Aportes de los filósofos

de la antigua Grecia
 Introducción
La filosofía es categoría conceptual, es
abstracción, representación, especulación;
es pensamiento totalizante a partir de algo
sobre algo. No reconoce autoridad alguna,
porque es pensamiento libre sobre la
diversidad, multiplicidad, inmensidad del
antes, del hoy y del mañana de la realidad
que contiene al hombre y sus obras.
Orígenes de la filosofía
Hallamos no raras veces en los griegos
mismos la idea de que hubieran
recibido su propia sabiduría de una
antiquísima fuente oriental.
Pero, en la filosofía propiamente dicha,
los griegos fueron independientes de
oriente. Toda la explicación oriental del
mundo se paró siempre en lo mítico y
fantástico, y fue así para la filosofía
antes un obstáculo que un acicate
 Etapas de la filosofía griega
Pre- ática Ática Helenística-
De 600-450 a.c.,
época donde
De 450-300 a.c., romana
época donde por De 300a.c-500 d.c., época
plantean las
medio de los donde el
grandes cuestiones
solfistas se deja comportamiento
sobre la materia
de cuestionar el cosmopolita guía al
primera del mundo,
mundo exterior y neoplatonismo a ser
el nacer y perecer,
se centra en el síntesis de las doctrinas
la unidad y
interior. religiosas y filosóficas
corrupción.
 Etapa pre- ática (600-450 a.c)
4 tendencias 4 tendencias
Los antiguos físicos Los eleatas cuya mirada
indagan la materia estaba de tal forma
primera del mundo. dirigida al ser como tal.

Los pitagóricos que ven Los físicos recientes que

las causas primeras del aspiran a una síntesis
mundo en los números. entre el constante nacer
y perecer y el ser eterno
invariable.
Filósofos importantes
1.- Tales de Mileto (624-546
a.C.)
El primero que preguntó por un principio
primero por el que puedan explicarse
unitariamente todas las cosas
Tales vio en el agua la materia primero
de que todo se ha hecho.
Por medio de sus “columnas de
sombra”, halló los equinoccios y hasta
pudo predecir un eclipse de sol. Con él
irrumpió la búsqueda racional en todos
los terrenos.
2. Anaxímandro de Mileto (610-564 a.c.)
Él intuye que las cosas de este mundo no
pueden explicarse por una materia existente
y admite en su lugar una materia que es
anterior a todas las cosas que se nos
aparecen. Anaximandro la llama lo
“indefinido” (apeirón).
Con lo “indefinido” se dio desde el principio
el movimiento que empezó por separar los
dos contrarios de calor y frío.
Anaximandro habría construido, de bronce, el
primer mapa, en que señaló todas las tierras
y mares entonces conocidos. A él se atribuye
también la confección del más antiguo mapa
celeste para navegantes, así como la
construcción del primer reloj de sol
 3. Anaxímenes de Mileto (585-525 a.c.)
Del sol opina que retorna cada
día a su punto de partida y gira
horizontalmente, como el
sombrero sobre la cabeza. El
sol es repelido por el aire
presionado, como la pelota
por la pared
Anaxímenes considera la tierra
como un disco que se sostiene
sobre el aire y no cae porque el
aire, presionado debajo, no puede
ceder.
Anaxímenes pone al aire
como la materia de que
se ha hecho todo y a la
que rítmicamente, tras el
transcurso de un período
cósmico, ha de retornar
todo. Todo surge del aire
por condensación y
rarefacción.
 4. Heráclito de Éfeso
(535-475 a.c.)
Todo fluye (panta rei), Heráclito dirige de tal forma su
atención a lo variable, que todo lo ve en perenne fluir.
La guerra (pólemos) es padre de todas las cosas. No se
debe, pues, maldecir la guerra, pues la paz sería el
aniquilamiento.
El fuego es el principio de todas las cosas. La materia de que
nacen todas las cosas y a la que retornan de nuevo es el
fuego.
El orden cósmico, detrás de la confusión del nacer y perecer
está el logos, que se da en la piedra y en el rayo, en el
nacimiento y en la muerte, en el instinto de los animales y en
el alma del hombre
El alma del hombre: Como el acontecer universal radica en
el fuego, así todo obrar del hombre radica en su alma, que es
también fuego
 5. Los pitágoricos
1.- Filolao (siglo V a.C.). En él degenera la
teoría de los números en especulación
fantástica. 3+2 = masculino y femenino y,
por tanto, matrimonio =5. La salud es igual a
7, el amor a 8. La justicia es igual a 4 = 2+2,
pero también a 2x2.
2.- Ion de Quíos (siglo V a.C.) estimaba
sobre todos los números el 3, por ser la
virtud de todo hombre; razón, fuerza y
fortuna .
3.- Eurito (siglo V a.C.) adscribe ya un
número a cada cosa particular.
4.- Arquitas ve en los números la base
última de todas las ciencias y les atribuye
casi fuerza mágica: “Cuando se halla la
cuenta, termina la disputa y se llega a la
armonía”
 5. Los pitágoricos
5.- Alemeón de Crotona (h 500 a.C.), que
traslada a la medicina la teoría pitagórica de
los contrarios y ve la salud como armonía
entre caliente y frío, húmedo y seco, dulce y
amargo.
6.- Hipócrates (460-377 a.C.), la importancia
de su escuela médica radica en haber
liberado a la medicina de los prejuicios
mágicos y mitológicos que hasta entonces la
habían dominado, y haber procedido de forma
puramente racional en la curación de los
enfermos.
7.- Hipodamo de Mileto (siglo V a.C.) que
introdujo en la construcción de ciudades de
entonces el que, de su nombre, se llama
“estilo arquitectónico hipodámico”.
6.- Jenófanes, el teólogo (580-485 a.C.)
Sólo hay un Dios: Penetrado de profunda
reverencia de lo divino, Jenófanes quería
apartar de Dios todo lo que no convenía a su
grandeza y dignidad. Él es el más grande y el
más alto; ahora bien, el más grande sólo
puede ser uno.
Dios es inmóvil. Dios permanece siempre en
el mismo lugar, sin moverse, pues no dice
con su dignidad anda de acá para allá
La verdadera formación es la sabiduría, pues
mejor que la fuerza corporal de hombres y
caballos, es nuestra sabiduría
7. Parménides, el metafísico (539-480 a.C.)

Sólo el ser es, el no ser (la

nada) no es. Que el ser es, es
tan evidente que no necesita El ser es inmutable.
demostrarse. No es posible Parménides rechaza con
pensar que el ser no es, pues toda fuerza, contra
“lo mismo es pensar que ser. Heráclito. Le parece
imposible que un ser se
disuelve simplemente en
la nada o que la nada
Sólo hay un ser único, indivisible, surja súbitamente el ser.
igual y eterno, que tiene la forma
de una esfera.
8. Zenón, el dialéctico (490-430 a.C.)
No hay movimiento. Zenón prueba la doctrina de
Parménides mediante 4 razones: Un cuerpo no puede llegar
de A a B, Aquiles no puede alcanzar a la tortuga, la flecha
disparada está quieta y la mitad del tiempo es igual al
tiempo entero.
No hay multiplicidad, menciona: Si, como creen los
pitagóricos, las cosas constan de puntos, caben dos
hipótesis. Estos puntos son infinitamente pequeños o tienen
ya extensión, grosor y gravedad. Luego, no podría haber en
absoluto cuerpo alguno, o sólo un cuerpo único
infinitamente grande.
Las percepciones sensibles son engaño. Si sobre un suelo
blando se deja caer un solo grano de mijo no se oye nada. Si
se echa al suelo un celemín entero lleno de mijo, se cree oír
un ruido. Esto es, evidentemente, engaño, pues de una suma
de meros silencios no puede formarse un ruido.
9.- Meliso, el consumador
(h.444 a.C.)
Según él, el ser es infinito; así, abandona
la esfera de Parménides, pues nada
puede limitar al ser.
Elimina todo lo que en las discusiones se
ha visto que era insostenible.
Menciona que el infinito tiene lugar;
inmóvil, inmutable, impasible, pues el
dolor sólo podría provenir de que, por
enfermedad y muerte, el ser se
transformara en no- ser, lo cual es
imposible
10. Empédocles de Agrigento (490-430 a.C.)
Como en los cuerpos de los
animales expían almas
pecadoras, no es lícito
sacrificar animales, ni siquiera
como víctimas para los dioses.
Por vez primera tropezamos en él
con la distinción de los cinco
sentidos exteriores (vista, oído,
olfato, gusto y tacto)
Los cuatro elementos .
Empédocles fue el primero que se
liberó de la creencia que solo un
elemento era la materia prima y
puso valientemente al principio
cuatro elementos: tierra y fuego,
agua y aire. Estos cuatro sillares
últimos del mundo se los imagina
como partículas invisibles, como
“elementos” últimos.
 11. Anaxágoras de
Clazomene (500-428
Elementos infinitos en número Si se quiere explicar
a.C.)
el mundo real, no basta con los cuatro elementos de
Empédocles. Hay que suponer tantos elementos
como materias fundamentales, que no pueden
descomponerse en otras más sencillas.
El nous (mente, espíritu) Sólo hay un elemento que
no se presenta mezclado, la mente o espíritu (el
nous). El nous hace dos cosas: Lo conoce todo; es
omnisciente, en el instinto de los animales y en el
alma del hombre; y lo mueve todo. Para ello, una
pequeña parte de este es movida con gran
velocidad, que va disminuyendo tanto más cuanto a
más cuerpos se comunica.
12. Demócrito de Abdera (460-370 a. C.)
fue discípulo de Leucipo de Mileto muestra en la
exposición literaria una maestría sólo superada por
Platón. En su atomismo sentó Demócrito las bases
que han conducido a los grandiosos descubrimientos
y progresos técnicos de la edad moderna. Tres cosas
postula para la explicación del mundo:
Los átomos: Todo ser real consta de un número
infinito de partículas pequeñísimas, que no son ya
visibles ni divisibles, a las que llamó por vez
primera “átomos”.
El espacio vacío: También el espacio vacío es tan
real como los átomos: “Lo que es algo no es más
que lo que es nada”.
El movimiento: Desde toda la eternidad, va anejo a
los átomos el movimiento en remolino.
 9.- Meliso, el consumador
(h.444 a.C.)
1.- Tales de Mileto (624-546
a.C.)
El primero que preguntó por un principio
primero por el que puedan explicarse
unitariamente todas las cosas
Tales vio en el agua la materia primero
de que todo se ha hecho.
Por medio de sus “columnas de
sombra”, halló los equinoccios y hasta
pudo predecir un eclipse de sol. Con él
irrumpió la búsqueda racional en todos
los terrenos.
Gracias