Está en la página 1de 17

Conceptos de calidad

La gestión de la calidad se define como el acto de supervisar diferentes actividades y tareas


dentro de una industria para garantizar que los productos y servicios ofrecidos, así como los
medios utilizados para proporcionarlos, son coherentes y adecuados para el propósito de
idoneidad.

Los ingenieros de calidad de fabricación trabajan en industrias como la del automóvil, el


transporte, la textil y la de equipamientos industriales, y su función consiste en supervisar,
probar e informar sobre todo lo relativo a la calidad de los productos.

La calidad en la industria es un proceso fundamental en el desarrollo de las organizaciones del


mundo actual. De hecho, siempre ha sido un factor primordial en el desarrollo de la industria.
Sin embargo, en su papel de base reguladora para la completa satisfacción de los objetivos de
la empresa. Actualmente, gracias al acceso a la información y a la formación de mercados más
conscientes y exigentes. La calidad en la industria se ha vuelto parte central del proceso de
producción.

¿Qué es la calidad industrial?


Para entender este término, es preciso ver la definición de calidad. La Academia de la Lengua
la define como “Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar
su valor”, y en otra acepción la señala como sinónimo de “superioridad o excelencia”. Aplicado
estrictamente al sentido con que se usa en el ámbito industrial, la calidad se refiere al hecho
de cumplir satisfactoriamente con todas las características y cualidades que debe tener un
producto con respecto a las necesidades de los clientes o usuarios. Y los aspectos más
importantes de una empresa y que podemos observar en el Máster en Gestión de la Calidad.

Objetivos de la calidad industrial


El papel de la calidad en las industrias consiste en monitorizar de forma permanente los
estados finales de los productos ofertados al mercado, pero también de todos los recursos
utilizados en la cadena de producción, tanto humanos como materiales y todo lo relativo al
equipo o las herramientas utilizados.

No hay que olvidar que, según la perspectiva, hay múltiples definiciones de calidad en la
industria. Una de ellas tiene que ver con la percepción de los clientes. Esta construcción
mental de una imagen del producto o servicio ante el público se crea con base en las
experiencias ofrecidas antes por este y, si se han suscitado vivencias negativas, el proceso de la
calidad debe buscar, además del mejoramiento de la fabricación de los productos, el cambio
de su imagen pública.

Estos son los principales puntos que debe monitorizar:

 Capacitación. La calidad vigila que el recurso humano tenga


la preparación y capacidad adecuada para desarrollar sus actividades en el desarrollo
operacional de la organización. Así como para hacer uso de las herramientas
necesarias en sus tareas.
 Instalación. Por otra parte, la calidad se cerciora de que la maquinaria utilizada
contemple un diseño adecuado, tanto del espacio a utilizar como de la forma en que
se instalará.

 Sanidad. Dependiendo del giro del negocio, la calidad también puede contemplar
entre sus actividades los aspectos relativos a la higiene de los espacios de producción y
del producto mismo.

 Normatividad. Otro de los factores clave tiene que ver con aspectos legales y el
cumplimiento de las distintas normas que regulan actividades particulares de las
industrias.

 Mejoramiento. Por último, la calidad busca llegar al mejoramiento operacional de


todos los diversos sistemas que participan organizadamente en la producción.

Aspectos fundamentales de la calidad en la industria

A grandes rasgos, diversos teóricos han destacado la calidad industrial como un proceso que se
da en tres fases:

Planeación de la calidad
Esta parte se basa en la creación de medidas previstas para que los productos cumplan con
las características ofertadas al público y satisfacer sobradamente sus necesidades. El desarrollo
de un plan de calidad consiste en hacer una búsqueda e identificar las cualidades que
confieren calidad al producto. Posteriormente, estas características se deben clasificar y
evaluar para establecer la forma de asegurar su presencia en los productos, los recursos
necesarios para lograrlo y los límites que representan.

Control de la calidad
El control propiamente se dedica al establecimiento de formas de medida de la calidad en los
productos. Para ello, una vez que han sido establecidas las características que debe tener un
producto, se elige el aspecto a controlar. Se establecen unidades de medida y las formas de
medición (indicadores). Luego se deben indicar periodos para actuar y medir las características
señaladas. Al final, es preciso comprobar los resultados y comparar los esperados con los
obtenidos para así implantar medidas de acción, según sea necesario.

Mejoramiento de la calidad
El mejoramiento debe ser continuo. De lo contrario, aun cuando no hay problemas en
los sistemas de gestión y calidad de la producción o del producto, estos comenzarán a
aparecer. Lograr el mejoramiento requiere de una sistematización.

 Planeación. Al identificar problemas, estos deben analizarse y establecer prioridades.


Una vez que se tiene claro qué problema o problemas se deben resolver primero, se
elige un proyecto y es necesario crear un equipo enfocado en su ejecución.

 Ejecución. El equipo debe establecer las causas probables y, de este análisis, fijar
también prioridades para concluir con las causas más significativas. Nuevamente
deben analizarse estas para proponer y elegir las soluciones más viables, en términos
operativos y económicos. Finalmente, la dirección de la industria debe aprobar las
acciones a realizar según las posibilidades de la organización.

 Verificación. Como parte de la continuidad de las mejoras, los resultados de las


soluciones implantadas deben comprobarse periódicamente para establecer si las
acciones fueron certeras y cuál es su vigencia.

 Normalización. En esta última fase, se deben contemplar las modificaciones


necesarias para ajustar las soluciones implantadas de acuerdo con la evidencia
obtenida en la verificación e implementarlas en la siguiente planeación o fijarlas en el
proceso productivo.

La calidad posee algunas características positivas en beneficio de la industria

Dos beneficios clave

Además de esto, la calidad posee algunas características positivas en beneficio de la industria.


Entre estas, destacan dos.

 Brinda ventajas competitivas. La calidad, en el sentido más básico de hacer bien las
cosas, significa cumplir con los términos establecidos con el cliente. Por los cuales
este brinda su confianza en el consumo de nuestros productos frente a los demás en el
mercado. Por eso, crear productos de calidad es una gran ventaja sobre la
competencia.

 Menores costos. La optimización en la cadena de producción elimina desperdicio de


materia prima, malas prácticas de los recursos humanos. Así como un uso inadecuado
y desgaste extra de las máquinas. Es por eso que hacer productos con calidad reduce
los gastos generales.
Para el mundo actual, es importante señalar que la calidad en la industria no es una opción.
Antes se pensaba como una de las posibles áreas de desarrollo para el éxito de las
empresas, donde aparecía junto a costos, mercadotecnia, innovación, servicio, entre otros. Sin
embargo, ante un consumidor más definido y con necesidades claramente identificadas,
la calidad es fundamental en las industrias.

Definición de eficiencia
La Real Academia Española de la lengua define a eficiencia como “capacidad de disponer de
alguien o de algo para conseguir un efecto determinado”. Asimismo, es importante evitar
confundirla con “eficacia”, ya que esta se define como “la capacidad de lograr el efecto que se
desea o se espera”.
Asimismo, en el sector industrial se puede definir como la “expresión que mide la capacidad o
cualidad de la actuación de un sistema o sujeto económico para lograr el cumplimiento de un
objetivo determinado, minimizando el empleo de recursos”. Cabe destacar que los conceptos de
eficiencia y eficacia, a pesar de no ser iguales, van de la mano.
Por ejemplo, decimos que algo es eficaz si logra hacer lo que debía hacer o fue creado para hacer.
Aplicando esto al área industrial, decimos que un plan o proceso es eficaz si cumple con los
objetivos propuestos desde su creación. Así, una organización o proceso es eficaz si logra los
objetivos por el que fueron diseñados, cuando cumple su razón de ser. Por tanto, para lograr
total claridad sobre la eficacia, hace falta precisar su objetivo principal. En el caso de muchas
empresas es obtener ganancias y aumentar la productividad.
Reiterando, la eficiencia se puede entender como el grado en que se cumplen los objetivos de
una iniciativa al menor costo posible. Si, por el contrario, no cumple los objetivos a cabalidad y/o
se desperdician recursos o insumos, decimos que un plan, proyecto, iniciativa o proceso es
ineficaz. Por lo tanto, para que un proyecto pueda ser eficiente, también debe ser eficaz.

Eficiencia en el sector industrial


La competitividad y desarrollo de un país se relaciona con la productividad de su industria. Esto,
porque a medida que la industria se fortalece productivamente, se favorece el paso de
actividades simples hacia actividades más complejas que generan mayores rentas y que están
más ligadas al desarrollo tecnológico y a la innovación.
Estos beneficios potenciales son incluso superiores por el rápido cambio tecnológico, la mayor
apertura de mercados y la fragmentación e internacionalización de la producción. Así, convierte
al comercio de los productos en el medio más idóneo para “transportar” tecnología. Esto, sirve
para afianzar competitividad relativa y para lidiar con la globalización.

El rol de la eficacia
Ahora, el concepto de eficiencia se utiliza en las empresas para adelantar los procesos
productivos que determinan en buena parte su competitividad y sus posibilidades de
supervivencia. A su vez, el comportamiento y funcionamiento de las firmas impulsan a tomar
decisiones óptimas basándose principalmente en el supuesto de la racionalidad de los agentes
económicos.
Los expertos en aspectos económicos consideran que una situación de máxima eficiencia puede
ocurrir bajo el concepto de eficiencia paretiana. Esta dice que no se puede mejorar la situación
de un agente sin empeorar la de otro. Esta concepción ha avanzado hasta llegar al punto de
facilitar otras clases de eficiencias como son: la eficiencia económica, ET (eficiencia técnia),
eficiencia de asignación, eficiencia de costos y eficiencia de escala.
Por consiguiente, al referirse a la eficiencia se piensa directamente en la TFP (Total Factor
Productivity, o factor total de productividad, por sus siglas en inglés). Este se define como el
cociente entre el índice de productos y el índice de insumos. No obstante, cuando se emplean
conjuntos de insumos y productos, la TFP se puede asociar a la eficiencia asignativa (EA) y la ET. La
EA relaciona la mejor asignación óptima de insumos o productos de la empresa dado los precios de
los mismos y la tecnología. Mientras que la ET, refleja la capacidad que una firma tiene para
producir el máximo producto con un conjunto dado de insumos.

Eficiencia en equipos industriales


En la amplia mayoría de sistemas de producción industrial, un alto porcentaje de la carga de
trabajo es realizada de forma automatizada mediante equipos industriales. Dichos equipos

tienen un funcionamiento mecánico que repite el proceso de forma automática. No obstante, bien
requieren de una supervisión que permita solventar posibles paradas imprevistas, así como su
activación para escenarios posteriores.
Naturalmente, estos sistemas de dichas características no están exento de errores y variabilidad en
su producción por diversos motivos. Por esto, resulta de especial interés tener un conocimiento
detallado acerca del estado actual de cada uno de los equipos respecto a su capacidad y eficiencia
productivas. Para ello, se pueden aplicar diferentes enfoques que permitan cuantificar la calidad
del funcionamiento, basándose en información recogida y almacenada de dichos procesos, la cual
permita su análisis para extraer información de interés.
Primero, se estudian de los tiempos de producción de los diferentes artículos o productos en cada
uno de los equipos disponibles en el sistema. Dada la información previa almacenada acerca de
dichos procesos productivos, es posible generar informes individualizados para cada producto y/o
equipo que indiquen los tiempos de producción asociados a éstos, así como las posibles
desviaciones entre diferentes procesos históricos registrados.
Por otro lado, existen posibles paradas de los equipos por diferentes motivos (fallos, falta de
material, etc.). Dichas paradas, en caso de ser registradas en una base de datos según suceden,
deberán ser tratadas y agregadas para obtener información útil para la empresa, tanto a través de
la distribución de dichas paradas a lo largo del proceso según su tipología, así como mediante los
tiempos de parada y útiles asociados. De este modo, será posible identificar si dicho equipo se
encuentra en parada durante un tiempo mayor del esperado, así como las causas principales de
dichas par.
Eficacia: Consiste en alcanzar las metas establecidas en la empresa. Eficiencia: Se refiere a
lograr las metas con la menor cantidad de recursos. Obsérvese que el punto clave en esta
definición es ahorro o reducción de recursos al mínimo.

Eficacia
En el ámbito empresarial se denomina eficacia a la facultad que tienen las personas o
los procesos de alcanzar una meta o un resultado esperado.

La eficacia determina qué procesos o actividades deben emprenderse para cumplir un


propósito, pero se deja de lado la utilización de recursos y del tiempo, es decir, que no
se considera relevante cómo se logra un objetivo, sino qué actividades permiten
realizarlo.

Por eso, un procedimiento o un negocio puede ser eficaz, porque se logró aquello que
se esperaba, pero ineficiente, porque se invirtieron mucho tiempo y dinero en el
proceso.

Para calcular si un procedimiento o un negocio es eficaz o no, se utiliza la fórmula del


indicador de eficacia:

Eficacia = (resultado obtenido * 100) / resultado esperado

Si el resultado de este cálculo está entre 0 y 3, el procedimiento es ineficaz; si es 4, el


procedimiento es moderadamente eficaz; y si es 5, el procedimiento es muy eficaz.

Ejemplos de eficacia
1. Una compañía cumplió con el objetivo de ser la marca que más zapatillas vende,
por lo tanto, fue eficaz.
2. Una empresa de telefonía tenía el objetivo de aumentar las ventas, por eso, se
hizo una promoción para atraer a nuevos usuarios y se logró duplicar el número de
clientes. Por lo tanto, el procedimiento utilizado fue eficaz para alcanzar la meta.
3. Una ingeniera pudo resolver un problema que se presentó en la construcción de
un puente y logró terminar con la edificación, por lo tanto, fue eficaz.
4. Un grupo de investigación presentó el mejor proyecto de laboratorio y, por lo
tanto, fue eficaz en cumplir con la meta de conseguir una beca para financiar el
estudio.
5. Una empresa quería mejorar el sistema de atención al cliente y, por eso, se
realizaron capacitaciones para todas las personas que trabajaban en el sector. El
procedimiento fue eficaz, porque los usuarios cada vez evalúan mejor este
servicio.

Eficacia en la vida cotidiana


El concepto de eficacia se utiliza de manera similar en la vida cotidiana, ya que hace
referencia a la facultad que tiene alguien para cumplir con una meta o para hacer una
tarea.

Se suele confundir este término con eficiencia, porque ambos se usan para hablar
sobre los objetivos y las metas personales, pero la eficiencia establece cómo se realiza
algo para alcanzarlos y la eficacia se relaciona con qué se realiza para alcanzarlos.

Ejemplos de eficacia en la vida cotidiana


1. Una persona se recibió de abogada.
2. Una persona aprobó un examen internacional de alemán.
3. Una persona pudo ahorrar el dinero necesario para irse de viaje.
4. Una persona ganó un torneo de tenis.
5. Una persona pudo llegar a la cima de una montaña.
Efectividad
En el ámbito empresarial se denomina efectividad a la capacidad de llegar a un
equilibrio entre la eficiencia y la eficacia. La efectividad determina qué procedimientos
se emplean para lograr algo (eficacia) y cómo se los realiza (eficiencia).

Por eso, un procedimiento es efectivo cuando es eficiente (porque se obtienen


mejores resultados y mayores beneficios empleando la menor cantidad de recursos y
lo antes posible) y cuando es eficaz (porque se alcanzan las metas deseadas).

Para calcular si un procedimiento o un negocio es efectivo o no, se utiliza la fórmula


del indicador de efectividad:

Efectividad = [(puntaje de eficiencia + puntaje de eficacia) / 2] / máximo puntaje

El resultado de este cálculo se expresa en porcentajes y si se encuentra entre 0 y 80 %,


el procedimiento es inefectivo; si se encuentra entre 80 % y 99 %, el procedimiento es
efectivo; y si es igual a 100 %, el procedimiento es muy efectivo.

Ejemplos de efectividad
1. En un taller de ropa, el proceso fue efectivo, porque fue eficaz (se entregaron los
100 pantalones que había solicitado el cliente) y eficiente (se terminó el pedido
antes de lo pactado y se utilizaron menos metros de tela de lo previsto).
2. En una pastelería se entregó el pedido a tiempo, por eso, el procedimiento fue
eficaz, pero tuvieron que contratar a más personas para finalizarlo, por eso, el
procedimiento fue ineficiente, porque fue más costoso. Por lo tanto, el
procedimiento fue inefectivo.
3. En una compañía de automóviles, el nuevo proceso de producción fue eficaz,
porque se cumplió con el objetivo de fabricar 100 autos por mes y también fue
eficiente, porque con las máquinas recientemente adquiridas se aprovechó mejor
el acero y los desperdicios se redujeron un 30 %. Por lo tanto, el proceso fue
efectivo.
4. La persona que se encarga de la compra de insumos y materias primas de una
fábrica es efectiva, porque es eficaz (cumple con la meta de que haya stock de
todos los elementos necesarios) y eficiente (realiza las adquisiciones en poco
tiempo y consigue los mejores precios del mercado).
5. En un campo se implementó un nuevo sistema de cultivo que fue efectivo, porque
permitió que se cumpliera con el objetivo de producir 40 toneladas de trigo, es
decir, que fue eficaz, y porque se pudo realizar la recolección utilizando menos
maquinaria y, por lo tanto, menos mano de obra y menos combustible, es decir,
que también fue eficiente.

En el lenguaje corriente y, por lo tanto, en la vida cotidiana, el término efectividad se


utiliza con un sentido diferente a aquel que se emplea en el ámbito empresarial y
puede adquirir dos significados distintos.

Por un lado, efectividad es sinónimo de eficacia, es decir, que hace referencia a la


capacidad de alcanzar un resultado deseado o una meta. Por otro lado, es sinónimo de
realidad o validez.

Ejemplos de efectividad en la vida cotidiana


1. Una persona fue efectiva, porque fue eficaz al lograr el objetivo de leer todos los
libros de un autor. (en este caso efectividad se utiliza como sinónimo de eficacia)
2. Una persona fue efectiva, porque pudo completar la colección de automóviles en
miniatura. (en este caso efectividad se utiliza como sinónimo de eficacia)
3. Una persona fue efectiva, porque alcanzó la meta de conocer todas las técnicas
necesarias para cocinar pastas. (en este caso efectividad se utiliza como sinónimo
de eficacia)
4. El contrato tiene efectividad, porque todos los involucrados ya lo firmaron. (en
este caso efectividad se utiliza como sinónimo de validez)
5. Si alguna de las partes no cumpliera con todos los incisos del acuerdo, este
quedaría sin efectividad. (en este caso efectividad se utiliza como sinónimo de
validez)
Puntos más importantes
 La mayor parte del agua de la Tierra es el agua salada de los
océanos, solo una pequeña fracción es agua dulce de fácil
acceso, que es lo que necesitamos los humanos.
 El agua que se encuentra en la superficie de la tierra circula
rápidamente, pero mucha del agua del planeta se encuentra en
el hielo, los océanos y los depósitos subterráneos, y esta circula
lentamente.
 El ciclo del agua es complejo. Involucra cambios en el estado
físico del agua así como el movimiento de la misma a través de
los ecosistemas y entre ellos.
 El agua subterránea se encuentra entre las partículas del suelo
y en las grietas de las rocas. Los mantos acuíferos son
depósitos de agua subterránea que a menudo se aprovechan
por medio de pozos.

El agua: ¿por qué es importante?


El agua es extremadamente importante para los seres vivos. Más de
la mitad de tu cuerpo es agua y, si analizáramos tus células,
¡encontraríamos que están compuestas por más del 70% de agua! Así
que tú, como la mayoría de los animales terrestres, necesitas una
fuente confiable de agua dulce para sobrevivir.

El 97.5% del agua de la Tierra es salada. Más del 99% del agua
restante está en depósitos subterráneos o en forma de hielo. Así que
menos del 1% del agua dulce se encuentra en lagos, ríos y otras
formas superficiales disponibles.
La gráfica de pastel muestra que el 97.5%, 1,365,000,000 kilómetros
cúbicos, del agua en la Tierra es salada. El 2.5%, 35,000,000
kilómetros cúbicos, es agua dulce. De esta, el 68.9% está congelada
en los glaciares o como nieves permanentes. El agua subterránea,
como la humedad del suelo, el agua de los pantanos y el permafrost,
forman el 30.8%. El 0.3% que queda se encuentra en lagos y ríos.
Esta gráfica no menciona los pequeños depósitos de agua como la atmósfera y los cuerpos de los
organismos vivos. Para ver un desglose más detallado, dirígete al sitio web de la USGS Water
Science School11start superscript, 1, end superscript. Crédito de imagen: Ciclos biogeoquímicos:
Figura 1 de OpenStax College, Concepts of Biology, CC BY 4.0

Muchos seres vivos dependen de este pequeño suministro de agua


dulce superficial y la falta de agua puede tener efectos severos en los
ecosistemas. Por supuesto, los humanos han desarrollado
tecnologías que aumentan la disponibilidad de agua, entre ellas se
encuentran la construcción de pozos para llegar al agua subterránea,
el acopio de agua de lluvia y la desalinación —remover la sal— para
obtener agua dulce del océano. Aun así, hoy en día no siempre hay
agua potable y segura disponible en muchas partes del mundo.

La mayor parte del agua de la tierra no circula —se mueve de un


lugar a otro— muy rápido. Podemos verlo en la imagen siguiente, en
la que se muestra el tiempo promedio que pasa una molécula de
agua en cada uno de los principales depósitos de agua del planeta,
una medida conocida como tiempo de residencia. El agua de los
océanos, el agua subterránea y la que se encuentra en forma de hielo
tiende a circular muy lentamente. Solo el agua superficial circula con
rapidez.

Las barras de la gráfica muestran el tiempo de residencia promedio


de las moléculas de agua en varios depósitos. El tiempo de residencia
en los glaciares y el permafrost va de 1,000 a 10,000 años. El tiempo
de residencia del agua subterránea va de dos semanas a 10,000 años.
El de los mares y océanos, es de 4,000 años. Para los lagos y
depósitos es de 10 años, y para los pantanos va de uno a 10 años. El
tiempo de residencia en la humedad del suelo es de dos semanas a
un año; el de los ríos, dos semanas. En la atmósfera, es de 1.5
semanas. El tiempo de residencia biosférico, dentro de los seres
vivos, es de solo una semana.
Crédito de imagen: "Ciclos biogeoquímicos: Figura 3" de OpenStax College, Biology, CC BY 4.0

El ciclo del agua


El ciclo del agua es impulsado por la energía solar. El sol calienta la
superficie del océano y otras aguas superficiales, lo que evapora el
agua líquida y sublima el hielo, convirtiéndolo directamente de sólido
a gas. Estos procesos impulsados por el sol mueven el agua hacia la
atmósfera en forma de vapor de agua.

Con el tiempo, el vapor de agua en la atmósfera se condensa en


nubes y finalmente cae como precipitación, en forma de lluvia o
nieve. Cuando la precipitación llega a la superficie de la tierra, tiene
pocas opciones: puede evaporarse de nuevo, fluir sobre la superficie
o percolarse, filtrarse, en el suelo.

En los ecosistemas terrestres —que se encuentran sobre la tierra—


en su estado natural, la lluvia generalmente golpea las hojas y otras
superficies de las plantas antes de caer al suelo. Parte de esa agua se
evapora rápidamente de la superficie de las plantas. El agua restante
cae al suelo y, en la mayoría de los casos, es absorbida por este.

En general, el agua se mueve sobre la superficie de la tierra


como escurrimiento solo cuando el suelo está saturado con agua,
cuando la lluvia es muy fuerte o cuando la superficie no puede
absorber mucha agua. Una superficie que no absorbe el agua podría
ser la roca en un ecosistema natural o el asfalto y el cemento en un
ecosistema urbano o suburbano.
El agua se evapora de la superficie del océano y forma nubes por
condensación. El agua en las nubes cae como precipitación sobre la
tierra o el mar. Las nubes que se forman sobre el mar pueden
moverse hacia la tierra. Cuando el agua cae sobre la tierra, puede fluir
sobre su superficie, infiltrarse —introducirse— en el suelo o
percolarse a través de él, moviéndose hacia abajo hasta convertirse
en agua subterránea. El agua subterránea en los niveles superiores
puede fluir hacia los lagos, ríos u océanos. El agua más superficial
puede ser absorbida por las plantas y puede volver a la atmósfera
mediante la transpiración de las hojas. El agua de deshielo y la
sublimación de la nieve y el hielo son otros procesos que contribuyen
al ciclo del agua.
Crédito de imagen: El ciclo del agua de NOAA National Weather Service Jetstream, CC BY 2.0

El agua en los niveles superiores del suelo puede ser absorbida por
las raíces de las plantas. Estas usan una parte del agua para su propio
metabolismo y el agua que se encuentra sus tejidos puede pasar al
cuerpo de los animales cuando estos se comen a las plantas. Sin
embargo, la mayor parte del agua que entra en el cuerpo de una
planta se pierde hacia la atmósfera mediante un proceso
llamado transpiración. En la transpiración, el agua entra a través de
las raíces, viaja hacia arriba por tubos vasculares formados por
células muertas y se evapora a través de poros llamados estomas,
que se encuentran en las hojas.

[¿Por qué una planta absorbería agua que no va a utilizar?]

Si el agua no es absorbida por las raíces de las plantas, puede


percolarse hacia el subsuelo y el lecho de roca, convirtiéndose en
agua subterránea. El agua subterránea es la que se encuentra en los
poros entre las partículas de arena y grava o en las grietas de las
rocas, y es un depósito importante de agua dulce. El agua
subterránea poco profunda fluye lentamente a través de los poros y
fisuras, y puede encontrar su camino hasta un arroyo o lago, donde
se convierte nuevamente en agua superficial.

Parte del agua subterránea se encuentra muy profundo en el lecho


de roca y puede permanecer ahí durante milenios. Estos depósitos de
agua o acuíferos, generalmente se explotan como fuente de agua
potable o de riego mediante la excavación de pozos. Hoy en día,
muchos acuíferos están siendo utilizados más rápido de lo que
pueden renovarse por la filtración de agua superficial.

El ciclo del agua impulsa otros ciclos.


El ciclo del agua es importante por sí mismo y los patrones de
circulación del agua y la precipitación tienen grandes efectos en los
ecosistemas de la tierra. Sin embargo, la lluvia y el escurrimiento
superficial también tienen una función en la circulación de varios
elementos, entre estos el carbono, el nitrógeno, el fósforo y el azufre.
En particular, el escurrimiento superficial ayuda a estos elementos a
moverse de los ecosistemas terrestres a los acuáticos.

La fotosíntesis o función clorofílica es un proceso químico que consiste en la conversión


de materia inorgánica a materia orgánica gracias a la energía que aporta la luz solar. En este
proceso, la energía lumínica se transforma en energía química estable, siendo el NADPH (nicotín
adenín dinucleótido fosfato) y el ATP (adenosín trifosfato) las primeras moléculas en la que queda
almacenada esta energía química. Con posterioridad, el poder reductor del NADPH y el potencial
energético del grupo fosfato del ATP se usan para la síntesis de hidratos de carbono a partir de la
reducción del dióxido de carbono (CO2). La vida en nuestro planeta se mantiene fundamentalmente
gracias a la síntesis que realizan en el medio acuático las algas, las cianobacterias, las bacterias
rojas, las bacterias púrpuras, bacterias verdes del azufre,1 y en el medio terrestre las plantas, que
tienen la capacidad de sintetizar materia orgánica (imprescindible para la constitución de los seres
vivos) partiendo de la luz y la materia inorgánica. De hecho, cada año los organismos
fotosintetizadores fijan en forma de materia orgánica en torno a 100 000 millones
de toneladas de carbono.23
La vida en la Tierra depende fundamentalmente de la energía solar. Esta energía es atrapada
mediante la fotosíntesis, responsable de la producción de toda la materia orgánica de la vida
(biomasa).
Los orgánulos citoplasmáticos encargados de la realización de la fotosíntesis son los cloroplastos,
unas estructuras polimorfas y de color verde (esta coloración es debida a la presencia del
pigmento clorofila) propias de las células vegetales. En el interior de estos orgánulos se halla una
cámara que alberga un medio interno llamado estroma, que alberga diversos componentes, entre
los que cabe destacar enzimas encargadas de la transformación del dióxido de carbono en materia
orgánica y unos sáculos aplastados denominados tilacoides, cuya membrana contiene pigmentos
fotosintéticos. En términos medios, una célula foliar tiene entre cincuenta y sesenta cloroplastos en
su interior.2
Los organismos que tienen la capacidad de llevar a cabo la fotosíntesis son
llamados, fotoautótrofos (otra nomenclatura posible es la de autótrofos, pero se debe tener en
cuenta que bajo esta denominación también se engloban aquellas bacterias que realizan
la quimiosíntesis) y fijan el CO2 atmosférico. En la actualidad se diferencian dos tipos de procesos
fotosintéticos, que son la fotosíntesis oxigénica y la fotosíntesis anoxigénica. La primera de las
modalidades es la propia de las plantas superiores, las algas y las cianobacterias, donde el dador de
electrones es el agua y, como consecuencia, se desprende oxígeno. Mientras que la segunda,
también conocida con el nombre de fotosíntesis bacteriana, la realizan las bacterias
purpúreas y verdes del azufre, en las que el dador de electrones es el sulfuro de hidrógeno (H2S), y
consecuentemente, el elemento químico liberado no será oxígeno sino azufre, que puede ser
acumulado en el interior de la bacteria, o en su defecto, expulsado al agua. 4
Se ha encontrado animales capaces de favorecerse de la fotosíntesis, tales como Elysia chlorotica,
una babosa marina con apariencia de hoja, y Ambystoma maculatum, una salamandra. 56789
A comienzos del año 2009, se publicó un artículo en la revista científica Nature Geoscience en el
que científicos estadounidenses daban a conocer el hallazgo de pequeños cristales de hematita (en
el cratón de Pilbara, en el noroeste de Australia), un mineral de hierro datado en el eón Arcaico,
reflejando así la existencia de agua rica en oxígeno y, consecuentemente, de organismos
fotosintetizadores capaces de producirlo. Según este estudio y atendiendo a la datación más
antigua del cratón, la existencia de fotosíntesis oxigénica y la oxigenación de la atmósfera y
océanos se habría producido desde hace más de 3.460 millones de años, de lo que se deduciría la
existencia de un número considerable de organismos capaces de llevar a cabo la fotosíntesis para
oxigenar la masa de agua mencionada, aunque solamente fuese de manera ocasional, si bien la
formación biológica de dichos restos está cuestionada

También podría gustarte