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Lecturas obligatorias :
Mancionis y Plumer: cap.2 (Pensar sociológicamente, pensar globalmente) epígrafes
Paradigma funcionalista, paradigma del conflicto y paradigma de la acción social
1. Principales formas de pensar el individuo y la sociedad
Todas ellas surgen en momentos de crisis social y tuvieron gran influencia en la evolución
de las sociedades occidentales, tanto desde el punto de vista de la organización social
(como justificación de innovaciones; por ejemplo, Hobbes contribuye a la legitimación
racional del absolutismo), como de las ciencias sociales. Características:
1. contenido “normativo”: el objetivo de la reflexión es explicar cómo debe organizarse el
Estado o ejercerse el poder para garantizar la paz social y evitar las guerras civiles o
los levantamientos sociales)
2. se identifica “sociedad” con “política” o “forma de gobierno”; no se identifica la
“sociedad civil”. La organización social sólo se explica en términos de Individuo y
Estado. Por ejemplo, aunque los estamentos son una realidad social implacable que
determina las posibilidades vitales de todos los individuos, no se introducen como una
categoría de análisis de la realidad relevante.
Análisis científico:
se trata de aplicar el método científico, que tanto éxito había proporcionado en el siglo XVIII
a las CC. NN, al estudio de la sociedad. Comte habla de “física social”, distinguiendo entre
“estática social” y “dinámica social”, que se corresponde con los conceptos de
“estructura social” y “cambio social”. El objetivo es explicar el funcionamiento de la sociedad
y de sus distintas dimensiones y aspectos, desligados de fundamentaciones éticas o
religiosas. Un supuesto básico y fundamental es que la sociedad y sus instituciones son
creadas y recreadas (mantenidas vivas) por los comportamientos de los hombres; no son
fruto de la voluntad de Dios o los Dioses. La legitimidad de las instituciones no es ni divina,
ni tradicional (porque siempre ha sido así), sino que deriva de su eficacia medida en
términos de su contribución al bienestar social.
El análisis de la sociedad para ser científico debe ser racional, empírico, objetivo y
falsable (sometido a crítica). La tarea de las CC.SS. es explicar empíricamente cómo es la
sociedad (positivismo) y no cómo debería de ser, aunque los análisis más revolucionarios
son normativos (Adam Smith o K. Marx) y los libros que los contienen han sido utilizados
como libros sagrados.
El análisis científico de la realidad social no elimina la religión, sino que se establece como
una nueva forma de conocimiento legítima que en ocasiones complementa, en otras compite
con las explicaciones religiosas y que se utiliza para acometer reformas sociales.
Gran polémica acerca de la objetividad en las CC. SS. (puesto que nuestro análisis de la
sociedad se hace a través de conceptos, ¿la ciencia social no es una ideología?) y del lugar
La sociología como disciplina científica nace, como todas las
CC.SS., con los profundos cambios sociales derivados de la
revolución francesa y la revolución industrial, a finales del siglo XVIII
y principios del siglo XIX. Una vez que se acaba con el “viejo orden”
y se establece “un nuevo orden social” surgen los intentos por mostrar
cómo se debe organizar “la nueva sociedad” para el mayor
bienestar de los individuos y, en última instancia, para evitar
revoluciones y guerras civiles.
1. La revolución francesa
2. La industrialización.
Revelevancia de la Revolución francesa (a largo plazo):
Adam Smith parte del supuesto antropológico de que los hombres son individuos:
- racionales que maximizan sus intereses a través del cálculo racional de los
costes – beneficios
- que tienen un instinto natural al intercambio para sacar ventajas (frente al instinto
devorador, “lobo”, del que partía Hobbes). Implicación: en lugar de desarrollar el
Estado absoluto, hay que desarrollar oportunidades de intercambio (economía de
mercado).
Las condiciones para que se dé el mayor crecimiento económico son:
Es la respuesta crítica más desarrollada y que más influencia ha tenido a los planteamientos
de la Nueva Economía Clásica (A. Smith y seguidores).
Estos autores explican cómo factores como la clase social, el sexo, la raza, la etnicidad o la
edad están relacionados con la desigual distribución de la “riqueza social” o las
oportunidades vitales. Se trata de identificar los mecanismos que estructuran y reproducen
las desigualdades sociales.
Los principales conceptos marxistas del análisis de la sociedad moderna (capitalista) son:
Este marco analítico de la sociedad se desarrolla a partir de las ideas desarrolladas por H.
Spencer (1820-1903), que aplicó las ideas de la selección natural a la evolución de las
sociedades. El autor que más ha desarrollado este paradigma (proyecto científico de análisis
de la realidad) es Talcott Parsons (1902-1979) y Robert Merton (1910-2003). La idea central
de este planteamiento es que las sociedades son tanto más ricas cuanto más complejas
sean y permitan alimentar a un mayor número de individuos. En este proceso, la sociedad ha
ido diferenciando estructuras sociales especializadas en la realización de determinadas
tareas (funciones) para el conjunto social y son equivalentes a los órganos dentro del cuerpo
de los animales. La economía (de mercado), la familia, el Parlamento, etc. se han
especializado en la realización de determinadas actividades que son necesarias para
fomentar la solidaridad y la estabilidad (integración social), para que el conjunto funcione bien.