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UNIDAD 241: SAN LUIS POTOSÍ

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN E INNOVACIÓN PEDAGOGÍCA (LEIP)

MODULO 9: REFLEXION Y ACCION EDUCATIVA.

UNIDAD 1: REFLEXION Y ACCIÓN EDUCATIVA.

SEMANA 3: RELACION TEORICA Y PRACTICA.

ACTIVIDAD 3: APORTACIONES TEORICAS SOBRE LA EDUCACION.

GRUPO: “3C”

NOMBRE DEL ASESOR: FRANCISCO MIGUEL CARRILLO S.

NOMBRE DE LA ALUMNA: FABIOLA LOURDES PEREZ PEREZ.

Lugar y fecha de elaboración: san Cristóbal de las casas Chiapas, 25 de agosto del 2023.
Romero Pérez Clara (2004). educación. Madrid: Biblioteca de Romero. Pp.
117-146.

. La idea de acción educativa se hacía corresponder con la idea de actividad


orientada al logro. La acción educativa se entenderá, en este sentido, como una
acción significativa (simbólica), mediada por la conciencia (subjetividad).
Subjetividad que, lejos de ser solipsista, está mediada por la cultura y el lenguaje
(conciencia intersubjetiva). La experiencia humana es la categoría central de estas
teorías de la acción humana. Las conceptualizaciones que las teorías educativas
hagan de la práctica educativa contendrán presupuestos distintos e, incluso
contrapuestos, sobre la categoría de «acción”. Toda teorización educativa
privilegia, de algún modo, un determinado significado de acción y este significado
hay también que enmarcarlo en un contexto disciplinar y de investigación
determinado, La educación es una acción permanente e inacabada que acompaña
al sujeto a lo largo de su ciclo vital y al mismo tiempo es, desde el punto de vista
decisional, una acción racional, esto es, un sistema de acciones intencionales
orientadas al logro de metas educativas al que el sistema social ha asignado
espacios, tiempos y agentes específicos. La cooperación es una estrategia
necesaria para asegurar la regulación de la acción y la coherencia del sistema
entre todos los niveles implicados.
Las propuestas reconstruccionistas sociales en la formación del profesorado
convergen con el textualismo en centrar su atención en los discursos que
sostienen la episteme científica. Si desde las pedagogías críticoemancipatorias los
análisis se centran en las condiciones sociales que constriñen las prácticas
educativas sin desarrollar después una «tecnología educativa» que guíe al
docente, las propuestas reconstruccionistas en la formación del profesorado tratan
de «alterar el régimen de la pedagogía», investigando junto con el propio
profesorado, «técnicas pedagógicas específicas» para «quebrar el régimen de la
pedagogía».
Romero Pérez Clara (2004). Racionalidad y conocimiento pedagógico: el
saber «para la acción».
la racionalidad de la acción no cabe hallarla en la mera disposición medios-fines y
en su logro técnico, sino en la interacción comunicativa que hace posible lograr el
entendimiento por medio del cual se traza el horizonte de sentido de la acción.
La racionalidad práctica en la acción pedagógica exige plantearse el ejercicio
profesional, como señala L. Núñez Cubero (1993-94), c
hasta el momento a dos tipos de racionalidad sobre los que se estructura el
conocimiento pedagógico:
a) la racionalidad práctica, opuesta a la teorética, que incluye una racionalidad
normativa o ética referida al deber ser de los fines y al deber ser de los medios;
b) la racionalidad tecnológica, que requiere necesariamente, aunque no de modo
exclusivo15, el concluso de la racionalidad científica o epistémica.

Carr, W., y Stephen, K. (1988). Lo teórico y lo práctico: Nueva definición del


problema. En: Teoría crítica de la enseñanza. La investigación acción en la
formación del profesorado. España: Martínez Roca.
las teorías son producto de alguna actividad práctica, a su vez toda actividad
práctica recibe orientación. En este sentido, los dedicados a la «práctica» de la
educación deben poseer alguna «teoría» previa de la educación que estructure
sus actividades y guíe sus decisiones de alguna teoría.
Una «práctica», por consiguiente, no es un tipo cualquiera de comportamiento no
meditado que exista separadamente de la «teoría» y al cual pueda «aplicarse»
una teoría. En realidad, todas las prácticas, como todas las observaciones,
incorporan algo de «teoría», y eso es tan cierto para la práctica de las empresas
«teóricas» como para la de las empresas propiamente «prácticas» como la
enseñanza. Ambas son actividades sociales concretas que se desarrollan para
fines concretos mediante destrezas y, procedimientos concretos y a la luz de unas
creencias y unos valores concretos. Las creencias simétricas de que todo «lo
teórico» es no práctico y todo «lo práctico» es no teórico son, por tanto,
completamente erróneas.
Los maestros no podrían enseñar sin una cierta medida de reflexión acerca de lo
que hacen (es decir, sin una teorización), como los teóricos tampoco podrían
producir teorías sin entrar en el tipo de prácticas específico de su actividad.
En este sentido, la única misión legítima de una investigación educativa es
desarrollar teorías de la práctica educativa que estén arraigadas en las
experiencias y situaciones concretas de los practicantes de la educación, y que
intenten plantearse y resolver los problemas a que tales experiencias y situaciones
den lugar.
EN CONCLUSION.
Es de conocimiento universal que todas las teorías de aprendizaje, tienen como
común denominador la preocupación por conocer cómo aprende el alumno.
Las relaciones entre la teoría y la práctica educativa abarcan tres áreas
principales. Por un lado, se refieren a la enseñanza, a la transmisión de
contenidos de aprendizaje. Por el otro, estas relaciones pertenecen al ámbito de
los juicios educativos o las actividades de asesoramiento pedagógico. La acción
educativa debe procurar el desarrollo armónico de todas las capacidades de cada
educando.

Referencias:

Romero Pérez, Clara. Capítulo 2. Racionalidad y conocimiento pedagógico:


el saber <>. En Conocimiento, acción y racionalidad en educación. Biblioteca
Nueva. 57-81.

N. Luhmann, «El déficit tecnológico de la educación y la pedagogía», en


Teoría de la Sociedad y Pedagogía, Barcelona, Paidós, 1996, págs. 63-92.

Romero Pérez, Clara. Capítulo 5. Racionalidad y conocimiento pedagógico:


el saber <>. En Conocimiento, acción y racionalidad en educación. Biblioteca
Nueva. 117-140.

J. García Carrasco y Á. García del Dujo, Teoría de la Educación. Procesos


primarios deformación del pensamiento y la acción (voi. II), Salamanca,
Universidad de Salamanca, 2001.J. M. Gore, Controversias entre las
pedagogías, Madrid, Morata, 1996.

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