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La psicoterapia infantil se basa en tratar la problemática que presentan los niños por

medio de diversas técnicas, tomando en cuenta la manera de como captan las


situaciones en el entorno en el que se desenvuelve.
Modelos de Psicoterapia Infantil:

Son contribuciones que realizan los diferentes enfoques de la psicología desde sus
inicios cada uno de ellos se enfocan en la problemática y en los diferentes tiempos
que se han producido.

Modelo Psicoanálisis:

Melanie Klein, es una de las principales representantes, ponía mayor atención en


los niños, empleaba el juego, por lo que pensaba, mediante la técnica logra
interactuar e incentivar al niño a comunicarse de una mejor manera con la
terapeuta, interpreta la información que obtenía del niño por medio de los mensajes
simbólicos, de la acción que producen mediante los juguetes que sacaba de una
caja como: plastilina, lápices, pinturas, casas, carros, pelotas, pequeñas figuras de
madera que representan a figuras humanas y animales.

Ana Freud, se interesa por los niños para comprender conscientemente por qué
pensaban, sentían y se comportaban como lo hacían.

Solomon, desarrolló la terapia del juego activa Winnicott, considera el juego como
un elemento que permite al niño expresarse simbólicamente, es como el principio de
la creatividad, en donde existe la combinación entre arte y juego.

Modelo Humanista:

Virginia Axline, aplicó la terapia de juego no directiva basándose en los principios


establecidos por Rogers, planteando el objetivo de su técnica que es tomar
conciencia de la individualidad, por lo que considera al juego el medio natural de
autoexpresión.

Modelo Gestalt:

Violet Oklander es la iniciadora de la terapia infantil que desarrolló un modelo de


terapia dirigido al desarrollo saludable del niño, en donde tiene que aprender a
utilizar todos sus sentidos, para sobrevivir y aprender acerca de su mundo, los
juguetes o el juego es el medio por el cual el terapeuta descubre y conoce el mundo
interior del niño, en donde puede expresar sus sentimientos mientras que en niños
más pequeños solo basta sacar a la luz las conductas o sentimientos bloqueados
que han detenido su proceso emocional, para que haya un crecimiento y una vida
sana debe de obtener experiencias adecuadas
Modelo Cognitivo-Conductual:
Uno de los pioneros es Albert Bandura quien aplicó el moldeamiento o aprendizaje
por observación, tratando en fobias y temores a la vez en la enseñanza de
habilidades y conductas positivas.

Ollendick y Cerney describieron el interés en enseñar a los niños a regular su propia


conducta. Knell plantea el moldeamiento para enseñar a los niños las habilidades de
afrontamiento adaptativas que empleó en niños con diagnóstico de mutismo
selectivo, encopresis, ansiedad por separación y fobias, demostrando que los niños
llevan sus conflictos y fantasías en el tratamiento, menos sean capaces de
verbalizar sus conflictos mejor revelan en el juego.

La terapia de juego
El juego tiene una importancia tan vital en el niño que incluso existen modelos de
intervención terapéutica enfocados esencialmente en el juego. De esta forma, es
posible crear un contexto seguro, en el que los niños pueden expresarse, aprender
cómo son las personas y cómo interactuar con ellas, explorando y buscando
soluciones para sus problemas. En los niños de edad preescolar se utilizan juegos
básicos como bloques, plastilina, puzzles o dramatizaciones básicas, a las que se
pueden sumar juegos en grupo y representaciones teatrales más elaboradas a
medida que tienen mayor edad. Son muchos y muy variados los beneficios del
juego, destacando su utilidad como herramienta de evaluación proyectiva, la mejora
del desarrollo socio-emocional del niño o la liberación del potencial creativo.
ENFOQUES PSICODINÁMICOS EN LA PSICOTERAPIA INFANTIL

Terapia con enfoque Psicodinámico

¿Qué es?

La terapia con orientación psicodinámica es un enfoque terapéutico dentro de la


Psicología, que parte de los principios teóricos del psicoanálisis, pero con una
mirada más integrativa, menos intensiva y más a corto plazo. Tiene el objetivo de
“hacer consciente lo inconsciente”, es decir, ayuda a la persona a tomar consciencia
acerca de sus verdaderos conflictos y sentimientos, que suelen estar profundamente
arraigados y no ser reconocidos, debido a diferentes mecanismos de defensa que
impiden el acceso a las motivaciones inconscientes de sus comportamientos. Este
“no darnos cuenta” de por qué hacemos lo que hacemos, reduce nuestra capacidad
para poder funcionar de otras formas más sanas y que nos lleven a un menor
sufrimiento.

¿En qué se basa?


Este enfoque parte de la teoría de que es necesario identificar el origen de los
síntomas y el malestar de la persona, para poder resolver los conflictos o construir lo
que está deficitario, para que la persona pueda avanzar y mejorar. Poder atender las
raíces del malestar, evita que el conflicto se vaya desplazando y generando el
desarrollo de nuevos síntomas continuamente.

En este proceso, se dota de recursos a la persona, centrados principalmente en el


autoconocimiento, favoreciendo una mayor integración del sí mismo, así como la
creación de estrategias más sanas y adaptativas para gestionar los conflictos,
mejorando sus relaciones consigo mismo y con los demás.

Gran parte del trabajo consiste en reconocer aspectos de su personalidad, tales


como sus principales miedos, sus estilos de relación, mecanismos de defensa, etc,
así como, la forma en la que éstos se han construido a partir de su historia de vida y
sus primeras relaciones significativas. A partir de estos elementos, es posible
identificar la forma de funcionamiento en diferentes ámbitos, para poder establecer
estilos más sanos y satisfactorios.

¿Cómo funciona?

Durante las sesiones, el paciente asocia libremente, por lo que expresa sin controlar
o reprimir lo que va pensando, lo que permite que traiga a consulta el material
relevante para trabajar, como una puerta de acceso al inconsciente. Se interviene
mediante el análisis del contenido que trae el paciente, reflejando los puntos de
conflicto, las dinámicas que se generan e interpretando los elementos que aparecen
en la sesión, para que la persona poco a poco vaya descubriendo lo que le pasa y
por qué le pasa.

Igualmente, la relación que se establece entre el paciente y el terapeuta es


fundamental en este tipo de intervención. Se entiende que la persona se relaciona
con el terapeuta y con la terapia, de la misma forma que puede hacerlo fuera,
pudiendo manifestar ahí aspectos de conflicto, que se van trabajando a lo largo del
análisis.

Esto permite abrir y explorar aspectos que están sin resolver y que generan un
conflicto, afectando a su estado de ánimo y sus conductas.

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