmo para explorar serenamente sus gustos
ªJguno~ contac~os c?n .1º~. padres, cua,ndo vienen a buscar y arriesgar sus propios valores sin temor de ser juzgados.
e.los :n1smos .ªlas d1ec1sms horas treinta a sus hijos, lo que Durante la semana, las madres dejan para más tarde el
es ~aro . L~, mayor parte .~e las veces es una niñera o una planchado, el arreglo, hacen las compras a las apuradas,
vecma q,ue recoge a los mnos d e la escuela" a las diecinueve sintiéndose culpables frente a estas tareas sin sacarles
h?!ªs Y les da de cenar. Confiesen que les hace falta a estos ningún placer. Sin embargo, todas estas cosas, inclusive la
mi:o:_~e menos de se.is años una bu":na dosis de solidez para fatiga ¡también son la vida! Tratar de crear artificialmente
~b1_car se se:enamente y estructurarse en tales condiciones. condiciones ideales es enmascarar en uno mismo tanto como
¿J?.ond~::ta, :n tal contexto, la ~isponibilidad de los padres frente al niño esta realidad básica según la cual nadie está
al~~ PL.1:"untas y a las .explorac10nes de los niños? ¿Padres jamás entera ni absolutamente a disposición del otro.
e ~Jos.viven en dos umversos separados? ¡Al contrario! Porque muy a menudo, cuando uno sueña
.ri,s ~ierto q~1e c:11~::la uno por su la?o e;;_cperi~enta una vida tejiendo o leyendo en presencia del pequeño que balbucea y
grup~,. , pero d mno hace su expe:nencia de una vida social juega con sus juguetes (lo que Winnicott llama con una
esencialmente bajo la mirada de otros adultos para reen- maravillosa fórmula "la soledad en presencia de a lguien")
c~ntr~rs;,. 8:Jª
~oc~e y ~ura1!-te_ el fin de se~ana en un sucede que, sin siquiera tener la sensación de escucha r , se lo
e.,pac10 iamuiar .
onvado , es deP1r
.-' -~ - ,
confi1nado
, . 1
a la re 1ac1on ·, capta, se lo oye ser. Es acá, en realidad, cuando se lo descubre
puramen~~ afectiva que no es más que una parte de la y una se descubre con él. .. Es acá cuando verdaderamente se
~onstr~::c1_on de nosotr:os mismos, del descubrimiento, de la vive juntos. Es todo un arte encontrar la manera de no hacer
mver.i~1on Ydel apr~nd1za1e del mundo. Se hace muy raro que nada juntos. Y una se siente obligada a hacer las cosas
los m~os sepan quiénes son, profesionalmente, sus padres "bien", desolada por ser, en las "actividades", menos capaz
en que, cons1st~ su ~rabajo, con quién, por qué, qué es lo qu~ que las profesionales de la guardería o las niñeras ... ¡Pero es
producen Y que reciben en compensación. Se ha hecho raro la vida! Para que exista entre los padres y los hijos un tiempo
que sea~1 los padres quienes trasmiten directamente sus para soñar, es necesario un cierto espacio de vida corriente
conoc1m1entos a sus hijos, quienes les enseñan a trabajar ... ~omún, en el que uno no se sienta obligado a "recuperar" la
264 265
i. ; !
· ~Ziii5i!iiii~as>J!ii¡¡¡mgj¡¡iiesii;,,~~--
ausew. .-~ de uru·. j ornada con una de juec J un poco entre J ,5 niños en las gu R:·d ..d as), elL no impide que, día
forzado.. . tras dfa, su vida social esté separada de su vida familiar, a
Antes también las necesidades del trabajo hacían a los ·su vez separada de la vida social de sus padres.
padres lejanos y poco disponibles. Pero los hijos y los padres Por un lado el espacio/tiempo afectivo familiar, y por el ,i
lo aceptaban mejor, simplemente porque se estaba visible. otro la riqueza de la existencia entre los otros. E~1to~1ces , '
Durante la jornada, el niñ.o comprobaba que su madre entre padres e hijos ¿dónde se ubican las mediac1011es
extendía la ropa lavada y preparaba las conservas para el cotidianas, la experiencia y la mirada relativiza~te d~ ~?.s
\
invierno, a veces nerviosa o cantando. Veía a su padre demás? ¿El tiempo de escuchar y de decir? ¿La d1spombl11- i
trabajar o salir al mar, preocuparse o, alegrarse del tiempo dad para entender?
con los otros, a su tío comentar las cuentas del negocio, a su Aceptado esto, los niños nos empujan también a veces con
prima entrar como aprendiza en la fábrica textil del pueblo genio y obstinación para ayudarnos a reanudar los pactos
vecino mientras sueña con vivir en la ciudad, a su abuelo esenciales con la vida. De esta manera, A..rthur, puntuando
reparar el gallinero y plantar árboles cuya edad supera el a los cuatro años algunos comentarios pasatistas de una tía-
tiempo de la vida de un hombre . Las preocupaciones de los abuela que se lamentaba de su infancia ciudadana: "Pero yo
padres y su forma de afrontarlas y resolverlas eran una soy un adoleniñol" . . . ,
realidad cotidiana, las bases de un aprenclizaje de la vida. En Suecia, tanto por el confort p:nvado como por e.i
Actualmente, "la oficina de papá" o "el trabajo de mamá" equilibrio público, cada inmueble está provisto de "s_u gua:r~
son completamente abstractos para el niño, de donde surge dería" y las vacaciones paternas de uno o dos anos son
su tenden cia a considerar que si sus padres no se ocupan práctica corriente, tanto para los hombres como para las
todo el tiempo de él (como las profesionales de la guardería mujeres . Las estructuras de recepción en los inm~e~les sc_:n
durante la jornada, que ejercen un oficio y cobran por eso un más livianas que las nuestras en cuanto a las conmc10nes de
salario), es porque no lo quieren y se desinteresan de él.. . Es inscripción, y los padres no tienen que justifica7 una acfr\i-
:raro que un niño comprenda desde el comienzo que la actitud dad asalariada regular para confiar a su bebe durante 1a
de sus padres como consecuencia del hecho que se conviertan jornada como nosotros a una vecina o a una amiga.
en parcialmente no disponibles con respecto a ellos se debe a De esta manera el tiempo familiar "fuera del trabajo" se
su~ obligaciones profesionales y a todo-lo que ello involucra. organiza a un plazo más largo, a la maner:a de un ~ño
La paradoja es que, encerrados como estamos en tantas sabático. Si está mejor integrado y comprend1do en la vida
ob1igaciones sociales que se nos escapan, no sabemos en social general, este tiempo paternal es potencialmente más
absoluto determinar nuestros puntos de referencia y nues- creativo. Inclusive si existen estructuras de recepción menos
tros limites. exigentes, tipo "guarderías de tiempo .parcial" ?istri~uídas
¿Cómo podría entonces el niño encontrar los suyos? en las grandes ciudades y los subur_b1os, al m1~mo tiempo
Para mantenernos en los acontecünientos más corrientes que a:vanza la idea del trabajo a tiempo parcial, e~lo. no
de nuestra vida cotidiana, verificamos esta separación de la impide que estemos todavía lejos de algunos arreglos logicos
primera infancia: si los niños tienen desde muy temprano elementales. De todas maneras, mi propósito no es hace:r el.
entre ellos sus redes de reláciones, de juegos y de vida común o:roceso a n uestras formas de vida. Son lo que son, con sus
(y uno no puede dejar de asombrarse ante la extraordinaria lados buenos y malos. Pero como todos nosotros sufrimos de
vitalidad de descubrimiento y la riqueza de Ias vinculaciones cerca o de lejos 1a enfermedad (¿infantil?) de nuestras
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s.ociedad
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d addeiosmor •'n+ocf'uert es -d~ i'a V1.d ( 1 e c.•·.t: •~ :.xgrave- o dos g:cuüdes que '· ;aban de tener u n : ermanitc una
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muerte en particular) priv·1 o-i._, d ; a e :i:-ac1.:ri1ento y la herma:nita, hacen recaer sobre él los celos que viven en su
sobre 1a dificu itad .' . 1 e;:,.an .º ia apariencia y el éxito casa. Además, educar a la propia criatura bajo la mirada de
de la reali-d d, h, -sm embargo diabólicamente tangible- .
todas l as colegas, no resulta cómodo, ni para nosotras ni
acerca de lasa umana ' no ire
a· . .
1 P'tre
e
. 'tlºl reflex10nar
ce lllU .
para ellas. Por esta razón evitamos siempre trabajar en la
ill'-'JOras concretas gu · t .
podrían financiar. . . e nues ros impuestos sección en la que se acoge a nuestros propios hijos.
Yo tenía confianza en el equipo de las jóvenes que se
ocupaban de m i h ijo. Pero durante varios días seguidos se
negó a _tomar su biberón. No quería s a ber nada. Entonces
No hay lugar perfecto mis colegas me llamaron y yo lo llevé a tomar el biberón en
m i sección. ¡Solamente que eso creció! Al ca bo de varios dfas,
nadie más que yo podía alimentarlo en la guardería. Cuando
y sin embarP-o no c .a . la psicóloga volvió de vacaciones, le hablamos del tema . Ella
de educar" d°e
-~ · ·.
l ogvivne tampoco asimilar la "dificultad
os pa res a una falta de tiemp , · : dijo que sin duda el bebé escuchaba mi voz de una sección a
vampoco idealizar laguard . , o cromca, m otra y que me esperaba toda lajornada. Al utilizar su biberón
sí. No existe sociedad ni ed ena~?n~~unlugarmaravillosoen como un timbre de llamada, habia encontr ado un buen
.-
1a n1nera - - ucac10n ideales a~fco . .
·perfec+a Paree _,
• w • e:na que· 1a sab :d "' · .. mono existe método para hacerme acudir. Pero nosotr as teníamos que
primer lugar en reconocer 1 . , 1 una consiste en hacerle comprender que aunque estuviese cerca, si su mamá
buscar en el exterior 1 . a~ ?ropias íallas en uno mismo y no estaba permanentemen te con él no era porque lo hubiese
bién el "se debe" y el "a solucd1obn ~ompl_er~entaria . Acá tam- dejado de querer y lo abandonaba, sin o porque e11a trabajaba
.
El test_m1omo . - no s e e e s on irr1sori
de Marie u na ºov . .-. _os._ . en la guardería.
ra, espec~a.lmente eficaz "~ara l~s ~~ a~x1ha~r d~ puencul_tu- La psicóloga propuso qu e yo llevase a mi bebé a t omar su
hasta que punto "' U compat . 1JOS e otl. os 11ustra bien biberón en mi sección día por medio, por una parte paTa que
servido, en su p~opi~ m·~atenc1::'dY su sa?er teórico no le han él supiera dónde est oy y qué hago y por otra parte para
, erm ad mas qu l º d
momento en el que se puso b '. e a parnr el q,.1e los grandes de mi sección comprendieran por qué yo me
equilibrio para qu,, cada u- a . uslcar' con otros, un punto de ausentaría el día siguiente. Y bien, tuvimos que hacer est o
go y m i bebé en la ;uarde ,110 vue v~ a encontrarse: "Conmi- dos o tres días, no más . Luego, a ceptó que mis colegas
tico. Ante todo, cada vez~~~:' e\corr:1~~zo fu:_muyprobl emá- comenzaran a alimentarlo durante la jornada. Todos 1os días
no podía dejar de pensar ~1ue-~e oma abun mn~ en los brazos, yo iba a su encuentro en el corte del mediodía, se había
eran las mías y que mis cole . ocup~ a de criaturas que no convertido en nuestra cita. Entonces era la mamá para él
J.a mía. Pero cuando se,_ , bg~s eran _as que se ocupaban de solamente. E so puso las cosas en su lugar y todo el mundo
. L>ra ªJª en una guard , h
SUJetarse a esta rªgla de Sª ., . ena, ay que estaba más cómodo . Pero estábamos asombradísimas, mis
"e "'par ac10n Smo el b b, .
c?mprende en a bsoluto por qué d ebe. t d , 1 . ~ e p:op10 no colegas y yo, de que fuese necesario explicar así todos l os
tir a su madre con otro , . - . o o e bempo ~ompar-. matices a esta pequefia cosita de algunos meses."
, s nrnos y los ot ·-
celosos de cualquier maner a ~r ª ro~ ~mos se ponen Además de ilustrar que una profesional compe tente no es
su madre a mano y por - , p que ..,s el umco que tiene a un "padre perfecto" más que cualquier otro, quiero destacar
. poco que se tenga en la sección uno
acá a través de la experiencia de Marie (y de tantas otras
268
269
ayudantes ds i · A~ricultu lj que la guarderia , C".<r tanto q n"''
"padre complernentario", concretamente va v. ser conducida
a representar el rol de una "función de separación" entre la
madre y su hijo, y a organizar los inevitables movimientos
afectivos de una y otro. Pero en principio, est a regulación es
generalmente esperada del padre .. Sea como sea, sin es t a
operación que "defusiona", el niño no puede inscribirse entre
los otros, se siente a bandonado y deprimido o rom.pe todo,
fija do en una expectativa que le imp~de jugar, estar bien,
ubicarse. En cuanto a la madre, no solamente tampoco está
serena, sino que también está impedida de trabajar por su
pr opia culpabilidad. Sin esta división eme restaura un espa-
cio de vida para cada uno y la posibilidad de un auténtico
reen cu entro, la :relación maternal se limita a permanecer en I.
e1 e<;;ta do de "'bl'b_,eron
1 - • ' /'t1mnre-
. ' d.e-.llam
_, 1 .. , srn
ac,a' ; . •' '
rec1proc1dad \. Le 11.fouvel Obseruaieur, nº 1381 (m.ayo 1988): "Les enfants
ni a utonomía :ni de u n a parte ni de otra. P ara fabricar esclaves".
hombres de pie, desde las maternida des a las guarderías, 2. E nfant d'abord, n º 126 (octubre 1988). Esta carta fue publicada
'.err el marco de una encuesta ":Pa n :nt oui, coupable n on!" con
nuestros lugares para la in fancia ¿estarían invitados a
t1I1a entrevista especial a Pierre I-'egendre, psicoar1alista y
conve:rtirse, ellos tan1biéni e11 espacios en los q l1e, en ca.da
j11xista.
11n.o de :n osotros ·~ se esc1.1cl1a:rá lo ba.sta:nte a los hombres?" .3 . :F'reud, S igmund: "Pour intTod11ire le r1arcíssisme er1 L. a 1l"ie
11
}
Sexuelle .
4. L'I-:fomme, nº 105 ( l°' hm. 1988): "La fabrication mythique des
enfrmts".
5. Testan, J acques: L ' Oeuf'tranc,parent ; Le Afaga.sin des enfants.
6. I~rou.'21•:, ,J ea11r1 e V EUl de11: 1vlanirel a l'usage {1.es enfa.1its qui orit
d$ .S parents dif/ic iles .
7. I.!aury, 1\.gn es : ~~l.12 doJ1 d'abai1don:', eu. A utrerrte nt , nº 35 {:noviern.-
bre 1981 ), "U n en fant?"
8 . E nfcmt d'abord, n º 143 (julio-agosto 1990) : "Maternités sous
influc~r1ce des sectes'~ .
J[t.
l. lDnfant cf/abord , r:.º 157 (ln ayo 1992): ••La 11aissance ~ une affai1-e
d'b_o1ti.me ?"
2. Freud, Sigmun d: "Au-deladu p rinc:ipe de plaisir'', in E ssais de
p sychan.etl)1se .
271
270
·---··c.:....&
...•. __
;- ____ _
3. Freu :3igmund : "L'épreuvc ,. e; la satis ..ion", chapitre I1 de
L'l'.:squisse d'une psydobgie scientifü1ue" , en Naissan ce de
rv.
l.Gibran, Khalil: Le Prophe te. . .
la Psychana lyse. 2. Racamier, Paul-Claude: De psychanalyse en Psychiatne.
4. Tomé la fórmula de Joe1 de Rosnay (Les Origines de la Vie) para 3. Winnicott, D.W.:Processusde maturation chez l'enfant ;L'Enfant
ilustrar una idea de sarrollada por Paul-Laurent Assoun en et sa famille; Jeu et réalité.
sus cursos de 1976-1978 en la Universidq.d de París-VIII y en 4. Ya'ichJ~ an-Louisy Apfeldorfer, Gérard: Kilosdeplume, kilos de
su libro Freud, la philosophie et les philosophes. plomb. Gibran, Khalil: Le Prophete.
5.1982-1983 , UERMaternité-Petite enfance , universitéParis-VII, 5 . Winnicott, D. W.. Processus de maturation chez l'enfant; L'Enfant
bajo la dirección de Mme. Claude Revault d'Allonnes. et sa fam ille; Jeu et réalité.
6. Lévi-Strauss, Claude: citado por Mme. Claude Revaultd'Allonnes, 6. Laing, Ronald D.: Le Moi div isé. Cooper , David: Mort d e la
ibíd. . famille . _.
7. Freud, Sigmund: Totem et tabou. 7. Winnicott, D.W. : L'Enfant et sa famille; L'Enfant et le monde
8. Winnicott, D.W.: L 'Enfant et sa fam ille; L'Enfant et le monde extérieur.
extérieur; Processus de ma.turation chez l'enfant; Jeu et réali-
té .
9. Según MM. Soulé y Lebovici .
10. Giron, Paule : La Mere empéchée.
HI
l. Mac Dougall, Joyce : "Winnicott en pratique", en Cahiers de
l'ANREP.
2 . Lebovici, Serge : De la fili ation a l'affiliation: la transmission
intergénérationnelle; De la théorie de l'attachement et la
psychanalyse de l'enfant. Dolto, Frarn;oise : Préface du Ma-
nuel a l'usage des enfants qui ont des parents d ifficiles.
Scilicet nº 4 : La .Remarquable Famille Sch reber. ·Schreber,
Daniel-Paul: N!émoires d 'u·n névropathe . Freud Sigmund :
"Remarques psychanalytiques sur l'autobiographie d.'un cas
de paranoi:a", en Cinq psychanalyses. Brouck, Jeanne van
den: lv[anuel á l'usage des enfants qui ont des parents diffici-
les.
3. Vallée, Edith: Fas d 'enfant, dit-elle .
4. Freud, Sigmund : "Les thé orics sexue lles infantiles",
"L'organisation génitale infantile" , "Quelques conséquences
psychiques de la différence anatomique entre les sexes", "Sur
la sexualité féminine", en La \Tie sexuelle .
5. Lacan, Jacques: "La signification du phallus", in Écrits .
6. Vasse, Denis: Un parm i d'autres.
272 273
(
·'.}
'"<
'i
•.~·
275
-------.....;
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dad de Pa{·is-VII. "Propos directifs pou:r un congres sur la sexualité féminine';
Freud, Sig:m.und: "L'épreuve de la satisfaction", capítulo II de (1960) , "La dir ection de la cure et les nrincipes de son
"L'Esquisse d'une psychologie scientifique" ( 1985), enNais- pouvoir" ( 1958), en Écrits , Le Seuil, París, 'rn66; "L' incons-
sance de la psychanalyse, PUF, Paris, 1979; "Les théories cient freudien et le néltre" (1973), "Du réseau des signi-
sexuelles infantiles" (1907), "Pour int:roduire le narcissis- fiants", "Le sujet et l'autre: l'aliénation", en Les Quatre
me" (1914), "L'org:anisation génitale infantile" (1923). "Quel- Concepts fondamentaux de la psychanalyse, Le Seuil, Paris,
ques conséquences psychiques de la différence anatomique 1973 ; De la psychose paranoi"que dans ses rapports avec la
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en Nouvelles conférences d'introduction a la psychanalyse, Paul-Laurent Assoun y Gérard Miller sobre los temas
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Laing, Ronald : Le Moi divisé, Stock, París, 1979 ; Noeuds, Stock
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Paris, 1973, y volumen XIII de las Oeu.vres completes, PUF, Cooperen la Universidad de Vincennes entre 1975 y 1979.
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IV. LA MADRE INCO N:. :;,;:GIBLE . . .. . . .. .. . ..... . .. . .... ... . . . . . . ... .. ..... . 179
l . La imposible purificación posparto ......... ....... .. ....... 185
2. Una madre que no podía mirar al hijo ... ..... .. .. .... ..... 191
3. "¡Tengo miedo de golpearla!" ... ..... ... .......... ... .... .... ..... 199
4. El vientre envenenado ······ ···-· ······ ·:.............. ..... .... .... 209
5. Los padres frágiles .. ......... .. :-. ....... ...... ........... ....... ...... 229
V . LA FUNCIÓN PATERNAL
O POR QUÉ LAS PRIMERAS PALABRAS DE LOS NIÑOS
SON "PAPÁ" Y "GALLETITA" . .... . . ... .. . .. . . . ... .......... ... ...... . .... 237
Notas .... ... .. ....... .. ...... :... ..... .. .... ........ .. ..... ... ...... .. .. ....... .. . 271
Bibliografia .... ...... ..... ............. ..... ........ ..... .... ... ........ ... .... 275
Agradecimientos ......... ...... ..... .... ...... .. ... ..... .. .. ..... .......... . 281