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3. ¿El concepto de persona supera al de espíritu?; ¿qué diferencia hay entre estos
dos términos?
Para Mead el individuo nace como organismo, luego se convierte en espíritu (capacidad
simbólica) y llega a ser persona. Esta última es el momento más evolucionado del individuo,
y es cuando internaliza el orden social (normas y valores).
significados y acciones, es una unidad y estructura involucrada como un todo dentro de los
Mead se refiere a las "actitudes de los otros" como la organización social en su conjunto,
por eso podemos decir que mientras la actitud remite a dicha organización, el acto remite
a la acción (la cual está en la base del desarrollo humano ya que Mead es un pragmatista).
Pero uno no dice siempre todo lo que se piensa, ni hace todo lo que puede; la experiencia
social determina la porción de la persona que entra en comunicación. Hay partes de la
persona que existen sólo para ella “en relación consigo misma” (p. 174). La personalidad es
múltiple según los roles sociales que le toque ejecutar. Existen entonces personas
elementales según roles elementales, y una persona total con referencia a la comunidad
total, que incluye la presente, la pasada y la imaginada. Una personalidad múltiple es
normal, pero en personas “nerviosamente inestables” se producen disociaciones. La
persona total y las parciales son un reflejo isomórfico del proceso social, como un todo en
el primer caso, y de los varios aspectos en los que el sujeto se involucra, en el otro. La
disociación de la personalidad es la ruptura de la persona completa en fragmentos que
corresponden a los distintos grupos sociales a los que el sujeto pertenece (p. 175). Para
Mead, cierto nivel de "esquizofrenia", de personalidades múltiples es normal. Esto se
vincula con las distintas personas parciales que habitamos, vinculado a los roles sociales: no
somos iguales ni actuamos del mismo modo cuando estamos con amigos que en el trabajo,
con nuestros padres o nuestros hijos, etc. En cada situación actuamos como personas
parciales. Estas se integran y organizan en la persona total.
Mead descalifica a las emociones porque no son universales. Las conoce, evidentemente,
pero no forman parte de su modelo de comunicación racional. Sugiere "contar hasta 100"
ante una ofensa. Para él la persona es básicamente racional.
El juego y el deporte (dos momentos evolutivos) son una metáfora que le sirve a Mead para
explicar cómo nos convertimos en sujetos sociales. Fue un buen observador de los niños y
de la sociedad, y entendió que a través del juego de roles y el reglado (deporte), vamos
aprendiendo a funcionar en la sociedad.
En el juego, se trata de imitar las características de los otros, tomando en cuenta los roles
sociales, y ponerlos en relaciones sociales organizadas, pero que pueden variar tanto como
lo hacen los niños que juegan. Es decir, juegan a ser otros; “se ponen en el lugar del otro”
(de los padres, de los maestros, etc.), pero no de forma sistemática. Un rol se puede dejar
de lado para tomar otro papel.