Está en la página 1de 10

Lección 1ª

La perspectiva sociológica. Principales teorías clásicas. Paradigmas actuales

1. Principales formas de pensar el individuo y la sociedad


2. Las bases socio-político-económicas para analizar científicamente el
funcionamiento de las sociedades
3. El paradigma de la economía política clásica (Adam Smith, 1723-1790)
(paradigma liberal)
4. El paradigma marxista (Karl Marx, 1818-1883)
5. El paradigma estructural-funcionalista (E. Durkheim, 1858-1917; T. Parsons
1902– 1979)

Lecturas obligatorias :
Mancionis y Plumer: cap.2 (Pensar sociológicamente, pensar globalmente) epígrafes
Paradigma funcionalista, paradigma del conflicto y paradigma de la acción social
1. Principales formas de pensar el individuo y la sociedad

Desde siempre el hombre ha reflexionado sobre la sociedad en la que le ha


tocado vivir o al menos todas las sociedades han tratado de explicar el papel
de los hombres dentro de la sociedad y legitimar el orden establecido.

Las formas que ha adoptado esta reflexión pueden calificarse, siguiendo a


Augusto Comte (1798-1857), en 3 tipos o estadios:

1. La reflexión teológica de la sociedad, donde las instituciones y el


funcionamiento de la sociedad, la desigualdad en el reparto de la riqueza
y el poder, se “explican”/”justifican” mediante razones teológicas, esto es,
el orden social ha sido establecido por los Dioses o, en las religiones
monoteístas, por Dios. Las instituciones y el orden establecido son
sagradas y su funcionamiento debe permanecer inalterado en el tiempo;
los cambios desagradan a los Dioses/Dios, que castigan a los culpables.
Hay unos textos sagrados que se interpretan y reinterpretan por parte
de sacerdotes o los propios dioses-emperadores/faraones.

¿Dónde se encuentran este tipo de justificaciones? ¿han existido sólo en el


pasado?
La reflexión metafísica o filosófica:

El análisis de la sociedad se enmarca dentro de una reflexión racional que descansa en


determinados supuestos filosóficos y donde el objeto de la reflexión es proporcionar
un modelo de organización de la sociedad que lleve a la perfección y a la paz
social. Ejemplos de estos planteamientos son las obras de Aristóteles (Ética a
Nicómaco), Platón (La República), Maquiavelo (El Príncipe), Hobbes (El Leviathan),
Montesquieu (La división de poderes) o Rousseau (El contrato social).

Todas ellas surgen en momentos de crisis social y tuvieron gran influencia en la evolución
de las sociedades occidentales, tanto desde el punto de vista de la organización social
(como justificación de innovaciones; por ejemplo, Hobbes contribuye a la legitimación
racional del absolutismo), como de las ciencias sociales. Características:
1. contenido “normativo”: el objetivo de la reflexión es explicar cómo debe organizarse el
Estado o ejercerse el poder para garantizar la paz social y evitar las guerras civiles o
los levantamientos sociales)
2. se identifica “sociedad” con “política” o “forma de gobierno”; no se identifica la
“sociedad civil”. La organización social sólo se explica en términos de Individuo y
Estado. Por ejemplo, aunque los estamentos son una realidad social implacable que
determina las posibilidades vitales de todos los individuos, no se introducen como una
categoría de análisis de la realidad relevante.
Análisis científico:
se trata de aplicar el método científico, que tanto éxito había proporcionado en el siglo XVIII
a las CC. NN, al estudio de la sociedad. Comte habla de “física social”, distinguiendo entre
“estática social” y “dinámica social”, que se corresponde con los conceptos de
“estructura social” y “cambio social”. El objetivo es explicar el funcionamiento de la sociedad
y de sus distintas dimensiones y aspectos, desligados de fundamentaciones éticas o
religiosas. Un supuesto básico y fundamental es que la sociedad y sus instituciones son
creadas y recreadas (mantenidas vivas) por los comportamientos de los hombres; no son
fruto de la voluntad de Dios o los Dioses. La legitimidad de las instituciones no es ni divina,
ni tradicional (porque siempre ha sido así), sino que deriva de su eficacia medida en
términos de su contribución al bienestar social.

El análisis de la sociedad para ser científico debe ser racional, empírico, objetivo y
falsable (sometido a crítica). La tarea de las CC.SS. es explicar empíricamente cómo es la
sociedad (positivismo) y no cómo debería de ser, aunque los análisis más revolucionarios
son normativos (Adam Smith o K. Marx) y los libros que los contienen han sido utilizados
como libros sagrados.

El análisis científico de la realidad social no elimina la religión, sino que se establece como
una nueva forma de conocimiento legítima que en ocasiones complementa, en otras compite
con las explicaciones religiosas y que se utiliza para acometer reformas sociales.

Gran polémica acerca de la objetividad en las CC. SS. (puesto que nuestro análisis de la
sociedad se hace a través de conceptos, ¿la ciencia social no es una ideología?) y del lugar
La sociología como disciplina científica nace, como todas las
CC.SS., con los profundos cambios sociales derivados de la
revolución francesa y la revolución industrial, a finales del siglo XVIII
y principios del siglo XIX. Una vez que se acaba con el “viejo orden”
y se establece “un nuevo orden social” surgen los intentos por mostrar
cómo se debe organizar “la nueva sociedad” para el mayor
bienestar de los individuos y, en última instancia, para evitar
revoluciones y guerras civiles.

En la aparición de este “nuevo orden social” hay dos procesos


sociales básicos:

1. La revolución francesa

2. La industrialización.
Revelevancia de la Revolución francesa (a largo plazo):

•Acaba con la legitimidad teológica de las instituciones sociales y de la sociedad


•La legitimidad del orden social descansa en el contrato social que se sustancia en
el Parlamento y en las instituciones del Estado moderno. La soberanía reside en la
nación (no en el pueblo), entendida como conjunto de ciudadanos, y el ejercicio del
poder se realiza mediante leyes (Estado de Derecho o imperio de la ley).
•La sociedad se construye/reforma por el Parlamento a través de la legislación
(Constitución, Leyes –orgánicas, ordinarias-, Reales Decretos, etc). Las leyes
además deben de legitimarse(justificarse) por el “bien social/público”.

Relevancia de la Revolución industrial:

•Las bases de poder cambian radicalmente: de la tierra al capital, de los


terratenientes (aristócratas) a la burguesía.
•Hay un enorme crecimiento económico, pero grandes desigualdades sociales y
generación de conflictos revolucionarios periódicos (la “cuestión obrera”), lo que
lleva a la proliferación de propuestas de reforma/revolución social.
•Desarrollo de la ciencia y la tecnología como modelos de explicación y dominio de
la realidad natural y social para mejorar el bienestar social.
El paradigma de la economía política clásica (Adam Smith, 1723-1790)

La obra más representativa es “La riqueza de las naciones” (1776) ¿cuál es el


fundamento de la riqueza de las naciones? ¿cómo debe organizarse la sociedad
para lograr la mayor riqueza (crecimiento económico)? En este sentido, no sólo
analiza las fuentes del crecimiento económico, sino también las condiciones
sociales para que se dé este crecimiento y la integración social (paz/orden social).

Para A. Smith el fundamento de la riqueza no son los metales nobles, sino el


trabajo de los hombres en la medida en que produce bienes y servicios que
satisfacen necesidades. Cuantos más b. y s. se produzcan mayor será el bienestar
de una sociedad, tanto material, como social. La economía nacional no funciona
como la economía individual: la riqueza no se consigue acumulando dinero (oro),
sino cuanto mayor producción-consumo, mayor riqueza (crecimiento económico).

Adam Smith parte del supuesto antropológico de que los hombres son individuos:
- racionales que maximizan sus intereses a través del cálculo racional de los
costes – beneficios
- que tienen un instinto natural al intercambio para sacar ventajas (frente al instinto
devorador, “lobo”, del que partía Hobbes). Implicación: en lugar de desarrollar el
Estado absoluto, hay que desarrollar oportunidades de intercambio (economía de
mercado).
Las condiciones para que se dé el mayor crecimiento económico son:

La división del trabajo permite aumentar la productividad (más b. y s.


producidos por hora de trabajo) y por tanto, más b. y s. (más riqueza),
lo que significa, desde el punto de vista temporal, mayor crecimiento
económico. La división del trabajo se materializa en la fábrica.

El libre mercado: es necesario poder intercambiar productos


libremente. Para que exista la fábrica es necesaria la libertad de
empresa y la existencia del trabajo formalmente libre. El libre mercado
garantiza, a través de lo que denominó “mano invisible”, el equilibrio
de los mercados, el mayor grado de crecimiento económico, la
estabilidad en el tiempo y la integración social porque todos los
individuos consiguen lo que quieren.

El papel del Estado es garantizar la libertad de empresa y el libre


comercio (vía derecho mercantil y sistema judicial), la paz interna y los
intereses en el exterior. Del Estado absoluto se debe pasar al Estado
Liberal (mínimo).
El paradigma marxista (Karl Marx, 1818-1883)

Es la respuesta crítica más desarrollada y que más influencia ha tenido a los planteamientos
de la Nueva Economía Clásica (A. Smith y seguidores).

El paradigma marxista ha generado multitud de estudios de aspectos puntuales de la


sociedad (educación, relaciones de género, además de relaciones de poder y dinámica del
mercado de trabajo), que en general se califican ahora como “paradigma del conflicto” y que
parten de la idea de que la dinámica social no se caracteriza por la armonía o equilibrio de los
intereses, sino por el conflicto de intereses entre distintos colectivos, sustentado y alimentado
por las desigualdades en el reparto de la renta, el poder, la educación y el prestigio social.

Estos autores explican cómo factores como la clase social, el sexo, la raza, la etnicidad o la
edad están relacionados con la desigual distribución de la “riqueza social” o las
oportunidades vitales. Se trata de identificar los mecanismos que estructuran y reproducen
las desigualdades sociales.

Los principales conceptos marxistas del análisis de la sociedad moderna (capitalista) son:

Superestructura : Estado – Ideología (Religión, Ideas, Ciencia)

Estructura social: Modo de producción capitalista / medios de producción / clase social /


plusvalía / lucha de clases
El paradigma estructural-funcionalista

Este marco analítico de la sociedad se desarrolla a partir de las ideas desarrolladas por H.
Spencer (1820-1903), que aplicó las ideas de la selección natural a la evolución de las
sociedades. El autor que más ha desarrollado este paradigma (proyecto científico de análisis
de la realidad) es Talcott Parsons (1902-1979) y Robert Merton (1910-2003). La idea central
de este planteamiento es que las sociedades son tanto más ricas cuanto más complejas
sean y permitan alimentar a un mayor número de individuos. En este proceso, la sociedad ha
ido diferenciando estructuras sociales especializadas en la realización de determinadas
tareas (funciones) para el conjunto social y son equivalentes a los órganos dentro del cuerpo
de los animales. La economía (de mercado), la familia, el Parlamento, etc. se han
especializado en la realización de determinadas actividades que son necesarias para
fomentar la solidaridad y la estabilidad (integración social), para que el conjunto funcione bien.

Se habla entonces de estructura y función como dos conceptos de análisis básicos. La


estructura supone unas pautas o regularidades relativamente estables de comportamiento
social. Funciones son las consecuencias para el funcionamiento de la sociedad, aunque
hay que distinguir entre funciones/objetivos para la sociedad y para los individuos
concretos. Hay funciones manifiestas (las que se persiguen explícitamente) y latentes (no
explícitas). Por ejemplo, la familia tiene como funciones manifiestas satisfacer necesidades
afectivas y sexuales, reproducir y socializar a las nuevas generaciones y la solidaridad entre
sus miembros), como funciones latentes es un potente mecanismo de reproducción de
desigualdades sociales. También se habla de disfunciones cuando determinadas dinámicas
van en contra de los objetivos/funciones propias del sistema de interacciones.

También podría gustarte