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• Permitir que el empleado establezca su propio orden (no todo tiene que estar
"meticulosamente" ordenado), en el cual se sienta reflejado y tranquilo, y dentro
del cual pueda disponer de una forma ágil de las cosas que necesita.
• Con respecto a los estímulos auditivos vale la pena prestar atención a la música
en los ambientes de trabajo ya que ésta distrae a algunas personas, mientras que
otras sienten que son más productivas cuando trabajan a su ritmo. Si finalmente
se decide permitir a los funcionarios que escuchen música en la oficina, se debe
tener la seguridad de que todos los servidores están de acuerdo. Si no es así,
asegúrese de que los que escuchan música en su lugar de trabajo la pongan a un
volumen que no moleste a los demás. Si se trata de música ambiental es
igualmente importante tener la seguridad de que la música funciona como un
estímulo positivo y que de ninguna manera afecta la productividad.
• Deberá buscarse una conciliación entre las exigencias del trabajo y las
características y condiciones del empleado, de manera que se favorezca al
máximo posible la eficiencia de la persona.
-TEMPORAL: El empleo temporal, en el cual los trabajadores son contratados sólo
por un período de tiempo específico, incluye los contratos de duración
determinada, basados en proyectos o en tareas, así como el trabajo ocasional o
estacional, incluido el trabajo por días.
Aburrimiento y Monotonía
Las condiciones de trabajo son aquellos beneficios que constituyen la base sobre
las cual se sustentan las relaciones laborales, por lo que la ley prohíbe fijar
condiciones inferiores a las establecidas en la ley.
Las condiciones de trabajo deben de ser proporcionales a la importancia de los
servicios prestados y otorgados de forma equitativa a los trabajadores, sin que
puedan hacerse diferencias por motivo de raza, nacionalidad, sexo, edad, religión
o doctrina política.
La Ley Federal del Trabajo señala las condiciones básicas que debe contar
cualquier trabajador las cuales son:
• La jornada laboral
• Días de descanso
• Vacaciones
• Salario
• Aguinaldo
Las condiciones de trabajo se formalizan en los contratos individuales y colectivos
de trabajo, pero, aunque se pacte voluntariamente condiciones que generen un
prejuicio a los estándares fijados en la Ley, los supuestos serán inválidos y en su
caso pueden provocar la rescisión de las relaciones laborales sin responsabilidad
para él trabajador.
Las malas condiciones del trabajo pueden crear conflictos como:
1. Falta de trabajo en equipo
2. Falta de comunicacion
3. Compañeros toxico
4. Jefes toxicos
5. Competividad negativa
6. Relaciones amorosas inecesarias
7. Compañeros que no trabajan bien
8. Prejuicios
9. Choques de personalidas
10. Acoso laboral
11. Cambios negativos en la empresa
12. Explotacion
13. Conflictos por valores
14. Conflictos de recursos
La OIT (Organización Internacional del Trabajo), habla que las personas aspiran a
tener no solo un empleo, sino un buen empleo. El salario, las horas de trabajo, la
organización y las condiciones del trabajo, las maneras de equilibrar la vida laboral
con las exigencias de la familia y la vida fuera del trabajo, la no discriminación y la
protección contra el acoso y la violencia en el trabajo son elementos básicos de la
relación laboral y la protección de los trabajadores, y dichos factores también
pueden afectar el desempeño económico. Las condiciones de trabajo cubren una
amplia gama de temas y cuestiones, desde las horas de trabajo (tiempo trabajado,
periodos de descanso y horarios de trabajo) hasta la remuneración, como también
las condiciones físicas y las demandas mentales que se imponen en el lugar de
trabajo.
3.4 Condiciones relacionadas con la carga de trabajo.
El concepto de carga mental de trabajo está adquiriendo cada vez una mayor
importancia, debido fundamentalmente a las nuevas formas de organización del
trabajo, y a los avances tecnológicos e informáticos, que suponen la existencia de
mayores exigencias mentales o intelectuales, frente a las exigencias físicas de los
trabajos más tradicionales.
En cualquier trabajo, el trabajador tiene que poner en funcionamiento mecanismos
o procesos tanto físicos como mentales. Estos mecanismos son los que
determinan la CARGA DE TRABAJO, que podemos definir como “el conjunto de
requerimientos psicofísicos a los que se somete al trabajador a lo largo de su
jornada laboral”.
En la realidad laboral no vamos a encontrar trabajos puramente físicos ni trabajos
puramente mentales, sino que en cualquier tipo de actividad van a estar presentes
ambos aspectos. Sin embargo, desde un punto de vista teórico, sí vamos a
diferenciar el trabajo físico del trabajo mental, según el tipo de actividad que
predomine. Es decir, cuando la actividad desarrollada sea predominantemente
física, hablaremos de trabajo físico o muscular, y por lo tanto, de “Carga Física de
Trabajo”, y cuando, por el contrario, la actividad implique un mayor esfuerzo
intelectual, hablaremos de trabajo mental, y en consecuencia, de “Carga Mental de
Trabajo”.
La carga de trabajo, tanto física como mental, podría ser considerada, por tanto,
como un peligro o factor de riesgo presente en todas las actividades laborales y en
cualquier tipo de empresa. Esta carga viene determinada por la interacción o
relación que se establece entre:
• Las exigencias del trabajo (que incluyen las exigencias de la tarea y las
condiciones en que se realiza), por un lado, y
• Las características del individuo que realiza la tarea, por otro. Estas
características son las que determinan el grado de movilización de las facultades
psicofísicas del trabajador, el esfuerzo que debe realizar para llevar a cabo la
tarea.
Esto significa que, para una misma tarea, con unas mismas exigencias, y
realizada en las mismas condiciones, la carga de trabajo va a ser diferente en
función de determinadas características del individuo, características que
determinan su capacidad de respuesta.
Cuando las exigencias del trabajo no se adecuan a las capacidades del trabajador,
es decir, cuando existe una incapacidad o al menos una dificultad del trabajador
para, en un momento dado, dar respuesta a la tarea que tiene encomendada,
hablamos de carga de trabajo inadecuada.
3.5 Clima laboral.
Condiciones ambientales
Las exigencias del trabajo están determinadas también por una serie de factores
relacionados con las condiciones ambientales en el puesto de trabajo, es decir, por
factores como el ruido, las vibraciones, la iluminación, la temperatura, etc.
Es necesario contemplar estos factores como determinantes de la carga mental de
trabajo, desde un punto de vista ergonómico. Es decir, las condiciones
ambientales nos van a interesar no tanto por su posible contribución a la
producción de accidentes o enfermedades profesionales, como por sus efectos
sobre el bienestar y por la interferencia que producen en las actividades
desarrolladas por los trabajadores.
El ruido, las vibraciones, la temperatura, etc., aún, cuando se presentan a
intensidades relativamente bajas, que no producen accidentes o enfermedades
profesionales, generan cierto grado de incomodidad en los trabajadores
expuestos, y pueden producir distracciones, dificultades de concentración, etc.,
que hacen que en ocasiones estos factores ambientales se conviertan en factores
importantes de carga mental.
Factores psicosociales y de organización
Los factores psicosociales y los factores relacionados con la organización del
trabajo, también influyen de forma considerable sobre las exigencias mentales de
un determinado trabajo.
En este sentido, habrá que tener en cuenta fundamentalmente los factores
relacionados con la organización del tiempo de trabajo, factores como el ritmo de
trabajo, la duración de la jornada, el número, la duración y la distribución de las
pausas, y otros factores como las relaciones laborales, las posibilidades de
comunicación, el estilo de mando de los jefes, etc., que influyen en gran medida
sobre la carga mental que a un trabajador le puede suponer la realización de su
trabajo.
CARACTERÍSTICAS DE LA CARGA MENTAL
La carga mental presenta una serie de características o aspectos fundamentales,
que es necesario tener en cuenta, puesto que definen y dan idea de la
complejidad de este concepto. Estos aspectos son los siguientes:
• En primer lugar, las funciones cognitivas no pueden ser analizadas sólo desde un
punto de vista cuantitativo, sino que hay que tener en cuenta además aspectos
cualitativos.
En el estudio de la carga mental es necesario prestar atención a los aspectos
cuantitativos, relacionados con la cantidad de información que la persona tiene
que tratar en su puesto de trabajo, pero también hay que considerar los aspectos
cualitativos, la complejidad de la tarea a realizar. En este sentido podemos hablar
de dos “tipos” de carga mental: la carga mental cuantitativa y la carga mental
cualitativa.
• En segundo lugar, hay que tener en cuenta que la actividad mental puede dar
lugar, no sólo a situaciones de carga por exceso, sino también por defecto.
En función de esto, podemos hablar de sobrecarga mental y de subcarga mental.
Tanto la sobrecarga como la subcarga mental pueden tener efectos negativos
sobre los trabajadores.
La sobrecarga o estimulación excesiva hace referencia a las situaciones en las
que el trabajador está sometido a más exigencias de las que, en función de sus
capacidades, puede satisfacer.
La sobrecarga cuantitativa se produce cuando se han de realizar muchas
operaciones en poco tiempo. Esto puede deberse al gran volumen de trabajo, a la
especialización y estandarización de tareas que se han de llevar a cabo, a la
necesidad de mantener una atención sostenida, o al apremio de tiempo o ritmo de
trabajo elevado.
La sobrecarga cualitativa, en cambio, se produce en situaciones en las que al
trabajador se le plantean unas demandas mentales o intelectuales excesivamente
complejas en función de sus conocimientos y habilidades, es decir, la sobrecarga
cualitativa no hace referencia a que el trabajador tenga demasiado trabajo, sino a
la excesiva dificultad del mismo.
Por otro lado, la subcarga mental se produce en aquellas situaciones en las que el
trabajador tiene que realizar poco trabajo (subcarga cuantitativa) o tareas
demasiado sencillas (subcarga cualitativa). Estas situaciones de subcarga mental
de trabajo pueden tener consecuencias tan negativas para el trabajador como las
situaciones de sobrecarga, ya que la falta de estimulación es tan perjudicial como
el exceso.
Es decir, el aburrimiento y la monotonía producidos por un trabajo con poco
contenido mental o intelectual suponen también situaciones peligrosas y
potencialmente nocivas para la salud del trabajador. Para que el trabajo sea fuente
de bienestar y salud, es necesario que plantee al trabajador ciertas exigencias
mentales, que le proporcionen estímulos necesarios para la activación,
condiciones para mantenerse en forma, y opciones de aprendizaje y
entrenamiento.
En situaciones de subcarga mental, el trabajador se ve obligado a realizar un
esfuerzo importante para mantener la vigilancia, y por otra parte, al igual que la
falta de utilización de ciertos músculos implica un deterioro de su funcionamiento,
la falta de utilización de actividades cognitivas superiores implicaría una regresión
de las mismas, y en consecuencia, un empobrecimiento de la inteligencia.
EFECTOS DE LA CARGA MENTAL
La consecuencia más directa de una carga mental de trabajo inadecuada es la
fatiga
mental, que aparece cuando, para realizar una tarea, el trabajador debe hacer un
esfuerzo (mental o intelectual) prolongado, al límite de sus capacidades. Es decir,
aparece cuando el esfuerzo que se le exige al trabajador excede su capacidad de
respuesta.
Esta fatiga, que afecta al organismo como un todo, se traduce en una serie de
disfunciones físicas y psíquicas, acompañadas de una sensación subjetiva de
fatiga y de una disminución del rendimiento, y puede presentarse a dos niveles
diferentes: la fatiga normal o fisiológica y la fatiga crónica.
Se puede considerar que, en algunas circunstancias y dentro de unos límites, la
fatiga es normal. Cuando las condiciones de trabajo y las exigencias mentales del
mismo no están adaptadas a la persona que lo desempeña, la fatiga aparece
como expresión de la necesidad de modificar la situación, ajustándola a las
características de las personas.
Es decir, cuando para dar respuesta a las exigencias de la tarea, el trabajador
tiene que realizar un esfuerzo importante, aparece la fatiga como una señal de
alarma para el organismo, señal que le permite percibir sus límites. Esta fatiga
actúa por tanto como mecanismo regulador, como indicador de la necesidad de
descanso del organismo. Podríamos decir que es una reacción homeostática del
organismo, un intento de recuperar el equilibrio.
Los síntomas de este tipo de fatiga, que se sienten durante el trabajo o nada más
acabarlo, son sensación de cansancio, somnolencia, bajo nivel de atención,
torpeza de movimientos, etc. Estos síntomas se traducen en una serie de efectos
con repercusiones personales, económicas y materiales de distinta magnitud.
La fatiga generalmente produce un descenso del rendimiento de los trabajadores,
a la vez que puede ser causa de errores. En este sentido, podría considerarse
como el escalón inmediatamente anterior de muchos accidentes laborales. Por
ejemplo, la fatiga generada por la realización prolongada de un trabajo complejo
desde el punto de vista mental, puede afectar negativamente a aspectos como la
toma de decisiones o la concentración mental. La fatiga provocada por trabajos
que requieren atención y vigilancia durante periodos de tiempo prolongados,
puede dar lugar a la aparición de lapsus o bloqueos, que pueden ocasionar desde
una disminución del rendimiento hasta fallos graves.
La fatiga también puede tener efectos sobre la motivación de los trabajadores.
Esta relación entre fatiga y motivación es compleja ya que, por un lado, la
motivación por una tarea puede disminuir a medida que el trabajador se siente
más fatigado; por otro lado, la realización de una tarea con escasa motivación
hace que aparezcan antes los síntomas de fatiga; y finalmente, cuando la
motivación es alta puede no sentirse fatiga hasta que ésta alcance un nivel muy
elevado. Es decir, parece que el umbral para la sensación de fatiga es distinto
según la motivación que se tenga para realizar una actividad.
La fatiga normal es completamente recuperable a través del descanso. La
introducción de pausas o la posibilidad de alternar el trabajo con otras tareas que
impliquen una menor carga mental, permite la recuperación del organismo y hace
posible continuar la actividad normal.
Pero si, a pesar de la advertencia que supone para el organismo la aparición de
este tipo de fatiga, no se produce la modificación de la situación para ajustarla a
las características del trabajador, es decir, si la carga de trabajo es continua, y se
mantiene el desequilibrio entre la capacidad del organismo y el esfuerzo que debe
realizar para dar respuesta a las exigencias de la tarea, la fatiga deja de ser
reversible para convertirse en crónica.
Cuando el trabajo exige una concentración, un esfuerzo de atención prolongado,
etc., a los que el trabajador no puede adaptarse, y de los cuales no se puede
recuperar, hablamos ya de un estado de fatiga prolongada o fatiga crónica.
Este tipo de fatiga, que ya no se recupera por el simple descanso, tiene
consecuencias para el trabajador mucho más serias que la fatiga normal,
consecuencias orgánicas, físicas y psicosomáticas, tales como irritabilidad,
depresión, falta de energía y de voluntad para trabajar, salud más frágil, dolores de
cabeza, mareos, insomnio, pérdida de apetito, etc., que probablemente no se
sentirán sólo durante el trabajo o al finalizarlo, sino que a veces perduran y se
notan incluso al levantarse de la cama, antes de ir a trabajar.
Además, aparecen una serie de consecuencias para la organización, que se
traducen principalmente en un mayor absentismo, y también puede verse afectada
la vida familiar de los trabajadores, ya que los efectos individuales repercuten en la
convivencia diaria de las personas que los sufren.
4. TAREAS, ROLES, PUESTOS Y OCUPACIONES.
4.1 Delimitación conceptual.
La estructura del trabajo: Los puestos y los roles
El tema de puestos y roles representan los patrones de conducta que tienen que
adoptar los miembros de la organización.
La organización ha de diferenciar las funciones de sus miembros diseñando para
ello los puestos y los roles.
Las organizaciones son sistemas estructurados no hay una estructura definida,
aunque las más generales son:
✓El Sistema Social, formado por los individuos que pertenecen a la organización y
las relaciones que mantienen entre ellos.
El funcional resalta la estructura el social las relaciones de sus miembros.
- Puestos y Roles: definición y perspectivas
Puestos de Trabajo
Es el conjunto de tareas, actividades y responsabilidades que realiza una persona
de manera regular; el puesto es la escala más básica de la organización.
El ocupante es la persona que ocupa ese puesto.
La taxonomía (clasificación de los puestos) identifica los conocimientos,
habilidades y capacidades para desempeñar cada puesto de trabajo y clasificar de
esta manera a las personas. Con estas perspectivas:
a. La ingeniería industrial o estudio del factor humano. Es el diseño de puestos,
distribución de tareas para maximizar la eficacia del sistema.
b. El análisis de puestos. Se pretende desarrollar la taxonomía (clasificación) de
los puestos con información de sus características, de esta manera se sabe el
perfil de la persona que puede ocupar ese puesto.
c. Perspectiva motivacional. Se asume la capacidad de las personas que
desempeñan el puesto para cumplir sus requisitos; con esta perspectiva hace que
crezca la motivación de manera intrínseca.
Roles
A nivel básico, un rol describe un patrón o conjunto de conductas esperadas; por
lo tanto, los roles existen en la mente de la gente.
Los roles tienden a ser definidos de forma más precisa en términos de tipos de
conductas que en términos de cantidades.
Los Roles se estructuran de la siguiente manera:
✓Persona Focal: La persona que desempeña dicho rol; las expectativas tratan de
influir en la conducta de la persona focal.
Las expectativas tienen tres dimensiones:
✓De Amplitud.
Las expectativas de rol pretenden reducir la incertidumbre anticipar la conducta de
esa persona mejorando las relaciones sociales.
- Orientación del puesto vs orientación de rol.
Conceptos teóricos sugieren que el ocupante del puesto-rol los asume a través del
aprendizaje y que en el aprendizaje de ambos (puesto-rol) influyen factores
motivacionales similares.
Pero hay una serie de diferencias:
✓La perfección del puesto está ubicado a las características físicas del puesto.
✓La percepción del rol se sitúa en el ámbito social de la persona.
Modelo de la característica del puesto.
Se comparan las dinámicas motivacionales sugeridas por la visión motivacional
del puesto; estos estados tienen que ser evitados.
✓ Son objetivos, los elementos que comprenden el puesto están descritos y por
escrito, de manera que cualquier persona pueda desempeñarlo.
✓ Son cuasi estáticos, aunque no son inmutables solo cambian a lo largo del
tiempo no a diario. También pueden llamarse; oficiales, objetivas, definidas.
La complejidad del ambiente laboral hace imposible que los directivos anticipen
todas las tareas que serán necesarias, para ello hay que añadir un conjunto extra
de tareas que se llama tareas emergentes, son subjetivas, personales,
específicas; se pueden denominar también como subjetivas o redefinidas.
El rol de las personas en la organización consta no solo de su puesto formal sino
también de las tareas informales que generan ellos mismos. Para definir el cambio
definimos los puestos como cuasiestáticos; aunque las tares emergentes con el
tiempo se incorporan en el puesto formal mismo, cuando sucede esto las tareas
dejan de ser emergentes para pasar ser establecidas; se transfieren del rol al
puesto. Los puestos se pueden definir con precisión están establecidos los límites
del rol son menos precisos ya que hay elementos sociales implicados
En otras palabras, en una organización el diseño formal que tenga, permitira que
se establezcan las funciones a desempeñar y sus relaciones, la jerarquía y los
niveles de autoridad, de acuerdo con las actividades y objetivos de la empresa
(identificar y clasificar las actividades requeridas, agrupar todas las acciones
necesarias para el cumplimiento de los objetivos, asignar a cada grupo, de
acuerdo con sus tareas, un administrador que será autoridad para supervisarlo y
así escalando.
Hay distintos tipos de tareas. Esto es, se reconoce que a pesar de contar con
elementos comunes pueden presentar ciertas particularidades que permiten
diferenciarlas:
Pueden incluir en distintos grados actividades físicas, mentales,
emocionales y relacionales o sociales.
Pueden ser continuas y discretas.
Las actividades que se realizan al ejecutar cada una de ellas pueden seguir
una secuencia fija o discrecional.
Por esa razón, su importancia radica en que los puestos de trabajo deben de ser
útiles y necesarios para la empresa con el fin de no malgastar tiempo y recursos.
Adicionalmente también deben de ser atractivos y satisfactorios para los
empleados, ya que así se evita una alta rotación y las consecuencias negativas de
esto.
Elementos clave en el diseño de puestos de trabajo
Sinceramente hay muchos elementos clave para el diseño de puestos de trabajo,
ya que es algo propio de cada empresa.