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Un sindicato es una asociación de trabajadores que tiene el cometido de velar por la defensa de
sus intereses laborales, sociales y económicos frente a su empleador, sea éste una empresa, una
junta patronal o el Estado mismo.
Se trata de una de las formas más comunes de organización de la clase trabajadora. Jugaron un rol
muy importante en el movimiento obrero surgido en el siglo XIX, a punto tal de que el derecho a la
sindicalización ha sido consagrado por la Organización Internacional del Trabajo y la Organización
de las Naciones Unidas.
Las leyes de cada país detallan las condiciones mínimas para que los sindicatos pueden
constituirse, y también qué tipo de poderes se les otorga. En líneas generales, se trata de un ente
de coordinación política y laboral, dado que es un órgano de representación de los trabajadores.
También es común que los distintos sindicatos existentes negocien entre sí para convocar a
esfuerzos compartidos, o que conformen estructuras aún mayores, como uniones sindicales de
distinto tipo.
La palabra “sindicato” proviene del vocablo griego síndiky que traduce “protector”, y era la figura
que defendía a alguien durante un juicio en su contra. Se llamaba síndicos a un grupo de cinco
oradores de la democracia ateniense que abogaban por las antiguas leyes, en contra de las
innovaciones. Desde entonces el término se empleó con el sentido de alguien que vela por los
intereses de la comunidad.
Sin embargo, la historia propiamente dicha del sindicalismo comienza con la lucha obrera del siglo
XIX, dentro de la cual los movimientos anarquistas y socialistas tuvieron mucho protagonismo.
Por otro lado, la legislación inglesa aún utilizaba los términos “amos” y “siervos”, hasta que en
1875 se lo cambió por “patronos” y “obreros”, un gesto bastante elocuente. En este marco de
tensión entre empresarios y trabajadores surgieron los primeros intentos de internacionalización
de la lucha.
Su inspiración fueron las consignas comunistas que asumían al proletariado como una clase sin
nacionalidades (“proletarios del mundo, ¡uníos!”, reza el Manifiesto Comunista de Marx). Así, en
1864 se creó en Londres La Internacional, es decir, la Asociación Internacional de Trabajadores
(AIT), el primer organismo que centralizaba las acciones sindicales de Europa.
A lo largo de los siguientes 20 años, tras numerosas luchas sociales y políticas, se logró el
reconocimiento del derecho a huelga y otros primeros beneficios sociales mínimos, entre ellos el
reconocimiento pleno de los sindicatos como grupos de organización de los trabajadores.
Sin embargo, la lucha continuó, entre numerosas tensiones internas, y requirió de la fundación de
la Segunda Internacional en 1889. Así se declaró el 1° de mayo como Día Internacional de los
Trabajadores, conmemorando a los 5 huelguistas ejecutados en 1886 en Chicago, y se adopta la
jornada laboral de ocho horas.
Estos cambios, en paralelo con la implantación del voto universal y secreto, permitieron el acceso
del movimiento sindicalista y de otros movimientos obreros a las instancias políticas
parlamentarias. Por ende, comenzaron a participar de la toma de decisiones sobre las
modificaciones en las leyes.
Finalmente, en 1919 se crea la Organización Mundial del Trabajo, un ente tripartito que da cabida
a sindicatos, gobiernos y empleadores para mediar en la toma de decisiones laborales y tratar de
marchar juntos hacia la paz y el bienestar social. Lo cual no significa, claro está, que la lucha
sindical haya llegado a su fin.
TIPOS DE SINDICATOS
Ahora bien, desde el punto de vista de su mecanismo representativo, podemos clasificar los
sindicatos en:
Sindicatos de primer grado. Cuando están conformados por trabajadores afiliados, directamente,
o sea, por individuos;
Sindicatos de segundo grado. Conocidos como Federaciones, son uniones de sindicatos de primer
grado;
Sindicatos de tercer grado. Conformados por distintas federaciones sindicales y por sindicatos de
primer grado también, ya sea de forma sectorial (por rubro de producción) o central (de distintos
rubros).
Desde luego, como toda instancia de participación política, los sindicatos son susceptibles de la
corrupción, la mala representación o cualquiera de los vicios de la democracia y la política.
Sin embargo, en líneas generales su ausencia suele considerarse como un síntoma de desamparo
de los trabajadores ante su empleador, ya que este podrá tomar decisiones mucho más
libremente, sin tener que negociar con nadie, incluso cuando esas decisiones atañen a la vida y el
futuro de los trabajadores que producen en su negocio.
Recoge la voluntad de sus afiliados y les proporciona un espacio para el debate y el acuerdo.
Negocia con el empleador los reclamos y/o exigencias de los trabajadores, para alcanzar un
contrato colectivo de trabajo.
Vela por las condiciones mínimas de los trabajadores en materia laboral, sanitaria y social.
Representa a sus afiliados ante otras organizaciones de trabajadores de mayor tamaño, como las
Federaciones.
EJEMPLOS DE SINDICATOS
El sindicato tiene como objetivo principal el bienestar de sus miembros, es decir, asegurar
condiciones dignas de seguridad e higiene laboral y generar mediante la unidad, la suficiente
capacidad de negociación como para establecer una dinámica de diálogo social entre el empleador
y los trabajadores.
Un sindicato es una organización de trabajadores, formada para proteger los derechos y promover
los intereses de sus miembros en lo que respecta al salario, las prestaciones y las condiciones de
trabajo.
¿Qué es un sindicato?
Los sindicatos tienen como objetivo principal conseguir los máximos derechos y beneficios para el
trabajador y para que su puesto sea de calidad y siempre mejorable. En España, el derecho a
sindicarse es un derecho constitucional, aunque en muchos países todavía sigue siendo ilegal
formar parte de un sindicato.
Estos sindicatos sólo podrán constituirse cuando en el municipio de que se trate, el número de
trabajadores de una misma profesión sea menor de veinte. Cabe destacar que esta clasificación es
de carácter enunciativo, por lo que no será obstáculo para que los trabajadores se organicen en la
forma que ellos decidan.
Los sindicatos defienden su posición actual, prestando servicios a los trabajadores más próximos a
ellos y de sectores en los que son fuertes; por ejemplo, trabajadores de grandes industrias, del
sector público, o que tienen una relación de empleo formal.
El sindicato es una organización representante de los trabajadores de una misma actividad, sector
o profesión, que surge en la historia de la humanidad a partir de la unión de los mismos
trabajadores en asociaciones para garantizar la defensa de sus intereses comunes, de sus salarios y
las condiciones laborales.
En compañías con alto número de empleados se suelen manejar sindicatos, agrupación en la que
se afilian tanto empleados como patrones. Estas agrupaciones son representadas por una persona,
quien busca el diálogo y negociación en beneficio del grupo de trabajadores al que representa,
frente a la empresa en la que se labora.
El objetivo principal de todo sindicato es la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores.
Este objetivo general se concreta en muchos otros específicos, que podemos dividir según los
distintos ámbitos de actuación de los sindicatos: las empresas, los servicios que ofrecen a los
afiliados y la negociación colectiva.
¿Dónde se despliega el sindicato?
El sindicato para cumplir sus fines —para ser útil—, se despliega en el mercado (salario y tiempo
de trabajo), en los lugares de producción de bienes y servicios (condiciones de trabajo) y en la
esfera de lo político-social (condiciones de existencia y seguridad social).