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DECRETERO DE SENTENCIAS

//tevideo, 3 de febrero de 2020.


No. 29
VISTOS:
Para sentencia definitiva, estos autos caratulados:
"NITELAND S.A. con ESTADO. MINISTERIO DE ECONOMÍA Y
FINANZAS. Acción de nulidad" (Ficha No. 845/2017).
RESULTANDO:
I) La parte actora compareció y dedujo pretensión
anulatoria contra la Resolución DGC Nº 47/2017, de 16 de junio de 2017,
mediante la cual la Dirección General de Comercio del Ministerio de
Economía y Finanzas se adjudicó la Licitación Pública Nº 02/2017 a la
firma FABAMOR S.A., autorizando su contratación para la prestación del
servicio de vigilancia de la Zona Franca de Nueva Palmira por el plazo de
doce meses, más dos prórrogas automáticas sucesivas de seis meses cada
una, por un monto total de $ 14.451.840, más los reajustes paramétricos
presentados en la oferta (fs. 62 a 62 vto., en carpeta verde de 129 fojas,
A.A.).
En su demanda, sostuvo que la impugnada le causa severos
perjuicios ya que en el expediente licitatorio existen irregularidades en
cuanto a la adjudicación. La empresa adjudicataria no cumplió con un
requisito indispensable que surge del pliego de la licitación, que es el
“Certificado de estado vigente de RE.NA.EM.SE”, ahora DIGEFE.
El referido Organismo del Ministerio del Interior expide el
certificado de habilitación a todas las empresas de seguridad y posee una
vigencia de tres años que se emite mediante una Resolución.
Del expediente surge que la empresa FABAMOR S.A. presentó un
certificado que no se encontraba vigente a la fecha de apertura del llamado.
Por este motivo se la intimó a presentar el certificado vigente de DIGEFE o
copia del trámite de renovación firmado por sus autoridades a la fecha de
apertura del llamado.
La irregularidad salta a la vista. En el capítulo 6 del Pliego de
Condiciones Particulares que regula la propuesta previó al referido
certificado como documentación obligatoria a presentar en el acto de
apertura y no se estableció ninguna otra opción.
Sin embargo, la Dirección General de Comercio le dio a la empresa
adjudicataria la opción de presentar “copia de trámite de renovación
firmado por las autoridades de DIGEFE con fecha pertinente a la apertura
del llamado”.
FABAMOR S.A. presentó una nota de solicitud de renovación de
fecha 26 de abril de 2017, sellada al día siguiente. Se trata de una simple
nota que no significa bajo ningún punto de vista que la solicitud sea exitosa
obteniéndose finalmente la habilitación efectiva.
Además, la apertura del llamado fue el 19 de abril de 2017, tal como
surge de las publicaciones agregadas en el Diario Oficial, no coincidiendo
con la fecha de la nota.
Surge a las claras que se adjudicó a una empresa que no cumplió con
los requisitos formales obligatorios que exigía el pliego de la Licitación
Pública Nº 02/2017.
Es de destacar que la actora prestó servicios de vigilancia en Zona
Franca Nueva Palmira desde el 1º de marzo de 2013 al 30 de setiembre de
2017, fecha en que se adjudicó la licitación a FABAMOR S.A. La relación
contractual transitó en forma pacífica, sin mayores contratiempos. Pese a
ello, surge del expediente una nota descalificándola por atraso en el pago
de salarios en alguna oportunidad.
Esto da la pauta que todo lo que viene de expresarse fue una excusa
para adjudicar a otra empresa en detrimento de la actora, vulnerando en
forma grosera los requisitos formales exigidos para la contratación de los
servicios de vigilancia en Zona Franca Nueva Palmira.
En definitiva, solicitó la anulación del acto impugnado (fs. 25 a 28
vto.).
II) Conferido el correspondiente traslado compareció -en
representación del Ministerio de Economía y Finanzas, Dirección General
de Comercio- la Dra. Carol Emery, quien tras relacionar los antecedentes
del acto se opuso al accionamiento en base a la siguiente fundamentación.
En acta de 13 de junio de 2017, la Comisión Asesora dejó expresa
constancia que obtuvo asesoramiento del Organismo oficial con respecto a
que el trámite de renovación habilita a las empresas a prestar los servicios
de vigilancia. En atención a ello, la Administración dio por admitido el
recaudo presentado.
Conforme lo establecido en el numeral 2 del Pliego de Condiciones
Particulares, la recepción de ofertas será hasta el día 9 de mayo de 2017 a
la hora 12:00 mediante publicación online en el SICE. Por lo tanto, la nota
de solicitud de renovación presentada por la actora es de fecha anterior a la
apertura de la licitación. El 19 de abril de 2017 se efectuó únicamente la
publicación en el Diario Oficial, conforme a lo requerido por el artículo 51
del TOCAF.
La Comisión Asesora de Adjudicaciones actuó conforme a los
principios generales establecidos en el artículo 149 del TOCAF, de
“materialidad frente al formalismo”, “flexibilidad” y “razonabilidad”, al
admitir las constancias oficiales que habilitan a las empresas a realizar el
servicio de vigilancia dado que cumplen con la misma finalidad que el
certificado vigente de RE.NA.EM.SE., hoy DI.GE.FE., requerido por el
Pliego de Condiciones.
Con respecto al agravio que la Comisión tuvo en consideración el
informe de 31 de mayo de 2017 del Administrador de la Zona Franca de
Nueva Palmira, no es de recibo. La Comisión Asesora de Adjudicaciones
tiene el deber de analizar los antecedentes con otros organismos o
empresas, siendo más que razonable que se tomaran en cuenta los
antecedentes en la propia Zona Franca donde la firma NITELAND S.A.
prestaba los servicios de vigilancia. El Pliego de Condiciones Particulares
es claro al disponer en su punto 9 que debe efectuarse la valoración de los
antecedentes de los servicios de los últimos tres años.
El acto se dictó conforme a derecho. La Dirección General de
Comercio obró en función del fin debido, con el propósito de asegurar la
correcta prestación del servicio de vigilancia y seguridad del Organismo.
Al momento de elegir la oferta más conveniente la Administración no está
sujeta a reglas fijas, estando únicamente limitada por las formas legalmente
impuestas. El procedimiento se llevó a cabo conforme a los principios que
lo rigen, sin haberse vulnerado la igualdad de los oferentes.
En suma, solicitó el rechazo de la acción de nulidad instaurada (fs.
32 a 35).
III) Por Decreto No. 567/2018 (fs. 36) se dispuso la
apertura a prueba, diligenciándose la que luce agregada y certificada a fs.
139.
IV) Las partes alegaron por su orden (fs. 142-145 vto. y
fs. 148-155 vto., respectivamente).
V) El Sr. Procurador del Estado en lo Contencioso
Administrativo se pronunció mediante Dictamen No. 112/2019 y aconsejó
el amparo de la demanda y la consiguiente anulación del acto procesado
(fs. 158 a 159 vto.).
VI) Puestos los autos para sentencia, previo pase a
estudio de los Sres. Ministros en forma sucesiva, se acordó en legal y
oportuna forma (fs. 161).
C O N S I D E R A N D O:
I) En el aspecto formal, se han cumplido las exigencias
que, según la normativa vigente (Constitución artículos 317 y 319 y Ley
No. 15.869 de 22 de junio de 1987, artículos 4, 8 y 9) habilitan el examen
de la pretensión anulatoria.
La acción de nulidad se dirige contra la Resolución DGC Nº
47/2017, emitida el 16 de junio de 2017 (fs. 62 a 62 vto., A.A.), notificada
a la actora el 14 de agosto de 2017 (fs. 90, A.A.).
El 24 de agosto de 2017 se interpuso en tiempo y forma los recursos
de revocación y jerárquico en subsidio (fs. 100 a 100 vto., A.A.).
El acto conclusivo de la vía administrativa se produjo mediante
Resolución del Poder Ejecutivo N° 8166, de 9 de octubre de 2017 (fs. 122 a
123 vto., A.A.), la que se notificó a la actora el 11 de octubre de 2017 (fs.
124, A.A.).
La demanda se interpuso dentro del término legal, el 8 de diciembre
de 2017 (nota de cargo, fs. 29).
II) A fin de efectuar un correcto abordaje de la situación
planteada corresponde realizar una reseña de los antecedentes relevantes
para la resolución de la causa.
El 5 de abril de 2017, la Directora General de Comercio del
Ministerio de Economía y Finanzas autorizó el llamado a Licitación
Pública para la contratación del servicio de vigilancia de la Zona Franca de
Nueva Palmira (fs. 2, A.A.).
A tales efectos, se elaboró el correspondiente Pliego de Condiciones
Particulares (fs. 4 a 15, A.A.) y se designaron los integrantes de la
Comisión Asesora de Adjudicaciones (fs. 3, A.A.).
Durante los primeros días del mes de abril de 2017 se cursaron
invitaciones a participar a distintas empresas de seguridad, adjuntando el
Pliego de Condiciones (fs. 17 a 27, A.A.), publicándose además el llamado
en el Diario Oficial de 19 de abril de 2017 (fs. 40, A.A.).
Se estableció como fecha para la apertura electrónica de las ofertas el
9 de mayo de 2017, a la hora 12:00 (fs. 33, A.A.), presentándose como
oferentes la Cooperativa de Trabajo de Responsabilidad Limitada REDES,
la Cooperativa de Trabajo PAJAROS PINTADOS, FABAMOR S.A,
NITELAND S.A, SECURITAS URUGUAY S.A, SEVICOL LIMITADA,
TANIREY S.A., Andrés Juan Manuel Varela y María Carolina Varela (fs.
44, A.A.).
El 23 de mayo de 2017 se reunió la Comisión Asesora de
Adjudicaciones, que procedió al estudio de las ofertas y respecto de la
empresa FABAMOR S.A. observó que “presenta un certificado de
RENAEMSE que no se encuentra vigente a la fecha de la apertura del
llamado.”
En función de lo expresado, haciendo uso de las facultades previstas
en los artículos 65 y 66 del TOCAF, otorgó un plazo de 2 días hábiles para
salvar dicho defecto o carencia formal: “Presentar copia de certificado de
RENAEMSE (hoy DIGEFE) vigente a la fecha de la apertura del llamado
o copia de trámite de renovación en curso firmado por las autoridades de
RENAEMSE (hoy DIGEFE) pertinentes a la fecha de apertura del
llamado.” (fs. 53, A.A.).
La empresa FABAMOR S.A presentó una nota donde consta el
inicio del trámite de renovación de la habilitación ante la DIGEFE con
fecha 28 de abril de 2017 (fs. 57, A.A.).
El 25 de mayo de 2017 se volvió a reunir la Comisión Asesora de
Adjudicaciones, la que señaló: “Con relación al documento presentado
por la firma Fabamor S.A. si bien presenta inicio de trámite de
renovación, no surge constancia expedida por autoridades de DIGEFE
(ex RENAEMSE) de que dicha empresa pueda brindar servicios de
seguridad y vigilancia”, motivo por el cual le otorgó un nuevo plazo de
dos días hábiles para su presentación (fs. 58, A.A.) (la negrilla no está en el
original).
Vencido el plazo, la empresa FABAMOR S.A. no dio cumplimiento
a lo requerido, situación que fue puesta de manifiesto en el informe final de
la Comisión Asesora de 13 de junio de 2017 (fs. 61, A.A.).
En oportunidad de reunirse a tales efectos, la Comisión Asesora de
Adjudicaciones dejó asentado lo siguiente: “En acta del 25 de mayo de
2017, la Comisión Asesora solicitó nuevamente información a Fabamor
S.A., relacionadas con la renovación del certificado que la habilita a
brindar servicios, no obteniéndose respuesta a lo solicitado. No obstante,
se realizaron las averiguaciones pertinentes, así como reiteradas
consultas ante las autoridades de DIGEFE, manifestándonos que cuando
una empresa se encuentra con solicitud de renovación, está en
condiciones de prestar servicios de vigilancia. Es por ello que, si bien no
cuenta con el certificado solicitado oportunamente, cuenta con trámite de
renovación, además de contar con varias constancias emitidas por la
autoridad ya citada, donde manifiestan expresamente que la firma
Fabamor S.A puede prestar servicios.” (fs. 61, A.A.) (la negrilla no está en
el original).
Seguidamente, la Directora General de Comercio procedió al dictado
del acto de adjudicación que se enjuicia en los presentes obrados (fs. 62 a
62 vto., A.A.).
III) El Tribunal, habrá de compartir la solución
aconsejada por el Sr. Procurador del Estado en lo Contencioso
Administrativo (fs. 158 a 159) y amparará la demanda, por las razones que
se habrán de explicitar.
La esencia del pleito estriba en determinar si en el caso existió por
parte de la firma adjudicataria incumplimiento del Pliego de Condiciones
Particulares que tornara su oferta inadmisible.
Surge de los antecedentes que en el punto 6, “PROPUESTA” del
Pliego se estableció lo siguiente: “Documentación obligatoria a presentar
con la apertura.
- Certificado de estado vigente de RENAEMSE” (fs. 5, A.A.) (la
negrilla no está en el original).
La Administración en un principio adoptó un criterio, de exigir la
presentación del certificado vigente de RE.NA.EM.SE. (actualmente
DI.GE.FE.), el cual luego que la empresa FABOMAR S.A. no lo presentara
en las dos oportunidades que se le requirió que así lo hiciera (véanse las
actas de la Comisión Asesora de Adjudicaciones de 23 y 25 de mayo de
2017, a fs. 53 y 58, A.A.) fue ilegítimamente modificado con el argumento
que se realizaron las averiguaciones pertinentes, así como reiteradas
consultas ante las autoridades de DIGEFE, manifestándonos que cuando
una empresa se encuentra con solicitud de renovación, está en
condiciones de prestar servicios de vigilancia. Es por ello que, si bien no
cuenta con el certificado solicitado oportunamente, cuenta con trámite de
renovación, además de contar con varias constancias emitidas por la
autoridad ya citada, donde manifiestan expresamente que la firma
Fabamor S.A puede prestar servicios.” (fs. 61, A.A.) (la negrilla no está en
el original).
La Corporación considera que procede la anulación del acto de
adjudicación, por no observarse estrictamente el Pliego de Condiciones
Particulares que regía el llamado en la consideración de la oferta
finalmente adjudicataria; vulnerándose de esta manera el principio de
igualdad (trato a todos los oferentes sin discriminación ni preferencias
subjetivas), esencial a todo procedimiento administrativo de selección en la
contratación administrativa.
Si bien el Tribunal ha sostenido reiteradamente que la adjudicación
de una licitación es un “acto esencialmente discrecional” de la
Administración, el cual consiste en seleccionar la propuesta que mejor
contemple el interés público siempre procurando obtener las mejores
condiciones posibles de contratación y que esta tarea se manifiesta en una
“libre apreciación de los datos ponderables y en la que el Tribunal no
puede sustituir a la Administración”; también ha sostenido con igual
firmeza que esta se ve limitada por la regularidad del procedimiento y la
seguridad jurídica que implica el tratamiento igualitario de los oferentes.
(sentencias Nº 138/2006, 613/2014, 389/2017 y 344/2018, entre otras).
En el subexamine, la Administración se apartó de los requerimientos
especificados en el Pliego de Condiciones Particulares como exigencias
básicas y esenciales a los oferentes que establecieron como documentación
obligatoria a presentar con la apertura de ofertas la de un “certificado de
estado vigente de RENAEMSE” (punto 6, “Propuesta”, fs. 5, A.A.),
extremo que inficiona de nulidad el acto de adjudicación.
De acuerdo con lo establecido en el Acta de la Comisión Asesora de
Adjudicaciones de 23 de mayo de 2017 (fs. 33, A.A.), la empresa
FABAMOR S.A. presentó un certificado de RENAEMSE (hoy DIGEFE)
que no se encontraba vigente.
Ante tal constatación, la Comisión Asesora de Adjudicaciones, en
base a lo dispuesto por los artículos 65 y 66 del TOCAF, requirió a
FABAMOR S.A la presentación de copia de certificado vigente de
RENAEMSE a la fecha de apertura del llamado o “copia de trámite de
renovación en curso firmado por las autoridades de RENAEMSE (hoy
DIGEFE) pertinentes a la fecha de apertura del llamado” (fs. 33, A.A.).
FABAMOR S.A presentó nota de solicitud de renovación de su
habilitación para seguir operando, ingresada en la DIGEFE el día 28 de
abril de 2017 (fs. 57, A.A.), es decir, que la renovación de la habilitación
requerida a las empresas de seguridad para poder operar aún se encontraba
en trámite al momento de la presentación de su oferta ante el Organismo
licitante.
El 25 de mayo de 2017, la Comisión Asesora de Adjudicaciones
consideró con relación a dicho documento que “si bien presenta inicio de
trámite de renovación, no surge constancia expedida por autoridades de
DIGEFE (ex RENAEMSE) de que dicha empresa pueda brindar
servicios de seguridad y vigilancia.” (fs., 58, A.A.) (la negrilla y el
subrayado no están en el original).
Empero, al no obtenerse respuesta de la empresa en cuestión a lo
solicitado, la Administración varió de posición en forma ilegítima al
extralimitarse en una interpretación excesivamente laxa y amplia de un
requerimiento concreto y esencial previsto en el pliego licitatorio.
En efecto, la Comisión Asesora de Adjudicaciones alude en su
informe final de 13 de junio de 2017 a que se realizaron averiguaciones
ante las autoridades de DIGEFE y que estas manifestaron que cuando una
empresa se encuentra con solicitud de renovación está en condiciones de
prestar servicios de vigilancia, agregando además que se contaba “con
varias constancias emitidas por la autoridad ya citada, donde manifiestan
expresamente que la firma Fabamor S.A puede prestar servicios.” (fs. 61,
A.A.).
Sin embargo, no existe prueba suficiente de tales aseveraciones.
Por el contrario, los mails agregados a la causa no avalan la tesitura
seguida por la Comisión Asesora de Adjudicaciones en su acta de 13 de
junio de 2017 (véase de fs. 72 a 74, infolios).
Así, en respuesta al correo dirigido a la DIGEFE por la Escribana
Inés Storace de la Dirección de Comercio en donde se planteó dicho
criterio (fs. 72, infolios) se le contestó: “Con respecto a la fecha
consultada por la profesional, el día 9 de mayo de 2017 la empresa se
encontraba con solicitud de renovación de habilitación de empresas.
Debe tenerse presente lo dispuesto en los Decreto 275/999 del
14/09/99 y 237/04, del 13/07/04:
(…)
Artículo 3º del Decreto 275/999 de fecha 14/09/99.- (Habilitación y
Registro).
3.1. Las empresas y los prestadores individuales de seguridad que
pretendan desempeñar las actividades establecidas en el artículo 1º
deberán obtener la previa habilitación que otorga el Ministerio del
Interior, e inscribirse en el Registro de Empresas y Prestadores de
Seguridad que funcionará en la órbita del Registro Nacional de Empresas
Prestadoras de Servicios de Seguridad, Vigilancia y Afines.” (fs. 73,
infolios).
La solicitud de renovación de la habilitación correspondiente para
operar como servicio de vigilancia no implica que finalmente le sea
efectivamente otorgada tal autorización, y no existe constancia alguna de
que a FABIMOR S.A se le otorgara al menos una habilitación provisoria al
momento de la apertura de ofertas.
Como enseña Sayagués Laso, “La autorización puede definirse
como el acto de la administración que habilita a una persona física o
jurídica, privada o pública, para ejercer un poder jurídico o un derecho
preexistente. Supone, pues, un poder o derecho anterior, cuyo ejercicio
está subordinado a la obtención previa de un acto habilitante de la
administración, que remueve el obstáculo jurídico establecido por el
derecho objetivo.
(…)
El acto de autorización es unilateral, aunque se dicta a instancia del
interesado. Es también necesariamente previo al acto o hecho que
realizará la persona autorizada. Esto lo diferencia claramente de la
aprobación.
(…)
Si se prescinde de obtener la autorización requerida, el acto o
hecho realizado es ilícito y puede dar motivo a la aplicación de las
sanciones pertinentes, sin perjuicio de la invalidez del acto” (Cf. Enrique
Sayagués Laso, “Tratado de Derecho Administrativo”, Clásicos Jurídicos
Uruguayos, tomo I, 6ª Edición, FCU, Montevideo, 1988, p. 414 a 417).
Sabido es que el pliego de condiciones en un procedimiento
competitivo de contratación administrativa como lo es una licitación
constituye la ley de la licitación o la ley del contrato, porque es en él
donde se especifican el objeto de la contratación, y los derechos y
obligaciones del licitante, de los oferentes y del adjudicatario (Cf. Julio R.
Comadira, “Derecho Administrativo: Acto administrativo, Procedimiento
administrativo y Otros Estudios”, p. 289 a 290).
Es un valor entendido a nivel doctrinario y jurisprudencial, que la
discrecionalidad de la Administración a la hora de adjudicar una licitación
sólo se ve limitada por la regularidad del procedimiento y la seguridad
jurídica que implica el tratamiento igualitario de los oferentes.
Como advierte Delpiazzo, el obrar discrecional de la
Administración: “…no lo habilita a proceder arbitrariamente, ya que la
elección de la oferta más conveniente requiere razonablemente y de
buena fe que: se hayan comparado las ofertas; se haya justificado la
opción desde el punto de vista económico; se haya demostrado su ventaja;
se hayan respetado los límites establecidos en los pliegos; y, haya habido
ajuste a los dictámenes previamente emitidos o, en caso de verificarse
apartamiento de los mismos, la motivación suficiente para justificar ese
apartamiento”. (Cf. Carlos Delpiazzo, “Contratación Administrativa”,
Universidad de Montevideo, Montevideo, 1999, p. 192) (la negrilla y el
subrayado no están en el original).
Por otra parte, debe tenerse presente que de conformidad a lo
establecido en el actual artículo 63 del TOCAF 2012, la Administración
licitante está obligada a no considerar o descalificar aquellas ofertas que
contuvieran apartamientos sustanciales a las condiciones establecidas en el
Pliego respectivo, so pena de vulnerar el principio de igualdad de los
oferentes.
Así, destaca Marienhoff que “(…) el principio de igualdad está
ínsito, fluye de la propia esencia del proceso licitatorio y, en tal sentido,
“…exige que, desde un principio del procedimiento de la licitación hasta
la adjudicación del contrato, o hasta la formalización de éste, todos los
licitadores u oferentes se encuentren en la misma situación, contando
con las mismas facilidades y haciendo sus ofertas sobre bases
idénticas…” (Tratado…, tomo III, pág. 204).
Y agrega: “…Todo comportamiento o toda decisión de la Administración
Pública efectuado o dispuesto en beneficio de un licitador, que
simultáneamente no haya sido efectuado o realizado en beneficio de los
otros licitadores u oferentes, quiebra la igualdad que debe regir en la
licitación…”.
Es que, en realidad, el principio de legalidad, el de igualdad y el
debido respeto al pliego de condiciones son aspectos que en el proceso
licitatorio (entre otros) aparecen o se encuentran íntimamente
relacionados (…)” (la negrilla y el subrayado no están en el original)
(sentencias Nº 47/2017 y 344/2018).
La Administración desconsideró para el adjudicatario ganador un
requisito esencial establecido en el pliego licitatorio y con ello vulneró los
principios de legalidad y de trato igualitario de los oferentes, viciando de
nulidad el acto de adjudicación impugnado.
Sin duda, la exigencia de contar con la debida habilitación vigente
otorgada por el Ministerio del Interior a las empresas oferentes para brindar
servicios de seguridad y vigilancia constituía un requisito esencial en este
tipo de contrataciones y así se desprende del pliego licitatorio (punto 6,
“Propuesta”, Pliego de Condiciones Particulares, a fs. 5, A.A.).
Y lo cierto es que la oferta ganadora seleccionada, al momento de la
apertura de las ofertas, no tenía el certificado de habilitación vigente y a
pesar de haber iniciado los trámites de renovación de habilitación, no logró
adjuntar siquiera una autorización provisoria a pesar de la oportunidad de
subsanar la omisión que le brindó la Administración licitante.
Así pues, luego del plazo otorgado por la Comisión Asesora de
Adjudicaciones se debió descalificar la oferta presentada por FABIMOR
S.A por no contar con habilitación vigente para brindar servicios de
seguridad y vigilancia.
IV) Por último, y como ya se ha expresado en otras
ocasiones, corresponde puntualizar que la actora, en su calidad de oferente
en la licitación, no tiene un derecho subjetivo a la adjudicación, sino tan
solo un interés legítimo indirectamente protegido en que se cumplan
regularmente las formalidades establecidas en el procedimiento licitatorio.
Con tal entendimiento, la anulación del acto en causa no significa
que la adjudicación hubiera culminado, necesariamente, en favor de la
empresa accionante, sino que debieron cumplirse en forma debida las
normas protectoras del interés público, de lo que podría llegar a verse
beneficiada ulteriormente la aquí promotora (sentencias Nº 819/2012,
389/2017 y 344/2018, entre otras).
Por las razones expuestas, el Tribunal de lo Contencioso
Administrativo en atención a lo dispuesto por los artículos 309 y 310 de la
Constitución, por unanimidad
F A L L A:
Ampárase la pretensión anulatoria y, en su mérito,
declárase la nulidad del acto administrativo impugnado.
Sin sanción procesal específica.
A los efectos fiscales, fíjanse los honorarios del
abogado de la parte actora, en la suma de $ 36.000 (pesos uruguayos
treinta y tres mil).
Oportunamente, devuélvanse los antecedentes
administrativos agregados; y archívese.

Dra. Klett, Dr. Gómez Tedeschi, Dr. Echeveste, Dr. Vázquez Cruz (r.), Dr.
Corujo.
Dr. Marquisio (Sec. Letrado).

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