ETAPAS Elisabeth Kübler-Ross
Es el periodo que enfrenta una persona ante una pérdida, en Es un proceso normal y natural que permite que la separación se
cual se prepara para adaptarse a una nueva forma de vida, sin
DUELO la persona perdida.
I Negación y aislamiento.
Después de una noticia inesperada e impresionante, la
negación funciona como un amortiguador que permite al
paciente y a la familia recobrarse y con el tiempo movilizar
otras defensas menos radicales.
La negación es provisional y sustituida luego por una
aceptación parcial, en la que la persona puede aislarse; se
encierra en sí mismo y justifica sus acciones de descuido de
su salud. Acepta su mortalidad y puede hablar de ella.
II Ira.
Rabia, ira y resentimiento son desplazados en todas
direcciones y se proyecta contra lo que les rodea, a veces casi
al azar.
III Pacto.
Es un intento de posponer los hechos, incluye un premio a
“la buena conducta”, además fija un plazo de vencimiento
impuesto por uno mismo y la promesa implícita de que no
pedirá nada más, aunque nunca la cumple.
IV Depresión.
Se experimenta una gran sensación de pérdida, es reactiva
cuando se trata de cuestiones materiales, y preparatoria
cuando el paciente se dispone a salir de este mundo, el dolor
es causado por pérdidas inminentes, objetos de amor.
ESPINOZA MARTÍNEZ KARINA
TANATOLOGÍA
Nancy O’connor
convierta lentamente en una realidad. El duelo es intensamente
personal.
Ruptura de antiguos hábitos.
Las semanas que siguen a una muerte presentan-, entumecimiento y
confusión. Choque, incredulidad, protesta y negación.
Se requiere de reprogramar las actividades a nivel emocional, físico y
psíquico. Se ha destruido la estructura de la vida, se siente una tristeza
profunda, desamparo y carencia.
El hablar con el fallecido es una forma de liberar la tensión que agobia,
ayuda a finiquitar asuntos de la relación que quedaron pendientes.
Confusión mental y disminución en los niveles de energía.
Inicio de reconstrucción de la vida.
Disminución gradual del dolor y la confusión, la recuperación es
automática y sin percepción consciente, aún hay alteraciones en los
patrones de descanso y comida.
Pueden surgir periodos de depresión, tristeza junto con periodos de
baja energía y fatiga. Puede haber excesos en conductas que antes
fueron socialmente aceptadas y moderados, también puede haber ideas
de suicidio. Los días festivos de tornan muy difíciles de sobrellevar,
pero cada vez son mas soportables.
La búsqueda y el establecimiento de una identidad personal nueva y
separada, es una parte importante en esta segunda etapa de
recuperación.
La búsqueda de nuevos objetos de amor o amigos.
Restablecimiento de hábitos antiguos, nuevas costumbres se vuelven
cotidianas, tareas diarias fluyen y el dolor emocional es menos agudo.
El objetivo de la lucha interna es aceptar la realidad de tu pérdida,
encontrar una nueva identidad y reconstruir la vida.
Terminación del reajuste.
Final del duelo; los hábitos cotidianos de la vida se han mezclado, se
han unido los patrones antiguos con los nuevos y se llevan a cabo sin
un pensamiento consciente, se experimenta una nueva vida y una
nueva filosofía. Habrá ocasiones de euforia y satisfacción, se siente
fortaleza y la capacidad de sobrevivir a cualquier pérdida.
ESPINOZA MARTÍNEZ KARINA
TANATOLOGÍA