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IE “LEONCIO PRADO”

FUNDADO EL 21 DE ENERO DE 1960 – R.S. 166-60

Anexo 1:
Tuberculosis: Perú retrocede en la capacidad de diagnóstico y
seguimiento de casos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cerca de 44.000 personas tienen
tuberculosis en el Perú. Sin embargo, hasta el 2022, solo se identificó al 60% de este grupo. En
el caso de las personas con tuberculosis multidrogorresistente la situación es aún más grave.
Perú es el país de la región que notificó más casos en 2020, aunque solo ha identificado al 52%
del total estimado por la OMS. El censo de contactos y el presupuesto asignado al tratamiento
de esta enfermedad disminuyeron en los últimos años

La tuberculosis es la segunda enfermedad infecciosa más mortífera en el mundo, después de la


covid-19, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). El reporte global del 2022
señala que, tras el inicio de la pandemia, se revirtió el avance alcanzado hasta entonces en la
detección de casos y, a la par, crecieron las muertes por esta enfermedad bacteriana.
En 2019, por ejemplo, fallecieron 1,4 millones de personas en todo el mundo, mientras que, en
2021, los decesos a causa de esta patología ascendieron a 1,6 millones.
En paralelo, entre 2019 y 2020, hubo una reducción de 18% en la detección de casos a nivel
mundial, pasando de 7,1 millones de notificaciones a 5,8 millones. Aunque en 2021 la cifra
aumentó a 6,4 millones, esta todavía es inferior a las detecciones alcanzadas en la prepandemia.
Carlos Rojas Eccoña, coordinador del Observatorio Social de Tuberculosis del Perú, recordó que
la detección de casos es la principal medida contra la enfermedad, ya que identificar, dar
tratamiento oportuno a los nuevos casos y curar a los infectados es la única manera de cortar la
cadena de transmisión de la tuberculosis.
Esta enfermedad es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que se transmite de
persona a persona, a través de gotitas de aerosol que quedan suspendidas en el aire, cuando una
infectada tose o estornuda, y puede permanecer en el organismo por años. Cuando el sistema
inmune se debilita, explica el especialista, la condición se activa causando tos, dolores torácicos,
debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudores nocturnos.
La OMS estima que una persona con tuberculosis activa puede infectar a entre cinco y 15
personas a lo largo del año. Además, si no recibe tratamiento, la posibilidad de muerte es del 45%,
pero esta se incrementa si se tiene alguna comorbilidad, como VIH o diabetes. Rojas Esccoña
señala que, en zonas de gran hacinamiento, el contagió es mayor. "Una persona, probablemente,
puede contagiar al resto de los miembros de su familia”, explicó.
En Perú, el retroceso en la identificación de esta enfermedad es dramático. En 2019, el país
alcanzó la detección de 32.970 casos. Sin embargo, desde ese año, no se logran cifras similares.
En 2020, la detección cayó al punto más bajo, de 24.581 notificados. En 2021, fueron 26.437 y,
según datos preliminares del Ministerio de Salud (Minsa) a los que tuvo acceso OjoPúblico, en
2022 se detectaron 29.292.
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En el caso de la tuberculosis, el descenso en la detección no implica la reducción de personas


infectadas, ya que existe un gran subregistro de infectados conviviendo con la enfermedad sin ser
diagnosticados. En ese sentido, una menor captación de casos implica el incremento del
subregistro de infectados.
Según las estimaciones de la OMS, en 2021, unas 44.000 personas tenían tuberculosis en Perú,
por lo que más de 17.500 de ellas (40%) no fueron diagnosticadas. Además la estimación de la
cantidad de casos que existen en el país va en aumento: el informe regional de la Organización
Panamericana de la Salud calculó que, en 2020, unas 38.000 personas en Perú tenían tuberculosis
y, en 2021, la OMS valoró la cifra en 44.000.
Otro de los efectos de la pandemia en la lucha contra la tuberculosis es la reducción en la cantidad
de contactos censados y examinados. La norma técnica del Minsa para la atención de pacientes
con esta enfermedad explica que se considera contacto a “toda persona que tiene o ha tenido
exposición con un caso índice diagnosticado de tuberculosis en los tres meses previos al
diagnóstico”.
Todos ellos deben ser cesados y evaluados para determinar si también están contagiados. En 2019,
la cifra de contactos censados llegó a 74.778 y de examinados a 65.958. Pero, en 2021, apenas se
logró censar a 47.554 y examinar a 39.501. La diferencia entre uno y otro indicador radica en que
hay contactos identificados que, posteriormente, no acuden a los centros de salud para ser
evaluados.
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Estos problemas también generaron una disminución en la cantidad de pacientes pediátricos que
acceden a la Terapia Preventiva Con Isoniacida (TPI). De acuerdo al último boletín de
tuberculosis del Minsa, la proporción de censados que inició TPI descendió de 67,4%, en 2019, a
42,7%, en 2022.
La cantidad de menores vacunados también se redujo. De acuerdo a información del Minsa, en
2022, el 89% de los recién nacidos recibió la vacuna BCG, mientras que, en 2019 la cobertura
llegaba al 94,1%. Esta inmunización previene las formas graves de tuberculosis como la
meningitis u osteomielitis, pero no evita el contagio de la enfermedad.
Aunque es necesario reducir las brechas en la detección y atención de casos, esta urgencia no se
ve reflejada en la inversión destinada por el Gobierno para la atención de la tuberculosis y
VIH/Sida, que se ha ido reduciendo. En 2019, el presupuesto llegó a S/710’649.067. Sin embargo,
este año, solo se cuenta con S/683’549.476.

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