Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
1. La Iglesia en México asume con gozo y esperanza la institución oficial del
ministerio de catequista. Es consciente de que implica un grande y permanente
desafío, al que es necesario responder con la plena generosidad y
corresponsabilidad de todos los agentes pastorales y las instituciones eclesiales.
5. Lo más notable de este cambio no fue sólo la forma de impartir la catequesis -de
adultos a niños- sino sobre todo la manera de presentar el mensaje cristiano y la
pedagogía para comunicarlo. La catequesis se transformó en un conjunto de
verdades doctrinales y su pedagogía se convirtió en una colección de preguntas y
respuestas para aprender de memoria.
Tal situación se prolongó durante varios siglos. Fue hasta bien entrado el siglo XX,
cuando el Concilio Vaticano II con su “regreso a las fuentes primeras de la fe
cristiana”, puso las bases para rescatar el ministerio de catequista en su
autenticidad original.
2
6. No obstante su antigüedad y las transformaciones en su historia, el ministerio de
catequista sigue siendo muy actual en nuestros días, gracias a la acción
permanente del Espíritu, que lo convierte en una auténtica fuerza evangelizadora
en nuestros pueblos y ciudades. “Muchos catequistas capaces y constantes están
al frente de comunidades en diversas regiones y desempeñan una misión
insustituible en la transmisión y profundización de la fe”.4
* Como Palabra creadora: cuando habla, Dios también actúa. Su Palabra es acción.
El hablar y el actuar en Dios son lo mismo. Al pronunciar su Palabra, Dios realiza lo
que anuncia, produce lo que dice, llama a la existencia, realiza la historia, llama a la
existencia a todas las creaturas, resucita: “Dijo Dios y el mundo fue” (Gn 1, 1-2, 4;
4Antiquum Ministerium, n. 3.
5P.P. JUAN PABLO II, Exh. Apost. Catechesi Tradendae n. 5; PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PROMOCIÓN
DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, Directorio para la Catequesis, n. 75.
3
cf. Sab 9, 1); “Lázaro, sal fuera” (Jn 11, 40-44). Como Palabra creadora, espera del
oyente una actitud de confianza.
* Como Palabra iluminadora: esclarece lo que ella misma crea. Revela el sentido
profundo de la vida desde la mirada de Dios. Revela el significado de los
acontecimientos, de las diversas realidades, de las experiencias y de las situaciones
que viven los creyentes. Interpreta la realidad desde el punto de vista de Dios (cf.
Gn 1, 1-2, 4; 2, 5-3. 24). “Da ojos para ver y oídos para entender”, como el Señor
educa para dar sentido a la vida. “Lámpara para mis pies es tu Palabra y luz en mi
sendero” (Sal 119, 105) La Palabra divina espera del oyente una actitud de fe.
12. En este contexto, la institución al ministerio de catequista tiene “un gran valor
vocacional”6, que nace de la Palabra de Dios, del sacramento del bautismo7 y de su
inserción en la comunidad creyente. De allí procede su legítima participación y su
vínculo indisoluble con el ministerio profético de Cristo, del cual recibe la capacidad
para proclamar con autenticidad la Buena Nueva8. Es, por tanto, un ministerio de
naturaleza eminentemente profética y laical, con características propias y diferente
de los ministerios ordenados. Debido a esta dimensión profética-laical, el ministerio
de catequista tiene como fin proclamar y edificar el reino de Dios, comprometido en
y con el mundo, orientándolo según el plan de Dios. Por la especificidad de su
vocación en el mundo, la familia, el trabajo y la sociedad, el catequista instituido
6 Antiquum Ministerium 8.
7 Cf. CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Carta a los
presidentes de las conferencias de obispos sobre el rito de institución de los catequistas, 3 de
diciembre de 2021, n. 2.
8 Cf. PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PROMOCIÓN DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, Directorio para la
Catequesis, n. 110.
4
realizará su ministerio y sus tareas en las condiciones ordinarias de su existencia
como laico cristiano (cf. LG 31b).
15. Los criterios básicos son principios que inspiran las decisiones y las acciones
concretas con las que se dará cauce al ministerio instituido y estable de catequista
en las diócesis, enriqueciendo así la ministerialidad, que ya existe de muchas
formas actualmente en la Iglesia.
9 CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Carta a los presidentes
de las conferencias de obispos …, n. 4.
10 Cf. Ibidem, n. 3.
11 Cf. Ibidem, n. 8.
12 Cf. Ibidem, n. 1.
5
según las necesidades pastorales de la Iglesia local. Por tal motivo, los catequistas
instituidos deben permanecer en especial obediencia, relación y comunión con el
pastor de la diócesis13. Por otro lado, el desempeño de la función de los catequistas
instituidos debe realizarse en comunión y colaboración con los ministros ordenados
especialmente los párrocos, y todos los demás ministerios laicales14. Así, la Iglesia
podrá expresar su natural condición ministerial, superando toda deformación de
este ministerio, en especial su clericalización, que desnaturaliza su valor singular en
la Iglesia15.
b) Criterios de admisión: que el candidato tenga por lo menos 21 años y una vida
como creyente que no le impida su participación sacramental; deberá tener,
además, por lo menos seis años de experiencia como catequista; en caso de ser
catequesis. La catequesis es una actividad fundamental en la vida de la Iglesia particular y por ello
requiere tener su propia oficina para la catequesis. Es oportuno que las diversas problemáticas sean
asumidas con la debida responsabilidad» DC 417.
17 La renovación de la licencia no implica repetir la celebración del rito de institución, debido a que
6
casado(a), deberá serlo eclesiásticamente y vivir con normalidad; deberá contar con
una formación media a superior en cuanto al ámbito de la catequesis, según los
programas diocesanos y nacionales de formación para catequistas, y una formación
académica adecuada; el candidato deberá contar con buena fama por parte de la
comunidad parroquial; finalmente, presentará por escrito al Obispo diocesano su
solicitud para recibir el ministerio instituido de catequista, expresando su
disponibilidad en el servicio a la Iglesia.
c) Perfil del candidato: debe estar dotado de características que hablen de un perfil
de una persona en vías de transformación (DC 131), lo que le dará la capacidad de
unir con eficacia sus talentos personales a la acción de Dios, primer actor del
ministerio que recibe.
+ Profunda fe18. Con una sólida experiencia de Dios, guiado por el Espíritu que lo
lleva por los senderos de una maduración permanente de su fe (cf. DA 280 b).
7
+ Creyente de oración asidua y Eucaristía (cf. EG 262). Desde su propia experiencia
de Dios, dialoga permanentemente con Él, a fin de servir con autenticidad a sus
hermanos, sin caer en el frecuente egoísmo de buscarse a sí mismo26.
21. Será muy conveniente, por tanto, que la Dimensión Diocesana de la Nueva
Evangelización y Catequesis (o a nivel provincial), según convenga, establezcan
una institución (escuela o instituto) para formar a los candidatos al ministerio
permanente de catequista, así como para los catequistas ya instituidos, con el fin
de formarlos y acompañarlos permanentemente29.
22. Jesús Maestro formó personalmente a sus discípulos antes de enviarlos a servir
a la comunidad; los llevó a encontrarse profundamente con el misterio de Dios, a
través del contacto vivo y experiencial con Él. Bajo esta mirada, el proceso de
formación del catequista debe estar marcado por un itinerario que comprenda en
distintas etapas del camino el encuentro con Jesucristo, la conversión, el
discipulado, la comunión y la misión. Dicha experiencia debe integrar
armónicamente las dimensiones: humana, comunitaria, espiritual, intelectual,
pastoral y misionera (cf. OML c. VI).
23. Este carácter integral comprende los campos teológico, bíblico, pastoral,
pedagógico y antropológico, dando un soporte firme y de calidad a la formación y
desempeño de los discípulos misioneros de Cristo (cf. OML c. VI). Siendo así, la
26 Cf. Ibidem, n. 135 a.
27 Cf. Antiquum Ministerium 8
28 Cf. Antiquum Ministerium 9; Carta a los presidentes de las conferencias de obispos sobre el rito
8
formación le asegura al catequista un crecimiento espiritual, cultural, técnico y
profesional y, le proporciona, además, elementos para desempeñar sus tareas y
responder a los retos que encuentre en el desempeño de su ministerio. (cf. OML c.
VI)
Itinerario de formación
(A partir de la naturaleza del ministerio instituido de catequista).
9
5. Iniciación a la vida cristiana 1. Naturaleza de la iniciación a la vida
(Catecumenado). cristiana como nuevo paradigma de
la catequesis.
2. Ritual para la Iniciación Cristiana de
adultos.
3. Etapas del catecumenado.
4. Catecumenados específicos según
la edad, según el estado de fe y
según el contexto social.
6. Acompañamiento. 1. Naturaleza del acompañamiento.
2. Mistagogía.
3. Proyecto personal de vida
vocacional-espiritual.
7. Formación de catequistas. 1. Ser.
2. Saber.
3. Saber hacer.
4. Saber estar.
30 Cf. CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Carta a los
presidentes de las conferencias de obispos …, n. 10.
31 Cf. Ibidem.
32 Cf. Ibidem.
10
* Apoyar a los ministros ordenados en sus diversas tareas apostólicas, de manera
especial al párroco, asumiendo con ellos sobre todo la promoción de los catequistas
en la diócesis y parroquia33.
CONCLUSIONES
29. El catequista instituido en la Iglesia, así como todos los demás catequistas, han
de ser conscientes de que el ministerio de la catequesis en general consiste en
proclamar proféticamente en la comunidad el don de la fe, acompañarla para llevarla
al acto de fe, y educarla para que ésta se transforme en vida de fe.
33CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Carta a los presidentes
de las conferencias de obispos …, n. 11.
11
ABREVIATURAS
CIC Codex Iuris Canonici. Código de Derecho Canónico. Juan pablo II (enero de
1983)
12