Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ENSAYO:
LA MEDIOCRIDAD
ALUMNA:
DOCENTE:
JULIO 2023
2
Contenido
TEMA:
LA MEDIOCRIDAD.............................................................................................................3
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................3
EL IDEAL ES UN GESTO DEL ESPÍRITU HACIA ALGUNA PERFECCIÓN.......3
CAPÍTULO 1.........................................................................................................................5
DEFINICION DE LA MEDIOCRIDAD...........................................................................5
CAPÍTULO 2.........................................................................................................................6
LA RUTINA......................................................................................................................6
CAPÍTULO 3.........................................................................................................................6
LA HIPOCRECIA.............................................................................................................6
CAPÍTULO 4.........................................................................................................................7
EL HOMBRE QUE PIENSA CON SU PROPIA CABEZA.............................................7
CAPÍTULO 5.........................................................................................................................8
LA ENVIDIA.....................................................................................................................8
CAPÍTULO 6.........................................................................................................................9
LACANAS SON UN MENSAJE DE LA NATURALEZA HUMANA.........................10
CAPÍTULO 7.......................................................................................................................11
SIEMPRE HAY MEDIOCRES.......................................................................................11
CAPÍTULO 8.......................................................................................................................12
NINGUN FILOSO ALCANZARA LA GENIALIDAD.................................................12
BLIBLIOGRAFIA...............................................................................................................13
CONCLUSIÓN....................................................................................................................14
2
LA MEDIOCRIDAD
INTRODUCCIÓN
Un hombre, un grupo o una raza son idealistas porque circunstancias propicias determinan
su imaginación a concebir perfeccionamientos posibles. Los ideales aparecen cuando el
pensar alcanza tal desarrollo que la imaginación puede anticiparse a la experiencia; son
creencias que influyen en nuestra conducta en la medida en que lo creemos. La
imaginación es la madre de toda originalidad la cual despoja a la realidad de todo lo malo y
lo adorna con todo lo bueno.
Los ideales románticos son exagerados porque son insaciables; comprenden que todos los
ideales contienen una poa articula de utopía y pierden algo al realizarse. Creen que la
suprema dignidad se incuba en el sueño y la pasión. En todo lo perfectible cabe un
romanticismo: su orientación varia con los tiempos y con las inclinaciones. Algunos
románticos se creen providenciales y su imaginación se revela por un mismismo
constructivo.
Las lecciones de la realidad no matan al idealista: lo educan. Busca los caminos propicios,
aprende a salvar las asechanzas que la mediocridad. El idealista estoico mantienes hostil a
su medio. Su actitud es de abierta resistencia a la mediocridad organizada; le sirve estar
libre para realiza toda perfección que solo depende de su esfuerzo.
2
CAPÍTULO 1
DEFINICION DE LA MEDIOCRIDAD
2
CAPÍTULO 2
LA RUTINA
El hombre mediocre que se aventura en la idea social tiene apetitos urgentes: el éxito. No
sospecha que existe otra cosa, la gloria, ambicionada solamente por los caracteres
superiores. Aquel es un triunfo efímero, al contado: esta es definitiva. El uno se mendiga;
la otra se conquista.
CAPÍTULO 3
LA HIPOCRECIA
Las mediocracias de todos los tiempos son enemigas del hombre virtuoso: prefieren el
honesto y lo encumbran como ejemplo. La virtud eleva sobre la moral corriente; implica
cierta aristocracia del corazón, propia del talento moral; el virtuoso se anticipa a alguna
2
forma de perfección futura y le sacrifica los automatismos consolidados por el habito. El
honesto, en cambio, es pasivo, aunque permanece por debajo de quien practica activamente
alguna virtud y orienta su vida hacia algún ideal limitándose a respetar los prejuicios que lo
asfixian. Admirar al hombre honesto es rebajarse; adorarlo es envilecerse.
Los pequeños virtuosos prefieren la practica del bien a su predica: evitan los sermones y
enaltecen su propia conducta. Nunca olvidan sus propias culpas y errores, y si no justifican
las ajenas, tampoco se preocupan de atormentarlas con su odio, pues saben que le tiempo
las castiga fatalmente. Su corazón es sensible a las pulsiones de los demás. Aprueban y
cultivan cualquier germen de cultura.
La santidad existe: los genios morales son los santos de la humanidad. Toda santidad es
excesiva, desbordante, obsesionadota, obediente, incontrastable: es genio. La santidad crea
o renueva por eso el genio moral es incompleto mientras no actúa.
CAPÍTULO 4
2
El hombre que piensa con su propia cabeza y la sombra que refleja los pensamientos
ajenos parece pertenecer a mundos distintos. Hombres y sombras: difieren como el cristal y
la arcilla. El cristal tiene una forma preestablecida en su propia composición quimica:
cristalizan en ella o no; pero nunca tomara otra forma que la propia. De igual manera que
el hombre superior es siempre uno. Si el clima le es propicio proyecta sobre el medio sus
características propias. La arcilla, en cambio, carece de forma propia y toma la que le
imprimen las circunstancias exteriores, los seres que la presionan o las cosas que la rodean;
conserva el rastro de todos los surcos y el hoyo de todos los dedos.
El orgullo, subsuelo indispensable de la dignidad, imprime a los hombres cierto gesto que
las sombras censuran: la vanidad. El vanidoso vive comparándose con los que lo rodean,
envidiando toda excelencia ajena y carcomiendo toda reputación que no puede igualar.
El que aspira a parecer renuncia ser. Credo supremo de todo idealismo, la dignidad es
univoca, intangible, intransmutable. Es síntesis de todas las virtudes que acercan al hombre
y borran la sombra: donde ella falta no existe el sentimiento del honor. Y asi como los
pueblos sin dignidad son rebaños, los individuos sin ella son esclavos. La dignidad
estimula toda perfección del hombre; la vanidad acicatea cualquier éxito de la sombra. Los
orgullosos tienen el culto de su dignidad: quieren poseerla inmaculada, libre de
remordimientos, sin flaquezas que la envilezcan o la rebajen. A ella sacrifican bienes,
honores, éxitos: todo lo que es explicito al crecimiento de la sombra.
CAPÍTULO 5
LA ENVIDIA
La envidia es una adoración de los hombres por las sombras, del merito por la
mediocridad. El que envidia se rebaja sin saberlo, se confiesa subalterno. La envidia nace,
pues, del sentimiento de inferioridad respecto de su objeto; los celos derivan del
2
sentimiento de posesión comprometido; la emulación surge del sentimiento de potencia
que acompaña a toda noble afirmación de la personalidad. Por deformación de la tendencia
egoísta algunos hombres están naturalmente inclinados a envidiar a los que poseen tal
superioridad por ellos anhelado en vano; la envidia es mayor cuando mas imposible se
considera la adquisición del bien codiciado. Es el reverso de la emulación; esta es una
fuerza propulsora y fecunda, siendo aquella una remora que traba y esteriliza los esfuerzos
del envidioso.
Siendo la envidia un culto involuntario del merito, los envidiosos son, a pesar suyo, sus
naturales sacerdotes. El envidioso activo posee una elocuencia intrépida, disimulando con
miagaras de palabras su estiptiquez de ideas. Pretende sondar los abismos del espíritu
ajeno, sin haber podido nunca desenredar el propio. El envidioso cree marchar al calvario
cuando observa que otros escalan la cumbre. Muere en el tormento de envidiar al que le
ignora o desprecia. Lo que es para otra causa de felicidad, puede ser objeto de envidia. El
motivo de la envidia se confunde con el de admiración, siendo ambos dos aspectos de un
mismo fenómeno. Solo que la admiración nace en el fuerte y la envidia en el subalterno.
El castigo de los envidiosos estaría en cubrirlos de favores, para hacerles sentiré que su
envidia es recibida como homenaje y no como un estiletazo.
CAPÍTULO 6
2
LACANAS SON UN MENSAJE DE LA NATURALEZA HUMANA
Las canas son un mensaje de la Naturaleza que nos advierte la proximidad del crepúsculo.
Las canas visibles corresponden a otras mas graves que no vemos: el cerebro y el corazón,
todo el espíritu y toda la ternura, encanecen al mismo tiempo que la cabellera. La
decadencia del hombre que envejece esta representada por una regresión sistemática de la
intelectualidad. Al principio, la vejez mediocrita a todo hombre superior; mas tarde, la
decrepitud interioriza al viejo ya mediocre. Cuando el cuerpo se niega a servir todas
nuestras intenciones y deseos, o cuando estos son medidos en prevención de fracaso,
podemos afirmar que ha comenzado la vejez.
A la natural lentitud del fenómeno agregan se las diferencias que el reviste en cada
individuo. Los que solo habían logrado adquirir un reflejo de la mentalidad social, poco
tienen que perder en esta inevitable bancarrota: es el empobrecimiento de un pobre. Y
cuando, en plena senectud, su mentalidad social se reduce a la mentalidad de la especie,
interiorizándose, a nadie le sorprende ese pasaje de la pobreza a la misera.
La psicología de la vejez denuncia ideas obsesivas absorbentes. Todo viejo cree que los
jóvenes lo desprecian y desean su muerte para suplantarle. Traduce tal manía por hostilidad
a la juventud, considerándola muy inferior a la de su tiempo.
Nacer y morir son los términos inviolables de la vida. Nacemos para crecer; envejecemos
para morir. Todo lo que la Naturaleza nos ofrece para el crecimiento, nos lo substrae
preparando la muerte. Sin embargo, los viejos se quejan de que no se les respete bastante,
2
mientras los jóvenes se desesperan por lo excesivo de ese respeto. Toda sociedad en
decadencia es propicia a la mediocridad y enemiga de cualquier excelencia individual; por
eso a los jóvenes originales se les cierra el acceso al gobierno hasta que hayan perdido su
arista propia., esperando que la vejez los nivele, rebajándolos hasta los modos de pensar y
sentir que son comunes a su grupo social.
CAPÍTULO 7
Siempre hay mediocres. Son perennes. Lo que varia es su prestigio y su influencia. En las
épocas de exaltación renovadora muestran ser humildes, son tolerados; nadie los nota, no
osan inmiscuirse en nada. Cuando se entibian los ideales y se reemplaza lo cualitativo por
lo cuantitativo, se empieza a contar con ellos. Apercibense entonces, se mancomunan en
grupos, se arrebañan en partidos. Crece su influencia en la justa medida en que el clima se
atempera; el sabio es igualado al analfabeto, el rebelde al lacayo, el poeta al prestamista.
Ricos terratenientes o poderosos industriales pagan a peso de oro los votos coleccionados
por agentes impúdicos; señorzuelos advenedizos abren sus alcancías para comprarse el
único diploma accesible a su mentalidad amorfa; asnos enriquecidos aspiran a ser tutores
de pueblos, sin mas capital que su constancia y sus millones. Necesitan ser alguien; creen
2
conseguirlo incorporándose a las piaras. Ese afán de vivir a expensas del Estado rebaja la
dignidad.
CAPÍTULO 8
2
Sarmiento tenia la clarividencia del ideal y había elegido sus medios: para organizar
civilizando, elevar educando. Presidio la Republica contra la intención de todos: obra de un
hado benéfico. Arriba vivió batallando como abajo, siempre agresor y agredido. Cumplía
una función histórica. Por eso, como el héroe del romance, su trabajo fue la lucha, su
descanso pelear. La unidad de su obra es profunda y absoluta., no obstante las múltiples
contradicciones nacidas por el contraste de su conducta con las oscilaciones
circunstanciales de su medio. Entre alternativas extremas, Sarmiento conservo la línea de
su carácter hasta la muerte. Su madurez siguió la orientación de su juventud; llego a los
ochenta años perfeccionando las originalidades que había adquirido a los treinta. Se
equivoco innumerables veces, tantas como solo puede concebirse en un hombre que vivió
pensando siempre. Cambio mil veces de opinión en lo detalles, porque nunca dejo de vivir;
pero jamás desvió la pupila de lo que era esencial en su función. Su espíritu salvaje y
divino parpadeaba corno un faro, con alternativas perturbadoras. Era un mundo que se
oscurecía y se alumbraba sin sosiego: incesante sucesión de amaneceres y de crepúsculos
fundidos en el todo uniforme del tiempo. En ciertas épocas parecido nacer de nuevo con
cada aurora; pero supo oscilar hasta lo infinito sin dejar nunca de ser el mismo. Miro
siempre al porvenir, como si el pasado hubiera muerto a su espalda: el ayer no existía, para
él, frente al mañana.
Al igual que Sarmiento, Ameghino también llego en su clima y a su hora. Por singular
coincidencia, ambos fueron maestros de escuela, autodidactos, sin titulo universitario,
formados fuera de la urbe, fuera de la mentira mundana. Revelar y crear fue su misión
BLIBLIOGRAFIA
José Ingenieros, Libro El Hombre Mediocre. Pagina Web Rincón del Vago
2
CONCLUSIÓN
Se centra en las conductas que puede tener un individuo dentro de la sociedad y como éste
se enfrenta a manera de respuesta a todos los problemas que se le presenten actuando de
manera distinta cada individuo, en muchos casos no enfrentando estos problemas y lo que
conlleva a que el hombre sea denominado “ Mediocre” e incapaz de solucionar problemas
y cuales son aquellos inconvenientes que no le permiten enfrentar grandes obstáculos como
:la envidia, la hipocresía , etc. de causas.
Consideramos que este resumen de la obra “EL HOMBRE MEDIOCRE “sea de mucho
aporte para las personas para que genere un cambio de conducta en aquellas personas que
no se manifiestan tal como son y también aquellas personas que actúan de manera paciente
frente a obstáculos y/o problemas que se presentan en nuestra vida cotidiana.
Queremos agradecer de por anticipado a todas las personas que prefieran este trabajo con
el deseo de que Ud. amigo(a) pueda cambiar de conducta.